Nailah
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- Aclaración:
- Este es un diario conjunto (por llamarlo de alguna forma), con mis camaradas Syxel y Balagus. Es una misma historia contada desde el punto de vista de cada uno, por lo que recomendaría leer los tres para disfrutarlos correctamente.
Nailah le dio otro trago al vaso. Tenía sueño y hambre, ¿por qué nadie hacía la comida? Oh, ya recordó, cierta persona de la tripulación había decidido darse el mayor atracón de su vida y dejar vacía la despensa; la morena bufó con resignación. Llevaba tiempo viajando con sus nuevos compañeros. ¿Habría hecho lo correcto de unirse? De momento se sentía cómoda con ellos, no como en la anterior banda, la cual la habían tratado como una chacha y solo supieron aprovecharse de ella. Sonrió. Colarse en aquel barco sola fue lo mejor que pudo haber hecho en una de sus grandes locuras.
Bebió otro trago y posó el vaso con fuerza sobre la mesa, haciendo que este salpicara unas gotas de delicioso ron por los alrededores. La fiesta sonaba por todo el barco, hasta el rincón más alejado estaba inundado de felicidad. Conseguir pasar la Reverse Mountain era un gran mérito, jamás pensó que volvería a cruzarla, sus puertas ante el mundo cada vez se expandían más. ¿Qué sería lo próximo? ¿Llegar al nuevo mundo? Las ganas de visitar aquellas tierras exóticas le hacían llenar la cabeza de nubes y un mundo de lo más fantasioso. Estaba claro que antes de acceder a tal maravilla pararía en Sabaody, tenía una charla pendiente con su amigo de la infancia Zane D. Kenshin y, de paso, ver como estaba el viejo Vic.
La pirata sonrió al ver las tonterías que hacían sus nuevos compañeros, incluso algunos bailaban al son de la música, le hubiera gustado unirse, pero estaba tan cansada que en cuanto pillase una cama caería rendida en el mundo onírico. Llevó la mano a la boca y bostezó intensamente, a más de alguno le contagiaría el bostezo. Estiró los brazos y se desperezó por completo. Puede que tuviera un hogar ahora, pero las sillas del barco eran de lo peor; deberían quemarlas y comprar otras nuevas, pensó arrugando la nariz.
La morena pensó que sería buena idea tomar un poco de aire fresco a la luz de la luna. Su capitán, borracho como una cuba, se había adelantado al salir al exterior entre tambaleos. Antes de irse miró al resto de piratas, estaban tan entretenidos con aquella pequeña fiesta que no iban a ser capaces de enterarse de nada de lo que pasaba en el exterior. Nailah cogió el vaso y terminó la poca bebida que quedaba en él, se relamió los labios y arrimó la silla contra la mesa.
Abrió la puerta de un empujón haciendo que chirriara. Su capitán se encontraba apoyado en la barandilla y ella se acercó hasta allí. Se cruzó de brazos y observó al mar en su infinita calma. El sol brillaba en lo alto con fuerza y ni una sola nube abordaba el cielo, pero la calma pronto terminó.
¡Eso era! Después de una gran fiesta lo mejor estaba por venir. A lo lejos se había divisado un barco marine, perfecto para abordar. Nailah estaba demasiado emocionada pues sería su primer asalto al gobierno; sin embargo, más tarde, su gozo se vería en un pozo. La alegría con la que se iba a abalanzar sobre aquel barco se desvaneció rápidamente. Una orden de Syxel bastó para que la morena se detuviese en contra de su voluntad.
-Quédate en el barco y ayuda al resto - ordenó el moreno.
-¡Eso no es justo! ¡Yo también quiero ir! Ellos pueden bastarse solos para cuidarlo - protestó indignada.
-Te he dado una orden - respondió tajantemente.
La espadachina hinchó sus mofletes y pateó el suelo. Si había algo que detestara es que le dijeran lo que tenía que hacer cuando no quería. Solamente su capitán y Balagus se habían adentrado en la batalla de la cubierta de aquel buque marine. Ella pensó en el modo de asaltar el barco sin que la vieran. Puede que su capitán se preocupase por su seguridad, pero era la que mejor sabía como estaría si se adentraba o no en la masacre. La morena envainó una de sus espadas y subió a la barandilla, de un salto se agarró a la red del otro barco y con esfuerzo logró subir hasta la cubierta. Una vez arriba se dejó caer en el suelo y enseguida se levantó.
Sacó sus dos espadas y les apuntó. La morena alzó sus armas para arremeter contra un recluta. Este le propició un corte en el brazo izquierdo, pero la muchacha, con una audaz finta, consiguió derribarlo de frente. La pirata luchó con valentía contra aquellos marines hasta estar cerca de su capitán; sin embargo, su mirada se vio captada por la presencia más poderosa del buque. Fue un acto de impulsividad, aquella persona tan enorme parecía delatar con la mirada sus intenciones. Nailah esquivó a los reclutas que se acercaban hacia ella y corrió hasta Syxel, empujándolo hacia delante por la espalda.
Por detrás resonó el gran golpe provocado por el contraalmirante. Tal había sido la potencia que sus cabellos se movieron con el viento del impacto. La pirata cerró los ojos con fuerza durante unos segundos y luego se dio la vuelta, con su mano apoyada sobre la espalda de su capitán. El semi gigante estaba luchando contra el marine de gran tamaño, pero no parecía llevar ventaja. Suspiró aliviada entre jadeos y pasó la mano por su herida limpiando la sangre que había aflorado a la superficie de su piel. Al menos su capitán empezaba a recobrar su sobriedad... Nailah se puso en pie ayudándose de las espadas para levantarse.
El metal de las espadas chocar, sangre por todas partes y marines corriendo de un lado para otro... parecía una carnicería. Le dedicó una mirada a su capitán, probablemente después se llevaría una buena reprimenda por haber desobedecido sus órdenes, pero esta tan solo esbozó una sonrisa para que se fijara en que estaba más que preparada para enfrentarse como ellos y este le devolvió la sonrisa, lo cual la animó más en aquella encarnizada lucha.
Ante ellos estaba el gran jefe, mejor dicho el contraalmirante. Era poderoso, tanto que ninguno de los golpes de la morena conseguía hacerle efecto. Los tres con las armas en mano se lanzaron hacia él. No poseía estrategias con la espada lo suficientemente fuertes, pero si logró hacerle algún buen rasguño. Gracias al semi gigante y su capitán pudieron derrotarle y dejarle tendido en el suelo. Mientras el pirata y el marine mantenían una charla, Nailah observó el mástil caído sobre la cubierta del buque. En aquella encarnizada lucha, ser capaz de romper algo así era digno de felicitar, pensó con asombro.
La pirata, siguiendo las órdenes de su capitán, recogió la bandera marine y se la llevó hasta él. La bandera, sujetada por los tres miembros de la banda fue prendida fuego por Syxel. Nailah esbozó una sonrisa mientras la sujetaba. Las llamas la consumían poco a poco hasta llegar cerca de sus manos, la cual fue tirada en arrebato de calor por la cercanía del fuego. La morena no dejó de mirar la tela rasgada por el fuego hasta que solo quedaron cenizas de ella. Después, miró a todos los supervivientes, no había palabras para describir aquella atrocidad. Era el momento de regresar al barco. Ya no quedaba nada de importancia en ese barco, tan solo la presencia que habían dejado y sobre la que próximamente hablarían por todas partes.
Bebió otro trago y posó el vaso con fuerza sobre la mesa, haciendo que este salpicara unas gotas de delicioso ron por los alrededores. La fiesta sonaba por todo el barco, hasta el rincón más alejado estaba inundado de felicidad. Conseguir pasar la Reverse Mountain era un gran mérito, jamás pensó que volvería a cruzarla, sus puertas ante el mundo cada vez se expandían más. ¿Qué sería lo próximo? ¿Llegar al nuevo mundo? Las ganas de visitar aquellas tierras exóticas le hacían llenar la cabeza de nubes y un mundo de lo más fantasioso. Estaba claro que antes de acceder a tal maravilla pararía en Sabaody, tenía una charla pendiente con su amigo de la infancia Zane D. Kenshin y, de paso, ver como estaba el viejo Vic.
La pirata sonrió al ver las tonterías que hacían sus nuevos compañeros, incluso algunos bailaban al son de la música, le hubiera gustado unirse, pero estaba tan cansada que en cuanto pillase una cama caería rendida en el mundo onírico. Llevó la mano a la boca y bostezó intensamente, a más de alguno le contagiaría el bostezo. Estiró los brazos y se desperezó por completo. Puede que tuviera un hogar ahora, pero las sillas del barco eran de lo peor; deberían quemarlas y comprar otras nuevas, pensó arrugando la nariz.
La morena pensó que sería buena idea tomar un poco de aire fresco a la luz de la luna. Su capitán, borracho como una cuba, se había adelantado al salir al exterior entre tambaleos. Antes de irse miró al resto de piratas, estaban tan entretenidos con aquella pequeña fiesta que no iban a ser capaces de enterarse de nada de lo que pasaba en el exterior. Nailah cogió el vaso y terminó la poca bebida que quedaba en él, se relamió los labios y arrimó la silla contra la mesa.
Abrió la puerta de un empujón haciendo que chirriara. Su capitán se encontraba apoyado en la barandilla y ella se acercó hasta allí. Se cruzó de brazos y observó al mar en su infinita calma. El sol brillaba en lo alto con fuerza y ni una sola nube abordaba el cielo, pero la calma pronto terminó.
¡Eso era! Después de una gran fiesta lo mejor estaba por venir. A lo lejos se había divisado un barco marine, perfecto para abordar. Nailah estaba demasiado emocionada pues sería su primer asalto al gobierno; sin embargo, más tarde, su gozo se vería en un pozo. La alegría con la que se iba a abalanzar sobre aquel barco se desvaneció rápidamente. Una orden de Syxel bastó para que la morena se detuviese en contra de su voluntad.
-Quédate en el barco y ayuda al resto - ordenó el moreno.
-¡Eso no es justo! ¡Yo también quiero ir! Ellos pueden bastarse solos para cuidarlo - protestó indignada.
-Te he dado una orden - respondió tajantemente.
La espadachina hinchó sus mofletes y pateó el suelo. Si había algo que detestara es que le dijeran lo que tenía que hacer cuando no quería. Solamente su capitán y Balagus se habían adentrado en la batalla de la cubierta de aquel buque marine. Ella pensó en el modo de asaltar el barco sin que la vieran. Puede que su capitán se preocupase por su seguridad, pero era la que mejor sabía como estaría si se adentraba o no en la masacre. La morena envainó una de sus espadas y subió a la barandilla, de un salto se agarró a la red del otro barco y con esfuerzo logró subir hasta la cubierta. Una vez arriba se dejó caer en el suelo y enseguida se levantó.
Sacó sus dos espadas y les apuntó. La morena alzó sus armas para arremeter contra un recluta. Este le propició un corte en el brazo izquierdo, pero la muchacha, con una audaz finta, consiguió derribarlo de frente. La pirata luchó con valentía contra aquellos marines hasta estar cerca de su capitán; sin embargo, su mirada se vio captada por la presencia más poderosa del buque. Fue un acto de impulsividad, aquella persona tan enorme parecía delatar con la mirada sus intenciones. Nailah esquivó a los reclutas que se acercaban hacia ella y corrió hasta Syxel, empujándolo hacia delante por la espalda.
Por detrás resonó el gran golpe provocado por el contraalmirante. Tal había sido la potencia que sus cabellos se movieron con el viento del impacto. La pirata cerró los ojos con fuerza durante unos segundos y luego se dio la vuelta, con su mano apoyada sobre la espalda de su capitán. El semi gigante estaba luchando contra el marine de gran tamaño, pero no parecía llevar ventaja. Suspiró aliviada entre jadeos y pasó la mano por su herida limpiando la sangre que había aflorado a la superficie de su piel. Al menos su capitán empezaba a recobrar su sobriedad... Nailah se puso en pie ayudándose de las espadas para levantarse.
El metal de las espadas chocar, sangre por todas partes y marines corriendo de un lado para otro... parecía una carnicería. Le dedicó una mirada a su capitán, probablemente después se llevaría una buena reprimenda por haber desobedecido sus órdenes, pero esta tan solo esbozó una sonrisa para que se fijara en que estaba más que preparada para enfrentarse como ellos y este le devolvió la sonrisa, lo cual la animó más en aquella encarnizada lucha.
Ante ellos estaba el gran jefe, mejor dicho el contraalmirante. Era poderoso, tanto que ninguno de los golpes de la morena conseguía hacerle efecto. Los tres con las armas en mano se lanzaron hacia él. No poseía estrategias con la espada lo suficientemente fuertes, pero si logró hacerle algún buen rasguño. Gracias al semi gigante y su capitán pudieron derrotarle y dejarle tendido en el suelo. Mientras el pirata y el marine mantenían una charla, Nailah observó el mástil caído sobre la cubierta del buque. En aquella encarnizada lucha, ser capaz de romper algo así era digno de felicitar, pensó con asombro.
La pirata, siguiendo las órdenes de su capitán, recogió la bandera marine y se la llevó hasta él. La bandera, sujetada por los tres miembros de la banda fue prendida fuego por Syxel. Nailah esbozó una sonrisa mientras la sujetaba. Las llamas la consumían poco a poco hasta llegar cerca de sus manos, la cual fue tirada en arrebato de calor por la cercanía del fuego. La morena no dejó de mirar la tela rasgada por el fuego hasta que solo quedaron cenizas de ella. Después, miró a todos los supervivientes, no había palabras para describir aquella atrocidad. Era el momento de regresar al barco. Ya no quedaba nada de importancia en ese barco, tan solo la presencia que habían dejado y sobre la que próximamente hablarían por todas partes.
Deathstroke
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Buenas, soy Deathstroke y voy a moderar este diario.
Has sevido bien a tu capitán, lo has salvado de una muerte casi segura, y con ello le has dado la oportunidad de darle su merecido al causante de ello. Por ello, tras unos días navegando tras el incidente llega una gaviota con un mensaje en una pata:
Enhorabuena, has pasado a la siguiente fase.
PD: el contra almirante no ha muerto, aunque haya sido un 3 vs 1 los contra almirantes son un rango muy poderoso, y dos niveles 40 y pico y un nivel 12 tendrían un combate mucho más igualado. dicho esto tu te llevas 23.000.000 por derrotarlo, más 10.000.000 por el buque, y 30.000.000 por la bandera quemada; lo que quiere decir que te llevas 63.000.000.
Has sevido bien a tu capitán, lo has salvado de una muerte casi segura, y con ello le has dado la oportunidad de darle su merecido al causante de ello. Por ello, tras unos días navegando tras el incidente llega una gaviota con un mensaje en una pata:
- anonimo:
- Los actos que habéis hecho hace unos días no han pasado desapercibidos, alguien os ha observado aunque no lo hayáis visto, y gracias a él habéis sido invitados para la búsqueda de un nuevo Yonkou tras la captura del capitán Legan Legim.”
Enhorabuena, has pasado a la siguiente fase.
PD: el contra almirante no ha muerto, aunque haya sido un 3 vs 1 los contra almirantes son un rango muy poderoso, y dos niveles 40 y pico y un nivel 12 tendrían un combate mucho más igualado. dicho esto tu te llevas 23.000.000 por derrotarlo, más 10.000.000 por el buque, y 30.000.000 por la bandera quemada; lo que quiere decir que te llevas 63.000.000.
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