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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Jue 18 Jul 2019 - 15:31}

Amanecía en alta mar. El sol, perfectamente redondo, obsequiaba a los Arashi con una pequeña porción de su figura. Aquellos que no habían dormido o no habían esperado al amanecer para despertar podían contemplarlo, mientras que los demás tendrían que esperar la llegada de un nuevo día.

Navegaban por el Nuevo Mundo, rumbo a un enclave que nunca habían pisado y del que muchos de ellos ni siquiera habían oído hablar. Algo o alguien les reclamaba allí. Una causa de fuerza mayor les empujaba hacia su destino, un motivo que no daba pie a una actuación diferente a la que estaban llevando a cabo. La familia siempre permanece unida, incluso para proteger a un hijo pródigo.

Una semana antes...

Los Hijos de la Tormenta llevaban ya varios días en Momoiro. El recibimiento de la población local había sido bastante acogedor, pero lo cierto era que la moral de la tripulación no se encontraba en su mejor momento.

Habían marchado hacia el North Blue con un propósito justo y bondadoso, aunque no fuera lo habitual. ¿Y cuál era la recompensa por hacer lo que se esperaba de ellos y actuar con responsabilidad? La respuesta era dolorosa: la partida de dos de ellos. La pérdida de los seres queridos siempre resulta dolorosa, independientemente del modo en que cada uno lo gestione y exprese. Por eso, unos días después de que todo sucediese cada hijo de la toementa llevaba el duelo a su manera, donde quería y como quería.

***

Su destino, el Reino de Kamabakka, se extendía bajo sus alas. Therax había abandonado durante unos días al resto de la tripulación para ir al encuentro de Annie. No estaba demasiado conforme -por decirlo suavemente- con el modo en que Zane había gestionado la salida de tono de Luka. La albina había conseguido tranquilizarle en ese sentido; ella siempre tenía la capacidad para decir lo que tocaba o callar cuando era necesario, tranquilizándole.

Creía haber recuperado la serenidad durante su breve retiro, pero la cercanía al resto de la banda volvía a despertar algo en él. ¿¡A quién demonios se le ocurría despachar de ese modo a alguien capaz de dar la vida por cualquiera de los suyos!? ¿¡Es que no se daba cuenta!?

Aterrizó frente al edificio que hacía las veces de residencia de los miembros de la tripulación cuando se encontraban allí. Varios travestis trataron de recibirle, pero no les dio la oportunidad de abrir la boca. Se limitó a preguntar por la localización del pelirrojo y se puso en marcha. Durante el trayecto pasó por delante de la habitación de Luka. No quiso detenerse. Dentro sólo hallaría dolor, drogas y, en el caso más surrealista, una trucha embarazada o algo por el estilo.

-¿¡Se puede saber qué clase de capitán actúa así!? -exclamó, dando un sonoro golpe sobre la superficie más cercana al tener a su capitán frente a él. Muchos de sus amigos ya se encontraban allí, quizás todos, pero la creciente furia le impidió detenerse a identificar a los presentes.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Jue 18 Jul 2019 - 17:27}

El capitán de los Arashi se encontraba al timón y el sol comenzaba a asomarse por el horizonte. Apenas había dormido tres o cuatro horas en los últimos dos días de travesía, pues hacerlo en aquel tramo del nuevo mundo hubiera sido algo inconsciente, incluso, para alguien como él. Un remolino acuático de grandes dimensiones tras otro. Tormentas tan espesas que parecían que iban a llevarlos directamente a las entrañas del inframundo. Y Therax, que parecía haber perdido la fe que tenía en él. Todo eso fue un cúmulo de cosas que hacía que no fuera capaz de conciliar un sueño placentero, ni siquiera embotando su cuerpo con los licores más perrunos que encontrara.

¿Aquel viaje? Por un viejo compañero que se había metido en líos. Aunque no fueran parte de su banda, en algún momento habían formado parte de su familia, y muy en el fondo lo seguían haciendo. Daban igual las peleas, los reproches o los insultos. Al final, solo al final, únicamente queda lo bueno.

—¡Id despertando! —alzó la voz con seriedad—. En menos de una hora llegaremos a nuestro destino.

Una semana antes…

Habían sido momentos difíciles para todos tras lo sucedido en la aguja. “En que momento dije de ir a salvar el mundo”, decía continuamente el pelirrojo a Spanner y Nailah, buscando algún consuelo en ellos. Marc había intentado calmarlo, hacerle cambiar de opinión, pero el espadachín era demasiado orgulloso como para reconocer sus propios errores, al menos no delante del grueso de su banda. Todos le conocían bien, sabían que le pasaba por la cabeza, no obstante, ninguno había tenido la valentía de dejarles las cosas claras… No, al menos, hasta que su tercero de abordo volvió de un viaje de placer junto a su amada.

Se encontraba sentado en una mesa rectangular de gran tamalo, en el ala más alejada del castillo del reino de Kamabakka. Había ordenado a los Okamas no molestarlos, pues tenían que hablar sobre asuntos que solo le concernían a su banda. Estaban todos, incluyendo las distintas flotas que habían ido formándose en la jerarquía interna de la misma, entre las que había distintos tipos de guerreros.

—¿¡Crees que yo quería que esto acabase de esta manera!? —alzó la voz, clavando sus heterocromados ojos sobre los de su tercero de abordo. Aquella vez era la primera vez que aguantaba tanto la mirada con él. Eran de un azul tan intenso como el mar, y la cólera que desprendía le hacían perder el encanto de niño bueno que siempre había tenido, dejando ver que, en el fondo, era alguien peligroso—. ¡Luka también era más que un amigo para mí! —Se levantó de golpe, apoyando las manos sobre la mesa, tirando la silla en la que estaba sentado—. ¡Pero lo que no voy a consentir es que los deseos individuales pongan en peligro al colectivo! —de forma inconsciente el suelo bajo los pies de Zane comenzó a vibrar durante un instante—. ¡Te tengo por la persona más sensata de todos nosotros! —Su tono de voz fue recobrando uno más pacífico, mientras el suelo de la sala volvía a su estado de calma—. Yo nunca os he obligado a hacer algo que no quisierais. Siempre hemos sometido a votación todas las locuras que hemos hecho. Si he impuesto algo por decreto es que arrebatéis una vida sin motivo; razón por la que Katharina nunca ha terminado de encajar y chocaba conmigo —Volvió a hacer una pausa, observando a todos los miembros de la banda—. ¿Qué podía haberle pedido perdón e ir tras él? Sí, podría haberlo hecho, pero creo que a Luka le va a venir bien un tiempo solo para aclarar sus ideas. Vive estancado en el pasado, guardando en su interior un rencor que solo le está comiendo por dentro. Lo dije en la aguja y lo repito: Nosotros no somos revolucionarios, somos piratas. ¿Salvamos al mundo a veces? Sí, pero porque vivimos en él y todos tenemos seres queridos que lo habitan. Se acabó.


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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Vie 19 Jul 2019 - 15:21}

La tenue luz del sol al amanecer iluminó el rostro del pirata de Alabasta, que se hallaba hasta entonces dormitando, con la espalda apoyada contra la vela mayor y abrigado por una manta que había visto mejores días. Se había quedado dormido en la cubierta mientras observaba el cielo nocturno, reflexionando sobre la razón de su permanencia con los piratas de Kenshin, aunqe tampoco le habían dado otra opción. Mientras se enfrentaba a la espadachina junto a Nox y Alviss, la aguja comenzó a desmoronarse, por lo que los tres bucaneros fueron rápidamente rescatados por el querubín, que había asumido la forma de un pájaro helado.

Sin hacer muchas preguntas, les dejó en el navío de Kenshin, que zarpó rápidamente a Momoiro. En ese instante, Vile no sabía si maldecir su suerte por haber dejado atrás la chalupa en la que guardaba lo poco que no podía meter en sus bolsillos o por ser arrastrado al Nuevo Mundo junto a un grupo de dementes. Posiblemente fuera lo segundo, sí.

Abrió los ojos lentamente y comenzó a desperezarse, antes de buscar a tientas en su abrigo sus gafas de sol (obviamente robadas). Le dolía horrores tener su ojo malo demasiado tiempo expuesto al sol, por lo que prefería no arriesgarse. De un respingo se levantó y comenzó a pasearse por cubierta con las manos en los bolsillos, acariciando su armónica. Se habría puesto a tocar, pero dudaba que sus compañeros estuvieran de humor para cualquier tipo de música. Muchos de ellos habían acabado con cara de vinagre después de lo de la aguja y el gyojin. Se limitó únicamente a dar vueltas por la cubierta mientras seguía pensando en qué querrían los Hijos de la Tormenta de él.

Una semana antes...

Momoiro era una tierra curiosa, de eso no le cabía duda. El viaje había sido seguro y prácticamente no hubo ninguna incidencia, más allá de la actitud crispada de algunos de los miembros de la banda. Vile aprovechó para desentenderse -pues dudaba que hubiese la confianza suficiente como para ponerse a consolar a los piratas del pelirrojo- y pasear por la isla. Había oído hablar de los okamas en Arabasta, y se estaba dando cuenta de que cualquier relato sobre los mismos no hacía justicia a lo que uno se encontraría normalmente en Momoiro. Las suposiciones del joven de que las tierras que poseyera Kenshin debían de ser un lugar de juerga constante se habían cumplido.

Pronto perdió la libertad de pasear tranquilamente por la isla cuando Spanner, el segundo de abordo del pelirrojo, le comentó que para integrarse en la banda debía pasar por una serie de pruebas. Vile dudó de la dificultad de las mismas y decidió aprovechar el momento para ganarse la confianza de la banda, por lo que aceptó la propuesta del pirata.

No tardó en arrepentirse. Las pruebas consistían, sencillamente, en pasar un día con cada uno de los integrantes de la tripulación. Y sí, era mucho más desafiante de lo que sonaba. El primero de ellos fue el propio Spanner, que le hizo seguirle a una biblioteca. A Vile le pareció una actividad muy curiosa en primera instancia, ya que dudaba que existiera un archivo en un territorio de constantes festejos, además de parecerle sorprendente que uno de los tripulantes del pelirrojo hiciera uso de tal servicio, conociendo la fama de los Arashi no Kyoudai.

Spanner tomó un libro de una de las estanterías -con tanta rapidez que parecía haberlo escogido al azar- y se puso a leer en silencio. Aunque Vile hubiera pasado media vida en la calle, recordaba haber visitado la inmensa biblioteca de los Locke cuando era un niño, por lo que no se sentía un completo extranjero en el reino de los libros. Rebuscó en el lugar durante casi veinte minutos hasta finalmente hallar un par de ejemplares interesantes -un libro de historia de la música y la biografía de un famoso pirata de hacía un siglo.

A los pocos minutos, Vile halló una coincidencia divertida entre el pirata de la biografía y Kenshin, por lo que se dispuso a enseñársela a Spanner. Sorprendentemente, este solo levantó el dedo pidiendo silencio. "Silencio...", ordenó lánguido. Con el orgullo ligeramente herido, el pirata de Alabasta volvió a su sitio y continuó con la lectura. A las tres horas, cuando se le antojó un piscolabis acompañado, como siempre, de buena bebida, Spanner repitió el gesto. Vile maldijo la imposibilidad de separarse de su compañero.

Eventualmente el reloj marcó un par de horas antes de la medianoche y Spanner se levantó para dejar el libro en la estantería, musitando "Un placer, Vile...". Entonces salió de la habitación sin decir nada, sin darse cuenta de que el joven pirata estaba quedándose ligeramente dormido. En cuanto escuchó el portazo, Vile se apresuró en dejar la habitación y buscar la taberna más cercana, con el claro objetivo de sumergir el horrible día en un mar de alcohol. Mas poco sabía de que pronto se cansaría de la propia bebida.

A la mañana siguiente se celebró una reunión en una de las fortalezas que Kenshin poseía en la isla. Aquel encuentro pronto se convirtió en una discusión sobre la deserción del gyojin, lo que consiguió alimentar el fuego de la migraña de Vile, que quizás había bebido demasiado el día anterior. No sabía si era por la resaca o porque quizás no era la persona más adecuada para hablar, pero decidió mantenerse callado hasta que fuera aludido.
Marc Kiedis
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Lun 22 Jul 2019 - 23:27}

El sol apenas acababa de alzarse sobre el horizonte cuando Marc escuchó desde la cocina la voz de su capitán. Había madrugado para preparar un buen desayuno para sus compañeros, ya que aquel día arribarían a su destino. El Nuevo Mundo suponía una  gran prueba para cualquier banda pirata, y en las condiciones anímicas en las que todos se encontraban tras los sucesos de la Gran Aguja.

Pero el semigigante seguía como siempre decidido a no permitir que las sonrisas desapareciesen del barco. Y, aunque lo hacían con menor frecuencia que antes, había conseguido cumplir en parte este objetivo.  

- El desayuno está listo, chicos. - anunció el cocinero al llegar a cubierta junto al resto de sus nakamas, la mayoría de los cuales acababan de despertarse. - Si quieres cuando terminemos te relevo al timón durante un rato, Zane. Te vendría bien descansar un poco antes de llegar a nuestro destino.

*** Una semana antes... ***

Para Marc, como para todos sus compañeros, los últimos días habían sido muy duros. La marcha de Luka, probablemente su mejor amigo dentro de la banda, le había dolido muy profundamente. No solo por el hecho de que se marchase, sino por la dureza de las palabras pronunciadas por su capitán. Zane tenía un gran corazón, pero en ocasiones su orgullo nublaba su juicio y le jugaba malas pasadas. El grandullón había tratado de hacerle recapacitar, pero en caliente el pelirrojo no había atendido a razones.

Cuando vio un gran y majestuoso ave descender sobre la morada de los Arashi, en el Reino de Kamabakka, el grandullón sintió una inmensa alegría. Therax al fin regresaba con ellos. Había echado de menos al rubio durante las últimas jornadas. Sabía que él simplemente se había ido unos días de "viaje romántico" con Annie, la adorable revolucionaria que era su pareja, pero dadas las circunstancias el semigigante agradecía la compañía y el trato con sus queridos nakamas incluso más de lo habitual.

Acudió entonces al despacho que habían adoptado como sala de reuniones de la banda, donde suponía que se produciría el reencuentro. Además, tenían cosas de las que hablar en conjunto. Zane, así como el recién incorporado Vile y algún otro miembro de los Arashi ya se encontraban allí. El resto fueron llegando poco a poco, hasta que finalmente Therax hizo acto de presencia. El semigigante hizo ademán de adelantarse a darle un abrazo de bienvenida, pero se detuvo al ver el rictus de su amigo.

Su rostro expresaba un profundo enfado que necesitaba dejar salir, motivo por el cual Marc no hizo nada que pudiese postergar lo que el rubio quisiera decir. Al escuchar sus palabras, confrontando la decisión tomada por Zane con respecto a Luka ante toda la banda, el grandullón se temió un nuevo enfrentamiento. Ninguno de ellos había digerido aún lo sucedido, todo estaba demasiado reciente y las emociones continuaban a flor de piel. Por suerte la respuesta de su capitán no fue orgullosa en aquella ocasión. Por un lado asumió que había sido muy duro con el gyojin. Por otro, sin embargo, declaró que aquella fue la única opción que este le dejó, así como que seguramente le vendría bien un tiempo por su cuenta para reorganizar sus ideas. Marc entendía ambas posturas, pero tras escuchar al pelirrojo decidió intervenir, en aras de buscar un mejor entendimiento entre los dos y ayudar a la reconciliación entre capitán y contramaestre. Por tanto dio un paso al frente, ocupando con su corpachón gran parte del área central de la sala, y dijo:

- Lo primero, Therax, me alegro muchísimo de verte. Echaba de menos tenerte con nosotros estos días. Creo que este asunto es algo que debemos discutir en conjunto, pues nos ha tocado profundamente a todos o casi todos los que formamos parte de esta tripulación que más que eso es una familia. Y en toda familia hay a veces roces y discusiones. Lo importante es saber después reconocer los errores cometidos, disculparse por ellos y saber perdonar los cometidos por el otro.

Luka actuó mal, de forma excesivamente impulsiva y metiéndose en un asunto que realmente no nos incumbre, eso es cierto. Pero Zane, tú también actuaste mal. Como te dije mientras abandonábamos la Aguja, entiendo perfectamente que quieras protegernos, y que te sientas en parte responsable de lo que pueda ocurrirnos. No obstante, no debiste hablar a Luka de esa manera tan dura. Como la familia que somos debemos permanecer unidos sin importar las circunstancias, y si uno de nosotros se mete en algún problema, sea voluntaria o involuntariamente, los demás tenemos que ayudarle a salir de él airoso, no abandonarle a su suerte. Te respeto enormemente como mi capitán y mi amigo, y lo seguiré haciendo, eso tenlo por descontado. Pero incluso un capitán debe reconocer cuándo se equivoca e intentar enmendarlo. Quizá más que ningún otro miembro de la banda.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Jue 15 Ago 2019 - 0:57}

El suelo comenzó a temblar de un modo que a todos les era familiar en mayor o menor medida. La tensión no estaba muy lejos de ser tangible mientras unos discutían y otros, bastante más serenos y conscientes de la situación, se afanaban en poner algo de paz. Muchos miembros de la banda guardaban silencio, ¿quién sabía por qué? Tal vez no tuvieran nada que decir; quizás esperasen el momento indicado para manifestar su opinión.

Un okama acababa de hacer acto de presencia, portando una bandeja con las bebidas predilectas de cada miembro de la tripulación. Al fin y al cabo se merecían una recompensa —aunque fuera mínima— después de tanto esfuerzo. La reacción de Zane le asustó, causando que se sobresaltase y liberase un grito agudo que poco o nada tenía que ver con el tamaño de sus hombros y la densa pelambrera que los recubría. Se ocultó tras Vile con la bandeja aún en alto, aferrando con fuerza su brazo derecho y mostrando en parte la cabeza. Su mirada descansaba sobre Marc, que, si por casualidad se hubiese fijado en él un instante, hubiera comprobado que lanzó en su dirección un inapropiado guiño.

***

Las palabras del grandullón, cálidas y bienintencionadas como de costumbre, pugnaban por abrirse paso en el raciocinio del espadachín. Las escuchaba y las entendía. En algún lugar dentro de él era perfectamente consciente de que había cierta razón en lo que Zane había hecho, en cómo había actuado, aunque rechazase esa posibilidad con toda su alma.

Los ojos de Therax, de un color que fluctuaba entre el azul y el verde de forma constante y casi melódica, escrutaban minuciosamsente cada milímetro del rostro de su capitán. ¿Acaso no lo entendía? Pues claro que no, él no había sido el encargado de coser una y otra vez las heridas de Luka, de sanar cada lesión que había sufrido por proteger a alguno de los suyos. La rabia contenida bullía en las entrañas del espadachín, que apretaba los puños como nunca antes lo había hecho. Estos adquirían una tonalidad más pálida conforme los pensamientos y las emociones se cruzaban en su mente.

El orgullo no podía superponerse a una tripulac... No, a una familia. Ser la cabeza visible, aquél que en última instancia debía ser considerado responsable de lo que sucediese, no implicaba que hubiera una única manera de hacer las cosas, que todo se resumiese a un 'esto es lo que hay, y si no te gusta, te vas'.

La contradicción bloqueaba su palabra. ¿Qué debía hacer? Los motivos del pelirrojo podían llegar a resultar comprensibles, pero se negaba a admitirlo; no sin interponer antes un sinfín de peros que el Descamisetado jamás aceptaría. Dirigió un rápido vistazo a Marc y, cuando quiso darse cuenta, su mano derecha había abandonado la posición que ocupaba en la mesa. Cerrada en un intento por aprisionar en su interior todo el dolor y la impotencia que se habían instaurado dentro de él, recorrió la distancia que la separaba de la cara de Zane.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Jue 5 Sep 2019 - 17:11}

El espadachín tenía la cabeza enterrada entre los brazos apoyados sobre la mesa. Se encontraba en la sala de reuniones de la tripulación. ¿Estaba solo? No lo sabía, pues cuando el espadachín se encontraba en ese estado solía ignorar todo lo que hubiese a su alrededor. Sus ojos azules parecían muertos, mirando hacia el frente donde había un libro abierto sobre la mesa que Spanner no estaba leyendo. El chico era bastante callado y destacaba muy poco, sin embargo desde la marcha de Luka lo era aún más. El pirata lo sabía y se mortificaba en pensar que su estado natural era tan rancio y callado que los demás seguro que ni se habían dado cuenta de su cambio de ánimos.

Ni siquiera había hecho la prueba correcta que tenía que hacerle al nuevo, Vile. Se suponía que tenía que hacerle preguntas sobre historia y navegación, pero cuando lo llevó a la biblioteca simplemente se mantuvo... allí. Callado. Observando las páginas de un libro escogido al azar, mirando a otro lado. ¿Qué libro era? No lo sabía, ni siquiera en aquel momento. Ni siquiera sabía cual era el que tenía delante en la mesa. Lo había cogido tan solo para aparentar que estaba pensando en otra cosa que no fuese Luka. La presión de su padre sobre él siempre había sido fuerte, con un cariño silencioso y distante. Si bien el chico tenía una familia real, nunca se había sentido dentro de una. Siempre se había sentido solo, atrapado en un cuerpo que no le pertenecía. Hasta que se unió a Zane.

Los Arashi habían sido su verdadera familia. Todos ellos, habiendo creído desde el principio que era un chico, le habían tratado como a uno. Aquello hizo al joven sentir por fin que estaba en un lugar al que pertenecía. Por ese mismo motivo se enfadó tanto tras la reacción de su capitán al descubrir su secreto. Y ahora se encontraba en Momoiro, un lugar que le parecía un insulto a la gente que sufría lo que él. Lleno de extraños que se divierten disfrazándose de mujer. El pirata siempre había dudado que uno solo de ellos hubiera sufrido lo que él en su día, antes de conseguir por fin el cuerpo que siempre había querido.

Primero un grito de Therax. Spanner alzó la cabeza. Un grito de Zane lo respondió. Los ojos del espadachín dejaron de estar muertos y sus oídos dejaron de bloquear el ruido exterior. Marc, en su bondadosa naturaleza que el pirata admiraba, intentó calmar la situación. Entonces, el puño del rubio voló directo a la cara del pelirrojo. No sabía si había dado o no, pero Spanner ya tenía el libro en la mano, el cual lanzó con todas sus fuerzas directo a Therax. ¿O era a Zane? No lo sabía, y tampoco le importaba. Los dos se lo merecían.

Los miraba a los dos con lágrimas en los ojos. Esa debía ser la primera vez que lloraba delante de cualquiera de los Arashi. En cuanto se dio cuenta de ello, en cuanto vio que estaba mostrando la debilidad que tanto tiempo llevaba intentando esconder detrás de libros y frías actitudes, se limpió los ojos con la manga y empezó a caminar a paso rápido hacia la salida, atravesando con el poder de su fruta cualquier obstáculo que hubiese en su camino, incluidos Zane y Therax.
Zane D. Kenshin
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Vie 6 Sep 2019 - 20:14}

—No te preocupes, Marc. Dejare el timón bloqueado e iremos en línea recta —Cerró los ojos, sintiendo como una suave brisa mecía sus cabellos. Era un estado de calma que hacía mucho que no sentía. Adoraba navegar, amaba el mar…—. El viento supla con cariño, así que podemos permitirnos el lujo de no estar muy atentos.

Bajó a la cubierta, donde en la mesa se encontraban el resto de sus tripulantes. La situación seguía siendo tensa, sobre todo porque hacía mucho que no sabíamos nada de Luka y Katharina. Sin embargo, ninguno se atrevía a decir nada. El pelirrojo sabía que tenía que hacer cuando los viera, y eso era más que suficiente. El desayuno era pan tostado con queso, café, zumo, chocolate y embutido. A aquellos como Therax que no le gustaba el queso, tenía pan tostado sin nada, quizás lo acompañara con mantequilla y mermelada, o solo con algo de aceite de oliva.

—Que aproveche, familia —dijo, observando a Vile—. ¿Te encuentras cómodo en tu camarote?  Si necesitas cualquier cosa avisa y lo conseguiremos en la siguiente isla.

Un okama apareció con más bebidas, una para cada integrante. Al verle con un corsé apretado y tan lleno de bello, Zane clavó una mirada sobre él que le hizo ocultarse detrás de Vile.

—No te asustes, que no te voy a comer —comentó Zane.

—Que me comas no es el problema —le dijo, guiñándole un ojo—. Es que cada vez que me miras me matas.

—Porque lo que llevas puesto es un atentado para la vista.

—Eso es porque mi belleza es un delito.

Tras decir aquello hubo un silencio que rompió la risa de Manué.

—Por cierto, Nailah… ¿Has conseguido información nueva de tus contactos? ¿O solo tenemos la carta?


Una semana antes…

La situación era cada vez más tensa. En la cara de los habitantes de Momoiro que estaban presente, así como en la de los miembros de la banda, se dibujaba incomodidad e impotencia. Marc intentó calmar el asunto, usando toda la amabilidad y la lógica con la que solía actuar. Sin embargo, eso no fue suficiente.

El capitán pirata miraba a su contramaestre a los ojos, y pudo comprobar la determinación que había en sus ojos. Podía notar como estaba repleta de tristeza y rabia. El pelirrojo, entonces, tuvo algo parecido a un flashback. Sus sentidos le habían avisado, pero no hizo nada. Tensó su cuerpo, giró su cabeza unos centímetros y dejó que Therax le golpeara en la cara. No cedió ni un ápice, pero en los ojos de Zane pudieron verse algo parecido a lágrimas, que se secaron inmediatamente por el calor que emitía el pelirrojo. No era intenso, pero si lo suficiente como para que no le vieran llorar.

—Si así te sientes mejor, adelante, golpéame, pero recuerda que un espadachín no debe poner en peligro sus manos de forma tan tosca —le dijo, para recibir un librazo en la cara que rebotó inmediatamente sobre Therax. Miró a su izquierda y vio como Spanner se iba corriendo de allí. El libro ahora estaba en el suelo y hablaba sobre los gyojin y su historia. Era un libro que había comprado Luka hacía mucho tiempo—. No eres el único que sufre con su marcha, pero, dijera lo que dijese en ese momento, Luka es un Arashi, y siempre que nos necesite estaremos ahí. ¿O piensas que voy a dejar que esclavicen a mi familia o le hagan daño? En caliente nos dejamos llevar, pero luego se nos pasa.

Entonces, un Okama entró por la puerta trayendo un mensaje para nosotros.

—¿Quién ha traído eso?

—No lo sé, señor D. Kenshin, pero el mensajero ha dicho que es para vosotros.

Y el Okama le entregó la carta a Therax.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Sáb 7 Sep 2019 - 13:56}

La voz de su capitán reboto por toda su cabeza. Con aquel amanecer ya era la séptima noche sin dormir en condiciones. Era como si la inquietud de la tormenta que habían estado sufriendo desde hacía un par de días le había estado inquietando incluso antes de formarse. También podría deberse a que se había dedicado a dormir fuera, o en alguna sala para resguardarse de la lluvia, pues nunca se había acostumbrado a dormir en una cama. Con estar sentado, con la espalda descansando en una pared, y con su arma a mano, se conformaba.

Se acercó a la mesa donde se encontraban el resto, donde se deleitaban de todas las comidas que formaban el desayuno. Como era costumbre, Marc se había superado como siempre. Tenía que admitir que al principio tener de compañero a alguien tan enorme al principio le parecía un problema, pero se alegró equivocarse al conseguir a tan buen cocinero y compañero.

Se sentó en silencio, como solía hacer. Cuando vio adecuado empezar, simplemente se sirvió un café y observo sin decir nada, a ver como se desarrollaba el desayuno.

Una semana antes…


La sala parecía estar a punto de estallar. La discusión entre Zane y Therax se estaba volviendo bastante agresiva. La impulsividad de Zane era algo normal de ver, pero lo del rubio era como ver un trébol de cuatro hojas. Le resultaba inusual ver a aquel chaval tan alterado. ¿Quiza aquel noviazgo con aquella chica le estaban revolucionando las hormonas o algo por estilo?

Era comprensible el enfado, pues se consideraba el mejor amigo de Luka y que dejase la banda no le sentó bien. Aunque echarle la culpa al capitán no le parecía lo más maduro. En momentos como estos, no podía evitar compáralos como condenados críos.

Lo peor fue cuando vio Spanner se fue con lágrimas en los ojos tras lanzar agresivamente un libro contra su capitán y yéndose de la habitación.

- Creo… -intervino Nox tras que Spanner se fuera-. Creo que voy a ir a ver qué tal está. Intentad no mataros en mi ausencia.

Al salir de la habitación se puso a buscar a Spanner por todo el lugar, pues lo último que necesitaba es que hubiese otra crisis.
Marc Kiedis
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Dom 8 Sep 2019 - 13:27}

Daba la sensación de que sus nakamas estaban disfrutando enormemente de las viandas que con tanto cariño había preparado el semigigante, lo que hizo que este sonriese de oreja a oreja. Aquellos ratos compartidos eran un tesoro, además de uno de los pocos momentos en los que la ausencia de Luka y Kath abandonaba sus mentes. O al menos lo hacía en parte. Lo que no resultaba tan agradable era el atuendo de uno de los okamas encargados de servir la comida. Aquellas prendas de mujer tan ajustadas en un cuerpo peludo y musculoso conformaban una imagen nada atrayente.

Poco después, cuando tanto el grandullón como el resto de los Arashi terminaban de degustar el desayuno, el pelirrojo preguntó a Nailah acerca de sus contactos y si estos habían hallado o no alguna información que pudiera serles de utilidad para terminar de entender bien el contenido de la carta. Hacía ya una semana desde que la habían recibido, y desde entonces había sido parte central de los pensamientos de todos y cada uno de los miembros de la banda. Y no era para menos, pues si decía lo que parecía...

***Una semana antes...***

La situación se descontroló en un instante pese al intento de Marc de hacer que las cosas volviesen a su cauce. Therax descargó un puñetazo sobre el rostro de Zane, que no se movió un ápice. Su decisión de recibir el golpe de lleno, sin hacer lo más mínimo para evitarlo, mostraba a las claras el dolor que sentía por la marcha de Luka y la sensación de culpa que le embargaba por su papel en aquel momento. Y para rematar todo Spanner, incapaz de soportar la tensión de aquel instante, lanzó un libro que impactó también en la cara del capitán antes de abandonar la estancia visiblemente afectado. Por suerte Noximilien, conocedor también de la sensibilidad que se ocultaba bajo la máscara del subcapitán, se fue tras él.

Las palabras del pelirrojo fueron sinceras, expresando en ellas todo su dolor así como la firme decisión de acudir en ayuda de Luka si este se metía en algún problema. Admitió que su salida de tono en La Gran Aguja no fue más que un calentón producto de la tensión del momento, dejando ver su arrepentimiento por lo ocurrido. En ese momento Marc apoyó una mano sobre el hombro derecho de su capitán y dijo en tono conciliador:

- Está claro que todos sentimos una profunda tristeza y rabia desde la marcha de Luka, pero pelearnos tampoco va a solucionar nada. Capitán, es un gran paso que hayas admitido tu error en ese momento, y no te preocupes, todos tenemos derecho a equivocarnos y a ser perdonados por ello. Así que parece que solo nos queda una salida: encontrar a Luka y dejarle claro que nunca ha dejado de ser parte de esta familia, ¿no creéis?

El grandullón miró tanto a Zane como a Therax mientras terminaba de pronunciar aquellas palabras, para después esbozar un intento de sonrisa reconfortante lo mejor que supo. Entonces la situación se vio interrumpida por la aparición de un okama con una carta que, al parecer, estaba dirigida a los Arashi no Kyoudai. Tras entregársela a Therax abandonó la sala, y el semigigante miró con atención al rubio. ¿Qué podría contener aquella misiva?
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Dom 15 Sep 2019 - 13:20}

La mano de Therax temblaba, como si pretendiese avisarle de que había señalado a un único responsable cuando había dos. Apretó de nuevo el puño, causando que las venas de sus manos se hiciesen perfectamente visibles al adquirir un calibre mayor. El rostro de Zane estaba caliente, pero ¿de qué se extrañaba? Era lo mínimo que podía esperar.

"Deben usarse para empuñar su arma y proteger a los suyos", se disponía a espetarle a su capitán en respuesta a su reprimenda. Busca lanzar un comentario que dejase claro que en esa situación no estaba dispuesto a aceptar lecciones de nadie, y mucho menos sobre lo que significa ser un espadachín.

No obstante, nunca llegó a despegar sus labios. Sorprendido, contempló cómo algo impactaba en el rostro del pelirrojo y salía despedido hacia el suyo. El lomo del libro colisionó con fuerza contra su ceja derecha para caer en el suelo, a medio camino entre el Descamisetado y él. No cabía duda; pertenecía a Luka.

Spanner abandonó la sala precipitadamente, seguido poco después por Nox. El comentario del más veterano, aunque inocente en apariencia, hizo reflexionar al rubio. Se estaba comportando como un crío. Él no era el único afectado por la marcha del gyojin, pero sí el único que había optado por hacerlo todo más difícil. Le debía una disculpa a Spanner. No; tenía que pedirles perdón a todos y cada uno de ellos.

Marc continuó aportando algo de sentido común a la situación, hecho que era digno de agradecer en un contexto como aquél. No hubo margen de tiempo para que se pronunciase una respuesta, pues un okama hizo acto de presencia y entregó una carta a Therax. Su semblante cambió por completo al leer lo que se decía en ella y, tras lanzar un rápido vistazo a su compañeros, comenzó a leer en voz alta:

Queridos Hijos de la Tormenta... ¿o era Hermanos? Bueno, eso da igual:

¿Qué tal estáis llevando la resaca postapocalíptica? Espero que bien, porque ese condenado Jinete llegaba a dar miedo cuando lo mirabas desde el ángulo correcto. No, no. Yo no estuve allí mientras duró la acción, pero podríamos decir que tengo mis métodos para estar donde es necesario cuando me hace falta.

Dejando a un lado las formalidades, me gustaría daros mis condolencias por la disolución de vuestra sociedad. Es 'vox populi' que dos de vuestros integrantes han optado por abandonar vuestras filas y continuar con su propio camino en solitario. Debo reconocer que esta separación causó una profunda tristeza en mí. Como homenaje y desde el cariño, me gustaría deleitaros con un regalo que me ha costado mucho conseguir.

Espero que lo disfrutéis... ¡y que paséis el resto de vuestra existencia revolcándoos en dolor y miseria.


Nadie duerme en la ciudad de la noche.

TB


Como si esas últimas palabras fueran la señal que estaba esperando, algo perforó con violencia una de las cristaleras de la estancia. Un pequeño cofre fue a aterrizar frente a los pies de Marc. Cuando éste lo abrió, un Den Den Mushi le recibió con una cara de auténtico pánico. Una mujer gritaba como lo haría una madre al ver el cuerpo de su retoño fallecido, como lo haría alguien a quien estuvieran torturando del modo más cruel. Therax reconoció la voz al instante, pero dejó que pasaran unos segundos hasta asegurarse. Era... ¿Haru?

***

Era la hora del desayuno. Sus compañeros comenzaban a reunirse bajo sus pies, hambrientos y deseosos de probar los manjares que el grandullón parecía elaborar sin apenas esfuerzo. Aquélla era una habilidad que siempre había soñado con tener. Se irguió en la cofa, dispuesto a unirse a los demás. Sin embargo, una silueta a lo lejos atrajo su atención un segundo antes de que descendiese a cubierta.

—Estamos llegando —informó en voz alta. Rascacielos altos como montañas exhibían su grisácea y metálica figura mucho antes de que la tierra sobre la que estaban asentados fuese visible. Alguien allí quería hacerles daño, verles hundidos en lo más profundo de la desazón, pero eso no pasaría. No mientras permanecieran juntos.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Jue 19 Sep 2019 - 18:46}

Spanner tenía una conexión distinta con cada miembro de la banda. Algo que los apegaba, algo que mantenía su afecto por la persona en cuestión. Y, si había alguien de la banda con quien no tuviese conexión alguna, el espadachín tenía la mala costumbre de, simplemente, olvidar su existencia. Marc, por ejemplo, era una persona jovial y alegre, que despertaba en el joven la curiosidad definitiva sobre las emociones humanas. Zane era la persona que conocía desde hace más tiempo, podría considerarlo su mejor amigo, e incluso, aunque esto el pelirrojo nunca lo supo y nunca lo llegaría a saber, es posible que durante un periodo de tiempo el subcapitán estuviese colado por él. Sin embargo, con Nox, no había alcanzado conexión alguna... O al menos eso parecía. El espadachín no compartía nada con el enmascarado. Sin embargo, había algo que le impedía comportarse con él como con cualquier otro al cual ignorase su existencia. Y aquella incógnita le volvía loco.

El enmascarado fue tras él después de su marcha repentina, por lo que el espadachín aceleró su paso y, en el momento justo, torció a la derecha atravesando una pared con el propósito de despistarlo. Se encontraba en una amplia sala que el capitán utilizaba para entrenar. Había monigotes de paja, listos para ser cortados por una rápida katana buscando mejorar su uso. El joven apretó los dientes y se llevó la mano al mango de su espada, dando un paso adelante. Fue entonces cuando el samurái se desahogó, dejando aquel gimnasio en la isla de Momoiro lleno de monigotes cortados, cortes en las paredes y hielo. Mucho, mucho hielo.

***

La voz de Haru desde un Denden Mushi. Cuando se lo contaron no pudo creerlo. De vez en cuando la muchacha se le aparecía para insultarle y decirle que estaba haciendo mal en sus deducciones y pensamientos. Obviamente, fruto de su propia imaginación que daba a su inteligencia el rostro y voz de su compañera. ¿Por qué ella? No lo sabía. O sí lo sabía, pero era demasiado orgulloso como para admitirlo. Le dieron a leer la extraña carta cuando llegó y el espadachín se hubo calmado. Era críptica y quien la había escrito tenía pinta de ser un completo cretino, pero al joven pirata solo le importaba una cosa de dicha carta.

Nadie duerme en la ciudad de la noche.

Una provocación para enviarlos a aquella isla del Nuevo mundo. Una clara y obvia trampa. Cuando se cruzaban con momentos así, en los que claramente les estaban tendiendo una trampa y guiándolos por el camino que ellos deseaban, el subcapitán era siempre el primero que advertía no tomar dicho camino. A veces le hacían caso, otras veces no, dependiendo de como tocase el tema al propio capitán. Aquella vez fue distinto. Aquella vez, al propio Spanner le tocó en lo personal. Aquella vez, fue él quien quiso accionar la trampa. Cerró los ojos tras el anuncio de Therax y se mantuvo pensativo. Era la primera vez que estaba dejándose llevar de esa forma por emociones. ¿Sería su perdición?
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Vie 27 Sep 2019 - 19:13}

Su pregunta fue omitida entre el bullicio de sus compañeros en busca del desayuno. Los modales, quien los tuviera dentro de la banda, era algo que se olvidaba a la hora de comer. La ley del más fuerte y el más rápido era la que premiaba, y eso era algo que habían dejado claro desde el primer día. La comida era algo que sobraba en el barco, se podría decir que comida y alcohol era lo que más abundaba en la bodega de la honorable Kin no Otome, pero nunca era suficiente durante la primera ingesta del día.

El pelirrojo estaba intentando engullir un trozo de pan con queso derretido recién generado por Marc, cuando su contramaestre dijo algo que llamó su atención. No había dicho nada memorable, no será algo que recordara durante el resto de su vida, pero le hizo ver que habían llegado a su destino. Era un lugar sin vida, repleto de edificios de metal y poca vegetación. Una ciudad moderna se podría decir. Zane odiaba ese tipo de lugares. ¿Dónde estaban los animales? ¿A dónde podían retirarse a respirar aire fresco después de un largo día de trabajo? A ningún sitio. Todo eran bloques de edificios uno al lado del otro.  

Se levantó de su asiento y dirigió la mirada uno a uno a sus compañeros, asintiendo justo después. No hacía falta que dijera nada, pues todos sabían que tenían que hacer. ¿Qué era una trampa? Estaba claro. ¿Qué iban a meterse de lleno en ella? Tenían que darlo por sentado. No sabía si la enana gruñona, Haruka, su antigua contramaestre se encontraba viva, pero de no estarlo la ciudad ardería hasta sus cimientos.

—¡Bak! —alzó la voz Zane—. Os quedaréis al cargo del barco, ¿vale? Nos pondremos en contacto con vosotros cada dos horas exactas contando desde las doce del mediodía, es decir, que a las dos de la tarde recibiréis la primera llamada. En el caso de no recibirla esperad media hora, y si no la hay… —El pelirrojo sonrió de esa forma que solo sabe hacer él, con una mezcla de lujuria y picaresca entrañable que a tantas personas le gustaba—. Entrad con todo.

Dicho aquello desplegó sus alas, envolviéndose en fuego para aterrizar en el barco como un suzaku.

—Mejor ir volando. Si es una trampa no quiero arriesgar el barco —dijo.

Una semana antes…

La tensión se rompió de golpe al recibir la carta. Zane no podía creer lo que estaba escrita en ella. ¿Quién tenía tanta información sobre ellos? Cerró el puño enfurecido y se dispuso a quemarla, pero entonces, de un den den mushi, se escuchó la voz de una persona querida por todos los presentes; al menos por casi todos.

—¿Haruka? —preguntó en voz baja, con tono de sombro y mirada confusa. Se fue para Therax y agarró el den del mushi—. Mira parguela como le estés haciendo algo a uno de mis polluelos te va a faltar mar para esconderte.

Pero la llamada se cortó antes de que Zane pudiera, tan siquiera, hablar con quien estuviera al otro lado.

—Creo qua ya tenemos nuestro próximo destino.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Vie 27 Sep 2019 - 20:05}

Busco al pelimorado por la zona, intentando encontrarlo. Sabía de lejos que alguien con tanto astucia y conocimiento como Spanner era un negado para estos tipos de problemas. No buscaba sermonearle por su actitud ante el resto de la banda, pero era necesario tener esas charlas o el problema iría a más.

Cuando por fin pareció alcanzarle, doblo la esquina y desaparecio. Nox miro a ambos lados del pasillo y chasqueo la lengua.

- Tse. Ya te pillare otro dia, Atraviesamuros. –musito Nox.

Volvió a la sala con el resto, esperando no tener que separar a nadie mientras se daban de guantazos. Cuando entro, estaba más silencioso que antes y sin embargo más tenso. Todos estaban alrededor de Therax, o más concretamente de su Den Den Mushi.

- ¿Y esas caras? Ni que hubierais visto un fantasma.

Una semana despues…



Se terminó de tomar su café y Zane aviso del comienzo de sus intenciones en aquella jungla de metal y asfalto con un simple gesto con la cabeza. Agarro su espadón helado y su espada corta y se la coloco en la espalda y en la cintura respectivamente. El solo pensamiento de que ella podía seguir con vida hacia que los miembros más antiguos de los Arashis se centraran. Podia haber sido gruñona y mandona, pero seguía sindo su compañera y amiga.

Cuando todos estuvieron listo para volar con “Aerolíneas Pollo de Fuego”, Nox no pudo contener su opinión sobre todo aquello.

- Aunque sea cierto de que Haru está allí… Sera mejor que asumamos ya que le ha ocurrido lo peor que pensamos que le puede haber ocurrido…
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Dom 29 Sep 2019 - 21:54}

Cuando el desayuno ya estaba terminando Therax, de vista siempre aguda, anunció que estaban llegando a su destino. La isla a la que se aproximaban parecía uno de aquellos países hipertecnológicos pero carentes de vida salvaje y naturaleza, llenos de colosales edificios de vidrio y metal que apenas dejaban ver el sol al pasear entre ellos. A Marc no le gustaban especialmente, y que estuvieran a punto de meterse a sabiendas en lo que probablemente sería una trampa mortal en un lugar de aquellas características resultaba extraño. Aunque claro, ¿qué otra cosa podían hacer? Alguien que odiaba a la banda había capturado al parecer a una antigua miembro de esta y estaba torturándola, o haciéndole a saber qué maldades. Marc apretó los puños con rabia. No conocía a Haruka, pues había desaparecido poco antes de que él se uniese a la banda, pero había oído hablar mucho de ella a sus nakamas y todos parecían tenerla en gran estima.

El semigigante se preparó para desembarcar junto a sus compañeros mientras Zane deba instrucciones a Bak, quien iba a quedarse encargado de custodiar el barco en compañía del resto de miembros del escuadrón gyojin y de los cinco gigantes de Elbaf. Las negras palabras de Nox no eran precisamente lo que la banda necesitaba, y el grandullón se negaba a creer algo así:

- No digas eso ni en broma Nox. Aunque sea una trampa estoy seguro de que llegamos a tiempo para salvar a Haruka. Además, ¡somos los Arashi! Juntos no hay nada que pueda detenernos.

El cocinero esbozó una sonrisa que pretendía transmitir ánimo a sus nakamas mientras, siguiendo las instrucciones de Zane sobre la conveniencia de acercarse a tierra volando, creaba bajo sus pies la nube de mozzarella que le permitía surcar los cielos como si del pájaro más pesado del mundo se tratase.

*** Una semana antes...***

La carta transmitía una maldad y un odio que hicieron que un escalofrío recorriese el enorme cuerpo de Marc. ¿Cómo podía alguien desear tanto mal a los Arashi? Eran piratas, pero buena gente, y además ese no era el estilo de alguien que perteneciese a la Marina. El semigigante no entendía nada. ¿Por qué alguien les odiaba tanto y se alegraba tan profundamente de sus recientes desgracias?

Para colmo un cofre aterrizó a sus pies tras atravesar violentamente el cristal. El grandullón lo cogió cautelosamente y lo abrió, y del susto que se llevó cayó al suelo de culo. Una voz de mujer chillaba de forma horripilante, como si estuviera sufriendo profundamente. Los ojos de Marc se llenaron de lágrimas solo con pensar en lo que estarían haciendo a aquella pobre persona para que gritase de ese modo.

Zane y Therax parecían aún más descolocados que él, pues aparentemente habían reconocido la voz. El capitán, rojo de ira, amenazó a quien estuviese al otro lado de la conversación, pero esta se cortó antes de que pudiese terminar sus airadas palabras.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Jue 3 Oct 2019 - 19:03}

El Kin no Otome aún se encontraba bastante lejos de la isla cuando una poderosa voz fue amplificada, estando cerca de eclipsar las órdenes rápidas que Zane les había dado a todos. El timbre de quien se dirigía a ellos no tenía nada que ver con el que habían podido apreciar a través del Den Den Mushi días atrás. De hecho, el mensaje tampoco se asemejaba en nada al que les había llevado hasta allí.

—¡Bienvenidos, Hijos de la Tormenta! —exclamó una voz—. ¿Era hijos o hermanos? —susurró a continuación, regalando unos segundos de incómodo silencio antes de continuar con su mensaje como si nada hubiese sucedido—. Me alegra poder observar al fin cómo vuestra bandera ondea en nuestro horizonte. Ya nos preguntábamos cuánto más tardaríais en interesaros por nuestros servicios. ¡Una vez más, bienvenidos a Zeitplatz, el lugar donde puede guardar su dinero quien puede, no quien quiere!

Therax frunció el ceño de forma inmediata. Jamás hubiera esperado un recibimiento como aquél, más propio del dueño de un establecimiento dedicado a estafar extranjeros que de un amenazante y poderoso... ¿gángster del bajo mundo? Lo cierto era que no tenía la menor idea, pero sus prejuicios le habían empujado a concebir aquella idea a raíz del modo en que se había escenificado la invitación-amenaza.

La situación comenzaba a parecer inverosímil, pero esta concepción fue elevada al siguiente nivel cuando al fin pusieron pie en tierra —o adoquines, mejor dicho—. Las playas que hubiesen podido existir en el pasado habían sido sustituidas por un artificial empedrado grisáceo. Los colosales edificios de innumerables plantas apenas dejaban unos metros de margen para que la gente caminase entre ellos y el mar. Individuos trajeados y portadores de maletines caminaban de aquí para allá, envueltos en una densa nube de humo creada por extraños vehículos y los cigarrillos que ellos mismos prendían sin parar. Del mismo todo, mujeres sacadas del catálogo de altas ejecutivas colmaban las aceras con el son de sus stiletto.

El significado de aquello que veían sus ojos repugnaba al rubio, que guardó silencio y posó su mirada en quien se había dirigido a ellos anteriormente. Un tipo enjuto y esquelético les dirigía una sonrisa tan amplia como falsa y avariciosa. La ropa que vestía, de ser vendida, podría haber mantenido a una familia humilde durante varios meses, y lo cierto era que el espadachín no quería saber cuánto dinero podría gastarse en oler como lo hacía.

—Empezábamos a creer que nunca querrían abrir una cuenta en alguno de nuestros bancos, caballeros —comenzó el sujeto—. Mi nombre es Morgan Stanley —continuó— y soy el encargado de tratar con los empresarios de su sector. Supongo que les interesará saber que son numerosos los profesionales de su ámbito que trabajan con nosotros. Aún más son aquellos a los que les gustaría, pero déjenme informarles de que sólo unos pocos se han ganado el derecho a formar parte de este selecto club. No sólo es cuestión de dinero y recursos; también hay que hacer gala de una gran influencia para ganarse el derecho de estar aquí. ¿Y por qué?, dirán. Lo explicaría, pero creo que es mucho mejor que se lo muestre. —Acto seguido, da un par de palmadas y cuatro personas bajan de un transporte detenido a espaldas del anfitrión—. Aquí ofrecemos mucho más que un lugar seguro donde proteger los frutos de una vida de dedicación; proporcionamos la atención más individualizada que jamás encontrarán. Permítanme que les presente. Parmesanna es la mayor maestra quesera que los siete mares han dado en muchísimo tiempo, y estoy seguro de que el señor Kiedis tendría mucho que aprender de ella. —Es una mujer de mediana edad, de pelo rubio y rizado y más grande que Marc en todos los sentidos—. Señor Mist, el doctor Finkelstein es uno de los mayores expertos en bioquímica e ingeniería genética del mundo. Estoy seguro de que habrá leído muchos de sus trabajos. —Es un hombre que debe rondar los sesenta años, de barba larga y pelo engominado hacia atrás. No obstante, un traje de pana le hace parecer un visitante de otro tiempo—. Marty viene directamente de Water Seven, y entre sus logros se encuentra la construcción de los navíos de algunos de los navegantes más influyentes de los últimos tiempos —añade, señalando a Nox para que contemple a una corpulenta mujer pelirroja, cuyo rostro se encuentra perforado por múltiples piercings—. Y por último, Humphrey Icox, padre de un número considerable de los compuestos que en la actualidad están revolucionando el mundo de la medicina. Me gustaría que experimentasen a qué me refiero con "el mejor trato que recibirán" mientras converso con el señor Kenshin. Tengo algunos negocios que proponerle. ¿Qué les parece?

Aquel tipo actuaba como si no les hubiese llegado ningún mensaje procedente de aquella isla, como si no tuviese la menor idea de por qué se encontraban allí. Tal vez fuese así, pero era probable que no. ¿Qué debían hacer? La frontera entre lo cierto y lo falso nunca era nítida en contextos como aquél —aunque la experiencia indicaba que era mucho más acertado desconfiar—.

La situación era completamente surrealista. El espadachín lo sabía, pero también era consciente de que en muchas ocasiones estaba en la naturaleza de su capitán introducirse voluntariamente en las fauces de lobo. El único fin de esto, a pesar de los peligros que entrañaba, era acabar con la bestia desde el interior. Pese a todo, sabía que la razón por la que se encontraban allí era completamente excepcional, así que aguardó alguna señal por su parte antes de aproximarse al doctor Icox. A decir verdad, sentía un gran interés por lo que éste pudiera transmitirle.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Vie 25 Oct 2019 - 18:49}

Apenas acababa de poner un pie sobre la entrada de aquella gran ciudad, cuando el pelirrojo, junto a toda su banda, fue abordado por un sujeto de aspecto alevoso y ligeramente inicuo. Era tan alto como él, pero mucho más delgado y pálido. Era incapaz de sentir su aura, de saber si había alguna pizca de malicia o no en sus acciones. No obstante, un recibimiento como ese no era una coincidencia, eso sin contar que ningún pirata que se precie usaba banco. ¿Robarlos? Vale. ¿Pero usarlos de caja de ahorros? Nunca.

—Está bien —le dijo, lanzando una mirada de complicidad al resto de sus compañeros—. Pero como decía mi padre…, el dinero solo está bien en dos sitios: en el saquito que guardas en tu lugar más sagrado y bajo los pies de una mujer bella. Y dudo mucho que vaya a ser el caso —Hizo una pausa, observando la gente que acababa de bajar del carromato—. Sin embargo, mi gente y yo tenemos muchas cosas que hacer y no podemos perder el tiempo. Daremos una vuelta sin salir del radar y nos veremos bajo esa torre de allí.

El hombre mostró una tétrica sonrisa e hizo un ademán con su mano para indicarle a Zane que caminara. Esperaba que todos y cada uno de los miembros de la tripulación entendieran lo del radar. Therax tenía un mantra que superaba con creces cualquiera que hubiera visto, siendo capaz de sentir el aura de cualquiera que estuviera en su campo de acción, y si alguno de ellos desaparecía era el momento de liarla.

—¿Y de qué quiere hablar, señor Stanley?

—Las noticias sobre sus proezas a lo largo y ancho del mundo empiezan a tener una repercusión que, desde el punto de vista de mis superiores, afectan a todos los niveles posibles de la sociedad, y eso es algo que no contenta a todo el…

—Vaya al grano —le interrumpió, mirando de reojo al hombre—. ¿A qué se refiere?

—Digamos que, para proteger la lana, hay que proteger a las ovejas del lobo —El hombre se paró de golpe, girándose para mirar a Zane fijamente—, y para parar a un lobo hace falta otro. No sé si me entiende.

Zane mostró una sonrisa pícara que escondía las ganas de cortar en dos a ese tipo.

—¿Y quién soy yo? ¿El lobo que va a parar o que tiene que ser parado?

—Eso dependerá, claramente, de cómo terminen estas negociaciones —respondió—. ¿Continuamos con el paseo?
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Dom 3 Nov 2019 - 18:15}

La bienvenida recibida por la tripulación fue muy diferente a la esperada. Todo amabilidad y buenas palabras, el señor Stanley en ningún momento dio la sensación de tener algo que ver con lo que fuera que le hubiera pasado a Haruka, la antigua miembro de la banda. Y sinceramente, Marc le creía. Sabía que muchos de sus nakamas no se fiarían, pero él no podía no hacerlo. El recibimiento había sido buenísimo y lleno de amabilidad y, para colmo, el banquero había traído a varias personas que compartían intereses con ciertos miembros de la tripulación, incluido él mismo. Así que, una vez Zane dio el visto bueno, Marc se dirigió hacia la gigantesca Parmesanna. Ni siquiera prestó demasiada atención a algo que su capitán dijo sobre un radar, aunque no entendió qué significaba aquello. Comenzó a caminar junto a la experimentada cocinera, deseoso de intercambiar conocimientos con ella:

- Encantado de conocerte, Parmesanna, mi nombre es Marc. Soy el cocinero de los Arashi no Kyoudai y me gustaría decir que un experto en quesos. Me encantaría charlar contigo y poder compartir trucos y recetas para conseguir unos manjares aún más apetitosos y nutritivos. ¿Qué te parece?

La sonrisa del semigigante se extendía de oreja a oreja, feliz como estaba por poder hablar con tan renombrada maestra quesera. La veterana chef, devolviéndole una alegre sonrisa, asintió sin pensarlo durante mucho tiempo:

- Estaré encantada de compartir mi experiencia contigo, Marc, y seguro que yo también aprendo algo nuevo durante nuestra conversación. ¿Hay algo en concreto que quieras preguntarme?

Los ojos del grandullón se iluminaron al tiempo que, emocionado, respondía:

- ¡Si! Me preguntaba cómo puedo hacer para conseguir mejorar los valores nutricionales del queso de cara a hacer de él un alimento muy habitual en la dieta de mi tripulación. Por desgracia el principal componente del queso es grasa, y me gustaría ser capaz de alterar eso y conseguir que aportase mayoritariamente proteínas. ¿Cómo puedo hacerlo?

- Ay, Marc. Has dado con uno de los principales caballos de batalla de los maestros queseros a lo largo de los siglos. Cómo hacer del delicioso alimento que producimos algo nutritivo y saludable para que todo el mundo pueda comerlo a diario sin sufrir las cosecuencias. Pues bien, hasta hacer apenas un par de años este objetivo era completamente inalcanzable, hasta que desarrollé un fluido que permite separar la grasa del queso del resto de componentes de forma que se pueda calcular qué porcentaje quieres permitir. En función de esto se echa mayor o menor cantidad de este fluido y, tras un par de horas, el queso se ha vuelto mucho más sano. Eso sí, ten cuidado porque quitar demasiada grasa hará del queso demasiado duro e insípido.

¡Qué interesante! ¿Y hay alguna forma de que pueda conseguir la receta de ese líquido?

Asintiendo mientras señalaba hacia delante a lo lejos, la mujer contestó:

- Por supuesto, pero tendríamos que ir hasta las cocinas para que pueda enseñarte cómo hacerlo. ¿Qué te parece? ¿Quieres venir?

- Claro, vamos. ¡Muchas gracias! - Contestó un visiblemente emocionado Marc. Hacía mucho tiempo que estaba pensando en una forma de conseguir aquello, y por fin aquella mujer tan simpática iba a mostrarle el camino para lograrlo. El semigigante no cabía en sí de gozo, tanto que no se dio cuenta de que, de camino a las cocinas, estaba alejándose más de lo conveniente de sus amigos.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Dom 17 Nov 2019 - 21:25}

Spanner estaba callado y ajeno hasta que oyó su nombre ser pronunciado por el hombre extraño. Frunció el ceño cuando vio como le presentaba a un hombre. Un señor con larga y espasa barba, con el pelo pegado a la cabeza con lo que debía ser una sustancia cosmética. El hombre lo señaló como el doctor Finkelstein, y enseguida la mente del espadachín recorrió los recuerdos de su biblioteca. Sin duda, en ella figuraba uno de los libros escritos por aquel hombre. Aquel científico. A Spanner no le gustaba ese hombre. Entre las páginas podía verse la genialidad de un hombre de ciencia, alguien que busca la verdad. Sin embargo, en las palabras escritas del bioquímico había algo que a Spanner disgustaba con creces: Absolutismo. Cada palabra y descubrimiento escrito en el libro era contado como la verdad definitiva, como el punto más alto que la ciencia jamás comprenderá en ese ámbito. Aquel hombre se cerraba a nuevos descubrimientos, se aferraba a la idea de que lo que él había encontrado era la única verdad posible.

Spanner activó su mantra tras la no muy sútil orden del capitán. Sabía que tarde o temprano le pillarían, pues la gente no es tonta en el Nuevo Mundo.

—Me temo que no he escuchado nunca su apellido, señor... Oh, lo siento. Ya lo he olvidado —dijo el científico de espesa barba con un marcado acento irreconocible—. No tengo por costumbre recordar nombres que no figuran en célebres libros de avance científico.

El pirata frunció el ceño. Aquel hombre le estaba intentando provocar.

—Yo busco satisfacer mi curiosidad, doctor, no la de todo el mundo.

—Tampoco es como si importara, mi joven amigo. Vivimos en la edad de oro de la ciencia, los descubrimientos salen a mil por hora. Dudo que seas capaz de encontrar nada que no haya encontrado yo... Perdón, quería decir nadie más.

¿Iba en serio? ¿Ese hombre tenía esa actitud tan paródica de un científico arrogante? Parecía salido de una historieta o una caricatura que buscaba burlarse del mundo de la ciencia.

—Mi nombre es Mist D. Spanner —contestó, ignorando sus pullas. Aunque no sabía durante cuanto tiempo más podría hacerlo.

—¿Y cuales son sus... mayores proezas?

Spanner se llevó dos dedos a la boca y dio un silbido. Una criatura alada salió del barco y llegó enseguida hasta su hombro. Icarus, el búho pardo, se acurrucó en su hombro acomodándose las alas. El pirata se llevó la mano al bolsillo y sacó algo que llevaba siempre encima para documentar los avances de Icarus: Un pequeño peso y una báscula portatil. Tendió la báscula al científico, que la posó en su mano, y puso en esta el paso.

—¿Cuánto peso indica, doctor?

—Dos gramos.

—Icarus.

De golpe la mano del hombre se movió un poco hacia abajo, como si de golpe el peso de lo que llevaba encima hubiese aumentado. Spanner no tuvo ni que preguntar.

—Quinientos gramos. ¿Cómo?

—Desarrollé una fruta del diablo artificial que otorga a quien la coma la capacidad de controlar la gravedad. Es muy limitada e Icarus no puede hacer gran cosa con ella, pero estoy trabajando en modelos avanzados.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Mar 26 Nov 2019 - 23:33}

Therax leía todo lo que podía. Mucho menos de lo que le gustaría, de acuerdo, pero aun así se enorgullecía de mantenerse al día mejor que la mayoría de los científicos con los que se había topado... aunque no fuesen demasiados. Spanner era la excepción, por supuesto, pero contemplar al pelimorado como un oponente a batir en ese aspecto resultaba como querer asemejarse en altura a una montaña: algo completamente absurdo.

Como no podía ser de otro modo, el rubio conocía perfectamente la identidad de aquel sujeto. Hacía ya varios años de su primera publicación, que había hecho temblar los cimientos de la Medicina hasta sus raíces más profundas. ¡Disminuir de semejante modo la inflamación de los tejidos; con una simple píldora! Muchos se habían apresurado a clasificar sus hallazgos como brujería, otros como una simple y mera farsa. No obstante, sus resultados no habían tardado en ser confirmados y Humphrey se encontraba en lo más alto de la pirámide científica.

Las palabras de Zane se deslizaron en los oídos de Therax, que, de manera casi inconsciente, expandió su presencia hasta abarcar el máximo radio posible. Con todos sus compañeros bajo control, hizo un gesto con la cabeza hacia su capitán para indicarle que todo estaba en orden.

Marc acababa de marcharse cuando el doctor Icox se dignó a hablar. Frotaba nerviosamente sus manos como demostración innegable de su falta de confianza. Una voz algo temblorosa y aguda recorrió el aire hasta llegar al rubio:

—Tengo entendido que te encargas de la asistencia sanitaria en el barco, ¿no? Supongo que te interesará saber qué hay detrás de mis publicaciones. Bueno, tampoco sé si las has leído... Perdona mi soberbia, no era mi intención. Me disc...

—Claro que las he leído —interrumpió el rubio, que veía cómo una oleada de disculpas se cernía sobre él—, y sería todo un lujo saber qué se le pasó por la cabeza para llegar a esas conclusiones.

Con una gran sonrisa en el rostro, Humphrey hizo un amplio gesto con la mano para indicar a Therax que le siguiera. No subieron al transporte —que era lo que el domador esperaba— y se introdujeron en el edificio más cercano al lugar donde les habían recibido. Resultaba un tanto extraño, aunque no desentonaba en absoluto con lo inusual del transcurso de los acontecimientos.

Fuera como fuere, un despliegue de batas blancas y probetas comenzó a desfilar ante los ojos del rubio en cuanto hubo cruzado un par de puertas en el interior de las instalaciones. Icox se iba haciendo más grande conforme se introducía en su mazmorra de matraces y productos químicos; a medida que sus subalternos le obligaban a hacer breves paradas para realizar las consultas pertinentes.

—¿Therax? —dijo de repente la voz de... ¿Luka? Se giró, nervioso, para comprobar que no había una mole de músculo y escama tras él. La felicidad que había iluminado su rostro durante un breve instante desapareció tan rápido como había llegado. ¿Acaso se lo había imaginado todo?

—¿Me escucha? —preguntó el profesor, devolviendo a Therax a la gran pizarra frente a la que se habían detenido—. Esta es la molécula madre, como a mí me gusta llamarla. —El espadachín la conocía a la perfección, pues adornaba todos y cada uno de los artículos del genio que tenía frente a él—. Fue gracias a Morgan que llegué a desarrollarla por completo, ¿sabes? Para conseguir un único acierto hay que fallar demasiadas veces, y cada uno de esos errores es exageradamente caro. No hay mucha gente dispuesta a asumir ese riesgo, ¿sabes? Bueno, tal y como te estaba comentando, ahora mismo trabajamos sobre la modificación de la estructura primaria. ¿Qué crees que ocurriría si eliminásemos estos radicales de aquí? Mi teoría es que conseguiríamos un efecto mucho más específico, que podríamos eliminar, si no todos, una buena cantidad de los efectos secundarios que en la actualidad me traen de cabeza. ¿Qué te parece?

Therax escuchaba, pero su mente aún estaba perdida en lo que acababa de escuchar. ¿A qué demonios se debía aquello? ¿Por qué su cabeza le había jugado esa mala pasada?
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Jue 28 Nov 2019 - 16:04}

Cualquiera que conociera a Zane sabía que él era alguien confiado y que creía que todo el mundo tenía algo bueno en su interior que destacar. Sin embargo, con el hombre que se hacía llamar Stanley no le ocurría eso. La forma de mirarle, como si estuviera analizando con total exactitud los entresijos que había dentro de su mente. Esa manera de sonreír, que le aclaraba cada vez más que se encontraba dentro de la boca del lobo.

—Como tú quieras —le respondió Zane, llevando sutilmente la mano al mango de una de sus espadas.

Stanley continuó hablando de temas triviales y sin sentido alguno, lo que hizo que el pelirrojo estuviera más atento a lo que había a su alrededor que a la propia conversación. La ciudad era bonita, repleta de edificaciones que combinaban a la perfección la simpleza del minimalismo moderno con la solidez de lo antiguo. Zonas ajardinadas por todos lados, con árboles autóctonos. Multitud de locales abiertos y, al parecer, con grandes ofertas. Pero algo fallaba. ¿Dónde estaba la gente? ¿Por qué no había niños correteando? ¿O ancianos dando de comer a las palomas en los parques? De pronto, escuchó una voz, la voz más bonita que había oído en su vida. Hacía mucho que no la oía, así que se dio la vuelta rápidamente, pero no vio a nadie. “¿Qué demonios acababa de pasar?”, se preguntó, agarrando con fuerza el mango de su espada.

—¿Qué has hecho? —le preguntó Zane al raquítico Stanley—. ¿Cómo has hecho que la escuche? —inquirió, sacando su espada.

—Relájese, señor D. Kenshin —le dijo, con voz pausada—. No creo que le convenga tenerme como enemigo.

—Corrección, pimpollo. A ti no te conviene tenerme como enemigo

Y fugazmente, desenvaino su espada y lo cortó en dos sin pensárselo. Su instinto le decía que tenía que acabar con ese hombre, pero ocurrió algo que jamás hubiera esperado el pirata. El hombre fue cortado, pero rápidamente se unió sin mostrar tan siquiera una herida, ni su ropa parecía haber sido afectada por su ataque.

—Vaya…, al final vas a ser una oveja en lugar de un lobo.

El señor Stanley chasqueó los dedos y desapareció.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Vie 13 Dic 2019 - 13:47}

Durante el camino hacia las cocinas el semigigante no paró en ningún momento de hacer todo tipo de preguntas a su anfitriona. Parmesanna respondía amabilísimamente a todas ellas, por lo que el cocinero estaba encantado. Estaba disfrutando enormemente la oportunidad de aprender de una auténtica maestra quesera todo lo posible, aumentando sus ya respetables conocimientos al respecto de forma exponencial. Además la buena disposición a enseñarle cuanto pudiese que mostraba la giganta hacía que el pirata aún se esforzase más en pensar preguntas que hacerle.

Disertaron ampliamente sobre el proceso de curación y maduración, la posibilidad de mezclar diferentes tipos de leche o la de utilizar leche de animales particularmente raros. De hecho una de las cosas más interesantes que aprendió Marc era que existía un tipo de gallina que era a su vez un mamífero, originaria de una peculiar isla del Nuevo Mundo, cuya leche estaba considerada la más sabrosa y nutritiva del mundo y a partir de la cual se podía fabricar un queso tan exquisito que hasta los tenryuubitos se peleaban por conseguirlo.

Y finalmente llegaron al edificio. La verdad era que habían tenido que alejarse bastante del grupo, lo que en cualquier otra situación en terreno desconocido habría preocupado al semigigante. No obstante en aquella ocasión su entusiasmo era tal que ni siquiera se dio cuenta de aquel hecho.

En ese momento el grandullón escuchó su nombre. Pero ni Parmesanna había hablado ni era su voz la que lo había pronunciado. Era la de alguien muy querido por el pirata, nada menos que su medio hermana Dana, capitana de Elbaf. El joven se volvió, mirando a un lado y a otro. ¿Qué haría su hermana en un lugar como aquel? Sin embargo no logró ver a nadie en aquella habitación que no fuese él mismo y la maestra quesera.

- Oye, Parmesanna, ¿hay más gigantas en esta isla? ¿Alguna que haya llegado recientemente?

- No, ¿por qué? - Preguntó extrañada la interpelada. Su rostro parecía translucir una gran sorpresa. Tal vez demasiado grande para ser cierta, pero Marc no era precisamente un experto leyendo las reacciones de los demás, así que no dudo de que era genuina.

- Porque acabo de escuchar a lo lejos la voz de mi medio hermana llamándome, pero la última vez que la vi fue en Elbaf. Es una giganta de aspecto muy fuerte llamada Dana, no sé si la conoces.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Lun 6 Ene 2020 - 0:32}

Morgan Stanley parecía un hombre particular, pese a que tenía todas las papeletas para hacer algo y llevarse una buena golpiza por parte de todos los hermanos de la tormenta, era bueno hablando. No hacía falta conocerlo a fondo  para saber que había llegado a ese status con aquel pico de oro. Aunque era bastante mesetario, pues  el lugar le hacía falta alguien con labia para convencer a la gente a quedarse allí. Las playas eran ahora artificiales y los cielos eran eclipsados por altos edificios y densa contaminación. Era un lugar aburrido, al igual que sus viandantes. Sin color, sin expresividad, sin vida. Y mira que él era un señor que fuera de cuando había alcohol era bastante soso expresivamente, pero aquella gente parecía un tostón.

Como alarde de sus recursos, salieron algunos de los expertos que trabajaban para él. No le habría importado si no le quisieran encasquetar a una carpintera. Quitando el detalle de que la pelirroja que mínimo tenía descendencia de gigante, la cara como un alfiletero, y para qué mentir, intimidaba bastante. Luka siempre fue un imbécil obsesionado con las drogas, pero era su imbécil obsesionado con las drogas, y más aún el que se encargaba de que el barco funcionara. Era el único tema de conversación que podía tener con el gyojin sin que acabara con alguna pullita. Y ahora no le gustaba que ahora viniera una desconocida y empezara a hablar cosas que no le incumben.

- He podido ver alguna foto de ese bicharraco que tenéis por barco. –su voz era potente, pero no llegaba al punto de sonar como una marimacho como podría suceder con una mujer de su complexión-. Con solo mirarlo desde fuera ya se ve que ha tenido un buen mantenimiento. Me encantaría ver cómo es su estructura interior.

- De eso nada. – el tono del enmascarado era firme, pero se le escapaba la esencia del yayo gruñón-. Yo y cierto tiburón con dos penes somos los únicos carpinteros que necesita el navío.

- Tranquilo viejo. Precisamente estoy aquí por perdisteis a ese “tiburón” –lo de los dos penes lo seguía procesando-.  ¿Dónde aprendiste carpintería?

Por un momento, le vino a la mente Kabushi. Desde que sentó cabeza y formo una familia vivió allí y siendo una isla maderera había aprendido algún que otra técnica, pero no todo. Había otro lugar.

- Estuve de mozo de un aserradero en Water Seven, hace mucho.

- ¿En cual estuviste? ¿Todbringer, Ironhammer, Carstein…?

- Raukon. El viejo Jeremías era un cabrón, pero sabía lo que hacía.

- Lo conozco bien. Mi nombre completo es Martyn Raukon. Jeremias era el padre de mi viejo.

Nox alzo la ceja, pero era imperceptible en bajo la máscara, aunque sí una de las luces de las lentes de esta parpadeó unos instantes.

- De acuerdo. Ahora tienes mi atención.

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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Lun 3 Feb 2020 - 18:47}

—Fascinante...—dijo el científico barbudo, aunque Spanner no pudo notar en su voz atisbo alguno de fascinación.

El pirata volvió a guardar aquellas cosas mientras que Icarus volvía a acomodarse en su hombro tan tranquilo, tras la orden dada por su dueño. Cuando quiso darse cuenta todo el mundo se había marchado y el doctor Finkelstein le indicó que le siguiera a su laboratorio. El pirata dudó, pues no estaba acostumbrado a separarse del grupo. Siempre insistía a Zane que la división era la peor de las estrategias y que mantenerse juntos era la mejor manera de prevalecer. Sin embargo, parecía que ya era tarde para eso. Spanner simplemente asintió y lo siguió.

Durante el camino la sensación de inquietud aumentó en el joven. Había algo a su alrededor que llamaba extrañamente su atención, pero por mucho que miraba no detectaba su fuente. Sin embargo, pronto se dio cuenta de por qué no podía encontrar aquello que lo inquietaba, pues no era algo, sino la falta de algo. No había nadie por las calles y el silencio era ensordecedor. Ni un alma que había salido a comprar el pan del día o algún niño que haya salido a jugar. Absolutamente nadie. El pirata aferró la mano a su katana, preparado a todo.

Llegaron entonces al laboratorio, un gran edificio blanco y de aspecto simple y aburrido, sin decoraciones. Tal como al pirata le gustaba. Antes de entrar al edificio mandó a Icarus volver volando al barco, pues sabía que no le gustaban los sitios cerrados. Las salas del laboratorio también estaban extrañamente vacías. Era enorme, pero no había nadie trabajando en su interior. El pirata se aferró aun más, dispuesto a agarrar el mango lo más rápido posible con la otra mano si fuese a pasar algo. El laboratorio principal era enorme. Estaba lleno de mesas blancas, todas con microscopios avanzados y distintos centros de investigación con todas las herramientas necesarias. Sin embargo, lo que llamó la atención al pirata fue lo que había en el fondo: un enorme tanque con forma de cilindro lleno de agua. Gruesos y coloridos cables salían por detrás de este, conectados a enorme maquinaria. Sin embargo, dentro del agua no había nada.

—¿Para que es eso? —preguntó Spanner señalando al fruto de su curiosidad.

—Para mi última creación. Hace muy poco que recibimos los fondos.

—¿Recibimos?

—Sí, eso he dicho. ¿Acaso lo he pronunciado mal?

—No, es simplemente que... Lo ha dicho en plural. Y no hay nadie más en estas instalaciones. ¿No es eso curioso?

El hombre se quedó callado, clavando la vista en el pirata. Entonces sonrió y apartó la mirada a un lado. Empezó a caminar por el laboratorio hasta llegar a una de las mesas donde había una jaula de cristal llena de ratones blancos.

—Ya me habían avisado de que eras listo, pero no me esperaba que todo pasase tan rápido. Llevas todo el camino tenso.

—Spanner...—dijo la voz de Satoshi.

¿Qué? No, no podía ser. Satoshi estaba en Hakuouki, con su tío y con Nekomashi. Spanner se giró, buscando el origen de la voz, sin embargo en cuanto lo hizo una extraña visión llegó a él. El científico lanzó algo que tenía en la mano, directo hacia el pirata. En la visión aquel algo era borroso e identificable, pero si pudo ver como aumentaba de tamaño y de un... ¿mordisco? le arrancaba la cabeza al pirata. Su vista volvió al presente después de aquella visión del futuro. Spanner, sorprendido, miró al científico, el cual había cogido a uno de los ratones.

Lo lanzó con fuerza hacia Spanner y, en el aire, el roedor mutó. Ya preparado y advertido, el espadachín desenvainó con velocidad y dirigió un corte al animel que, lejos de ser cortado, salió disparado hacia un lado del laboratorio como si lo hubiesen bateado.

—Vaya, lo has visto venir. Sin embargo, no es tan fácil de cortar.

El enorme ratón que ahora tenía el tamaño de un lobo parecía un gigantesco roedor sin pelo, con extraños tumores que daban bultos a su forma. Spanner apretó los dientes y, justo cuando el animal saltaba de nuevo hacia él, dio un paso hacia atrás atravesando la pared y pasando a la otra sala. Pudo oír desde ese lado como el animal se chocaba con el muro.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Lun 10 Feb 2020 - 22:57}

Banda:
—¡Te estoy hablando! —exclamó el doctor Icox, completamente crecido en las entrañas de su fortaleza experimental—. No entiendo cómo puedes estar aquí, en el seno de la ciencia, y no suplicar por beberte cada mililitro de conocimiento. ¡Hasta las paredes rebosan sabiduría! —Dio un contundente golpe en una amplia mesa colocada bajo la pizarra.

Therax le observó con una mirada cargada de suspicacia. Era evidente que el profesor se estaba desquiciando por momentos. Al parecer no era necesario ningún desencadenante para ello. ¿Dónde se había metido?

Murmurando algo ininteligible incesantemente, Humphrey comenzó a deambular por la habitación. De vez en cuando cogía con furia una de las tizas y garabateaba algo sin sentido en una de las esquinas de la gran superficie verde. No tardaba en borrarlo con la misma rabia, lanzando los diversos útiles que poblaban la estancia sin elegir un objetivo concreto. Dos pasos del rubio en dirección a la salida atrajeron su atención.

—¿Dónde crees que vas? ¡Acabamos de empezar! —gritó, aferrando un matraz y golpeando la cabeza de uno de sus asistentes. Fragmentos de cristal salieron despedidos. Al mismo tiempo, una cubierta de un material flexible se desprendió del cráneo de su víctima. ¿Robots?―. Morgan y Roose no regalan nada —¿Roose, quién era Roose?―. Me dan lo que necesito, pero a cambio me piden que colabore en el resto de sus negocios. Creo que es justo, ¿no? Además, todo gran avance requiere un sacrificio proporcional. ¡Y nada es más grande que la Ciencia! —Orientó hacia el domador los restos afilados del matraz—. Tranquilo, sabemos que no tendríamos demasiadas opciones en un enfrentamiento directo —prosiguió, en un tono más calmado que rozaba lo demente.

El rōnin alado aferró con firmeza las empuñaduras de sus espadas, lanzando un rápido vistazo a su alrededor para evaluar el entorno. No obstante, algo no iba bien. Había algo extraño en la sala, similar a una decoloración generalizada de la misma. ¿Acaso? No, algo flotaba en al aire. Un vapor morado levitaba, procedente de algún lugar que el rubio no podía identificar.

Entonces, un grito agonizante colmó sus oídos y le hizo estremecerse. Ante sus ojos, dos grandes cruces metálicas servían de soporte para retener a Luka y una hermosa mujer de piel pálida. ¿¡Qué hacía allí Annie!? ¿Qué le estaban haciendo? La sangre, tan habitual en el cuerpo de la sardina, cubría también las heridas de la albina.

—Lo ves, ¿verdad? —susurró el doctor Icox. Therax desenvainó sus sables completamente poseído por la ira. Aquel sujeto le diría dónde se encontraban y qué habían hecho con ellos; incluso si era lo último que hacía. No obstante, cuando quiso darse cuenta algo se había clavado en su hombro. ¿Cuánto tiempo había permanecido ausente?
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {Jue 12 Mar 2020 - 12:07}

Poco a poco todo el ambiente fue tornándose de un peculiar tono violeta. Marc no se precupó, pues era un color ciertamente bonito y agradable a la vista, pero su curiosidad le hizo preguntar por el origen de aquel fenómeno:

- Parmesanna, ¿por qué todo se va volviendo viol? -

¿Qué era aquello? Repentinamente había aparecido ante él su hermana, pero lejos de alegrarse de verla la imagen no podía ser más perturbadora. Dana estaba tumbada boca arriba, sin apenas moverse. Su piel había sido completamente retirada de su cuerpo, y susbrazos y piernas habían sido cortados por completo. Desangrándose, la giganta agonizaba sobre el frío suelo.

El cocinero corrió hacia ella con los ojos llenos de lágrimas cuando repentinamente escuchó un ruido sordo y atronador. Un intenso dolor en su pierna derecha le hizo caer de rodillas. Cuando levantó la cabeza su hermana ya no se encontraba allí, y Parmesanna reía mientras le apuntaba con una pistola de tamaño proporcional al suyo:

- Engañaros ha sido más fácil de lo que parecía, en particular a ti gordo idiota.

Marc no entendía nada. ¿Quiénes eran aquellas personas? ¿Qué ocurría en aquel lugar? ¿Dónde se encontraban sus nakamas? Las preguntas se agolpaban en su cabeza, pero antes de que pudiera formularlas  la rubia giganta continuó hablando:

- Por suerte vuestra inteligencia no puede compararse con vuestra fuerza, como ya nos advirtieron Morgan y Roose. Y ahora estáis en nuestras manos.

Con una nueva carcajada apretó por segunda vez el gatillo, dispuesta a seguir hiriendo al semigigante. Este tuvo un extraño presentimiento momentos antes, un impulso que le empujaba a desenvainar a Kotai-Hi y colocar su filo ante su pecho. Por suerte hizo caso de aquella sensación, pues la bala rebotó en su arma en lugar de impactar sobre su cuerpo. No era la primera vez que tenía aquellos presentimientos, aunque aún no los controlaba del todo. Aunque con lo útiles que eran... Probablemente debería intentar adquirir algún tipo de control sobre ellos.
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Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] Empty Re: Ecos del Pasado - Privado/Pasado [Arashi no Kyoudai] {}

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