Una Katana para unirlas a... no, espera un momento. [Moderado 3 Kaworu]

Y aquí estás. Siguiendo una historia que encontraste en un libro perdido en la consulta del dentista. ¡Ni siquiera sabías que esta isla existía de verdad! ¿Qué clase de nombre es este? Pero existe, y acabas de llegar. Deberías buscar la manera de agradecer a ese grupo de pescadores que accedieron a desviarse para dejarte aquí, fueron muy simpáticos.

La historia no decía muchos detalles, pero los suficientes como para inflarte el corazón de esperanza. Hablaban de un arma, un arma especial. Una katana con misteriosas propiedades, oculta al oeste de la isla, en el corazón de la flor de loto. Te extraña un poco ahora que lo piensas, porque no parece el tipo de isla en el que haya flores de loto. Más bien árboles enormes y jungla y cosas, pero no charcas o cosas aquí. Sin embargo los pescadores se han marchado y solo te queda tirar para delante o buscar un sitio para pasar las noches hasta que vuelvan a recogerte en tres días. Sinceramente, esperas que cumplan su palabra.

Asi pues, ¿Por dónde empezarás?

Nada mas llegar a la isla recorrió las costas caminando, intento hacerme una idea de si veo algún rastro de alguna criatura inteligente en ella, al fin y al cabo si la leyenda es cierta existirán rastros de los que supuestamente dejaron algo allí. Me preocupaba el hecho de que los pescadores no volviesen, al fin y al cabo ellos no me debían nada pero si habían tenido la amabilidad de acercarme y aquella era una de sus aguas habituales de pesca un desvío no les supondría un nuevo problema, si no era allí donde encontraría algo con lo que recompensarles les tendría en la mente para siempre, debía de buscar algo que les contentase como pago por sus servicios, era pobre y no podía entregarles demasiado dinero.

Mientras caminaba no demasiado lejos de su posición intentando recorrer un camino de no más de treinta metros tanto a la derecha como a su izquierda del desembarco sacó la hoja arrancada del libro que había encontrado en el dentista, éso y una brújula con la que podría orientarse con mayor eficacia.

También prestó atención a los ruidos que pudiesen llegar a sus oídos, así como pequeñas marcas en la tierra, pasos, rastros o lo más peligroso, sangre.

Se sintió un poco engañado al percatarse de que no existían árboles de loto a primera vista, pero era un enigma, el loto podría estar referido a la forma de la isla o quizás a un árbol en el centro que mostraba la ubicación del tesoro, por desgracia no se había fijado en la forma de la isla una vez en el barco, pensaba que todo sería un poco más fácil, se alegraba por otra parte, así los que hubiesen llegado antes que él se habrían retirado ante tal evidencia.

-O muertos...-

Susurró comenzando a pensar que algo podría haber protegiéndolo.

Antes de finalizar las acciones miraría hacia el cielo para intentar adivinar cuántas horas (turnos) tendría antes del anochecer.

Antes de adentrarte en la isla echas un vistazo al cielo. Ha debido pasar su punto álgido hace algún tiempo y calculas que te quedan unas tres o cuatro horas de luz antes de verte forzado a buscar un lugar para pernoctar. Con esto en mente, te adentras un poco más. Pronto abandonas la playa y te sumerges en la jungla dirigiéndote al oeste, según tu brújula. Todo está en silencio, lo más que oyes es la brisa sacudiendo los árboles y algún grillo despistado. Poco a poco, la vegetación se va haciendo más tupida.

Consejos:

Me adentré en el interior de la jungla a sabiendas de lo que podría suponer. La luz del sol me ayudaba a avanzar sin temor, no tenía demasiada experiencia en las junglas, de hecho, jamás había pisado una; me transmitía inseguridad. Durante el trayecto escuché poco ruido hostil, sin embargo tenía la mano izquierda posada sobre la katana, dejando que la derecha tomase la brújula. Continué mi travesía hacia el oeste, no me desviaría hasta que encontrase algo que me llamase la atención. Tenía en mente el motivo por el que había llegado a ésa isla, también recordaba que aún tendría tres días para explorar la misma; no debía de ser descuidado. Intentaría dentro de todo lo posible volver a la playa antes de la noche.

Gracias::

Tras mucho caminar llegas a un claro. Es bastante pequeño y está lleno de malas hierbas. Si alguien pasó por ahí, hace mucho que se fue. Pero al dar un par de pasos compruebas que efectivamente, alguien tuvo que haber pasado por ahí. Puedes ver los restos de una hoguera, aunque los troncos están llenos de moho y el círculo en el que debieron quedar las cenizas está vacío, no es más que un trozo de suelo quemado.

¿Hay algo ahí? Te acercas dudoso... ¡Sí! ¡Lo hay! Es una especie de colgante, como una piedra roja sujeta con un cordón de cuero. Tiene un símbolo tallado, que no identificas. Vaya... ¿Qué habrá pasado aquí?

Spoiler: