Conociendo al nuevo integrante [Privado-Pasado][Tobías/Geni-cto]

El viento revolvía mi larga cabellera haciendo que ondeara a su compás. Iba andando tranquilamente por un camino que llevaba a la parte más exterior de la ciudad en el cual estaba la parte más humilde del pueblo. Según la información que encontré por la agencia era una isla pacífica que vivían casi sin usar la tecnología, incluso se decía que en la zona más periférica de la ciudad usaban antorchas como método de iluminación. Tenía que ser curioso vivir en un lugar tan tranquilo sin el estrés de tanto aparatito, quizás podría incluso acostumbrarme a vivir en un sitio como éste, pero el motivo de mi viaje no era buscar una residencia nueva, si no el conocer a uno de los nuevos integrantes de los CW. Escribí una pequeña carta dirigida a él con el sello de la banda donde ponían el lugar y motivo de nuestro encuentro. Según me habían dicho se parecía mucho a Gusi, aunque esperaba que sólo fuera físicamente. No sabía si podría aguantar a dos como él.

Tras mi paseo llegué a mi destino y entré en "La Flor Marchita", era un pequeño establecimiento de la zona exterior del lugar en el que nada más había lugareños, había un fuerte olor que no sabía descifrar, pero intuí que vendría de unos maceteros con ramas secas. Entré y noté la mirada de todo el lugar, pero fui directo a la barra. Parecían sorprenderse de ver a un extranjero en el lugar y parecían perspicaces ante mi presencia. Cierto era que mis ropajes negros unido a las dos pistolas que podían verse en mi cintura harían sospechar a muchos, pero una vez hablé con el tabernero identificándome como miembro del CP hizo que el ambiente se relajase. Los lugareños se relajaron también al ver la nueva actitud de su paisano conmigo y siguieron con sus cosas. Expliqué al hombre que había quedado con uno de mis compañeros aquí para resolver el problema que tenían con un enmascarado y conseguí una bebida gratis y algo de charla.

- El muy canalla no para de dar problemas. Tiene a la guardia de la ciudad en un aprieto, ya que la gente todavía no entienden como no lo cogen. - comenzó el camarero amablemente. Parecía un tipo de mediana edad con un buen aspecto físico y por suerte se mostró parlanchín. - Los muy torpes se escusan con que cuando lo arrinconan desaparece de repente, pero nadie los cree. Yo en verdad pienso que hay gato encerrado en el tema, pero sólo son habladurías. - concluyó el camarero.

Era interesante saber que era tan escurridizo, porque así sería una manera de ver las cualidades del nuevo. Había elegido esta misión para realizar con el joven ya que parecía simple en principio, y así podría ver al joven en acción. Me gustaba conocer más de cerca a mis nuevos compañeros y más si en un futuro mi vida podía estar en sus manos, tenía que comprobar de que temple estaba hecho.

- No se preocupe compañero. Ahora el caso está en manos de los CW. - dije al camamero mientras esperaba al joven. Creía seriamente poder dar con el tipo. No sería tan difícil dar con un tipo que usaba una máscara tan peculiar.

Kyriu acababa de levantarse, mas que nada porque los marines en entrenamiento tenían la costumbre de hacer mucho ruido. Kyriu se acababa de levantar como en una mañana cualquiera se baño y esta vez en vez de utilizar su habitual kimono se dispuso a lucir su nuevo uniforme de la marina. tomo sus katanas y su bolsa de hierbas, se dispuso a bajar las escaleras las cuales se hacían interminables producto del insomnio, una vez abajo se dirijo al campo de entrenamiento para practicar sus ataques, cuando nada mas salir al campo de entrenamiento un marine dijo -Kyriu no? mucho gusto creo que esto es suyo -  entregando una carta volviendo a su puesto. Kyriu se sorprendió y rápidamente abrió el sobre casi despedazandolo en la carta decia

-Recluta Kyriu recibio esta carta debido a que lo solicitamos para una mision puesto a que acaba de empezar dirijase hacia la flor marchita y pregunte por Tobias Thorn

Kyriu se quedo sin palabras puesto debido al ser un novato no esperaba una misión tan rápido - calma Kyriu recuerda a rin kaedono en el capitulo cincuenta- refiriéndose a unos de sus mangas   mostro una sonrisa y se dispuso a buscar la puerta hacia a el exterior. una vez a fuera siguio las direcciones de la carta y dio con el lugar. Miro hacia adelante, fijo su mirada a un cartel que decia -la flor marchita en una tabla de madera. se dispuso a entrar, se sento en uno de los taburetes que quedaba al lado de un joven con una cabellera larga y castaña, duro unos minutos pero se dispuso a preguntar -sabes algo de un tal Tobias Thorn?

Seguí hablando amablemente con el camarero. El tipo se llamaba Tom y era todo un parlanchín. Siguió hablándome sobre el asesino que tantos quebraderos de cabeza estaba dando al poblado y las zonas donde se le había visto. La conversación estaba siendo bastante fructífera ya que Tom estaba adelantándome el trabajo de investigación gracias a todos los datos que estaba proporcionándome, aunque no todo era bueno. Tuve que escuchar anécdotas de media familia y las penurias de la otra media. No sabía cuanto tiempo llevaba esperando al tal Kyriu, pero al menos llevaría medio árbol genealógico hasta que al fin la puerta sonó.

Un joven vestido de recluta entró como algo distraído. No tenía duda de que era la persona que estaba esperando, puesto que como bien me habían informado se parecía a Gusi. Pensaba en saludarlo una vez que se fijó en mí, pero el chico se sentó a mi lado sin decir palabra. Tom estaba perplejo ante tal actitud, aunque yo estaba entre la risa y el llanto. Al parecer el joven no tenía la certeza de que yo era su cita y se mantenía en un extraño mutis. No podía evitar maldecir mi suerte porque de momento si que se parecía a Gusi en más de un aspecto, no quería prejuzgar al joven tan pronto, pero por fin se dirigió a mi persona.

- Creo que podría decirse que sé muchas cosas de él. - fue mi respuesta. Opté por tomármelo a risa como una introducción, ya que tampoco quería darle una mala impresión contestando de mala manera, asique me dispuse a ver cuanto tardaba en averiguar las cosas él solo, como también quería ver hasta donde era de precavido. - Dime para qué lo buscas y quizás te ayude a encontrarlo. - seguí mienyras sonreía amigablente. - Tom, pon lo que le apetezca al joven.

Quizás si cree que está hablando con otra persona no se muestre nervioso y podríamos hablar más amigablemente, aunque también tenía motivos personales para ver como actuaba. Me gustaba saber al máximo de las personas con las que trabajaba.

El joven peliblanco aceptó el tomarse algo y pasó mi pequeña prueba personal. No es que viese mal el que alguien se tomase una cerveza o incluso un whisky para celebrar una cruda misión o tarea, pero no para realizarlas ya que el alcohol embotaba los sentidos y no pensaba hacer de niñera de nadie.

- Ponme a mí otro Tom, tiene buena pinta. - dije mientras guiñaba un ojo a Kyriu.

Seguí esperando pacientemente mientras nos servían y observé al joven dar un lento trago de su bebida. Parecía que alargaba los segundos cómo para pensar que responder hasta que por fin comenzó a hablar sin ser muy esplícito, pero dándome a entender que ayudarle era lo más beneficioso para mí, aunque el comentario sobre la ayuda de la marina casi me hace reír. Pude reprimirla lo suficiente para que quedase en una sonrisa. La verdad es que la primera impresión estaba siendo buena, a pesar de su parecido con mi compañero y amigo Gusi sólo parecía físico, ya que el joven que se mostraba ante mí parecía bastante más tranquilo y menos impulsivo. Era una forma de actuar más pareja a la mía y me tranquilizó el saber que quizás si la cosa se ponía tensa con lo que íbamos a hacer el chico no se precipitaría dando más problemas que beneficio y parecía que podía presentarme ya, aunque primero le daría un par de puntos de vista diferente.

- Será un placer ayudarte joven marine, pero deberías saber que aquí que un marine te deba un favor no es gran ayuda. Aquí la marina no tiene poder, ni siquiera el gobierno ya que tienen un monarca y se rigen por sus normas y no las vuestras. Siempre es bueno informarse a donde uno viaja. - dije como consejo para un futuro. -El saber nunca ocupa lugar si sabes utilizarlo.

Tras mis primeras palabras dejé al joven que asimilara la información que le estaba dando y ver si era capaz de leer entre líneas. Intentaba enseñar al joven que no siempre podrá usar la excusa de la marina ya que incluso en algunos lugares ir identificado como uno era motivo de ser un blanco para muchos maleantes. Por eso casi nunca llevaba yo ningún distintivo de la agencia, ya que prefería pasar desapercibido.

Una vez di un lento trago emulando al joven y esperé lo que creí que era suficiente espera para que recabara la información hablé de nuevo.

- Por otro lado estás de suerte. Soy el "agente" Thorn, miembro del CP6. Recuerda que cuando hagas un trabajo para los CW no sólo representas a parte de la marina, si no a nuestra banda y del honor de hacer justicia. - dije para recordarle que no toda la banda estaba integrada por marines, ya que aparte de mí mismo teníamos otro aliado CP, aunque no fuese miembro oficial. - Encantado de conocerte personalmente. - terminé alargando mi brazo con intención de realizar un apretón de manos.


Una vez terminásemos las presentaciones oficiales si el joven quería aceptar mi saludo y no se tomaba a mal mi pequeña prueba, me pondría a ponerle al tanto de los detalles de la misión. Nunca venía mal repasar las cosas por mucho que ya se supieran puesto que quizás el joven veía algo que yo no. Es lo que tienen los puntos de vista, son cómo el culo, cada uno tiene el suyo. Le hablaría lo que había descubierto de Tom. El tipo estaba matando a empresarios de la zona. Cada empresario se dedicaba a cosas distintas y no había ninguna conexión en principio entre ellos, pero el amable Tom en nuestra conversación dijo algo interesante, todos debían dinero. Yo pensaba que quizás se tratase de un sicario contratado por contratistas, aunque quizás me equivocase y por eso le estaba contando todo eso al peliblanco para saber que pensaba él o si tenía alguna idea distinta a la mía de por donde empezar, pero tenía que ser por el camino ya que el asesino se movía por las zonas más interiores de la ciudad.

- Bien joven lobo, me vas contando que opinas sobre el tema mientras vamos hasta una carnicería donde mataron al dueño ayer. Se llama "El Salchichator" y está a unos minutos de aquí. Aunque quiero dejarte claro que no soy tú superior ni nada de eso y me debes tratar cómo a un igual.

Bastante tenía con la burocracia de la agencia y pasaba de tener que juzgar más allá de si me caía bien o podía confiar en él. Si Gusi o Kimura habían dado el visto bueno para su ingreso yo sólo me limitaba a conocerlo para evaluarlo a nivel .

El joven estrechó mi mano correspondiendo al saludo, pero luego se quedó de nuevo en un extraño mutis. Desde luego parecía un joven peculiar, incluso tras llevar un rato así realizó una pregunta que me quedó perplejo. - Bueno... Empecemos ya antes de que se duerma. - pensé levantándome para dirigirnos más al interior del poblado.

Andamos tranquilamente en silencio y aprovechaba para mirar el paisaje. Me gustaba el estilo de vida tan sencillo en el que vivían, no dependían de tantos cachivaches para el día a día y aún usaban ganado para arar los huertos y otros menesteres. Incluso los faroles que habían se veían que eran de aceite o gas y no iban por electricidad. - Las noches tienen que ser preciosas sin tanta contaminación lumínica. - pensé abstraído hasta que llegamos a nuestro destino.

Se veía claramente el cartel del local con unas letras bien vistosas haciendo que la vista se fijase en él. Tenía un cartel de cerrados por motivos personales, aunque la puerta estaba abierta. Hive una seña al peliblanco para que me siguiera y nos adentramos en el interior. Había poca luz y en el ambiente inundaba un hedor a carne cruda bastante intenso, pero lo que me interesaba se encontraba tras un mostrador. Una joven de melena castaña con bastantes carnes se encontraba limpiando concienzudamente una mancha de sangre que no parecía querer desaparecer. Sus ojos indicaban que había estado llorando toda la noche, puesto que los tenía brillantes y bastante enrojecidos.

- Ejem, ejem. - carraspeé para aclararme la garganta cómo para llamar la atención de la joven. - Perdone nuestra intromisión señorita. Lamentamos su pérdida... - dije hasta que fui cortado de repente por la joven.

- Largo de aquí ratas inmundas. ¿No habéis cobrado ya con la sangre de mi padre?¡Vendidos! - gritaba mientras cogía un cuchillo jamonero con una actitud desafiante. Parecía que nos había confundido con alguien e intenté calmarla.

- Tranquila, tranquila. Venimos para ayudarte a dar caza a quienes le hicieron esto a tu padre.

- ¡Mentira! Sois como los otros hombres de la guardia que sólo dieron problemas.

- Te prometo que no tenemos nada que ver, incluso no somos de aquí. Fíjese bien. - dije para que nos viese bien.

- Peor, extranjeros con las únicas ganas de sacar dinero de una desgracia. - seguía obstinada sin querer entrar en razones.

- Eso es incierto. - dije con un tono tranquilo de voz. - Somos una división en la que no nos interesa el dinero, sino la justicia. Soy el agente del gobierno Tobías Thorn CP6 y éste mi compañero marine. Venimos a vengar la pérdida de su padre dándole caza a ese asesino sin escrúpulos. Parecía que con eso se calmaba, aunque seguía desconfiando de nosotros.

- ¿Y tengo qué creermelo? ¿Cómo se que no venís dispuestos a engañarme... No jugéis con mi dolor.

-Sólo ayúdenos y no se arrepentirá. Piense que hemos venido por las buenas ha sido usted quien nos ha amenazado. Mire mi acreditación cómo agente. - dije enseñándosela.


Comenzó a entrar en razón y habló de que su padre había pedido dinero a alguien que gozaba del favor de la guardia y que por eso todavía no habían atrapado al asesino. Según la joven el acreedor tenía una especie de oficina en una taberna que usaba como tapadera donde cerraba los tratos y normalmente habí guardias allí por si alguien entraba por las malas. Sabíamos por donde empezar a buscar, pero quería saber también si al joven marine tenía algún tipo de idea. Yo tenía algo en mente, aunque quería saber su opinión.

-  Dime joven lobo. ¿Qué piensas?

Esperaba que hubiese estado atento y no estuviese metido en algún recoveco de su mente perdido en su propio mundo.

El muchacho se respondió a mi pregunta e incluso le dio por sentado a la joven fornida que nosotros nos encargaríamos. Parecía que ya había cogido la confianza suficiente para opinar, tanto que inclusó encabezó la marcha hasta el tugurio. Al llegar había allí bastante jaleo de personas, incluso algunas iban armadas. A mi parecer había gente del pueblo que se había sublebado ante tal injusticia, pero la guardia los mantenía a ralla sin dejarlos entrar. Por suerte estaban entretenidos entre ellos y no nos prestaron atención. Llegamos a un lateral del local y el joven peliblanco hizo varias observaciones, la cual una era bastante interesante. El muchacho se expresaba de una forma peculiar, pero parecía tener buenas ideas.

- Bien visto compañero.

Tenía pensado entrar yo primero, pero el joven en otro alarde de iniciativa entró él. Hubiese preferido ir en cabeza ya que tenía más experiencia ante estas situaciones y podría reaccionar más rápido, aunque no era mala idea que aprendiese por experiencia propia. El conducto era , pero por suerte corto y una vez llegado hasta la otra rejilla el muchacho se paró preguntandome.

Mi idea era haber salido yo primero, pero ya no ers posible y el peliblanco tendría que arriesgarse. Mi oído captaba partes de la conversación, aunque una voz estaba más amortiguada. El de la voz más clara mandaba al otro a matar a alguien y eso hizo que me alertara. Teníamos que darnos prisa, quizás era nuestro hombre.

- Vamos Kyriu, ya vamos tarde, pero ten cuidado.

Sólo había escuchado la voz de dos hombres, pero no había que fiarse ya que nunca sabías que te podías encontrar en situaciones como ésta.

Tobias reacciono rápidamente y indico que fuéramos hacia allí del lugar donde provenía la voz. Parecían decir algo sobre matar a alguien, por lo que Kyriu se exalto y fue junto a Tobias a toda marcha del lugar que provenía la conversación, era un lugar pequeño, Kyriu se asomo por la puerta y vio a un tipo que que tenia puesta una mascara negra, y con una pistola en sus manos, Kyriu miro a Tobias algo preocupado. segundos después parecía el fin de la charla, cuando Kyriu se percato de que la voz proveniente era de una mujer y la voz que le recordaba a alguien. Kyriu se percato de que estaba quitandole el seguro al arma para disponerse a disparar por lo que Kyriu ataco por instinto. Desenfundo su katana y abrió la puerta por completo y corrió hacia el individuo de la pistola doblo la espada dejando de cara el lado sin filo, Kyriu ataco a las costillas del individuo fuertemente con un corte vertical, este se dio cuenta y sono un disparo, a lo que Kyriu cerro los ojos, pero para sorpresa de Kyriu solo habia hecho un pequeño agujero en un costado del kimono, Kyriu rapidamente se incorporo y le diera un golpe con el mango e la katana haci tirándolo al suelo,  esto provoco que el individuo cayera al suelo rápidamente tomo la pistola y la arrojo a una esquina de la habitación el individuo se levanto del suelo y tomo una botella que habia en una mesa cerca del lugar, y la lanzara hacia Kyriu, este se concentro desde que el individuo había tomado la botella, gracias a su alto reflejo por ser un aprendiz de espadachin, pudo esquivar la botella, Kyriu rápidamente corrió hacia la pistola y la tomo mientras guardaba su katana y apuntaba en direccion hacia el individuo, obviamente Kyriu no sabia nada sobre disparar pero incluso con el seguro puesto seria facil para el, el individuo se tiro al suelo con las manos en la nuca, Kyriu dispuso a interrogarlo desde esa poscision.

Dime para quien trabajas? soy un sicario! respondió, tienes algún compañero? yo no soy el asesino! lo el verdadero esta viviendo en una choza cerca de la bahia!, lo juro, Kyriu insistió. pero al cabo de un rato lo dejo, llamo a la marina para que vinieran a llevarselo, cuando se fijo en la rehen la cual se habia mantenido mirando todo el tiempo. Era la misma chica del local, parece que el asesino no queria dejar testigos ni pruebas. a lo que Kyriu respondió. -Estas bien-? en cuanto iba a tocarla, pero inmediatamente esta se echo hacia atrás mirando fijamente con una mirada confundida a Kyriu, acto seguido salio corriendo. Kyriu miro raro a Tobias, mientras decía, Yo he hecho algo? esperando su respuesta, bueno ya sabemos   buscar no? bueno vamos tu encabezaras esta vez

El joven peliblanco se apresuró a salir de donde estábamos escondidos mostrando su valentía a pesar de que al principio le sorprendió las prisas que me entraron. Aunque a mi parecer fue poco cauteloso cuando lo vi tirarse a por un pistolero que había espada en mano. Temí lo peor nada más escuchar el disparo, pero por suerte el joven había conseguido alcanzar al tipo a la altura de las costillas. Yo había desenfundado mis armas y me limité a apuntar al tipo mientras veía como se desenvolvía la escena. Parecía que el peliblanco dominaba la situación y lo dejé actuar mientras aprovechaba para echar un vistazo a la otra persona quedándome sorprendido. ¿Cómo era posible que la chica hubiese llegado aquí antes de nosotros?. Era una incógnita que me desconcertaba, pero la voz de mi compañero hizo que me fijase en él de nuevo ya que parecía haber reducido al pistolero con facilidad y estaba interrogándole.

Lo siguiente pasó tan rápido y de una forma tan extraña que aún no lo comprendía. Según el tipo al que interrogó Kiryu decía que no era él el asesino, pero sin casi hacerle presión terminó diciendo que era un sicario compañero del que buscábamos para luego terminar siendo arrestado por la guardia de la ciudad. Y todo eso en unos momentos, incluso la joven volvió a demostrar su rapidez marchándose sin mediar palabra con nadie y sin que nadie se lo impidiese. Todo era extraño, aunque podía dársele explicaciones a casi todo. Además el tipo que había reducido el joven nos dijo donde encontrar al asesino que buscábamos. Quizás fuesen compañeros y acababa de venderlo, pero todo me daba resquemor y estaba deseando dejar la isla cuanto antes.

Nos tocó desandar todo el camino que habíamos hecho y nos dirigíamos hacia la bahía para encontrar la supuesta cabaña del asesino que tanta guerra estaba dando. El tipo nos indicó como y encontrarla y sólo podíamos esperar que no fuese una pista falsa y perdiésemos tiempo en el empeño. Tras un largo trayecto en el que casi no cruzamos palabras por fin pudimos vislumbrar una pequeña cabaña como nos habían dicho. Pude fijarme en que tenía una ventana orientada hacia el camino por el cual habíamos llegado, asique paré a Kiryu para decirle que diésemos un pequeño rodeo para acercarnos desde otra posición. Era perder algo más de tiempo, pero una vez llegada esta situación mejor tomar precauciones puesto que no sabíamos que íbamos a encontrar.

-Prepárate compañero, no sabemos que podemos encontrar - dije en un susurro mientras sacaba una de mis pistolas según terminábamos de acercarnos a la cabaña. Parecía que si había alguien dentro no nos había visto y aún conservábamos el factor sorpresa. Nos acercamos a la entrada sin hacer ruido, la verdad es que la arena amortiguaba bastante bien el sonido y llegamos en casi absoluto silencio. Una vez en el umbral pude oír algo de ruido dentro, por lo que la adrenalina empezó a recorrer mi cuerpo, pero no perdí la compostura. No era mi primera intrusión y me había acostumbrado al subidón del momento. Le hice señas a Kiryu para decirle que yo entraría primero seguido por él. Al joven ya le había silbado una bala hoy sin ocasionarle daño, seguramente había gastado su suerte del día. Además si le pasaba algo no quería tener que explicarle a Kimura que había sido culpa mía.

Respiré tres veces profundamente antes de accionar el picaporte poco a poco. Las bisagras hicieron un pequeño chirrido haciendo que parase en mi avance de abrirla mientras maldecía al tipo que no las había engrasado, aunque gracias a eso pude ver algo que de otra manera no hubiese echo puesto que hubiese entrado directamente pistola en mano, sin embargo al escuchar ese ruido y pararme pude fijarme en un fino hilo que estaba apunto de romperse.

- ¡Mierda, mierda! - mascullé en voz baja mientras cerraba la puerta y retrocedía ante la expectante mirada de mi compañero. - Hay una puñetera trampa, seguramente no esté dentro ya que está puesta, pero no quiero arriesgarme a que sea una trampa-bomba - dije a Kiryu seriamente.

Había que buscar otra manera de entrar y tras decirle a mi compañero que vigilase me dispuse a buscar alguna otra forma de entrar. Llegué hasta la pequeña ventana y observé por ella para ver que había en el interior, pero dicha ventana era tan pequeña que no dejaba pasar casi nada de luz y estaba a oscuras. Era demasiada pequeña para que pudiese pasar nadie por ella, ni siquiera un niño cabría por ella, si acaso un gato o alguien como yo pensé mientras sonreía. Rompí el cristal y me dispuse a entrar convertido en una masa de sirope.

El interior estaba casi completamente a oscuras, pero pude orientarme hacia la puerta gracias al resquicio por donde entraba un hilo de claridad. Tanteé con cuidado la pared hasta que di con una lámpara de gas pudiendo tener así luz. Observé por encima la estancia para ver que estaba solo y me dispuse a fijarme en la puerta buscando el hilo que había visto desde fuera. Efectivamente era una trampa conectada a tres granadas que había en el marco opuesto, aunque también pude ver un bidón al lado. Seguramente fuese algún líquido inflamable para borrar cualquier prueba si alguien entraba sin que el dueño quisiera, pero yo saqué uno de mis cuchillos y me dispuse a cortar los hilos uno a uno para desactivar el peligro.

Una vez hecho eso abriría la puerta a mi compañero si seguía esperando donde le había dicho. -Bienvenido a mi morada - diría si allí estaba para dejarlo pasar. Teníamos que buscar pruebas para intentar averiguar donde estaría. Podríamos esperar que vuelva, pero entonces cuando llegase ya habría otra víctima y no podíamos consentirlo.

Una vez llegado a la susodicha cabaña, mi compañero Tobías hizo de las suyas examinando el lugar, yo simplemente me limitaba a servir de espectador mientras el hacia la mayoría del trabajo, después de un par de segundos, nos dispusimos a entrar por la puerta principal de aquella humilde cabaña, la cual tenía la impresión de poder caerse a trozos encima de alguien en cualquier condenado momento, lo cual hizo que se agudizaran todos mis sentidos, estando alerta de cualquier cosa que podría pasar, la pequeña cabaña podía albergar a nuestro hombre, quizás un cómplice, quizás una trampa, o probablemente solo fuera una cabaña vieja por la cual desviar nuestra atención

Una vez examinada la cabaña procedimos a entrar en esta, Tobias había tomado la iniciativa de ser el primer valiente el que se propondría a entrar, las bisagras hacían un chirrido abismalmente alto y molesto, cualquiera que estuviera dentro de la cabaña ya nos habría escuchado para aquel entonces, sin embargo no parecía haber nadie, de haberlo hubiese reaccionado al instante, que alivio que solo se trataba de una aparente trampa explosiva, espera, una trampa explosiva?

-¿Q-que!?

Mis pupilas empezaban a dilatarse, al compás de que mi pulso cardiaco se agitaba mas y mas mientras el incomodo silencio acompañado del chirrido de la bisagra se hacia presente, un paso en falto, un empujon indebido, y los dos podíamos darnos por muertos al instante.

-¡Pues aléjate de esa cosa!-

Grite a todo pulmón con una voz un tanto aguda, casi como si me quejara de la situación, aparentemente quien sea que estuviera o estuvo adentro no quería que nadie entrara a ese lugar sin su consentimiento, lo cual aumentaba mi preocupación de manera alarmante, sin embargo me tranquilizaba en un aspecto.

-¿Eso significa que esta debe ser la casa, cierto?-

Dije mientras retrocedía 5 pasos hacia atrás, posicionándome considerablemente lejos de la puerta, tratando de evitar la posible explosión que haría paso tras esa vieja cabaña, sin embargo, el agente Thorn no parecía acobardarse de la misma manera que lo había hecho, sino que este se dirijo a la parte trasera de la cabaña, un par de minutos después, preguntándome si este había marchado raudo del lugar como debía haber hecho yo hace bastante tiempo, pude ver como la puerta de esa humilde cabaña se abria generando un ruido atroz, sin embargo, no parecía ser una explosión.

-¿Cómo has hecho para entrar ahí? Creía que solo había una entrada-

Dije un tanto sorprendido, con un tono de voz bastante alto, para después de un par de segundo, proceder a entrar a aquella cabaña con sumo temor por la mencionada trampa, mirando hacia la izquierda, pude notar un bidón, acercándome ligeramente mi cabeza hacia este, pude notar un fuerte olor a combustible emanando de el, pero, ¿porque necesitarían algo asi?

Inmediatamente, examinando el lugar mis dudas fueron confirmadas, una correa de bombas se hallaba atado a un hilo bastante fino, retrocedi un tanto exaltado, impactando con la pared que se hallaba detrás de mi accidentalmente.

-¡Ugh!, te referías a esa trampa…-

Pasando un poco mis manos, acariciando mi cabeza, me di el tiempo para apreciar el lugar, no parecía tener mucho, mas que una silla en una esquina, y un taburete con trozos de pan a medio comer sobre este, sin embargo, una ultima cosa llamaba bastante mi atención, era una mesa que se hallaba ubicada al final de la corta sala, esta mesa era un poco mas grande de lo normal, este parecía ser un gran mapa, o al menos los planos de algún edificio o construcción, este tenia un nombre en una de las esquinas del plano, parecía ser el nombre del lugar la que hacia referencia ese plano.

-“El pegaso trotador”-

Dije en voz alta, mientras que señalaba hacia este, tratando de hacer que mi compañero se fijara en este mismo, puesto que podía ser una prueba clave, sin embargo, en la mesa no era lo único que había, parecía ser una carta con el sello roto, indicando que lo habían abierto y posteriormente leído, procedi a tomar la carta con mis manos y abrir esta, acercándome a Tobias, para que podamos leer los dos de esta, esta carta especificaba con todo y lujo de detalles una emisora, “Katherine gatewater” hacia un remitente “Mike Schofield” Indagando entre esta carta, era fácil deducir que se trataba de una carta de contratación, una contratación de sicario.

-Bingo-

Masculle en voz baja, mientras que seguía inspeccionando la carta, al parecer habíamos dado con el centro de operaciones del asesino, además de descubrir uno de sus clientes, sin embargo, todo parecía ser que la carta procedería ser su próximo paso de asesinato, lo cual era bastante alarmante debido a que en la carta de hallaba una hora en la cual se debería cometer, 6:30. A pesar de no tener un reloj a mano, a juzgar por la iluminación el cual iba decayendo poco a poco, deduci que nos quedaba poco tiempo para actuar, rápidamente, dando un ligero tirón a la ropa de Tobías, de manera corporal le dije que deberíamos salir rápidamente de este lugar, deberíamos de evitar el próximo asesinato, y teníamos el reloj justo en nuestra espalda, nunca había ido a ese tal “El pegaso trotador” Sin embargo había oído hablar de el, era un restaurante de la alta estirpe, o eso parecía ser, los planos venían con las direcciones, las cuales me guarde en caso de emergencia. Una vez llegados allí, no teníamos pista alguna, solo que habría un asesinato, de alguna manera u otra deberíamos para esa locura.