|Rol Moderado| Revolución inesperada, ¿un conflicto o un entreno? |Alwynn&Kenta|

Bip Bip Bip Bip

Eso significaba que debía de ser hora de levantarse, hoy podía ser un día muy duro o muy tranquilo. Repase el mapa que había elaborado de la ciudad el día anterior sobrevolándola, y que estrategia seguiría, tenía un buen equipo para aquella misión. Me lo habían asignado al partir y tuve varios días de viaje para conocerles, la verdad es que solo me interese por cinco que eran los que mejores calificaciones habían obtenido en su instrucción.

Gilber, un joven de cuna noble como yo, experto en combate cuerpo a cuerpo y un comando excepcional. Alto, delgado y con ojos y pelo castaños. Eli, una chica algo más joven que yo de pelo rubio y ojos negros. Una luchadora excepcional con las espadas y amante de los animales como yo, por desgracias no nos permitieron traer a ninguno a esta misión. Trevor, el más mayor del grupo, experto en explosivos y robots. Un hombre de unos cuarenta, bajito con barba y pelo largos y oscuros. Su arma favorita es una ballesta modificada que lo acompaña siempre. Amanda, una joven encantadora, criada cerca de donde yo viví. Bajita y con el pelo corto y de colores llamativos. Es la experta médica del grupo, especializada en cirugía y perfiles psicológicos. Y por último Julian, un joven hipermusculado de pelo corto y rubio, estatura media y encargado del armamento pesado. Tras pasar varios minutos remoloneando en la cama perdida en estos pensamientos me levante despacio del camastro para dirigirme a la ducha.

El baño estaba separado por una pared y una puerta y lo compartía con Amanda y Eli. Cuando entre ellas ya estaban allí terminando de ducharse, me desvestí y entre en la ducha que quedaba. Mientras me duchaba hable con Eli de sus animales, me hablo de su Kintur, un gorila de espalda plateada que había rescatado en un isla de unos traficantes cuando era pequeño. Yo le conté como había conseguido a Arimisa y como ahora estaba criando a Apolo. Debido a la fruta mis duchas suele consistir en frotarme con una esponja húmeda con jabón y luego aclarar con la esponja otra vez. Cuando estaba ya vistiéndome escuche a otro de los miembros del equipo que gritaba llamándome:

-!!!Jefa¡¡¡ Son ya las ocho menos diez, el desayuno se le va a enfriar.- con una mueca salí para el comedor, odiaba a los pelotilleros como aquel cocinero.

Me encontraba en un barco de mercaderes, rodeado de chusma. El mercader jefe, o mas bien, el capitán del barco me había ofrecido cobijo a cambio de que ayudara en el barco y también se ofreció a pagarme dinero si hacía las cosas bien. Me pasé todo el viaje metido en mi camarote, tumbado en la cama con las manos apoyadas por detrás de la cabeza y las piernas cruzadas. No quería ayudar en el barco, había otras maneras de conseguir ese dinero.

Mientras estaba tumbado en la cama, pude oír una voz:

- Tierra a la vista!!!!!!!!!!!!!!!! Hemos llegado a la isla Õkyū mazushī.

Tras eso, me levanté de la cama me dirigí a la puerta mientras seguía con las manos detrás de la cabeza a la altura de la nuca. Abrí la puerta, salí y allí estaban todos el capitán del barco y los mercaderes. Me dirigí a él, le robé el dinero y le pegué un puñetazo en la cara. Unos instantes después hice lo mismo con los mercaderes que quedaban le había dado una paliza a todos cuando atracamos en el puerto de la isla. Antes de salir del barco, localicé unos barriles de pólvora. Cogí un puñado y lo expandí en línea recta, formando como una especie de hilo en todos los barriles. Para que llegara a la parte superior de los barriles y que explotaran al entrar en contacto con toda la pólvora, coloqué una tabla en diagonal para que cuando quemase el hilo de pólvora, llegase a todos los barril y explotaran. Fui a la cocina, cogí un mechero y prendí los hilos de pólvora. Mientras estos ardían y se consumían yendo hacia los barriles, me daba tiempo a bajar del barco e irme andando tranquilamente con las manos detrás de la cabeza a la altura de la nuca. De pronto, se oyó el sonido de las explosiones a mis espaldas. El barco había sido destruido mientras yo caminaba hacia el centro de la isla como si nada hubiera pasado.

Mientras me dirigía al centro de la isla se veía atrás el barco, destruido y hundiéndose con los cuerpos de los que un día tripularon ese barco.
Esto ya me gustaba más, me había echo con una cantidad de dinero y encima no había dejado pista alguna. Eso si que era divertido...

Mientras tomábamos el desayuno, una explosión sacudió el puerto. De modo que sí que nos habían traído por algo a esta pequeña ciudad. Deje el desayuno a la mitad y reuní al equipo, quitando varios agentes de paisano estábamos todos en aquel lugar. Desplegué un mapa de la ciudad y marque varias posiciones para tres agentes que harían de ojos de la ciudad, eran posiciones altas y con una sola entrada por lo que resultaría complicado que vieran llegar a posibles agresores. A Julian lo mande al ayuntamiento de la ciudad, con un grupo de diez hombres, debía fortificar el edificio y proteger a los gobernantes a toda costa. Amanda y Trevor irían al puerto, con quince agentes e investigarían el incidente y darían apoyo a los posibles heridos, en realidad me importaban poco pero era una misión importante y debía dar buena imagen. Además Trevor debería desplegar varios drones y artilugios para proteger el puerto ya que es un enclave vital de la ciudad. Gilber junto a cinco patrullaría las calles de la ciudad centrándose principalmente en las plazas y donde más gente pudiera haber con el mandato principal de proteger a la población civil. Eli, junto a mí y dos hombres más interrogaríamos de forma amigable a todas las personas que pudieran haber visto algo y haríamos acto de presencia por el pueblo para calmar a la gente.


En apenas diez minutos habían recogido sus equipos y habíamos salido hacia nuestras posiciones. Por los Den Den de la ciudad escuchamos como declaraban el estado de emergencia y llamaban a movilizarse a las fuerzas de defensas, aquello podía complicar las cosas. Decidí cambiar la estrategia primero iría a hablar con las fuerzas del orden que se estaban reuniendo y luego a interrogar a la gente, quizá hasta me vendría bien la ayuda de esas fuerzas de defensa. Usaría la tapadera con la que habíamos llegado, agentes que venían a explorar las ruinas en busca de rastros de los antiguos piratas. Pero al declarar el estado no pudimos que ayudar. La gente de la calle se veía nerviosa pero conseguimos información de donde se reuniría esa fuerza, por suerte no muy lejos de donde estábamos en unos cinco minutos estaríamos allí. Informe a todos del cambio y les pedí informes cada hora.

La explosión que había provocado un pirata que se llamaba esto ¿quien era? a sí, si fui yo no me acordaba. La explosión que provoqué había hecho a la ciudad ponerse en estado de emergencia. Ahora lo único que había que hacer era pasar desapercibido y encontrar una taberna en la que dar un trago y luego ir a cumplir el objetivo que era el conflicto que presuntamente iba a haber.

Había llegado a la ciudad y todo el mundo estaba alborotado por el tremendo ataque que había ocurrido en el puerto. Menudo bribón el que lo hizo. Mientras seguí andando para localizar una taberna e iba mirando cualquier establecimiento en el que saliera el cartel de "taberna". Al cabo de unos minutos, localicé una taberna y entré. Fui andando a paso lento hacia la barra y con mi voz tan ronca y fría pedí al tabernero un poco de bebida.

- Tráeme una botella de sake.

Y esperé a que me trajera la botella para beber tranquilamente, aunque con lo que hice en el puerto seguramente mucha gente vendría preguntando a la taberna para ver si alguien había visto al responsable del accidente y no habría un momento de tranquilidad. Pero bueno lo importante es que había pasado desapercibido. Y ya que estaba en la taberna, cuando me bebiera la botella de sake le preguntaría al tabernero si sabía algo del conflicto que se avecinaba ya que los taberneros siempre parecen saber todo lo que pasa en la isla.

Me trajo la botella y comencé a beber, despacio, trago a trago y esperé a ver que pasaba de ahora en adelante.

Õkyū mazushī, 8:15 A.M

Todas las tropas de defensa se han movilizado por la ciudad contando con un total de 150 efectivos para el combate. No se sabe de dónde han salido las fuerzas para sumar tal cantidad de hombres, pero así es. Se dividen en 3 batallones de 50 hombres encargados de las calles, las entradas a la ciudad y los edificios importantes respectivamente.

Alwynn:

Kenta:

Radio de acción: 15 minutos.
Recuento de bajas:
CP: 28 hombres
Revolucionarios: 135 hombres
Kenta: Kenta

A mitad de camino hasta el punto que nos habían indicado los agentes de los tejados avisaron de que estaban saliendo grupos de gente armada de los edificios y habían matado a los agentes de civil. Casi al instante Gilver informo que estaban recibiendo fuego intenso de un grupo y que se habían refugiado en uno de los edificios aun que había tenido una baja ya. Trevor desde el puerto reporto casi lo mismo pero él tenía seis bajas pero había conseguido desplegar las torretas y drones y hacer retroceder a los asaltantes. Por su parte Julian había conseguido atrincherarse en el ayuntamiento capturando varios enemigos perdiendo tres hombres. De camino y hacia Gilver nos sorprendió una patrulla conseguimos eliminarla rápido y avanzar. Cuando llegamos donde Gilver abrimos un agujero en la línea enemiga para que salieran pero durante la extracción otro de sus hombres resulto muerto. De camino hacia el puerto el siguiente punto más castigado un francotirador hirió de gravedad a Eli. La herida parecía grave debía decidir si seguir con el plan y reunirme con Julian o ir al puerto.

Di orden de seguir hacia el puerto, mientras me trasforme y subí a los tejados con mi rifle, la idea era pasar de tejado en tejado y cubrir a mis hombres mientras llevaban a Eli. Elimine un par de francotiradores más, tenían bien cubiertos sus puestos pero no para alguien que puede volar. Desde sus puestos mantenía a raya a los revolucionarios mientras mis hombres callejeaban. Era un trabajo cansado y necesitaría reponerme al llegar pero merecía la pena. Durante el trayecto Julian me informó de que habían conseguido llegar los hombres de paisano lo que le daba otros tres hombres. Me adelante un poco al acercarnos al puerto, la zona era abierta y sería difícil de pasar sin bajas. Me parapete en un tejado y me dispuse a abrir un pasillo coordinándome con Trevor y sus máquinas. Di la orden y salieron corriendo todos cubriéndose como podían en los restos de carromatos y tenderetes. Como supuse, los revolucionarios no tardaron en darse cuenta. Hubo fuego cruzado, no sé cuántos de ellos cayeron, mi objetivo era que Eli consiguiera cruzar a salvo. Cayeron dos hombres y cerca ya de nuestra posición defensiva cayo uno de los que ayudaban a Eli. Me puse en forma hibrida y baje volando, cogí a mi nueva amiga y la arrastre junto al otro operativo que quedaba. Una vez todos a salvo comprobé que tenía una herida en un ala, pero le insistí a Amanda en que tratara a Eli primero, ella era su prioridad.

Contacte con los observadores, debían mantener la posición y evitar que los descubrieran, y llegar a posiciones cercanas al puerto y ayuntamiento y el tercero a un puesto intermedio entre estos. La prioridad que no los descubrieran. A Julian le dije que ahorrara munición e interrogara a uno de los cautivos para saber número de hombres, armamento y líderes. Y que mantuviera la posición mientras avanzáramos desde el puerto hacia él. Con Trevor y Gilver discutí el siguiente movimiento, aparte de mantener el puerto debíamos abrir camino hasta el ayuntamiento. Trevor sugirió usar sus drones para abrir un pasillo, pero modificamos la idea usaríamos sus drones para soltar cargas explosivas sobre las posiciones enemigas pues no lo esperarían. Tras ese primer ataque avanzaríamos por tierra calle a calle y varios les cubriríamos desde los tejados.

La tranquilidad duró menos que 1 berrie en manos de un niño de 5 años. De pronto irrumpieron en la taberna un montón de guardias, no se percataron de mi presencia e iban dando golpes a diestro y siniestro a la taberna. Ese era mi momento para intentar escapar de aquella situación. Di un salto y me puse al otro lado de la barra y de un golpe en la nuca dejé noqueado al tabernero que cayó al suelo y pude esconder debajo de esta. Lo que pretendía era hacerme pasar por tabernero para salir de aquella situación y, si no, solo me quedaba una última opción que era destruirles a todos.

Mientras me hacía pasar por tabernero los miraba para ver si venían a dirigirse a mí, preguntarme e irse. La había liado pero bien en el puerto aunque eso me divertía. Mientras pasaba toda esa escena dije:

- Si buscáis al que hizo eso en el puerto se acaba de ir, borracho como una cuba. Ahora perdeos.

Si todo salía bien se irían a buscarlo aunque no encontrarían nada si la argucia que había pensado salí como yo esperaba y ojala fuese así.

Õkyū mazushī, 8:30 A.M

La pequeña ciudad se ha visto sumida en una batalla campal y se ha convertido en un campo de batalla. Las bajas por parte de ambos bandos van en aumento y no parece que la cosa se vaya a calmar por ahora. Se ha oído una pequeña explosión en el lado más interno de la ciudad, dentro de la propia rebelión el grupo más extremista parece haberse rebelado contra el otro y una nueva batalla se ha iniciado.

Alwynn:

Kenta:

Efectivos de los bandos:
Rebeldes:65
Extremistas:43
CP: 21
Kenta: Kenta

Mientras organizábamos el contraataque para retomar la plaza cercana al puerto y las casas colindantes, el ataque rebelde se recrudeció. Varios grupos de rebeldes salieron por las calles en nuestra dirección ya disparando. Los drones dieron cuenta de muchos de ellos, los agentes que quedaban junto a mi nos parapetamos y respondimos al fuego. Se notaba que muchos de los agentes eran bastante nuevos y sin experiencia y varios cayeron muy rápido. De repente una fuerte explosión sonó en la lejanía, parecía provenir de una plaza que había visto en mi inspección aérea del pueblo. Puede que los atacantes hubieran encontrado su objetivo, o que tuviéramos más aliados de los que creíamos. Cualquiera que fuera hizo que los revolucionarios que nos atacaban retrocedieran. Contacte con Julian por radio, él había tenido alguna perdida también pero sus atacantes retrocedían igual que en el puerto. Le ordene que vinieran al pueblo aprovechando la confusión y la información de los tres agentes de los tejados. A estos últimos les ordene que los cubrieran desde arriba y que su posición final fuera entorno al puerto.

Con este descanso mande a los hombres que tenía en el puerto asegurar las inmediaciones y a Trevor adelantar las defensas a las entradas hacia el puerto, mientras yo me acerque hasta Amanda que atendía ya a un agente herido. Al parecer el estado de Eli ya era estable, le había conseguido sacar la bala y parar la hemorragia aunque esta no debía hacer muchos esfuerzos.  Se quedaría en la parte de atrás ayudando a Amanda con los heridos y así está la podría tener controlada por si surgía algo nuevo. Mientras estaba revisando el estado de las barricadas de la plaza del puerto, llegaron las fuerzas provenientes del ayuntamiento. Había perdido varios hombres, eso nos dejaba con unos veinte hombres. De estos tres estaban especializados en armamento pesado que se quedarían con Julian.  Otros cuatro, robóticos irían con Trevor para controlar, mantener y reparar las torretas y drones. Además dejaría junto a Trevor cuatro hombres más, de los más experimentados, para proteger el puerto y nuestra ruta de escape.  Yo, junto con Gilver y otros diez hombres nos adentraríamos en la ciudad para buscar respuestas a lo que había sucedido y acabar con la revolución.

La argucia que había planeado no me había salido como esperaba y ahora me habían rodeado, pero no me importaba. Esperé en silencio su reacción y como vi que no decían nada, salté la barra y me dispuse a irme de la taberna. Mientras me dirigía hacia la salida sin preocupación alguna, les dije unas palabras:

- Tsssk!. Perdeos. No tengo ningún interés en debiluchos como vosotros.

Obviamente, lo había hecho para provocarles y ver como reaccionaban que seguramente sería el ir a atacarme, ya que era lo que yo quería para divertirme un rato porque desde lo del puerto, no estaba pasando nada interesante en la isla.
Yo era consciente de que me superaban en número, pero que sería de la vida si no hacemos cosas arriesgadas, sería una vida muy aburrida.

Si los derrotaba naturalmente que pondría también en alerta a sus posibles aliados ahora mismo, aunque que demonios, quizás también haría explotar la taberna a modo de distracción mientras iba por la ciudad. Aunque mas que a modo de distracción, mas bien lo hacia por el morbo y el divertimento que me generaba eso.

Comenzamos a adentrarnos en la ciudad de nuevo, todo era un caos, los edificios por los que íbamos pasando estaban desiertos, y en más de una ocasión casi disparamos a algún civil que salía huyendo de nosotros. La verdad no llegaba a entender porque huían de la gente que había venido a protegerlos. A más de uno de uno le grite que fuera hacia el puerto que era zona segura, avisando a Trevor que había la posibilidad de que algún civil fuera hacia ellos, debía comprobar que no tuviera armas y luego mandarlo con Amanda para que comprobara que estaba bien. Pero que aún desarmados no dejara de vigilarlos discretamente. Mientras seguíamos nuestro avance, soló hacia detener la comitiva para comprobar edificios muy concretos, tiendas de armas, farmacias, tabernas y herrerías. Si encontraba civiles y no huían de mí los mandaba al puerto. En un cruce cercano a una farmacia nos asaltaron dos grupos de rebeldes, los despachamos rápido pero perdí a un hombre y otro resultó herido leve en un brazo, en el que pude hacer primeros auxilios sin problemas. Seguimos por la calle, revisamos un par de farmacias donde conseguí material para terminar de hacer una cura provisional a aquel agente. También una armería que habían saqueado, aunque pudimos conseguir algo de munición a parte de la que les quitábamos a los muertos rebeldes. En un par de tabernas de la calle dimos el aviso a civiles que se habían atrincherado en el piso superior, no pensaba pararme mucho con ellos.

Por lo que recordaba de mi vuelo por encima de la ciudad aquella calle debía llevarnos más o menos cerca de la plaza grande, que coincidía con la zona por la que se oyó la explosión. Amanda me informo por el Den que el herido había muerto hacia nada, poco a poco pero nos estábamos quedando sin hombres. En una armería cercana ya a la plaza acabamos con otro grupo rebelde a costa de otro agente más. Aquello parecía no acabarse, y yo no estaba dispuesta a perder más gente de la necesaria. Me decante por un acercamiento no tradicional a la plaza. Dimos un pequeño rodeo y entramos a un edificio cercano, subimos hasta arriba del todo. Di ordenes de permanecer alejados de las ventanas y agachados en todo momento, para no llamar la atención abajo tras lo cual un agente abrió un hueco en la pared del edificio contiguo. Entramos en abanico en busca de enemigos, no había nadie. Aposte varios agentes en las entradas de la casa y luego me asome a la ventana discretamente a ver cuál era la situación.

Me había ido de la taberna tranquilamente dejando atrás a esos tipos que me habían amenazado, me habían estado siguiendo hasta que se quedaron parados en un cruce. Anduve tres pasos más y se me rondó algo por la cabeza. No podía dejar con vida a aquellos tipos que me habían amenazado y menos aún por verles usar armas para defenderse.
Odiaba a esa gente que usaba armas como defensa así que retrocedí hacia donde estaban ellos. Cogí al tirador y a uno de los espadachines, ambos de la nuca y los estampe el uno al otro frente con frente y al otro espadachín que quedaba le agarre de la cara y se la estampé contra el suelo. Los tres estarían vivos por lo que decidí rematarles. Levanté mi pierna derecha y al bajarla lo hice con toda la fuerza que tenía. Mi intención era aplastarles la cabeza a cada uno y partirles el cráneo para acabar con sus miserables vidas. Y en efecto, así lo hice les partí el cráneo a los tres y proseguí mi camino para ver que podía hacer próximamente.

Por suerte yo estaba lejos de todo el meollo de la batalla y podía oir los disparos de ambos bandos. ¿Sería este el conflicto del que hablaban que se avecinaba o este fue un conflicto fortuito por lo que alguien había liado en el puerto explotando aquel barco y oyendo los gritos de los pobres mercaderes? Si este no era el conflicto tenía que investigar de alguna manera, pero no sabía ni como empezar ni por donde, pero bueno alguien me lo podría decir y si no me lo dijera se lo sacaría de la boca a base de hostias. La verdad me importaba una mierda si esta ciudad quedaba completamente destruida o no. La vida de los que no se defienden por si solos no valen nada y había que cortarla desde la raíz.

En la plaza parecía que había dos bandos de revolucionarios, no esperaba que me ayudaran de esa manera. Estudié un poco la situación y al final me decanté por atacar a dos los bandos a la vez. Gilver junto con cuatro hombres atacaría al grupo más numeroso desde la casa donde nos encontrábamos, yo junto con otros cuatro iríamos dando un pequeño rodeo a por los otros revolucionarios. Haciendo esto esperaba que no se notara demasiado que no éramos revolucionarios y se unieran.

Antes de salir recibí una llamada de Trevor informando de la llegada de un barco con la bandera del gobierno mundial, le dije que tuvieran cuidado por todo lo que estaba pasando y que podían ser impostores, además le pregunte por civiles, que al parecer habían llegado bastantes.

Salimos del edificio por donde habíamos entrado y avanzamos con rapidez por las calles paralelas a la plaza. Eran altas y estrechas y debíamos vigilar ventana y balcones, pero no encontramos casi resistencia, un par de enemigos que cayeron rápido con los rifles a distancia y alguno en una ventana que casi nos da un susto. Llegado a un punto en el que pensé que ya estábamos posicionados por la distancia que habíamos recorrido, giramos hacia la plaza y nos metimos en otro edificio.

Ya en el edificio trate de hablar con Trevor para comprobar cómo estaba la situación pero no respondieron. Me preocupaba lo que pudiera haber pasado, pero la misión era lo primero. Di a Gilver la señal de ataque tras poner balas píricas en el cargador. Y comenzó el fuego cruzado, por suerte disparábamos desde alto y no habría problemas con darnos entre nosotros. Mis principales objetivos eran municiones y bidones que pudieran explotar.

Después de matar a los tres individuos, me estaba aburriendo muchísimo. Esta isla para nada era divertida y me gustaría deshacerme de ella si fuese posible. Comencé a andar sin un rumbo fijo por la ciudad mientras oía de fondo como explosiones que no me preocuparon lo más mínimo

- Ojala que se destruya esta maldita isla con estas explosiones.

Seguía andando sin rumbo alguno con la esperanza de encontrarme a alguien más al que matar, si no me iría de esta maldita isla y volvería en un futuro para destruirla por completo

Mierda, pensé, sigo sin poder contactar con el puerto. Debían ser más revolucionarios con un barco camuflado del gobierno, o piratas. De cualquier manera debía pensar que estaba sola en esto con los hombres que me quedaban.

-Gilver ven a mi posición de inmediato, tenemos que reforzar esta zona, creo que hemos perdido el puerto.-colgué el Den Den Mush y les hablé a los que estaban conmigo.- Cubrir la retirada de los del otro edificio, no debería seros complicado con los pocos que quedan ahí abajo.

Salí del edifico hasta la calle por la que habíamos venido, en la otra entrada de la plaza maté a otro hombre con el rifle desde lejos, no deberían tardar mucho en llegar mis compañeros. Me asomé por la calle que seguía hasta la plaza, un hombre disparaba a los revolucionarios y al tejado, ¿qué haría allí solo?, me preguntaba. Le apunté con mi rifle para darle un tiro en la cabeza, pero antes de que disparara se giró y me atacó lanzando un cuchillo, lo esquivé a duras penas haciendo uso del Kami-e, tras lo que le disparé apresuradamente sin llegar a darle. Dejé el rifle en el suelo y saqué las pistolas, mientras el terminaba de girarse y sacar más cuchillos del cinturón. Corrí por la calle hacia el apuntando con las pistolas a sus brazos, intentaría cogerle vivo si podía.

Cruzamos disparos, conseguí alcanzarle en uno de los brazos, y él me rozó en la pierna con uno de los cuchillos. Los dos siguientes disparos los fallé, pero él también o eso me parecía al principio, hasta que oí el grito de dolor. No había fallado, le había dado a uno de los hombres de Gilver, y a esté, les hice señas para que siguieran cuando me vieron. Me giré justo a tiempo para evitar un cuchillo en la espalda, aunque se me quedó en el brazo clavado. Mi siguiente disparo le dio en una pierna, debían quedarle pocos cuchillos, ¿Cuántos había lanzado ya? Me acerqué más y más, me lanzó lo que parecía su último cuchillo que esquivé con facilidad pues vi hacia donde iba a lanzarlo. Le disparé en la otra pierna y calló al suelo. Mientras me acercaba fue arrastrándose hasta una especie de barricada. Cuando llegué intentó dispararme con un rifle que había cogido, pero falló y además se dio en el hombro con el retroceso y gritó de dolor. Aproveché para darle con la culata y dejarlo inconsciente. Recogí su rifle, el mío y lo arrastré hasta la casa, donde me ayudaron a subirlo por las escaleras.

-Atadlo a una silla y vendarle las heridas apretando bastante, no necesitara más esas extremidades, pero lo quiero interrogar.- mientras hablaba me empecé a curar mis propias heridas.

Gilver me informó que el otro agente había muerto y que él se repondría si salían de aquella. Ordené un alto el fuego y que cubrieran la entrada, los que quedaban se matarían solos y ahora no nos convenía llamar más la atención hasta sacarle la información a aquel tipo.

combate:

Llegué al puerto y vi un par de barcos anclados y entre ellos había uno de civiles que estaban saliendo de la isla. Sin preguntar que estaban haciendo comencé a matar a los civiles que podía mientras decía:

- Si no queréis acabar como estos dadme ese barco y perdeos. Si no acabaréis como el barco que exploto hace unas horas, hundiéndoos con el maldito barco. Este navío a partir de ahora será mi barco pirata.

Tras eso esperé a ver cual era su respuesta, si se negaban morirían y si aceptaban... también.

En cuanto terminé de curarme me acerque hasta aquel hombre, de momento no le habían podido sacar nada. Le pedí a uno de mis agentes que me acercara el botiquín de nuevo, mientras miraba fijamente a aquel sujeto. Pareces  uno de esos que morirá por su causa, pero, amigo mío hoy no será ese día.  Cogí el botiquín, lo abrí y estuve un rato rebuscando en su interior, aunque vi desde el principio lo que quería.

-Gilver, ¿No trajimos el suero de la verdad al final?-le pregunte a mi subordinado con tono serio.

-Eehhhmm - el joven se quedó perplejo ante la pregunta, pero anti mi mirada fija y seria al final contestó.- si, si no lo han perdido debería estar.

Hice como que buscaba otros segundos más hasta que saque un bote y una jeringa. Extraje media jeringuilla del bote, es decir, media jeringuilla de un líquido trasparente. Pinche al hombre en la vena del brazo, era muy fácil hacerlo con el esfuerzo que había realizado y las ataduras esta estaba muy marcada.

-Bueno en veinte segundos cantaras como los gallos.

-Señora, hay agentes en la plaza, están capturando a los revolucionarios.

- Controlarles, pero no dejéis que os vean. Informadme de inmediato de cualquier novedad. Tú.- dije señalando a uno- sube y mira a ver si tenemos salida al tejado y si hay balcones cerca.

No tenía intención de comprobar si eran o no de verdad del gobierno después de perder el contacto con el resto. Volví a centrarme en el preso, que estaba empezando a sudar. Y nos miraba con cara extraña. Saque otra jeringuilla del maletín, esta vez tenía un líquido naranja. Se la inyecté por el mismo punto que la anterior y me dispuse a proceder con el interrogatorio.

-Bien, tenemos cinco minutos antes de que mueras, bueno en realidad si me hablas aunque tengas que decir la verdad-le cogí de los mofletes- Pobrecitoo- le dije mientras se los agitaba.- vivirás. Este último es una toxina de un pez, bastante eficaz e indolora, no sentirás nada, bueno puede que algún sudor o escozor pero nada más.

-¿Qué queríais de este lugar?- tras cada pregunta hacia una pequeña pausa para su respuesta.- ¿Quién es vuestro jefe? -¿Desde dónde salisteis para dar este golpe? -¿Cuantos sois? ¿Qué más lugares queríais atacar? -¿Los refuerzos son vuestros disfrazados?

A los cuatro minutos me cortaron el interrogatorio, estaban ejecutando a los revolucionarios, y mandaban agentes a los edificios. Pregunté al que había mandado arriba y me dijo que había balcones y tejado. Los llamé a todos, entre dos cargaron al revolucionario, al que tapamos la boca. Les ordené que me siguieran, subí las escaleras hasta llegar al tejado. Me asome a la calle para comprobar que estaba vacía y les mande saltar, al preso lo pasé yo con mi forma hibrida para evitar problemas. Una vez al otro lado nos dirigimos por los tejados hacia el puerto, no volverían a revisar los edificios por los que ya habían pasado con media ciudad sin revisar.

contenido de las jeringuillas: