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Somos legión. Empty Somos legión. {Vie 6 Ene 2017 - 23:35}

Somos legión. HqdefaultSomos legión. 4489789-4470094-9485503453-vs.pnSomos legión. 2hef4hc y los demás.

Noah es capaz de romper ligeramente la formación de círculo, pero los demás cierran los escudos sin dejar que nadie salga y comienzan a avanzar paso a paso, muy lentamente. Mientras tanto, a Noah lo rodean entre tres, y cada uno intenta asestarle un lanzazo en el costado. Parece que de momento lo quieren vivo, aunque quién sabe lo que traman.

Al margen de eso...:
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Sáb 7 Ene 2017 - 21:36}

Como esperaba, las dagas que lancé no surtieron efecto real en los soldados de Meln, aunque creo que pude distraerlos un poco. A mi lado estaban las dos mujeres y el niño, acurrucados de miedo en el suelo y rodeados de las espadas que hice antes. Los putos legionarios no nos habían dado un respiro, y cerraron el círculo demasiado rápido... Y yo me empezaba a cansar un poco. Todavía tenía fuelle, pero la pregunta era si realmente acabaría todo con esta pelea. ¿Debía darlo todo? ¿Debía reservarme por si luego llegaban más?

Chasqueando la lengua, dejé de gastar energías inútilmente con el "fuego de apoyo" y saqué a Kanshou y Bakuya de sus fundas. Con ambas falcatas en mano, me dí la vuelta y encaré a los legionarios en el lado opuesto del círculo que Noah y Syxel. Tendría que confiar en que ellos harían su parte, o de lo contrario estábamos perdidos igualmente. Me separé unos cuantos pasos del centro para evitar que durante el combate algún ataque perdido pudiera darle a los civiles, y por suerte tenía bastante espacio donde maniobrar. Así a ojo podía contar unos cuarenta enemigos, y al ser tantos rodeándonos habían formado una arena de batalla de tamaño decente.

Cuanto más tiempo pasaba, más me iba acostumbrando al dolor de mi cuello. No quería olvidarme de él, podría ser peligroso a la larga, pero saber que no me iba a molestar demasiado durante la lucha me aliviaba, sinceramente. Así que respiré hondo y me concentré en el enemigo delante mío. Los sonidos a mi espalda me indicaron que por allí también había comenzado el intercambio, y utilicé el Haki de observación para estudiar el nivel de poder de mis enemigos. Iban a ser un problema, desde luego, pero al menos no parecían tan peligrosos de forma individual como lo fue "Pulgares." Aunque esos escudos... serían un auténtico problema.

Decidí comenzar testeando la dureza de sus defensas, para lo cual usaría ataques de larga distancia. Con mi fuerza y habilidad, no fue demasiado difícil hender el aire usando mis espadas, generando dos preciosas ondas cortantes a través del aire en dirección a mis laterales, y jugando con la inercia del movimiento [Manual Prisa] lanzar otra más algo más débil al frente [Manual Excálibur]. Todas ellas en dirección horizontal, para tratar de abarcar a varios enemigos. Así comprobaría la potencia mínima que necesitaría para poder atravesar sus equipamientos, y evitaría sobreesforzarme en el futuro de forma inútil.

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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Dom 8 Ene 2017 - 21:13}

Mi carga fue efectiva, al menos en parte ya que conseguí crear una disrupción en el círculo de contención que estaban formando los enemigos. No duró mucho, pero me sirvió para estimar su fuerza... Y si podía moverlos del sitio con algo tan simple como aquello, entonces no eran tan fuertes como parecían.

En cuanto llegué a volver a pisar suelo, los legionarios se recompusieron y trataron de rodearme entre tres, apuntando con sus armas a mi cuerpo. Sonreí con fiereza mientras giraba sobre mi propio eje, aprovechando la potencia del movimiento lateral que había realizado antes con mi hoja para ayudarme a hacerlo más rápido, como una continuación del ataque anterior. Con el giro, interpuse el enorme espadón entre el enemigo y mi torso, intentando desviar dos de los ataques. El tercero no me empaló por completo gracias al ligero desplazamiento de mi cuerpo, pero aun así me llevé un corte superficial (si bien bastante feo) en la espalda.

Irritado por el dolor, continué girando para ganar inercia y terminar de desviar a los dos que tenía enfrente mía, aprovechando la ventana que hubiera creado para salir de la encerrona y posicionarme mejor. Con suerte hasta los tiraría al suelo, aunque dudaba que fuera a ser tan fácil.

Una vez estuviera en "campo abierto", sujetaría mi arma con firmeza por detrás de mí, preparada para volar hacia adelante o mis laterales si se acercaba alguien más. Confiaba en que mis espaldas estarían cubiertas por Syxel, quien por cierto no había visto actuar todavía. ¿Estaría teniendo sus propios problemas? Bueno, qué más da. El caso era que había pocas posibilidades de que me emboscaran estando él ahí.

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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Lun 9 Ene 2017 - 2:59}

Los guerreros de Meln nos rodean por completo antes de que Amaiar pueda poner a salvo a los civiles. Aunque de alguna manera logra crear un circulo de hojas a su alrededor, evitando así que el enemigo se acerque, y ofreciéndoles cierta protección. Aprieto la mandíbula, notablemente molesto por haberme dejado acorralar de semejante manera. Mantengo la posición, mientras me fijo en la situación en la que nos encontramos.

Noah ha conseguido atravesar sus filas con su ataque, quedando fuera del circulo que han formado, pero teniendo que enfrentar a varios enemigos por su cuenta. Aunque no parece tener demasiados problemas, mientras estemos separados ambos somos más vulnerables, por lo que debería tratar de llegar hasta él. Por otro lado, nuestro nuevo compañero queda a mi espalda, y parece confiar en su capacidad para frenarles, lo cual me tranquiliza, pues mientras me cubra la espalda puedo centrarme en atacar.

No puedo contar con detenimiento cuantos son, pero deben de haber al menos treinta o cuarenta de ellos. Nuestro enemigo es numeroso, eso está claro. Y atendiendo a sus atavíos y formación, sin duda cuentan con cierta disciplina militar. Pero a juzgar por su apariencia y movimientos no parece que por separado sean especialmente poderosos. Por lo que si lográsemos romper su formación, que aparentemente es su mejor baza, nos encontraríamos con una situación mucho más favorable.

Por supuesto, todo esto no son más que suposiciones. Y aunque estuviese en lo cierto, en mi estado actual no puedo hacer mucho contra tantos enemigos, por lo que parece que tendré jugar alguna carta para poder hacer algo. Durante unos segundos me planteo utilizar mi forma completa, con la cual seguramente podría hacerles frente sin problema. Pero tan solo puedo mantenerla durante unos minutos, y si no lograse finalizar el enfrentamiento antes de que se me agotase el tiempo, estaría en un gran problema, por lo que descarto la idea. Quedándome entonces una única opción.

- Amaiar, espero que no me juzgues por lo que estás a punto de ver.

Con un movimiento de muñeca giro hacia abajo las dos katanas, clavando ambas en el suelo. Cierro entonces los ojos, y tomo aire. Al hacerlo, todo el lugar queda cubierto por una enorme sombra, como si de pronto el cielo se hubiese nublado por completo. Abro de nuevo los ojos, y mi cuerpo comienza a cambiar: puedo notar como crezco, hasta alcanzar los dos metros de altura; mi piel se oscurece ligeramente, adoptando una tonalidad grisácea; en mis extremidades, esta se vuelve aún más oscura, y adquiere una textura casi pétrea; los dedos de mis manos crecen ligeramente, y se afilan, tornándose garras; el pelo me crece, alborotado, y se vuelve completamente blanco; y mis pupilas desaparecen, quedando en su lugar dos ojos negros, carentes de vida. Dejo escapar lentamente el aire de mis pulmones.

Sin pararme a ver si mi transformación les ha alterado lo más mínimo, me concentro para crear frente a mi tanto fuego oscuro como me sea posible. Luego lo lanzo hacia delante con intención de quemar a cuantos más soldados mejor, para así romper su formación. Acto seguido recupero mis espadas, las cuales había clavado en el suelo a mi lado, y me dispongo a atacar, aprovechando la distracción que mis llamas hayan podido generar.

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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Mar 10 Ene 2017 - 0:56}

Caen en total unos diez. Herís a otros ocho, pero el resto siguen avanzando en vuestra dirección hasta que prácticamente han cerrado el círculo. En ese momento, clavan los escudos en el suelo y lanzan a la vez sus lanzas contra Amaiar y Syxel, aunque tal vez hayáis salido del cerco en esos momentos de confusión mientras Syxel quemaba cosas, aunque en ese caso seguramente algún que otro lanzazo os caerá.

Mientras tanto Noah, ahora estás frente a dos soldados, que te miran con verdadero odio y tiran sus escudos, mirándose. Sacan cada uno su espada y se lanzan a por ti. ¿La buena noticia? Que ya no te flanquean. ¿La mala? Los dos tíos con espadas que se abalanzan sobre ti y todos los tipos que hacen la envolvente a tus amigos.
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Mar 10 Ene 2017 - 3:19}

- ¿Juzgarte? ¿A qué te...?

No pude terminar de articular mi frase, ya que me encontraba algo atónito. Aquella persona con la que había pasado las últimas horas, y cuyo aura no parecía la gran cosa, de repente podía notar que se había hecho más fuerte. Notoriamente, además, y no era para menos: el tío de pelo gris de repente se convirtió en lo que no podría describir de otra forma que no fuera "demonio", un auténtico ser sacado del abismo del inframundo... Y como anunciando su llegada, el cielo oscureció de repente (o más bien, todo el lugar se notaba más oscuro y frío de sopetón).

Completamente en silencio, mientras mi ataque volaba y causaba estragos entre las filas enemigas, observé a Syxel crear una especie de fuego negro del averno, y con una bestialidad inusitada lo hizo llover sobre las cabezas de los legionarios. Para ese momento ya había recuperado la compostura. "Así que un usuario de Zoan, ¿eh?" Pensé, al intuir por proceso de descarte de dónde venía aquel poder. "Y de las raras al parecer. Interesante... ¡Muy interesante!"

Volviendo a centrarme en el combate, pude comprobar para mi desgracia que distraerme había sido un error. Los enemigos se habían acercado más de la cuenta, y plantándose en el sitio para ganar estabilidad se dipusieron a atacarnos. En un instante, miles de formas de evitar el ataque pasaron por mi cabeza, pero ninguna me pareció correcta. Si evitaba las lanzas, puede que se colaran entre los huecos de la improvisada barrera que había hecho para los civiles, y a los cuales protegía. Además, Syxel no parecía haberse dado cuenta del peligro que corríamos, así que no estaba seguro de que pudiera hacer algo por su parte. Por suerte, al estar tan encajonados nos encontrábamos cerca uno del otro, y una idea voló rauda en mi cerebro.

No tenía tiempo que perder. De hecho, no tenía tiempo ni de hacerlo bien, así que tendría que saltarme algunos pasos y reducir la calidad del resultado. En menos de medio segundo ya había imaginado cómo forjar un gran escudo de torre, como el de los legionarios, con pinchos por fuera para poder usarlo como arma. Era una idea similar a la que había usado durante el Torneo del Hexódromo, pero aunque pudiera imaginarlo, no podía crearlo tan rápido.

Las lanzas tomaron posición y se dirigieron a su objetivo. Como a cámara lenta, entre mi Mantra y mis reflejos pude ver las trayectorias y pensar en la posición ideal de defensa, antes de que el asalto hubiera comenzado. Descarté el metal para optar por madera, que era más primitiva pero también más simple y rápida como material. Quité los pinchos, no tendría tiempo para darme el lujo de dar tanto detalle al "arma". Reduje el tamaño, no hacía falta que nos cubriera por completo pues solo se trataba de una defensa temporal. Y por último me di toda la prisa que pude en conjurarlos, por lo que su calidad se vería drásticamente afectada. Pero funcionó:

Entre los legionarios y Syxel, así como entre los que estaban frente a mí y yo, aparecieron flotando en el último segundo un par de rodelas de reducida superficie pero buen grosor, y vertí en el tiempo que me quedaba algo de energía en ellas para reforzarlas. En menos de un suspiro, recibieron incontables impactos que pusieron a prueba de verdad mi orgullo como herrero. Cualquier otro tal vez hubiera tardado demasiado, pero gracias a mis conocimientos pude agilizar el proceso y parecía que habíamos salvado las vidas... Aunque no podía decir lo mismo de nuestra integridad. Varios ataques se salieron del área cubierta por los círculos defensivos, dejando algún corte superficial en mis hombros y piernas. ¿Estaría bien Syxel?

Los escudos redujeron el impacto, pero aun así no aguantaron tanto y se resquebrajaron poco después, por lo que volvíamos a estar vendidos. Era el momento de que pasáramos nosotros a tomar la iniciativa, antes de que se recompusieran de la sorpresa. Necesitaba ser rápido, y fuerte... No me gustaba, pero tendría que hacerlo.

- ¿Sabes por qué no te puedo juzgar? - Dije en voz alta mientras mi pelo se oscurecía. - ¡Porque soy muy parecido a ti!

Los recuerdos de los siguientes minutos son algo borrosos, debido al trastorno psicológico que suponía aquella forma sobre mi mente. Por suerte pude mantener el control, y al menos focalicé mi sed de venganza sobre los legionarios, evitando a las mujeres. Mi piel se había puesto morena también, y encima de esta surgieron marcas simbólicas, como dibujos y jeroglíficos negros. En aquella oscuridad artificial creada por Syxel, me veía incluso más amenazador que de costumbre, y una sonrisa sádica se formó en mi rostro a la par que mis manos sujetaban con firmeza las falcatas chinas.

- ¡FUERA DE MI CAMINO! - Grité a los legionarios mientras lanzaba multitud de cortes a mi alrededor, intentando a medias forzarlos a retroceder, y a otras medias intentando realmente trinchar a través de los escudos y armaduras a base de fuerza bruta. Estuve reforzando mis espadas con Haki y energía para que aguantaran el constante castigo que sus hojas sufrirían, y poder dedicarme simplemente a hacer caer a mis enemigos...

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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Mar 10 Ene 2017 - 14:02}

Esperando como estaba, me decepciono un poco ver que solo venían a por mí dos de los enemigos. La verdad es que me imaginé que viendo que entre tres no podían, al menos se acercarían cuatro, pero tomando en consideración las circunstancias... Sí, desde luego que era normal. No podían mandar a demasiados efectivos a por el pobre y frágil Gyojin cuando tenían un auténtico demonio tan cerca. "Maldito S... Ya la está liando otra vez." Pensé con sarcasmo mientras sonreía.

- Aunque bueno, al menos vosotros tenéis sentimientos, ya es más de lo que me hubiera imaginado. - Dije en voz alta, refiriéndome al odio con el que me miraban los legionarios. Soltaron sus escudos para sacar sus espadas, y no pude evitar echarme una mano a la cara y ponerme a reír. - Oye, oye... ¿En serio?

No me lo podía creer. Después de ver la fuerza destructiva que tengo, y el alcance que posee mi arma, ¿abandonaron su única defensa en una táctica suicida? ¿Era eso? O quizá esperaban evitar mi ataque y aprovechar la ventana de oportunidad mientras me recuperaba para contraatacar... Lo cierto es que la razón no me podía importar menos. Lo divertido era que pensaran que podían enfrentarme de frente tan solo con esos filos que yo llamaría cuchillos de untar pan. "Al menos usad una espada de verdad..." Pensé, nuevamente decepcionado. Creo que me subestimaban. ¿O quizá no sabían que yo era un Gyojin? Tenía sentido, no suelen verse tritones llevando armas más grandes que ellos mismos. Aun así...

Los dos hombres se abalanzaron sin dudarlo. Volviendo a coger el mango de mi espadón con ambas manos calculé mi "esfera de control", es decir el rango en que yo podría golpearlos con mi espada pero ellos no tendrían alcance para llegar hasta mí. Tenía un buen margen de error, claro, pero era cuestión de arriesgarse y aprovechar la ventaja que mi arma suponía sobre las suyas. Y en cuanto vi que estaban a punto de entrar, lancé mi ataque, avanzando yo mismo primero por si se echaban ellos hacia atrás en el último momento.

Suponía que estarían acostumbrados a mis cortes horizontales, y seguramente era eso justo lo que se esperaban. Por eso decidí cambiar ligeramente de táctica y lancé mi golpe en una diagonal descendente, centrándome en cargarme a uno de ellos por la parte del torso, y si me sobraba inercia alcanzar a darle al otro en las piernas. Saliera como saliera el intento de golpearlos, sabiendo que me encontraría ligeramente ladeado y antes de que el arma perdiera todo su impulso o terminara su trayectoria, saltaría ligeramente hacia atrás para coger algo de distancia antes de girar el espadón en mis manos y repetir el mismo golpe pero en dirección contraria (es decir, descendente pero por la otra diagonal) y buscando matar al segundo, saltando de nuevo hacia adelante. Cuando terminara el ataque, volvería a saltar hacia atrás para ver el resultado y mantenerme a un poco de distancia de seguridad como mínimo.

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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Dom 15 Ene 2017 - 0:36}

Con nuestros ataques logramos reducir considerablemente el número de enemigos, aunque aún quedaba demasiados como para bajar la guardia. No obstante, cada vez quedaba más claro que no representaban una gran amenaza, lo cual me tranquilizó. Viendo además que Noah se desenvolvía sin problemas, llegar hasta él ya no era una prioridad, por lo que podía centrarme en enfrentarles abiertamente. Después de todo, debíamos acabar lo antes posible, ya que si el combate se alargaba demasiado la situación podía complicarse más de la cuenta.

Rápidamente recuperaron su posición, cerrando la formación y reduciendo el cerco aún más. Mientras continuaba pensando en la mejor forma de atravesar sus defensas, fueron ellos los que pasaron a la ofensiva, pillándome por sorpresa. Plantaron los escudos en tierra prácticamente al unísono, para acto seguido lanzar sus armas contra nosotros. Cuando me quise dar cuenta, sus lanzas ya se encontraban a mitad de trayectoria. Si hubiese estado en mi forma completa podría haberlas evadido con facilidad, simplemente alzando el vuelo, pero no era el caso y ya no servía de nada pensar en ello.

Cuando ya me había resignado a ser empalado, se materializaron en el aire lo que parecían ser unos enormes escudos de madera, interponiéndose entre las lanzas y nosotros. Al impactar estos estallaron en pedazos, haciendo volar algunos pedazos y astillas. Dos de las lanzas pasaron entre los escudos, y tan rápido como pude traté de desviarlas. Golpeando ambas con las hojas de mis katanas en un tajo en diagonal descendente, logré desviar una por completo, y otra parcialmente. Esta última me alcanzó en el muslo izquierdo, dejándome un corte bastante feo, aunque no demasiado profundo. Apreté la mandíbula, contiendo el dolor.

- Gracias por eso - me dirigí a Amaiar, quien supuse había sido el creador de esos escudos - Te debo una.

Nada más terminar de hablar volví a centrarme en nuestros enemigos, que ahora desprovistos de sus lanzas habían perdido parte de su ventaja. Hecho que sin duda aprovecharía. Concentrándome durante tan solo unos instantes, volví a manifestar una pequeña cantidad de fuego oscuro, esta vez a lo largo de mis espadas.

- Acabemos con esto de una vez.

Empuñando ambas hojas llameantes, y transformado aún, cargué contra los que tenía frente a mí, descargando en cuanto pudiese dos potentes tajos que, de bloquear con sus escudos, debían ser suficientes para hacerles retroceder. Momento que aprovecharía para continuar la acometida con continuos ataques.

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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Vie 27 Ene 2017 - 1:25}

Parece que vuestros ataques han surgido efecto, terminando de esa forma con la vida de la mayoría de vuestros oponentes. Los pocos heridos que quedan salen corriendo sabiendo que no tienen posibilidades y por el momento todo va bien. Entonces escucháis un estruendo algo inmenso que os hace sentir malestar en los oídos, sobre todo aquellos con muy buena audición. A vuestra espalda se forma una pequeña humareda y cuando pasa podéis ver a un tipo que os mira con el ceño fruncido.

Posee una coraza que parece ser resistente, un yelmo un tanto curioso, una capa y una especie de espada. Su mirada en todo momento es seria y de repente aprieta el puño mientras os mira. Sin previo aviso lanzó un terrible tajo al aire, formando una especie de onda cortante en forma de serpiente dorada, la cual avanza hacia vosotros a veinte metros por segundo. El ataque es lo suficiente grande para daros a todos si no os movéis.

- ¡Por Meln!
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Vie 27 Ene 2017 - 21:16}

Cuando el efecto "berserker" se pasó, y mi estado regresó a uno más normal, comprobé no sin cierto resquemor que había abatido bajos mis espadas a gran cantidad de legionarios. Sus cuerpos sin vida yacían a mis pies, recordándome que antes de soldados, eran personas, y serían más cargas que me tocaba llevar a la espalda de mi conciencia. Los pocos supervivientes huyeron, y no hice ni el amago de perseguirlos: ya estaban derrotados.

No obstante, no todo había terminado. De repente hubo un estruendo enorme, tan fuerte que me produjo cierto malestar en los oídos. Cuando hubo acabado, un tipo con aspecto de veterano importante de guerra apareció a nuestra espalda. Me encontraba ciertamente algo cansado, pero confiaba en poder hacer uso de un poco más de fuerzas de flaqueza para enfrentarlo. Mi Mantra me avisaba de que tenía un nivel de poder considerable comparado con los rasos de antes, y una perturbación en su aura me avisó de su ataque dándome unos valiosos segundos para pensar en cómo responder.

De repente, y con un grito fanático, el hombre lanzó una especie de onda con forma de serpiente en nuestra dirección. Parecía que era de tamaño suficiente para dificultar la evasión, aunque me preguntaba hasta qué punto sería de potente. Al fin y al cabo cuanto más se expande una onda, y menos concentración posee, también es más débil. Una onda es contrarrestada por otra onda de igual o mayor calibre que sea opuesta a la original, ¿no?. Física básica, menos mal que la estudio. Así pues, tomando eso en cuenta, y que de todas formas no podía simplemente apartarme y dejar pasar el ataque (pues le daría a las civiles que aún estaban allí, y a las cuales estábamos protegiendo. Por eso empezó todo este combate), decidí cometer una locura. Soltando las falcatas chinas allí mismo, alcé los brazos al cielo y me concentré en un recuerdo específico: el recuerdo de una espada dorada que había hecho mi maestro herrero mucho tiempo atrás, una espada que yo había sujetado entre mis propias manos y usado para comprobar su poder, una espada que más tarde me vi obligado a entregar a un alto cargo de la marina pero cuyo recuerdo nunca me abandonó...

- ¡EXCALIBUR! - Grité, mientras formaba una réplica de la espada entre mis manos, la cubría de una fuerte capa de energía de color negro metálico, y la hacía descender frente a mí.

No estaba seguro de que tuviera la misma potencia, pero incluso si me salía tan solo una versión menor de su poder me ayudaría a canalizar mi propia habilidad. Desde la espada debería salir una fuerte onda de energía pura en dirección a la que había provocado el enemigo, potenciada por mi propia fuerza y habilidad con las espadas, e imbuida en mi mejor despliegue de Haki nunca visto. Si me salía bien la jugada, como mínimo mitigaría el poder de la que se dirigía hacia nosotros... y con suerte no solo la anularía por completo, sino que la atravesaría y podría llegar a alcanzar con la fuerza sobrante al tío aquel. Confiaba en que Syxel y Noah aprovecharan la distracción sabiamente.

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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Sáb 28 Ene 2017 - 18:59}

Satisfecho, observé cómo los hombres agonizaban en el suelo mientras se desangraban. Había conseguido cortarles un brazo distinto a cada uno, así como media pierna, y me relamí al ver toda la sangre que brotaba de sus heridas. Acojonados, los legionarios ya no parecían tan amenazadores, y menos aún cuando el resto de sus compañeros estaban siendo masacrados o huían despavoridos.

- No os atreváis a morir aún... - Les murmuré. - Todavía tengo que descuartizaros como es debido. Jejeje...

Sonriendo siniestramente, me fui a acercar a los hombres con el espadón sobre el hombro, cuando de repente sentí un agudo dolor en la cabeza. Soltando el arma, me llevé las manos a los oídos para cubrirlos del potente ruido que causaba tal dolor, aunque por suerte no duró demasiado. Abriendo bien los ojos, traté de ver a través de la pared de humo que se había formado un poco más allá, pero estaba demasiado lejos y borroso como para distinguir algo.

Poco después, de entre la cortina de polvo surgió una figura que pude comparar con un general. Su aspecto, su porte, su equipamiento... eran similares a los de los soldados que acabábamos de enfrentar, solo que de mucho más rango.

- ¡Esa sí que parece una presa interesante! - Emocionado, me olvidé de los hombres que como tantos otros yacían esperando su muerte, recogí mi espadón y empecé a correr.

El nuevo enemigo gritó algo sobre Meln, mientras lanzaba una especie de ataque a distancia con forma de serpiente usando su espada. ¿Eso era una onda de proyección de las que tanto había oído hablar? Me preguntaba si podría llegar a hacer yo lo mismo usando la figura de un tiburón en su lugar. Mientras divagaba de esta forma, desvié el rumbo para apartarme de la trayectoria de aquel ataque, bordeando el campo de batalla para poder flanquear al tío. No intentaba ocultarme, pensaba entrarle de forma directa, pero tampoco soy tan estúpido como para comer daño gratuito.

Entonces el tipo de las dos espadas raras, Amaiar, se quedó quieto en lugar de quitarse de en medio. ¿Acaso estaba loco, o se había rendido? No, apenas un instante después el tío estaba respondiendo con su propia técnica, seguramente tratando de bloquear la onda-serpiente. ¿Pero por qué no se apartaba y ya? Era una onda rápida, pero el idiota del soldado había telegrafiado su intención asesina desde su aparición, dándonos tiempo de sobra para prever que lanzaría un "ataque repentino." Además de que aún había distancia para reaccionar y moverse.

Entonces me fijé: detrás del peliblanco había como un montículo extraño de espadas clavadas en el suelo, y protegidos por ellas estaban los civiles de antes. Supuse que no habrían podido lograr ponerlos a salvo después de todo, no me enteré muy bien porque estaba ocupado cargando a la batalla. También me vi obligado, a mi pesar, a reconocer el valor de aquel humano. No es que fuera a apreciar sus bondadosas intenciones, ni a compartirlas, pero al menos podía valorar su firmeza y lo mucho que defendía sus ideales. Chasqueando la lengua, dejé que hiciera lo que quisiera mientras me aprovechaba de la situación a mi favor.

Esperando pillarlo un poco por sorpresa, logré rodear con éxito el área de combate pegándome a las casas (o lo que quedaba de ellas) de aquel pueblo, hasta situarme en una posición ventajosa. Desde allí, cargué en línea recta y a toda velocidad con mi espadón por delante en dirección al enemigo, con intención de poco antes de llegar hasta él tomar una posición baja y lanzar un potente tajo hacia sus piernas. Con suerte se las rebanaría de golpe, con algo menos de suerte las saltaría quedando vulnerable en el aire, y con menos suerte todavía simplemente evitaría mi ataque y me quedaría solo en un uno contra uno... Bueno, espera, ¿qué tenía eso de mala suerte? Y a todas estas, ¿qué estaba haciendo Syxel?
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Sáb 28 Ene 2017 - 21:48}

Una vez rota su formación y forzados a entablar combate directo, su desventaja era clara. Uno tras otro nuestros enemigos iban cayendo frente a nuestras espadas, hasta que los pocos que quedaban se batieron en retirada. Podría haberles dado alcance, pero no había motivo para ello. Por lo que me limité a comprobar el estado de mis compañeros.

- ¿Estáis todos bien?

Noah no había tenido problema alguno en enfrentar al grupo que le había acorralado, y aún parecía interesado en alargar su sufrimiento. Por su parte, Amaiar parecía estar igual de bien, habiendo desaparecido ya las extrañas marcas tribales de su cuerpo, ahora se interesaba por el estado de las dos mujeres y el muchacho. Aparentemente no habían recibido daño alguno durante el combate, lo cual me tranquilizó.

Iba a proponer nuestro siguiente movimiento, cuando un sonoro estruendo llegó hasta nosotros. Sentí que los oídos me iban a sangrar, y me llevé las manos a estos tratando de taparlos para no escucharlo, dejando caer las dos katanas al suelo. Cuando se detuvo, sacudí la cabeza tratando de despejarme, y miré a mi alrededor en busca del causante. Enseguida encontré lo que buscaba. Supuse que sería otro guerrero de Meln, como enseguida me confirmó con si grito, pero su apariencia distaba mucho de la de los simples guerreros que habíamos enfrentado hasta ahora.

“Parece que esto se va a poner interesante”.

Casi instintivamente me centré en mi haki de observación, para tratar de medir el nivel de poder de nuestro nuevo adversario. Y mientras lo hacía, pasó a la ofensiva sin dejarme apenas tiempo para reaccionar. Pensé bloquear su ataque, o en evadirlo volando, pero nada de eso fue necesario. Pues Amaiar, quien si parecía haber previsto su movimiento, creó en sus manos una imponente espada con la que lanzó su propia onda para contrarrestar la del extraño guerrero.

Con una sonrisa en el rostro, y sin tiempo para elogiar su estrategia, cargué hacia delante al tiempo que desenvainaba mi Akaregashi, haciendo que su filo creciese. Confiando en que ambas ondas se anulasen entre si, continuaría la carga hasta alcanzar su posición. Aprovechando el momento en que Noah atacase sus piernas, para descargar yo un tajo horizontal directo a su cuello, esperando cercenarlo por completo.
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Dom 29 Ene 2017 - 14:16}

El General de la Legión:

La onda cortante se anula por completo. La hoja de Excalibur brilla con un tono extraño, como si fuera falsa. La sientes mucho más poderosa, pero ves en la hoja un "made in Síderos". Probablemente sea tu subconsciente grabando a fuego la visita, o jugándote una mala pasada, pero a pesar de ser una buena arma parece que todo el mundo sabrá que no es la genuina... Bueno, si sobrevive a tenerla tan cerca, pero bueno.

Ante el ataque conjunto de Noah y Syxel, el movimiento del soldado es sencillo, pero con un giro de muñeca desvía ambos cortes, dirigiendo el espadón del Gyojin hacia Syxel, aunque esto supongo que evitaréis que vaya a mayores.

Una vez está en su zona de confort hace una serie de movimientos con el arma, aparentemente descordinados e imprecisos. Un corte suave hacia la izquierda que culmina en un giro sobre su muñeca, una estocada al aire por detrás, una vuelta horizontal en un remolino...

-Watashi wa fukei yuka o...

Y antes de que os deis cuenta, si alguien se fija en él con su Haki de observación podrá comprobar que su poder sube como la espuma. Como él, más o menos, que asciende en un salto que pretende evitar a ambos piratas para caer delante del Marine. Tras clavar el arma en el suelo, empieza a agrietarse y una luz violácea emana de él. En un radio de diez metros, de cada pequeña emanación surge una onda cortante, irregular y morada, que asciende bajo vosotros.

-¡Setsudan shite imasu no!
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Dom 29 Ene 2017 - 22:29}

- Tsk...

Decepcionado, me reincorporé tras ver que el arma entre mis manos no se trataba de la que yo esperaba, sino una imitación bastante pobre. Aunque al menos me había servido para el propósito que planeé, así que una pequeña satisfacción que me podía llevar no sería rechazada. Mi "ataque defensivo" había protegido no solo mi pellejo y el de Syxel (que temerariamente se lanzó confiando en mis capacidades), sino también el de los civiles.

Por otra parte, una vez el tema de la onda estuvo zanjado, tanto el demonio como el puto-pez procedieron a lanzar un ataque sincronizado bastante bueno. Casi parecía que lo tuvieran practicado o algo, pues su coordinación no era algo que se lograra de casualidad. ¿O sí? De todas formas por muy buena que fuera la estrategia, el enemigo que enfrentábamos simplemente estaba por encima de aquel tipo de ataques. No me gustaba darme protagonismo innecesario, pero parecía que aquel enemigo era una responsabilidad que tenía que tomar yo más que nadie, pues si bien Noah era fuerte su estrategia era demasiado simple, y Syxel poseía unos poderes muy particulares, pero no parecía ser capaz de sacarles todo su potencial aún... Eso, o se estaba reservando fuerzas, lo cual era loable aunque ingenuo en mi opinión. Al fin y al cabo no serviría de nada guardar fuerzas para el siguiente combate si ni siquiera salíamos vivos de este, ¿no?

Mientras analizaba desde la distancia el estilo del enemigo para tratar de encontrar un punto débil, me di cuenta de que estaba empezando a preparar algo. Se movía de forma errática, gesticulando innecesariamente con su arma por el aire... Pero alguien de su nivel de poder no podía ser tan estúpido como para simplemente actuar aleatoriamente. Tenía que tener un plan, una razón para aquello. ¿Una técnica tal vez? Me mordí el labio, pues estaba demasiado lejos para aprovechar su baja guardia y atacarle, y la espada aún no estaba lista para lanzar otra onda, ni siquiera como distracción...

Entonces, como escuchando mis pensamientos (o más bien, provocándome por completo), el hombre se dispuso a atacarme directamente a mí. Por su postura y aura, juraría que iba a salvar la distancia entre nosotros de un salto, aunque no podía estar seguro... ¿Debía arriesgarme? ¿Tendría tiempo suficiente? Las mujeres aún seguían a mi espalda, así que seguía estando en la tesitura de no poder simplemente evitar los ataques... Tendría que enfrentarlo directamente. Decidido, esperé a confirmar con mi Mantra y mis reflejos su trayectoria, mientras me agachaba para tomar impulso y sujetaba la "Excalibur del chino" con firmeza.

- Watashi wa fukei yuka o... ¡Setsudan shite imasu no!

No pude evitar sonreír. Declarar las técnicas en voz alta me parecía una debilidad demasiado jugosa en un enemigo como para desaprovecharla, porque eliminaba por completo el factor sorpresa. En cuanto sus pies abandonaron el suelo, pude leer que su poder se incrementaba hasta niveles insospechados, y una gota de sudor frío recorrió mi frente. Si no lograba detenerlo ahora... quién sabía lo que nos ocurriría a los civiles y a mí.

"¡Refuerzo!" Pensé mientras volcaba toda mi energía en la espada para que pudiera soportar el impacto. "¡Endurecimiento!" Añadí, manteniendo el denso y negro Haki de mi ataque anterior.

Con la espada cargada de poder, salté hacia adelante para plantarme a toda velocidad en medio de la trayectoria del general, e interceptar su ataque con el mío. Con mi espada busqué la suya, bloqueándola de manera agresiva para obligarlo a no perder el contacto entre las hojas. De hacerlo, la mía llegaría fácilmente hasta él, y podría acabar con su vida antes de que tuviera oportunidad de contraatacar. Si mantenía el contacto tal como esperaba que hiciera (o si trataba de rechazarme), presionaría aún más y me mantendría lo más cerca posible de él, invadiendo su "zona de confort" e impidiendo que pudiera intentar hacer más cosas raras. Como poco, aquella intervención debería servir para interrumpir la técnica que estaba tratando de canalizar, fuera cual fuera, y eso nos daba a todos un tiempo precioso para tratar de encontrar una forma de acabar el combate de una buena vez, que ya se estaba alargando demasiado.

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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Lun 30 Ene 2017 - 20:47}

- ¡Tus piernas son mías! - Exclamé con júbilo en cuanto mi espadón se abalanzó sobre el despreocupado General.

Como mofándose de nosotros, el tío hizo un ademán extraño con su propia espada y desvió con facilidad toda mi fuerza, dirigiendo el impulso de mi ataque hacia... ¿Arriba? ¿Qué coño hacía Syxel ahí?

- ¡Las tuyas no, zopenco! - Grité agresivamente mientras nuestras hojas chocaban. - Me cago en...

Por suerte solo fueron los metales los que entraron en contacto, y ninguno de los dos salió herido, aunque me estaba empezando a cabrear sobremanera. No me gustaba que me subestimaran de aquella forma tan humillante, y el muy imbécil del enemigo se puso a hacer malabares con su espada como provocando aún más. En lo que recuperaba la compostura y el equilibrio, gritó algo que no comprendí y se lanzó directamente a por Amaiar de un salto, el cual lo encontró a mitad de camino y se puso a forcejear con él.

- Mierda... - Mascullé. Si atacaba ahora, corría el riesgo de darle al peliblanco, o que me desviaran de nuevo para ello.

Aunque bien pensado... ¿Qué me importaba a mí ese humano? Aparte de reconocerle ciertos méritos, seguía sin sentir ni un ápice de aprecio por él, y su sacrificio no sería en vano. sonriendo cruelmente, sujeté el espadón y corrí hacia ambos contendientes, ignorando por completo a Syxel y lo que fuera que fuera a hacer él. Me encontraba demasiado inmerso en la carnicería como para actuar de forma razonable, lo cual se veía reflejado en mi boca sonriente y llena de saliva.

- ¡No me lo tengas en cuenta, "compañero"! - Exclamé mientras lanzaba mi ataque. - ¡Ni se te ocurra soltarlo ahora!

En carrera, lancé un tajo diagonalmente descendente antes de llegar hasta ellos, aprovechando la inercia del espadón para ganar en velocidad y fuerza de giro. En cuanto di una vuelta sobre mí mismo manteniendo el espadón muy cerca del suelo, volví a darle impulso a la hoja mientras la redirigía esta vez de forma ascendente, lanzando un tajo con toda mi fuerza y el peso de la espada hacia el torso del Melniano. Tal cual como iba dirigido mi ataque puede que rozara levemente (o un poco más de levemente en realidad) con la punta a Amaiar, pero como ya dije... sería un mal menor si conseguíamos acabar de una vez con aquel soldado.
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Mar 31 Ene 2017 - 1:39}

Sin aparente dificultad el guerrero evade por completo nuestros ataques, desviando nuestras espadas. Y retrocede hasta salir de nuestro alcance. El sonido metálico de las hojas al encontrarse resuena con fuerza por el lugar, debido sin duda a la potencia de ambos golpes. Noah maldice en voz alta, acorde a su encantadora personalidad, mientras ambos aumentamos también la distancia que nos separa para poder analizar a nuestro rival.

Me concentré de nuevo en el general Melniano con mi haki de observación, y para mi sorpresa sentí como su poder se incrementaba mientras blandía su espada al aire sin aparente sentido. No podía prever su movimiento con suficiente claridad, y viendo la facilidad con la que había evitado nuestro ataque combinado, confirmé que no iba a ser un rival fácil de abatir.

- Supongo que tendré que hacerlo.

No me agradaba la idea de usar todo mi poder con un enemigo como ese, pero tampoco podía perder el tiempo en aquel lugar. Con la decisión tomada, me concentré durante unos instantes, confiando en que Noah me cubriría si intentaba algo mientras tenía la guardia baja. En cuestión de segundos, mi aspecto volvía a cambiar. Los rasgos demoníacos que había adquirido al adoptar mi forma híbrida se revertían ahora, volviendo a mi aspecto humano, aunque con ligeros cambios. Mi pelo pasó a ser de color negro, en lugar de volver al gris inicial, y todo mi cuerpo emanaba un ligero brillo azabache. Al igual que mis ojos, que adquirieron un fulgor carmesí. La sombra que anteriormente nos había cubierto se extendió, oscureciendo ahora todo a nuestro alrededor. Si bien los cambios físicos eran mínimos, sentía la energía fluyendo por todo mi cuerpo. Hacía años que no adoptaba esta forma, y no pude evitar sentirme ligeramente nostálgico.

Terminé mi transformación justo a tiempo de ver como, tras terminar sus movimientos con la espada, el guerrero enemigo saltaba por encima de nuestra posición, directo a por Amaiar. Este, quien parecía haber previsto su movimiento, hizo lo propio asaltándole de frente. El gyojin pareció ver una oportunidad en la situación, y se lanzó al ataque aprovechando el momento. Si todo salía como planeaban, Amaiar atacaría su frente y Noah su retaguardia, lo cual me daba una estupenda oportunidad.

Apenas unos instantes después de que mi compañero iniciase su acometida hice lo propio, aprovechando el notable incremento en mi velocidad para, al llegar hasta su posición, situarme en su flanco derecho y descargar un tajo contra su costado con mi espada envuelta en fuego oscuro.

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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Mar 31 Ene 2017 - 17:14}

-Verdaderamente, vuesas mercedes son especialmente molestas- dice con un tono terroríficamente tranquilo el hombre, mientras contempla la hoja de Amaiar deteniendo la suya-. Incluso, atreveréme a decir, los mosquitos a mi espalda son un real incordio.

Sin mover un ápice la espada, tan sólo soportando el bloqueo agresivo de Amaiar, se lleva la otra mano a sus espaldas, de donde saca un escudo negro como la noche, con adornos de color dorado y una enorme amatista en su centro. ¡Qué bonito es, Amaiar! Lo más sorprendente es cómo, sin verlos, bloquea utilizando el escudo ambos ataques, moviéndose la defensa a una velocidad de vertigo.

-No son los primeros enemigos que desafían a mi Ama- comenta, como con displicencia-, ni los últimos, ni los mejores.

Tras esas palabras inicia un movimiento horizontal de barrido con el escudo, mientras sostiene el arma de Amaiar con su propia espada. Los tres podéis ver de forma bastante clara un brillo metálico en el extremo del escudo, y por cierto Ami, ¿Has mirado bien tu espada? Empieza a agrietarse poco a poco.
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Mar 31 Ene 2017 - 19:10}

Una gota de sudor bajó por mi frente mientras las venas se hinchaban por el flujo de sangre intensificado. El esfuerzo de mantener aquel bloqueo empezaba a notarse no solo en mí, sino también en mi espada que comenzaba a agrietarse. "Que apropiado que Síderos, un reinado quebrándose por la guerra, diera nacimiento a una espada igual de inestable." Pensé con cierta ironía, mientras mi Mantra me advertía de la aproximación de Noah y Syxel. El Gyojin dijo algo que no pude escuchar muy bien mientras se abalanzaba por un lado, dejando que el otro lo cubriera su compañero.

Syxel había regresado a su forma original... no, espera, se había vuelto incluso más poderoso que antes, lo que significaba que su habilidad tenía una segunda fase que no requería el físico de demonio. ¿Una Zoan tal vez? ¿Pero qué Zoan tendría aquel tipo de características tan peculiares? No tenía tiempo de pensar mucho en ello, pues el general habló usando un dialecto arcaico y desprestigiando nuestros intentos de combatirlo, mientras soltaba una mano de su espada para sacar vete a saber de dónde un escudo preciosísimo.

Con ese escudo, sin aparente esfuerzo desvió el asalto conjunto de mis dos aliados, e incluso tuvo la ocasión de lanzar un barrido con el borde metalizado del objeto (el cual supuse que estaría afilado). Gracias a la distancia que estaba guardando y un leve cambio de postura, el barrido no me llegó a impactar, aunque pasó peligrosamente cerca de mi brazo, lo cual me dio una idea que no sé cómo no se me había ocurrido antes. Siguiendo las palabras que él mismo dijo antes, le respondí:

- No, pero somos los más imprevisibles.

Y con una sonrisa, una vez pasado el barrido y con su guardia totalmente abierta, avancé un paso soltando mi propia espada antes de que terminara de romperse y se deshiciera en polvo dorado, para así sujetar la suya ahora que tenía un bonito hueco libre en el mango gracias a la maniobra del tipo. Con una mano ahí y la otra sujetando su propia mano cerrada sobre la espada, comenzaría a forcejear. Si el soldado trataba de empujar hacia mí, retrocedería al tiempo que tiraba de la espada y su brazo. Si trataba él de tirar hacia sí mismo, empujaría mientras avanzaba un pie con intención de darle un rodillazo con Haki en el estómago. Fuera cual fuera la dirección, mi intención era desequilibrarlo y ponerlo en una situación incómoda, que le dejara la defensa abierta y el resto del brazo desprotegido. Con Syxel y Noah tan cerca, estaba convencido de que pillarían el mensaje sin problemas.

Además, por si acaso cubriría también mi torso con Haki de Armadura, ya que de la misma forma que pretendía asaltar al Melniano, yo mismo estaba en una posición algo comprometida, y aún no sabía si su brazo del escudo buscaría librarse de mí o de ellos. Si me hacía "focus" el plan iría viento en popa, mientras que si trataba de librarse de las otras dos "molestias" primero, estaría yo mismo en una ventaja mucho mayor para invadir su área de confort.

Pero todo esto era solo la parte visible de mi maniobra: mi verdadera intención era "invadir" la espada con mi poder, descubrir si tenía capacidades especiales y su forma de activación... todo lo que pudiera descubrir sobre ella y su dueño. Y, forzando mi poder no solo para sacar información, sino también para introducir mi voluntad, intentaría hacer algo que nunca antes había intentado: "robar" la propiedad del arma. Forzándola a reconocerme como su nuevo dueño, la pondría bajo mi control y podría usar mis poderes para hacer que se moviese por su cuenta, ayudándome en mi forcejeo y poniendo en desventaja al general. Incluso mejor si se trataba de una espada con capacidades únicas, pues de conseguir mi cometido podría redirigir precisamente dicho poder hacia donde me interesase más. Si resultaba ser ofensivo, para dañar al Melniano, y si resultaba ser de refuerzo, para potenciarme a mí mismo.

- ¡Ochedin Valannor!



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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Miér 1 Feb 2017 - 2:19}

Haciendo gala de una increíble agilidad, el enemigo logra detener nuevamente nuestros ataques. Mantiene a Amaiar a raya, al tiempo que con un escudo nos bloquea a Noah y a mi, para acto seguido hacer un barrido con el mismo. En parte por instinto, y en parte gracias al haki de observación, puedo reaccionar a tiempo de interponer la hoja de Akaregashi entre su ataque y mi cabeza. Aunque debido a la fuerza del impacto me veo obligado a retroceder unos pasos, para no perder el equilibro y caer al suelo. Al hacerlo, puedo notar que la molestia que sentía en el muslo ha cesado. La herida causada por las lanzas del combate anterior ya debía hacerse curado del todo, gracias al poder regenerativo que me otorga esta forma.

-No son los primeros enemigos que desafían a mi Ama. Ni los últimos, ni los mejores. – Comenta con un claro aire de superioridad.

Su ama, aquella jodida cría. Desde el principio estaba claro que ocultaba algo, y aun así habíamos accedido a luchar por ella en esta estúpida guerra. ¿Qué se me habría pasado por la cabeza en aquel momento? Como fuera, las elecciones tomadas no podían deshacerse. Y aunque solo fuese para saciar mi curiosidad pensaba obtener respuestas, de una forma u otra.

- No, pero somos los más imprevisibles. – Alcancé a oír a Amaiar, justo antes de ver como, en lo que parecía un desesperado intento de tomar algo de ventaja en el enfrentamiento, soltaba su arma para tratar de sujetar la del general Melniano. Estrategia que, si bien era peligrosa, debía aplaudirle.

- No te falta razón, ni pelotas, eso está claro. - Una vez más, las acciones del joven me brindaban una oportunidad, y esta vez la idea que se me pasaba por la cabeza era igual o más alocada que la suya.

Me concentré durante unos instantes, y al hacerlo, del suelo alrededor del general surgieron una decena de no muertos. Las almas de antiguos guerreros, que permanecían en el inframundo, eran llamadas una vez más a la vida para disfrutar de otra batalla. Cuatro de ellos se aferrarían a las piernas de nuestro rival, otros tres tratarían de sujetar el brazo del escudo, y el resto se le echarían encima. Su objetivo, inmovilizarle, o al menos entorpecer en la medida de lo posible sus movimientos. Por mi parte, me lanzaría una vez más a la ofensiva, empuñando en esta ocasión mi espada con ambas manos, para con un corte directo tratar de cercenar su brazo derecho.
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Miér 1 Feb 2017 - 14:08}

Por suerte o por desgracia, mi ataque no había resultado efectivo ni para el general ni para Amaiar, pues el primero de ellos sacó un escudo así de repente con el que no solo rechazó mi acometida, sino que además intentó utilizarlo de forma ofensiva con un movimiento horizontal. Gracias al alcance de mi arma no estuve cerca de la zona de peligro, aunque el barrido golpeó mi espadón haciendo que se desviara hacia el suelo y se clavara allí.

- Estoy hasta los huevos del tío este ya... - Mascullé entre dientes. - Me la suda que tenga mallas y alitas, ¡al batman este le arrancaré las tripas yo mismo!

Abandoné temporalmente el espadón ahí donde estaba, clavado y de pie en el terreno, mientras notaba mis pequeños y afilados dientes con la lengua. Al ver que Amaiar continuaba sujetando y forcejeando, y que Syxel había invocado a sus asquerosetes muertos esos (nunca me acostumbraría a ellos...) para joder aún más al Melniano, me tiré yo también encima de su espalda, sujetando su brazo del escudo junto a varios cadaveres con un brazo, y tratando de rodear su cuello con el otro. Mis piernas rodearían su torso, para mayor sujeción.

Si conseguía aferrar bien mi presa, la intención mía era tirar de ambos agarres a la vez, uno para evitar que moviese aquel molesto objeto redondo y el otro para dejar su yugular al descubierto, donde lanzaría un fuerte mordisco para reventarle la tráquea con mi poderosa mandíbula (el músculo más fuerte que poseo).
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Miér 1 Feb 2017 - 17:53}

-Estoy harto de novatos- comenta, con cierto cansancio, dejando que Amaiar se quede con su arma. En lugar de luchar por ella, lo único que hace es tratar de ponerse a su espalda mientras le hace una zancadilla, o lo intenta al menos. De tener éxito y caer el Marine al suelo intentará reventarle el esternón con el escudo. En cualquier caso, tras eso da un salto hacia atrás.

Una vez está alejado, los muertos aparecen y lo atrapan sin dificultad, aunque no parece que esto lo aflija demasiado, ya que sigue mirando con bastante seguridad a todos los presentes. Sobre todo a Amaiar...

Amaiar:

Cuando Noah salta sobre él es como si atravesara humo. Un humo negro, denso y con olor a hollín. Cuando besas el suelo, y los demás en vuestras posiciones, veis cómo su brazo izquierdo y sus piernas parecen seguir ahí, agarradas por los guerreros, mientras que su cuerpo ha desaparecido y en su lugar hay humo. Como podréis imaginar, el tajo de Syxel también ha atravesado el vacío.

Tras unos segundos en los que sus extremidades se desvanecen en el aire, aparece junto a la espada de Noah, y guardándose el escudo, la levanta sin dificultades.

-Es tosca y pesada, pero para vos servirá.

Se pone en guardia con el arma, dejando la punta apoyada sobre el suelo y manteniendo una posición diagonal, lista para un movimiento ascendente. Sigue sonriendo a Amaiar con cierta sorna, malamente disimulada.
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Miér 1 Feb 2017 - 19:53}

- Estoy harto de novatos

Con expresión aburrida, el Melniano soltó el arma de repente, cosa que no me esperaba para nada, por lo que retrocedí un paso antes de que mi Mantra predijera su siguiente movimiento. Con una velocidad envidiable trató de moverse hacia mi espalda, aunque tuve la audacia de rodar en diagonal hacia adelante a sabiendas de que no podría girarme a tiempo para responderle, y eso me evitó una zancadilla que trató de hacerme el soldado, con la que habría caído de forma descontrolada.

Habiendo aumentado la distancia entre nosotros, cuando me dí la vuelta pude ver un espectáculo grotesco de muerte y putrefacción, como una marea de cadáveres que se lanzaba a por el general. Sin embargo, lejos de preocuparse por ellos, el Melniano nos dedicó una mirada confiada, deteniéndose brevemente en mí. Y sabía por qué... Puede que demasiado tarde, había descubierto que aquella espada era una imitación, un simple sustituto pobremente pintado de la leyenda real. La "Espada de Ébano" que sostenía ahora entre mis manos no era más que madera endurecida, sin ningún tipo de poder real...

Saber aquello normalmente me habría frustrado muchísimo... sin embargo, por alguna razón lo que sentí fue alivio. Nunca supe por qué. Sonriendo, guardé la espada de madera en la funda de Kanshou a mi espalda, mientras llamaba a mis manos dicha falcata. Rápidamente aunque de forma tosca, voló hasta mi poder desde el escaso metro que nos separaba, y una vez la tuve sujeta, la otra hizo lo mismo por cuenta propia. Mis fieles espadas gemelas, que nunca pueden ser divididas... "Lamento haberme separado de vosotras." Pensé con cierto deje de melancolía.

A todas estas, mientras tanto, el Melniano se libró del gyojin y el demonio transformándose en una especie de humo. ¿Así que aparte de todos los problemas que nos había dado hasta ahora, encima se trataba de un usuario de fruta? Pero en fin, aquel conocimiento sería útil de muchas formas.

Una sensación de poder me invadió y estiré un brazo hacia el frente, mientras concentraba toda mi energía en el enemigo que había a pocos metros de nosotros, moldeándola a su alrededor en menos de un instante. Ahora que tenía un respiro y no me tenía que preocupar de defender a los civiles, podía centrar toda mi atención en una única ofensiva, rezando para que Syxel y Noah optaran por el mismo tipo de estrategia (aunque sospechaba que lo harían igualmente, como hasta ese momento). Tampoco podía decirles lo que hacer, no fuera a desvelar mi atentado... Mi mayor ventaja, con suerte, sería el factor sorpresa.

En ese momento el Melniano apareció un poco más allá y cogió el espadón que tenía originalmente Noah, dedicándome una mirada con sorna mal disimulada. "Sonríe mientras puedas..." Pensé, mientras se me escapaba un jadeo de cansancio de la boca. Aquella escena me recordaba al Torneo del Hexódromo, cuando combatí contra Kai... solo que esta vez no debía rendirme. No PODÍA rendirme, no tras todo lo ocurrido. Viendo que el tritón se había quedado sin arma, sin siquiera mirarle hice que una réplica idéntica (de baja calidad, no pensaba esforzarme demasiado en ese sentido) apareciera al instante frente a él, para que pudiera defenderse dado el caso... Aunque ya me había decidido a intentar dar el cien por ciento... no, el doscientos por ciento de mi capacidad para tratar de terminar con aquel combate.

Mientras mi poder se compactaba y las espadas tomaban forma rápidamente en mi mente, algo llamó mi atención. Syxel también se concentraba, y pude ver cómo del suelo bajo los pies del general surgía una potente columna de fuego de color negro, y si bien no podía estar seguro de que aquello afectase al enemigo al menos podía confiar en que lo distrajera como poco. Era el momento. "Ahora o nunca..." Centrando mi Mantra en predecir hacia dónde se movería el objetivo, utilizaría aquella información para apuntar mejor mi técnica y asegurar más su éxito.

"¡Cúpula!" Ordené mentalmente mientras el sudor empapaba mi espalda, haciendo que multitud de espadas (con sus hojas cubiertas por mi Haki) aparecieran flotando alrededor de donde debía estar el general, con intención de apuntarle por todas direcciones. Mi técnica definitiva... Si aquello no daba resultado no podía hacer mucho más. Intentando cubrir tantos huecos como me fuera posible, creé una cantidad de espadas inusual, si bien noté todo el peso del agotamiento en mis músculos y en las piernas que apenas me podían seguir sosteniendo. Pero aún no acababa ahí, no podía ser simplemente aquello o no tendría sentido tanta preparación. Tratando de darle el menor tiempo de reacción posible (suponiendo que siguiera indemne), cerré al momento dicha cúpula haciendo que los filos se abalanzaran hacia el centro de la misma todos a la vez, donde si aún estaba el Melniano (y esperaba por todo lo que me es querido en este mundo que así fuera) tendría serios problemas para evitar por completo los daños, incluso si pasaba de nuevo a su forma etérea (pues como he mencionado, me aseguré de que mi energía y voluntad se manifestaran al mismo tiempo, creando las espadas con una capa de Haki en sus hojas. Lo suficiente para poder afectar al "cuerpo real" del usuario, al menos).

Lo bueno de la cúpula era que las espadas flotaban con cierta firmeza, por lo que simplemente apartarlas no funcionaría. Eso solo facilitaría el ataque, pues al tocarlas yo lo notaría y podría desviar el foco del ataque hacia la nueva posición. Siempre que estuvieran dentro de mi radio de acción, aquellas espadas estaban bajo mi control absoluto, por lo que podría hacer que volaran a gran velocidad en una persecución hasta clavarse en el cuerpo del enemigo.

Lo único que sí tenía realmente claro, es que después de este ataque, dudaba que fuera capaz de hacer mucho más. Me había agotado demasiado entre la legión y esta pelea. Así que, incluso si normalmente no creía en dioses ni poderes superiores, en aquel momento de forma inconsciente recé para que nuestro esfuerzo conjunto diera resultado. Estaba realmente desesperado por terminar con aquello y poner a salvo a los civiles...

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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Miér 1 Feb 2017 - 20:45}

- ¡Jajá!

Reí cuando estuve en el aire, a punto de caer sobre la espalda de mi enemigo para poder llevar a cabo mi "estrategia." Y como dice el refrán, quien ríe el último come tierra. Pues eso hice: comer tierra. Por alguna razón atravesé al melniano, aterrizando de boca contra el suelo y saboreando el asqueroso toque a tierra que tenía.

Cuando me vine a levantar, todo lo que había a mi alrededor era humo y las manos de los muertos, que estúpidos como eran no sabían lo que significaba perseguir a un objetivo y se habían quedado embobados mirándome.

- ¿Qué os tengo dicho de fumar, cabrones? ¡Es malo para la salud y los pulmones!- Les eché la bronca, asumiendo que el humo era de ellos hasta que pude ver bien al Melniano... bueno, o lo que quería suponer que era él. - ¿Pero qué coj...?

Todo lo que vendría a ser su torso había desaparecido, dejando tras de sí únicamente aquel humo extraño. Sep, sus brazos, cabeza y piernas estaban como flotando en el aire, aunque tuve poco tiempo para verlas bien porque el general enseguida se esfumó (y nunca mejor dicho) y apareció al lado de mi espadón, cogiéndolo y diciendo algo sobre que era tosca y pesada.

- Mariconadas, si yo puedo puedo manejarla perfectamente. - Respondí pavoneándome. De seguido traté de llamar su atención, distrayéndole al provocarle con mis burlas:  - ¡Oh, mirad, soy un poderooooooso general de Meln pero una pequeña espadita de nada me parece pesada y tosca!

En ese momento, a mi lado apareció el espadón clavándose en el suelo, lo que me provocó tal sobresalto que di un pequeño brinco en el sitio por la sorpresa. Por un momento pensé que había sido el general, que me lo habría tirado, cuando pude ver que en realidad lo continuaba sujetando y estaba preparando como una pose para un corte ascendente. ¿Entonces aquel que había aparecido? Pude ver a Syxel y Amaiar como concentrándose en algo, y dado que hasta lo que sabía Syxel no era capaz de hacer aquellas cosas, asumí que se trataba del segundo peliblanco.

- ¡No esperes que te dé las gracias! - Dije en tono malhumorado, aunque sujeté la espada y la alcé sobre mi hombro sin problemas con una mano. - ¿Ves qué fácil? Is tisqui y pisidi, piri piri vis sirvirí... - Me burlé del oponente una última vez.

"Bueno, ¿y ahora qué?" Pensé. Por lo que sabía, nuestro enemigo podía convertirse en humo, así que la solución era tan sencilla como imbuir nuestros ataques con Haki... aunque claro, la cosa era DAR el ataque, no dejar que nos lo rechazaran o desviaran. ¿Y el kárate gyojin? No llegué a dominarlo por completo nunca, pero sensei me enseñó las bases... tal vez pudiera lanzar primero alguna clase de ataque a distancia como distracción...

No tuve tiempo de pensar más. De repente en donde antes estaba el general estalló una columna de fuego oscuro, lo que atribuí a los poderes de mi capitán. Al mismo tiempo, una veintena o más de espadas se formaron flotando y apuntando al mismo sitio, para en un instante abalanzarse dentro del fuego en busca del Melniano.

- ¡Hijos de puta! ¿Cómo me lo voy a comer si lo quemais así? - Me quejé, mientras corría hacia allí.

El estallido de fuego no duraría demasiado, a juzgar por su potencia y tamaño, por lo que trataría de acercarme y comprobar el estado del soldado una vez pasase. Si seguía en pie y con ganas de marcha, lanzaría varios tajos a sus piernas cuerpo y cuello con mi espadón imbuido de Haki. Si estaba tumbado en el suelo y muerto o a punto de ello... Bueno, haría lo mismo solo para asegurarme. Nunca se sabe con esta gente hasta que no les cortas la cabeza si están muertos de verdad.
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Jue 2 Feb 2017 - 0:41}

Logra librarse del agarre de Amaiar mucho antes de lo previsto, dejando que este simplemente le quite el arma y retrocediendo de un salto. En cuanto sus pies tocan el suelo mis criaturas se aferran a él como había previsto, y yo continúo la acometida hasta su nueva ubicación. Al mismo tiempo, Noah se abalanza sobre él, pero simplemente lo atraviesa, al igual que mi espada cuando golpeo. Retrocedo un par de pasos, tratando de averiguar qué es lo que ha ocurrido, cuando veo que su torso ha desaparecido, convirtiéndose en humo. Sus extremidades pronto le siguen, convirtiéndose justo frente a nuestras narices en una nube de humo negro. Esta se desplaza sin problemas por el aire, hasta encontrarse junto al espadón que el gyojin había dejado.

- Es un jodido usuario - comenté notablemente molesto. ¿Cómo no se me había pasado por la cabeza esa opción? De haberlo tenido en cuenta desde el principio, quizás no nos encontraríamos ahora en esta situación. O quizás sí. De nuevo, no tenía tiempo para lamentarme, ni pensar en cómo debería haber hecho las cosas.

- Es tosca y pesada, pero para vos servirá. - Comentó mientras empuñaba el espadón, de nuevo burlándose de nosotros.

Se mantuvo en guardia, esperando nuestro siguiente ataque. Claramente estaba confiado, en ningún momento parecía habernos considerado una amenaza, y eso era algo que podía darnos cierta ventaja. De atacarle de frente, como consideré en primer lugar, de nuevo me habría encontrado en desventaja, ya que no solo me superaba en velocidad y reflejos, sino que ahora contaba con un arma que aumentaba considerablemente su rango de ataque. Con todo esto en mente, solo se me ocurría una alternativa. Sin duda era algo arriesgado, pero podía funcionar.

Concentrándome de nuevo, traté de canalizar toda la energía que me quedaba para emplearla en mi próximo, y esperaba que último, ataque. Tras unos segundos de preparación, traté de generar bajos sus pies tanto fuego oscuro como pudiese, mucho más del que estaba acostumbrado, y lo haría estallar en una columna de llamas ascendente que lo envolviese por completo. Tras hacerlo, sentí como mis fuerzas flaqueaban, cayendo hasta clavar una rodilla en el suelo. Habiendo gastado tanto poder, ya no podía mantener la transformación, por lo que mi cuerpo volvió a su forma original. Con la respiración agitada por el agotamiento, alcé la vista, esperando comprobar que este último intento hubiese tenido éxito.

- ¿Qué te ha parecido eso?
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Somos legión. Empty Re: Somos legión. {Jue 2 Feb 2017 - 1:08}

Del fuego a las sombras, y el humo negro surge de las llamas negras como los graznidos de un cuervo en la noche sin luna. La presencia del caballero negro se mantiene sobre las llamas, oculto entre las lenguas de luz. Su presencia está ubicada en un punto a cierta altura, cuando el ataque de Amaiar llega.

Se escucha un sonido metálico de acero contra acero y el rasgar de la tela. Sólo una vez se siente esa perturbación de frío hierro sesgando carne, y el arma de Noah cae al suelo. Tiene abolladuras por todas partes, y hasta está perforada en un punto. Cuando el fuego se ha disipado por completo, el hombre aparece ante vosotros.

Mantiene su porte orgulloso, aunque su capa está raída y su cota de malla casi destrozada. Su tabardo ondea hecho casi jirones, y en su hombro derecho una herida con un aspecto bastante feo destaca, manando sangre de un rojo vivo entre la ropa negra.

-Eso ha sido extremadamente descortés- comenta, mientras Noah avanza e intenta cortarlo, pero detiene sus envites con el escudo. Se nota cierta dificultad para hacerlo, como si hubiera tenido que bajar el ritmo por la pérdida de sangre-. Pero dado que deseáis luchar sin honor, sin honor será.

Abre la boca, y de ella surge un remolino de humo que os envuelve a todos. Es tan oscuro como la noche misma, y poco a poco el interior de esa cúpula empieza a llenarse de irrespirables gases, a temperatura bastante alta.

-En las sombras me pertenecéis- dice, y el suelo se resquebraja bajo vuestros pies, dejando un brillo violeta-. Disfrutad de vuestro último minuto de vida, amigos míos.

Podéis verlo fundirse con el humo, y su presencia comienza a girar con él, hasta que parece salir de ese espacio...
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