Al vs Arthur

VS



Isla inmensa donde se encuentra el Cuartel General de la Marina, se compone por un pueblo en toda la isla y lsede principal de La Marina. Aquí habitan los rangos más altos de la organización militar junto a sus familiares.

-Sin nomenclaturas.
-Salto de turno cada 48 horas.
-Combate amistoso.

Ya era la tercera vez que lo hacía esta semana, Al Naion, mi capitán de la flota Kiritsu Ryodan se había vuelto a escaquear de sus labores, dejándome a mi con todo el papeleo. Estaba harto, me daba igual que fuera mi superior, tenía que encontrarlo y... enseñarle a ser más responsable. Durante media hora lo busqué por todo Marineford, entre ellos sus escondites más usados para hacer el vago. Lo encontré tumbado a la sombra de un árbol en medio de un parque, con un libro encima de la cara. Parecía que se había quedado dormido mientras leía, era perfecto, no quería ni leer los informes pero sí sus libros sobre teatro.

De forma calmada caminé por el parque, como una persona más que disfrutaba de la agradable brisa y el sol primaveral, con una sonrisa amable en mi rostro. Me acerqué hacia Al, caminando por la suave almohada de hierba de mientras empuñaba mi glaive.

-Capitan~ - Lo llamé con una suave y melódica voz mientras me acercaba a él -Despierte, tiene cosas que hacer~- Continué mientras cogía algo de carrerilla y una vena comenzaba a marcarse en mi frente. -¡Buenos días Capitán!- Grité mientras, aprovechando la carrera, tomaba impulso para saltar sobre él.

En medio del salto comencé a girar mi glaive con la mano derecha para luego empuñarla con ambas manos y acabar lanzándole un cariñoso tajo circular descendente de buenos días, cuya cariñosa intención era partirlo por la mitad desde la cabeza hasta la entrepierna... Todo ésto con mucho cariño.

"Vaya, un ataque", pensó el capitán, inmerso en sus pensamientos usando un libreto de "Las bodas de Fígaro" para protegerse del sol. Podría algún mal pensado creer que trataba de dormitar, y la verdad es que acertarían. Sin embargo aún no lograba coger el sueño, y cuando un tajo vertical partió a la mitad su cuerpo de hielo, simplemente suspiró. "Menos mal que tengo reflejos rápidos".

Medio cuerpo se había caído del barco y reventado en astillas de hielo, mientras el otro era una masa uniforme cortada con precisión anatómica. Se recompuso rápidamente y observó a su atacante. "Ahm... Arthur, eso lo explica todo. Debe querer entrenar", pensó, incorporándose para apoyar la espalda en el respaldo del asiento.

-¿Cómo sabías que podía regenerarme?- tenía que hacer la pregunta, ya que Arthur nunca lo había visto usar su Akuma, y le escamaba ligeramente aquel atentado.

Se levantó y desenvainó el arma con pereza. "Bueno, pues entrenemos".

-Tú empiezas- dijo, con una sonrisa, poniéndose en guardia.

-¿Puedes regenerarte?- Fue la única respuesta que pude dar... no tenía en cuenta que mi opoenente fuera un logia.

Bueno, con razón estaba tan relajado ante un posible ataque. Al parecer el elemento logia de Al no era nada más ni nada menos que el hielo... que conveniente. Rápidamente se recompuso y adoptó una pose de guardia, estaba listo para luchar, yo sólo quería darle los buenos días (a mi manera) pero al parecer este saludo se iba aconvertir en una sesión de entrenamiento matutina.

-Bien. En ese caso preparese, no se lo pondré fácil.- Dije con tono decidido mientras adoptaba yo también una ose de combate.

Tras eso salté hacia atrás para poner un poco de distancia entre los dos, tras un par de segundos observándolo en busca de posibles aberturas... me lancé de frente al ver que eso sería una completa y absoluta pérdida de tiempo, total, nos íbamos a dar de hostias igual.

Al llegar hasta él le lancé una estocada frontal, traseso arremetí acercándome más y realizando un tajo circular hacia la derecha, pero parando justo antes de darlo para realizar una finta y realizarlo hacia el lado contrario. Seguramente ninguno de mis ataques suritera efecto, pero tendría que tratar de hacer algo.

"Perfecto", rió Al por un instante cuando Arthur se lanzó de frente contra él, sólo tenía que desmaterializarse por un instante y "¡Au!". Se desmaterializó demasiado tarde y se llevó un corte frontal en el costillar. Aquello escocía mucho, pero por suerte se transformó a tiempo para evitar daños mayores. "No, ni daños mayores ni hostias, esto ha sido malo hasta para mi honra", pensó mientras Arthur terminaba de golpear y, sin darle tiempo a recuperarse, Al explotaba en una nova de hielo que dejaría encerrado a Arthur en ella, dejando libre solamente el pecho y la cabeza para que no se muriese. Pero vaya, hasta que se derritiera estaría ahí.

-Has caído en mi trampa- dijo, sin cerciorarse de que su oponente estuviera realmente atrapado. Al fin y al cabo, ¿Quién podría escapar de una explosión de hielo completamente inesperada y violenta como la que acababa de hacer?-. En fin, tengo cosas de Capitán que hacer.

Y, con aquellas palabras, se volvió a tumbar en el banco sin ninguna intención de moverse en un rato. Ya bastante esfuerzo era intentar frenar a aquel saco de mala baba que era Arthur y... "Un momento, tendría que curarme el corte". Era bastante profundo, pero por suerte tenía en el bolsillo una aguja en hilo de coser... "Au, au, au, au", iba pensando a cada punto que daba. Si Arthur era libre estaba más o menos indefenso, pero siempre contaba con su Mantra para convertirse en...

-Mira Arthur, esto es un coñazo- dijo, al tiempo que una costra de hielo recubría la herida, cerrándola-. Ahora quiero ver lo que haces para salir de ahí- ahora sí estaba mirando hacia la "prisión". ¿Habría conseguido encerrarlo?