Lord vader moderado nivel 2

Habían sido unas semanas muy aburridas, para que negarlo. La marina mandaba hacer trabajos de poco lustre a los reclutas  para disfrute u aburrimiento de los superiores. Me encontraba en la segunda cubierta, fregando los suelos con brea para las juntas del navío...un trabajo de poco lustre. Ser recluta era la verdad una auténtica mierda, y no lo decía solo por el olor de la brea. Dejé el mocho y me dirigí a la cubierta superior, necesitaba tomarme un respiro....aunque no respirara como alguien normal.

Lamentablemente hacía un sol que calentaba mi armadura malamente, haciéndome sudar como un pollo o como un becerro de oro....debía pedir a la marina que me pusieran un adaptador de temperatura en ella. A pesar del calor, un revuelo se hizo patente en cubierta. Los marines iban de aqui para allá  como pollos descabezados. Parecía ser que iba a haber un pequeño torneo. Vaya parecía que saldríamos de la monotonía un rato. Sin embargo, mis ganas se esfumaron totalmente al ver que el premio era ser eximido de las tareas hasta el final de la misión. Puede que para una persona normal fuera genial, pero para mi, eran migajas. Si bien participaría en esas luchas, lo haría para destacar entre los reclutas y poder estar más cerca de un ascenso..cosa que deseaba muchísimo.

Aparté a algunos de los marines que estaban anotándose en la lista de inscripción de las peleas. Algunos intentaron protestar, pero la armadura se encargaba de intimidar y cortar las posibles amenazas de esos idiotas.

-Vader, del 4º regimiento de reclutas -Dije mientras anotaba mi nombre ante el procurador.

Viendo  la gente que había en la fila pensé que no serían un auténtico problema tumbarlos uno a uno, el problema seguramente serían los  usuarios, si había alguno más que yo, o los marines con aptitudes u habilidades potentes. Esperaba al menos poder ganar un mínimo de reconocimiento.Me aparté del resto y esperé apoyado en el mástil a que finalizaran los registros de la pelea. A pesar de que esto no era más que un entretenimiento, la misión que la marina nos había encomendado me tenía con una curiosidad insana, pero también con temor, pues el agua del mar y los usuarios no nos llevábamos bien....miedo me daba imaginar tener que combinar agua y kairoseki a la vez....

Esto iba a ser realmente fácil, un montón de basura que ladraban unos contra los otros como perros por unas migajas. Procedí a entrar al cuadrilátero no sin antes sacudir mi capa, ajustar mis guantes y comprobar que todo el traje estaba en adecuado funcionamiento. Una vez dentro me puse en el poste norte, apoyando mi espalda contra el.  Me crucé de brazos, pero di a entender que estaba listo para la gresca.

"Juego sucio, sangre, gresca, golpes...parece que puedo hacerme destacar entre la tripulación si muestro alguno de estos factores...que tal si muestro la sorpresa. Nueve oponentes, todos estarán armados. Complexión atlética, alto índice de caer con mayor facilidad. Reclutas que ansían librarse de sus tareas...por tanto harán ataque desesperados. Esto será facil"-Pensé para mí.

Esperé a que dieran la campanada para poner a prueba mi ardiz. Comencé a mover las manos ocultas mientras las tenía cruzadas. Enfoqué a los reclutas que tenía delante de mi. Al ser un ring podía divisarlos a todos sin problema alguno. Ahora debía pensar...¿estrangulamiento? Sería algo fácil y podría ponerlos en jaque sin hacerles demasiado daño. O tal vez podría crearles la ilusión  de que están enfrentándose realmente entre ellos cuando en realidad no dejándome así tiempo suficiente para ir noqueando uno a uno. Ay decisiones difíciles....así que iremos por un clásico...estrangulamiento ilusorio.

Esperé a que preparan la campana para ejecutar la maniobra. En caso de que saliera mal por x razón, cogería una espada del suelo en el momento en que lanzaran las armas y mi pericia en su manejo haría el resto.  La verdad es que estaba ansioso por ejecutar mi combo, pero por otro lado no podía evitar que todos los reclutas me miraran a mi precisamente. Es lo que tiene que un tío que parece un robot de dos metros entre en un ring donde todos van con el uniforme marine de recluta...que desentonas un poco.

Uno de los reclutas se me quedó mirando, como el resto y me regaló algunas palabras.

-!El negrito es mío chicos!- Dijo señalándome.

-No, vader es mío, le quitaré esa máscara- Dijo el del poste Oeste.

-Ninguno va a tocarlo, ¡es mío!-Dijo el del poste Sur.

Yo tan solo pude responder:

-Espero que esas palabras os supieran a gloria, dudo que podáis decir alguna más cuando esto acabe.

-Debes de pensar que porque lleves esa armadura nos vas a dar algún miedo recluta- Dijo el más tonto y corpulento.

-¿Miedo? Oh yo no debo daros miedo en absoluto, lo que debe asustaros es vuestra carencia de fe y disciplina- Dije listo para ejecutar el estrangulamiento de los 9.

Carnaza, ineptos, basura, escoria...¿pensaban acaso que ni tan siquiera iban a rozarme?. Parecía que la batalla no iba a durar mucho, pero lamentablemente, estaba totalmente errado en mi parecer. Todos habían caído menos 3, parecía ser, que estos aguantaban los embates de una akuma o al menos tenía suficiente voluntad como para mantenerse en pie a pesar de la asfixia.

Uno intentó lanzarme una silla a la cabeza. Si bien el casco podría aguantar el golpe, me caería sin lugar a duda por el impacto y eso no me convenía en absoluto. Asi que rápidamente intenté apartarme de la trayectoria de la silla hacia la izquierda, para que esta fallara. Sin embargo, al detenerme con este tipo no pude divisar a los otros dos con toda la dedicación que se merecían. Tan solo pude ver un cuerpo de uno de los noqueados siendo lanzado contra mi. Así que rápidamente, y ante la imposibilidad de no recibir aquel golpe, activé el magnetismo de las botas para anclarme al suelo. Con esto pretendía que al menos el golpe no me tirara.

En el momento que aquel mostrenco impactara contra mi, el traje haría el resto. Me mantuve en mi posición, algo dolido por aquel peso que me había dado en la pechera, pero por suerte, la pieza de titanio del pecho del traje estaba ahí por algo. Tampoco tuve mucho tiempo de reacción al ver que el tercer hombre tomaba un color negro en su cuello. ¿Haki? No lo sabía pero no iba a dejarle golpearme...había aguantado la asfixia, veamos si aguanta otra ilusión. Extendí rápidamente mi mano hacia adelante, abrí la palma hacia él y me quedé inmóvil.
Esperaba que aquel hombre cayera al suelo, ¿Porque? Porque había intentado hacer una ilusión por la cual el contrario se sintiera cansado, muy cansado, hasta el punto de caer delante mía agotado (cuando realmente no era así).

Me quedé fijamente mirando hacia él esperando que cayera al momento. Siendo un solo objetivo no debería ser problema, al menos si no lo tumbaba ganaba algo de tiempo mientras los otros dos se preparaban para volverme a golear.

Si todo aquello funcionaba y salía así de bien, me prepararía para dar el último golpe. Extendí mis dos manos hacia adelante, enfocando a los 3 hombres y usando nuevamente las ilusiones haría que estos tres cayeran al suelo gritando que se quemaban vivos. Como si estuvieran atados a una pira. El motivo de usar esta ilusión era por una razón. Los gritos de agonía asustarían a los espectadores, a otros les infundiría un temor "respetable" mientras que a otros les quitaría las ganas de ver más pelea y de que cortara el sufrimiento de aquellos 3 seres. Cabe decir que intentaba intensificar la potencia de la ilusión para que cada vez gritaran más.

Maldita escoria...en un descuido aquella mole me electrocutó con algún objeto u habilidad que no había visto. Por unos segundos unas chispas comenzaron a salir de mi traje, haciendo que tuviera espasmos mientras intentaba mantenerme de pie inutilmente. Me vi obligado a doblar la rodilla y a caer al suelo mientras miraba como el resto de cabrones allí presentes escapaban de mi ilusión ahora interrumpida por el shock eléctrico.

Intenté por todos los medios mantener la compostura, pero fue imposible y caí al suelo como un saco de patatas. A pesar de sentirme como un pollo a la barbacoa, aquella moles seguía agarrándome como si de una lapa se tratara. En un intento desesperado pegué una patada en los huevos con mi pie de hierro, aunque estuviera frito el traje, el metal era el metal. Así que le propiné un golpe en sus gónadas. Con esto aquella mole me soltaría y podría levantarme rápidamente a pesar de no tener funciones en el traje, como el magnetismo.

Rápidamente extendí mi mano hacia los marinos que iban a cargar contra mi, estando a pocos metros de mi dije: Y una mierda.


A pesar de que no podía ver bien dentro de la máscara debido a que mis visores estaban fritos, si pude escuchar los gritos de aquellos salvajes y orientarme, así que extendí mi mano hacia el ruido de pies corriendo hacia mi y cree una pequeña ilusión, pues una grande requeriría más esfuerzo y con el cuerpo electrocutado no podría. Asi que la ilusión es la siguiente:

Los que cargaron contra mi  se paran en seco a apenas unos centímtros de mi, se ríen, dicen cosas como " reventarle el traje" " pegarle en los huevos" " dadle más". A los ojos de aquellos marinos, Vader estaba siendo apalizado, cuando en la vida real él estaba herido con la mano extendida hacia ellos a pocos centímetros.

El tipo corpulento que me había electrocutado estaba con un dolor de testosterona durillo, así que no creo que se levantara pronto para darme por la espalda, y en caso de que así fuera, no caería en la misma trampa dos veces. Mi otra mano estaba enfocándole a él.

-Ni se te ocurra intentarlo.- le dije mientras miraba a la turba que acababa de frenar.

Me estaba costando respirar, mi respiración era entrecortada y tan solo esperaba de que el capitán o algún superior dijera que parásemos la pelea, o estaba francamente jodido. Me acababa de dar cuenta de que mi traje no estaba completo...y que era vulnerable todavía.

Para mi fortuna o desgracia unas explosiones comenzaron a zarandear el barco y crear un pequeño caos entre mis compañeros. El combate se detuvo al momento y los marines se dispusieron a mirar que demonios estaba pasando. Yo me encontraba sentado contra el ring, cansado en cierta manera de aquel combate, pero, aquel pequeño descanso entre el caos me estaba viniendo de perlas.

En seguida dieron órdenes a todos los presentes para que nos moviéramos y defendiéramos el navío ante un enemigo que ,yo por lo menos, desconocía. ¿Serían piratas?¿ Traficantes? ¿Renegados? Esperaba con ansia que fueran los primeros puesto que siempre me queda energía para ese tipo de escoria.


Mis compañeros comenzaron a hacer caso a las distintas órdenes que nuestro capitán estaba gritando desde el puente. Mientras que se comenzó a evacuar a los civiles y personal no militar de la zona. Yo estaba algo dañado, debía reconocerlo, pero podía mantenerme en pie lo suficiente como para ayudar en el barco. Así que eché un vistazo en busca de una sección donde pudiera ayudar, pero antes debía atender mis propios problemas.

Pulsé el botón rojo de mi cinturón y mi cara, al menos dentro de la máscara, se mostró preocupada. Los chisporretazos habían dañado mi sistema magnético y eso era un problema. Por el resto creo que al menos no tendría problema en defender el navío. Así que me dirigí al castillo de proa para ver si podía divisar al enemigo, y así alejarme de los proyectiles.