Barrabás Seegar
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
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Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Llevaba ya bastante tiempo en aquella isla y no necesitó ni la mitad del invertido para percatarse de algo, aquel lugar no era más que una isla fortificada con escasos recursos naturales, no tenía nada que destacase. De vuelta hacia su embarcación encallada se topó por el camino con uno de sus hombres, al parecer el pirata había ido a buscar a Barrabás para informarle de que el bote ya estaba listo para partir.
Pensó que no habría nada más que hacer allí, así que se dispuso a emprender su camino hacia la playa cuanto antes. Escoltado por aquel pirata se encontró una situación desolada a las orillas de la isla, sus hombres, después de haber terminado la embarcación, se habían hartado de beber alcohol, al parecer no podían cargarlo todo y habían decidido consumir el sobrante.
Aquella situación no le sentó para nada mal al capitán, habían pasado demasiado tiempo en el mar, no les iba a negar darse tal respiro, mucho menos cuando además iban a tener que tirar tan valiosa mercancía. En aquella situación hizo lo propio, tomó una botella entera de ron y dio media vuelta para volver a introducirse en el interior de la selva. El pirata que le había acompañado fue tras él y le preguntó qué era lo que estaba haciendo, sin demasiados quebraderos de cabeza el capitán le respondió que se relajase, que cuando los hombres se hubiesen recuperado partirían hacia un nuevo sitio.
Ante el tono tranquilizador y despreocupado de Barrabás el pirata fue a divertirse con sus compañeros.
El hombre caminó hasta encontrarse de nuevo en el mismo lugar, el claro de la selva en el que había tomado asiento la vez anterior, ahora haría lo mismo, esta vez contaría con una agradable compañía, el alcohol.
Se sentó allí y contempló el espectáculo que había frente a él, la noche, estaba esperando a que algo despertase su interés, o quizá tan solo estaba viendo los minutos pasar.
Pensó que no habría nada más que hacer allí, así que se dispuso a emprender su camino hacia la playa cuanto antes. Escoltado por aquel pirata se encontró una situación desolada a las orillas de la isla, sus hombres, después de haber terminado la embarcación, se habían hartado de beber alcohol, al parecer no podían cargarlo todo y habían decidido consumir el sobrante.
Aquella situación no le sentó para nada mal al capitán, habían pasado demasiado tiempo en el mar, no les iba a negar darse tal respiro, mucho menos cuando además iban a tener que tirar tan valiosa mercancía. En aquella situación hizo lo propio, tomó una botella entera de ron y dio media vuelta para volver a introducirse en el interior de la selva. El pirata que le había acompañado fue tras él y le preguntó qué era lo que estaba haciendo, sin demasiados quebraderos de cabeza el capitán le respondió que se relajase, que cuando los hombres se hubiesen recuperado partirían hacia un nuevo sitio.
Ante el tono tranquilizador y despreocupado de Barrabás el pirata fue a divertirse con sus compañeros.
El hombre caminó hasta encontrarse de nuevo en el mismo lugar, el claro de la selva en el que había tomado asiento la vez anterior, ahora haría lo mismo, esta vez contaría con una agradable compañía, el alcohol.
Se sentó allí y contempló el espectáculo que había frente a él, la noche, estaba esperando a que algo despertase su interés, o quizá tan solo estaba viendo los minutos pasar.
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