Un encuentro casual, el trampolín al reconocimiento [Privado Delirium T. Luzbel & Haxter]

Por fin llegué a una isla, ya hace tres días que estaba racionando la comida y pensé que tendría que comer migajas desde ahora en adelante. Creo que seguir esta extraña brújula sirvió de algo, no se si fue una coincidencia o realmente esta era la función de tan extraño artefacto, el punto es que por fin puedo ver tierra firme. Cuando por fin embarqué en uno de los puertos, me di cuenta de lo pobre que era el pueblo en el que crecí, lo que vi ante mis ojos fue algo que jamás pude haber imaginado, comencé a caminar embobado ante tantas cosas que, a mi parecer, eran increíbles. Dieciocho años en una isla de mierda, donde todo lo que podía conocer del exterior era gracias a libros e historias de algún extraño que amablemente accedía a contarme y que luego, de forma muy amable también, me daba sus posesiones sin enterarse.

Decidí caminar por esa ciudad impactado de esos ríos que descendían quizás de donde, cuando recordé que no había comido a gusto por unos días. Miré en todas direcciones hasta que fijé la mirada en una dulce jovencita que parecía ser del lugar y me acerqué a ella delicadamente.

-!Oh¡ Preciosa jovencita, lamento tomar un poco de su tiempo, pero soy nuevo en el lugar y necesito saber dónde puedo encontrar un mercado, necesito algo de alimento.


-El mercado está siguiendo aquél camino- respondió la muchacha, luego de reirse muy tímidamente. 


-Estoy muy agradecido, espero que tenga un buen día.

La muchacha sonrió una vez más, mientras me alejé dándole la espalda. No es que fuera un hombre de buenos modales, pero aprendí mucho viendo a los abuelos que me criaron cuando niño, así como de las personas que llegaban a la isla, por eso siempre se me dieron bien las relaciones interpersonales. 

Seguí el camino que me señalara la chica hace un instante, debía reabastecerme de alimentos y, por supuesto, como no tenía dinero, debía llegar a un modo alternativo de obtenerlos, pero bueno, crecí valiéndomelas de mi habilidad más que del dinero, por que tenía que ser diferente en una ciudad. Corrí, apurado por el sonar de mis tripas que me pedían algo de alimento, una fruta, un trozo de carne, ¡chocolate!... hace cuánto hacía ya que no probaba una barra, podía saborear la última barra que comí, era de chocolate amargo... Mi recuerdo fue interrumpido por la dulce realidad, una mujer acababa de darle un mordisco a una gran barra de chocolate blanco, le dio un pedazo a su bebe para que la saboreara y dejo el resto sobre la panza del pequeño. Esta era mi oportunidad...

Me acerqué sutilmente para no levantar ninguna sospecha y con una sonrisa en mi rostro dije:

- ¡Que lindo bebé tiene señorita! - le digo mientras pienso lo contrario.


- Muchas gracias - responde la mujer un tanto coqueta, y continúa - Lo cuido con mucho esfuerzo, después que su padre falleciera por unos bandidos.


- Lamento escuchar eso - respondí automáticamente, sin pensar más que en el chocolate.


- No te preocupes, eso ya fue hace más de dos años - responde ella, bajándole el perfil a la conversación.


- Disculpe estimada dama ¿podría usted decirme hacia donde esta el mercado? Acaban de decirme, pero creo que me perdí.


- Claro que si - responde mientras se da vuelta y me indica la dirección - creo que este es el camino más rápido.


- Gracias, no sabe cuanto me ha ayudado - le dije luego de arrancar el chocolate del coche muy disimuladamente. Le hago una pequeña reverencia y me alejo veloz, pero cuidadosamente.

Seguí cuidadosamente ambas indicaciones, hasta que por fin llegué al mercado, antes de continuar abasteciéndome, me senté en una banca para disfrutar mi chocolate y esbocé una sonrisa mientras pensaba:

- La gente es igual de ingenua en todos lados.

Mis ojos continuaban cerrados y mi cuerpo yacía acostado sobre una gran placa de acero. El sonido del agua cayendo a mi derecha fue el que me despertó de mi larga siesta, gracias a mi cansancio no estaba seguro de donde me encontraba, pero al ver la inmensidad del mar hacia un lado y una ciudad con una gran fluidez de agua sobre si misma, me di cuenta de que me encontraba en la maravillosa ciudad de Water 7. No hace mucho ya había visitado la ciudad, pero esta vez tenía un verdadero propósito, mis compañeros esperaban desde la noche anterior en el barco, mientras mi tarea en el lugar era comprar alimentos y objetos importantes para poder continuar nuestro viaje. 

Poco a poco me fui levantado de mi posición horizontal, hasta quedar parado sobre el frío acero que contribuyó a mi mal descanso. Desperezándome, me di la vuelta, dirigiéndome hacia el centro de uno de los niveles de la ciudad del agua. En mi camino por las estrechas calles, pude ver como la marea del mar crecía ya la gente comenzaba a prepararse para el desastre de todos los años, pero para mi suerte este ocurriría una semana después del día de mi partida. No pensaba quedarme mucho tiempo, simplemente debía comprar un par de cosas y marcharme de la irregular isla que no me daba buena espina.

Podía recordar perfectamente donde se encontraba el mercado del nivel 3, ya que en mi anterior visita había comprado todo lo necesario allí. Continué mi camino hasta toparme con los primeros puestos del mercado, la mayoría vendía productos alimenticios y luego había solo un par que venían cosas variadas. Lo que más urgente necesitaba era comprar los alimentos para la banda, eramos 3 y comíamos como si fuéramos un navío lleno de bucaneros. Por esa razón me dirigí sin perder más tiempo al puesto de alimentos más cercano y luego de pedir un número esperé tranquilamente que el dueño del negocio me atendiera. Mientras tanto simplemente me dediqué a observar que sucedía en los alrededores.

Por fin después de tanto tiempo pude comer un delicioso chocolate, me demoré en degustarlo, porque no sabía cuándo podría comer otro. guardé el envoltorio en mi bolsillo, luego de saborear hasta el último resto del papel. Me levanté y fui directo hacia donde estaban los puestos, no necesitaba muchas cosas, con tal de llenar mi mochila estaría satisfecho.
 
Comencé mi inspección por los puestos de alimentos, había puestos de todo tipo, sin lugar a dudas algo que jamás había visto, analicé la situación y decidí la trayectoria. Me acerqué al puesto de frutas, me puse a inspeccionar las manzanas como si estuviera ahí para comprarlas, cuando el vendedor se dio vuelta para embolsar el pedido de un cliente, tomé dos frutas y las metí en la mochila, seguí con el puesto de carne, siguiendo el mismo procedimiento saqué dos bistecs que los guardé inmediatamente. Miré cuidadosamente que nadie me hubiera visto, por lo que seguí al siguiente puesto. Seguí así local por local, después de un rato tenía 2 manzanas, 2 peras, dos pescados, dos bistecs, un puñado de caramelos, dos botellas de leche, 2 de agua y unas zanahorias. Calculé que era suficiente por ahora, si hacía esto cada una hora, yendo a dejar en cada atraco las cosas al barco, tendría suficiente para llegar a la siguiente isla. 
 
Me alejé tranquilamente de los puestos confundiéndome entre la gente, por si alguien lo suficientemente perspicaz hubiera notado algo. Me di una gran vuelta, haciendo como si siguiera inspeccionando los puestos, para finalmente llegar al banco en donde me comí el chocolate. Inspeccioné los recursos obtenidos y con una sonrisa en la boca me dirigí a mi embarcación
 

En todos lados es igual, puedo sobrevivir a este mundo, aún sin conocerlo del todo - pensé mientras me retiraba raudamente.

Esperando por mi turno de comprar los alimentos para mi tripulación, pude observar como un hombre de pelo largo y oscuro se aproximaba por mi derecha, directamente al puesto donde pensaba comprar yo. Justo cuando este hombre quedó frente a los productos, yo fui atendido por el dueño del local que colocó todos los productos que le pedí dentro de una bola grande que posteriormente me dio a cambio de unos 300 berries. Pensando que solo me faltaban un par de prendas de ropa y algo que me atrajera del lugar, pude ver como ese hombre sospechoso no estaba comprando el los locales, sino que estaba robando los productos de los mismo sin que los dueños se dieran cuenta.

El desconocido se largó hacia un callejón lateral a un paso rápido, simplemente para investigar la situación y por chismoso, decidí seguirlo, para ver hasta donde me llevaba. No caminó mucho tiempo antes de detenerse en uno de los bancos de la calle principal del nivel 3. Allí comenzó a revisar unas cosas que estaban en una mochila a su lado las cuales no logré ver, y mientras lo hacía yo me encontraba a menos de un metro de él, sin que siquiera pudiera detectarme por su extraña concentración en el alimento. 

De la nada me dio la curiosidad de saber más sobre este hombre, por lo tanto le dije desde sus espaldas con un tono serio y seguro:"Al parecer hay falta de dinero en estos días, espero que esta no sea la forma en la que te ganas la vida, me presento... soy Juka B.Volpi, pirata del North Blue que no hace mucho comenzó su aventura por el mundo... muchos gusto, ¿cual es tu nombre ladronsuelo?". Mientras esperaba la respuesta del desconocido, me dediqué a sentarme en una saliente de pared, perteneciente a una casa que se encontraba justo a un metro detrás del banco donde este hombre se sentaba.

Cuando estaba comenzando a caminar un extraño se dirigió a mí, se presentó amablemente y cruzó algunas palabras conmigo, al parecer me vio robar...
 
- ¿Qué le importa a este tipo si robo o no? - pensé mientras veía las opciones que tenía- casi nunca me descubren, y de hacerlo, sólo me escapo y ya, ¿debería hacer lo mismo ahora? ¿O es que acaso quiere robarme lo que acabo de robar?Esta situación es demasiado sospechosa.
 
- Si, la cosa está mala, no sé por qué te importa si robo o no, si eres un pirata has tus asuntos y déjame tranquilo, por otra parte, no tengo por qué decirte mi nombre, zarparé iniciaré una aventura y me iré tranquilamente a hacer mis asuntos, espero hagas lo mismo, o ¿acaso tienes algún asunto conmigo?
 


Miré a mi al rededor, por si este sujeto sospechoso andaba acompañado, tomé las empuñaduras de mis espadas y me puse alerta.

La respuesta de este hombre ante mi atacante pregunta fue más o menos lo que me esperaba, por más que no me dijo su nombre, me comentó que no debería de importarme lo que hagan los demás, y al parecer por alguna razón que desconocía, acertó en el hecho de que yo era un pirata. Pude observar que este hombre llevaba a su lado unas espadas que discretamente acercó a su mano. Por esto decidí evitar una futura batalla diciéndole con un tono amigable:"No tengo problemas con que robes... solo me entrometía ya que estoy un poco aburrido en esta isla, ya que no traes dinero aparente déjame invitarte un trago para hablar más tranquilamente".

Cuando terminé de pronunciar esas palabras, me dirigí lentamente hacia atrás, caminando otra vez por el callejón por el que había seguido al ladrón, y mientras caminaba hacia una taberna cercana, esperaba que este nuevo conocido me sugiera y le diera un poco de diversión a mi día.

El tipo me invito a un trago, claramente no podía rechazar una propuesta tan tentadora, llegar a una isla desconocida y conocer a alguien que me invitara a una bebida no era algo que me pude haber esperado jamás, pero el pirata del Noth Blue parecía que no iba a aceptar un no por respuesta, pues caminó antes de que pudiera darle una negativa. Me intrigaba el hecho de que una persona desconocida fuera tan amable, no estaba acostumbrado a esas cordialidades, menos después que me descubrieran robando, por lo que decidí seguirlo.


-Aceptaré tu invitación, dices que quieres divertirte, pero no sé si realmente sea el indicado para eso. Por cierto mi nombre es Delirium T. Luzbel – le dije mientras sacaba una manzana del bolso y le daba un mordisco luego de hablar.



A pesar de haber aceptado, mi naturaleza me hacía seguir estando alerta, caminé detrás del sujeto, pero si bien tenía una mano ocupada en la manzana que estaba comiendo, jamás aparté la otra mano de la empuñadura de una de mis espadas. 

Luego de que el hombre aceptara mi amable oferta, me siguió por las calles de Water 7, hasta llegar a una pequeña taberna no muy lejos de nuestra ubicación. Al pararnos frente a la puerta de entrada del lugar, pudimos ver que este tenía una ambientación más bien medieval, paredes de piedra no muy bien conservadas, espadas colgadas en la entrada, banderines a los lados que anunciaban el nombre de "Seal" y una entrada que parecía la compuerta de un castillo.

Al adentrarnos en el llamativo lugar, pudimos ver que su interior estaba exactamente igual de decorado que el exterior, la misma temática, los mismos adornos. Cuando me adentré allí observé que la taberna estaba bastante vacía, por lo que no tuvimos problema para encontrar sitio. Me senté frente a la barra, en un taburete de madera con decoraciones de seda roja, y mientras esperaba que mi compañero se sentara a mi lado le dije al cantinero:"¡Trae unas rondas de los más fuerte que tengas para mi y para mi amigo!". Cuando terminé la frase di un pequeño golpe a la barra para señalarle al dueño del lugar que las quería en ese momento.

Seguí al tipo por las calles de Water Seven, no parecía ser ninguna trampa ni nada que mi paranoica mente me estuviera diciendo en ese momento, solté la empuñadura de mi espada y me relajé, aún así me intrigaba lo que pudiera querer esta persona que recién estaba conociendo.
- Como siempre lo he hecho, trataré de sacar algún provecho de esta situación y una invitación para beber es un buen comienzo - pensé mientras ya entrabamos al bar. 
Las paredes de piedra le daban un toque medieval, que me recordaba a los libros que leía cuando pequeño. Nos acercamos a la barra y Volpi pidió una ronda del alcohol más fuerte, me gustó la idea.
 
Esperé pacientemente a que trajeran el pedido, mientras, mire al pirata y le dije:



¿Por qué haces esto, necesitas algo de mí? ¿O acaso invitas a un trago a todos los que pillas robando? – esbocé una sonrisa cuando pronunciaba estas palabras.

Al parecer el hombre que tenía como actual compañero de mesa estaba sorprendido por el simple hecho de invitarlo a un trago, en realidad a mi me encantaba tomar, por lo que al no tener escasez de dinero, decido de vez en cuando compartir mi adicción con otras personas, además pienso que de esta manera es más fácil hacer que hablen de cosas que a simple vista no quieren contar, pero luego de un rato de charla y una buena invitación a tomar, la persona habla como si se conocieran de toda la vida.

Mi compañero luego de su pequeña sorpresa a la invitación, me preguntó si yo necesitaba algo de él, supuse que no le parecía nada normal invitar a desconocidos a un bar a tomar algo, que por mi parte era la historia de gran parte de mi corta vida. Ante su pregunta solo pude contestar:" Realmente no necesito nada de ti, solo estoy bastante aburrido en esta ciudad extraña, y antes de zarpar quería tener mi tan querido tiempo en alguna taberna con algún nuevo conocido y sobre el robo... ya te dije que no me interesa que robes mientras no sea por diversión y no lastimes a nadie. Ahora mi pregunta... ¿que tan bueno eres peleando? , veo que llevas espadas pero no sé que tan bien las usas".

Esperé un poco para que mi compañero pudiera formular su respuesta, esperando que además de contestar me dijera su nombre que no lo había mencionado hasta el momento, además me dediqué a tomar de un solo trago la mitad de mi jarra que según vi fue un buen sake traído por el cantinero.

No entiendo a esta gente que despilfarra su dinero en cualquiera, desde pequeño, el dinero ha sido un lujo para mí, no se si mi pueblo era muy pobre, o tomé alguna decisión que me llevó a considerar la opción de robar, sin embargo, eso ya no importaba, soy así y eso es lo que importa.

Mientras el cantinero servía un sake que al parecer era de calidad, mi acompañante pregunta qué tan bueno soy peleando, esto es en verdad una pregunta un poco capciosa...


La verdad es que no lo se, todo depende del punto de referencia, si le gano a alguien peleando, éste dirá que soy un buen luchador, o espadachín en mi caso. Si por el contrario soy vencido, la respuesta será la opuesta. Considerando mi corta experiencia en el mundo real, creo ser un espadachín con habilidades, he sido derrotado pocas veces, pero eso no me hace pensar que soy el mejor ni mucho menos, esto se debe a que, de la recóndita isla de la que vengo, los peleadores, muchos de ellos simios, no poseían un nivel adecuado. Por tanto si quieres una respuesta, sólo podrías saberlo si me ves pelear - respondí tomando mi jarra y mirando a mi acompañante hacer lo mismo.


El pirata, que cada vez me intrigaba más, elimina cerca de la mitad del contenido de su bebida, para no ser menos, tomo la mía y hago lo mismo. Al dejar el recipiente sobre la mesa me di cuenta de que nunca había probado un sake tan bueno, por lo que hice un gesto dejando en claro queme había gustado mucho.

Por cierto, es segunda vez que lo digo, mi nombre es Delirium T. Luzbel.

Al parecer Dalirium, era un hombre interesante... me dio una buena respuesta ante mi atacante pregunta. No estaba seguro de la verdadera personalidad de este hombre, pero parecía ser bastante inteligente, y aunque cometiera delitos, tendría buenas razones para hacerlo. Al parecer su respuesta fue bastante concreta en algo... él quería que peleáramos en un duelo para ver si realmente creía que era un buen espadachín. Por esta razón no dude en decir:"Me gustaría enfrentar mi acero contra el tuyo... espero que logres sobrevivir... jeje".

En ese momento me convencí que mi compañero había quedado bastante motivado con mi comentario, por lo que salí de la taberna con mi jarra en la mano. Al salir me posicioné a unos 4 metros de la puerta esperando que Delirium saliera. Mientras dejaba pasar los segundos, terminé de un solo sorbo mi sake, y tomé la empuñadura de mi espada con toda mi fuerza, mientras aún estaba guardada en la funda.

Delirium finalmente salió del local, me dijo que aceptaba el duelo, pero que quería beber el resto de mi jarra de sake. Esa propuesta me pareció ridícula de su parte, pero debía demostrárselo con más que solo palabras. Cuando extendió la mano a mi lado para tomar mi jarra... lancé la misma hacia el cielo, y mientras subía, pronuncié las palabras:"¡Inazuma Ball!". Pasé a un lado de mi nuevo amigo, esperando que mi ataque hubiera causado la impresión que esperaba. Pero... sin darme la vuelta para ver el resultado de mi esfera de rayos, dije el con una voz calmada:"Nunca le pidas a nadie eso de nuevo, una cosa es invitar, pero la bebida de uno es de cada uno". 

Ese era mi concepto al menos, pero a pesar de que esperaba que mi ataque hubiera dado de lleno en el cuerpo de mi rival, por dentro también esperaba que estuviera bien, ya que mi ataque no era mortal y se había convertido en un buen conocido. 

Aún continuaba caminando sin mirar atrás, cuando sentí la jarra de sake que me pertenecía caer al suelo. Sabiendo que no tenía casi líquido, le saque importancia y me adentré nuevamente a la taberna, rápidamente le pagué al tabernero que estaba observando lo que sucedía. Y luego de que éste me señalara con su dedo que observara mi retaguardia, voltee para ver el resultado de mi ataque y el estado de mi compañero.

Justo cuando esperé que el sujeto fuera un idiota y cayera en mi trampa, resulta ser que no lo era tanto, lanzó la jarra al aire en ese momento saqué mi espada de su funda con fuerza para asestarle un golpe en su estómago, tal y como lo había planeado, cual fue mi sorpresa, que al hacer esto una extraña luz salió de las manos de Volpi, mi grandioso ataque se debió transformar en defensa, recibí esa extraña esfera con el filo de mi espada, por tanto pude evitar el ataque. Sin embargo, el metal de mi espada condujo la electricidad hacia mi cuerpo.

Aún un tanto entumecido por el impacto de esa esfera, busqué a mi rival, estaba entrando a la taberna, sin hacer ni un aviso me repongo y desenvaino mi segunda espada, las pongo en forma paralela y de forma horizontal, luego me lanzo al ataque.

"Nitoryu: Nigiri" - me deslicé raudamente por el costado de mi distraído adversario mientras me acercaba hacia la barra por el deslizamiento de mi ataque.


Al contrario de Volpi me di vuelta de inmediato para ver el daño realizado y para estar atento a una posible respuesta.


Cuando me voltee a mirarlo pude apreciar que mis brazos aun se encontraban algo entumecidos por su ataque, nunca había visto algo como aquello, tomé la decisión de envainar una espada y tomar la otra con ambas manos, adelanté un pié flectando la pierna, luego extendí la otra, al igual que ambos brazos sujetando con fuerza la espada en una posición defensiva-ofensiva.

Al parecer mi ataque no había logrado dar completamente de lleno en Delirium, pero a pesar de esto, la electricidad aún lo tocaba un poco. Apenas me di la vuelta pude ver como mi actual rival avanzaba por mi lateral con sus dos espadas, haciendo un movimiento típico de un espadachín. Por suerte para mí, la vaina con mi espada dentro estaba del lado de donde venía el ataque, por lo que al moverla, disminuí los daños del ataque. Lo único que produjo en mí es un corte superficial sobre el costado de mi cuerpo.

Sorprendido por la velocidad y ferocidad de su ataque, decidí acabar el combate de una vez por todas, pero no podía pasarme ya que estábamos dentro de la taberna y no quería destrozarla. Fue por esa razón que avancé hasta donde estaba mi adversario, y rápidamente dije otra vez:"¡Inazuma Ball!". Éste era el mismo ataque, pero con una modificación, no fue necesario acercarme más, la esfera de rayos se transformó en una línea de los mismos que iba directamente hacia Delirium. Incluso si lograba esquivar mi ataque eléctrico, logré ver que solo tenía una espada, por lo que si la usaba para detener mi ataque, lo cortaría con mi otra mano utilizando mi espada y aprovechando la poca distancia que había entre nosotros.

Al parecer mi ataque no había dado donde quería, mi adversario logró que mi rayo le diera en el brazo en vez de en el torso. Me sorprendió la velocidad con la que salió de tal aprieto, luego hizo el mismo ataque con el que me había rozado segundos antes.

Por suerte para mí, aún tenía la espada en mi mano izquierda, por esta razón pude repeler el golpe de Delirium a un lado. Cuando bloquee su golpe, pude ver como avanzaba hacia mi retaguardia, con un par de metros de distancia, y cuando miró hacia mi pudo ver que no tenía ni un rasguño. 

En ese momento me preguntó si quería matarlo, pero si esa fuera mi intención, no hubiera esperado tanto tiempo para hacerlo, él me había caído bien, y solo estaba comprobando su fuerza, y aunque no logró derrotarme, me mostró que es un buen espadachín. Por lo tanto cuando vi el estado de su brazo, guardé mi espada y le dije:"Esa herida no durará más de dos horas... es más la impresión del rayo la que duele que la quemadura real... me gustaría que me acompañaras a mi barco, me has caído muy bien, es más que obvio que no quiero matarte jejeje".

Había visto sujetos raros en mi vida, pero alguien que invita a un trago a un desconocido, que luego pelea con él y después lo invita a su barco... eso es nuevo para mí, entonces ¿Qué? ¿Debo aceptar tu invitación así sin más y olvidar que acabamos de pelear? Está bien, este día ha sido loco, agregar algo más a esa locura, puede llevarme a conseguir cosas, tal vez.


Dejé ambas espadas en su funda y caminé hacia Volpi, manteniendo mi estado de alerta por si algo sucedía - ¿Es que jamás podré confiar en nadie? ¿O será que estar siempre desconfiando es lo que me gusta? Al menos me acomoda - Pensé mientras me dirigía hacia volví y lo acompañaba hasta su barco. Fue ahí cuando me surgió una duda.

¿Para que quieres llevarme a tu barco? - Dije, mientras sacaba una manzana de mi mochila y le daba un gran mordisco. No cabe duda que aquella fruta había sido una gran adquisición, era dulce y jugosa y el precio, aún mejor, gratis.

Mientras caminábamos camino al barco, mi compañero me preguntó el porqué quería llevarlo allí. Ante esto simplemente dije:"Como dije antes... me has caído muy bien, y me gustaría ofrecerte un puesto en mi banda como un novato... claro que debes de pensártelo, pero para eso quería llevarte al barco, para que vieras como nos manejamos en la banda, me gustaría tener otro espadachín en mi banda, y a pesar de tus gustos por el delito, creo que eres una buena persona".

Cuando finalmente terminé de decir mis palabras, continué con la cabeza en alto, rumbo a mi barco, esperando que Delirium me siguiera y aceptara mi propuesta. Quizás esta decisión había sido apresurada, pero así es como suelo hacer las cosas, no me sorprendería que un día acabe muerto por ese comportamiento, pero... así son las cosas.

Como esperaba, Delirium aceptó mi invitación. Pero no me esperaba que me diera esas condiciones, a pesar de mi sorpresa, no dudé en aceptar su contra propuesta, ya que supuse que lo manejaríamos sobre la marcha. Entonces lo miré a los ojos y le dije:"Pues... ya estas dentro de la tripulación, espero que te lleves bien con todos".

Mientras mi compañero recibía mi "si" final, le señalé donde se encontraba nuestro barco, y sin mirar atrás, comencé a subir a la embarcación, donde el resto de mis nakamas esperaban. Mirando mi retaguardia, le dije a mi nuevo compañero de banda:"¡Apúrate... así te presento a tus nuevos hermanos!".