Dos locos en una isla(El Joker y Rocket)(Privado)

Las aventuras del Joker, si se pueden llamar así, empezaban en una isla del Mar del Este donde él esperan a encontrar problemas y diversión, estas dos cosas para el significaban lo mismo claro. Iba caminando dirigiendose hacia el pueblo de la isla pensando en formas de sembrar el caos aunque no se le ocurría como, pero pensaba que en cualquier momento se le iba a presentar alguna oportunidad. Una vez entró en el pueblo justo antes de volver a plantearse crear algo de caos en aquella isla, la cual era nueva para él, le rugieron las tripas. Al pasar esto pensó que no estaría de más comer algo y reponer fuerzas, ya que el caos no es tan divertido con el estomago vacío.

Se propuso encontrar un lugar donde comer, a ser posible una buena tortilla de patatas. Finalmente encontró un restaurante y entró. La gente nada más entrar le miro raro debido a su aspecto, aunque a él no le importaba lo más mínimo, incluso casi le divertía el hecho de ir llamando la atención. Se acerco a la barra y dijo-¿Qué tal está señor camarero? Me gustaría que me diese  una buena tortilla de patata y una cola si no le importa-dijo con una gran sonrisa mientras se relamía. El camarero mirándole extrañado le dijo-Perdón pero aquí no servimos eso. Pero le podría servir algo de carne si quiere.-El Joker se quedo un momento pensativo y al final le dijo-Bueno a falta de dinamita buena es la pólvora ¿no?- El camarero finalmente fue corriendo a coger la carne y la cola, ya que por una parte estaba deseando que El Joker se fuera de su restaurante debido a que estaba empezando a ser casi molesta su presencia para la gente del restaurante.

- ¿Vamos a dejarlo así, vale? Si saco un siete gano toda la fortuna que hay apostada, si no lo saco te lo llevas tú todo.

- Pero...

- Toda. -Insistió el mapache, moviendo la mano con los dados en su interior.

Se encontraba en un callejón, rodeado de maleantes y jugando a los dados con un hombre gordo, el cual empezaba a arrepentirse de haberse puesto a jugar con un mapache parlante de casi un metro de altura, pues el mapache estaba ganando todas y cada una de las tiradas. Por una sencilla razón: trampas. Los dados del mapache estaban trucados y los había adquirido de un chanchullero en puerto a cambio de una pequeña suma de berries, la cual estaba recuperando a base de trampas.

El mapache agitó la mano y lanzó los dados. Cómo era de esperar, un cuatro y un tres sumaban un siete en la superficie de los cubos marcados. Rocket se rió y saltó por el dinero, guardándolo todo en una gigantesca bolsa de cuero mientras el grueso hombre caía al suelo de rodillas y murmuraba.

El mapache dio las gracias de forma sarcástica y se cargó la bolsa al hombro mientras dejaba el callejón, cuando se dio cuenta de que se había olvidado los dados y que el grueso hombre los estaba inspeccionando.

- ¡Están trucados!

Rocket reaccionó enseguida y llamó al viento dos veces. Una para empujar con él a quienes lo perseguían y otra para impulsarse el y huir de allí. Al caer al suelo después de impulsarse con el viento empezó a correr a cuatro patas, intentando no soltar la bolsa de dinero.

El Joker estaba saliendo del restaurante, había disfrutado de un plato de carne y una cola, estaba bastante feliz por la comida. Entonces vio que de el callejón contiguo al restaurante salió lo que parecía un mapache volando. Entonces no se podía creer lo que veía preguntándose a si mismo:

-¿Otra vez tengo alucinaciones?

Pero del mismo callejón salió un tipo gordo que se llevó por delante al Joker. El tipo se levantó para perseguir al mapache. El tipo parecía tener golpes recientes como si hubiera sufrido algún ataque. Mientras se levantaba para perseguir al mapache le dijo al Joker:

-Aparta de el medio imbecil.

Esto provoco la risa del Joker y a la vez le molesto ligeramente aunque se le pasó ya que se le había presentado un tipo con el que podía divertirse. Entonces El Joker sacó uno de sus cuchillos pequeños y se lo lanzó a la pierna al hombre gordo haciendo que este se cayese mientras El Joker le decía:

-Ya que estamos en esta situación no te importara que juegue contigo ¿no?-dijo en tono diabólico mientras sacaba un cuchillo más grande.