Día gris [Yoko]

Tras desembarcar en Loguetown, su amigo el semigigante se había quedado en el barco, como de costumre, era un maldito vinagre y no le gustaba relacionarse cn la gente... Jodido cascarrabias. Había tenido un día extraño y su paranoica cabeza no paraba de dar vueltas, lo único que tenía que hacer allí era comprar provisiones y volver al barco antes de que Marla se perdiera y tuviera que buscarla durante horas como la última vez, no era demasiado cómodo tener una compañera como esa, pero bueno, al menos amenizaba los viajes. Se sonrió mientras paseaba por la calle tranquilamente, algunas personas le miraban al pasar, normal, no era costumbre ver a un tio de seis metros pasear por als calles de tu ciudad como si nada.

Mientras caminaba por la calle, un ladronzuelo salió de una tienda coriendo con una bolsa llena de cosas, el vendedor, enfurecido y viejo, salió corriendo todo lo rápido que pudo tras él, pero al ver que no podía atraparlo, se quedó quieto maldiciendo no haberle vigilado mejor al verle entrar. Jack corrió hacia el joven y, agarrándole con una mano lo levantó a la altura de su cabeza -Haber, trozo de mierda, vas a devolverle eso a ese buen hombre por las buenas composturas, ¿verdad? -Con tono mordaz y áspero, el ladronzuelo temblaba y, sin poder articular palabra le devolvió la bolsa al semigigante, una vez lo hizo, este le tiró contra el suelo con fuerza -Tome, esta vez no le robarán -Dijo mirando al tendero, que ahora sonreía mientras forzaba una sonrisa que no le apetecía esbozar.

Entre tanto, un circulo de gente a su alrededor se había congregado a ver la escena como si de una obra de teatro se tratase, el hecho de haber agredido al chico y de haber dado esas voces no ayudaba y mucho menos su "habilidad" por pasar desapercibido (sarcasmo). Sin decir nada intentó seguir su camino, pero vió una chica peliroja que le sonaba de algo, no estaba seguro de si su cabeza le estaba jugando una mala pasada, o quizás era verdad, en cualquier caso queria comprobarlo, así que dejó de avanzar y se limitó a mirarla con atención, pensando si realmente la conocía o no.