Necesito entrenar [Nostarie-Moderado de nivel 3]

Ya ha pasado medio año desde que el suceso del "hombre rojo" finalizó, reduciéndose así la mortalidad de los niños que nacían en tu pueblo natal, así como el de las tribus. en aquel momento tus instintos y aquella voz que te guío fueron los que te salvaron...Sin embargo, todavía quedan mucha incógnitas sobre esas voces y tus sueños premonitorios, los cuales... ¿Han cesado? Eso debe ser buena señal, ¿o no? Sin embargo, nunca se sabe que peligros podrían volver a acecharte y no está bien abusar de la suerte, lo sabes y por eso has salido a buscar tus respuestas.

Regresas a la aldea después de un día de caza, lo típico. Ahora que ya eres una guerrera conocida se han acabado los días tranquilos de jugar colgando de liana en liana y tienes tus responsabilidades, como conseguir tú propia comida o vender lo que cazas, ¿No? Aunque en esta ocasión quizá prefiera usar lo que has cazado como moneda de cambio, ya sabes, no todas las personas sueltan la información que saben con tanta facilidad (y no todos dicen la verdad) Pero conoces a los habitantes de la tribu y sabes por experiencia que puedes confiar en los luchadores más veteranos, como aquella amazona que se dirige hacia la cabaña del jefe. ¿La habrán designado para ser una guardiana? Si es así quizá puedas convencerla para que te presente a otros guardianes o te indique sus métodos de entrenamiento. Aunque siempre puedes buscar a otra persona...

Me encontraba en el bosque cazando, últimamente mis días se resumían en eso, cazar, comer y dormir. Desde que había capturado al hombre de rojo y ascendido a guerrera, reduciéndose mi tiempo de holgazanear, jugar o distraerme hasta casi nada. Tampoco había vuelto a tener sueños repetitivos como el que me había llevado hasta el hombre de rojo, ni siquiera había encontrado señales de que el odio y la muerte, que había sentido dentro de aquel lugar, se estuvieran extendiendo. No tenía claro si era buena señal, o era señal de que era algo que otros tenían que afrontar, y estaba por venir.

La caza terminó con un ciervo y un par de conejos capturados, normalmente hubiera dejado escapar al ciervo, pero se rumoreaba que había guardianes que podían conocer más acerca de los sueños y presagios que había visto y tenía intención de intercambiar aquella pieza de caza por dicha información. Mis motivaciones no eran del todo altruistas, pues también esperaba que pudiera tomar como su aprendiz, o al menos transmitirme alguno de sus entrenamientos.

Cuando regresé a la aldea me avisaron de que una amazona, una guerrera avanzada de nuestra tribu, había entrado a hablar con el jefe. Era una oportunidad perfecta para hablar con ella, normalmente venían a por provisiones una vez al mes los guardianes exteriores, pero si ella había sido elegida seria también la encargada de llevar los víveres. Asique si la perdía a ella, perdía un mes. Cambié uno de los dos conejos para que me avisaran de cuando saliera la amazona, mientras me preparé, desollé al conejo, preparé el agua con las hierbas y lo puse a cocer. El Ciervo no lo toqué, pues sería de mala educación y una grosería modificar la pieza de caza que vas a regalar o intercambiar.

Cuando me avisaron de que la chica ya había salido, la intercepté cerca de mi cabaña, presentándome e invitándola a cenar, y diciéndole que tenía algo para intercambiar con ella. Este tipo de trampa, para hacer que alguien te tuviera que escuchar tenía su base en que rechazar el ofrecimiento de comida y techo en nuestra tribu estaba muy mal considerado. Rechazar el regalo, intercambio, o rehusar ayudar, incluso regatear los términos del intercambio, sin embargo están bien considerado. Una vez en la cabaña le serví la cena, durante la cual le enseñe el ciervo de esa mañana, la verdad es que era un buen ejemplar. Tenía unos cuernos grandes y lustrosos, pelaje brillante y marrón clarito y unas patas largas y fuertes.

-Me gustaría ofrecerte esta magnífica pieza, a cambio de cierta información, sé que hay una guardiana que sabe más que la gente de la aldea de las visiones que tuve y, además estaba buscando un aprendiz. Pero nadie sabe dónde encontrarla, bueno, mejor dicho, nadie quiere decirme donde encontrarla.

La mujer decide aceptar tu ofrecimiento de invitarla a cenar, como esperabas. Aunque te advierte de que no pretende quedarse mucho tiempo, así que será una velada breve en la que tendrás que lograr lo que esperas, y por lo que puedes ver, la chica tiene una personalidad...con carácter. Así que será mejor que consigas que te escuche y le atraiga el trato, pero tranquila, al menos tienes a favor que la comida que has preparado sea de su agrado. ¿Cuántos puntos habrás obtenido?

La cena continua de forma un tanto...pesada. La joven parece centrada en terminar de comer para volver pronto a casa y prepararse para mañana. No le apetecía olvidarse de cosas como su colgante favorito o su mejor piel, las cuales emplearía para intentar seducir al chico que le gusta y que se convirtió en guardián años atrás, aunque eso no es algo que te incumba. A pesar de aquello, no deja de prestar atención a lo que le dices (una de las ventajas de vivir en una tribu tan respetuosa) y hasta parece interesada en obtener la presa que le ofreces como intercambio...Sin embargo, su gesto se tuerce al escuchar tus ultimas palabras.

-Vayamos por partes, ¿Quieres?- Respondió en un tono serio. ¿Quizá has pedido de más? Bueno, siempre puedes intentar reducir la cantidad de información que pidas, ir paso a paso no es mala idea. -Es cierto que he oído algún rumor acerca de los guardianes en general, y también me han ofrecido un puesto como aprendiz...Pero lo que estas preguntando no es algo que los miembros de la tribu puedan o deban saber. Así que quizá sea solo una broma de alguno de los jóvenes...y aún si no lo fuera...no es algo que debería decir a una "novata" como tú.- Puedes notar algo de énfasis en la palabra novata. Tal vez a causa de que cualquiera quería ser entrenada por una guardiana tan poderosa, si existiera. Igualmente, la chica parece seguir interesada en conseguir el ciervo. ¿Qué otra cosa podrías intentar obtener?

La joven no parecía muy cooperadora, e incluso había rozado el insulto con lo de novata, pero necesitaba conseguir algo de información, y la única a la que podría sacarle algo en claro seria a esa joven. Esta, a pesar de todo no dejaba de mirar el ciervo, tenía que pensar rápido, algo habría que la acercara a encontrar la verdad sobre las visiones y sueños. Pasaron por su cabeza decenas de cosas diferentes que podía pedirle por aquel ciervo, pero ninguna la acercaba al objetivo. Parecía ser más complicado de lo que había planeado en un principio, y no podía desperdiciar aquella pieza de caza.

-Muy bien, me conformare con que puedas ponerme en contacto con alguno de los guardianes,- Ahora venía la parte más arriesgada, que la llevaría a combatir- o incluso porque me consiguieras una prueba para poder entrenar con alguno, al fin y al cabo, esta “novata” venció sola al hombre de rojo, y ahora es más fuerte que en ese momento.

Era una jugada arriesgada, perder en un prueba no significaba morir, pero sí perder gran parte del prestigió que ahora tenía, esa era una de las razones por las que no había desafiado directamente a la joven amazona, sin conocer su habilidades y aptitudes hubiera sido casi como un suicidio. Mientras esperaba a que la otra joven se lo pensara saqué de un armario un par de frutas, las conseguía cuando viajaba a la zona cero, a pesar de que no tenían el mejor aspecto del mundo eran muy dulces u ricas. Le tendí una a la chica mientras yo pelaba la mía y le daba un buen bocado.

La chica arqueó una ceja, sorprendida por aquella desfachatez. "¿En verdad creía que se dejaría convencer por algo así?" Pensaba, mientras te mantenía la mirada. Eso y cosas del tipo: "Un ciervo no vale tanto." Aunque era obvio lo que más le había molestado fue el echo de que lo que consideraba como una niña sin experiencia alguna, se creyera mejor que ella. O eso es lo que había entendido de todo aquello. -Hmmm...¿Entonces te crees capaz para pasar una de las pruebas de admisión?- Te preguntó con tono irónico, antes de que una sonrisa mordaz se dibujara en su rostro.

-Si tantas ganas tienes de lograr acercarte a los Guardianes...¿Qué te parece realizar mañana a mi vuelta una pequeña prueba? Será simple, si ganas tú, te presentaré ante los guardianes como una posible aprendiz...Si pierdes, me quedaré con ese ciervo. ¿Te parece correcto?- Tras decir eso, tomó la fruta que le habías ofrecido y le dio un bocado.

Bueno, te ha ofrecido una prueba previa para decidir si vales la pena o no. Tampoco sabes de que pueda ser la prueba, así que seria mejor aclarar eso primero...Además, por ser de la misma tribu, no intentaría matarte, a no ser que tuviera motivos para ello. ¿Qué harás?

Pareció que la chica se había ofendido por mi proposición a juzgar por el tono de sus palabras, la verdad, no sabía que había dicho que pudiera ofenderla de esa manera. Pero bueno lo importante era que la chica le había propuesto un trato, que a falta de ser saber algo más de aquella misteriosa prueba parecía bastante bueno. La pregunta ahora era, debía preguntar por la prueba o hacerlo podría considerarse como una falta de fe o algo parecido. Finalmente me decante por preguntar, prefería pecar de precavida que de alocada.

-Muy bien, pero antes de aceptar el traro me gustaría saber algo más acerca de la prueba que me ofreces, y aparte de eso me gustaría que te quedaras el ciervo gane o pierda o yo, solo por darme la oportunidad.

Mientras terminaba la fruta esperé a ver que me constaba la joven, por mi cabeza pasaron multitud de pruebas, desde un combate, hasta una prueba de recorrido por el bosque con diferentes dificultades. En la tribu no se hablaba de las pruebas que realizaban los guardianes, en su mayoría no querían ni saberlo. Y los que lo sabían por el motivo que fuera no solían querer hablar acerca del tema con nadie, ni siquiera con sus propios hijos.

Parece que la joven amazona no es una persona especialmente afable, Sin embargo la idea en cierto modo le agradaba, después de todo, no tenía esperanzas en que su anfitriona lograra ganar a su pequeño juego. Aunque bueno, gente así de engreída hay en todos lados, conque no te deberías preocuparte por ello...¿O sí? Fuera como fuera, la chica parece más colaboradora en este caso.

Tras terminar de comerse la fruta, dejó el "corazón" de esta sobre la mesa y se relamió los labios, tras lo que te dijo: -La prueba será sencilla. Iremos a una zona del bosque, algo más distanciada de los límites de la ciudad y pondremos una distancia límite en la que podamos movernos. Lo que deberás lograr será encontrarme y atraparme antes de que se ponga el sol de ese día. Si lo logras, ganas. Si no, no. Es simple. ¿Crees que podrás hacerlo?- Dijo con una expresión burlona.

-Y si eso quieres, aceptaré el ciervo gustosa.- Finalizó antes de ponerse en pie y disponerse a tomar la pieza, para marcharse a su casa.

Bien, parecía que ya iba sacando cosas en claro, la prueba en principio no me parecía demasiado complicada. Aunque siendo una joven de la tribu si elegía un lugar que conocía muy bien podría pasarme días sin encontrarla. Le podría proponer un lugar neutral, pero siendo las dos del bosque todo ello sería muy subjetivo. Y ahora que se levantaba me asaltaba la duda, si la dejaba llevarse el ciervo ahora ¿Qué  le impediría no cumplir su palabra? Bueno, debía fiarme de ella, al fin y al cabo los guardianes la habían cogido como aprendiz.

-Muy bien, te esperaré impaciente. -Me di cuenta además de que no habíamos concretado ningún lugar para dirigirnos al sitio.- Y ¿Dónde quieres que quedemos para ir hasta el sitio?

Una vez resueltas las dudas y que la chica se fuera con el ciervo me eché a descasar hasta que me despertara para ir a la prueba. Esa noche tuve un sueño muy extraño, en el que veía a un árbol, de un tamaño bastante, y una forma algo extraña. Este árbol aparecía en cada lugar al que iba en el bosque como persiguiéndome. La verdad, no le di más importancia al sueño por la mañana cuando me levanté para ir a nuestro encuentro.

-La prueba será a las afueras del "Bosque infinito" que bordean con "el prado". En cierto punto hay un río que forma un arco bastante amplío, delimitando el terreno. Esos serán los límites para nuestro "escondite-pilla pilla". Por cierto, espero que no sea demasiado difícil para ti encontrarme, pues si me aburro quizá tenga que dificultarte un poco más el encontrarme sin problemas...Aunque puedes estar segura de que volverás viva. - Te dijo antes de agarrar al ciervo por los cuernos, antes de alzarlo para cargárselo en la espalda. -Otra cosa, no iremos juntas al lugar, pero nos encontraremos antes de comenzar la prueba junto a un enorme pilar de color rojo, el cual está caído, pero salta a la vista. No creo que tengas problemas para encontrarlo. Espero que no te retrases.- Tras decir esto se marchó, dejándote un día entero para seguir entrenando o preparar alguna estrategia, aunque solo si quieres.

La amazona regresó al alba del día siguiente, bastante contenta. Quizá a su amado le haya gustado el regalo y eso te ponga más fáciles las cosas, pero eso ya lo descubrirás cuando os encontréis junto al pilar del que estuvo hablando contigo. ¿Tendrá algún misterio? Bueno, de momento no deberías divagar entre esas ideas y centrarte. Ella ya está ahí, sentada encima de este. -Bien, ¿comenzamos?-

Me levanté bastante temprano, quería inspeccionar el área donde haríamos la prueba antes de la misma, y ya que la joven amazona parecía conocerla bien, solo igualaba las cosas un poco. Además no estaba dentro del trato que no pudiera recorrer la zona antes de la prueba. Cuando estaba saliendo de casa pude ver como la chica estaba entrando al pueblo, y volvía con una amplia sonrisa en la cara y parecía irradiar felicidad. “Eso es bueno para mí”, pensé mientras me empezaba a internar en el bosque.

El camino hasta el lugar fue tranquilo, atravesé alguna de las ruinas que había “liberado” cuando buscaba al hombre de rojo, y aunque me fijaba por todo la zona buscando el árbol de mí sueño, este se negaba a aparecer, al menos yo no lo conseguía verlo. Cuando llegué hasta el pilar tomé un almuerzo rápido, tras el cual recorrí la zona en círculos, intentando familiarizarme con el lugar, mirando en los sitios que yo me escondería, y por qué no, buscando en el subsuelo cuevas o cavernas con el fantasma espía. Llegando ya la hora acordada regresé hasta el pilar color rojo, donde para mi sorpresa ya estaba la chica esperándome.

-Si no hay nada más que saber o hablar, empecemos cuando quieras. –Nada más que la chica empezará a alejarse, si no ponía normas en contra generaría un fantasma espía y un Mini Hollow para que la siguieran. Seguro que la chica no había contado con mis fantasmas.

Al principio tras saber que era capaz de generar a estos fantasmas me había sentido algo rara, no sabía si era un efecto secundario de la pelea contra el hombre de rojo, una maldición o una bendición. Pero luego tras consultar a los ancianos de la tribu, e incluso pasar por un ritual de los nómadas de la zona cero, los acepté como un regalo divino.

La chica no te dice nada respecto a los fantasmas, de hecho, lo más seguro es que estuviera tan concentrada en sus entrenamientos cuando descubriste que podías generarlos que no le dio ninguna importancia, bueno, mejor para ti...pero ¿Dónde se ha metido? A tus fantasmas les cuesta mucho seguir su ritmo, más aún ahora que ha subido a las ramas de los árboles y se mueve en zigzag de rama en rama, ¿Qué tan ágil es? Además...Eso de hacer trampas esta feo...Quizá esto sea lo que suelen llamar "Karma". Pero bueno, igualmente eres capaz de seguir su silueta con la vista. Solo falta que no...

Y desapareció a unos ciento veinte metros de ti, dejándose caer entre las ramas de los árboles y escondiéndose después entre las frondosas plantas que cubren el suelo. ¿Cómo lo ha hecho? Ah, también notaste que, hasta alejarse unos cien metros, en todo momento la chica iba ¿Huyendo? Acaso sabía que tus fantasmas estaban ahí? Bueno, te toca "mover ficha" ¿No habrás preparado algún truco para intentar cogerla?

La chica sin decir nada salió corriendo a una velocidad increíble, los fantasmas casi no podían seguirla, y menos aun cuando esta subió a los árboles y se puso a correr por las ramas. Era un espectáculo increíble, pero ¿Estaba huyendo? Cómo podía predecir hacia donde iban a ir los fantasmas en cada momento. Daba igual, debía evitar perderla a toda costa, pero de repente se dejó caer entre la frondosa vegetación del suelo, mierda aquello era malo.

No podía centrarme en los fantasmas y correr yo a la vez, así que los atraje hasta mí, si la chica pensaba que estos estarían siempre cerca de mí podría usarlos para llevarla hacia una zona de menor vegetación. Los mande a los a todos hacia la zona límite de la prueba y comencé a buscar con ellos, avanzando en un arco hasta la zona noreste que tenía menos vegetación. La concentración que requería esto impedía que pudiera caminar muy deprisa, pero esperaba poder llegar casi a la vez que la amazona a la zona si es que mi plan surtía efecto, si no, tendría que pensar en otra cosa. Puede que mi sueño de la noche anterior me diera alguna pista.

Mientras movía los fantasmas intente pasar sobre todo por las zonas más densas en maleza, esperaba que la chica hubiera instando camuflarse en estas, y que al ver a los fantasmas dirigirse a estas se asustara y saliera corriendo. Si tenía la sufriente mente fría y no se movía esperaba al menos que la que lo atravesara fuera uno de los Negative Hollow, lo que significaría su derrota inmediata.

Parece que la tu idea no está funcionando..¿Acaso te la ha jugado? Si estaba huyendo de los fantasmas quizá solo se escondió y espero a que se fueran. Además, siendo tan ágil en las alturas, siempre ha podido subir a los arboles otra vez. Por otra parte, tus fantasmas parecen estar espantando a los animales, si no los deprimen. Quizá eso atraiga a la joven...o la aleje aún más de esa zona. Pero eso no lo sabes. ¿Tendrás suerte?

Por cierto, si sigues la corriente del río que hace de limite en esa parte, quizá encuentres algo interesante, pero eso va a elección tuya. No es como si el sonido que procede de aquel lugar y que se asemeja a una canción te pueda ayudar a encontrar a alguien...¿O sí? Sea como sea, el sol se mueve y ya ha pasado una hora, será mejor que te des prisa.

Los fantasmas avanzaban sin encontrar nada, aparte de animales que salían espantados en dirección contraria a estos. Si la cosa seguía así no la encontraría nunca, me paré a reflexionar sobre la situación, un momento, ¿No se había subido la joven a los árboles grácilmente antes? Eso había sido un fallo garrafal en mi estrategia, había recorrido mucho terreno sin mirarlos como para hacerlo ahora. Pero no todo era negativo, si la amazona era una cazadora experimentada, y no había visto a los fantasmas ahora mismo estaría dirigiéndose hacia el mismo lado que estos. Al menos es lo que yo haría si me buscaran, ya que los animales son una buena ayuda para saber de dónde viene el peligro, y si hay alguien cerca, siempre que sepas como no espantarlos.

Llamé a los fantasmas, para deshacerlos exceptuando a la espía y un Negative Hollow. Así podría seguir más rápidamente la busca. Mientras avanzaba pude escuchar el sonido de una melodiosa voz cantando, habría más gente por la zona o era una trampa de la joven. Sea como fuere, decidí acercarme a inspeccionar, a fin de cuentas si era la chica debía intentar atraparla, y si no siempre podía preguntar si la habían visto.

Me acerqué despacio, usando toda mi habilidad para no hacer ruido e intentando buscar las mejores coberturas para que no se me viera, la canción era hermosa y casi hipnótica, tanto que casi se me olvida que podía ser una trampa.

Al llegar te encuentras con algo que no esperabas encontrar. Frente a tus ojos está el árbol de tus sueños. Sin embargo, no encuentras a nadie. ¿Te han tendido una trampa o simplemente la "cantante" se ha ido? ¿Entonces porque sigues escuchando esa música por todos lados que más bien...ahora que la escuchas no te parece que sea una melodía creada por el viento y los sonidos del bosque...Vaya, quizá esta vez te has equivocado. Sin embargo, la daga que acaba de rozar tú mejilla clavándose después en la corteza del árbol indica que no es del todo así.

-¿Qué ocurre? Se supone que debes atraparme tú. ¿No eras la gran guerrera que atrapó al hombre rojo? - Dice mofándose desde una rama del árbol. -Aunque si lo único que puedes hacer es confiar en esas extrañas criaturas para capturarme, entonces deberías rendirte ya.- Esta vez te mira seria. Tal vez te había cogido en estima y la habías decepcionado al hacer eso. -Por cierto...¿Qué te parece si ahora para que te sea más "fácil" encontrarme yo juego a lanzarte cosas? Así de paso entrenas.- Dice antes de ponerse de pie y volver a ocultarse entre las ramas.

Cuando me asomé, me queda pasmada, allí estaba el árbol que había visto en mis sueños, pero no se veía a nadie más, a pesar de que siguiera escuchando la melodía. Cada vez estaba más segura de que algo iba mal, aunque sin saber decir cómo, ni por que, hasta que saliendo de la copa un árbol, un cuchillo casi se me clava en la cara, pude esquivarlos justo a tiempo, aunque aun así me hizo un corte en la mejilla. Al mismo tiempo la chica salía de entre las ramas mofándose. “Tendría que haberlo sabido”, pensé mientras la chica me terminaba de contar que ahora me tiraría cosas. Había sido decepción eso que había notado en su voz, bueno, ya se decepcionaría con ella cuando la cogiera, aunque ahora mismo me parecía difícil.

Salí corriendo a por ella, pero pareció que la chica lo supo pues ella también se volvió a internar en las copas de los árboles. Ahora no pensaba dejárselo sólo a los árboles, necesitaba seguirla, saber cómo se movía, si no para ganarla para aprender yo por mi cuenta después. La joven había desaparecido, pero los árboles pueden dar pistas, debía movimiento en las ramas, en las hojas, en cualquier parte que no debiera estar allí. Deshice el fantasma hollow que quedaba y mandé a la espía por encima, si no veía yo la variación, lo haría ella.

Correr por el bosque, tras la chica era algo complicado, y más teniendo que estar atenta a la más mínima variación, a veces me parecía verla, pero otras era como si simplemente no estuviera allí. Llegó un momento en que me pareció verla parar, entonces sin parar, me lancé hacía el árbol, atenta a cualquier cosa que la chica pudiera lanzarme, si de verdad estaba allí. Nada más llegar al árbol trepe apoyándome con los pies, puede que no fuera tan buena como ella, pero vivir en el bosque había ayudado en algo. De hecho, pensaba intentar ir por los árboles como ella había hecho, aunque seguramente fuera la peor idea que se le podía haber ocurrido.

Tras aquel encuentro, la chica volvió a salir corriendo. Vaya, no te lo está poniendo fácil, menos aún habiendo bajado del árbol otra vez. Ahora es ella la que te persigue, pero tú eso no lo sabes, aunque si te calmaras en vez de seguir corriendo de un lado a otro como un pollo descabezado, podrías completar la prueba. O al menos, podrías evitar salir herida. Escuchas un silbido que proviene desde debajo de tus pies y una hoja metálica pasa entre tus piernas, clavándose en el árbol que hay a varios metros delante tuya. ¿Acaso ya no veía necesario el esconderse?

Si miras hacia la dirección de la que provenía el arma, verás una silueta femenina desaparecer en dirección contraria a la tuya, aunque siempre hay posibilidad de que vuelva a "atacarte" desde otro lado. Por cierto, es casi hora de comer. Quizá debas hacer una pausa para comer y plantearte que hacer con las horas que te quedan. Que por cierto, no son infinitas. (Ahora mismo son las doce de la mañana.)

Otra vez había vuelto a perder el rastro de la joven, como era capaz aquella chica de evitarla. Tan mala cazadora y guerrera era ella que no podía seguir el ritmo de la amazona, puede que tuviera razón y se le había subido a la cabeza lo del hombre de rojo. Para lo único que servía ahora ella era para cazar, y contar su “batallita”. Mientras estaba inmersa en estos pensamientos pude captar, por suerte, un ligero silbido, justo a tiempo para abrir las piernas y evitar un cuchillo que se clavó fuertemente en el árbol donde estaba. Mirando hacia donde debía de haber venido el arma pude ver la sombra de la chica, que con una rapidez inusitada volvía a desaparecer.

Bajé del árbol, la tripa me rugía con fuerza, y por la luz que se filtraba atreves de las copas de los árboles debía ser ya mediodía. Me quité la mochila para sacar algo de fruta, y un poco de pan, dejando a continuación la mochila a un lado. Mientras comía le seguía dando vueltas a como aquella joven podía ser tan superior a mí. Hasta que llegado un momento de casi total me puse a meditar, respirando profundamente, usando la Ōrasuwappu o cambio de aura. Poco a poco esta fue cambiando imbuyéndome de un aura verdosa, y la paz empezaba a fluir por mi cuerpo. Cuando me levante, habría pasado cerca de media hora, pero ahora estaba tranquila, en paz.

Ahora en ese de paz me dispuse a pensar en una manera de atrapar a la joven. Una idea empezó a rondar por mí cabeza, para ello me dirigí hacia el árbol de mi sueño de nuevo, allí me paré con la espalda hacia el tronco, y me concentré, absorbiendo a la espía. Luego me agache apoyando las manos en el suelo generando dos Negative Hollow que mandé bajo tierra a dos posiciones unos metros delante de mí, dejándolos dentro de los troncos. Tras ello me erguí, y cerrando los ojos me concentré, en el sonido del viento, en el sonido del agua correr, en los rumores que las hojas generaban, a la espera de que la amazona volviera a atacar, y esta vez no se escaparía.

La amazona parece haber sentido curiosidad en lo que hacías, pues te estaba observando desde hacía un buen rato. Sin embargo tú ni viste ni sentiste nada. Es normal, pues con sus habilidades, ocultar su presencia es sencillo. Sin embargo...Tú idea parece ser algo que la chica esperaba que hicieras. Parece que se ha interesado en ti y ha decidido aprovechar este juego como una forma de instruirte para más adelante. Al final ha venido bien que le regalaras ese ciervo. Obviamente, tú no puedes saber que está planeando ayudarte.

A tu espalda logras sentir durante un momento una presencia, bastante más poderosa que tú, cosa que quizá te haga perder la concentración...Así como marearte, pero.. Puff. Vuelves a dejar de sentirlo. Puede que con algo más de concentración lo vuelvas a captar, aunque siempre puedes intentar atacar a lo loco.

Tras un largo de concentración sentí algo así como una presencia, muy poderosa y cerca de mí. Tan fuerte fue la impresión que por un momento llegué a creer que me caería de la impresión. Si ese era el verdadero poder de la chica me resultaría imposible poder atraparla, además con la impresión y la perdida de concentración había dejado de percibir la presencia. Miré en dirección a donde la había sentido, pero ya no había nada, o al menos nada que yo pudiera ver.

Resuelta a conseguir volver a localizarla me senté en el lugar donde había estado de pies. Esta vez me estaba resultando más complicado centrarme, los pensamientos de que ya estaba derrotada, y que no conseguiría volver a dar con ella casi pueden conmigo, pero el hecho de que no me hubiera atacado me dio fuerzas, puede que estuviera haciendo justo lo que ella quería que hiciera. ¿Sabía ya la chica que jamás podría cogerla de antemano, pero mi generosidad la había inclinado a ayudarme a entrenar?

Con la determinación de que la única forma de encontrarla, o de que se dejara encontrar era volviendo a sentir aquella presencia me concentré en lo que me rodeaba, en todo lo que podía oír estando allí sentada. Volví a escuchar el susurro de las hojas en los árboles, el crujido de las ramas con el viento, el correr del agua y como las piedras se ponían en su camino haciendo que se elevará para volver a descender haciendo un sonido característico, las ardillas en las ramas de algunos árboles correteando, algún animal pastando enfrente en el claro.

Parece que ya lo tienes, tus esfuerzos por concentrarse comienzan a dar sus frutos, o eso crees ya que vuelves a sentir algo, pero está vez no es una presencia como tal, sino un aviso de peligro, como si alguien te acechará con intención de atacarte otra vez, pero ese algo desaparece al momento. Te está probando y, según tú respuesta ante aquella sensación, tal vez se aparezca frente a ti o tal vez se marche a otro lado y continué su juego del gato y el ratón. Por cierto, que ya no sientas peligro no significa necesariamente que no notes su presencia, a no ser que tus sentidos te hubieran engañado y no fuera la chica sino una criatura del bosque.

Mientras estaba concentrada escuchando lo que podía a mí alrededor empecé a notar una sensación diferente a la anterior, esta era más como un aviso, una advertencia. Alguien me estaba acechando cuál cazador y parecía dispuesto a atacarme en cualquier momento. Intentado mantener la concentración esperé el ataque, centrándome más en los sonidos y sensaciones que vinieran de la dirección de la amenaza, para una vez estar segura rodar hacía el lado contrario y sacar la espada.

Todo aquello pareció no ser necesario pues la sensación se desvaneció tras un instante, aunque en su lugar ahora notaba como un eco de una presencia, éste no podía compararse con el que había notado la primera vez. Puede que esta vez no fuera la amazona, sino alguna criatura del bosque, y que al principio me considerara una presa y se diera cuenta de que no, o que encontrara otra presa en apariencia más fácil. En cualquier caso, seguí prestándole atención, pero dejé de centrarme tanto en ella y volví al resto de cosas que podía oír a mi alrededor.

Los pájaros cantando y moviéndose en las ramas sobre mi cabeza, el croar de las ranas y el chapoteo al zambullirse, el susurro de la hierba mecida por el viento, y algún otro sonido que fui incapaz de identificar con exactitud. Una rama pisada por algún animal, o rota por el viento quizás, puede que pisadas sobre el manto verde con hojas, ¿Eran humanas o animales si de verdad eran pisadas?

Ese sonido que has escuchado no es otro que el de la chica, que acaba de aparecer a tú lado, sigilosa, como una sombra. -¿Te asuste?- Preguntó de forma burlona, aunque tú habías podido notar que algo se acercaba. -Parece que has descubierto algo interesante, pero aún te falta pulirlo un poco.- Tras decir eso, se subió a la rama del mismo árbol y se quedó esperando a ver cual sería tú reacción. ¿Se iba a dejar atrapar o simplemente estaba burlándose de ti otra vez? En cualquier caso, tú próximo movimiento decide el desenlace del día.

Por otro lado, has podido notar una leve sonrisa en su rostro, seguramente hayas logrado cumplir sus expectativas y parece que has aprendido algo, logres encontrarte con la mujer guardiana que estabas buscando o no, algo bastante útil. -Sabes, en nuestra tribu, se dice que los guardianes son capaces de emplear un poder similar a la adivinación, aunque no es como si pudiera saber que pasara mañana o dentro de dos años, es más bien una intuición.-

-¿Te asuste? – Escuché justo por el lugar donde había oído o notado las pisadas, reconociendo enseguida la voz de la chica. Que continuó hablando mientras yo mantenía los ojos cerrados, esperando el mejor momento para atraparla, o quizás ya no quería hacerlo.- Parece que has descubierto algo interesante, pero aún te falta pulirlo un poco. – Tras lo que note como subía al árbol que tenía detrás de mí.

Abrí los ojos, y dándome impulso y apoyándome en el tronco subí hasta una rama frente a la amazona, sentándome en ella, ya no tenía intención de atraparla, había descubierto que aún me faltaba mucho camino para poder llegar a ser considerada una guardiana y había decidido no intentar las pruebas hasta estar a un nivel mucho mayor. Una vez arriba la joven vuelve a hablar.

- Sabes, en nuestra tribu, se dice que los guardianes son capaces de emplear un poder similar a la adivinación, aunque no es como si pudiera saber que pasara mañana o dentro de dos años, es más bien una intuición.

-Debo darte las gracias, me has hecho ver que aún me falta mucho entrenamiento para llegar a ser aspirante, te prometo que la siguiente vez que nos veamos te atraparé. Me llamo Nostariel D. Eruiel, y ha sido un placer poder practicar contigo.- Tras eso le tendí la mano, no tenía ninguna intención de atraparla con un truco tan sucio, y esperaba que mis palabras dieran a entender que por mi parte la prueba había finalizado, que no tenía aún las capacidades necesarias.