Una noche para recordar [Moderado nivel 2 - Worgen]

Amanece un nuevo día en Hauoli, cálido y agradable. Los apacibles vientos de la mañana recorren las calles de la ciudad, paseando la arena del desierto de un lado al otro. Los comerciantes aseguran los toldos de sus puestos ambulantes y los niños lloran a sus madres ya que les escuecen los ojos y se les irrita la garganta. Vale, igual no es tan agradable, pero desde luego es cálido. Aunque todo eso a ti te importa poco, dado que te encuentras en el interior de tu querido establecimiento. Guarecido de cualquier posible tormenta o de los simples inconvenientes del día a día en el desierto.

Ya casi has terminado de recoger y limpiar todo lo de la noche anterior. Aunque desde luego aún te espera un largo día de trabajo por delante. A lo mejor hoy quieres abrir el bar más temprano para tu estimada clientela, o quizás prefieras tomarte unas horas para preparar la fiesta de esta noche. Cierto, la fiesta, se me olvidaba. Hace dos noches se te acercó un hombre, ¿o era una mujer? Bueno, se te acercó alguien y te comentó que quería celebrar una fiesta en tu local. Puede que estuvieses un poco bebido, así que no recuerdas los detalles. Pero estás seguro de que es esta noche.

Anotación:

─Pásame eso, Nikola -le dijo el bastardo a la camarera que lo ayudaba a limpiar.

─¿El qué? -se quedó quieta, mirando lo que tenía en las manos -¿El cubo de fregar?

─Sí. Dame.

Debajo de su pie había un hombre tirado, que aún no había despertado después de la noche anterior. Cuando recibió el cubo lleno de agua sucia, utilizó el pie para empujarlo y darle la vuelta. Entonces, vació el agua en su cara. El hombre se despertó de golpe, tosiendo. Worgen volvió a tirar el cubo hacia Nikola, la cual lo cogió al aire y siguió a lo suyo.

─¿Ah? -dijo el resacoso cuando se recuperó -Una cerveza, por favor -mientras se levantaba a tambaleos.

─Lárgate, hoy está cerrado hasta la noche.

Costó un poco que el hombre saliese por la puerta, casi a patadas, pero al final lo hizo. El moreno cerró la puerta con llave y se giró, sacudiéndose las palmas de las manos.

─Ese tío bebió menos que tú -dijo Nikola, casi riendo.

─No todos aguantan el alcohol -contestó, moviéndose al otro lado de la barra mientras cogía una botella de vino blanco de marca Sandsnake. Bebió de ella a morro a se limpió la boca con el puño -¿Sabes algo de los tipos que querían montar una fiesta esta noche? No recuerdo si eran Cobras o…

Nikola se encogió de hombros y siguió limpiando lo poco que quedaba.

─Déjalo -dijo Worgen con sarcasmo, como si la mujer quisiese ayudarlo -ya lo descubro yo. Debo tener por aquí un…

Aunque no lo pareciese, Worgen era un hombre muy organizado, e incluso borracho apuntaba todas las veces que alguien quería usar su local en una agenda. Aunque cuando estaba borracho su letra era algo más difícil de entender, pero no debería haber problema. Buscó la agenda en los estantes que había bajo la barra, la sacó y abrió sobre esta, buscando a ver si encontraba algo.

Anotación:

Con bastante calma y tratando de hacer memoria pasas una a una las páginas de la agenda. En la mayoría puedes leer de pasada un sinfín de fechas, direcciones, números, pedidos y todo tipo de datos que, sinceramente, no recuerdas haber escrito ni la mitad. Tras ojear un par más en blanco, encuentras la que podría ser la que buscas. Aunque para tu desgracia, y confirmando tus temidas sospechas, apenas puedes entender lo que tu mismo anotaste.

Worgen borracho escribió:Una blla seorita rserv br pra fista. Verns, 23:00 22:00 nche. Celbrar grn acerd comrcal.

El sonido de una risa te saca de tu lectura. Y cuando buscas su procedencia te encuentras a Nikola sonrojada, incapaz de contener la sonrisa. Algo parece hacerle mucha gracia, aunque no tienes la más mínima idea de que puede ser. En cualquier caso, si le preguntas por la reserva te responderá con algunos detalles que ella misma oyó de la conversación que mantuviste. La fiesta sería para unos treinta invitados, puede que alguno menos. Y les aseguraste que, además de bebida, también habría una cena especial para festejar la ocasión. Te deja caer también que la misma noche en la que hicieron la reserva parecían haber comenzado ya la celebración. Y gastaron una buena suma el alcohol. Puede que tengas delante una rentable oportunidad si logras satisfacer a tus clientes.

Tras leer la incomprensible nota, maldiciéndose a si mismo, escuchó la voz de Nikola, riéndose. La miró con una ceja alzada, confuso.

─¿De qué te ríes? Bueno, da igual. ¿Tú recuerdas algo?

Fue entonces cuando Nikola le comentó los detalles. Bien podría habérselo contado antes. Era chica que a veces le sacaba de quicio. Treinta invitados, una cena… Estaba bastante seguro de que le quedaba comida suficiente como para montar una cena para treinta, así que con ello no había problema… esperaba. Y alcohol… nunca faltaba alcohol en La Serpiente de Arena, de eso estaba seguro. Lo que le confundía, y mucho, es que en la nota escrita no había una sola mención del nombre de la clienta que había hecho la reserva. Se llevó la mano a la frente, ligeramente estresado.

“¿Quién me manda a mí hacer tratos borracho?”

Estaba empezando a plantearse seriamente a llamar por Denden mushi a alguno de los miembros de Los Cobras que estuvo ayer en el bar, para preguntarle, aunque lo más seguro es que estuvieran todos más borrachos que él.

─Nikola, llama a Mike. Dile que venga antes del anochecer, y que se traiga a sus chicas. Harán falta camareras, y a lo mejor alguien quiere un servicio especial.

Estás tan concentrado en los preparativos, la cena y tratar de recordar algún dato más que el resto de la tarde pasa con una tediosa calma. A lo largo de la misma te llega algún que otro rumor de la calle, y todos se resumen a que un nuevo e importante grupo comercial ha llegado a la isla y cerrado un gran negocio. Parece que has cazado a unos buenos clientes, y quién sabe, quizás te convendría aprovechar la fiesta para tratar de sacar tajada.

Comienza a anochecer, y apenas queda un rato para la hora indicada cuándo la puerta de tu local se abre. Es entonces cuando ves entrar a Mike, seguido enseguida por una docena de sus mejores señoritas. La puerta vuelve a cerrarse y, mientras ellas se dirigen a cambiarse como de costumbre, el bueno de Mike se dirige a ti.

- No me habías avisado de que tuvieses algún evento esta noche. ¿Tiene algo que ver con ese nuevo grupo del puerto?

Tampoco es que tengas mucha información para responderle, pero en cualquier momento las puertas podrían abrirse de nuevo y tendrás bastante trabajo. ¿Tienes ya todo preparado?