(Moderado Nvl 7) Siguiendo un "último deseo"

Bueno Zivhago, lo has logrado. Después de escapar de Hallsat y separarte de tu banda. Una despedida un tanto rápida y seca. Cada uno se fue por su lado al saber de la muerte de Byakuro, y tú ni te molestaste en llevarte a la pelimorada que iba contigo, sino que la dejaste a su suerte. Pero eh, al menos te queda el barco. Por eso estás aquí en este momento. Tal vez no fuera el deseo de Byakuro en un principio, pero es mejor que venderlo o quemarlo, y tú opinas que esto le haría feliz, así que. En fin, el caso es que después de eso y varias semanas de viaje, que has aprovechado para descansar también, has logrado salir del Blue North y atravesar la reverse mountain. Aunque casi no lo cuentas. Lo que tiene no ser navegante. Pero eh, el barco está en perfecto estado. Tu estómago quizás no tanto.

Bueno, ahora que has llegado al Grand Line, toca comenzar la verdadera aventura y dirigirte a Water Seven. O eso es lo que piensas, pero antes deberías descubrir por donde empezar tu viaje. Te paras, recapacitas y recuerdas que no puedes ir a la deriva sin un plan. Menos aún por las peculiaridades de este mar, pero eh, tal vez haya algo en el barco que te guíe a tu destino. Sería buena idea anclar el navío y ponerse a buscar, aunque corres el riesgo de que te ataquen piratas, pero pff. como si no pudieras con ellos. ¿Qué harás?

La despedida fue amarga, silenciosa. Poco a poco sin saberlo, el resto de sus antiguos compañeros fueron dispersándose, hasta que quedó solo a bordo de la embarcación con el sonido de la guerra a sus espaldas. Giro y giro a su alrededor para ver a alguien, alguien que le diera respuestas. Incluso la niña de la que había estado haciendo de niñera había desaparecido. Los dos samuráis no parecían haber llegado a tiempo a la embarcación y el destino del resto era incierto u desconocido, ya que el doctor no conocía por completo a la tripulación.

Sin pensarlo mucho, al verme solo y con la megafonía del gobierno lanzando su ultimátum, elevé anclas con lo poco que había aprendido durante mis breves aventuras con el gremio. Y sin darle muchas vueltas a la cabeza marchando a la deriva, tratando de dejar atrás el imperio Markov.

Día tras día, el doctor comenzó a escribir en un diario de tapa dura, una bitácora de viaje. El cuaderno tenía la portada de color blanco. Los primeros días se limitó a describir más como se sentía que otra cosa, ocupando páginas y páginas. Cuando se enteró de la noticia de que Byakuro había derrotado a Derian quedó atónito, había sido aquella una alucinación… Realmente su vivre card se había esfumado. ¿Tal vez el gremio había sido engañado? ¿Un truco? Los días siguientes continuó leyendo minuciosamente los periódicos, preguntando isla por isla sobre las nuevas de la guerra la cual continuaba desarrollándose a escala menor.

No fue poca la tentación de volver al norte y comprobar de primera mano la información que le llegaba.  Con el paso de las primeras semanas se concienció de que la noticias sobre Byakuro eran falsas, ya que nadie le había visto desde el día que todos creíamos que había muerto. Incluso la gente se cuestionaba el hecho de que Derian hubiera muerto a manos de Byakuro.

Lentamente se hizo la idea de que realmente si eran verdad las habladurías por lo que se quedó tan a la deriva como el barco que navegaba. Sin un rumbo fijo se preguntó qué hacer, pasó una semana y las provisiones se acabaron. El doctor comenzó a ver y oír cosas, la inanición era dura después de todo.  En una de los delirios pensó cual sería la última voluntad de su capitán. Fue entonces cuando recordó el lugar donde le conoció, Water 7, recordó la aventura que vivió allí con él, el misterio de la epidemia, el pescado podrido, el enfrentamiento en la fábrica contra la compañía, la detención de los maleantes. Y aquella frase "Es una pena que no pueda tomar aquí una copa, lo bien que funcionaría un pub aquí" recordaba las palabras de Byakuro, en aquella costa.  La imagen del Black Lotus ensayado en aquella costa le vino a la mente.

-El black lotus... un pub- musitó el alocado doctor.

Tal vez no fuese su última voluntad, pero si sería algo para honrarle ¿ Y quien sabe? Tal vez así llamar la atención de aquel que mató en su nombre, tenía curiosidad por conocerlo por lo menos así poder darle las gracias. Milagrosamente ese día le barco tomó tierra. Tomando este hecho como una señal del espíritu del difunto capitán el doctor preparó el viaje a conciencia, parándose en cada isla preguntando a gente de bien como continuar su ruta, comprando los víveres y pagando los mantenimientos necesarios para el barco, “El black Lotus”, tomando así cada vez más forma la visión que había tenido.


Día 23: Acabó de atravesar el reverse Mountain, ha sido un suceso impresionante, mucho más peligroso de lo que esperaba. Aun así, la ruta proveniente del norte parece ser la menos violenta de todas. Y pensar que eso no ha sido suficiente para que el barco salga intacto, he recibido dos arañazos por estribor que han provocado que el casco pierda la pintura.

El doctor echó la mirada al techo de la cabina del capitán y suspiró -Byakuro me va a matar por esto- pensaba melancólico recordando al peliblanco a la vez que retomaba la escritura de la bitácora.

Aun así, la madera del casco no parece afectada. Consultaré a un carpintero en cuanto llegue al próximo puerto, el cual parece estar a la vista, a algunas millas desde donde escribo estas líneas.

Firmado: Dr. Zhivago.

El doctor se levantó del asiento y salió rápidamente a cubierta, disponiendo toda para desembarcar en el siguiente puerto. Controló el viento y procurando vigilar el arañazo cada vez que podía. Lentamente continuó guiando el barco como buenamente podía estando alerta a cualquier cambio en el horizonte. Miró el log pose continuaba apuntando a la isla a la que se dirigía, ya que según entendía aquello era una brújula, aunque no había terminado de entender al tío que se le había vendido, ya que le había mencionado como unos tiempos de carga electromagnética. Él era alguien culto pero la verdad es que era bastante más inepto en la navegación de lo que le gustaría, fuera como fuera tal vez debería encontrar o contratar una pequeña tripulación en el próximo puerto, después de todo se iba a enfrentar al Grand Line.

PD:

Parece que tus primeros días van a ser relativamente fáciles. Tienes comida y en el barco encontraste lo que parece ser un LP, el cual, has oído, sirve para navegar por esos mares. Aunque bien podría haber sido una brújula normal. ¿Qué tendrá de especial? En fin... En teoría solo tienes que seguir el rumbo que te marca, y eso haces, aunque puede que no debas dejar de echarle el ojo al instrumento... Pero ya es tarde. Mientras estuviste escribiendo, el clima en el exterior cambio de forma inesperada. ¿Pero no estaba el cielo totalmente despejado? Sí, lo estaba, pero esto es la Grand Line. El cielo se cubre con nubes azabaches y empieza a diluviar. A esto le acompañan un vendabal que hace que las velas del barco aceleren estrepitosamente y el mar embrabecido. Sería buena idea hacer algo antes de que te hundas. Oh, y si te paras a mirar el Log poss, verás que este señala otra dirección.

El cielo es ennegreció en tan solo unos segundos, las nubes oscurecidas comenzaron a moverse a mucha velocidad…

-Viento…-musité mientras fruncía el ceño.

Rápidamente un vendaval se formó en medio del mar, una lluvia incesante comenzó a caer sobre nosotros.  El viento rápidamente comenzó a agitar las velas del navío de forma ciertamente peligrosa. El panorama no era bueno, de hecho, no tenía un clima tan malo desde el día que abandone las tierras del norte.

Sin dudarlo demasiado, me dirigí a la vela, debería recogerla para evitar que se rompiera la vela o el mástil debido a la fuerza del viento. Subí por la red del barco y una vez sobre el mástil comencé a recoger las velas.

Tras ello, si no tenía ningún problema descendería con cuidado a la cubierta del barco, deslizándome por una cuerda.  Tras ello miraría el log pose, para así darme cuenta de que el rumbo que marcaba la aguja se había desviado de lo que había sido hasta ahora, por lo que dirigiéndome al timón corregiría el rumbo hasta que corrigiera la posición de la aguja.

Consigues terminar de recoger las velas, con mucho esfuerzo, justo antes de que una corriente de aire te haga perder el equilibrio. Esto, añadido al hecho de que está lloviendo a mares, hace que te resbales y caigas al vacío. Por suerte para ti, algunas sogas se enredan contigo a medida que caes, y quedas colgado a escasos centímetros del suelo.

Puede que hayas gastado la suerte de media vida, o que Byakuro esté velando por ti... O ha sido casualidad, como sea, te has librado de una buena, y has logrado resistir la tormenta, que amaina de forma tan rápida a como se fue. Vaya... El clima está loco, ¿no crees?

Te puedes quedar ahí, mirando como las nubes se alejan o ir a mirar el log pose. Hagas lo que hagas, el resultado será el mismo, ¿O no? Si das una ojeada al horizonte, verás una pequeña isla a lo lejos, si miras el log pose, está señalando hacia ahí. ¿Si no sabes como funciona dicho objeto, quizás pienses que se ha roto y necesites otro, si lo sabes... Sería conveniente que fueras a la isla, pero es tu decisión.