¡¡Yo gorda, tú graaaaaande!! [J.Gargaroth] [Pasado]

Me metí en una caja de naranjas con Smell, para colarme en el almacén de un barco de mercancias, a ver donde me llevaba. Funcionó, se dieron cuenta de que la caja pesaba un poco más de lo debido pero no le dieron demasiada importancia. El tonto de Smell se hizo pis antes de que nos metieran al barco, olia todo muy mal, incluida yo y aunque las naranjas tengan piel yo esas ya no me las comería. La suerte de viajar en un almacén es que la comida no va a faltar durante el viaje. Tampoco me pillarón en el barco porque bueno... igual me pasé practicamente todo el viaje durmiendo.

Me desperté y las cajas ya estaban en el almacén de algún tipo de tienda o restaurante, espero que sea un restaurante. Tengo un sueño muy profundo o fueron demasiado delicados con las cajas. Eh Eh Eh, ¡Estoy en un restaurante! Quiero comer, yo gorda. Huelo a pis de mofeta, no mola, deberia darme vergüenza, así no puedo comer. Salgo como puedo sin que me vean dejando un olorcito rico detrás de mi y voy al baño. Alli me lavo como puedo y lavo tambien mi ropa y a Smell, espero que no entre nadie, estoy desnuda. "¿Qué es esto que hay bajo mi ropa? Oh, un saquito de monedas. ¡Ahora podré comer y no tendré que correr despues! Ya no necesito huir valientemente". Salgo del baño con la ropa empapada y me siento en una mesa.

-Perdona -Dije al camarero -¡Ponme todo esto en comida, sin carne ni pescado y espero que esté rico! -Posando el saquito sobre la mesa.
Se va el camarero con mi dinero, que poco dura la alegria en casa del pobre, eh, espera, ¿qué casa? Si yo no tengo de eso.
Entra por la puerta un chico muy grande, muy grande, muy grande. Como coma en proporción a mi les va a dejar sin existencias, espero que me traigan a mi la comida antes. Jo, como mola, yo quiero subirme en esa cosa. Me levanto y empiezo a dar saltitos a su alrededor.
-¿Me aupas, me aupas, me aupas, me aupas y me aupas? ¡¡¡AUPAMEEEE!!! -Dije superemocinada dando saltitos.

Había parado a comer en el restaurante flotante ese. Había oído hablar mucho de él y de sus riquisimos platos y ya que pasaba por allí y el tipo del barco mercante también iba a parar le pareció buena idea entrar y echar un ojo por allí. Vestía con unos pantalones verde caqui largos y unas botas militares con punta de acero. Su indumentaria de siempre vaya... En la camisa tenía diversos bolsos y casi todos llenos de paquetes de tabaco, era su gran y único vicio y lo único que podía matarle, o eso creía él. Después de haber cobrado por aquellos rufianes tenía algo de dinero así que no le era demasiado apuro pegarse un buen atracón en tan prestigioso restaurante.

Al traspasar la puerta se limitó a mirar el panorama. Mucho bullicio, el restaurante estaba bastante lleno de gente y varios camareros atareados servían las mesas frenética pero amable y elegantemente. ¿Sería muy caro? No tenía pinta de ello aunque a decir verdad... Los productos de calidad se pagan, y aquellos platos que veia pasar por su lado a toda velocidad tenían una pinta y olor buenísimos.

Cuando se quiso dar cuenta, tenía a una extraña humana dando saltitos y gritando a su alrededor... Intentaba comunicarse pero a Jack no le importaba. Después de unos segundos que parecieron horas aquello se volvió insoportable y tuvo que mirar a la joven y dirigirla la palabra de forma algo áspera -Que necesitas? -Dijo intentando ser amable y apartándose un poco de ella para poder mirarla a la cara sin que ella se dislocara el cuello -Perdona, no te conozco de nada, verdad? -Añadió estudiando su rostro y aspecto y rebuscando entre sus recuerdos haber si la recordaba de algún sitio, pero, evidentemente, no la conocía de nada... Ni siquiera parecía de este mar, más bien extranjera.... Pero eso eran suposiciones, intuición, no estaba seguro y a decir verdad, tan pintoresca figura le daba mucha curiosidad.

No se si el señor grande es un borde asqueroso o solo es que esta gordo como una tapia, sordo, digo sordo. Pues me da igual que sea un borde yo quiero que me aupe antes de que llegue mi comida, asi además le entretengo y no les deja sin provisiones antes de que yo coma, no es que quiera que el no coma, pero no puedo quedarme sin unos pocos kilos de comida para hoy, pa una vez que pago, aunque no fuera mio... Bueno el caso es que he pagado, y sigo pensando que el me ganaria comiendo, eso, un concurso de comer, de comer tarta, me apetece comer tarta.

Dejo de dar saltitos porque estoy malgastando mucha energia que aun no he comido. Jo, de cerca todavia parece más grade. ¿Cómo verá las cosas desde ahí arriba? Yo tambien quierooo. A demás fuma, veo como se marca algún paquete de tabaco en su ropa, si no me aupa al menos que me de unos pitis que yo soy pobre y llevo todo el dia sin fumar, yo creo que si no fuera porque tengo hambre estaria subiendome por las paredes.

-¿Qué más da si me conoces o no? ¡¡Si yo solo quiero que me aupes!! Estoy rellenita pero soy enana al lao tuyo, ni lo notaraaas- Dije a carreras con voz muy tierna, a ver si sentia pena o algo y me aupaba. -Yo quiero saber como se ve desde ahi arriba, ¿me ves como a una hormiga? No, eso es muy pequeño, como una rana, las ranas molan y saltan- Seguí soltando mi monologo como si me fuera la vida en ello hasta que me di cuenta de algo importante... -¡Mierda, he gastado todo el diero en comida y no he pedido cerveza!- Me senté en el suelo con cara de pena tratando de sobrellevar tal desgracia.

No daba crédito a lo que veía, esa chica estaba realmente chalada y no paraba de decir incoherencias inconexas y de dar voces y saltitos a su alrededor... Pero era divertida, le hacía gracia a decir verdad, soltó una fuerte carcajada y la miró con atención mientras ella se lamentaba por no haber pedido cerveza. Tomándola con una mano la sentó sobre su hombro derecho y la dijo con aspereza -No te cagues encima -Como si fuese un animal de compañía, y acto seguido soltó otra carcajada -¿Donde estás sentada? Yo te invito a unas cervezas anda, me has caído bien aunque estés como una regadera, o quizás es por eso.... No lo se -Dijo levantando un brazo para llamar a un camarero.

No todos los días uno se encontraba a una persona tan chalada como esa, por alguna razón sentá curiosidad por ella y algo le decía que iba a ser una comida muy divertida... Otra calada al cigarro que dejó caer en el suelo y pisó con firmeza. La vida fácil y simple era demasiado aburrida, la verdad. ¿Por qué comer solo cuando podía comer con aquella descerebrada y ver qué pasaba? Segurísimo que sería divertido a la par que interesante.

Que miedo, que miedo, que miedo... ¡Ya no quiero subiiiiir! Oh, espera, que chachi, que raro se ve desde aqui arriba. Que canalillo más mono tiene la chica de verde que come pescado, jo, que suerte tiene la gente alta, yo las tetas las veo desde abajo, y eso no mola tanto. Ohh pobrecillo, habrá tantos sitios en los que no pueda entrar porque no quepa... Bueno, Smell cabe en muchos sitios que yo no y no me da envidia, yo huelo mucho mejor.

-¿Ves esa mofeta que está sentada en aquella mesa? -Señalando a mi mesa que ya tenia algo de comida servida, hay que darse prisa. -Pues es mi amigo, la mofeta, no la mesa, las mesas no interactuan, no pueden ser amigas, pero eso tampoco quiere decir que sean malas... ehhh... Eso que me siento alli alli. -Jo, divago mucho, no se si me habrá entendido, tengo que practicar más esto de comunicarme con personas. -¡Smell no te subas, eso es mio! -Que capullo ya queria robarme comida. -Entonces, ¿vienes? -Le dije al señor grande con una sonrisa de oreja a oreja. -Tranquilo ni yo ni Smell vamos a hacernos caca encima, tenemos un poco de educación.

Me lleva a la mesa, andando da todavia más miedo estar aqui arriba, espero que no le importe que se quede Smell, me daría penita que tuviera que esperar fuera. Que majo el señor grande, que dice que me invita a cerveza, no voy a emocionarme mucho que como me caiga igual me rompo algo y no es plan y duele y no mola. Parece que ya esta servida toda mi comida, espero que la cerveza no tarde. -Por cierto, me llamo Marla. ¿Y tu, Señor Señor Grande?

En realidad esperaba que aquella chiquilla pesara un poco más, era ligera. Pero... A decir verdad su peso era insignificante para él, con lo cual el problema estaba en su medicion del peso de la gente y de las cosas, lo cual le podria acarrear problemas en muchisimas situaciones.

Asintió con la cabeza, una mofeta sentada en una silla, en la mesa, al lado de la comida y de ella... ¿Que coño le pasaba en la cabeza a esa chica? Reafirmando que, efectivamente, estaba como una regadera soltó una leve risa cuando le explicaba por qué la mesa no era su amiga ni se llamaba Smell. Interesante, al menos le había alegrado el día y por una vez había dejado de ser un gilipollas con alguien, y le estaba sentando mejor de lo que esperaba.

-Claro que voy, tengo que repetirlo? -Su habitual tono vinagre, es decir, poco social por naturaleza -Pues yo creo que es mejor pedir perdón que permiso, o al menos es más divertido -Soltó así, dejándola caer, como si nada. Mientras me acercaba a la mesa, me di cuenta de que tenía cierta cara de susto. Tenía que ser algo extraño ver desde tan arriba para alguien tan bajita como ella. Aunque caminar por allí era algo incómodo, pues de cuando en cuando tenía que agacharse para esquivar las vigas del tejado. Una vez llegó a la mesa, juntó cinco o seis mesas que había contiguas a la de la chica loca con la mano izquierda mientras que con la derecha la posaba suavemente al lado de su mesa. Intentó sentarse sin romper nada, tarea dificil pero ya tenía práctica en estar en sitios pequeños y no tuvo problema.

-Gargaroth -En tono seco de nuevo mientras levantaba la mano ligeramente, llamando la atencion de un camarero -Dos cervezas para mí -Con aspereza mientras dejaba caer en su bandeja una bolsa de monedas -Y un jabalí a la parrilla con un kilo de patatas fritas -Terminó mientras terminaba su ultimo cigarro antes de cenar, una vez el camarero se fué, sorprendido por el gran pedido, Jack giró su cabeza a la chica y con tono más amable pero igual de seco preguntó -¿Que haces aquí y quien eres? He visto poca gente tan peculiar y pintoresca como tú -Con calma, esperando a ver con qué le salía aquella bufona demente.

Vaya, debí darme cuenta que una mesa iba a ser poco para él, seguro que hay restaurantes para gigantes, yo quiero ir a uno, allí no iba a pasar hambre nunca y seguro que sería divertido subirme a los sitios a lo monete, porque de otra forma no podria sin ayuda y con ayuda no es divertido.

Definitivamente el señor grande es un borde, o igual es que está triste, igual sus padres tambien se fueron a por tabaco. Bueno, al menos no me he roto nada al bajar, estoy un poco mareada seguro que ahí arriba hay menos oxigeno, vaya tonteria entonces en los pisos superiores tambien habria menos oxigeno y la gente se quedaria tonta. Igual lo de ser un borde viene con el tamaño y por eso yo soy tan maja, pero bueno, no parece mala persona, podria haberme aplastado de un pisotón. -Aunque sea verdad eso de que es mejor pedir perdón no creo que si te hiciera caca encima te valiera como escusa -Dije riendome, a pesar de su tono desagradable.

Me senté en la mesa y empecé a engullir uno de los platos, ya habia tardado mucho en tirarme a por la comida, intentaré no comerlo todo antes de que llegue la cerveza, con cerveza todo sabe mejor. -No deberias comer animalillos -Dije con la boca llena. -Son amigos nuestros, pero bueno, entiendo que a ti unas verduritas no te mantengan, jopelines, habrá que perdonartelo. -Puse cara de pena y seguí. -Pues, no se, soy una bufona de pueblo que pulula por el mundo por así decirlo y con respecto a como he llegado aqui... la verdad es que he venido en una caja de naranjas. -Me animé un poco al decirlo. - Smell se hizo tuvo un accidente en el viaje, ¿aún huelo a pis? -Dije un poco preocupada, bueno tal vez fuera una buena colonia.

Una vez se sentó, se limitó a ver como comía, con ansia. Parecía no haber comido en semanas, o que simplemente tenía mucho apetito. No tardaron en servirle dos barriles de cerveza y el jabalí que había pedido. Le gustaba ese restaurante porque era eficaz y la comida era realmetne sabrosa... Se había ganado a pulso la buena fama.

-Uno es para tí -Dijo con la sonrisa de lado pensando en la borrachera que iba a pillarse la pobre chica -Si quieres más puedo pedir otra ronda luego, creo que aún me queda algo de dinero -Dijo con cierta ionía, esperando que la chica se sorprendiera por la cantidad y la rechazara -Tendría que comerme una cosecha entera... Y me saldría algo caro, la verdad -Contestó intentando, sin éxito, tener un tono agradable.

Soltó una fuerte carcajada con su comentario y, dándole un largo trago a la cerveza agaró una de las patas del jabalí que le habían servido -Sería de muy mala educación no identificarme yo también... Soy Jack la Bestia y me dedico a capturar asquerosos malechores y a mantener este mundo de forma natural, aunque me resulte casi imposible, pongo mi granito de arena -Dijo con tono amargo mirándola a los ojos -Bueno, cuéntame, ¿qué sabes hacer?

Cuando llegó la cerveza no tardé ni medio segundo en servirme una jarra, jo, que sed da comer y que rico está todo. Igual un barril es damasiado para mi... pero oye, lo voy a intentar, además todavia me queda comida de sobra, de sobra para mantenerme viva, estaría siempre comiendo si pudiera...

-Ohhh... Muchas gracias por la cerveza. -Le dije al grandullón super feliz y di un trago de media jarra. -Intentaré acabarmela toda, toda, pero no prometo nada, espero que no te moleste. -Dije riendome, imagino que piensa que me voy a beber mucho menos de lo que realmente voy a beber. ¡Cerveza gratis! Que bien saben las cosas gratis.

Me pone triste ver al pobre jabalí así... pero bueno, yo alguna vez tambien he tenido que comer animalitos, y algunos de ellos si tuviera la oportunidad me comeria a mi, y la verdad es que este chico se ve que tiene más que de sobra capacidad para cazar un jabalí... Y si la otra opción es que se coma un campo de trigo prefiero que se coma un jabalí.

-Pues bueno, yo, se, colarme en sitios, hacer malabares, pequeños trucos con cartas... Robar... Romper cosas... -De otro trago acabé la cerveza que estaba tomando, tal vez esté bebiendo muy rápido. -No robar no, olvida eso, yo soy buena, no mala, no hago nada malo, nunca, no me hagas caso. -Dice que captura a gente mala y le digo que hago cosas malas... soy boba. -¿Entonces eres caza recompensas o algo así? Y, ¿por qué? Algunos piratas son majos. -Dejé caer como quien no quiere la cosa. -Yo voy a ser pirata.

Me serví otra jarra de cerveza, voy a intentar bajar un poco el ritmo.

Escuchó a la chica con atención sin dejar de mirarla a los ojos a la par que engullía trozos desproporcionadamente grandes de carne. Realmente era una persona muy interesante a la par que peculiar, comenzaba a pensar que quizás le sería útil ya que contaba con algo que él jamás podría tener: sigilo, y eso le venía muy bien en sus planes de crear una banda que colaborase entre sí. Parecía un fichaje acertado, no obstante, tenía que asegurarse de sus capacidades y de que era una persona de confianza... Realmente, para su tamaño, comía muchisimo, y eso, lejos de ser una ventaja, en alta mar sería un grave problema, pero bueno, también lo era para él pese a su tamaño así que no lo tomó en cuenta.

El hecho de que quisiera ser pirata le rechinó un poco, pero bueno, al fin y al cabo no todos los piratas son anti naturales y realmente el hecho de capturar maleantes le importaba más bien poco, su trabajo y sueño era la purga de este maldito mundo artificial. ¿Que por qué era cazarecompensas? ¿De alguna forma tendría que ganarse la vida, no? Realmente un trabajo aburrido no estaba entre sus opciones y trabajar para el gobierno desde luego no estaba ni siquiera entre sus mas extraños pensamientos...

-Los trabajos monótonos me aburren, soy un hombre de acción -Dijo dando un largo trago al barril, vaciando una buena aprte de él por su garganta abajo -¿Puedes decirme por qué quieres ser pirata? ¿Qué te atrae de ese tipo de vida? ¿Lo fácil que es robarle sus bienes a las pobres gentes de los pueblos o la simple crueldad de hacerlo? -Preguntó con cierto tono borde, pero no desagradable del todo, al fin y al cabo, solo estaba entrevistándola brevemente.

El Señor grande empieza a asustarme un poco, pero bueno, me ha invitado a la cerveza asique acabaré de comer con el y a ver si podemos estar agusto, porque parece que no le gusto mucho. Aunque es normal, yo quiero hacer cosas que el no ve bien asique lo entiendo. Estoy empezando a tener mono asique intentaré acabar la comida rápido, si el señor grande me diera un piti tendría tabaco casi para todo el día.

-Yo tambien he intentado tener un trabajo normal, pero por lo visto no es lo mio, si no pregúntale a mis ex-jefes. -Dije riendome y le di otro trago a la cerveza, esta vez más pequeño. -¿Robarle a la gente por diversión? No no no, yo nunca he robado por diversión, a veces no me queda otra que robar para vivir. -Dije como si le estuviera dando esplicaciones a mi mami, aunque la verdad es que no me acuerdo de como es eso. -Yo lo que quiero es viajar, sin tener que colarme en los barcos... Y ser conocida, ¡en todo el mundo! y ganar mucho dinero. Y bueno, si tengo que robar a alguien que no sea cualquiera. -Dije sonrriendo, no se si lo entenderá.

Seguí comiendo y le eché didimuladamente un poco de cerveza a Smell en el suelo, el tambien tiene derecho a beber un poco.
-Además mi parafernalia de cachivaches no puedo llevarla cuando me cuelo en un barco normalmente y así ni puedo ganar dinero ni puedo entretenerme agusto. -Dije con tono de berrinche. -Ni tampoco hacerme juguetitos nuevos. -Di otro trago a la cerveza, parece que hablar me secara tanto como comer.

Viajar, dinero y fama... Que idílico todo... ¿No? Pero él no era quien para judgar los sueños de nadie. Sin embargo y, redundantemente, aquella chica tenía algo que le llamaba la atención mucho más allá de lo evidente. A punto de terminar su comida, dió un largo trago de cerveza. Su objetivo de liderar un grupo de gente no parecía demasiado lejos y esa chica parecía perfecta para empezar a reunir efectivos, solo tenía que proponérselo de forma interesante y divertida, así seguro que aceptaba... Sabía que lo que ella buscaba era algo tan genérico que no pondría pegas en como conseguir eso que ella quería. Además, parecía alguien de buen corazón y con principios y no se la veía muy a gusto con Jack y a decir verdad no era extraño, el semigigante no se caracterizaba precisamente por ser alguien jovial y simpático.

-No tengo un barco, ni un navegante, ni siquiera un cocinero, pero tengo intención de formar un grupo de gente para poder conseguir cada uno nuestros objetivos ayudándonos entre nosotros, un grupo jerárquico, y creo que podrías ser una incorporación interesante para dicho proyecto... ¿Quieres continuar tu viaje y búsqueda conmigo? -Preguntó con sorprendente tono calmo y mirándola fijamente a los ojos.

Esperaba que no fuera demasiado tarde y que aún no se hubiera asustado lo suficiente como para huir, realmente le fastidiaría que después de haberle propuesto tal cosa se fuera. No solía pedirle a nadie que le acompañara y mucho menos en unas circunstancias como las que estaban aconteciendo. De todos modos y en cualquier caso, viajar con Marla iba a ser divertido, eso seguro.

Me queda un triste medio plato de ensaladita rica y ya no puedo más, asque le pongo las sobras a Smell en el suelo con el plato y acabo de un trago la cerveza que me quedaba en la jarra. Ahora si que voy a necesitar fumar.

No se si he dicho algo bueno pero parece que Jack se ha relajado bastante, menos mal, creo que para ocasiones como esta necesito algo con lo que hacer humo y huir valientemenete, o en su defecto hacerle cosquillas a Smell y que se tire un pedete, no creo que nadie quisiera pasar luego por ahí.

La propuesta que el Señor grande me ofrece es un poco absurda, creo que estamos en las mismas, pero bueno, simpre he viajado sola y a el se le ve muy aburrido, tal vez yo podria animarle un poco y si me meto en problemas estoy más que segura de que me serviría de ayuda y es dificil que no me meta en problemas. Además parece que a Smell no le incomoda, ni parece que a el le moleste tampoco asique... no veo por qué no. Me pregunto si seguirá por aqui la dueña de las monedas que han pagado mi comida, hablando de problemas...
Lo único que habrá que buscar otra forma de viajar porque a mi no se me ocurre como esconder algo tan grande en un barco.

-Bueno, chachi, no veo inconveniente siempre y cuando me pasees de vez en cuando en los hombros. -Dije más tranquila y me serví otra cerveza. -Pero... ¿Qué es lo que quieres hacer tu? ¿A qué tipo de "malhechores" buscas? -Me di cuenta de que no habia dicho apenas nada relevante sobre él. -¿Me das un cachito de piti? Empiezo a morirme del mono y no me gustaria empezar a trepar cosas.

Mordiendo con ansia el último trozo de carne la miró con calma. Las patatas se habían acabado hace rato y la cerveza iba de camino a ello. ¿Que tipo de malhechores? Era una pregunta un tanto complicada y no quería darle toda la chapa acerca de sus principios y de su odio hacia las akumas. No le parecía oportuno tenerla un par de horas explicándole qué era lo natural y qué era una aberración a sus ojos, así que terminándose lo que quedaba de cerveza resolvió que iba a ser más fácil resumir de forma sencilla.

-Lucho por mantener el mundo libre de aberraciones mecánicas y de usuarios que hayan probado las nueces de Belcebú, básicamente -Dijo resumiento de la forma más sencilla que pudo -Tengo un amigo que tiene un barco, suele ser él quien me lleva a los sitios, luego te lo presento... No podemos contar con él para todos los viajes pero si para muchos, y es muy útil. Vamos fuera a fumar -Dándole un trozo de cigarro y cogiendo la cerveza de la chica para irse fuera.

Una vez fuera, el semigigante encendió el cigarro con un fósforo que tiró al mar enérgicamente. Había un barco enorme fuera del Baratie con una bandera negra sin símbolo y unas velas del mismo color con un tipo de aspecto extraño sentado en lo más alto del mástil, parecía ser alguien tan grande como Jack, pero por la distancia no se le podía distinguir demasiado los rasgos.

-Ese es mi colega, si luego está de humor te lo presento luego, es un poco cascarrabias pero tiene buen corazón -Dijo con una leve risilla al final mirando a la chica desde muy arriba.

Bueno, viendo lo que dice Jack no tiene por que tener ningún problema conmigo asique todo chachi. Yo no he comido cosas de esas aunque podría ser interesante, bueno eso mejor no se lo digo, si se que le iba a parecer muy feo.

-Ah, dices esoo... Pues yo no uso nada de eso. -Dije enseñandole mis piernas, brazos, entre las rastas... E intentando hacer alguna cosa rara, como convertirme en un bicho o algo así. -No tengo nada raro ni hago nada raro, bueno, más bien no hago nada normal, pero sin trampas. Bueno si, a veces si hago trampas, pero nada que te tenga que preocupar. -Le dije inocentemente con voz de niña y cogí el cacho de piti. -Que no te parezca mal pero... entonces tu amigo, ¿es tan borde como tu? -Sonrei al acabar para darle a entender que era una broma... aunque sí, es un borde.

Seguí a Jack y a mi cerveza hasta fuera liandome un cigarro, con lo que me ha dado de un cigarro suyo puedo hacerme 3 o 4 si lo apuro un poco. Me hice un piti sin filtro, los filtros son para los ricos, no se puede derrochar el dinero en esas cosas, guardé el resto del tabaco en el pecho derecho. Despues de encenderlo seguí bebiendo, empiezo a estar contenta, pero eso no va a hacer que deje de beber. El amigo de Jack tambien es muy grande, espero que no sean sonambulos o despistados porque como me pisen estoy jodida. Saqué las pelotas de una mochilita que llevaba y me puse ha hacer malabares, manias de borracha.

-Y, ¿a dónde vais despues de aqui? bueno, ¿a dónde vamos? - Le dije sin dejar de mirar a las pelotas, si no se me caen, y aun soy joven para que se me caigan las pelotas, de hecho ni siquiera tengo, soy una chica.

Al parecer esa chica no había mancillado su cuerpo con alguna mierda de esas, y haría lo posible por evitarlo mientras estuviera con él, dió una larga calada al cigarro, realmente tenía muchas ganas de fumar aunque un porro estaría mejor, la verdad, pero no había dinero, nunca había dinero a decir verdad pero a veces si podía conseguirlo.

-Es un gilipollas, pero se hace querer, ya lo verás -Dijo riéndose con ganas mientras le miraba sonriente -Y si alguna vez te dice algo malo, simplemente ignórale, tiene días que no hay quien le aguante -Casi de tres tiros el cigarro estaba a punto de terminarse, echó una mano a su bolsillo, tenía un par de pastillas que había comprado a un hombre extraño en una tienda clandestina de medicinas, estaba seguro de que eran drogas, pues le preguntó un poco por encima su composición e incluía muchas sustancias estupefacientes y otras potenciadoras de las anteriores, aunque el hombre insistiera en que era para los dolores... Claro, si no se te quita el dolor se te olvida con el zumbido... Así es fácil hacer medicina...

-Pues no lo tengo claro del todo, luego le preguntaremos haber que nos dice, la verdad no tengo ninguna preferencia en especial, supongo que a buscar a alguien que sepa navegar bien, no como este fantoche, que siempre se pierde -Comentó riendose de nuevo, parecía mucho más a gusto con ella ahora que llevaban un largo rato hablando, en su mano tenía las pastillas y las miraba de cuando en cuando, dubitando si tomarse una o dejarlas para el viaje, a pesar de no tener ninguna adicción, solía necesitar drogas para evadirse de su cabeza y no matar a más gente de la necesaria, era una especie de calmante para su psicosis, aunque a la larga hiciera efecto contrario, eso no le preocupaba, tampoco apreciaba su vida demasiado.

Pues bueno, ya tengo compañeros de viaje, aunque solo sean dos ocupan como si fueran muchos más. La verdad es que yo pensaba seguir como hasta ahora, pero así mucho mejor, siempre esta bien hacer amigüitos y si fuman y beben mejor que mejor. En cuanto pillo la cerveza sigo bebiendo, la verdad es que estoy ya que me caigo pero por mis cojones (que no tengo, me repito) que la acabo, asique bebo todo lo rápido que puedo, igual si que es mucho pa' mi.

-¡Pues me parece todo muy bien! Donde diga el caballero nos dirijiremos, tampoco tengo nada mejor que hacer. -"Me se lengua la traba" bastante.

Su barco es maravillosamente grande, va a ser como ir en una mansión enorme y con lo boba que soy fijo que me pierdo. Mientrás observo atontada el barco el otro señor grande baja por el mastil como si fuera una barra de las que hay en los parques para que jueguen los niños o como si fuera un bombero, parece divertido. Que raro que no haya venido a comer, será que Jack es un gordo tambien y queria algo rico y no la comida que tengan en el barco.

-El otro señor grande, ¿no come? Digo, como has venido aqui tu solo. - Dije mientras el otro señor se bajaba del barco, igual si que viene a comer o igual ya nos vamos.

Jack miró a la chica, estaba bastante borracha, igual se había pasado un poco dandole una cerveza como las suyas... Entre tanto, el hombre se asomó y alzando la voz -Que Jack, ¿vamos o que? Tengo que devolverle el barco el inutil este -Con tono gruñon, como quejándose. Era un semigigante con media melena y un bigote bastante extraño, de rostro enfadado, aunque fuera el suyo por defecto, bastante gordo y sucio, con pinta de no lavarse la ropa muy a menudo.

Jack agarró a Marla y la puso en su hombro -Vámonos -Dijo secamente mirándola un instante. Cogió con la otra mano el barril y comenzó a subir por las escalerillas al barco -A ver si te consigues un barco propio tio, siempre andas igual -Comentó Jack con sorna mientras subía mirando al otro semigigante.

Una vez arriba, bajó a marla y a su cerveza y se sentó en el suelo, como si estuviera muy cansado -Cómpramelo tú, como si fuera barato tío listo!! -Replicó con rabia mirándolo, después comenzó a caminar hacia las amarras mientras rezongaba en voz baja, alejándose de ellos.