Rascale la tripita y todo ira bien [Libre]

A todos les parecio una buena idea el plan que yo había sugerido, les pareció hasta mejor idea que la idea de Nairb así que finalmente decidimo que pondriamos mi plan en marcha. Nairb iba a la cabeza como él había dicho antes conocia bien la isla ya que hacia bastante que estaba allí así que nos sirvio por decirlo de alguna manera de una especie de guía turistico.
El camino hacia el lago transcurrió sin ningún percance, ibamos caminando de la forma más silenciosa que podiamos siguiendo el rasto de árboles caidos, hojas movidas y de pura destrucción que la bestia iba dejando a su paso.

Para mi sorpresa llegamos al famoso lago y aquello era totalmente normal, demasiado normal, no había ningún rastro de destrucción es decir, parecia que la bestia no había pasado por allí. Todos parecieron igual de extrañados que yo, una criatura así, de aquel tamaño y capacidad de destrucción no podía desaparecer por arte de magia sin dejar rastro ¿O si?
Cloe señaló unas pequeñas madrigueras de conejo donde sugirió que podría haberse metido la criatura que estabamos buscando, negué con la cabeza. -Es imposible que una bestia tan enorme pudiese meterse en un hueco tan pequeño- Aunque por mi cabeza pasó una idea. "Si Cloe podía convertirse en un unicornio ¿Por que no podría otra persona convertirse en la bestia que estabamos buscando?" decidí no compartir esta idea con mis compañeros, era una locura y no había ni huellas de humano ni ninguno tipo de prueba más así que era inútil avisarles de algo que posiblemente fuese mentira.

-Hemos debido de pasar algo por alto. A lo mejor se desvió de dirección y esta en otro sitio. Deberiamos retroceder y mirar por otros sitios- Sugerí la opción que más sentido tenia aunque claro nada tenía mucho sentido en todo aquello. Esperé si les parecía bien mi idea o alguien proponia algo mejor.

Offrol:

Cloe fue la primera en sugerir una idea de lo que podía haber pasado, que la bestia se hubiese colado por unos pequeños agujeros que había en el suelo. Eso era tan probable como que un monstruo volador aún más grande hubiese venido y se lo hubiese llevado, es decir, poco. Cloe parecía querer aparentar estar al nivel de un cazador en estos temas a la vez que nos exigía mostrar nuestras habilidades. Resultaba un poco gracioso ver a una chica como ella tan seria, pero no podía distraerme. Fue Yoshi la que le dijo que su idea era imposible, aunque no creo que ni ella misma la hubiese tomado como una propuesta seria desde el principio. Tras esto la rubia se paró un segundo y propuso volver atrás para asegurarnos de que la bestia no se había desviado en algún momento. Yo tenía claro que eso no era posible, habríamos visto rastros. Lo único que se me ocurrió hacer fue acercarme a la zona donde acababan los rastros para investigar.

-Antes de irnos vamos a ver si encontramos algo relevante por aquí. Tampoco es que hayamos examinado mucho la zona.- dije mientras empezaba a examinar la zona más cercana al lago.

Me daba igual si a mis nuevos compañeros no les parecía bien mi plan, era algo que había que hacer. No podíamos arriesgarnos a marcharnos y dejarnos ahí alguna pista importante. Comencé examinando la orilla del lago. El agua estaba turbia. Habría sido fácil pensar que era a causa del fango que la bestia podría haber levantado al beber, pero se apreciaba un color morado poco natural. Seguramente eso tenía algo que ver con la desaparición de nuestra presa.

-¡Venid a ver esto!- les llamé. -¿Alguien sabe a qué se debe ese color?- pregunté mientras me examinaba la zona de alrededor.

No muy lejos de donde el agua estaba más tintada encontré finalmente la prueba de que allí estaba pasando algo serio. Semienterrado en la tierra encontré un tubito con líquido purpura muy denso. Era una suerte que no se hubiese roto, quien sabe lo que podía ser esa sustancia.

-¡He encontrado otra cosa!- dije mientras me volvía a acercar al grupo. -¿Alguien tiene conocimientos de química? Seguro que si averiguamos que es esto podremos encontrar a nuestro monstruo.- les dije con una sonrisa confiada.

Cloe se puso a hacer que investigaba igual que sus compañeros. La verdad que no sabía que buscar, simplemente observaba el terreno como si supiera algo. De repente la voz de Nairb llamo la atención de sus compañeros. Todos fueron raudos a ver qué pasaba o que había encontrado. Resultaba que el agua estaba de un color extraño, y nuestro querido amigo encontró un tubo científico con una sustancia purpura similar.

- Yo se algo de ciencia .- respondió Cloe a las pocas habilidades que tenía. Después cogió una hoja grande del suelo y la uso para coger el tubo sin mancharse.- A simple vista no sabría deciros que sustancia es, pero si esto es el causante de la destrucción solo hay una manera de saberlo. - la joven se puso a buscar algo por el suelo mientras sus compañeros la miraban sin saber qué hacía. De repente la joven dio un salto de alegría y cogió una hormiga-gusano del suelo. Parecía que hasta los insectos eran híbridos en esa isla.

Cloe vertió el líquido purpura sobre el animalillo y espero a una reacción química. En principio no ocurrió nada, y parecía que el animal se había muerto ahogado en esa sustancia. Pero entonces aquel pequeño insecto empezó a crecer hasta tener el tamaño de un perro. Aquello fue una sorpresa y más al ver el rostro horrible de un insecto a tamaño más grande. Cloe se alejó de la cosa fea y se ocultó detrás de sus compañeros.- Si mis conjeturas son correctas, deberíamos tirarlo al lago para saber si vuelve a la normalidad o se ahoga sin más .- dijo la joven mientras parecía que aquel bicho estaba muy cabreado e iba a atacar a todo el que se pusiera por delante.

Cloe se ocultó detrás de unos árboles, para que sus compañeros pudieran neutralizar a la bestia, y un destello de luz la hizo mirar al otro lado del lago. Para su asombro, encontró a un joven con una bata de médico o científico que estaba observando la situación. Al ver que la joven le estaba observando, aquel tipo echo a correr hasta esconderse dentro de una cueva.- Chicos, creo que he visto a una persona al otro lado del lago. – dijo Cloe esperando que sus amigos la escucharan al otro lado del árbol.

Nairb rechazó mi idea de ir a otro sitio a buscar más pruebas pues consideraba que nos habiamos pasado pruebas que se encontraban en el lago donde estabamos, sinceramente se me hacia raro pensar que eso fuese cierto pues a simple vista no parecia nada fuera de lugar pero mi capacidad de observación aquella vez se equivocó pues después de un rato buscando el cazador habia encontrado algo raro en el agua, me acerqué para poder verlo mejor tal y como él habia dicho el agua estaba de un color extraño... una especie de morado claro ¿Como no habia podido ver aquello? Estaba claro que estaba perdiendo facultados, no podía permitirlo.

Mientras yo pensaba enrevesadas maneras de entrenar mi vista y mi observación Cloe se puso a hacer experimentos raros con el agua, estaba muy mona agachada buscando algo por el suelo y emocionandose como una niña al encontrar un bichito, era una escena muy rara pero por alguna razón se me hizo muy entrañable.
La escena dejo de ser entrañable cuando Cloe vació el contenido purpura del tubo (que no sabia muy bien de donde habia venido la verdad) al principio el pequeño animalito extraño no se movió, parecia hasta muerto cosa que me puso muy triste ¿Por que tenia que experimentar con él? Hasta yo me habria ofrecido de conejillo de indias aunque claro... seguramente solo habria funcionado con animales.

Pero el animal contra todo pronostico no murió si no que se transformó y empezó a crecer, crecer y crecer hasta alcanzar un tamaño extraordinario y bastante raro y un poco asqueroso tambien hay que decirlo. No fui la única quien lo encontró asqueroso e incluso terrorifico pues Cloe se refugió detras de un árbol bastante cerca de mi.
-Yo no pienso hacer nada a ese pobre bichito- Si por tirarlo al lago le pasaba algo grave no quería ser responsable de aquello.
Retrocedí practicamente hasta donde se encontraba la chica escondida tras el árbol y entonces oí como señalaba que habia visto a alguien ¿Quien estaba allí aparte de nosotros?
-Cloe ¿Por donde a ido?- Me giré y me apresuré a agarrarla de los hombros y zarandearla, aquello podia ser muy importante para aquel caso, algo me decia que ese alguien que habia visto estaba detras de todo esto.
-Vosotros ocuparos del pobre bichito, luego reunios con nosotras.- Di un toque muy autoritario a mi tono de voz.- ¡A investigar!- en un cambio drastico de actitud agarré emocionada por la aventura a Cloe del brazo y me fui con ella a perseguir a aquel tipo.

Fue un alivio que Cloe supiese algo de química, sin ella nos habríamos quedado bastante atascados. Sus métodos quizá no fueron los más protocolarios, pero nos dieron las respuestas que necesitábamos. Lo que hizo fue tomar la muestra que yo había hallado y verterla sobre un pequeño bicho que pasaba por allí. No sé qué se le pasó por la cabeza, comprobar si era eso lo que había creado a la bestia usándolo directamente en otro animal era muy peligroso. Y como siempre, la suerte no estaba de nuestro lado. Me habría gustado que eso fuese más bien un antídoto o algo así, sin embargo mis esperanzas se vieron frustradas a medida que el insecto iba aumentando de tamaño. Al menos antes de ir a esconderse la entendida del grupo propuso que lo tirásemos al agua a ver qué pasaba. Ese era un buen plan, si aquella monstruosidad volvía a su tamaño original ya sabríamos que había pasado con la que nos habíamos cruzado antes. Aun así nos quedaba un problema, no parecía que fuese a ser fácil dirigirlo. El bicho era grande, muy grande, y parecía ser bastante fuerte.

-¡Manos a la obra chicos!- dije sonriendo mientras desenfundaba mis sinawali y me preparaba para la pelea.

No tenía muy claro cómo hacerlo, pero sólo era un bicho. Aunque derrotarlo fuese algo muy improbable, forzarle a ir al agua tampoco debería ser una misión demasiado complicada. La primera arremetida de la bestia fue dura, pero parecía que no buscaba atacarnos a nosotros directamente. Daba la impresión de que la locura se había apoderado de él y le hacía moverse bruscamente en cortos arrebatos. Casi me daba pena tener que golpearle, pero era necesario. No tenía pinta de ir a meterse el solo en el agua. Yoshi dejo claro que no estaba dispuesta a ayudarnos en la labor. Entendía que podía resultar algo cruel  para con el animal, pero era mejor eso que dejarlo agigantado por ahí. En ese momento volví a escuchar la voz de Cloe. Al parecer había visto alguien al otro lado. Rápidamente las dos muchachas del grupo marcharon a perseguirlo. No me gustaba la idea de que el grupo se separase, pero era lo mejor que podían hacer si no iban a ayudarnos a Error y a mí.

-¡No dejéis que escape! ¡Os buscaremos en cuanto acabemos con esto!- les dije de lejos mientras volvía a centrarme en el trabajo que tenía entre manos.

Cloe corrió rápido bordeando el lago, pero en su forma humana, pues no quería dejar atrás a su compañera y menos que se la subiera otra vez encima. No era algo desagradable cuando mides y eres el doble de fuerte, pero que se te suba alguien encima podía llegar a ser muy estresante. A los pocos minutos llegaron a la enorme piedra gris por la que se había introducido el sujeto. Cloe dio una patada a lo que parecía ser la puerta y esta se movió como si de un cacho de tela se tratara. Se quedó un poco sorprendida por su nueva supe fuerza desatada y miro con cara de boba a Yoshi.

Se acercó de nuevo a la puerta y la abrió con la mano, enseñando el interior de lo que parecía ser una tienda de campaña. Al parecer aquella roca era de mentira, era una simple estratagema de camuflaje. Al entrar vislumbraron a un joven delgado y con gafas cogiendo muchos papeles y aparatos con sus manos. Al ver a las dos jóvenes se quedó paralizado, como un animal asustado. Cloe lo miro de arriba a abajo e intuyó que era bastante débil.

- Déjamelo a mí.- dijo con aires de malota, apartando a Yoshi con la mano. Se acercó al tipo de gafas y de un manotazo le tiro las cosas al suelo. El tipo se quedó más paralizado aun, pero con un pequeño tic en el labio que le hacía aparentar estar muerto de terror. -¿Quién eres y que haces aquí? El chico empezó a tartamudear de forma muy exagerada y Cloe le propino un puñetazo en la cara. Aquel joven cayó de espaldas exageradamente y se puso a llorar como una niña. Cloe se volteo y miro con cara de tonta a Yoshi.-Te juro que apenas le he rozado.

Cloe decidió dejar el tema del interrogatorio a Yoshi, y ella se puso a hurgar los informes del joven. No descubrió nada nuevo, solo que experimentaba para conseguir gigantismo en animales, pero al parecer alteraba su sistema nervioso y los hacía violentos. En una de las mesas encontró varias probetas de colores distintos y un montón de píldoras y pastillas machacadas.-Me da que todo esto es ilegal.- dijo llevándose unas cuantas probetas a los bolsillos, ya que la podría venir bien en un futuro para hacer alguna tesis científica.

ORDEN:

Seguí a Cloe por la orilla del lago hacia el lugar donde había visto huir al tipo del que nos había avisado. Llegamos a lo que parecia una cueva enorme aunque estaba bastante en medio de la nada, era un poco extraño. Cloe se adelantó y dió una patada a una enorme roca que misteriosamente cayó a plomo, o aquella chica se habia convertido derepente en la chica más fuerte del mundo o estaba en lo cierto y esa roca era muy falsa.
Nos metimos dentro de la cueva, por dentro era una tienda de campaña es decir que era completamente falso, una tapadera para que pudiese hacer sus trabajos en paz pasando desapercibido delante de los animales y de toda la gente que pasara por allí.

En el centro de la tienda con un montón de papeles se econtraba el prototipo ideal de lo que seria un cientifico loco, con bata, gafitas y todas esas cosas tan de cientifico. Cloe haciendose la valiente dijo que la dejara a ella ¿A caso sabia luchar? ¿y si aquel hombre era peligroso? de todas formas no quería que se sintiera mal creyendo que no confiaba en sus habilidades así que simplemente la deje el terreno libre aunque yo desenfundaba y cargaba mi arco por si acaso.
Le tiró las cosas al suelo de un manotazo y sin venir la cuenta le asestó un puñetazo, el otro comenzó a lloriquear y tartamudear mientras Cloe me aseguraba que no le habia dado tan fuerte no pude evitar una risa por lo bajo.

Mientras cloe investigaba todos los papeles y probetas que había en la tienda de campaña yo me encargué de aquel tipo. Ni si quiera tuve que amenzarle ni hacerle nada, cuando me vió acercandome a él con el arco cargado en la mano empezó a balbucear y a confesar que solo estaba experimentando una nueva droga que pensaba vender para que todos los que quisieran y pudiesen pagar su producto se hicieran más poderosos. Cloe lo confirmó según todo lo que había encontrado, aquello me estaba empezando a molestar ¿Como se le ocurria hacerles eso a los pobre animales?. Me agaché y le agarré de la camisa a aquel cientificucho.
-Mira, eres un ser despreciable. La próxima vez que te parezca bien experimentar con animales acuerdate de esto.- Le propiné otro puñetazo en el mismo sitio de Cloe pero esta vez de verdad haciendole batante daño. -Y ahora dime cual es el antidoto.-

El hombre confesó que no había antidoto como tal que simplemente habia que meterles en el agua como bien había deducido mi compañera, la chica de verdad tenia futuro como cientifica.
-Cloe, deberiamos volver con los demás. Coge todo lo que quieras y destruyamos lo demás.- Me negaba a dejar a un imbécil con un montón de trastos que agigantaban animales y posiblemente tambien gente.

La tarea de meter a aquella monstruosidad en el agua comenzaba a hacerse muy ardua. Cada vez que Error o yo lográbamos acercarlo un poco al lago, el bicho gigante entraba en uno de sus arrebatos de furia y volvía a donde estaba anteriormente. No sabía que es lo que podría hacer, y por las miradas que intercambiaba con mi huesudo amigo supuse que el tampoco. Al menos no corríamos un riesgo real, pues nuestro enemigo solo golpeaba de un lado para otro sin objetivo fijo, lo que hacía bastante fácil esquivarle. Aun así no podía dejar que esto se alargase todo el día, la bestia no parecía cansarse mientras que nosotros perdíamos un poco de fuelle con cada movimiento. Es por eso que decidí hacer algo arriesgado.

-¡Error ata los arboles más cercanos al agua! ¡Tengo un plan!- le dije mientras esquivaba un ataque del bicho.

-¡Aquí grandullón! ¡Ven a por mí!- le grité a continuación al bicho mientras agitaba los brazos.

Esperaba llamar lo suficiente su atención como para que se centrase en venir a por mí en lugar de solo golpear todo lo que se movía, así daría vía libre a mi compañero para preparar la trampa. El agigantado insecto pareció comenzar a sentirse molesto por mis gritos. Me dirigió una mirada de furia mientras se detenía por un momento. Luego arremetió directo en mi dirección a la vez que emitía un sonido muy raro. Sentí un escalofrío por lo peligroso de la situación, pero confiaba en mi habilidad. Esperé pacientemente hasta que el bicho estuviese casi encima de mí y entonces salté sobre él. El animal intentó embestir, pero yo estaba sobre él, no podía alcanzarme. Me agarraba tan fuerte como podía a las antenas del bicho mientras que este se revolvía intentando echarme de él.

Casi me divertía con esta situación, montar a un insecto gigante enfurecido no es algo que puedas hacer todos los días. Disfruté un poco de la adrenalina que me daba estar en esa posición hasta que pude ver como Error me hacía gestos desde abajo. La cuerda estaba lista, no debía perder más el tiempo. No tenía claro si esto iba a funcionar, pero tenía que comprobarlo. Tirando de las antenas y dando pequeñas pataditas en su cabeza comencé a controlar la dirección de mi nueva montura. Era difícil y muy impreciso, pero al menos estaba funcionando. Tardé un bastante en lograr que el insecto mirase en dirección al lago, momento en el que agarrándome de las antenas me descolgué delante de su cara. El animal no pudo contener la rabia y comenzó a correr en línea recta como si quisiese alcanzarme, pero el pobre no podía. La bestia llegó a la cuerda a una velocidad bastante elevada, por lo que al tropezarse yo salí disparado hacia el agua. Él por su parte rodó hasta llegar al agua. Me sabía mal haber hecho que se lastimase un poco, pero era necesario.

Fue un alivio ver como las conjeturas de Cloe eran acertadas, el bicho volvió a su tamaño normal. Me dolió en el alma ver como un pez-rana se lo comía, pero así funciona la naturaleza, no había nada que yo pudiese ni debiese hacer. Tras esto salí nadando del agua y me junté con mi compañero para ir a buscar a las chicas.

Cloe se puso a amontonar todo en una pila de papeles y sustancias científicas, después combino unas cuantas sustancias químicas y las derramo por encima del montón. Los papeles empezaron a deshacerse, las probetas estallaban y lo que tenían en el interior se mal obraba, las pastillas se deshacían es espuma burbujeante. Cloe se volteo alegre y sonrió a Yoshi, mientras observaba como aquel científico palidecía y decía algo por lo bajo, seguramente por haberle destrozado la vida, pero eso a Cloe la traía al fresco.

-Yo ya tengo todo lo que necesito.- dijo golpeándose uno de los bolsillos en los que contenía un par de probetas y unos cuantos informes de las sustancia química, lo suficiente para estudiarlo más detalladamente en un futuro. Al salir al exterior encontró a Nairb y a Error acercarse hasta ellas, los cuales parecían algo cansados. ¿Les habría dado mucha guerra aquel ser? Bueno, parecía que no, pues aquel bicho ya no se encontraba por el lugar. -¿Qué tal os ha ido? A nosotras bien, mira lo que nos hemos encontrado.- dijo señalando al tipo delgaducho que sostenía Yoshi.-Por cierto, Nairb, creo que puedes quedarte con su tienda de campaña con forma de roca, él no la va a necesitar más. - aquel científico parecía que iba a encararse con el grupo, pero al ver a Nairb y a Error decidió cerrar la boca y darse por derrotado.- Amigos, creo que aquí se acaba nuestra aventura. Yo iré al puerto en busca de nuevas islas, espero volver a veros en un futuro, aunque si alguno quiere venir conmigo al puerto aun está a tiempo.- Cloe rio de una forma muy infantil y agradable, acompañado de un abrazo para despedirse de los amigos que decidieran quedarse investigando más en aquella isla.

Cloe dijo que ya tenia todo lo que necesitaba así que nos preparamos para irnos de allí, supuse que con todo resuelto ya no teniamos nada que hacer allí hasta a mi ya me daba igual lo que habia ido a hacer a la isla, es decir la exploración que habia empezado.
Vi como recogió unos papeles y demás cosas que necesitaria para... yo que se para lo que hicieran los científicos o lo que ella fuera, tampoco lo tenia muy claro aunque lo supuse por sus amplios conocimientos de química.

-Bien vamonos.- Y después me giré para mirar al cientificucho que seguía tirado en el suelo muerto de miedo. -Tu te vienes con nosotros, no creas que tus crimines con estos pobres animales va a sair impune, adenás de que es tremendamente ilegal.- Me levante y le cogí por detrás agarrandole por las muñecas y saliendo de la tienda de campaña aunque antes recogí una pequeña muestra de aquel brebaje que habia sobrevivido a la pequeña explosión que Cloe habia provocado, de momento no me servia para nada pero a lo mejor podia servir de pruebas o... para otra cosa. Lo guardé discretamente en mi bolsillo sin que nadie se enterara.

Cuando salimos al exterior Nairb y Error nos esperaban, no veía por ninguna parte al bichito gigante así que supuse que habia vuelto a su tamaño original cosa que me hizo muy feliz. Iba a preguntarles para confirmarlo pero Cloe se adelantó así que simplemente me quede callada y escuché su contestación con interes.
Cloe le dijo a Narib que podía quedarse con la tienda. -Si, él ya no lo va a necesitar.- Dije zarandeando a mi prisionero que aún tenia agarrado fuertemente. -Que por cierto es el capullo que estaba experimentando con los pobres animales asi que ya no teneis de que preocuparos, caso resuelto.- Dije sonriente y orgullosa de poder haber terminado con aquel misterio sin ningún daño importante.

Después de nuestra pequeña charla Cloe se despidió de todos, allí terminaba nuestra pequeña aventura, nos habiamos aliado para resolver aquello y ya estaba todo en su lugar así que ya no teniamos nada que hacer todos juntos.
-Te acompaño Cloe, yo tambien tengo mi barca en el puerto y debería irme con esta escoria lo antes posible.- Pensaba entregar a aquel científico a la marina, no sabia si me darian algo de recompensa pero al menos seria juzgado por sus crimenes.
Tras despedirme de Error y Rag me dirigí al puerto con Cloe, el paseo fue agradable ya que empezaba a anochecer y refrescaba cosa que se agradecia bastante, hasta vimos una pequeña lechuza tortuga que estaba ululando en una roca de la playa.
Me despedí tambien con ella y después de atar y sujetar a aquel tipo al bote me marché de allí con un bonito recuerdo y la sensación de haber hecho algo muy bueno por aquellos animales tan singulares.

A los pocos minutos de que Error y yo comenzásemos a andar en la dirección en la que se habían ido las chicas encontramos su rastro. Menos mal que no eran muy sigilosas, si no nos habría costado bastante dar con ellas. No muy lejos, saliendo de una especie de cueva, vimos un humo negro que se abría paso hacia el cielo. Aceleramos el paso para llegar a su origen lo antes posible, si había fuego quizá necesitasen nuestra ayuda. Yo comencé a preocuparme un poco, no quería sentirme culpable si les pasaba algo. Por suerte tenían la situación controlada, habían detenido al hombre misterioso, que parecía un bebé llorón, y habían destruido su escondite.

La primera en percatarse de nuestra presencia y saludarnos fue Cloe. Esta nos preguntó qué tal había ido nuestra misión mientras nos mostraba la presa que habían atrapado. Seguidamente me ofreció que me quedase con la tienda de campaña de camuflaje que pertenecía al que, según añadió Yoshi, era el malhechor que había estado experimentando con los animales de la isla. Me acerqué un poco a la cueva para ver mejor lo que me ofrecían, no era la gran cosa, pero su antiguo dueño ya no la iba a necesitar. Decidiendo quedármela finalmente me puse a desmontarla mientras les contaba a las chicas que tal nos había ido. No entré mucho en detalle, hay gente que necesita que les endulcen un poco las cosas, y ellas parecían ser ese tipo de personas.

-La tienda es bastante buena, gracias por dejármela. En cuanto a nuestro amiguito… nos ha costado un poco, pero al final se ha metido el sólo.- dije dirigiendo una mirada d complicidad a mi huesudo compañero para que no contase más de lo que yo dijese.- Seguro que ahora está comiendo hojas por ahí.- añadí ocultando su triste final para que no se sintiesen culpables.

Tras esto hubo una serie de despedidas bastante amistosas, en la que Cloe derrochó abrazos. La verdad es que esta gente me agradaba bastante, seguramente eran de las pocas personas en el mundo que habían llegado a caerme bien. Me dolía dejarles ir, pero nuestra misión ya estaba acabada.

-Ha sido un placer vivir esta aventura con todos vosotros. Espero que volvamos a vernos algún día y podamos repetirlo. También me vale tomar un café o una copa si os viene mejor.- dije antes de una carcajada que ponía fin a nuestra estancia juntos.

Todos se marcharon, y yo volví a seguir plegando la tienda. La verdad es que me estaba haciendo un poco un lío, pero al final lo logré. La saqué fuera de la cueva y me puse a registrar la zona para asegurarme de que mis nuevas amigas no se habían dejado nada sin destruir. Todo parecía correcto, papeles quemados, utensilios rotos…Todo parecía estar arreglado, pero por suerte encontré una de las muestras del líquido. Menos mal que me había dado por revisar el lugar otra vez, habría sido un desastre si otro animal se lo bebía. Estuve a punto de destruir esa última muestra, sin embargo decidí quedármela. Nunca se sabe qué tipo de información puede aportar algo así. Tras esto cogí la tienda y me dirigí a la cala donde tenía apostado mi barco, ya llevaba demasiado tiempo en esa isla.