Shiki Fiamma
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Gracias a la recomendación de Kyle no tardaron mucho más de una semana en admitirme en el Cipher Pol. Aún tenían que encargarse de papeleo para que pudiera empezar a trabajar así que me había permitido tomarme un par de días extra de descanso del entrenamiento que había tenido en Johota. Más exactamente en una isla cercana, el Reino de Koun. No era la isla más grande ni la más bonita, ni tampoco es que pudiera hacer demasiadas cosas por allí, pero tan solo necesitaba relajarme, así que tampoco venía mal del todo.
Hacía pocas horas que había llegado y nada más bajar del barco pregunté qué me podía encontrar por la isla. Me dijeron que se dividía en dos facciones, la sur, donde me encontraba, y la norte, y que si no quería tener problemas que no me acercara mucho a ella. Me dijeron que había una gran belleza en la fauna y flora local y que si me daba una vuelta no me arrepentiría, pero sin duda lo que me convenció fue que me dijeran que había un lago de aguas cristalinas a unos kilómetros del pueblo.
Así que no tardé mucho en ponerme en marcha. Me demoré más bien poco en llegar y, cuando lo hice, no pude evitar sonreír. Levanté mi muñeca y miré el brazalete que llevaba en ella. Para muchos sería un abalorio normal y corriente pero yo, desde hacía un par de días, sabía que era mucho más que eso. Hice un leve movimiento descendente que hizo que todo mi conjunto se deshiciera en finas láminas de hielo que se llevó el viento, dejándome desnuda al completo.
Avancé con lentitud y me metí por completo en el agua. Buceé un par de metros y volví a salir a la superficie lanzando hacia atrás mi cabello para que no se interpusiera en mi visión del lago. Volví a sonreír, cerré los ojos y me recosté en el agua flotando suavemente. Me relajé y me dejé llevar por la leve corriente que había.
- Hoy puede ser un gran día...
Hacía pocas horas que había llegado y nada más bajar del barco pregunté qué me podía encontrar por la isla. Me dijeron que se dividía en dos facciones, la sur, donde me encontraba, y la norte, y que si no quería tener problemas que no me acercara mucho a ella. Me dijeron que había una gran belleza en la fauna y flora local y que si me daba una vuelta no me arrepentiría, pero sin duda lo que me convenció fue que me dijeran que había un lago de aguas cristalinas a unos kilómetros del pueblo.
Así que no tardé mucho en ponerme en marcha. Me demoré más bien poco en llegar y, cuando lo hice, no pude evitar sonreír. Levanté mi muñeca y miré el brazalete que llevaba en ella. Para muchos sería un abalorio normal y corriente pero yo, desde hacía un par de días, sabía que era mucho más que eso. Hice un leve movimiento descendente que hizo que todo mi conjunto se deshiciera en finas láminas de hielo que se llevó el viento, dejándome desnuda al completo.
Avancé con lentitud y me metí por completo en el agua. Buceé un par de metros y volví a salir a la superficie lanzando hacia atrás mi cabello para que no se interpusiera en mi visión del lago. Volví a sonreír, cerré los ojos y me recosté en el agua flotando suavemente. Me relajé y me dejé llevar por la leve corriente que había.
- Hoy puede ser un gran día...
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