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Al ver los puntos otorgados tuve un momento de indignación, ya que no entendí por qué no me habían otorgado la victoria en mi combate anterior. Vale que mi oponente se hubiese distraído, pero cuando sonó la campana me pareció que quedaba bastante claro quién había salido vencedor. Pero bueno, como se suele decir, a lo hecho, pecho. Ahora tocaba centrarse en la última ronda de combates de este torneo.
Al ir a comprobar contra quién me tocaba esta vez no pude evitar pensar que alguien estaba jugando conmigo. No solo no me habían dado la victoria, sino que además mi oponente ni siquiera tenía nombre. A saber quién sería esa "persona misteriosa", aunque en el fondo no importaba. Fuese quien fuese, iba a poner toda la carne en el asador para tratar de llevarme la victoria y demostrar mi fuerza ante mis superiores. Eso si, después de dos marines en las rondas previas me gustaría que en esta ocasión mi adversario fuese un agente, igual que yo. Tenía ganas de enfrentarme a alguien entrenado para utilizar mis mismas técnicas y así poner a prueba mi maestría en su uso.
En esta ocasión el escenario era mucho más anodino que en las rondas anteriores. Simplemente se trataba de una zona hecha de cemento, sin techos ni nada que lo limitara. Aunque, como nos habían avisado, no podíamos salirnos de los límites. Quizás la simplificación del escenario de combate respondía a los temblores producidos durante la ronda previa. Tal vez la estructura era defectuosa, o había resultado dañada debido a la intensidad de los enfrentamientos.
De nuevo, como había hecho antes, me senté en el suelo y comencé a meditar, mejorando mi concentración de cara al inminente combate. Activé mi Haki de Observación para enterarme cuando mi oponente llegase y cerré los ojos. Cuando sintiera otra presencia acercándose, los abriría y me pondría de pie, diciendo:
- Saludos, compañero. Soy Anders D Thawne. Espero que ambos disfrutemos de un combate interesante, y que gane el mejor.
Tras esto, me pondría en guardia, manteniendo mi Mantra totalmente centrado en mi adversario, y esperaría su respuesta, e incluso un posible ataque.
Al ir a comprobar contra quién me tocaba esta vez no pude evitar pensar que alguien estaba jugando conmigo. No solo no me habían dado la victoria, sino que además mi oponente ni siquiera tenía nombre. A saber quién sería esa "persona misteriosa", aunque en el fondo no importaba. Fuese quien fuese, iba a poner toda la carne en el asador para tratar de llevarme la victoria y demostrar mi fuerza ante mis superiores. Eso si, después de dos marines en las rondas previas me gustaría que en esta ocasión mi adversario fuese un agente, igual que yo. Tenía ganas de enfrentarme a alguien entrenado para utilizar mis mismas técnicas y así poner a prueba mi maestría en su uso.
En esta ocasión el escenario era mucho más anodino que en las rondas anteriores. Simplemente se trataba de una zona hecha de cemento, sin techos ni nada que lo limitara. Aunque, como nos habían avisado, no podíamos salirnos de los límites. Quizás la simplificación del escenario de combate respondía a los temblores producidos durante la ronda previa. Tal vez la estructura era defectuosa, o había resultado dañada debido a la intensidad de los enfrentamientos.
De nuevo, como había hecho antes, me senté en el suelo y comencé a meditar, mejorando mi concentración de cara al inminente combate. Activé mi Haki de Observación para enterarme cuando mi oponente llegase y cerré los ojos. Cuando sintiera otra presencia acercándose, los abriría y me pondría de pie, diciendo:
- Saludos, compañero. Soy Anders D Thawne. Espero que ambos disfrutemos de un combate interesante, y que gane el mejor.
Tras esto, me pondría en guardia, manteniendo mi Mantra totalmente centrado en mi adversario, y esperaría su respuesta, e incluso un posible ataque.
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El agente soltó un suspiro mientras aguardaba al comienzo de la siguiente ronda. La verdad es que al final el primer combate no había supuesto gran cosa, y es que apenas había intercambiado algunas palabras con Al. Una lástima, aunque en parte decidió achacárselo a los extraños temblores que provocaron el mal funcionamiento de la torre. ¿Qué se le iba a hacer? Al menos había podido ver a su viejo amigo de nuevo, algo que le alegraba pese a que no fuera a admitirlo nunca, y menos en su presencia. Cuando el encuentro concluyó les informaron de que los siguientes combates no se disputarían en el interior de aquella torre tan divertida, sino en plataformas de cemento que estaban preparando para la ocasión. Al menos no tendría que preocuparse porque oleadas de arena fueran a caerle encima ni similares. De hecho, los escenarios se le asemejaban a los del Hexódromo, obviando que no poseían la forma hexagonal tan particular de los mismos.
Invirtió el tiempo de descanso en distraerse un poco y descansar, buscando un bocado que pudiera reemplazar aquel que no pudo degustar cuando le obligaron a apuntarse "voluntariamente" a las pruebas. En cierto sentido seguía algo mosqueado con ese tema, pero no se iba a quejar. Tampoco podía reprocharles nada... ¡Para una vez que le hacían trabajar! Kus se rió ante aquel pensamiento, imaginándose que Issei le habría dado una colleja de haberlo escuchado, cosa realmente probable teniendo en cuenta sus peculiares habilidades. En esta ocasión no era carne lo que masticaba, sino una mazorca de maíz asada. No es que fuera un manjar, pero al menos le ayudaría a matar el hambre y el tiempo mientras aguardaba. Sabía que Zuko participaba también en aquella competición, pero no parecía que fueran a tener la suerte de enfrentarse. Las tablas de emparejamientos indicaban lo contrario. Su siguiente encuentro iba a ser contra un tal Thawne. Le habría gustado decir que el nombre le resultaba familiar, pero ni siquiera le sonaba un poco. De todos modos esto no significaba nada para el pelirrojo ya que, seguramente, incluso si fuera una entidad famosa ni siquiera fuera capaz de reconocerle. No solía prestar demasiada atención a estas cosas, pese a lo mucho que le conviniera hacerlo. A veces hasta él mismo se preguntaba cómo podía alguien como él liderar una división especial del Cipher Pol.
─ Bueno, sea quien sea, espero que nos lo pasemos bien. ¿No opinas lo mismo, Seigi? -preguntó a su espada que, como es lógico, no respondió. Por muy sagrada que fuera no dejaba de ser una espada-. Qué sosa eres.
En cuanto dieron el aviso a los participantes para que se dirigieran a los escenarios asignados se puso en pie, ajustándose las tres espadas para no perderlas por el camino. Al menos en aquella ocasión iría hasta el ring por su propio pie y no a rastras, ya era una mejoría bastante notable. Le resultaba divertido que, pese a haber participado en la ronda anterior, aún se refirieran a él como el "chico misterioso". No es que fuera la entidad más conocida del Cipher Pol, pero lo cierto es que gozaba de cierta fama entre sus compañeros. Después de todo, no dejaba de ser el líder de Reiseina Köu. ¿Le reconocería el contrario? Bueno, si no lo hacía tan solo resultaría más divertido.
Con esto en mente pegó un salto para subir a la plataforma, caminando con calma hacia el centro de la misma mientras observaba a su contrincante. ¿Cipher Pol o marine? Si era lo segundo se debía de haber olvidado el uniforme.
─ Un placer, Anders. Debería presentarme pero, ya que soy tan solo una prueba más para vosotros... ¿Por qué no te ganas que te lo diga? -Llevó la mano derecha hacia atrás por encima de la cabeza, aferrando la empuñadura de Seigi y desenvainándola para observar su filo. Esbozó una sonrisa al ver que este no emitía luz alguna y, con calma, clavó la espada en el duro cemento, atravesándolo como si fuera de papel- Así será mucho más divertido. Suerte~.
Hecho esto guardó las manos en los bolsillos de su chaqueta, sin siquiera desenvainar las espadas. Simplemente se quedó ahí, parado, observando al contrario con una sonrisa inocentona, aguardando a que él hiciera el primer movimiento y analizando su voz con el mantra. Después de todo era Anders quien debía lucirse y no él, así que... ¿Qué mejor que dejarle tomar la iniciativa?
Invirtió el tiempo de descanso en distraerse un poco y descansar, buscando un bocado que pudiera reemplazar aquel que no pudo degustar cuando le obligaron a apuntarse "voluntariamente" a las pruebas. En cierto sentido seguía algo mosqueado con ese tema, pero no se iba a quejar. Tampoco podía reprocharles nada... ¡Para una vez que le hacían trabajar! Kus se rió ante aquel pensamiento, imaginándose que Issei le habría dado una colleja de haberlo escuchado, cosa realmente probable teniendo en cuenta sus peculiares habilidades. En esta ocasión no era carne lo que masticaba, sino una mazorca de maíz asada. No es que fuera un manjar, pero al menos le ayudaría a matar el hambre y el tiempo mientras aguardaba. Sabía que Zuko participaba también en aquella competición, pero no parecía que fueran a tener la suerte de enfrentarse. Las tablas de emparejamientos indicaban lo contrario. Su siguiente encuentro iba a ser contra un tal Thawne. Le habría gustado decir que el nombre le resultaba familiar, pero ni siquiera le sonaba un poco. De todos modos esto no significaba nada para el pelirrojo ya que, seguramente, incluso si fuera una entidad famosa ni siquiera fuera capaz de reconocerle. No solía prestar demasiada atención a estas cosas, pese a lo mucho que le conviniera hacerlo. A veces hasta él mismo se preguntaba cómo podía alguien como él liderar una división especial del Cipher Pol.
─ Bueno, sea quien sea, espero que nos lo pasemos bien. ¿No opinas lo mismo, Seigi? -preguntó a su espada que, como es lógico, no respondió. Por muy sagrada que fuera no dejaba de ser una espada-. Qué sosa eres.
En cuanto dieron el aviso a los participantes para que se dirigieran a los escenarios asignados se puso en pie, ajustándose las tres espadas para no perderlas por el camino. Al menos en aquella ocasión iría hasta el ring por su propio pie y no a rastras, ya era una mejoría bastante notable. Le resultaba divertido que, pese a haber participado en la ronda anterior, aún se refirieran a él como el "chico misterioso". No es que fuera la entidad más conocida del Cipher Pol, pero lo cierto es que gozaba de cierta fama entre sus compañeros. Después de todo, no dejaba de ser el líder de Reiseina Köu. ¿Le reconocería el contrario? Bueno, si no lo hacía tan solo resultaría más divertido.
Con esto en mente pegó un salto para subir a la plataforma, caminando con calma hacia el centro de la misma mientras observaba a su contrincante. ¿Cipher Pol o marine? Si era lo segundo se debía de haber olvidado el uniforme.
─ Un placer, Anders. Debería presentarme pero, ya que soy tan solo una prueba más para vosotros... ¿Por qué no te ganas que te lo diga? -Llevó la mano derecha hacia atrás por encima de la cabeza, aferrando la empuñadura de Seigi y desenvainándola para observar su filo. Esbozó una sonrisa al ver que este no emitía luz alguna y, con calma, clavó la espada en el duro cemento, atravesándolo como si fuera de papel- Así será mucho más divertido. Suerte~.
Hecho esto guardó las manos en los bolsillos de su chaqueta, sin siquiera desenvainar las espadas. Simplemente se quedó ahí, parado, observando al contrario con una sonrisa inocentona, aguardando a que él hiciera el primer movimiento y analizando su voz con el mantra. Después de todo era Anders quien debía lucirse y no él, así que... ¿Qué mejor que dejarle tomar la iniciativa?
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Finalmente, mi contrincante hizo su aparición. La "persona misteriosa" era un chico pelirrojo, con aspecto de ser más joven que yo. No pude evitar fijarme en el parche que cubría su ojo derecho ¿Sería tuerto? Si era así, debía usar eso a mi favor, ya que aunque su ojo restante vea perfectamente es inevitable perder, en mayor o menor medida, la capacidad de discriminar la profundidad, es decir, cuesta más discernir si algo está situado un poco más hacia delante o un poco más hacia atrás.
Sin embargo, no podía confiarme. Tal vez su parche fuese de adorno. Además, ya había conocido a personas ciegas incluso que se desenvolvían mejor que la inmensa mayoría de quienes conservaban todos sus sentidos intactos. Por si esto fuera poco, sus primeras palabras me pusieron sobre aviso, principalmente lo de que era "una prueba más para nosotros"... ¿Qué querría decir con eso? Tal vez no fuese un participante del Evento, sino alguien específicamente seleccionado por los Altos Mandos para probar la habilidad de los aspirantes. De ser así, estaba seguro de que se trataría de alguien realmente poderoso, tal vez hasta más que los dos oponentes que había enfrentado anteriormente. Aunque, a decir verdad, se me antojaba realmente difícil que hubiera más de tres o cuatro personas en todo aquel edificio más fuertes que el hombre-árbol.
Al parecer, mi adversario pretendía dejarme la iniciativa. Nunca he sido precisamente partidario de ser el primero en atacar, pues me gusta observar los movimientos de mi rival y analizarlos para, a partir de ahí, encontrar la mejor estrategia posible, pero bueno. No se trataba de un combate a muerte, sino de una simple forma de demostrar nuestra fuerza, por lo que alguien debía empezar a moverse.
Repentinamente, mi cuerpo comenzó a crecer, aunque menos que otras veces. Los únicos cambios apreciables, a parte del crecimiento, fueron un aumento de la masa muscular, y el hecho de que me brotaron dos colmillos en la boca, y zarpas en las manos. Éstas, además, invirtieron su posición, quedando las palmas situadas hacia fuera.
Una vez mi transformación en mi forma híbrida hubo terminado, comencé a moverme hacia delante en zigzag, usando el Soru de forma que mi oponente apenas pudiese distinguir una mancha borrosa. La idea era que mi adversario se acostumbrase a dicho patrón de movimiento y, cuando me encontrase lo bastante cerca de él, cambiarlo. Una vez estuviese situado a unos escasos tres o cuatro metros, en lugar de cambiar de dirección para seguir mi zigzag y acometer directamente contra él, buscaría aparecer a su espalda, manteniendo otros tres metros de distancia, y lanzarle un Rankyaku.
Al mantener mi Haki de Observación activo en todo momento, esperaba poder anticiparme si mi oponente hacía algo inesperado. Una vez hubiese lanzado en mi ataque, me quedaría en el sitio, esperando su movimiento.
Sin embargo, no podía confiarme. Tal vez su parche fuese de adorno. Además, ya había conocido a personas ciegas incluso que se desenvolvían mejor que la inmensa mayoría de quienes conservaban todos sus sentidos intactos. Por si esto fuera poco, sus primeras palabras me pusieron sobre aviso, principalmente lo de que era "una prueba más para nosotros"... ¿Qué querría decir con eso? Tal vez no fuese un participante del Evento, sino alguien específicamente seleccionado por los Altos Mandos para probar la habilidad de los aspirantes. De ser así, estaba seguro de que se trataría de alguien realmente poderoso, tal vez hasta más que los dos oponentes que había enfrentado anteriormente. Aunque, a decir verdad, se me antojaba realmente difícil que hubiera más de tres o cuatro personas en todo aquel edificio más fuertes que el hombre-árbol.
Al parecer, mi adversario pretendía dejarme la iniciativa. Nunca he sido precisamente partidario de ser el primero en atacar, pues me gusta observar los movimientos de mi rival y analizarlos para, a partir de ahí, encontrar la mejor estrategia posible, pero bueno. No se trataba de un combate a muerte, sino de una simple forma de demostrar nuestra fuerza, por lo que alguien debía empezar a moverse.
Repentinamente, mi cuerpo comenzó a crecer, aunque menos que otras veces. Los únicos cambios apreciables, a parte del crecimiento, fueron un aumento de la masa muscular, y el hecho de que me brotaron dos colmillos en la boca, y zarpas en las manos. Éstas, además, invirtieron su posición, quedando las palmas situadas hacia fuera.
Una vez mi transformación en mi forma híbrida hubo terminado, comencé a moverme hacia delante en zigzag, usando el Soru de forma que mi oponente apenas pudiese distinguir una mancha borrosa. La idea era que mi adversario se acostumbrase a dicho patrón de movimiento y, cuando me encontrase lo bastante cerca de él, cambiarlo. Una vez estuviese situado a unos escasos tres o cuatro metros, en lugar de cambiar de dirección para seguir mi zigzag y acometer directamente contra él, buscaría aparecer a su espalda, manteniendo otros tres metros de distancia, y lanzarle un Rankyaku.
Al mantener mi Haki de Observación activo en todo momento, esperaba poder anticiparme si mi oponente hacía algo inesperado. Una vez hubiese lanzado en mi ataque, me quedaría en el sitio, esperando su movimiento.
- Cosas:
- - STATS: Agilidad 5, Reflejos 4, Fuerza 4, Velocidad 2, Resistencia 2.
- Forma Híbrida: multiplicadores x2 a Fuerza, Agilidad y Reflejos; y x1,5 a Velocidad y Resistencia.
- Haki Observación Entrenado.
- Soru y Rankyaku.
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Sus palabras parecieron hacer dudar al contrario, que se limitó a analizarle con la mirada durante unos instantes. Su mantra no era capaz de percibir con precisión la fuerza de los demás todavía, lo cual planteó un serio problema. Según lo que notaba, solo podía concluir que se trataba de alguien que estaba entre un hombre significativamente más fuerte o más débil que él mismo, lo que, claro está, no ayudaba demasiado. Markov siempre le advertía de no fiarse demasiado de aquella capacidad, así que decidió no darle demasiada importancia y centrarse en ver cómo se desarrollaba el combate.
El pelirrojo abrió de forma notable los ojos -aunque solo se viera uno- al observar la transformación que comenzaba a manifestarse en el cuerpo del lampiño. Su musculatura y tamaño se habían incrementado notoriamente, e incluso unos desarrollados colmillos y zarpas se manifestaron. «Así que Zoan. Esto puede ser interesante» afirmó, acariciando la empuñadura de Mizu, apenas moviéndose de momento. Por un instante Anders desapareció ante sus ojos a una velocidad que le resultaba ciertamente familiar. Era fácil reconocer el Soru cuando llevabas años rodeado de personas que recurrían al mismo constantemente, lo que le llevó a concluir que se trataba de otro agente. Kusanagi cerró los ojos entonces, sabiendo que por el momento debería dejar la vista de lado y fiarse de sus otros sentidos. Su haki no tardó en descubrir las intenciones de su oponente, ante lo que su cuerpo se tensó, preparándose para reaccionar.
─ Kami-e... -murmuró, de forma tan sutil que a ojos del resto parecería que hubiese movido los labios sin pronunciar palabra alguna.
Notó la flexibilidad de su cuerpo incrementarse, justo antes de retroceder hacia atrás con un par de rápidos pasos. Parecía que iba a intentar alcanzarle por la espalda con una onda cortante, por lo que la opción más acertada parecía ser reducir la distancia que les separaría. Un movimiento arriesgado, teniendo en cuenta las más que probablemente superiores capacidades físicas de Anders. La cercanía, sin embargo, jugaría a su favor. Cuando se dispuso a lanzar el Rankyaku, el pelirrojo se encontraría a apenas medio metro de distancia, flexionando las piernas e inclinándose con una elasticidad sobrehumana, permitiendo que la pierna y la onda de su oponente pasaran poco más arriba de su cabeza, momento en el que comenzó a desenvainar a Mizu, activando su hoja de agua. Sería el arma ideal para combatir a un usuario.
En cuanto la extremidad del contrario pasase por encima, aprovecharía la comprometida posición y la inercia de su propio desplazamiento para girar sobre sí mismo, lanzando un golpe a la pierna extendida con la parte roma de su katana. Inmediatamente después, continuaría ese movimiento, acertase o no, con cinco veloces tajos directos al torso del zoan, apenas tardando una fracción de segundo en hacerlo. El primer golpe serviría para entumecer su pierna, reduciendo así la ventaja que sus capacidades físicas pudieran darle frente a él y, por supuesto, su movilidad.
Tras esto retrocedería unos cuantos pasos para ganar algo de distancia. Quizá hubiera podido limitarse a evadir el golpe volviéndose etéreo, pero ni sabía si su rival poseía haki de armadura ni pretendía desvelar sus poderes de momento. Lo mejor sería ser cautos, pese a que aquello sonara raro viniendo de él.
El pelirrojo abrió de forma notable los ojos -aunque solo se viera uno- al observar la transformación que comenzaba a manifestarse en el cuerpo del lampiño. Su musculatura y tamaño se habían incrementado notoriamente, e incluso unos desarrollados colmillos y zarpas se manifestaron. «Así que Zoan. Esto puede ser interesante» afirmó, acariciando la empuñadura de Mizu, apenas moviéndose de momento. Por un instante Anders desapareció ante sus ojos a una velocidad que le resultaba ciertamente familiar. Era fácil reconocer el Soru cuando llevabas años rodeado de personas que recurrían al mismo constantemente, lo que le llevó a concluir que se trataba de otro agente. Kusanagi cerró los ojos entonces, sabiendo que por el momento debería dejar la vista de lado y fiarse de sus otros sentidos. Su haki no tardó en descubrir las intenciones de su oponente, ante lo que su cuerpo se tensó, preparándose para reaccionar.
─ Kami-e... -murmuró, de forma tan sutil que a ojos del resto parecería que hubiese movido los labios sin pronunciar palabra alguna.
Notó la flexibilidad de su cuerpo incrementarse, justo antes de retroceder hacia atrás con un par de rápidos pasos. Parecía que iba a intentar alcanzarle por la espalda con una onda cortante, por lo que la opción más acertada parecía ser reducir la distancia que les separaría. Un movimiento arriesgado, teniendo en cuenta las más que probablemente superiores capacidades físicas de Anders. La cercanía, sin embargo, jugaría a su favor. Cuando se dispuso a lanzar el Rankyaku, el pelirrojo se encontraría a apenas medio metro de distancia, flexionando las piernas e inclinándose con una elasticidad sobrehumana, permitiendo que la pierna y la onda de su oponente pasaran poco más arriba de su cabeza, momento en el que comenzó a desenvainar a Mizu, activando su hoja de agua. Sería el arma ideal para combatir a un usuario.
En cuanto la extremidad del contrario pasase por encima, aprovecharía la comprometida posición y la inercia de su propio desplazamiento para girar sobre sí mismo, lanzando un golpe a la pierna extendida con la parte roma de su katana. Inmediatamente después, continuaría ese movimiento, acertase o no, con cinco veloces tajos directos al torso del zoan, apenas tardando una fracción de segundo en hacerlo. El primer golpe serviría para entumecer su pierna, reduciendo así la ventaja que sus capacidades físicas pudieran darle frente a él y, por supuesto, su movilidad.
Tras esto retrocedería unos cuantos pasos para ganar algo de distancia. Quizá hubiera podido limitarse a evadir el golpe volviéndose etéreo, pero ni sabía si su rival poseía haki de armadura ni pretendía desvelar sus poderes de momento. Lo mejor sería ser cautos, pese a que aquello sonara raro viniendo de él.
- Aclaración de lo no-obvio:
- ○ Critical Point: Kusanagi se concentra en su rival, siguiendo todos y cada uno de sus movimientos con la mirada, esperando el momento oportuno para golpear con la parte roma de la espada en el punto justo como para insensibilizar e inutilizar una de sus extremidades durante cuatro rondas. Este movimiento no causa daños directos.
○ Mizu Seishi: La katana consta de un pequeño cortador abrasivo por chorro de agua , formado por un conducto que recorre todo el filo de esta, por el exterior, a través del cual se hace correr agua a velocidades extremadamente altas, de forma que no se sale del conducto, lo cual permite al contacto cortar casi cualquier material.
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Mi oponente pareció sorprenderse ligeramente al observar mi transformación. Sin embargo, cuando comencé a avanzar hacia él a la vertiginosa velocidad que el Soru me otorgaba, se limitó a cerrar los ojos. Aquello me hizo sospechas varias cosas: la primera, que ya conocía la técnica, por lo que debía de ser otro agente. Y la segunda, que se trataba, igual que en mi combate anterior, de un hábil usuario de Haki de Observación, o que al menos confiaba mucho en dicha capacidad.
Su reacción cuando me situé a su espalda no hizo sino confirmar ambas teorías, pues el pelirrojo buscó reducir la distancia que nos separaba y, haciendo gala de una elasticidad y movilidad articular como solo el Kami-e podía proporcionar, se deslizó por debajo de mi pierna.
Gracias a mi Haki de Observación y a mis grandes reflejos, fui capaz de ver venir su ataque en el momento en el que echó mano a la empuñadura de una de sus espadas. Imagino que esperaba que le resultara fácil acertarme, pues la posición de ambos le otorgaba mucha ventaja. Y así habría sido, de no ser por algo con lo que, probablemente, mi adversario no había contado. Mi nivel de maestría en el uso del Kami-e, inmensamente superior al de la gran mayoría de agentes. Mis labios, sin emitir sonido alguno, formaron las palabras: "Kami-e Kempo". Entonces, haciendo gala de una flexibilidad y una velocidad de movimientos inhumanas, levanté lateralmente mi pierna en un ángulo imposible, quedando ésta totalmente vertical, e inclinando el torso lateralmente, aprovechando el movimiento de mi pierna. De esta forma, logré evitar el golpe que mi rival había lanzado contra ella, tratando de aprovechar la inercia de mi propio ataque a su favor. No solo eso, sino que los tajos que lanzó casi al instante contra mi torso encontraron solo el aire, pues éste ya no se encontraba allí.
Finalmente, continué mi movimiento, completando el giro sobre mi pierna de apoyo. De esta manera, la pierna que había levantado seguiría su trayectoria, cayendo de nuevo y encontrando en su camino el brazo de mi oponente, que trataría de golpear aprovechando mi propia inercia y la increíble velocidad que mi Kempo me otorgaba al mover partes concretas de mi cuerpo. Le diera o no, en cuanto mi pie volviese a tocar el suelo, y dado que ahora daba la espalda a mi rival, usaría el Soru para poner unos cuantos metros entre nosotros y poder volver a colocarme frente al pelirrojo, manteniendo mi Mantra activo en todo momento.
Su reacción cuando me situé a su espalda no hizo sino confirmar ambas teorías, pues el pelirrojo buscó reducir la distancia que nos separaba y, haciendo gala de una elasticidad y movilidad articular como solo el Kami-e podía proporcionar, se deslizó por debajo de mi pierna.
Gracias a mi Haki de Observación y a mis grandes reflejos, fui capaz de ver venir su ataque en el momento en el que echó mano a la empuñadura de una de sus espadas. Imagino que esperaba que le resultara fácil acertarme, pues la posición de ambos le otorgaba mucha ventaja. Y así habría sido, de no ser por algo con lo que, probablemente, mi adversario no había contado. Mi nivel de maestría en el uso del Kami-e, inmensamente superior al de la gran mayoría de agentes. Mis labios, sin emitir sonido alguno, formaron las palabras: "Kami-e Kempo". Entonces, haciendo gala de una flexibilidad y una velocidad de movimientos inhumanas, levanté lateralmente mi pierna en un ángulo imposible, quedando ésta totalmente vertical, e inclinando el torso lateralmente, aprovechando el movimiento de mi pierna. De esta forma, logré evitar el golpe que mi rival había lanzado contra ella, tratando de aprovechar la inercia de mi propio ataque a su favor. No solo eso, sino que los tajos que lanzó casi al instante contra mi torso encontraron solo el aire, pues éste ya no se encontraba allí.
Finalmente, continué mi movimiento, completando el giro sobre mi pierna de apoyo. De esta manera, la pierna que había levantado seguiría su trayectoria, cayendo de nuevo y encontrando en su camino el brazo de mi oponente, que trataría de golpear aprovechando mi propia inercia y la increíble velocidad que mi Kempo me otorgaba al mover partes concretas de mi cuerpo. Le diera o no, en cuanto mi pie volviese a tocar el suelo, y dado que ahora daba la espalda a mi rival, usaría el Soru para poner unos cuantos metros entre nosotros y poder volver a colocarme frente al pelirrojo, manteniendo mi Mantra activo en todo momento.
- Explicación de los movimientos realizados:
- Gracias al Kami-e Kempo puedo realizar movimientos que parecen anatómicamente imposibles, y mover partes concretas de mi cuerpo a tal velocidad que el ojo humano normal no puede seguirlas.
Lo que hago es, como acabo de dar una patada para lanzar el Rankyaku, aprovecho la inercia para girar ligeramente mi pie de apoyo y levanto lateralmente la pierna de la patada. Al mismo tiempo, acompaño el movimiento con el torso, de forma que tu primer golpe pase por debajo de mi pierna, y los tajos que lanzas después den al espacio que queda entre mi torso y mi pierna. Llega un punto, para explicarlo gráficamente, en que mis piernas quedan formando un ángulo de 180º en perpendicular al suelo, con las puntas de mis pies mirando hacia Kus. Sin embargo, el movimiento no para ahí, sino que continúa, describiendo un círculo completo con mi pierna mientras el pie de apoyo sigue girando para adaptar su posición. Durante la caída entiendo que el brazo que has usado para atacar está en mi trayectoria. En dicha caída aumento la velocidad de la pierna todo lo que me permite el Kempo. El movimiento acaba con mis dos pies en el suelo, con los talones mirando a Kus, y mi torso aún flexionado lateralmente. En ese preciso momento es cuando uso el Soru para poner algo de distancia y girarme rápidamente para volver a colocarme frente a Kus.
- Kami-e Kempo:
- El usuario ha desarrollado de manera extraordinaria el uso del Kamie, llegando al punto que puede volver su cuerpo tan flexible como el quiera y también tan ligero como deseé. Su capacidad de infiltrarse, ocultarse, escabullirse o huir es impresionante, difícilmente alguien le notará pues al ser tan ligero no hace ruido con sus pasos. Se vuelve mucho más veloz y severo al momento de ejecutar ataques, e incluso puede atacar muchas veces, pareciendo que su brazo desaparece en el ataque por ejemplo, debido a la gran agilidad que ha adquirido. Esto puede combinarse con otras técnicas.
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«No jodas» fueron las dos palabras que resonaron en la mente de Kus al ver cómo su rival se zafaba de todos sus ataques. La acción se había desarrollado sumamente rápido, lo que apenas le dio tiempo para asimilar lo que había ocurrido. Era como si su elasticidad y agilidad se hubieran incrementado de golpe y porrazo, lo que tan solo podía deberse a alguna disciplina similar al Kami-e. Sin embargo, el cambio había sido bastante más brusco y eficaz de lo que estaba acostumbrado a ver. ¿Quizá era un agente especializado en ese área del rokushiki? Si tal era el caso, la situación acababa de volverse bastante comprometedora para él. Se encontraba muy cerca y aquello le ponía a merced de sus movimientos. Si Anders era superior a él en todo lo referente a lo físico, no podía permitir que le sobrepasara en, quizá, una de las pocas ventajas con las que contaba en ese encuentro. «Si quiere sorprender al hombre de sonido tendrá que esforzarse algo más».
El iris de su ojo sano pasó de ser la más verde de las esmeraldas al más intenso rubí. Para el pelirrojo, el mundo a su alrededor se había ralentizado. No solo percibía el movimiento de su rival con mucha más facilidad, sino que además su tiempo de reacción se volvía mucho más extenso. No importaba cuán rápido o ágil fuera, se estaba enfrentando a alguien acostumbrado a velocidades que sobrepasaban todo límite corporal. Soltó la espada y se desplazó ligeramente hacia la izquierda, de modo que la patada no le alcanzase de lleno en el brazo. Aún con el Kami-e activo y gracias a su velocidad relativa, sería capaz de responder lo suficientemente rápido a su contraataque. En cuanto hubo esquivado la patada volvió a extender su diestra con la intención de rodear la pierna de Thawne antes de que llegase a tocar el suelo, dispuesto a agarrarle. Una vez formó el círculo, la palabra «tekkai» resonó en su mente al tiempo que la patada golpeaba su antebrazo, de haberlo conseguido. El agente apretó los dientes, ya que la fuerza que demostraba el zoan era más que suficiente como para dañarle incluso con su tekkai activado, pero se mantuvo firme. No esperaba ser capaz de retenerle, pero al menos pretendía asegurarse de que no pudiera liberar su extremidad de momento.
Mientras todo esto ocurría su izquierda ya aferraba la empuñadura de Teisho, preparada para cortar. Puesto que se encontraba justo bajo la pierna, el propio movimiento de desenvainado sería a su vez el tajo. Kusanagi canalizó su haki de armadura a través del filo de su espada, tan solo para asegurarse de que esta vez recibiera daños. Su capacidad de corte era suficiente para superar cualquier tekkai ordinario, pero prefería asegurarse. De este modo, en menos de lo que dura un parpadeo, la espada de Kusanagi fue desenvainada, tratando de cortar en el proceso el muslo de Anders.
Tras esto liberaría su pierna y se inclinaría con rapidez para recoger a Mizu, empuñando ambas espadas y preparándose para continuar con la ofensiva tras la respuesta del agente. Si aquello no funcionaba le tocaría comenzar a emplearse algo más en serio.
El iris de su ojo sano pasó de ser la más verde de las esmeraldas al más intenso rubí. Para el pelirrojo, el mundo a su alrededor se había ralentizado. No solo percibía el movimiento de su rival con mucha más facilidad, sino que además su tiempo de reacción se volvía mucho más extenso. No importaba cuán rápido o ágil fuera, se estaba enfrentando a alguien acostumbrado a velocidades que sobrepasaban todo límite corporal. Soltó la espada y se desplazó ligeramente hacia la izquierda, de modo que la patada no le alcanzase de lleno en el brazo. Aún con el Kami-e activo y gracias a su velocidad relativa, sería capaz de responder lo suficientemente rápido a su contraataque. En cuanto hubo esquivado la patada volvió a extender su diestra con la intención de rodear la pierna de Thawne antes de que llegase a tocar el suelo, dispuesto a agarrarle. Una vez formó el círculo, la palabra «tekkai» resonó en su mente al tiempo que la patada golpeaba su antebrazo, de haberlo conseguido. El agente apretó los dientes, ya que la fuerza que demostraba el zoan era más que suficiente como para dañarle incluso con su tekkai activado, pero se mantuvo firme. No esperaba ser capaz de retenerle, pero al menos pretendía asegurarse de que no pudiera liberar su extremidad de momento.
Mientras todo esto ocurría su izquierda ya aferraba la empuñadura de Teisho, preparada para cortar. Puesto que se encontraba justo bajo la pierna, el propio movimiento de desenvainado sería a su vez el tajo. Kusanagi canalizó su haki de armadura a través del filo de su espada, tan solo para asegurarse de que esta vez recibiera daños. Su capacidad de corte era suficiente para superar cualquier tekkai ordinario, pero prefería asegurarse. De este modo, en menos de lo que dura un parpadeo, la espada de Kusanagi fue desenvainada, tratando de cortar en el proceso el muslo de Anders.
Tras esto liberaría su pierna y se inclinaría con rapidez para recoger a Mizu, empuñando ambas espadas y preparándose para continuar con la ofensiva tras la respuesta del agente. Si aquello no funcionaba le tocaría comenzar a emplearse algo más en serio.
- Usado:
- ○ Velocidad Relativa: Con el tiempo y uso de su akuma no mi, su cuerpo y su velocidad de procesamiento han comenzado a adaptarse a la velocidad con la que realiza sus movimientos. De este modo, durante dos turnos, Kusanagi es capaz de interpretar todo con mucha más rapidez, lo que se traduce en que es capaz de percibir lo que ocurre a su alrededor a la mitad de su velocidad real, de forma similar a lo que pueden hacer las moscas. Al activar esta habilidad, el iris de su ojo sano se torna rojo como el rubí. De forma pasiva, su iris verde brilla ante estados emocionales intensos, tales como la alegría o la ira.
Kami-e.
Tekkai.
Haki de Armadura: Entrenado.
La espada es normal, no tiene nada raro.
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Mi primera reacción al ver la rapidísima reacción del pelirrojo no fue sino de sorpresa. No esperaba que fuese capaz de hacer los movimientos justos y en los momentos precisos para bloquear mi pierna con su brazo. Para aguantar mi patada debía de haber usado Tekkai, aunque estaba seguro de que aún así le habría dolido.
Mi Mantra me avisó del inminente peligro y, en cuanto vi que su mano libre comenzaba a descender en busca de otra de sus espadas, no lo dudé. Tenía que salir de ahí, pues mi pierna atrapada resultaba un blanco demasiado fácil. Así que, haciendo gala todavía de la velocidad de movimientos que mi Kami-e Kempo me proporcionaba, levanté mi pierna de apoyo, dirigiendo la planta del pie hacia delante, y mascullé:
- Geppou.
En ese instante, me impulsé sobre el aire con ambos pies, a la vez hacia atrás y un poco hacia arriba, más o menos en un ángulo de sesenta grados con respecto al suelo. Estaba seguro de que el pelirrojo no esperaría un uso como aquel de la técnica del paseo lunar, y le sorprendería al menos tanto como la utilización del Tekkai del tuerto lo había hecho conmigo. Con esto lograría hacer que, si mi adversario continuaba agarrando la otra, se desequilibrase hacia delante. Incluso aunque mi rival reaccionase con la misma rapidez de antes y lograse conservar el equilibrio, conseguiría desestabilizarle mínimamente, lo suficiente como para evitar ser alcanzado por su espada, y para que perdiese el agarre sobre mi pierna.
Una vez liberado, caí al suelo tras girar sobre mí mismo en el aire, efectuando una pirueta conocida como "backflip". Viendo la gran habilidad del agente que tenía ante mí, decidí que era el momento de aumentar otro nivel más la intensidad de nuestro combate. Mi cuerpo comenzó a crecer aún más, hasta alcanzar los dos metros y medio, y a cubrirse por completo de pelo. Mi cabeza perdió su forma humana, adoptando la de un enorme tigre. Ahora estaba preparado para poner a aquel pelirrojo en aún más aprietos.
En cuanto mi transformación se hubo completado, aparecieron en torno a mí cuatro copias exactas de mí mismo. No esperaba que mi rival fuese incapaz de distinguirlas del verdadero yo, pues la rapidez con la que había reaccionado a mis ataques anteriores indicaba que probablemente fuese un usuario poderoso de Haki de Observación, pero esperaba ponerle en algún apuro.
La gran velocidad de mi forma completa, en aquel momento tan alta como el propio Soru, me permitía moverme a gran velocidad en círculos en torno a mi oponente. Los cuatro clones seguían mi mismo recorrido, y las cinco figuras íbamos variando ligeramente la velocidad para ir adelantándonos unas a otras continuamente, en un intento porque mi adversario, aunque fuese capaz de distinguir mi aura, quedase confundido por el veloz cambio de posiciones a su alrededor.
Sin parar de girar en torno a él, mandaría a mis clones ir lanzando Rankyakus contra él. Por supuesto, éstas técnicas serían meras ilusiones que no le harían nada. Su objetivo era, simplemente, tratar de que se acostumbrase a ellos para, una vez hubiesen lanzado cinco de ellos, que el sexto fuese el real que, además, iría imbuido en Haki de Armadura por si acaso el pelirrojo volvía a usar el Tekkai para intentar protegerse. La diferencia de tiempo entre cada técnica serían apenas unas décimas de segundo, y al ataque verdadero le seguirían otros dos falsos, buscando aumentar la probabilidad de que no distinguiese cuál era el que debía preocuparle.
Mi Mantra me avisó del inminente peligro y, en cuanto vi que su mano libre comenzaba a descender en busca de otra de sus espadas, no lo dudé. Tenía que salir de ahí, pues mi pierna atrapada resultaba un blanco demasiado fácil. Así que, haciendo gala todavía de la velocidad de movimientos que mi Kami-e Kempo me proporcionaba, levanté mi pierna de apoyo, dirigiendo la planta del pie hacia delante, y mascullé:
- Geppou.
En ese instante, me impulsé sobre el aire con ambos pies, a la vez hacia atrás y un poco hacia arriba, más o menos en un ángulo de sesenta grados con respecto al suelo. Estaba seguro de que el pelirrojo no esperaría un uso como aquel de la técnica del paseo lunar, y le sorprendería al menos tanto como la utilización del Tekkai del tuerto lo había hecho conmigo. Con esto lograría hacer que, si mi adversario continuaba agarrando la otra, se desequilibrase hacia delante. Incluso aunque mi rival reaccionase con la misma rapidez de antes y lograse conservar el equilibrio, conseguiría desestabilizarle mínimamente, lo suficiente como para evitar ser alcanzado por su espada, y para que perdiese el agarre sobre mi pierna.
Una vez liberado, caí al suelo tras girar sobre mí mismo en el aire, efectuando una pirueta conocida como "backflip". Viendo la gran habilidad del agente que tenía ante mí, decidí que era el momento de aumentar otro nivel más la intensidad de nuestro combate. Mi cuerpo comenzó a crecer aún más, hasta alcanzar los dos metros y medio, y a cubrirse por completo de pelo. Mi cabeza perdió su forma humana, adoptando la de un enorme tigre. Ahora estaba preparado para poner a aquel pelirrojo en aún más aprietos.
En cuanto mi transformación se hubo completado, aparecieron en torno a mí cuatro copias exactas de mí mismo. No esperaba que mi rival fuese incapaz de distinguirlas del verdadero yo, pues la rapidez con la que había reaccionado a mis ataques anteriores indicaba que probablemente fuese un usuario poderoso de Haki de Observación, pero esperaba ponerle en algún apuro.
La gran velocidad de mi forma completa, en aquel momento tan alta como el propio Soru, me permitía moverme a gran velocidad en círculos en torno a mi oponente. Los cuatro clones seguían mi mismo recorrido, y las cinco figuras íbamos variando ligeramente la velocidad para ir adelantándonos unas a otras continuamente, en un intento porque mi adversario, aunque fuese capaz de distinguir mi aura, quedase confundido por el veloz cambio de posiciones a su alrededor.
Sin parar de girar en torno a él, mandaría a mis clones ir lanzando Rankyakus contra él. Por supuesto, éstas técnicas serían meras ilusiones que no le harían nada. Su objetivo era, simplemente, tratar de que se acostumbrase a ellos para, una vez hubiesen lanzado cinco de ellos, que el sexto fuese el real que, además, iría imbuido en Haki de Armadura por si acaso el pelirrojo volvía a usar el Tekkai para intentar protegerse. La diferencia de tiempo entre cada técnica serían apenas unas décimas de segundo, y al ataque verdadero le seguirían otros dos falsos, buscando aumentar la probabilidad de que no distinguiese cuál era el que debía preocuparle.
- Aclaraciones:
- - El párrafo en el que uso el Geppou está en condicional para que tú mismo interpretes el grado en el que Kus se desestabiliza, ya sea mínimo o mayor. La cosa es que, aunque sea mínimo, sería suficiente para liberarme de tu agarre.
- Forma Completa: los multiplicadores pasan a x4 a Fuerza, Reflejos y Agilidad, y x 3 a Velocidad y Resistencia.
- Lo de que mi velocidad en esta forma se equipara al Soru es porque Tier 2 de velocidad corresponde a un atleta olímpico (10 m/s basándome en los tiempos de los corredores de 100 metros lisos) con el x3 de la akuma (total=30 m/s).
- Mind Clones: Mediante los poderes mentales otorgados por su Akuma, Thawne puede crear ilusiones con su mismo aspecto (hasta 1 por cada 10 niveles). Estas ilusiones serán intangibles y no podrán atacar ni defender, pero podrán moverse, hablar y fingir que realizan técnicas como Thawne les ordene. Duran un máximo de 1 post por cada 20 niveles. Emiten mi mismo aura, pero cualquiera con Mantra igual o superior a mí puede distinguir el original.
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Sus ojos se abrieron de par en par al sentir la potencia del geppou de su adversario, desestabilizándose hacia el frente. Tan desprevenido le pilló que incluso su agarre flaqueó, permitiendo que el agente se liberase de él y se zafara del corte. «Mierda» masculló para sus adentros, frunciendo el ceño mientras tomaba a Mizu y se preparaba para responder con rapidez.
No iba a mentir; se quedó ligeramente embobado mientras observaba los cambios que iban surgiendo en el cuerpo de Anders. No solo volvió a crecer, sino que perdió todo rasgo mínimamente humano que había conservado hasta entonces. Parecía una especie de hombre-tigre, pero debía haber algo más... Era una criatura realmente extraña. ¿Contra qué clase de zoan se estaba enfrentando? Kusanagi frunció el ceño al tiempo que intensificaba la presión de sus manos en las empuñaduras de sus espadas, con el cuerpo en tensión. Sus sospechas no hicieron más que confirmarse al ver que, rodeando al original, surgieron cuatro copias idénticas del mismo. Con su haki era capaz de percibir que proyectaban una emulación de la presencia del agente, aunque su entrenamiento le permitió discernir cuál era la del real y cuáles no. Por suerte para él, el engaño no surtiría mucho más efecto que un engaño óptico... Si es que se trataba de ilusiones y no de copias reales, como sospechaba.
─ ¡Esto se pone interesante! -Gritó con notable emoción, sintiendo la adrenalina recorrer cada fibra de su cuerpo.
Los cinco gatos comenzaron a desplazarse alrededor del pelirrojo, a una velocidad algo superior a la que le había acostumbrado Thawne, nada que no pudiera seguir, y menos con su velocidad relativa aún activada. Sin embargo, decidió que, de nuevo, su vista le podía jugar una mala pasada, por lo que primero se aseguraría de algo. Cerró el ojo izquierdo, el sano, y activó la habilidad de su ojo derecho, oculto bajo el parche. Al momento su vista pasó a ser térmica, siendo su implante capaz de percibirlo todo incluso a través del parche. Como esperaba, las copias no parecían emitir calor alguno, por lo que no se trataba de clonaciones corpóreas, sino de simples ilusiones. De este modo, tan solo percibía el movimiento del auténtico cuerpo de su adversario. Desde fuera, parecería que, simplemente, había vuelto a cerrar los ojos para centrarse en su mantra.
Aguardó con paciencia, siguiendo con disimulo los movimientos de la masa térmica que era Anders y centrando su haki en ella. No tardaría en sentir sus intenciones, así que se preparó para responder lo suficientemente rápido como para que ni su kami-e le fuera de ayuda. Previó el rankyaku del agente, por lo que se limitó a aguardar hasta que el ataque comenzase. En cuanto comenzó a dar la patada, apenas la hubiese empezado, emplearía la velocidad de su forma elemental para pasar de largo desde el lateral contrario al de la pierna que estuviera empleando, prácticamente mientras la onda cortante se estuviera formando, empleando ambas espadas en paralelo para tratar de cortarle en el costado al pasar cerca de él. A ojos del público, casi habría parecido que Kus se hubiera teletransportado, encontrándose ahora unos pocos metros más atrás del gato.
Surtiera o no efecto su jugada, estiraría el brazo izquierdo para apuntar a su contrincante con el filo de Teisho, esbozando una leve sonrisa.
─ Es el momento de darlo todo, agente Thawne. Demuéstrale al mundo de qué pasta estás hecho.
No iba a mentir; se quedó ligeramente embobado mientras observaba los cambios que iban surgiendo en el cuerpo de Anders. No solo volvió a crecer, sino que perdió todo rasgo mínimamente humano que había conservado hasta entonces. Parecía una especie de hombre-tigre, pero debía haber algo más... Era una criatura realmente extraña. ¿Contra qué clase de zoan se estaba enfrentando? Kusanagi frunció el ceño al tiempo que intensificaba la presión de sus manos en las empuñaduras de sus espadas, con el cuerpo en tensión. Sus sospechas no hicieron más que confirmarse al ver que, rodeando al original, surgieron cuatro copias idénticas del mismo. Con su haki era capaz de percibir que proyectaban una emulación de la presencia del agente, aunque su entrenamiento le permitió discernir cuál era la del real y cuáles no. Por suerte para él, el engaño no surtiría mucho más efecto que un engaño óptico... Si es que se trataba de ilusiones y no de copias reales, como sospechaba.
─ ¡Esto se pone interesante! -Gritó con notable emoción, sintiendo la adrenalina recorrer cada fibra de su cuerpo.
Los cinco gatos comenzaron a desplazarse alrededor del pelirrojo, a una velocidad algo superior a la que le había acostumbrado Thawne, nada que no pudiera seguir, y menos con su velocidad relativa aún activada. Sin embargo, decidió que, de nuevo, su vista le podía jugar una mala pasada, por lo que primero se aseguraría de algo. Cerró el ojo izquierdo, el sano, y activó la habilidad de su ojo derecho, oculto bajo el parche. Al momento su vista pasó a ser térmica, siendo su implante capaz de percibirlo todo incluso a través del parche. Como esperaba, las copias no parecían emitir calor alguno, por lo que no se trataba de clonaciones corpóreas, sino de simples ilusiones. De este modo, tan solo percibía el movimiento del auténtico cuerpo de su adversario. Desde fuera, parecería que, simplemente, había vuelto a cerrar los ojos para centrarse en su mantra.
Aguardó con paciencia, siguiendo con disimulo los movimientos de la masa térmica que era Anders y centrando su haki en ella. No tardaría en sentir sus intenciones, así que se preparó para responder lo suficientemente rápido como para que ni su kami-e le fuera de ayuda. Previó el rankyaku del agente, por lo que se limitó a aguardar hasta que el ataque comenzase. En cuanto comenzó a dar la patada, apenas la hubiese empezado, emplearía la velocidad de su forma elemental para pasar de largo desde el lateral contrario al de la pierna que estuviera empleando, prácticamente mientras la onda cortante se estuviera formando, empleando ambas espadas en paralelo para tratar de cortarle en el costado al pasar cerca de él. A ojos del público, casi habría parecido que Kus se hubiera teletransportado, encontrándose ahora unos pocos metros más atrás del gato.
Surtiera o no efecto su jugada, estiraría el brazo izquierdo para apuntar a su contrincante con el filo de Teisho, esbozando una leve sonrisa.
─ Es el momento de darlo todo, agente Thawne. Demuéstrale al mundo de qué pasta estás hecho.
- Aclaración:
- Activada la habilidad del "Hot Eye" de Kus para emplear su visión térmica y así poder discernir mejor al original de las copias.
Haki de armadura entrenado (segundo asalto) y haki de observación desarrollado.
Último asalto de Velocidad Relativa.
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De nuevo, el pelirrojo cerró sus ojos cuando comencé a dar vueltas en torno a él. Aquello me hizo pensar que tal vez no se tratase únicamente de un usuario experto del Haki de Observación, sino que podría tener algún otro modo más de aumentar sus sentidos. Quizás incluso ocultase algún truco bajo aquel parche, aunque claro, eso solo eran especulaciones.
Mi propia habilidad con el Mantra y mis grandes reflejos me permitieron ver venir su movimiento, y mediante mi Kami-e Kempo me moví nuevamente de una forma casi antinatural, doblando el tronco de lado hasta ponerlo paralelo al suelo. Sin embargo, la descomunal velocidad a la que mi adversario se movió impidió que pudiese evadir por completo su ataque, que me golpeó de refilón.
Por suerte, tan solo me había provocado un corte superficial, bastante leve en apariencia. Aproveché que el tuerto se detenía, esperando mi próximo movimiento, para dejar que el poder curativo del demonio tigre que llevaba en mi interior impregnase la herida que acababa de causarme. Escocía un poco, pero era algo totalmente soportable, y en apenas unos momentos estaría totalmente curada.
Aquel tipo tenía muchas habilidades destacables, por lo que estaba pudiendo comprobar. Aparte del uso del Rokushiki que se presupone a cualquier agente de cierto nivel, había demostrado una destreza con el Mantra mayor a la mía, gran capacidad de reacción y adaptación a mis movimientos y, lo más preocupante de todo, una indescriptible velocidad. No sabía de dónde podía provenir, pero era inmensamente superior al Soru. Se trataba, con diferencia, de la persona más rápida a la que jamás había conocido y, por supuesto, enfrentado. Si quería conseguir acertarle, debía tratar de distraerle e impedirle usar su velocidad para escapar.
En aquel momento, se me ocurrió algo que nunca había utilizado en combate hasta ahora. Era una estrategia rara y, tal vez incluso, arriesgada, pero podía funcionar. Salí corriendo junto a mis cuatro clones hacia el pelirrojo a gran velocidad. Tras un par de zancadas, busqué su mente con la mía y establecí un vínculo de comunicación entre ambos, a través del cual realicé un potente grito mental con todas mis fuerzas:
- ¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!
El objetivo de esto no era otro que hacer que mi oponente oyese aquello en su cabeza, de forma que interfiriese gravemente con su capacidad para pensar razonadamente y con su concentración. Y quién sabe, tal vez incluso lograse darle un pequeño susto. Aprovechando esto, dejaría que mi cuerpo, así como el de las ilusiones, se cubriese de un aura oscura, que aumentaría sustancialmente la velocidad de mi carrera. De ese modo, aunque mi adversario hubiese calculado ya, en base a mi velocidad, cuando iba a llegar hasta él, fallaría, pues tardaría mucho menos en alcanzarle.
Teniendo en cuenta que se trataba de un usuario de Haki de Armadura, imbuiría mi mano derecha en él mientras mis labios formaban silenciosamente las palabras:
- Hashoken Ougi: Taiho Shigan
Mis clones, en un intento por aumentar el desconcierto de mi oponente, imitarían mis movimientos, ejecutando también dicha técnica. La onda de choque que acompañaba a mi ataque bastaría para romper incluso el mejor de los aceros en el, a mi juicio, improbable caso de que lograra recomponerse e interponer su espada. Además, si lograba darle, mi veneno entraría en su organismo, otorgándome una importante ventaja.
Tuviera o no éxito en mi ataque, continuaría mi carrera, alejándome varios metros del pelirrojo y manteniendo, como durante el resto del combate, mi Mantra centrado en él, a la espera de su siguiente movimiento.
Mi propia habilidad con el Mantra y mis grandes reflejos me permitieron ver venir su movimiento, y mediante mi Kami-e Kempo me moví nuevamente de una forma casi antinatural, doblando el tronco de lado hasta ponerlo paralelo al suelo. Sin embargo, la descomunal velocidad a la que mi adversario se movió impidió que pudiese evadir por completo su ataque, que me golpeó de refilón.
Por suerte, tan solo me había provocado un corte superficial, bastante leve en apariencia. Aproveché que el tuerto se detenía, esperando mi próximo movimiento, para dejar que el poder curativo del demonio tigre que llevaba en mi interior impregnase la herida que acababa de causarme. Escocía un poco, pero era algo totalmente soportable, y en apenas unos momentos estaría totalmente curada.
Aquel tipo tenía muchas habilidades destacables, por lo que estaba pudiendo comprobar. Aparte del uso del Rokushiki que se presupone a cualquier agente de cierto nivel, había demostrado una destreza con el Mantra mayor a la mía, gran capacidad de reacción y adaptación a mis movimientos y, lo más preocupante de todo, una indescriptible velocidad. No sabía de dónde podía provenir, pero era inmensamente superior al Soru. Se trataba, con diferencia, de la persona más rápida a la que jamás había conocido y, por supuesto, enfrentado. Si quería conseguir acertarle, debía tratar de distraerle e impedirle usar su velocidad para escapar.
En aquel momento, se me ocurrió algo que nunca había utilizado en combate hasta ahora. Era una estrategia rara y, tal vez incluso, arriesgada, pero podía funcionar. Salí corriendo junto a mis cuatro clones hacia el pelirrojo a gran velocidad. Tras un par de zancadas, busqué su mente con la mía y establecí un vínculo de comunicación entre ambos, a través del cual realicé un potente grito mental con todas mis fuerzas:
- ¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!
El objetivo de esto no era otro que hacer que mi oponente oyese aquello en su cabeza, de forma que interfiriese gravemente con su capacidad para pensar razonadamente y con su concentración. Y quién sabe, tal vez incluso lograse darle un pequeño susto. Aprovechando esto, dejaría que mi cuerpo, así como el de las ilusiones, se cubriese de un aura oscura, que aumentaría sustancialmente la velocidad de mi carrera. De ese modo, aunque mi adversario hubiese calculado ya, en base a mi velocidad, cuando iba a llegar hasta él, fallaría, pues tardaría mucho menos en alcanzarle.
Teniendo en cuenta que se trataba de un usuario de Haki de Armadura, imbuiría mi mano derecha en él mientras mis labios formaban silenciosamente las palabras:
- Hashoken Ougi: Taiho Shigan
Mis clones, en un intento por aumentar el desconcierto de mi oponente, imitarían mis movimientos, ejecutando también dicha técnica. La onda de choque que acompañaba a mi ataque bastaría para romper incluso el mejor de los aceros en el, a mi juicio, improbable caso de que lograra recomponerse e interponer su espada. Además, si lograba darle, mi veneno entraría en su organismo, otorgándome una importante ventaja.
Tuviera o no éxito en mi ataque, continuaría mi carrera, alejándome varios metros del pelirrojo y manteniendo, como durante el resto del combate, mi Mantra centrado en él, a la espera de su siguiente movimiento.
- Cosillas:
- - STATS: Agilidad 5 (x4 Akuma), Fuerza 4 (x4 Akuma), Reflejos 4 (x4 Akuma), Velocidad 2 (x3 Akuma, más otro x3 al activar mi ámbito Oscuridad), Resistencia 2 (x3 Akuma)
- Regeneración Akuma: En su forma completa, tiene una capacidad regenerativa que le permite curar una herida leve (tarda 1 post, pero puede atacar y defenderse mientras tanto. 2 post de recarga).
- Ámbito Oscuridad: Aumenta velocidad en un 200% (x3) durante 2 posts.
- Haki Armadura Entrenado (2º post de uso) y Haki Observación Entrenado.
- Segundo y último post de los Mind Clones.
- Vínculo telepático usado solo para comunicación, por lo que no necesito permiso del user ni tengo restricción de nivel (ambas solo se aplican a la hora leer mentes). La idea es mandarle un grito mental fortísimo que le impida pensar con claridad y que le desconcentre.
- Hasshoken Ougi: Taiho Shigan: Mediante su ámbito, Thawne puede lanzar una vez cada 2 post un Shigan que, además, crea una onda de choque en el momento del impacto capaz de destruir materiales de hasta dureza 8 en la escala Mohs. Esto hace que el poder de dicho Shigan sea el doble del habitual. Va imbuido en Haki Armadura e impregnado en el veneno de mis garras.
- Veneno: Mareo e inestabilidad, además de disminución del 50% de Agilidad y Reflejos durante 2 posts.
- En caso de ser necesario para realizar todo lo escrito en el post (aunque lo dudo mucho), usaría el Manual Prisa.
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Sonrió con levedad en el momento en que sus espadas alcanzaron su objetivo. No había sido tan eficaz como esperaba, pero al menos había logrado darle. «¿Podría contar esto como una "primera sangre"?» Ciertamente, llevaban todo el combate sin apenas tocarse. Tal era la velocidad y capacidad de reacción de ambos agentes que todo el encuentro podía resumirse hasta el momento en un baile agresivo, donde cada uno intentaba hallar alguna forma de romper las defensas de su oponente para lograr, aunque fuera, un mínimo contacto. Si bien el pelirrojo había sido el primero en alcanzarle, no parecía que hubiera servido de mucho. Al menos podría considerarse alguna especie de victoria moral, ¿no? Lo único que sacó en claro era que, al menos, Anders no era capaz de igualar su propia velocidad. Le tocaba jugar con ese factor si quería poner en aprietos al contrario.
Cavilando en su mente alguna forma de volver a alcanzar el cuerpo del zoan, Kus volvía a posar toda su atención en los movimientos del agente. Todo podía mantenerse bajo control, hasta que algo completamente inesperado ocurrió.
─ ¿¡Qué demonios!? -Gritó, alarmado, al tiempo que un grito resonaba en su cabeza.
A punto estuvo de pegar un brinco y soltar las espadas del susto, abriendo muchísimo los ojos y haciendo extraños aspavientos. Perdió la concentración de su mantra sobre Thawne, e incluso se desactivaron las funciones de su ojo derecho. Pese a ello, el cuerpo del agente explotó en su forma elemental por puro instinto, desmaterializándose a ojos de los demás en un parpadeo y ascendiendo con rapidez, buscando protegerse con las alturas de lo que fuera que se le estuviera echando encima. ¿De dónde narices había venido ese grito? ¿Lo había producido alguna copia que no había visto venir? ¿Contaba con ayuda de las gradas? «No, eso no puede ser. Se escuchaba demasiado cerca... Casi como... ¿Un pensamiento?» No entendía nada de lo que acababa de pasar, aunque al menos por acto reflejo parecía haber evadido el ataque. Su había materializado a unos diez metros por encima de la plataforma de combate. A ojos de los demás, probablemente hubiera parecido que se movió a la misma velocidad que en el asalto anterior, con la diferencia de que el movimiento había sido ascendente en aquella ocasión.
─ ¡Qué susto me has dado! -Exclamó, aún con el corazón a mil, manteniéndose suspendido en el aire gracias a su geppou.
En realidad no necesitaba emplear el rokushiki para ello, pero prefería seguir manteniendo en la medida de lo posible la naturaleza de su akuma no mi. Ni siquiera sabía si Thawne se olía algo, pero no estaba de más ser un poco precavido. Había sido un buen plan, sin duda, y de no ser por su fruta y su velocidad seguramente hubiera recibido el ataque de lleno. Fuera de esto, debía andarse con mucho ojo. Pudo percibir de pasada la potencia que ese golpe llevaba consigo. De haberle alcanzado lo más probable es que hubiera quedado fuera de combate. «Pese a mi velocidad, la ventaja en tierra es suya. ¿Y si cambiamos el escenario?» Debía obligarle a combatir en el aire. No importaba su fuerza, velocidad o agilidad, tendría que depender del geppou para hacerle frente si le forzaba al combate aéreo, algo que en principio les dejaría igualados, o eso debería pensar el agente una vez se diera cuenta de sus intenciones. Sin embargo, la naturaleza de sus poderes le permitiría mantener su velocidad incluso en el aire. Tan solo restaba pensar algo para obligarle a subir.
─ ¡Rankyaku!
Lanzó una patada al aire, generando una onda cortante que, aparentemente, iba dirigida a su contrario. Tras esto un paso en el aire con el geppou para mantener la posición y, a continuación, empleó el rankyaku de nuevo. Repitió el proceso varias veces, aunque dejó bastante claro que el ataque no iba dirigido expresamente a Anders, sino al propio escenario. Si destruía la plataforma o mantenía un combate a distancia, forzaría al zoan a tratar de alcanzarle. Sin escenario no tendría terreno sobre el que mantenerse y, por ende, resultaría descalificado, mientras que si se daba un combate a distancia él contaría con la ventaja de la altura y de velocidad. Además, las normas no decían nada de que no se pudiera destruir la plataforma, ¿no? Lo único que importaba era no pisar fuera de esta.
Cavilando en su mente alguna forma de volver a alcanzar el cuerpo del zoan, Kus volvía a posar toda su atención en los movimientos del agente. Todo podía mantenerse bajo control, hasta que algo completamente inesperado ocurrió.
─ ¿¡Qué demonios!? -Gritó, alarmado, al tiempo que un grito resonaba en su cabeza.
A punto estuvo de pegar un brinco y soltar las espadas del susto, abriendo muchísimo los ojos y haciendo extraños aspavientos. Perdió la concentración de su mantra sobre Thawne, e incluso se desactivaron las funciones de su ojo derecho. Pese a ello, el cuerpo del agente explotó en su forma elemental por puro instinto, desmaterializándose a ojos de los demás en un parpadeo y ascendiendo con rapidez, buscando protegerse con las alturas de lo que fuera que se le estuviera echando encima. ¿De dónde narices había venido ese grito? ¿Lo había producido alguna copia que no había visto venir? ¿Contaba con ayuda de las gradas? «No, eso no puede ser. Se escuchaba demasiado cerca... Casi como... ¿Un pensamiento?» No entendía nada de lo que acababa de pasar, aunque al menos por acto reflejo parecía haber evadido el ataque. Su había materializado a unos diez metros por encima de la plataforma de combate. A ojos de los demás, probablemente hubiera parecido que se movió a la misma velocidad que en el asalto anterior, con la diferencia de que el movimiento había sido ascendente en aquella ocasión.
─ ¡Qué susto me has dado! -Exclamó, aún con el corazón a mil, manteniéndose suspendido en el aire gracias a su geppou.
En realidad no necesitaba emplear el rokushiki para ello, pero prefería seguir manteniendo en la medida de lo posible la naturaleza de su akuma no mi. Ni siquiera sabía si Thawne se olía algo, pero no estaba de más ser un poco precavido. Había sido un buen plan, sin duda, y de no ser por su fruta y su velocidad seguramente hubiera recibido el ataque de lleno. Fuera de esto, debía andarse con mucho ojo. Pudo percibir de pasada la potencia que ese golpe llevaba consigo. De haberle alcanzado lo más probable es que hubiera quedado fuera de combate. «Pese a mi velocidad, la ventaja en tierra es suya. ¿Y si cambiamos el escenario?» Debía obligarle a combatir en el aire. No importaba su fuerza, velocidad o agilidad, tendría que depender del geppou para hacerle frente si le forzaba al combate aéreo, algo que en principio les dejaría igualados, o eso debería pensar el agente una vez se diera cuenta de sus intenciones. Sin embargo, la naturaleza de sus poderes le permitiría mantener su velocidad incluso en el aire. Tan solo restaba pensar algo para obligarle a subir.
─ ¡Rankyaku!
Lanzó una patada al aire, generando una onda cortante que, aparentemente, iba dirigida a su contrario. Tras esto un paso en el aire con el geppou para mantener la posición y, a continuación, empleó el rankyaku de nuevo. Repitió el proceso varias veces, aunque dejó bastante claro que el ataque no iba dirigido expresamente a Anders, sino al propio escenario. Si destruía la plataforma o mantenía un combate a distancia, forzaría al zoan a tratar de alcanzarle. Sin escenario no tendría terreno sobre el que mantenerse y, por ende, resultaría descalificado, mientras que si se daba un combate a distancia él contaría con la ventaja de la altura y de velocidad. Además, las normas no decían nada de que no se pudiera destruir la plataforma, ¿no? Lo único que importaba era no pisar fuera de esta.
- Spoiler:
- Rankyaku, geppou, rankyaku, geppou, rankyaku, geppou... (?) + haki de armadura
AEG93
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Akuma no mi
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Mi "grito mental" pareció hacer incluso más que sorprender a mi adversario. Se podría decir incluso que le asustó, a juzgar por su reacción. Sin embargo, quizás este efecto no fue bueno, pues el cuerpo del pelirrojo hizo algo extraño. Por un momento, pareció cambiar de composición, como si se hiciese etéreo. En ese mismo instante, ascendió a tal velocidad que casi hubiera podido jurar que se había teletransportado varios metros hacia arriba en el aire. La rapidez a la que se movió fue similar a la que había alcanzado cuando logró cortarme levemente con su espada.
¿Qué acaba de hacer? Esa velocidad es absolutamente inalcanzable para el Geppou o, incluso, para el Soru. No sé que clase de poder será este, pero desde luego no es Rokushiki. Tal vez sea producto de alguna Akuma no mi, o quizá simplemente se trate de alguna técnica de velocidad tremendamente poderosa. Aunque, teniendo en cuenta que ha dado la impresión de que la ha activado instintivamente al asustarse, tal vez sea algo más que eso.- pensé, mientras observaba como mi adversario recuperaba la compostura, y usaba el Geppou para mantenerse en el aire.
En aquel momento, mi Haki de Observación me permitió ver al pelirrojo lanzar un Rankyaku hacia mí desde su posición. No me fue difícil moverme lo suficiente para evitarlo, pues la velocidad que el aura oscura me otorgaba era elevadísima. No obstante, el tuerto repitió su ataque, una y otra vez. Cuando ya había evitado un par de ellos, me di cuenta de una cosa. No parecía estar apuntando hacia mí. Más bien daba la sensación de que los dirigía más o menos hacia donde me encontraba pero sin buscar darme. ¿Y si pretendía romper la plataforma y forzarme a luchar en el aire? No podía estar seguro, pero era una posibilidad a tener en cuenta. Y, de hecho, se trataba de una posibilidad que no me convenía en absoluto, ya que en el aire perdería bastante velocidad de movimientos, y para alguien que luchando se mueve tanto, eso no suele ser buena idea.
A pesar de las pocas palabras que habíamos intercambiado a lo largo del enfrentamiento, habían sido suficientes para intuir ciertas cosas con respecto a mi oponente gracias a mi habilidad como psicólogo. Por ejemplo, que para tratarse de un Agente del Gobierno era un auténtico caos en todo lo referente a la burocracia, y que poseía un oído realmente fino. No era mucho, pero podía tratar de utilizar aquellos dos datos a mi favor. Así que, sin dejar de moverme para evitar posibles nuevos Rankyakus, usé nuevamente mi telepatía para decirle:
- Espero que no estés intentando destruir la plataforma. Cuando llegó a mi despacho la circular con las normas del torneo quedaba bastante claro que los escenarios de combate estaban asegurados, y que si alguien rompe alguna deberá encargarse de ponerse en contacto con la compañía de seguros para solucionarlo. El procedimiento parecía ser bastante tedioso, a juzgar por la cantidad de artículos legales que aparecían citados.
Con esto esperaba hacer que su ataque cesara. Tuviera efecto o no, seguiría corriendo, buscando situarme justo debajo de él. No obstante, antes de llegar a ese punto, lanzaría un grito, esta vez de verdad, reuniendo toda la fuerza de mis pulmones [Manual Fus Ro Dah]:
- ¡¡¡¡¡AYUUUUUUUUUUUUGAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!!!
Esperando que mi oponente quedase ensordecido, una vez situado bajo sus pies crearía en mi mano un tigre negro hecho de energía [Manual Kuchiyose], y lo lanzaría hacia él. Acto seguido [Manual Prisa], me impulsaría mediante el Geppou para dirigirme a mi rival justo detrás de mi ataque, preparando una esfera de oscuridad imbuida en Haki en la palma de mi mano cuyo objetivo sería tratar de dejar fuera de combate al pelirrojo.
¿Qué acaba de hacer? Esa velocidad es absolutamente inalcanzable para el Geppou o, incluso, para el Soru. No sé que clase de poder será este, pero desde luego no es Rokushiki. Tal vez sea producto de alguna Akuma no mi, o quizá simplemente se trate de alguna técnica de velocidad tremendamente poderosa. Aunque, teniendo en cuenta que ha dado la impresión de que la ha activado instintivamente al asustarse, tal vez sea algo más que eso.- pensé, mientras observaba como mi adversario recuperaba la compostura, y usaba el Geppou para mantenerse en el aire.
En aquel momento, mi Haki de Observación me permitió ver al pelirrojo lanzar un Rankyaku hacia mí desde su posición. No me fue difícil moverme lo suficiente para evitarlo, pues la velocidad que el aura oscura me otorgaba era elevadísima. No obstante, el tuerto repitió su ataque, una y otra vez. Cuando ya había evitado un par de ellos, me di cuenta de una cosa. No parecía estar apuntando hacia mí. Más bien daba la sensación de que los dirigía más o menos hacia donde me encontraba pero sin buscar darme. ¿Y si pretendía romper la plataforma y forzarme a luchar en el aire? No podía estar seguro, pero era una posibilidad a tener en cuenta. Y, de hecho, se trataba de una posibilidad que no me convenía en absoluto, ya que en el aire perdería bastante velocidad de movimientos, y para alguien que luchando se mueve tanto, eso no suele ser buena idea.
A pesar de las pocas palabras que habíamos intercambiado a lo largo del enfrentamiento, habían sido suficientes para intuir ciertas cosas con respecto a mi oponente gracias a mi habilidad como psicólogo. Por ejemplo, que para tratarse de un Agente del Gobierno era un auténtico caos en todo lo referente a la burocracia, y que poseía un oído realmente fino. No era mucho, pero podía tratar de utilizar aquellos dos datos a mi favor. Así que, sin dejar de moverme para evitar posibles nuevos Rankyakus, usé nuevamente mi telepatía para decirle:
- Espero que no estés intentando destruir la plataforma. Cuando llegó a mi despacho la circular con las normas del torneo quedaba bastante claro que los escenarios de combate estaban asegurados, y que si alguien rompe alguna deberá encargarse de ponerse en contacto con la compañía de seguros para solucionarlo. El procedimiento parecía ser bastante tedioso, a juzgar por la cantidad de artículos legales que aparecían citados.
Con esto esperaba hacer que su ataque cesara. Tuviera efecto o no, seguiría corriendo, buscando situarme justo debajo de él. No obstante, antes de llegar a ese punto, lanzaría un grito, esta vez de verdad, reuniendo toda la fuerza de mis pulmones [Manual Fus Ro Dah]:
- ¡¡¡¡¡AYUUUUUUUUUUUUGAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!!!
Esperando que mi oponente quedase ensordecido, una vez situado bajo sus pies crearía en mi mano un tigre negro hecho de energía [Manual Kuchiyose], y lo lanzaría hacia él. Acto seguido [Manual Prisa], me impulsaría mediante el Geppou para dirigirme a mi rival justo detrás de mi ataque, preparando una esfera de oscuridad imbuida en Haki en la palma de mi mano cuyo objetivo sería tratar de dejar fuera de combate al pelirrojo.
- Cosas:
- - Profesión Psicólogo a nivel 50: Puedo deducir al intercambiar muy pocas palabras habilidades y torpezas no bélicas de los demás (esto se puede hacer desde nivel 40). Además, puedo leer el estado de ánimo y su motivo, y los demás comienzan a verme como una persona confiable a quien podrían contarle... ¿Quién sabe?
- 2º y último post de Ámbito Oscuridad (Velocidad x3)
- Hakis Entrenados
- Manual Fus Ro Dah: Técnica para ensordecer al rival durante 2 posts mediante una onda sonora.
- Manual Kuchiyose: Thawne crea una onda de energía de oscuridad con forma de tigre, de 1x1x2 metros. Puede recorrer hasta 20 metros y puede usarse 2 veces por combate.
- Manual Prisa: Gracias a estudiar el manual, te impulsas con energía para lograr impactar un segundo ataque.
- Dark Pulse: Thawne crea una bola de oscuridad en la palma de su mano, del tamaño de ésta, que puede usar para golpear una vez (no puede lanzarla). Este ataque tiene el doble de la fuerza de Thawne. Puede usarlo una vez cada 2 turnos.
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