la defensa del puerto (pasado bleyd y joan )

Estaba en Shellstown con un único objetivo: defender el puerto de las hordas de tritones y sirenas que se acercaban. Los tritones no estaban muy bien socialmente desde el evento de Mariejoa y ahora se habían revelado, cosa que les dará peor renombre.

Esperaba mi turno para inscribirme en la defensa del puerto. La cola era larga, pero no era tampoco una cosa exagerada. Llevaba esperando mi turno durante quince minutos, y ya se acercaba mi turno. Cuándo las tres personas que había delante mía firmaron me tocó a mi. El hombre encargado de las inscripciones era un marine de entrada edad con el traje reglamentario de la marina y un bigote grisáceo. El hombre me dijo las condiciones del contrato como si fuera una máquina, sin ninguna expresión en el rostro.

-A ver chico, te leeré las condiciones sólo una vez, así que escucha atentamente.
Esto no es un juego de niños, esto es serio. Serás recompensado con 10.000 berries por cada tritón derrotado. Si el derrotado es un dirigente, la recompensa variará entre 100.000 y 1.000.000 de berris. Si aceptas, te asignaremos un rango y un escuadrón.

Cogí el bolígrafo y firmé el papel y lo rellené con los datos necesarios.

-Vale... tu escuadrón es el 5. Recompensaremos a tu escuadrón con las recompensas que te he dicho, pero esa recompensa no será individual, sino que se pagará la recompensa a todos los miembros del escuadrón. Tu rango es recluta. Para constatar las bajas tienes que hacerles una marca en el pecho con esta forma.- dijo mientras me enseñaba un papel con 3 palos cruzados: uno vertical, uno horizontal y uno diagonal.-Bueno... nada más que decir. Buena suerte. Tu escuadrón está entrando en ese edificio de ahí.- dijo señalando un bar.

Asentí y salí de la cola. Me aparté del bullicio y me puse la armadura. Aseguré la katana y procuré tener las armas de fuego cargadas. Acto seguido, me fui al bar.

Finalmente llego mi turno en la cola y el tiparraco que allí se encontraba no levanto siquiera la vista para mirarme, así que tampoco me moleste en escucharle., le firme los papeles y me fui al bar, pasaba de todo. Entre la defensa que era mala de cojones a gente incompetente como administradores cada vez tenia mas ganas de salir de allí, lamentablemente un trabajo es un trabajo. Entre en el bar seguido de cerca por Fluffle, mi adorable poni rosado y esponjoso no quería desentonar y llevaba puesta una armadura de cartón, que cosa mas mona. Me senté en una mesa solitaria y me encargue de pedir batido de chocolate y muffins para Fluffle tenia que cuidar a mi golosote amigo. Dentro del bar que se encontraba bastante destratado las mesas se encontraban bastante repletas aquí y allí se encontraban grupos de marines y diversos mercenarios que habían venido en post de la fama y la Futuna, todo un espectáculo para la vista. Suspire la verdad es que no me gustaba estos ambientes me traían demasiados recuerdos a la mente, volví mis ojos a Fluffle que se estaba poniendo las botas engullía los muffins como un angelito, le acaricie la cabeza y disfrute de su suavidad.

Abrí las puertas del bar y entré en el. Había una gran cantidad de gente allí dentro hablando. Me encontré gente de todo tipo allí dentro: desde cazas hasta marines, pasando por gente del pueblo que solo quería la protección de sus barcos.

En el fondo del bar vi una mesa con tres personas en ella. Estaban bebiendo un poco de cerveza y me acerqué a ellos.

-Hola. ¿Sois del quinto escuadrón?

-No chico, lo siento. Tampoco no se donde puede estar. Pero bueno, te daré esta lista con los y tritones con más recompensa, me han encargado repartirlas.

Tomé la lista y busqué una mesa dónde sentarme. No vi ninguna mesa sin nadie, así que me acerqué a una mesa en la que había un chico con un batido de chocolate y unos muffins.

-Hola. ¿ me puedo sentar contigo?- pregunté.

Claro muchacho, siéntate y disfruta, pero no le quites ningún Muffin al poni se enfada cuando le quitan la comida, mejor pídete lo que quieras yo te invito- Le sonreí al chico mientras apapuchaba a mi poni que no dejaba de comer el muy glotón. Bueno dime en que escuadrón estas, a mi me han dicho en el cinco pero después de ver la pésima organización que tienen aquí, creo que voy a pasar de ir con alguien prefiero ir a mi rollo seguro que vivo mas tiempo que siguiendo las ordenes de cuatro gualdrapas creídos y gilipollas. Camarero tráenos unos pinchos de tortilla de patata un plato de jamón y unas croquetas, y para beber un par de batidos, me frote las manos mientras el camarero se apuntaba las cosas y se disponía a traerlas.- Oh pero que modales los míos, ni siquiera me he presentado, soy Bleyd, Bleyd Master encantado de conocerte, este tragón de aquí de pelo rosa blandito y esponjoso e Fluffle- Al oír su nombre me miro con cara de pamfilo, tenia migas en el pelaje y la lengua fuera como si fuera totalmente autista, solté un pequeña risotada y le acaricie la cabeza una vez mas, a esto vino ya el camarero con la comanda. – Bueno al ataque chicos vamos a ponernos las botas- Dicho esto comencé a pillar tortilla y jamón.

Aquel hombre me dio permiso para sentarme en la mesa,pero me advirtió que no le quitará ningún muffin a su poni, cosa que me dejó con cara de retrasado ya que no había ningún animal allí.
Igualmente me senté, y el chico me invitó a pedir lo que quisiera, que pagaría él. Me dijo que estaba en el escuadrón cinco, pero que prefería ir solo.

-Yo también formo parte del quinto escuadrón. Creo que lo mejor será ir tú y yo juntos y hacer shashimi. Supongo que sabes que hay que hacer este símbolo para que nos paguen.- dije enseñándole la imagen de la estrella.

El chico pidió unos pintxos de tortilla y unas croquetas, aparte de un plato de jamón y unos batidos. El camarero se lo apuntó y se marchó.

Seguidamente el hombre cayó en que no se había presentado, y me dijo que se llamaba Bleyd, Bleyd Master. Yo le correspondí diciéndole mi nombre.

Yo soy Joan, JOan D. Lluquer, encantado.

El camarero trajo los platos cargados de comida, y Bleyd nos dio permiso para empezar. Cogí un poco de jamón del plato y enseguida le propuse la idea a Bleyd de mirar a los criminales más pagados de la Revolución Gyojin.

-Mira Bleyd, aquí tenemos a los criminales más pagados. este es Dmitri Ojo de Tigre - dije enseñándole la imagen de un gyojin con cuatro cicatrices encima del ojo-Por él pagan 800.00 berris. Este va a ser nuestro.

Quería seguir hablando, pero un cuerno me inetrrumpió.

CAMARADAAAS ¡ A LA BATALLA !- dijo un oficial dela Marina.

-Hora de repartir...

Resulta que el muchacho estaba también en el escuadrón cinco y mira por donde tenia dos dedos de frente, me enseño algo que no sabia, resulta que para cobrar recompensa tenia que entretenerme en tallar una entupida estrella en los enemigos abatidos, el que ideo eso no era subnormal profundo. Noooooo. El mozo se me presento como Joan D Luquer, así que decidí llamarle Juan así de buen rollo. Finalmente el camarero nos trajo el papercio y ataque junto con Fluffle la comida, no estaba del todo mal, pero le faltaba un poco de curado al jamón. Juan se puso a enseñarme unas recompensas de los tritones que teníamos que pillar, parecía que el que mas le gusto de entre toda esa cuadrilla de amorfos seres horripilantes era un tal Dimitri ojo de tigre no que fuera ruso el Joputa. Lamentablemente antes de acabar la comida algún cretino llamo a las armas y Juan se dispuso a salir para repartir tortas. Yo suspire mientras dejaba que salieran todos en tromba y pagaba las consumiciones, finalmente salí y la luz me deslumbro, la fiesta ya había comenzado y el olor a pólvora se notaba por todas partes. Me cubrí junto con Fluffle en un parapeto cercano e intente encontrar a Juan con la mirada lamentablemente entre el polvo el humo y la cantidad de gente que había no lo podía localizar, la verdad no tenia muchas ganas de salir al follon, quedarte en medio del fuego cruzado no era una buena idea mas aun cuando el enemigo no había salido de sus posiciones y seguían disparando. Me relaje lo mejor que pude y espere a ver si a alguien se le gastaba las municiones antes de salir.

Abrí las puertas de aquel establecimiento y desenvainé la espada haciendo su característico sonido. Toda la gente salía en tromba, así que no pude ver mucha cosa, salvo una masa enorme de gyojins armados con utensilios varios, como horcas, cuchillos, guadañas, espadas, etc.

La adrenalina me empezó a subir cuando oí que los dos bandos se intercambiaban disparos. No me interesaba abatir a enemigos a distancia, ya que no les podría hacer la marca. Cuando me quise dar cuenta, Bleyd no estaba conmigo. Lo más lógico era que estuviera en el bar, así que me separé del grupo y me fui hacia la puerta del establecimiento. Allí me esperaba Bleyd de pie.

-Perdona, he salido sin ti.- dije-Ahora que ya se han calmado un poco los disparos cruzados, vamos a matar cosas.

Casi cuando acabé la frase, dos renegados gyojin venían a por nosotros. Debían ser un destacamento de reconocimiento poara ver las flauquezas de la retaguardia. No los podíamos dejar vivos. Uno iba armado con una horca, y el otro, con una espada.

-[b]El de la espada es mío.

El de la espada se abalanzó sobre mi, pero salte a un lateral y le hice tres cortes en la espalda, con la forma del símbolo que nos habían indicado. Para acabar con su sufrimiento, le lancé un corte rápido al cuello mientras gritaba el nombre del corte.

-Widow maker!

El cuerpo decapitado del gyojin yacía en el suelo, y sangre azulada brotaba de su cuello. Mi hoja estaba empapada de aquel líquido azulado. El otro gyojin se veía claramente asustado, pero se lo dejé a Bleyd.

-Todo tuyo

Widow maker:

[/b]

“Pues nada, ya que empezó la fiesta unámonos, no te preocupes siempre será fácil encontrarme, solo busca a mi amigo bola de pelo rosa.” Acaricie la cocorota de Fluffle y lo achuche un poco, lamentablemente el enternecedor momento fue interrumpido por dos malvados que querían secuestrar a mi amigo, Joan se encargo de uno protegiendo eficazmente a mi bicho, yo por mi parte levante a Carnifex en el aire y descargue un golpe en vertical sobre el pobre desdichado, su rostro se contrajo por el terror cuando el pesado espadín cayo a plomo sobre el, la hoja entro por el hombro izquierdo atravesó la clavícula, trituro las costillas, rompió la cadera y perforo la pierna derecha para empotrarse en el suelo, la sangre mano a borbotones mientras el cadáver salía despedido en dos partes.
“Nadie se mete con mi poni” pase de hacer marcas ni mierdas, yo sabia a quienes eliminaba solo había que mirarlos. Salí corriendo con la espada apuntando al suelo en plano de cara a mi, no veía nada pero era un maldito escudo protector de primera, los disparos rebotaban en la superficie de acero incapaces de penetrar los quince centímetros de grosor del arma, finalmente llegue cerca de las trincheras y fortificaciones enemigas y saque el dial de fuego y el de humo, active ambos generando una llamarada que prendió fuego a la zona a mi derecha mientras un espeso humo blanco se generaba desde la izquierda envolviendo toda el área, sin línea de visión no podrían disparar bien y los marines podrían avanzar con menos riesgo, active mi casco y pase a visión infrarroja, era la hora de la fiesta.

Bleyd destrozó al otro gyojin lanzándole un corte al hombro izquierdo que terminó en la pierna derecha del tritón, partiéndolo en dos mitades. Aquello era un baño de sangre, miembros y órganos. Mi compañero dijo que nadie se metía con su poni, cosa que yo no acababa de entender ya que yo veía ningún animal. También dijo que pasaba de hacer marcas, pero cuando él se fue, dibujé yo la marca por él en el cadáver del segundo enemigo.

Bleyd Master avanzó hacia las trincheras enemigas cubriéndose con su espadón de los proyectiles que le disparaban. Cuando estuvo lo suficientemente cerca activó un dial de humo y uno de fuego, creando una buena cortina que los distraería durante un buen rato.

Aproveché eso para atacar la trinchera por el flanco. Empecé a correr en zigzag para evitar balas dirigidas hacia mi persona. Cuando estaba a unos tres metros de la trinchera un escuadrón de tres gyojin me vio y vino hacia mi. Cuando se encontraban a cinco metros de mi desenfundé dos trabucos y volé el cráneo de dos de ellos, que iban armados con cuchillos. El tercero se acercó hacia mi, y le corté el brazo derecho donde sostenía su arma. Acabé con él dibujándole el patrón que el marine me indicó en el pecho. Realicé la misma marca en el pecho de los otros dos cadáveres y proseguí mi marcha hacia la trinchera enemiga.

Aguanto la línea estoicamente mientras los compañeros penetran en la trinchera la lucha cuerpo a cuerpo se intensifica, recojo a mi poni y pillo cobertura en la barricada enemiga, desde allí observo la situación con mi visor térmico, aunque tan solo consigo ver las figuras de los combatientes, las manchas rojas que son los cuerpos comienzan a caer a tierra inmóviles, la sangre comienza a correr por la tierra como rojos ríos, abandono la cobertura en donde me encuentro con Fluffle en mis brazos, mi pequeño compañero peludo pego un adorable ¡Gashp! Mientras disfrutaba de la acción, finalmente me detuve delante de uno de los múltiples enemigos, mientras el cargaba contra mi con su espada lance a Fluflle al cielo y bloquee su mano con la mía mientras el dial de rechazo absorbía el impacto, respondí al ataque machacándole la cara con mi puño enfundado en el guantelete, cayo al suelo mientras la sangre manaba de su nariz y allí lo deje mientras continuaba mi búsqueda de Joan tras recoger a Fluffle que caía del cielo.

Avanzaba por la trinchera enemiga mientras esquivaba proyectiles y agachaba la cabeza para que no me la volaran de un cañonazo. De repente, dos Gyojin se toparon en mi camino, y no me quedó más remedia que luchar con ellos, Uno de ellos iba armado con un revólver del calibre suficiente para abrirme un bonito boquete en la frente el segundo llevaba una simple horca. Me agaché mientras avanzaba a por el tritón del arma de fuego, y le agarré la muñeca derecha y se la retorcí, y seguidamente le di un golpe seco en el codo para partirle el brazo. Mi enemigo aulló del dolor y disparó su arma y le reventó la mano izquierda a su colega. Cogí el arma y la lancé lejos. Seguidamente, desenvainé a Oni y le hice un corte en la pierna al tritón que estaba armado con el revólver haciéndole caer al suelo con una rodilla hincada en el suelo. Seguidamente, le corté la cabeza en dos de manera vertical a su columna. Al segundo Gyojin me limité a hacerle la marca en el pecho, mientras su cuerpo caía inerte asl sucio suelo. Realicé la marca al otro Gyojin y seguí corriendo por aquella excavación en busca de Bleyd.

En la distancia vi a una persona que se parecía bastante a él y grité con todas mis fuerzas:

-¡Bleyd! ¡Aquí!

Suele ser bastante difícil enterarte de cuando alguien te llama desde la otra punta de una maldita batalla pero mira por donde parece que saque un critico en un D 20 o algo como dirian los jugadores de rol por que me entere de que el chico del bar Joan me llamaba desde la distancia. Agarre a Fluffle y lo coloque debajo del brazo para lanzarme a la carrera por la zona de trincheras como un jugador de paliza bowl, o rugby como lo suele llamar la gente, corría hacia delante embistiendo a cualquiera que se me pusiera por delante me daba igual que fuera amigo o enemigo por que yo no estaba muy por la labor de pararme,
Después de dos minutos a carrera llege donde se encontraba Joan, me encontraba cansado y sin aliento por la dichosa carrera y todo el peso que siempre llevo encima y me deje caer en el suelo detrás de la cobertura mientras jadeaba, aunque todo eso parecía divertir bastante a Fluffle que se rebrotaba contra mi en señal de felicidad y agradecimiento. Cuando recupere lo suficiente el aliento para hablar le comente.
“estoy reventado menuda carrerita……. ¿Ahora que.?”

Bleyd avanzaba por el campo de batalla como una bestia enfurecida. Pegaba placajes a todo ser que se cruzaba en su camino. Tras dos minutos, Bleyd Master llegó a mi posición, se tiró al suelo y, exhausto, me dijo que estaba reventado, y me preguntó que qué hacíamos ahora.

-Tú recupera el aliento. No te preocupes, yo te cubro.

Las fuerzas enemigas iban remitiendo poco a poco, señal de que estábamos ganando la batalla. Pero aquellos peces mutados no se rendían, y ahora enviaban escuadrones de élite para ver si podían cambiar el curso de la batalla.

Aquellos escuadrones de élite estaban entrenados bastante bien, pero se notaba que eran bastante inexpertos en una batalla real. Aún así, asesinaron a bastantes marines novatos. De repente, dos Gyojin bastante rápidos cayeron delante nuestra. Uno iba armado con un tantô, y el otro tenía dos sais.

El Gyojin de la espada saltó unos tres metros por encima mía, con la intención de caerme encima. Levanté la katana y paré su espada, y lo tiré al suelo.De mientras, el otro avanzaba hacia Bleyd. Casi instantáneamente,levanté una pistola y apreté el gatillo, pero el proyectil no salió. Estaba descargada. Pensé rápido y me puse detrás suyo y le clavé la espada por la espalda, saliéndole ésta por el estómago, y empapando a Oni en líquido azul. Ahora, solo quedaba uno. Agarré uno de los sais del tritón muerto y esperé a que el otro apareciera en escena. Quince segundos después, una sombra cayó enfrente nuestra haciendo una voltereta, y cuando se iba a incorporar, le lancé el sai, que impactó en su cabeza con un crac, y disparando sangre azulada a mi cara. Dos bajas más, por los pelos. Les hice la marca a cada uno y dije:

-Por los pelos. Bueno, tuvo su gracia

jo con el mozo acaba de encargarse el solito de dos mamotretos que caían del cielo a es llamo yo efectividad el chico sabia lo que se hacia eso se lo tenia que reconocer, lamentablemente el enemigo había traído la artillería pesada no solo eran las tropas de elite sino que desde el fondo enormes moles de dos metros de alto por tres de largo enfundadas en pesadas armaduras avanzaban en formación, delante pesados escudos protegían a la formación de los proyectiles mientras que detrás de esos ametralladoras pesadas disparaban una lluvia de plomo que despedazaba a los defensores, lamentablemente para mas dificultad potentes explosiones caían a nuestro alrededor a causa de lanzagranadas, la situación era muy tensa mientras el enemigo aniquilaba a todo aquel que se encontrara fuera de cobertura.

“Joder tío estamos jodidos, donde narices esta la artillería cuando la necesitas esos malditos besugos nos van a convertir en shushy joder”
Abrace a Fluffle evitando que se asomara de la trinchera lo que menos quería es que le volaran el pelaje en pedazos por ser demasiado curioso en el fragor de la batalla

Bleyd estaba bien, y eso era lo importante. Pero mi alegría se disipó quince segundos más tarde de las moles Gyojin con armaduras y ametralladoras pesadas que estaban despedazando a nuestros aliados a tiros y que la infantería no estaba allí para remediar la situación. Una situación así requiere mantener la cabeza fría, así que pensé objetivamente sobre nuestro próximo movimiento. Suponía que Bleyd se había recuperado del susto y ya tendría la energía suficiente para ir, al menos, a trote. Seguí pensando unos treinta segundos más hasta que se me ocurrió una idea.

-Bueno Bleyd... Tengo una idea que a nuestros amigos no les gustará mucho. ¿Ves esos cañones de ahí? -dije señalando unos cañones que estaban cuatro trincheras más arriba con sacos de arena alrededor- Pues vamos a usarlos para hacer palitos de pescado

Tendí una mano a Bleyd para ayudarlo a incorporarse y empezamos a correr por la trinchera. Mi armadura resonaba a cada paso que daba, y podía oírlos gritos y los disparos que se estaban intercambiando los Marines y los Gyojin. Fuimos por una curva que llevaba hacía la segunda trinchera.

El sudor brotaba de mi frente, y resbalaba por mis mejillas para finalmente caerse sobre mi armadura. Empezaba a cansarme, pero no podía dar signos de cansancio. No ahora.

Al final llegamos a la cuarta trinchera y nos aproximamos al cañón. Le hice señas a Bleyd para que se sentara mientras yo cargaba el arma. No tenía mucha idea sobre apuntar aquella mole de hierro que era capaz de generar más de una viuda a la vez. Simplemente sabía cargarlo y dispararlo, pero no sabía apuntar. C cogí una bola de metal de una caja que había al lado y la metí dentro y me aseguré de que estaba bien colocada.

-Bueno Bleyd:¿Podrías reventar esas moles de pescado? En caso afirmativo por favor ¡MÁNDALOS AL INFIERNO!

"Emmm. no se muy bien como funciona estos zarrios pero supongo que habrá que darles fuego"
Agarre el cañón y le enchufe candela con mi dial de fuego prendiendo la mecha, lamentablemente mi tiro se fue a tomar por culo, totalmente lejos de su objetivo, los mostrencos se volvieron hacia nosotros con una risa histérica mientras disparaban sin cesar. "piensa rapido..." Pille los barriles de pólvora y se los lance a los bestiajos esos, los proyectiles atravesaron los barriles llegando a la pólvora y produciendo una enorme detonación, cachos sanguinolentos de carne cayeron del cielo, mientras se hacia el silencio me asome para ver si quedaba algo de los contendientes, lamentablemente una gran barrera polvo y humo me impedía ver nada.
" bueno compañero parece que estos han quedado un pelin destrozados" Sonreí mientras me rascaba la cabeza y acariciaba a Fluffle con la otra.

Me lleve una ligera decepción cuando Bleyd me dijo que no sabía disparar el cañón, pero aún así encendió la mecha y disparó. La bala de cañón no impactó en el enemigo, sino que se fue a tomar viento. Bleyd se quedó pensativo unos segundos y enseguida cogió unos barriles de pólvora, encendió la mecha y los lanzó a los enemigos. Los barriles explotaron despedazando a los enemigos blindados y provocando una nube de polvo, además de un fuerte pitido de oídos para mí.

Cuando la nube de polvo se disipó puede ver cómo los gyojin se retiraban del puerto, dejando tras de si un rastro de cadáveres de marine y de sus aliados. Los gritos de satisfacción y alegría de mis compañeros llenaron el campo de batalla. Nuestros enemigos se metieron en sus barcos y empezaron a huir a la vez que algunos aliados les disparaban con los cañones, sin ningún resultado. Yo decidí hacer lo mismo ya que no podía perder nada.

-Bleyd-dije-¿qué te parece que disparemos a los barcos con ese lanzacohetes? Me pido primero

Me acerqué al RPG-7 que estaba al lado del cadáver de un marine, todavía cargado.

-No puede ser mucho más distinto que una pistola...-dije en voz baja

Puse la mirilla en la popa de un barco que huía del puerto y apreté el gatillo.El proyectil salió disparado del arma y recorrió la distancia entre el barco y yo en unos diez segundos, y impactó de pleno en la popa del barco enemigo,provocando unas explosiones más pequeñas a su vez, así que supuse que mi tiro impactó en la reserva de pólvora del barco.

Todo el mundo vio como mi tiro destrozó el barco, con unos siete tripulantes a bordo.

-Te toca- dije a Bleyd a la vez que le tendía el arma y recargaba esta

Na , no soy un despiadado asesino que abate al rival por la espalda si quieren huir dejemosles, por lo demás vamos a hacer recuento de bajas y a cobrar nuestro dinero ha sido un día duro tal vez demasiado, por no hablar que demasiada sangre se ha derramado hoy en este puerto.
Recojo a Fluffle en marcha y camino hacia la zona de la que partimos dejando a los marines y al resto que destrocen y cacen al enemigo en retirada si así lo quieren, me apetecía comer algo y sobre todo cobrar mi dinero por un trabajo bien hecho.
Me volví a mirar a Joan a ver si me seguía la verdad es que el muchacho era un buen combatiente se las había apañado muy bien y era agradable tal vez tendría que invitarle a beber algo conmigo ya que estaba.