¿que esconde el casino?[ Rol grupal: Úrsula, Corvo, Sinclair, Etsu]

La luz del atardecer se estaba poniendo en el horizonte, la ciudad portuaria de Rainbase, empezaba a iluminarse, los neones brillaban intensamente cambiando entre los distintos colores del arcoíris, indicando que los casinos habían abierto sus puertas para otra jornada nocturna de dados y cartas. Entre sus calles personas de todos los lugares se aglomeraban a las puertas de los comercios, fluyendo como si de un rio se tratasen. Las calles perfectamente pavimentadas, los arboles florecientes y las limpias fachadas daban cuenta de lo bien cuidada que estaba la ciudad.

Entra las calles una figura resaltaba sobre las demás, un cuerpo mórbido compuesto por doce tentáculos de los cuales dos eran sus fornidos brazos, se arrastraba con una gracilidad antinatural para dicha figura, su piel rezumaba una fina capa de liquido transparente, vestía únicamente con un top metálico de color negro de espinas, unas muñequeras y un casco  del mismo color y material que el top. Con cada paso que daba emana de ella una fortaleza la cual es difícil ignorar. Dicha figura se diría hacia una de las tabernas menos concurridas de la ciudad, La Foca Feliz.

Al entrar Úrsula se encontró con un espacio de lo más inesperado.



Úrsula se acerco a la barra y pidió dos jarras de cerveza fresca y espumosa, para acompañar un buen cordero. Al sentarse ocupo dos taburetes y con una jarra en la mano miró a su alrededor para ver qué clase de gente se encontraba en la taberna.

El destino era caprichoso y cruel, pero de vez en cuando se relajaba y concedía un pequeño premio a aquellos que sabían cómo esperarlo. En mi caso, había llegado hasta Rainbase, acababa de entregar a un maleante, por el que al final apenas recibí recompensa, pero lo había conseguido en dos días menos de lo esperado, por lo que me merecía un pequeño premio. Caminé en busca de un bar, unos sitios donde la gente acostumbraba a pasar el tiempo, comer, beber, alcohol entre otras cosas, a hablar, discutir, intercambiar información… en definitiva, el infierno de todo tenryuubito. Sonreí con cierta maldad al imaginar a mi padre sentado en una de las sillas de un bar, rodeado de gente oliendo a sudor, tabaco y alcohol. Alguien borracho que se le acerca, ofreciéndole un pedazo de su pata de cerdo o a un camarero lavando una jarra delante suya, para luego ofrecérsela llena de cerveza. No pude reprimir la risa, y dejé escapar algunas carcajadas. Carcajadas felices, como las que tenía cuando era niño, el destino por fin había tenido compasión de mí, y volvía a dejarme el placer de ser feliz.

Una puerta entreabierta dejaba escapar el sonido de varias voces, el aroma de comida, el hedor del alcohol y la cálida luz de un lugar que busca gente. Encima había un cartel, “La Foca Feliz”, me lo pensé durante un instante y tras preguntarme “¿por qué no?”, entré.
Era un bar, con algunas personas, el ambiente no estaba excesivamente animado, pero tampoco era triste, supuse que más tarde empezaría a llegar más gente. Caminé decidido hacia la barra, saqué los pocos berries que había cobrado y pedí algo de marisco y carne a la brasa, y para beber, cerveza. Lego me senté en una de las mesas cercanas a la barra, a esperar mi pedido.

En el bar solo había una cosa que me llamó la atención, la presencia de una gyojin, o eso supuse al ver su extraña anatomía. Parecía una mujer pulpo, vestía lo que parecía ser ropa metálica, y su piel brillaba bajo la luz, lo que daba la impresión de estar húmeda o engrasada. Hace años, habría mandado matar a cualquier gyojin que se cruzase en mi camino. Es hoy en día y tengo sentimientos encontrados cuando me encuentro con uno, por una parte, los culpo de mi exilio, por otra les agradezco mi liberación. Espero que algún día llegue a tener claros mis sentimientos.

Un camarero apareció con un plato de marisco en la mano, y otro de carne en la otra, los colocó en mi mesa y segundos después volvió con los cubiertos, la jarra de cerveza y el cesto del pan. Daría buena cuenta de la comida, y luego ya vería lo que hacía.

Estaba en rainbase, en el pasado había sido el lugar de la guarida del jefe de la banda baroque Cocodrilo y en el casino en la que se escondía, pero fue reconstruido totalmente y fui a la ciudad a verlo, entre y todo tenía un aspecto fantástico, ruido, color, en pocas palabras juerga. Además estaba lleno de chicas preciosas, pero me fije en una un tanto especial.

No había que ser un lince para saber que era una gyojin, era penoso que la primera que viese en mi vida tuviese ese aspecto, pero inconscientemente me acerque a ella:

- Me puedo sentar con un usted?

No sé cómo había ido a parar aquella ciudad, bueno en realidad sí. Pero aun no conseguía saber por qué me había dejado arrastrar. Había ido con un grupo de compañeros científicos para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos, pero ahora todos estaban dormidos con una resaca del quince. Sin nada más que hacer me fui a dar una vuelta entre casinos y garitos de la ciudad. Al final me decidí por uno que tenía un nombre gracioso y diferente, “La foca Feliz”. Cuando entre el panorama que me encontré me resulto de lo más peculiar, pues en una mesa había una gyojin pulpo sentada junto con una chica de bastante mejor apariencia, pero el que de verdad llamó mi atención fue un joven de traje negro sentado en una mesa, juraría que era Yamato.

Fui hasta la barra donde un camarero de rastras me atendió y me sirvió una buena jarra de cerveza, tras pedir de comer un buen lechón asado me acerque a la mesa del chico que parecía Yamato.

-Sigues sin seguir mis consejos de vestimenta ¿Verdad Yamato?-aquella pregunta sin duda captaría la atención del joven. Me senté mientras le tendía la mano a modo secundario de saludo. ¿Espero que no te importe que te acompañe a la mesa?, he pedido un buen lechón asado, que compartiré gustoso.

Mientras esperaba su respuesta pude fijarme en la vestimenta de la Gyojin, un top oscuro metálico, casco y muñequeras. La otra chica pelirroja, pero no era Alwyn estaba seguro de ello. Esta vestía de cuero y parecía bastante más alta que ella. Quías le preguntara a Yamato si la conocía, siendo los dos agentes quizás habían coincidido.

Estaba abstraído en la comida, estaba deliciosa, le habían puesto una salsa de frutos del bosque, que resaltaba el sabor de la carne, que estaba para chuparse los dedos. Pero yo era un caballero, o al menos esa era la impresión que me gustaba mostrar a los demás, por lo que cortaba con sumo esmero cada porción antes de empaparla bien en la salsa y llevármela a la boca.
Poco después que yo entró un hombre más bajo, pero de apariencia más fornida que la mía, que sin pensárselo mucho fue a sentarse junto a la gyojin pulpo, ¿quizá se conocían? Los observé durante un momento, y volví de nuevo a lo mío.
Escuché el sonido de la puerta nuevamente, pero no levanté la mirada, solo quería saciarme y desaparecer de allí, estaba algo cansado, así que una habitación era mi próxima prioridad.

De repente, una voz conocida llamó mi atención, se trataba de Corvo Shadowalker, un científico del gobierno que conocía y con el que había trabajado anteriormente. Se sentó a la mesa, conmigo, preguntando si no me importaba que se sentase a la mesa y tendiéndome la mano. Le estreché la mano y le hice un gesto con la otra para que se sentara sin miedo, mientras que tragaba un buen pedazo de carne.

-Hola, ¡cuánto tiempo!, coge si quieres –dije tendiéndole el plato y empezando a reírme antes de añadir -en cuanto a la ropa, algunos preferimos, vestir bien, y no con harapos.

Tras esa pequeña broma para caldear el ambiente, me llevé otro pedazo de carne a la boca, bebí un sorbo de cerveza y miré a mi nuevo interlocutor.

-No sabía que estabas por aquí, yo he tenido una entrega rápida –informé con tranquilidad -¿qué tal tú, algo que mis curioso oídos puedan escuchar sin que me corten la cabeza?

Aquella gyojin-pulpo, no era de mi estilo de chica, pero siempre había querido conocer a uno. Úrsula que así es como se llamaba la gyojin me acercó un taburete con uno de sus tentáculos y me invito a sentarme con ella.

Después de presentarse me preguntó que cómo me llamaba y a que me dedicaba cosa a la que le respondí:

- Me llamo Sinclair Moon- hice una pausa y proseguí-Decirte a que me dedico es arriesgado en este mundo en el que vivimos pero voy a decirte que soy cazarrecompensas.

Después me dirigí al tabernero y le dije:

- Póngame algo de beber típico de este sitio y a la dama pongale lo que le pida que invito yo.

-Jajaja esta vez puedes preguntar todo lo que se te ocurra, estoy de fiesta aunque no te lo parezca. Mis compañeros están algo indispuestos, baja tolerancia al alcohol me temo.

En ese momento llegó el lechón asado, tenía muy buena pinta. Crujiente, con buen color, salsa de buen aspecto y lo más importante de todo parecía jugoso y no seco. Corte rápidamente un buen pedazo con el cuchillo y me lo llevé a la boca,”mmmmm delicioso”, pensé mientras se deshacía en mi boca la carne y el cuero crujía entre mis dientes.

-¿Qué harás con tu tiempo libre, tenéis permitido divertiros?-la última parte de la pregunta era más que nada para picar al agente, pero lo mismo me podía unir a él si tenía algo que hacer.-Cuenta conmigo para cualquier buena diversión, tendré libre mucho tiempo jajaja.

La verdad es que mis compañeros estarían k.o durante todo el día, y no se percatarían si desaparecía para divertirme hasta el día siguiente. Aquellos guardianes tenían bastante poco aguante al alcohol, o lo que fuera que se hubieran tomado en las botellas que Huber les había proporcionado.

Estaba de fiesta, y podía preguntar sin miedo, o eso dijo. Era un buen momento para relajarnos un poco del trabajo, compartir aluna anécdota de nuestras vidas, inventadas en mi caso, y quizá entablar una amistad. Divagaba mientras veía como le traían su comida, cortaba un pedazo y se lo llevaba a la boca.

De repente preguntó si teníamos permitido divertirnos y luego me dijo que contase con él. En un principio me sonó extraña la pregunta, instantes después caí en la cuenta que debía estar refiriéndose al CP.

-No, nos vigilan y si nos reímos, no rebajan el sueldo –dije soltando una carcajada -este mes, mil berries menos, por tu culpa.

Me gustaba estar allí sentado, compartiendo mesa junto a otra persona, observando el ambiente, disfrutando de la comida y la bebida. En fin, viviendo la vida, como cualquier otra persona.

-Así que intolerancia al alcohol, ¿eh? –dije con picardía -o sea, que la división científica se dedica a comprobar los efectos del alcohol en sus propios miembros… interesante, ¿debería comunicárselo a alguien?

No le quitaba ojo de encima, quería ver su reacción. Mientras tanto corté otro pedazo, lo mojé en la salsa y me lo llevé a la boca. Había que reconocer que las mejores comidas solían encontrarse en bares y tabernas, donde eran recetas pasadas en la familia, y no esas cosas que te ponían en los restaurantes de alto standing. Bebí otro poco de cerveza, para ayudar a pasar a la carne y volví a centrar toda mi atención en mi interlocutor.

Úrsula aceptó mi oferta y se pidió un cordero al horno y una botella de vino de la cuál nos sirvió a los dos, yo me limité a beber un sorbo, pero ella parecía que sabía de vinos ya que hizo un comentario sobre él.

Después me dijo que tenía un trabajo muy arriesgado para ser tan jóven debía ser muy fuerte:

- Sabes Úrsula, las experiencias y los combates te van fortaleciendo, pero la fuerza de uno aumenta si tienes compañeros con los que luchar codo a codo.

Después escuche que ella formaba parte de una familia real e iba a ser la heredera del trono hasta que su padre las expulsó a ambas y ella perdió todos sus derechos:

- Siento eso, y me ofrecería para ayudarte, pero siendo cazarrecompensas no se en que posición me pondría ayudarte frente a la justicia.

Después me dijo que perdón si la estaba aburriendo con su vida y me pregunto que hacía aquí:

- No te preocupes siempre es interesante tener una conversación. Y sobre porque he venido aquí he de decirte que no tengo ni idea

-No, nos vigilan y si nos reímos, no rebajan el sueldo –me contesto el agente mientras se reía -este mes, mil berries menos, por tu culpa.

-jajajaja,- no pude reprimir una carcajada bastante sonora. Bueno, a mí me quitaran también por responder a tus preguntas a sí que en paz supongo, jajajaja- otra risotada.

Hacia mucho que no pasaba tiempo con alguien que no fuera científico sin ser en una misión, era agradable. Además aquel joven me caía bien, la verdad es que entre él y Alwyn habían cambiado su forma de ver al Cipher Pol.

-Así que intolerancia al alcohol, ¿eh? –me dijo con una cara que no logré descifrar -o sea, que la división científica se dedica a comprobar los efectos del alcohol en sus propios miembros… interesante, ¿debería comunicárselo a alguien?
-Jajajaja, podrías comunicárselo al responsable, pero creo que él mismo probo los efectos,-baje el volumen como si fuera algo secreto- ninguno a superado las expectativas, todos sufren de resaca horrendibilis, les doy unas 20h de cama- termine la frase intentado reprimir otra carcajada peo sin mucho éxito.

Comí otro par de trozos mientras veía la expresión de mí compañero de mesa, aquel lecho era delicioso, que pena que no supiera cocinar si no pediría la receta. Además no podía dejar de fijarme en la mujer pulpo y el otro hombre que no hablaban muy bajo la verdad.

Ursula comenzó a comerse el cordero que le habían preparado y parecía que lo estaba disfrutando. Cuando lo acabó me dijo que en su isla tenía aliados pero que a ninguno le podía llamar compañero que preferiria tener amigos en los que poder confiar y pelear codo con codo para poder pelaer con ellos y recuperar su trono:

- Mira úrsula yo podría proporcionarte esa fuerza y ayuda que necesitas, pero los detalles son los que cuentan ¿tu padre es un rey tiránico o por el contrario es un buen rey?¿los ciudadanos que piensan de el cómo viven bajo su reinado? Los cazarrecompensas no podemos atacar un reino solo porque tu padre te repudió, que es una cosa que siento de veras, pero depende como fuese la actuación y actuáramos mi gremio y yo, nos convertiríamos en una cosa que no somos.

De repente la puerta del casino se abrió y una mujer completamente ensangrentada, con la ropa destrozada y muy desfigurada entró. Yo rápidamente me levante de mi taburete y fui a socorrerla le tomé el pulso le hice el boca a boca, pero la mujer se apagaba sin remedio, lo único que dijo fue que salvaramos a su hijo que ellos lo tenían y antes de que se apagara del todo le dije:

Te prometo que aunque me cueste la vida lo salvaré

Después de cerrarle los ojos y pedirles a varios de los empleados del casino que la enterraran y que los gastos fueran a mi cuenta. Encontré una ficha en el suelo que ponía casino Geonosis y con una mirada fulminante hacia ursula y un guiño
le dije:

- Ahora podrás demostrarme de lo que eres capaz Úrsula, siempre que quieras ayudarme, claro.

Mientras terminaba de charlar con el agente, una mujer entro en el local, llevaba toda la ropa ensangrentada y rota por muchos puntos. Me levante rápidamente hacia ello por si podía salvar su vida, al igual que los dos comensales de la mesa de al lado. Solo me dio tiempo a oír que tenían a su hijo y al joven de la otra mesa nombrar un casino y decirle a la pulpo que ahora era su oportunidad de probarse.

-Les acompañaré, me llamo Corvo y esto no puede quedar así, la justicia debe caer sobre los responsables.- camine hasta Yamato- Voy a acompañarles para resolver esto por si quieres acompañarnos, seguramente nos vendría bien tu ayuda. Nos dirigimos al casino Geonosis.

Volví hasta donde estaban los que parecían ser mis nuevos compañeros, y espera a que se encaminaran hasta el susodicho casino, la verdad yo no sabía donde estaba el casino y esperaba que alguno de los dos si, por lo que les dejaría guiar la marcha.

Ante aquella situación pude comprobar que por muy brutal que pudiese parecer úrsula vi que era una mujer con sentimientos o que quizás solo quisiera vengar la muerte de auación de aquella mujer porque de algún modo le recordaba a su situación personal, pero fuera como fuese yo la iba a ayudar a encontrar al hijo de la mujer ahora difunta y a hacérselo pagar caro a aquel que lo hubiese hecho. Aunque parecía ser que no íbamos a ser los únicos que se unieran a la misión, ya que un tercer hombre también quería venir.

Úrsula aceptó que viniera y dijo que sabía dónde se encontraba el casino en el que parecía que habían ocurrido los sucesos. Así que nos llevaría hasta el. Cuándo todos estuvimos listos nos preparamos para ir al casino neogenesis.

Nos llevó por la ruta más segura, pero no por la mas "bonita". Pasamos por callejones malolientes llenos de basura por los que las ratas campaban a sus anchas. De un momento a otro pasamos de la inmundicia al lujo, el casino neogenesis. Un lugar majestuoso y enorme pero que en realidad en su interior se había cometido una atrocidad.

Ahora el problema era como entrar podíamos entrar por la puerta principal custodiada por dos fornidos guardias de seguridad, aunque sino se podía entrar por ahí se me estaban ocurriendo ideas para entrar y otros pasos del plan para el rescate.

Tras la presentación de Ursula salimos del bar, avanzamos por callejones que no olían demasiado bien, ni parecían ser de los más recomendables para caminar solo. Parecía que Ursula había decidido que oliéramos toda la inmundicia de la ciudad antes de llegar al destino, el casino Geonosis. La verdad es que era algo digno de ver, el casino estaba metido dentro de una gigante pecera, y no solo el casino, dentro de esta había estatuas de seres marinos, dioses o lo que fuera, había plantas y peces. Si ese cristal se rompiera quien sabe que le pasaría a la ciudad, yo por mi parte no querría averiguarlo. Justo delante de la entrada custodiada por dos guardias una gran fuente de lo que parecía oro con un cangrejo en la parte superior hacia de llamativo cartel.

Darme unos momentos y yo me ocupare de esos dos.-les comente mientras me ponía de espaldas a los guardias a ver la fuente, y por el reflejo a estos.

Comencé a acumular el hidrógeno atmosférico en torno a sus vías respiratorias, pronto se notarían cansados y al poco caerían inconscientes, por suerte no parecía que hubiera nadie más por allí a esas horas, de cualquier manera lo más prudente seria acercarse a “comprobar” el estado de los hombres. Efectivamente a los hombres cayeron desmayados, no quería matarlos, quizás solo fueran trabajadores inocentes. Me di la vuelta y me acerque a ellos, haciendo como me preocupaban, y haciéndole gesto a mis dos compañeros para que vinieran. No parecía que nadie saliera a ver que pasaba por lo que no tendrían cámaras ni nada del estilo allí fuera.

-Parece que vamos bien, ¿por donde ahora?

Bien´lo primero que ocurrió es que el hombre que nos acompañó, dejó inconscientes a los hombres que custodiaban la puerta del casino, parecía que era un usuario, así que la única normal era úrsula. Después nos dijo que fuésemos a ver cual era se estado.

A Úrsula no pareció parecerle bien la actuación del chico preocupada por si hubiera cámaras, me acerqué a ella todo lo que pude a ella y le dije en un susurro- Aunque no haya sido la mejor acción es mejor no hablar, si es verdad que hay cámaras nos escucharan, asi que cuidado.

Por fin entramos al casino, el cual era mármol, oro, lujo y si ese casino era tan lujoso habría fuertes medidas de seguridad y sería complicada la misión, por lo que el momento sería lo mejor no levantar sospechas.

De repente, vi algo extraño, la mujer que nos recibió tenía el símbolo del casino grabado a fuego en una de sus mejillas, cosa que me recordó a mis momentos de esclavo y me hizo pensar todavía peor de aquel sitio.


La señorita nos pidió que dejaramos los abrigos cosa que no quería que pasara de ninguna de las maneras ya que dentro de mi gabardina llevaba todas mis municiones y si me quitaba el abrigo todas mis armas quedarían al descubierto por lo que le dije a la señorita - Perdoneme señorita, pero no puedo hacerlo ya que debajo de esta gabardina solo llevo unos pantalones y el torso lo llevo desnudo y no querría provocar un escándalo.

A mis compañeros no pareció gustarles el hecho de que hubiera dejado fuera de juego a los dos guardias, pero no había visto cámaras de seguridad, ni se había dado ninguna alerta por nuestra intromisión por lo que deduje que no debía de haber ninguna cerca. Mis pensamientos volvieran al otro local y a que estaría haciendo el agente en estos momentos mientras nosotros avanzábamos por el pasillo que conectaba el exterior con el casino pasando por debajo del gran acuario.

El interior del casino era de mármol blanco y negro, muchos ornamentos de oro y joyas. Con ese lujo de ornamentación debía de tener de clientes importantes y a estos les gusta demasiado su privacidad, por lo que las cámaras estarían en zonas privadas de la organización del casino y entradas secundarias y no donde esta gente estuviera normalmente.

Una joven con la marca del casino en la mejilla no atendió cuando llegamos, me pareció marcarse así pero cosas mas raras había visto. Rehusé amablemente a desprenderme de la chaqueta de cuero, pero le pregunte por los beneficios de la entrada VIP, eso nos daría ciertos detalles que podrían ayudarnos y llegado el caso podría hasta sernos útil tenerla.

Por suerte, no nos hicieron quitarnos los abrigos ya que, al menos yo lo necesitaba para lo que habíamos venido a hacer, sin embargo, algo me preocupaba la chica que nos había atendido llevaba una marca en la cara hecha a fuego, acto que solo asociaba a una cosa. Esclavos.

En cuanto a la entrada VIP nos era imposible pagarla por lo menos a mi y a Ursula, pero cuando vio la ficha que llevaba la ficha que nos dio la mujer que hace unos instantes había muerto ante mis ojos, la recepcionista se puso nerviosa y dijo que los hombres de un tal señor Corneti estarían allí pronto.

Mientras se iba a buscarlos me acerque a mis dos acompañantes y les susurre al oído:

- No se si os habeis dado cuenta, pero acaban de empezar los problemas, la marca que llevaba la recepcionista en el rostro solo se me ocurre asociarla a una cosa, es una esclava y quizás por esa misma razón la mujer que nos hemos encontrado muerta, tenía la cara desfigurada por esta misma razón, así que tenemos que hacer lo imposible por no separarnos de ella o puede correr la misma suerte.

off:

Estábamos ya a punto, casi entrando sin entrada VIP que nadie podíamos pagar cuando la recepcionista cambio la cara, en esta se reflejaba miedo, pena y más sentimientos mezclados. En ese momento no sabía que podía pasar, la mujer del otro bar llevaba esa ficha y ahora estaba muerta, quizás fuera una ficha para marcar objetivos. Aunque también podría ser que la ficha nos diera acceso hasta el hombre que dirigía todo aquel lugar.

De hecho la mujer nos informó que dentro poco los hombres del señor Corneti pronto estarían aquí, lo que podía ser bueno o muy malo. El hombre que venía con nosotros, Sinclair creo que se llamaba, nos dijo que no debíamos perder de vista a la chica pues era una esclava, y podía correr el mismo destino que la joven del bar.

-Podríamos usar la ficha para llegar hasta el jefe.- Susurré a mis compañeros- Si le decimos de donde la sacamos y pedimos una recompensa por acabar con la chica, quizás nos llevaran directos al jefe, y una vez allí ya veríamos que hacer.