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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Lun 27 Abr 2020 - 10:40}

No era ninguna sorpresa que con mis capacidades, y la carencia de ellas que había demostrado la mujer a la que confrontaba, fuera capaz de terminar el enfrentamiento en una sola ofensiva. Logré escabullirme de sus defensas y, aprovechando el tiempo que tardó en generar aquel escudo con el que planeaba defenderse de mi electricidad, disparé al resquicio libre. Su hombro desapareció para dejar espacio a un reguero de sangre que salió disparada en la misma dirección, manchándome el traje de Sif. Iugh. No me gustaba precisamente la sangre en mi traje, especialmente por lo difícil que salían luego al lavarlos. Al menos, al ser tan oscuras no destacaban sobre el negro. La parte mala era el retroceso del arma, que me lanzó un par de metros hacia atrás, mientras yo trataba de clavar los pies en el suelo y no chocarme contra la pared. Deslizándome a una velocidad envidiable terminé viéndome obligado a transformar en forma etérea, desplazándome hacia el frente para no impactar contra el muro y hacerme más daño. Mi hombro estaba realmente adolorido, pero al menos seguía en su sitio, o eso creía al poder moverlo.

Sonó entonces un hilo de voz desde la puerta de la biblioteca, reconocible a mis oídos. Era la niña que había desaparecido mientras jugábamos al escondite y que, ahora, llamaba a su madre con un matiz de tristeza y sorpresa en su voz. Se acercó corriendo a ella, mientras yo las observaba a una distancia de un par de metros, quizás tres, y la mujer pareció dedicarle unas últimas palabras algo extrañas. Antes de realizar una de las actuaciones más extrañas que había visto en mucho tiempo, me observó con una cólera increíble pero lógica, dirigiéndome unas palabras que parecían estar asqueadas de mi simple presencia en aquella habitación. Ciertamente no podía culparla. Había pensado en la posibilidad de que aquella chica apareciese por la puerta en algún momento de la pelea, para evitar el enfrentamiento directo y no darle un disgusto, pero nadie pudiera haber previsto el desenlace.

La boca de la muchacha entonces parece descolocarse y crecer a un ritmo anormalmente veloz, hasta que logra que su cabeza quepa en esta y empieza a devorarlo. Era sorprendente y terroríficamente parecido a cómo una anaconda devora a sus presas, pero deformada y con la suma de que se trataba de canibalismo. ‘’¿Qué cojones está sucediendo…?’’ pensé en mi cabeza mientras que fruncía el ceño. Entonces ambos se fusionan, dando fe de que todo era un poder de alguna fruta del diablo. Surge un nuevo ser, esta vez algo más alto, parece que más perfeccionado y con una clara división en la cabellera que aseguraba que era una mezcla de madre e hija. Qué raro, pero significaba que si mataba a la mujer sería capaz de encargarme de ambos problemas de un plumazo.

Combina unas palabras de sumo odio con unos ojos que hasta el peor y más temible de los piratas envidiaría, todo como preludio de lo que parecía ser su ofensiva: generaría un pico extremadamente fino con el que amenazaría con atacarme. Espera, ¿había combinado ambos poderes del diablo en el mismo ser? Quizás debía empezar a preocuparme, sí. Trataría de, viendo que iba a ser incapaz de reaccionar para esquivarlo y parecía ser que su pico no era un material conductor, pararlo como buenamente pudiera. Viendo la forma que tenía, me podía permitir guardar el arma en el cinturón y tratar de coger su pico con la mano, pero en una parte algo más atrasada que la punta. Es decir, aquello tenía forma de lanza y, como era lógico, podía sujetarla de una parte circular sin miedo a recibir daños. El problema estaba en frenarla. De todas formas, mi plan no era simplemente detenerla en seco, sino más bien empujar su trayectoria para lanzarla contra la pared, impidiendo que impactase en mi cuerpo. Lo lograse o no —es decir, aunque tuviera el arma clavada en el hombro—, trataría de lanzar un ataque a su pecho, deslizando la mano hacia ella y lanzando un trueno a máxima potencia. Crearía una plataforma de electricidad sólida justo tras de ella, de unos veinticinco centímetros de altura, dispuesta para que en el momento de retroceder se cayese y me dejase margen a lanzar otro. Si no, simplemente trataría de deshacerme del pico para que no bloquease mi escapada, desmaterializándome para aparecer en la parte superior de la estancia.


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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Vie 1 Mayo 2020 - 18:40}

El pico de lo que parece ser obsidiana apunta a tu corazón. Actúas velozmente y antes de que perfore tu pecho consigues apartarlo de su trayectoria original, eso sí, atravesando tu hombro izquierdo. Pero oye, sigues vivo, de momento. Además, tu estrategia resulta ser bastante efectiva. La criatura híbrida entre madre e hija crea otro pico igual en su brazo libre, con la intención de perforar nuevamente tu pecho, pero consigues atacar antes que que eso ocurra, fulminándola con una poderosa descarga eléctrica sin parangón. Calambres producidos por tu ataque recorren todo su cuerpo, chamuscando pelo y piel, dejando un ligero olor a carne asada en el aire. A causa del impacto que la empuja hacia atrás, el arma clavada en tu hombro se parte, separándose de su dueña. Ella tropieza con la plataforma de electricidad sólida, cayendo de espaldas y recibiendo una fuerte contusión en la cabeza que no esperaba. Acto seguido, mientras aún estás anclado a la pared, liberas otra descarga que produce el mismo olor que antes.

La mujer, tirada en el suelo, no se mueve. Por tu parte, te liberas de la punta del mineral al volverte uno con la electricidad, usando tu velocidad para llegar velozmente a la planta alta. Una vez estás allí arriba, si te asomas a la barandilla, puedes ver como los dedos de la caníbal fusionada se mueven con ligeros espasmos. Sigue viva, pero recuerda que las vidas de tus subordinados y compañeros siguen en juego. Puedes quedarte ahí intentando rematarla o puedes largarte a salvar a tus compañeros. Tú decides, aunque esas no son las únicas opciones.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Mar 5 Mayo 2020 - 15:29}

En mi cabeza surgió entonces una dicotomía bastante difícil de resolver, ya que la balanza no se inclinaba únicamente para uno de los lados: terminar con aquella mujer, dándole el golpe que pondría punto y final a este capítulo de la aventura, o abandonarla a su suerte en aquella habitación a la que no tardaría en llegar alguien a socorrerla y centrarme en mi tripulación. Ambas opciones eran arriesgadas, eso por supuesto, ya que entrañaban sus claras desventajas de ser dejadas de lado. Entonces me fijé en mi mano y se me escapó una sonrisa a la par que mi cabeza procesaba una frase ''Lance, ¿qué haces?''. Era obvio que, por mi condición, estaba exento de hacer aquella elección. Como los egoístas solían decir: ''¿Por qué no los dos?''. Era un asesino a distancia, especializado en este tipo de trabajos, así que aquel balcón no me suponía un impedimento para acabar con el trabajo.

Una mueca de dolor se me escapó, acompañada de un chasquido de lengua, ya que aquel hombro seguía teniendo unos daños para nada desdeñables. Con esa dificultad añadida y guiñando un ojo para centrar mi puntería en el contrario, elevé el dedo índice de mi brazo derecho y apunté hacia la señorita que seguía en el suelo. Más concretamente, la punta del dedo marcaba una trayectoria hacia su cuello, zona del cuerpo humano —y animal— bastante sensible, especialmente a descargas mortales. Sin siquiera la necesidad de concentrarme, generé un rayo de electricidad que surgió desde las uñas, siguiendo la dirección elegida, con una intensidad y voltaje suficientes como para matar a cualquier persona.

Fuera cual fuera el resultado, era más que obvio que no me pedía permitir ninguna pérdida de tiempo más. Ya había gastado mucho con aquella señorita, que había resultado ser una caja de sorpresas bastante triste y patética. Suspiré mientras contraía el brazo y lo dejaba en una postura cómoda, fijándome en la puerta que seguía allí. Con el más sigiloso de los pasos —algo no muy difícil con mi tamaño y experiencia— me acerqué a la cerradura y, extrayendo una ganzúa del traje, la abrí en cuestión de tres segundos. En caso de que no encontrase aquel útil, puesto que se me hubiese olvidado, me limitaría a generar una de electricidad que, aunque realmente burda, sería suficiente para hacer lo que me proponía. Qué coño, podía traspasar la entrada transformándome en mi forma etérea, pero ya que había perdido días aprendiendo, ¿por qué no demostrarlo? Me hacía sentir bien y profesional, coño. En cuanto escuchase el mecanismo de la cerradura invitándome a pasar, la abriría con lentitud, tratando de estar atento y preparado a cualquier amenaza hacia mi persona, desplegando aquella zona de confort eléctrica que tan rentable me era.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Mar 26 Mayo 2020 - 12:43}

Un rayo cargado de luz y color brota de tu mano para alcanzar al ser que yace ante ti. Sin posibilidad de esquivarlo, su cuervo convulsiona en cuanto la electricidad lo recorre, dejando una quemadura en la zona de la garganta y bañando la habitación con un aroma extrañamente similar al cerdo churruscado. No parece que se vaya a volver a mover.

Habrás perdido un tiempo valioso con el enfrentamiento, pero abrir la puerta no te lleva ni diez segundos con tus ganzúas (sean las tuyas o las de electricidad, interprétalo como quieras). Mucho acero blindado, pero cerraduras baratas. Cuando abres la puerta, está bien engrasada, y no suelta ni un solo chirrido, aunque cuando entras, se cierra tras de ti de un estruendoso portazo. No creo que te afecte mucho, siempre puedes volver a abrirla, pero se ha cerrado.

La habitación está oscura, salvo por unas luces como de neón azul o violeta que puedes ver repartidas por el techo dando una iluminación vaga, casi como si no tuvieran efecto. Por suerte, hay un pequeño interruptor a la derecha de la estancia. Si lo accionas, una serie de focos de blanquecina luz se irán encendiendo poco a poco, desde delante hacia atrás, y el espectáculo que muestran es horroroso. Multitud de plataformas circulares de tu altura se extienden hasta donde alcanza a vista. Tienen paneles de cristal con los que puedes ver una serie contadores, cables, tubos e indicadores de algo que no sabrías decir qué es, aunque podría ser similar a los contadores de luz de una casa. Sobre cada una de las plataformas, protegidas por un cristal grueso y, aparentemente blindado, se encuentran lo que parecen ser enorme macetas en las que están creciendo unos extraños árboles con un forma que recuerda a cuerpos humanos. Incluso parecen tener rostro, y curiosamente todas las "plantas" recuerdan a cuerpos femeninos.

Si continuas explorando la estancia, podrás encontrar varias mesas con extraños experimentos, paneles con cámaras de vigilancia de varias zonas de la isla y una especie de diario que tiene escrito en la portada "Experimento Número 34: Cómo extraer energía de los humanos". Sin duda todo aquello es tan interesante como escalofriante, pero antes de que puedas indagar mucho más suena un Den Den Mushi grisáceo con un sombreo negro sobre sus ojos, corbata a juego y gafas del. Si respondes, una voz grave y profunda hablará.

- Arasilva, en una hora llegamos para el intercambio. ¿Todo avanza correctamente?
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Mar 26 Mayo 2020 - 14:16}

Mi aura eléctrica detectó más de uno, de dos y de tres presencias. Aunque realmente no funcionase así, me permitía escanear los alrededores y discernir entre figuras, teniendo ya bastante bien aprendidas las que pertenecían a los seres humanos —aunque estas pudieran ser radicalmente distintas entre ellas—. La única diferencia, ciertamente importante, es que estos humanos en concreto no… no respiraban. Ni se movían. No tenían pulso, por ende. Me llevé una mano a la cintura, cayendo en la seguridad que me aportaba una de mis Elektro Guns y empuñándola con la diestra mientras que la zurda sujetaba la muñeca para reforzar el pulso. Aquello parecía un local de ambiente con las tenues luces y, aunque me podría relajar si estuviera allí por mero ocio, cuando estaba realizando una incursión dejaba que desear. Generé una esfera de luz y la hice recorrer el pasillo, vislumbrando curvas propias de una mujer y llevando el arma hacia allí. Con mi radar me percaté de un circuito —uno de ellos—que atravesaba la sala y que desembocaba en un interruptor que pulsé sin más dilaciones, iluminando la estancia con intensidad.

Bueno… No me esperaba ver un laboratorio allí. Seguramente se contasen por decenas en toda la isla, pero ¿encima de la biblioteca? Calmé un poco mis nervios al ver que mis únicos acompañantes eran vegetales, caminando lentamente mientras me fijaba en todos y cada uno de ellos. Plagada de cristales con sus respectivos circuitos, me paré a escasos centímetros de un panel que dejaba ver cables y contadores. Me quedé mirándolo por unos cuantos segundos, intentando descubrir qué era, ya que a estas alturas poco conocimiento de electrotecnia se me escapaba. Encima, desde donde descendía el cableado, una maceta con un vegetal antropomorfo se erguía con unas curvas bien femeninas, casi saludándome. Llevaba ya tiempo sin documentarme sobre biología, así que aquel tipo de cosas me quedaban lejos, por lo que le daría más bien poca importancia a identificarlas. Sería perder el tiempo para no descubrirlo.

Media decena de pasos más adelante un panel de vigilancia me dio la bienvenida, permitiéndome hacerme un plano mental de cómo podía ser el edificio en el que me encontraba. Algunas piezas encajaban con otras, formando un mapa que, aunque algo desperfecto, me valdría de sobra para caminar de un lado a otro sin perderme nuevamente como con aquella niña. Bueno, ex-niña. En cuanto hube terminado con aquel ejercicio de nemotecnia, seguí curioseando el escritorio. Si era un laboratorio debía haber un expediente en el que pudiera ver el avance de los experimentos, ¿no? Y bingo, allí estaba. Bueno, era un experimento que obtendría pena de cárcel en la gran mayoría de países de este planeta, pero como mínimo parecía curioso. Obtener energía desde seres humanos, supuse que obviando los métodos físicos de esclavitud, no era algo que no se hubiese intentado más de una y dos veces a mi entender, pero si aquellas plantas eran el resultado del experimento significaba que habían llegado obviamente más lejos que sus predecesores. Conocía métodos para dejar vegetales a humanos, pero no cómo convertir humanos en vegetales. Era un matiz importante y que planteaba una duda en el aire. Una que se desvaneció cuando escuché un timbre que provenía de un DDM. Dudé unos segundos pero terminé tomándolo:

— La señora está ocupada en estos precisos instantes en una reunión. Dio la orden de que no se le interrumpiese, pero apuntaré su mensaje para hacérselo saber en cuanto finalice. — Hice una pausa para mover algunos papeles, imitando el sonido que haría alguien apuntando. Estaba impostando una voz algo más adulta y aprovechando mi ladina lengua para tratar de sonar convincente en mi intento de aparentar servicio a la jefa. Bueno, ex-jefa. — ¿De qué sería el intercambio? Perdone la intromisión pero ya que desconozco cómo referirme a usted y hoy hay otros dos intercambios organizados… Necesitaría una forma de diferenciarle del resto. — Ahora sí que apuntaría la información que me diese en caso de que cayese en el engaño.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Vie 29 Mayo 2020 - 22:03}

Cuando te paseas por la estancia y observas lo paneles de cristal, puedes percatarte de que lo que se encuentra detrás de ellos se parece demasiado a los típicos cables de suministros de energía, eso sí. Bueno, los típicos de las grandes fábricas industriales especializadas en la producción de dicha energía. Tras observarlo, y leer por encima el libro con el experimento descrito, no es muy difícil descubrir que, por algún motivo, hacen pasar a las mujeres por procesos para convertirlas en plantas humanas de las cuáles extraen su energía física y vital. Puede ser un poco repulsivo, pero hay quién lo ve sorprendente y hasta interesante. La pregunta es: ¿Hacia dónde se dirige esa energía y para qué se usa?

Puedes intentar descubrirlo, pero me da que tienes asuntos más acuciantes. Y no, no hablo de rescatar a tu tripulación, dondequiera que se encuentren. Me refiero al desconocido que hay tras el trajeado Den Den Mushi.

- ¿La señora? ¿Pero tú quién eres? ¿Rodolfo? - suspira levemente -. Mira gilipollas, me da igual. Si no fuera por mí, "la señora" no podría llevar a cabo ninguna operación, así vas a coger, interrumpir lo que quiera que esté haciendo, y decirle que Mr Tree quiere hablar con ella. Y más le vale que tenga lo que nos prometió. ¿A qué esperas? Rápido.

Si no contestases en ningún momento, el hombre colgaría antes de soltar alguna blasfemia contra las mujeres y los criminales. Aunque también podrías meterle una trola. Sea como sea, parece que está yendo hacia la isla, y no con una sonrisa por delante, al parecer. De todas formas, como él mismo dijo, falta una hora para su llegada. También has derrotado a la jefa del Consejo Clandestino, por lo que dentro de poco empezará a reinar la incertidumbre, la desesperación y, tal vez, la anarquía. Es más, puedes verlo por los monitores. Parece que han encontrado el cuerpo de la mujer junto a su hija en la biblioteca, pero no todos sus hombres eran tan leales. Los combates se van extendiendo junto a la noticia de su asesinato. Cuanto más pudieras observar las pantallas, más controversia encontrarías. Ah, y también encuentras la prisión, donde están encerrados tus subordinados. Es eso o que a Roland le gusta pasar su tiempo libre entre rejas. En fin, que ahora es tu momento de decidir qué hacer, aunque con un poco de imaginación, y por qué no, echándole huevos, podrías lucirte.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Dom 7 Jun 2020 - 16:45}

Así que Mr. Tree… Bueno, parecía un nombre apropiado —por no catalogarlo de broma— para un comerciante que, según sonaba, era bastante posible que hubiera tenido algo que ver con la sala en la que me encontraba. Quizás era lo que comerciaba exclusivamente y era su nombre artístico o de negocios, así como un showman que se vuelve famoso por un truco en particular. No me dio tiempo a contestar antes de colgar. Bueno, miento, sí que me lo dio, pero mi cabeza no aprobó ninguna respuesta por lo que el silencio imperó en aquella conversación hasta que escuché cómo colgaba. Ahora mismo iba a avisarla, sí. No tenía nada mejor que hacer que acercarme nuevamente a aquel cadáve… ¿Dónde estaba el cadáver? Había mirado por instinto a la cámara de la biblioteca, tratando de buscar evidencia visual para reforzar mis creencias, pero lo que allí había me hacía dudar más que otra cosa. No estaba en su lugar, igual que las puertas, abiertas ahora. Desvié mi mirada de aquella pantalla a otra, encontrándome con una serie de disturbios, peleas y, para qué mentir, asesinatos despiadados. ¿Qué demonios sucedía…?

No era difícil unir hilos. Si el cadáver no estaba donde debía significaban dos cosas: o me había mentido con su naturaleza de fiambre o, a lo que todo apuntaba, habían venido a buscarla y la habían encontrado allí tirada. Era extraño que no hubiera escuchado la puerta de entrada de la estancia que conectaba con la mía, pero no tardé en percatarme que la entrada estaba cerrada desde que pasé, por lo que parecía lógico. Estaba bien insonorizada… De todas formas, si hubieran encontrado a su jefa, fallecida junto a su hija en el mismo estado, no me parecería extraño que no tuviera una segunda al mando preparada y se hubiera creado el caos en base a quién debía este nuevo puesto que quedaba, por suerte para ellos, libre. Quizás una guerra civil con varios bandos, un todos contra todos… Me era indiferente; daba gracias de que yo no pareciera ser el mayor problema en aquel lugar.

Tenía una hora. ¿Una hora hasta qué? Aquel señor llegaría, supuse que con su grupo de comerciantes, buscando a la señorita a la que le acababa de abrir un agujero en el pecho. No sé si me suponía un impedimento para mis planes o muy por el contrario podría convencerle de cambiar de clientes, aunque tampoco estuviera muy interesado en tener un jardín de mujeres en la entrada del Ragnarok. Quizás lo más fácil, antes que erradicar la organización, era simplemente tomar mis maletas y marcharme. Me había dicho claramente que tenía contactos a pesar de su nula fama y, aunque pudiera tratarse de un farol, no me gustaría arriesgarme a que Yggdrasil estuviera en el punto de mira de una problemática organización criminal. Solo Dios sabía cómo de despiadada podía ser en el Bajo Mundo y, peor aún, de rastreros. Y para marcharme de allí… El barco. Pero necesitaba navegantes, carpinteros y, en resumen, recuperar a mis hombres. Fui pasando los ojos de una pantalla a otra, tratando de vislumbrar a cualquiera de mis subordinados, hasta que Roland brilló con luz propia en una de ellas. Bueno, no literalmente, porque el calabozo estaba bastante oscuro. ¿Cómo llegar allí con el menor número de problemas…? Bueno, estaba claro cuál era el camino más directo y en el cual no me iba a encontrar a nadie haciendo guardia —o eso esperaba—. Antes de eso, tomé el DDM trajeado y lo guardé dentro de mi ropa, atento a si aquel hombre volvía a llamar, para llevar el seguimiento de sus pasos y lograr anticiparme.

Posé la mano con suavidad sobre la carcasa de la pantalla de la pantalla, generando una serie de descargas eléctricas que iban ganando en voltaje y violencia, hasta el punto en el que aquello que las recubría se debería fundir. De lograrlo, solo quedaría meter la mano —o un dedo, o simplemente volverme etéreo— en el hueco y tocar los cables para transmitirme a través del circuito. No era ninguna locura suponer que, ya que estaba en una sala de generadores, debería de llegar a todas y cada una de las salas de la ciudadela. En la mejor de las situaciones sería una base que se alimentaba a sí misma, por lo que los circuitos me brindaban una autopista que llevaba escrito mi nombre en mayúsculas y con purpurina. Si lo hubiera logrado, estaría en mi forma eléctrica recorriendo todos y cada uno de los recovecos de la base, aprovechando mi gran memoria para los planos y los mapas para tratar de llegar a aquel lugar en el espacio donde se suponía que estaba aquel Roland de cara triste. De ser así, trataría de asomarme a la estancia a través de cualquier salida de corriente —un enchufe, un dispositivo, etc— para fijarme primero en lo que me rodeaba y no actuar sin cabeza. No solo peligraba mi vida, sino también la de mis hombres, por lo que el cuidado debía ser mucho mayor.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Miér 10 Jun 2020 - 21:25}

Chispitas ataca de nuevo, ¿eh? Da igual si metiste la mano, un dedo o te volviste etéreo, lo importante es que has conseguido internarte en el cableado de las instalaciones. Una vez allí dentro, descubres que la edificación no solo se compone de su estructura exterior, sino que un gran laberinto de cables eléctricos se internan hasta el subsuelo, metros y metros sin detenerse. Si tienes alguna forma de medir la distancia mientras viajas entre cables, podrías deducir que alcanza unos mil metros bajo la superficie. ¿Qué habrá ahí dentro?

Por otra parte, a medida que te desplazas para encontrar el sitio donde se encuentran encerrados tus hombres, unas extrañas voces acuden a tu cabeza. Suenan casi sobrenaturales, como si llevaran años sin hablar y se hubieran olvidado de cómo hacerlo. «Ayuda... necesitamos... ayuda...», «No... fiarse... de...» y «Me... muero...» son algunas de las lúgubres frases que eres capaz de escuchar, y todo mientras te encuentras dentro del cableado eléctrico. ¿No es alucinante?

Al final y después de unos diez minutos consigues llegar al lugar deseado y apareces a través de un Den Den Mushi de vigilancia conectado al sistema de cámaras (a no ser que quisieras detenerte antes en otra parte). Se trata de una especie de pabellón con múltiples celdas. No tardas en dar con Roland y el resto de tus hombres; están todos en celdas contiguas, algunos incluso las comparten.

—Jefe —grita alguno lleno de emoción—. Nunca dudé de usted.

—¿Qué dices, mentiroso? —le espeta otro, un poco molesto—. Si hasta hace dos minutos no parabas de decir que lo habían matado y que era nuestro fin.

Concluya como concluya el no tan precioso reencuentro, observas que todos están en condiciones decentes. Al menos no hay ningún muerto, aunque sí algunos con heridas menores, los que se resistieron cuando los apresaron. Este puede ser tu momento para preguntarles sobre lo que sepan, o para sacarlos de ahí, que es tu cometido. Si te acercas a examinar la cerradura, podrás observar que se trata de un sistema bastante avanzado, quizás hasta demasiado. Sí que son recelosos de sus prisioneros en la isla. Las celdas son de piedra, pero los barrotes y puertas de acero, sin cerradura. En su lugar, para abrirla hay un panel electrónico que pide una contraseña e identificación biométrica. Además, los barrotes y todo lo que sea de acero están protegidos por una especie de campo electromagnético. Reacciona a cualquier alteración eléctrica externa, siendo improbable que puedas traspasarlo o incluso tocar los barrotes.

Si quieres liberar a los prisioneros, tienes varias opciones. Todo sistema eléctrico debe tener una fuente de energía, o quizás solo te baste con conseguir "la llave". O puede que se te ocurra alguna alocada e ingeniosa idea. Buena suerte.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Jue 11 Jun 2020 - 0:05}

Si tuviera cara en forma etérea, introducido dentro de un cable, hubiera sido de sorpresa. Unos leves gemidos de dolor resonaron en mi pabellón auditivo, corriendo todo el camino hasta mi mente y quedándose allí a habitar. ¿Desde cuándo había voces en los circuitos…? ''¿Quizás el aura de las muchachas transformadas, que reside en la energía que producen?'' reflexioné, tratándole de buscar una razón lógica a lo que acababa de suceder en vez de dejarlo en terreno de lo sobrenatural o la más pura coincidencia.

De una forma u otra, había alcanzado mi destino de una forma casi impoluta. Aparecí desde una salida ubicada en una de las esquinas, permitiéndome tener un ángulo bastante amplio de la estancia, algo oscura pero sobre todo vacía. Vacía a excepción de las jaulas que estaban ocupadas, por no decir abarrotadas hasta el punto de ser compartidas. Descendí desde aquel punto que utilizaba de torre de vigilancia al poder comprobar que ningún guardia ni Den Den Mushi a excepción del que yo acababa de electrocutar se interpondrían en mi camino, siendo terreno seguro para poder actuar. A ojos de mis subordinados, me materialicé frente a ellos, aunque no les extrañase por fuerza de la costumbre. Comenzaron a berrear ante la emoción de que su salvador se hubiera presentado y me llevé la mano diestra a la boca, elevando el índice para indicar silencio. Era cierto que existían cámaras, pero no me parecería extraño que hubiera algún guardia en la puerta. Aunque si teníamos en cuenta la anarquía que había brindado el fallecimiento de la jefa a la isla, ningún pensamiento debía de ser lógico por completo, supongo. De todas formas, desplegué mi tan habitual campo electromagnético, el cual colisionó con el propio de la sala: chocó y me dejó claro que me iba a ser una difícil tarea el pasar a través.

Algunos de ellos tenían ligeros rasguños por piernas, brazos o cara: seguramente ellos no habían visto siquiera la cara buena de la organización. Bueno, lo que me habían presentado como cara buena. Había sido imprudente y, por encima de todo, ingenuo. ¿En qué cabeza cabía que un grupo llamado ''El Consejo Clandestino'' fuera a regalarnos unas vacaciones en su propio resort mientras hacíamos fructíferos negocios, sin conocerles de nada, ni tener constancia de ellos? Siquiera debía haber aceptado la carta en primera instancia; la traía una gaviota y eso era un terrible augurio. Por la otra parte… Teníamos un lado bueno en todo este desenlace: ahora que cundía el caos por aquí y allá, tenía margen para poder aprovecharme de la situación en todos y cada uno de los niveles. Pero primero iba salvaguardar la seguridad de Yggdrasil, sin duda alguna.

— Roland, ponme al tanto de todos y cada uno de los datos importantes que podáis saber. — Mascullé, evitando que el sonido saliera de la habitación.

— Verá, señorito… — Su tono era realmente alto para lo que me gustaría, por lo que le volví a pedir silencio con el gesto, ahora añadiendo un silbido.

— Más bajito y solo lo importante.

Escucharía sus explicaciones aunque, suponiendo que habían sido secuestrados desde el comienzo de la excursión y llevados a esta sala… No debían haber visto mucho de la isla ni conocido muchos residentes. Dudaba que tuvieran algo de valor, menos aún la ubicación de las llaves que me permitirían hacerles escapar. Espera…, ¿llave? Con un simple chasquido de dedos podría generar una que hiciera de ganzúa y me permitiese saltarme la seguridad, por lo que no iba a ser tan difícil como cabría esperar. Me fijé en lo que separaba a mis hombres de la libertad: una contraseña digital con identificación biométrica. No iba a poder abrirla, no. ''¿Quién demonios tiene una de estas para detener a unos cuantos hombres normales y corrientes…?'' medité. Algo no encajaba en todo esto. O les sobraba el dinero, que era una opción tan válida como cualquier otra.

A falta de que mi radar portátil detectase alguien en la entrada, momento en el cual me encargaría de generar una descarga en la nuca lo suficientemente fuerte como para dejarle fuera de juego, esperaría a que el hombre me contestase. Tenía prisa, sí, pero no tanta como para obviar información que sería crucial y que quizás facilitase —o hasta permitiese— mis acciones futuras. O simplemente estaba perdiendo el tiempo, ya me lo demostraría mi subordinado.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Dom 14 Jun 2020 - 21:38}

—No sabemos mucho, señorito —comienza a decir Roland, con un tono ahora más bajo—. Empezaron a guiarnos por la isla, todo amabilidad y sonrisas, pero cuando le perdimos de vista saltaron encima nuestro. No lo esperábamos y nos pillaron con la guardia baja, snif, snif —empezó a sollozar—. Menos mal que usted vino a rescatarnos, ¡qué alegría!

Se seca las lágrimas que brotan de los ojos con el dorso de la mano. Suspira, mira a los lados, vigilando que no haya nadie cerca, y continúa hablando.

—Cuando nos trajeron, un hombre grande y gordo, muy gordo, que además estaba calvo, nos encerró aquí. Portaba un traje gris. Creo que se necesita sus huellas y una contraseña, o tal vez una tarjeta de seguridad, para poder abrir la cerradura o lo que sea eso que mantiene la puerta cerrada. Fue quién nos trajo aquí, juntos a sus hombres de rojo, y todo el mundo se dirigía hacia él como señor Alguacil. No sé donde puede estar ahora, la verdad.

Hasta ahora, como habrás podido deducir, los hombres vestidos con monos plateados parecen ostentar un rango superior al de los rojos en la jerarquía establecida por el Consejo Clandestino. Tal vez el señor Alguacil sea un leal subordinado de su jefa, o tal vez haya aprovechado para hacerse con el control de la organización. Quizás ya esté muerto. Sea cual sea el caso, o bien debes encontrarlo para rescatar a tus hombres o bien puedes intentar indagar sobre el sistema de seguridad. Lo que sabes a ciencia cierta es que no hay nadie cerca de la entrada al pabellón de la prisión, gracias a tus superpoderes.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Lun 15 Jun 2020 - 11:49}

Bueno, no era una información superlativa. No habría que llamar a los periódicos al gripo de ''¡Exclusiva!'', para ser sinceros, ya que aquello que me desvelaba no significaba nada. Aunque, para hacer justicia a la verdad, había sucedido tal cual me lo esperaba desde el momento en el que supe que habían sido secuestrados y encarcelados: un ataque por sorpresa, propio de cobardes —como yo— y poco más. Aún así, tras secarse las lágrimas que corrían desde sus ojos se apresuró a dar la poca información válida que tenía en su arsenal: el que era el alguacil de aquella prisión sacada de una novela de ciencia ficción. Es decir, me seguía escamando el hecho de que tuvieran tales medidas de seguridad en un sitio como aquel, porque significaba que las necesitaban para evitar que los presos escapasen. Pero vaya, eso era misterio de otro día, ya que por lo pronto no lo podía resolver. Al menos, ahora tenía en mi conocimiento la identidad del que era el jefe de aquel lugar y quien, a juzgar por lo que me dijo Roland, estaba capacitado para abrir y cerrar puertas con la llave: su dedo.

Entonces, la misión se planteaba clara en mi cabeza y directa, pero no por ello más fácil: debía encontrar a aquel hombre entre todo el gentío, barullo y caos que decorada hora a la isla, robarle lo que fuera que llevase encima y cortarle un dedo. Aunque no sabía cuál de todos utilizaba para la cerradura… Me llevaría ambas manos si no. Porque si el sujeto era tal cual lo habían descrito, yo sería incapaz de desplazar su cadáver, gordo a más no poder. Teníamos gente obesa en la tripulación, por lo que si mi subordinado se refería a aquel señor como realmente gordo, debía de ser una pelota de playa andante. La parte buena de todo aquello es que simplemente tendría que encontrar a un hombre poco sano embutido en un traje de color gris, y de esos no parecían haber muchos, al menos no en esta isla.

No me planteaba la opción de abrir las puertas por la fuerza con el poder de mi fruta; solo Dios mismo sabría si había algún tipo de trampa o consecuencia por forzarlas. No sería la primera vez que conocía de celdas las cuales, de no ser abiertas de una forma concreta, mataban a los huéspedes de distintas formas, por lo que no arriesgaría las vidas de mis hombres por ahorrar tiempo o esfuerzo. Era yo y solo yo el que había decidido visitar la isla y, como tal, era mi obligación tomar los problemas y resolverlos como buenamente pudiera. Suspiré, saludando a Roland antes de abrir la puerta que, por suerte, estaba vacía al otro lado.

— Volveré con lo que sea que necesite para sacaros de aquí, portaros bien. — Cerré la puerta a mi paso, tratando de hacer parecer que nadie hubiera estado allí por si, tras mi marcha, se pasaban a revisar. Si se trataba del alguacil, lo lógico sería que la entidad más importante estuviera en una habitación propia: un despacho. Con el mayor de los sigilos que podía demostrar, trataría de moverme en la dirección que mi cerebro me dictase, tratando de hacer memoria para recordar el plano que las múltiples cámaras me habían compartido del edificio. Se me daban realmente bien aquellos ejercicios de memoria y rezaba porque esta vez no fuera distinto.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Vie 19 Jun 2020 - 4:39}

En verdad eres un buen jefe, mucho mejor de lo que podría serlo algún que otro hombre parcheado. Tu devoción por la vida de tus subordinados solo es superada por el amor que ellos te profesan, aunque tal vez solo sea una relación de intereses mutuos. Sea cual sea el caso no tardas en salir del pabellón de las celdas para dirigirte al que crees que podría ser el despacho del Alguacil, o en otras palabras, el único despacho que hay cerca las prisiones.

Sales por la puerta de entrada, donde puedes ver algún que otro cuerpo caídos. En tu camino hacia la libertad de tus hombres susbes unas escaleras, cruzas un patio y recorres un largo pasillo. Te mueves sigilosamente, evitando hacer ruido, aprovechando las sombras para evitar que te vean cuando sea posible y alejándote de las pocas ventanas. La construcción en aquella zona parece bastante antigua, siendo de ladrillos asimétricos y piedra basta sin mortero. Al final del pasillo hay un recodo, y en cuanto llegas a él y giras te encuentras una escena poco común aunque no inimaginable en las circunstancias actuales. Hombres con monos negros y rojos están disparando a otros hombres vestidos de la misma forma. Los que están siendo atacados han formado una especie de barricada con muebles antiguos tales como mesas, sillas, estanterías, etc. Tras ellos se alza una gruesa puerta de madera tras la que debería estar el despacho del hombre que buscas.

Empieza a producirse una respuesta ante el fuego enemigo y de pronto la lluvia de balas se vuelve en una guerra campal. Los hombres que intentan superar la barricada se ven obligados a protegerse contra unas columnas de piedra mientras intentan armas un plan.

—¡Queremos a Dulpo! —grita uno de los que se esconden en las columnas a los que se resguardan tras la barricada.

—¿Dondé tiene a nuestras mujeres? —pregunta otro hombre al lado suyo, exigiendo una respuesta.

—¡No pasaréis! —responde uno los hombres de la barricada.

A pesar de los gritos y maldiciones, las balas de no dejan de volar en todas las direcciones. Pasar en medio de esa pequeña guerra civil sin recibir daños es casi un sueño imposible, pero para alguien tan logia como tú quizás no sea tan peligroso. No obstante, un hombre achaparrado y ancho de hombros sale por la puerta de madera portando un arma de tamaño descomunal. A su espalda, la puerta se cierra de un portazo, y se puede escuchar a pesar del sonido de los disparos cómo gira la cerradura. Al parecer alguien no quiere que entren más personas. Sin embargo, te llama la atención que el hombre que salió se dispone a disparar. Apoya el arma sobre su hombro, más parecido al cañón de un barco muy grande que a otra cosa, y lanza una bala del tamaño de una bola de bolos a gran velocidad contra los hombres que se protegen en las columnas y contra ti, que deberías andar muy cerca de ellos si estás observando la situación.

Buenas suerte.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Vie 19 Jun 2020 - 23:47}

Pasillo tras pasillo, esquina tras esquina, sentí que la distancia que me separaba de mi destino —la oficina del alguacil— no menguaba en lo más mínimo. Por culpa de la forma de construir aquel edificio y, más concretamente, la de decorarlo, con paredes asimétricas y caóticas, uno podía catalogar al lugar como un laberinto. Juraba ir en la dirección correcta o, al menos, la que me indicaba mi memoria, reflejada en el mapa mental que tenía de todo el espacio, aunque mientras más pasos daba, más dudaba acerca de mis propias capacidades. «¿A dónde estás yendo, Lance…?», me repetía a cada giro que daba sin vislumbrar nada útil.

Aun así, continué mi camino sin rendirme. Espera, ¿tan corto había sido el camino? En menos de unos cinco minutos —tiempo insuficiente para permitirme vivir mi propia odisea— me encontraba frente a un campo de batalla abierto. Un grupo de aquellos habitantes de la isla, clónicos unos a los otros, se colocaban justo frente a la entrada, apuntando y disparando a otro conjunto exactamente igual que se defendía con una barricada improvisada. Las balas volaban de un lado para otro sin un destino fijo, alguna que otra amenazando con impactar en mi cuerpo pero evitándome por centímetros. Unos se escondían tras muebles, otros tras columnas, ambos tratando de alargar lo máximo posible un enfrentamiento tan aburrido como triste. «¿A tanto ha llegado el caos como para que se enfrenten entre sí en la prisión? No parecen reclusos, llevan el uniforme.», medité, tratando de llegar a una conclusión.

Y como si mis pensamientos se materializasen en forma de letras, no tardan en darme la respuesta: estaban buscando a un tal Dulpo y, más aún, a sus mujeres. Es decir, si apostaba todo por mis deducciones… Aquella gran puerta justo a la espalda de la barricada, seguramente preparada con lo que poblase el interior, seguramente fuera la oficina si mi orientación no me había fallado. Entonces, Dulpo debía de ser aquella persona que estaba buscando y, lo que es más, tenía que ver con desapariciones de otros habitantes. «Me podría aprovechar y sacar unos cuantos aliados temporales…», pensamiento lógico. Teníamos un enemigo común del que seguramente tendrían más conocimiento. Y, si podía poner la carta en la mesa sobre aquellas señoritas transformadas en vegetales para extraer energía, quizás su inseguridad los convertía en perros de presa del más alto calibre.

Y, hablando de aquel que buscaba… Pareció hacer acto de aparición atravesando una puerta que, justo tras pasar, se cerró en seco. Es decir, era gordo y tenía aspecto de ocupar un cargo especial; lo cumplía todo por el momento. Como si de un navío se tratase, su hombro estaba ocupado por un cañón de artillería que no dudó ni un segundo, sin decir ni hola, en apuntar contra los enemigos y disparar un gigantesco proyectil. Independientemente de que pudieran convertirse en aliados, no era algo que pudiera defender ni amortiguar con mis capacidades, por lo que únicamente convencería —o lo intentaría— a los más listos. Expandiría mi campo electromagnético y trataría de averiguar que estaba dentro del edificio para estar preparado de antemano y, desmaterializándome, me desplazaría con rapidez hasta el enemigo más alejado, evitando en el acto el disparo. Como si de una serpiente me tratase, trataría de recorrer la barricada mientras lanzaba descargas, tratando de esquivar los disparos en el acto al no parar en ningún momento.

Si lo lograba y nada se interponía… Quedaría el gordo. No podía entrar al edificio y simplemente ignorarlo ya que, tristemente, necesitaba un dedo. Bueno, la mano, para asegurarme. Así que me tocaría enfrentarme a él. Generaría una cúpula de electricidad a su alrededor que comenzaría a cerrarse, sólida, que, con suerte, lo asustaría lo suficiente como para no disparar nuevamente, aunque dudaba seriamente que aquello estuviera cargado tras disparar. Por el otro lado, le sería imposible escapar sin recibir daño, ¿no? Independientemente de aquello, estaba al final de la barricada, rezando por tener el suficiente margen de reacción si realizaba alguna ofensiva.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Mar 21 Jul 2020 - 15:02}

El cañonazo lanzado por el señor del traje gris ―porque sí, la torreta andante va vestida de gris― impacta de lleno sobre las columnas, que se quiebran sin apenas oponer resistencia y, como consecuencia de la propia explosión y la violencia con la que los fragmentos salen despedidos, lamento comunicarte que quienes se habían amotinado mueren.

―Jamás os diré dónde esta Dulpo ―dice entre jadeos quien no puede ser otro que el Alguacil. Un momento... Si el Alguacil no es Dulpo, ¿quién demonios es Dulpo y por qué le están buscando? Es entonces cuando el del cañón mira a sus hombres, sorprendiéndose al encontrar que todos y cada uno de ellos yacen en el suelo. ¿Estarán muertos o inconscientes? Tal vez le gustaría saberlo, pero detiene sus ojos en ti y los entrecierra en señal de desconfianza. Creo que puede intuir que has sido tú.

Sea como sea, no os da tiempo de intercambiar palabras antes de que intentes rodearle con una cúpula eléctrica que poco a poco se va cerrando. ¿Y si quería hablar contigo? Se ve que los asuntos diplomáticos no son lo tuyo... Bueno, el caso es que alza el cañón que llevaba en sus hombros y, usándolo como un martillo, lo emplea para golpear el suelo con una fuerza inusitada. Lo hace en dos ocasiones. La primera vez se resquebraja bastante, mientras que la segunda consigue abrirse un camino hacia el piso inferior.

Habiéndose zafado de la prisión eléctrica, aprovecha el poco tiempo que tiene antes de que ésta colapse y no tengas que mantenerla bajo control para desplazarse por el piso inferior y colocarse justo bajo tus pies. Escuchas una risita aguda tan malévola como graciosa e, instantes después, ¡BUM! El suelo bajo tus pies salta por los aires, pero eso no es todo. No sé qué harás, pero el Alguacil emergerá del boquete que ha generado para intentar golpearte con el puño de la mano libre en la cara.

―Situación controlada ―dice entonces una voz femenina, la cual se siente lejana y distorsionada, como si en realidad naciese de un transmisor. ¿Qué es eso que destaca en el cinturón de tu oponente? Parece un Den Den Mushi en miniatura. Tal vez él sea el responsable de lo que has oído.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Dom 26 Jul 2020 - 23:25}

Y, tal y como la esperanza vino, se marchó por la puerta grande. Aunque, teniendo en cuenta el tamaño del que constaban algunos los ex-rebeldes tras la explosión, quizás podíamos hablar de puerta pequeña. Por suerte —ya que nunca podría saber si me traicionarían a la mínima de cambio— o desgracia, las oportunidades de tener un pequeño ejército en aquella isla, con presunta información sobre sus habitantes y organización, se diluyó en sangre y desapareció sin dejar rastro. No hacía falta pararse a observarlos para ver que ninguno se mantenía lo suficientemente entero como para poder pensar de forma lógica y responderme un par de cuestiones. Aunque, para ser sinceros, con aquella poca resistencia, dudaba que tuvieran conocimiento de nada relativamente secreto de lo que aprovecharme.

Por otro lado, nadie parecía darme una pista mínimamente útil acerca del cargo que regentaba aquel tal ''Dulpo''. Porque, si tan importante era o a tantas responsabilidades respondía, tenía que representar algo en aquella isla del demonio. Algo más importante que el señor empecinado en vivir como un mortero. Mortero que, por cierto, no encontró problema alguno a la hora de zafarse de mi trampa, aprovechando que mi propio poder era incapaz de atravesar materiales no conductores como el que parecía formar el suelo de la estancia. Lo rompió con la fuerza de un ferrocarril, creando una suerte de túnel que, en consonancia a su aspecto, lo convertían en una especie de topo más que curioso. Suspiré mientras volvía a la postura más apropiada para estar alerta, escuchando con atención todo aquello que me rodeaba. El silencio —si a aquel ambiente donde el suelo se iba resquebrajando y algún grito invadía el aire se le podía tildar de silencio— imperó la sala, premonición de problemas. Unos pasos poco discretos en la planta inmediatamente inferior comenzaron a recorrer distancias conmigo y, en menos de lo que uno pudiera esperar de parte de un hombre como aquel, mi seguridad se vio comprometida por una insoportable risotada que lo descubría bajo mis pies.

Reuniendo los reflejos en una sola acción, fui capaz de generar una pared de electricidad que me separó del suelo unos centímetros, empujándome en la dirección opuesta a la que tenía el contrincante por rumbo. Esto no impidió que el suelo se partiese en multitud de escombros de todos los tamaños, terminando uno de ellos, de un tamaño para nada desdeñable, en mi omoplato derecho. No tuve tiempo para resentirme o compadecerme del dolor que me había causado, ya que aquel hombre se empeñaba en acabar el trabajo sin dar tregua. En el movimiento más rápido que había hecho en días y semanas, mi zurda alcanzó la culata de una de mis Elektro Guns, previamente cargada, llevándola a mi frente y apuntando a los morros del que cada vez se me asemejaba a un cerdo. Sería porque me parecía un desgraciado que me trataba de matar, quizás. Lo vi asomar con un puño por delante, amenazando a mi integridad pero sin llegar a conseguirlo; apreté el gatillo con el índice de dicha mano, surgiendo el láser de electricidad que se anticipaba como mi salvador. Noté la carga en mi hombro, resentido por la repentina presión, siendo empujado contra el cuerpo y saliendo disparado una buena cantidad de metros antes de que pudiera reaccionar debidamente. Traté de frenar rápidamente, ''corriendo'' en mi forma desmaterializada hacia el frente, buscando mantener el equilibrio para no chocar contra suelo ni desaparecer en el cielo. Esperaba lograrlo con toda la maestría que el control diario de mi akuma me podía permitir, aprovechando mis reflejos para conseguir las distancias buscadas.

Si todo salía bien —cosa que no solía pasar—, el láser debería poder crear un túnel en la gruesa cabezota del humano mientras evitaba el estar a melé y ser agarrado, aunque despacharlo no significaría terminar el curro; de hecho, estaba empezando. Dupol estaba desaparecido y una voz resonaba mientras los rayos le hacían los coros sin buscarlo, mencionando que había logrado controlar la situación. ¿Había una persona más ayudándole con las revueltas…? A menos que fuera un Den Den Mushi con capacidad de vídeo y, más aún, en tiempo real —además de que la situación conmigo estaba lejos de ser controlada—, estaba hablando de otro escenario. Había una organización bien controlada, al parecer, pero lo primero era encargarse de lo que tenía enfrente.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Dom 2 Ago 2020 - 3:32}

En primer lugar, guardemos un minuto de silencio por ese hombro tuyo que ha intentado irse de paseo. No sé hasta qué punto estarás acostumbrado a continuar tu camino con el dolor del retroceso golpeándote, pero eso es algo que sólo tú puedes decidir. Sea como sea, has abierto un señor boquete en el cráneo de ese señor y, más allá incluso, en la pared que había a sus espaldas ―donde están los recién bautizados cuerpos de los ex-revolucionarios―. Si te asomas comprobarás que la dichosa pistolita ha traspasado como cuatro muros, aunque nadie parece asomarse para ver qué sucede.

―¿Alguacil? ―pregunta entonces una voz, la misma voz de mujer que antes dijo que la situación estaba controlada. Sólo recibe silencio, por lo que vuelve a preguntar, algo más nerviosa―. ¿Tarantro? ―¡Vaya, por lo menos sabes cómo se llama! Continúa preguntando durante algunos segundos sin obtener respuesta por motivos obvios. Está en tu mano coger el Den Den Mushi del cadáver de tu oponente o no, por supuesto, así como responder.

Por otro lado, ante ti se abren dos vías que por el momento están despejadas ―porque no creo que quieras volver sobre tus pasos; claro que, si quisieras, podrías sin ningún problema―. Ante ti se despliega una larga galería cuyo fin no puedes ver desde donde te encuentras. Numerosos arcos de piedra decoran el techo, separados entre sí por unos cinco metros y acogiendo en sus paredes, a los laterales, incontables puertas de madera. Por otro lado tienes el camino que has abierto sin querer, claro está.

¿Hablas con la señora o no? ¿Vas por un camino o por otro? Ni idea, pero te puedo asegurar que la próxima moderación será más rápida que ésta.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Dom 2 Ago 2020 - 15:42}

Suspiré, dejándome caer hasta el suelo y aterrizando con toda la gracilidad que me podía brindar mi pequeño y fino cuerpo. Teniendo cuidado de no hacerme más daño del necesario —porque ya tenía suficiente con el primer golpe—, evité pisar o tocar escombros más puntiagudos de la cuenta, reincorporándome y mirando fijamente al cadáver del gordo señor. Mi boca dejó pasar una segunda vez un suspiro, esta vez más penoso, mientras aprovechaba el momento de calma para palpar la zona del hombro y hacerme una idea de cómo de mal estaba la cosa. No tenía estudios médicos, nada más cercano a la realidad, pero sí que me planteaba como alguien experimentado en las batallas y, por mucho que me pesase —dato que no iba a añadir en mi currículum—, muchas heridas habían dañado mi cuerpo lo suficiente como para verme obligado a poder cuidarme por mí mismo y no tener que ir llorando a la enfermería cada vez que viera mi salud comprometida.

En vista de que me costaba hacer movimiento alguno y el dolor no parecía estar dispuesto a abandonar el escenario, decidí apostarlo todo: un golpe en la zona, más concretamente en la unión de la extremidad. Escuché un crujido y un pequeño grito se me escapó, el cual no tardé en ahogar al cerrar la boca. Seguía siendo una gran molestia y con solo moverlo para mirarme la mano desencadené una mueca bastante desagradable en mi cara, pero no era el momento para prescindir de un brazo. Ya pediría la ayuda pertinente cuando tuviera la posibilidad.

Me acerqué al cadáver con una misión decidida, pero antes me percaté de que el láser eléctrico había cumplido más de lo necesario. «¿De qué están hechas las paredes de este sitio…?», me pregunté, sin esperar llegar a ninguna respuesta que me complaciese. El disparo no solo se había hecho un claro camino a través de hueso y carne, sino que también había encontrado su final varias habitaciones más allá, taladrando la estructura y creando un túnel por el que podría pasar en forma etérea. Nadie pareció darle importancia, así que supuse que sería un buen camino por el que pasar desapercibido.

— De todas formas… —dije para mí mismo, murmurando, mientras daba otro paso y terminaba a menos de medio metro del antiguo portador del cañón. Desenfundé mi Beretta, apuntando a su mano y disparando al nacimiento del índice. Luego al pulgar, el corazón, el anular y el meñique, repitiendo con la otra mano tras recargar—. ¿Cuál de todos es…? Dudo que se quite el zapato para identificarse.

Era una decisión completamente arbitraria aquella, especialmente sin saber si era él aquel con poder para abrir las celdas, pero me limitaría a creer en la posibilidad y tomar los dedos que fueran más probables: el índice y el pulgar derechos. Disparaba con estos y eran parte de la mano adelantada, la cual se dedicaba a adoptar la trayectoria necesaria para el cañón; la zurda se limitaba a cargar peso. Si tenían que ser, debía confiar en que esos dos eran los indicados, ya que no tenía bolsillos suficientes como para guardar diez de ellos. Me llevé ambos, tras dejar que se drenase un poco la sangre, al bolsillo de la americana, guardándolos y enfundando mi pistola. ¿Cómo continuar…? Era la mejor de las preguntas. Tras encontrar el cadáver de la señora y ahora este nuevo, quizás no era difícil rastrear mi pista. Por otro lado, me movía por las paredes y caminos imposibles para la gran mayoría, así que apostar todo a una dirección era algo demasiado arriesgado. Era lógico pensar que a esas alturas de batalla me podía mover con la mayor libertad del mundo, ya que el hecho de que ellos me encontraran a propósito era algo más que aleatorio y, peor aún, quizás hasta positivo para mí. De todas formas, no podía volver a la cárcel: tenía los dedos, pero no el código ni la tarjeta que parecían requerir. Mi exploración parecía estar abocada a continuar. Podía jugar la carta más apropiada por segunda vez, y es lo que haría.

— ¡Señorita, han asesinado a Tarantro! —dije entre dientes, tratando de sonar compungido. Jadeaba entre palabra y palabra para hacer parecer que estaba herido, aunque no tenía muy claro la fidelidad de estos sonidos—. ¡Esos hijos de puta terminaron con él y siguieron el camino hacia Dupol! ¿Qué debería hacer? —En la mejor de las situaciones, obtendría información sobre qué era aquel camino, la identidad de algún nuevo alto cargo o, quién sabe, cualquier dato de utilidad para facilitar el trabajo. En el peor… Estaba dispuesto a ser descubierto, ya que no ganarían nada tangible con ello. Podía huir y dudaba que planteara un peligro para mis compañeros: no sonaba lógico abandonar el campo de batalla para asesinar a un grupo que no resultaba amenaza ninguna. Es más, ¿siquiera me podía reconocer…?
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Miér 5 Ago 2020 - 4:37}

―¿A Tarantro? No puede ser. ¿Quién ha sido? ¿Y tú quién eres? ―pregunta la voz al otro lado del Den Den Mushi, dándote unos segundos para contestar. Digas lo que digas no pondrá en duda tu identidad, pero la señora seguirá hablando en medio de un murmullo que empieza a crecer a sus espaldas―. De acuerdo. Ven a la sala de mando, necesito que me informes en persona de lo que ha sucedido. Ese desgraciado de Tree tiene que estar al caer y este entuerto tiene que estar resuelto para entonces. ¡Maldita sea! ¿Por qué tenía que suceder todo esto precisamente hoy?

A continuación corta la comunicación, dando por hecho que saber a la perfección hacia dónde debes dirigirte. Tú verás cómo llegar. Por cierto, si continúas por la galería de piedra llena de puertas no encontrarás obstáculo alguno. Las puertas permanecen cerradas a cal y canto. Si aproximas la oreja a alguna de ellas quizás oigas algo, pero no sé hasta qué punto sería buena idea abrirlas. Puedes hacerlo si te pica la curiosidad, por supuesto. En cuanto al camino abierto por el disparo, comprobarás que atraviesa varios laboratorios bastante más pequeños que el que viste anteriormente. Allí no hay árboles-persona, pero sí múltiples cachivaches raros que probablemente sirvan para la misma función. Prototipos y optimización de los ya existentes, más que nada. Por cierto, ¿no te llama la atención que la mujer pareciese estar más preocupada por el tal Tree que por la que estás montando en sus dominios?
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Sáb 8 Ago 2020 - 22:01}

En cuanto me hubo preguntado el nombre me apresuré en mirar la chapa o la identificación de cualquiera de los compañeros de Tarantro que había desmayado hacía unos segundos y, de encontrarla, me limitaría a leer el nombre. De no hacerlo, simplemente me presentaría como ''Edward Tellerum'', algo a lo que no pareció darle ninguna importancia ya que continuó hablando como si ni siquiera me hubiera preguntado. Supongo que me podría haber presentado con cualquier nombre o incluso no decir nada y hubiera seguido con su retahíla de estrés, algo que me generaba cierta confianza. Una persona que no mantenía el temple en mitad de una guerra era una persona fácil de vencer y propensa a perder la vida, a menos que tuviera suficiente poder como para respaldar aquel problema. Acto seguido, como si le resultara indiferente el conocer mi identidad, me reclamó en la sala de mando y una bombilla se iluminó —casi literalmente— dentro de mi cabeza. ¿Quizás no hacía falta montar todo un lío para abrir las celdas y me bastaba con apagar el circuito y la alimentación general del edificio? Desactivaría el campo que me repelía y el lector, quedando únicamente a merced de la temperatura que pudiera alcanzar con mi poder eléctrico. No parecía ser tan robusto como para evitar que lo fundiese, así que si lograba apagar el interruptor, el resto estaría hecho. «La sala de mando puede ser un buen lugar desde donde comandar toda la isla, así que estaría bien buscar allí mis fusibles.», medité, fijando mi vista en el cadáver del cerdo bípedo.

Necesitaba resolver todo lo que rodeaba a la muerte de la jefa antes de que el señor comerciante —o como había entendido su rol— llegase, por lo que necesitaba mi presencia allí. Parecía ser una comandante en jefe tras la ausencia de la mujer que asesiné y aquel cargo significaba ostentar un poder que podría aprovechar de la mejor manera, aunque primero tendría que apañármelas para llegar a esa posición ventajosa y aquello, rodeado de caos y asesinos, no sabía si iba a ser precisamente fácil o difícil. Indiferente a todo aquello, el objetivo no variaba: encargarme de todas las cabezas que sostuviesen cierta autoridad en aquella organización, incluidas las que aparecieran sobre la marcha, si eso significaba poder marcharme igual o mejor que como vine. Suspiré mientras frotaba mis sienes concienzudamente, tratando de hacer memoria lo mejor que podía mientras generaba el aura de electricidad a mi alrededor. Con la mejor de las suertes y haciendo uso de mi habilidad para aquello, aprovecharía el momento en el que vi las cámaras para guiarme de un lugar a otro y, finalmente alcanzar el objetivo, que era aquella sala. Fuera donde fuera, independientemente del camino que tuviese que tomar —ya que, bueno, tenía fácil movilidad y desplazamiento—, el destino era aquel.

De no tener la posibilidad, quizás porque mi cabeza no hubiera interiorizado los planos del lugar, miraría a ambas direcciones, tratando de fijarme en qué contenía cada camino. Por un lado existía una ristra de laboratorios, mientras que por la otra… una especie de pasillos que no sabía muy bien qué uso podía tener a la hora de la verdad. No tenía el momento ni parecía ser algo lo suficientemente útil como para poder pararme a mirar una por una, así que el único punto de interés podía ser el final. Aun así, la vena de la curiosidad científica se hizo notar por todo mi cuerpo, tirando hacia el lugar que más me interesaba: las probetas y el instrumental general me llamaban demasiado. Así que, de no poder ir directo a la sala de mando, me daría un paseo por el agujero ya hecho, ojeando con velocidad pero no sin cuidado todo aquello, por ver si encontraba algo que tuviese algún valor. Finalmente, avanzaría hasta el final del pasillo, tratando de encontrar un punto de referencia que me sirviese para guiarme en aquel sitio.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Vie 21 Ago 2020 - 20:24}

Encuentras tu camino por los circuitos del lugar. No sé hasta qué punto tendrás conciencia de lo que te rodea o si simplemente viajarás como un sinfín de partículas incapaces de ver ni sentir (sí lo sé, pero es por dar dramatismo). Sea como sea, lo cierto es que si puedes apreciar los alrededores verás que todo parece pertenecer a una construcción antigua reformada y modificada para albergar un sistema mucho más moderno. No sé si esto te servirá o no, pero es un dato que tienes.

Terminas por alcanzar la zona en cuestión: la sala de mando. Lo cierto es que si fuera de hielo recordaría a un iglú gigantesco, con una semiesfera algo más grande como base y una algo más pequeña coronando a la primera. La cuestión es que no hay esquinas ni lugar aparente donde ocultarse para hacer acto de presencia con discreción. La consecuencia inevitable es que, una vez cobras forma, te vean. Imagino que te materializarás como muchas chispitas que se unen y tal, eso como tú veas, pero la cosa e que hay una ingente cantidad de personas que se mueven frenéticamente de u lado a otro. Algunos sudan y gritan mientras otros intentan poner orden, pero todos se callan y se voltean para mirarte en cuanto te materializas.

―¿Y tú quién eres? ¿Qué demonios ha sido eso que acabas de hacer? ―Atará cabos, pero dale un segundo―. Soldados. ―En ese momento todos los hombres armados te apuntan con sus armas. ¿Y bien? Creo que vas a tener que esforzarte por ganarte su confianza. Eso o intentar acabar con todos, claro... O lo que se te ocurra, la verdad, pero es tu turno de hacer movimiento.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Vie 21 Ago 2020 - 23:46}

«¿Es una base heredada, robada o descubierta…?» meditó mi mente a lo largo del camino que hice. Existían ciertas evidencias, como algunas paredes de un corte extremadamente antiguo y llamativo para un posible historiador, que contrastaban demasiado con el equipamiento hipertecnológico que plagaba todo el lugar. No solamente las celdas eran varias veces más avanzadas que las que utilizaban la mayoría de marines, sino que el mismo equipamiento de los laboratorios dejaba en vergüenza a la de muchos científicos avalados por el Gobierno o por los más grandes criminales. Y, aunque me diese cierta vergüenza admitirlo, a mí también. Por eso mismo tenía razones para sospechar que la jefa —descanse en paz— y todos sus aliados se habían limitado a hacerse cargo de un edificio ya creado, fuera a través de asesinar a su anterior dueño o encontrarlo directamente abandonado. O era una herencia familiar, claro estaba, pero en el Bajo Mundo nada solía ser tan inofensivo ni legal por norma. Indistintamente de aquello, era algo que no me aportaba más que desviar mi mente de la situación que me encontraba y aportarme cierto sentimiento de bienestar —o de ausencia de malestar, mejor dicho—, aunque nadie sabía si en otro punto del día me salvaría el pellejo.

Absorto en aquel tipo de detalles, nimios pero hasta interesantes para según qué persona, terminé por llegar a mi principal destino, donde me habían citado hacía nada. La sala de mando prometía ser donde se reuniesen los altos cargos y donde pudiese obtener aquella información que por otros lugares escaseaba, aunque a cierto coste. Es decir, también significaba la sala mejor protegida —presumiblemente— de todo el lugar, quizás incluso por sus mismos habitantes, pero era un riesgo que estaba dispuesto a tener para ahorrar me un valioso tiempo que mis hombres apreciarían. Terminé por presentarme allí de forma repentina, surgiendo tras una cortina de electricidad que formaba las letras de mi identidad secreta —siendo esto último una dramatización—, notando que a lo mejor no era el mejor escenario para mí. Un poco peor de lo que planeaba o mi mente me decía que era, aun poniéndome en el que creía que era el peor de los casos.

Parecía una estación de Umi Ressha en hora punta, cubierta de gente que no paraba de chocarse entre ellos, fruto de los nervios que portaban. El sudor de unos y otros se había juntado, arremolinándose hasta formar un tornado de pura mugre y mal olor. Era desagradable cuanto menos —siendo amables con el olfato—, pero quejarse del olor teniendo un mayor problema delante era hacerlo por puro vicio. Evité respirar más de lo estrictamente necesario, notando cómo las miradas de todos y cada uno de los presentes se clavaban en mí como afilados alfileres, uno tras otro, hasta dejarme llenos de agujeros por los que se fugó parte de mi valentía. Evitando caminar de vuelta al cable y desaparecer, me fijé en el que habló sobre el resto, dejando clara su posición frente a mí. Ciertamente, sería bastante complicado explicar que había aparecido delante de ellos gracias a la fruta logia de electricidad tras asesinar a dos grandes comandantes, en busca de llaves para recuperar a mis hombres, pero tampoco tenía mucho margen a inventar para convencerlos de otra cosa. Si tuvieran a alguien capaz de convertirse en electricidad en sus tropas lo sabrían claramente, ¿no? Y mi vestimenta tampoco le hacía un grato favor a mi imagen, así que las oportunidades de evitar una contienda iban desapareciendo, todas cogiditas de la mano. Levanté mis manos, mostrando mis palmas y, tratando de respirar lo justito para no morir intoxicado, comencé a hablar con un tono algo inseguro de mí mismo:

— Soy el embajador del señor Mr. Tree para esta nueva negociación, y tengo el poder de una fruta del diablo que me permite atravesar circuitos —Los miré, tratando de mostrarme inofensivo, aunque con aquel tono tampoco tendría que ser muy intimidante—. Pueden preguntarle a la Jefa —Traté de parecer inocente y desconocedor de lo sucedido, ya que aquello convertiría mi papel en uno más convincente.

En caso de que no fuesen unas palabras válidas para aquellos hombres, no tendría miramientos en apretar la palma de mi mano y generar una tormenta que caería sobre todas las tropas, mermando sus números mientras me apresuraba a esquivar en forma etérea. Podían ser muchos, pero era terrorífico disparar en una sala tan llena a menos que no tuvieras miramientos con la seguridad de tus compañeros o confiases demasiado en tus propias capacidades.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Sáb 22 Ago 2020 - 3:40}

―Mr. Tree no nos ha dicho que fuese a enviar ningún mensajero ―susurra una tímida voz masculina al oído de una mujer que debe rondar la cincuentena. Tiene el pelo moreno y corto y parece llevar la voz cantante en el lugar.

―Tampoco nos ha dicho que no lo haya hecho. No sería la primera vez que sorprende con un movimiento inesperado. Ya sabéis lo que le gustan las sorpresas ―responde quien sin duda ha debido hablar contigo por el Den Den Mushi.

―Pero... señora.

―No podemos arriesgarnos a hacerle daño y enredar este asunto aún más, Bertrand. ―¿Un momento? Le acabas de decir lo que tus poderes fruto de tu naturaleza frugívora te permiten hacer y da por hecho que podrían acabar contigo... Esta señora es muy estúpida o verdaderamente se cree lo que dice. La cuestión es... ¿tendrá argumentos de peso que respalden tanta confianza?

Tras unos segundos hace un gesto al que parecer ser el comandante de las fuerzas de seguridad, que da la orden para que todo el mundo deponga las armas y te permitan llegar hasta la mujer en cuestión. La estancia llama la atención por tres amplias plataformas circulares. Cada una se monta sobre la anterior y tiene un diámetro algo más pequeño, estando los niveles separados por unos dos metros. La mujer que te interesa por el momento, por supuesto, está en la más alta.

―Podríamos confirmar tu identidad si Mr. Tree no fuese tan... discreto y nos hubiese facilitado un número para contactar con él, pero siendo así no podemos. ¿Tienes algo que te identifique como uno de sus hombres?

Podrás intuir que, pese a que las armas no te apunten en este momento, todos los ojos están puestos en ti. Sea como sea, te ofrecen asiento en un sillón de cuero negro y tu interlocutora se sienta en uno igual a esperar tu contestación.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Sáb 22 Ago 2020 - 15:23}

Pareció ser convincente la excusa que di, así que pude relajar los nudillos por un segundo y dejar caer los dedos, agarrotados. Estaba preparado, tanto física como mentalmente, para dejar inertes a todos y cada uno de los presentes en aquella sala, especialmente a la mujer que parecía dirigir el asunto, pero por alguna razón no pareció dudar de mí. O, mejor dicho, y a juzgar por la forma en la que hablaba, tenía tal cacao montado dentro de su cabeza que no se atrevía a pensar más allá. Estaba embargada por pensamientos negativos, relacionados con lo que yo había estado causando por el lugar, como «¿Me arriesgo y empeoro más la situación?». Yo si estuviera en su situación duraría hasta de cada mínimo gesto que hiciera y, poniendo en el ajedrez a Mr. Tree, debía de ser alguien intocable a sus ojos. Al fin y al cabo, desencadenar la furia del señor que parecía haberle dado el poder a su jefa y la podía tratar como me había tratado, sería el equivalente a ir a la quiebra. Especialmente teniendo en cuenta que ella lo catalogaba como inesperado, lo que me daba margen a inventar libremente con la promesa de que ellos serían incapaces de comprobar la veracidad de mis afirmaciones.

Ella mandó bajar las armas, todas aquellas que amenazaban con convertirme en un rallador, desde su posición privilegiada. Estaría a casi una decena de metros sobre el suelo, en lo que era la cumbre de una tarta de bodas arquitectónica, excéntrica a más no poder. Viendo que ellos me dejaban un pasillito para hacer camino y acercarme hasta estar frente a la líder de todos, haciendo una leve reverencia y mirando hacia el asiento que me ofrecían. A falta de quedar como un maleducado me acerqué, sentándome pero sin desatender mi propia seguridad; si aquello amenazaba con darme cualquier tipo de problemas, reaccionaría antes para marcharme, igual que con las balas que podrían salir de los sendos cañones de cada arma. Una vez allí, al ser exigida un tipo de acreditación que me probase como un enviado de aquel que respetaban como el que más, aposté todo por un increíble farol:

— Como usted bien dice… El señor Tree es un hombre discreto y, por encima de todo, valora su intimidad —Toqué los bolsillos del traje de Sif, obviando aquel que portaba los dedos, pero confiando en que aquel gesto aclarase que no llevaba nada destacable encima—. Se me prohíbe llevar cualquier objeto, marca o dato que pudiera relacionarme con él, ya que de otra forma su libertad se vería mermada —Trataba de mostrar entereza en todas y cada una de mis palabras, pero no estaba acostumbrado a hablar frente a tantas personas. Por suerte, la máscara servía de separación y me permitía crecerme más de lo que normalmente podía—. Así que solo podrá verificar mi relación aquella a la que pudo dar fe mi jefe de ello: la cabeza del Consejo Clandestino. Por otro lado, el señor debería llegar en muy poco tiempo, así que creo que tanto usted… —dije, mirando fijamente a la mujer—… como yo queremos que Mr. Tree tenga la mejor recepción posible.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Lun 24 Ago 2020 - 18:43}

―Ya... La cabeza del Consejo Clandestino ―dice la mujer tras tomarse unos segundos para valorar tus palabras―. Lamentándolo mucho, en estos momentos no se encuentra disponible y no sabemos cuándo volverá a estarlo.

Se ve que no quiere que nadie sepa que... bueno, te la has cargado. Ella no sabe que has sido tú, claro, pero revelar que están descabezados probablemente anularía la imagen de fortaleza ―que no parece mucha― que pudiesen presentar de cara a la negociación, visita o lo que esté por venir.

―Siendo así, supongo que tendremos que esperar a que Mr. Tree vuelva a ponerse en contacto con nosotros para confirmarte como un interlocutor... acertado. Estoy segura de que comprenderá que nuestra discreción es tan importante como la suya.

Justo en ese momento te retira su atención, comenzando a dar órdenes como si no hubiese un mañana. Se dirige a uno y a otro tras recibir un sinfín de documentos que no parecen acabarse. No se va de tu lado, pero actúa en cierto modo como si no estuvieses ahí. Puedes dirigirte a ella si quieres, claro, pero eso me lo harás saber en tu próximo post.

Tras un periodo que debe rondar la media hora, un Den Den Mushi comienza a vibrar y soltar su clásico 'buruo burup' frente a ella. Te dirige una mirada antes de establecer comunicación, naciendo del molusco una voz grave y serena, casi pasivamente amenazadora. Claro que esto sólo son percepciones mías. A saber cómo te lo tomas tú.

―¿Cómo va el cargamento, Lotti? ―pregunta con cierto aire curioso y pícaro―. No nos queda demasiado para llegar y no tenemos demasiado tiempo, así que espero que todo esté listo para el encuentro.

―Sí, estamos trabajando en ello, Mr. Tree. Tenemos junto a nosotros a su mensajero y estábamos a punto de ponerle al tanto de los progresos de la operación.

―¿Qué mensajero?

Ups. No sé si seguirás ahí, pero se ve que la situación se ha complicado un poquito.
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¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] - Página 2 Empty Re: ¿Destino o inquina? [Moderado Nivel 5 - Lance Kashan] {Miér 26 Ago 2020 - 18:02}

Sonreí tras la máscara al escuchar el comentario de la mujer que estaba al cargo. «Al menos están tratando de cuidar la imagen de seguridad y estabilidad que tienen…» me dije para mis adentros mientras miraba a mi alrededor. Había causado la mayor y más completa discordia en aquel lugar con solo matar a una mujer y, a pesar de haberse mostrado así a lo largo y ancho de la isla —como bien pude comprobar en las cámaras de seguridad o donde estaba Tarantro—, aquí el ambiente era muy distinto. No estaba cargado de duda ni de pesimismo, sino que era completamente hermético: los sentimientos del exterior no llegaban hasta las tropas de la mujer. Para ser sinceros, se necesitaba un control férreo y supervisar con mucho cuidado a un grupo para evitar que cundiera el pánico con la más mínima información, y ahí le tendría que dar el punto a la señora que seguía todavía sentada.

Y, como si hubiera desaparecido por completo del sillón negro que ocupaba, obvió mi presencia por completo y se refirió al resto, comenzando a dar una sarta de órdenes que pareció no tener fin. Una tras otras, todas provocaban movimiento en la sala, que se iban organizando de distintas formas y llevaban papeleo de un lugar a otro, como un cúmulo de hormigas comandadas por su reina, la cual no movía ni un dedo. Esperé hasta que la situación se calmara un poco, lo suficiente como para que mi voz pudiera resonar por la habitación hasta llegar a los oídos de la reina, que habría tomado el cargo tras la muerte de su querida jefa:

— Perdone, señorita, ¿cómo va el cargamento? —Aguardé a su respuesta y, me hubiera sorprendido o no, traté de demostrar tranquilidad y neutralidad—. Espero que esté intacto, valoramos mucho nuestra mercancía y lo que damos a cambio por ella —dije, cruzándome de piernas y juntando ambas manos por los dedos. Con aquello esperaba poder sacar alguna palabra de la mujer dentro del secretismo que mantenían, pero no estaba muy seguro de lograrlo. Tampoco es que saber acerca del producto que vendían me pudiera generar alguna ventaja notable en aquella situación, pero quizás me llevaba a mantener un mejor papel y a no ser descubierto. Nadie querría terminar siendo señalado por los incontables hombres que habría allí.

Pasaron los minutos de forma incesante, tratando de captar con mi vista cualquier detalle que me pudiera dar un dato que fuera mínimamente interesante. Cambiaba de postura, de aquí para allá, tratando de ponerme un poco cómodo dentro de la muestra de elegancia y modales que tenía que llevar a cabo, pero que perdí en cuanto escuché el Den Den Mushi hacer aparición en la habitación, acallando todo movimiento por unos segundos. Mantuve la respiración de forma inconsciente, mirando con ojos de asesino a aquel animal que estaba haciendo comunicación en aquellos precisos instantes. «No, no, no. No es Mr. Tree, no lo es.» me repetí varias veces en la cabeza, como si pedirlo al cielo fuera a servir de algo. Y quizás pudiera ser así, y el karma me estaba demostrando que existía y que me culpaba de la muerte de todos esos chicos, parte de la tropa de Tarantro. Lo único que sacaba en claro de toda esta situación era el mero hecho de que ahora podía referirme a la mujer por un nombre y no su género, pero tampoco es que aquello es que me fuera a reportar nada. Intercambiaron un par de frases, momento en el que mi ''jefe'' dio la respuesta justa para desvelar el pastel. Tal cual estaba planteado la pregunta, no tendría margen alguna para responder sin llevar a cabo el más arriesgado de los faroles, y de recibir una negativa me limitaría a perder el factor sorpresa, algo increíblemente valioso al estar rodeado de tantas personas. Todos se giraron a verme, esperando una justificación o una intervención de mi parte para aclarar todo el asunto, la cual no llegó: si tenía que empezar el combate, sería ahora, cuando podría pillarles desprevenidos hasta cierto punto y evitar una tormenta de balas en mi dirección.

— ¡Mr. Tree, ¿no se acuerda de m--?! —Antes de terminar la frase, tratando de atacar de la forma más rastrera posible, desplegué una ola de electricidad a mi alrededor en forma de anillo, dispuesta a pasar a la mayor cantidad de subordinados posibles, mientras que con una mano lanzaba un rayo hacia la tal Lotti. Entonces, me volvería etéreo, pasando alrededor de todos y cada uno de ellos en dirección a la salida más cercana. Mi mejor carta era el hecho de que si disparaban en mi dirección, de fallar, impactarían a sus compañeros, así que debía de ser escurridizo y evitar cualquier posible ofensiva por su parte.
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