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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Miér 3 Jun 2020 - 20:00}

Contratante: Takeda Mushashi, cabeza del dojo Mushashi.

Descripción de la misión: Esos piratas... los rodadores del cuervo se llaman, no he visto tal osadía desde que salí de Wano y me aventuré al mar para pulir mis habilidades. Se las han arreglado para derrotar no sólo a los piratas de los alrededores, sino a la marina local, prácticamente se han hecho con el control de la ciudad. Es un completo desastre y el alcalde no parece querer hacer nada al respecto. Si fuera más joven los hubiera echado yo mismo, pero este cuerpo ya no es lo que era, y sólo con ver su número se que esta es una batalla perdida. Esta es mi última opción, espero que esta carta llegue a buenas manos. Espero que expulséis a estos piratas de la ciudad y que queden tan tocados que no se les ocurra regresar.

Objetivo Secundario o alternativo: Dejar que Takeda se enfrente al capitán, es lo mínimo que puede hacer para limpiar su honor y, pase lo que pase, no intervenir.

Recompensa: Una técnica de rango mítico para un espadachín o 30.000.000 berries a elegir.

Recompensa por objetivo secundario o alternativo: Un 20% más de fama sobre la base ganada.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Jue 4 Jun 2020 - 9:45}

Estaban siendo unos días intensos para la mink, que recibió de nuevo una carta de uno de sus superiores. En ella se solicitaba la liberación de una ciudad a manos de la piratería. Una banda llamada “los rodadores del cuervo” habían derrotado a los piratas de los alrededores e incluso a la marina local.

Ellie suspiró, dejando de lado de nuevo la montaña de papeles e intercambiando algunos favores con sus superiores para que Martin, el cerebrito se quedase rellenando la parte más banal e insulsa de los informes.

Caminó por los despachos de Ennies Lobby hasta llegar al de Ruffo y llamó a la puerta un par de veces. Aunque le habían asignado la misión a la loba, podía llevar a un agente más, y el primero en el que pensó fue el que había sido su compañero durante otras tantas misiones.

- Tenemos trabajo, salimos en una hora. Necesito un informe de esta banda, se hacen llamar los rodadores del cuervo -comentó a la par que dejaba una copia de la carta sobre su mesa-. Voy a solicitar un par de Den Den Mushis y recoger el traje de la zona de planchado. ¿Nos vemos abajo en media hora?

La agente esperaría la respuesta de su compañero, y tras ello, marcharía libre a por los Den Den Mushis, ubicado en uno de los almacenes, concretamente en su taquilla. Los recogió y los limpió, metiéndolos en su mochila y yendo finalmente a por el traje. En la zona de planchado no había nadie, y tras un par de minutos esperando Rosberg, el tímido chiquillo de la plancha le entregó su traje.

- Está impoluto, señorita.
- ¡Gracias Rosberg!

Tras ello, la mink se fue a su despacho, donde Martin estaba tan concentrado en los informes que no se enteró de su presencia. Se cambió en el baño y bajó, esperando a Ruffo. El viaje, según su planteamiento, supondría un par de horas, tiempo más que de sobra para establecer un plan y ver el informe solicitado a Ruffo.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Vie 5 Jun 2020 - 3:05}

Nota:
Papeles, papeles y más papeles. Ya no era una pila de documentos por rellenar la que presidía mi escritorio, sino dos. Había conseguido adelantar trabajo ―o retrasarlo menos, mejor dicho―, pero aquellas condenadas hojas parecían reproducirse como insectos. Fue por ello que agradecí sobremanera que Ellie abriera la puerta del despacho que compartía con otros cuatro agentes. ¿Una misión? La mink se fue sin darme opción de replicar, dejando una carta en la mesa. Era la correspondiente orden de los superiores, la cual adjuntaba una carta enviada a quien la recibiese pidiendo ayuda. ¿El reino Russuam? Y Ellie quería un informe...

―Bob, ¿te importaría echarme una mano con el informe del Reino Russuam? No creo que me dé tiempo a hacerlo yo solo en media hora. Te debo una ―dije con una sonrisa cuando el agente terminé por asentir.

***

―Reino Russuam ―comenté tras sentarme en una de las mesas repartidas por el tercer vagón del Umi Ressha―. En resumen son una panda de borrachos afines al Gobierno Mundial, aunque hay cierta sombra de sospecha debido a algunos movimientos extraños. Por el momento son aliados ―sentencié, dejando sobre la mesa el dosier. No era gran cosa, pero aportaba la información básica que necesitábamos para acometer la empresa.

Había escogido una gruesa y larga gabardina blanca para protegerme del frío que amenazaba con golpearnos en cuanto pusiésemos un pie fuera del tren marítimo. Y así fue: el gélido viento me alborotó el pelo cuando al fin bajamos de nuestro transporte en San Beersburg. Numerosos barcos cargaban y descargaban cajas que no dejaban de tintinear durante el transporte. Aquella gente vivía de la exportación de vodka, por lo que lo más probable era que botellas llenas del mismo fuese el contenido de las cajas. Aun así, había muy poca gente y la poca que había caminaba con cansancio. No había modo de que con tan poca actividad pudiese mantenerse a flote un país al completo, por lo que todo apuntaba que los motivos que había tenido el tal Takeda para enviar la carta eran ciertos.

―Pues sí que está mal la cosa, ¿no? ―comenté, envolviéndome en mi gabardina y dejando que el vaho escapase entre mis labios―. Creo que lo primero que deberíamos hacer es encontrar a ese señor, ¿no? Esa carta no da muchos detalles y toda la información que nos pueda dar podría sernos útil... Pero ¿por dónde empezamos?
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Vie 5 Jun 2020 - 14:32}

Ruffo apareció tan puntual como solía hacer, y lucía una gabardina bastante elegante. La mink había optado por ropa térmica, y su abrigo era de piel sintética. También llevaba una de sus prendas favoritas, una bufanda en cuyas puntas emulaba la de un lobo y una loba.

Los agentes se montaron en el Umi Ressha, concretamente en el tercer vagón, mientras algunos agentes más salían de él. La loba pidió algo de bebida y una pequeña tapa para picar y esperó a que Ruffo sacase el tema del informe que había solicitado. Por lo visto, la isla a la que se dirigían eran aliados del gobierno mundial, por lo que no debería haber demasiados problemas en ese aspecto.

Ellie echó un vistazo sobre el informe, bastante bien elaborado para el tiempo del que disponía, y tras ello miró a su compañero.

- Me hace mucha ilusión ir a un sitio tan frío. Ojalá haya nieve. ¿Podemos hacer un muñeco grande si acabamos pronto?

La mink continuó leyendo, encontrando algunos puntos clave que ayudarían en la misión. La isla, pese a ser pequeña no podía vivir únicamente de la exportación del vodka, su principal actividad. Por lo que algo había encerrado allí. En ese preciso momento, y tras un viaje bastante cómodo, las campanas sonaron y Ellie se levantó, saliendo por la puerta y poniéndose la capucha.

- ¡Vaya! Ya sabía yo se que me olvidaba algo. No he traído mis guantes -comentó a la par que calentaba sus manos gracias a su fruta-. No me toques las manos sin avisar, Ruffo, que estarán muy calientes. Bueno, si tienes frío te puedes acercar, pero cuidado, no quiero que te quemes.

La agente echó un vistazo por toda la zona, observando el poco movimiento que había, más allá de los trabajadores que cargaban cajas que, a juzgar por el ruido, contenían vídrio. Señaló hacia una dirección y observó a su compañero.

- El tipo de la carta es el propietario del dojo, así que nuestra primera parada será allí. Y tiene pinta que el dojo es aquello, aunque con la niebla… Igual me equivoco.

Ellie caminó con cierta dificultad por el terreno, bastante húmedo y resbaladizo, sin embargo el frío no era un problema demasiado grave, ya que cuando sentía la baja temperatura en los huesos hacía uso de su poder para calentarse.

Las calles estaban desiertas y todas las ventanas cerradas. No se oía ningún ruido, y daba la sensación de estar en una especie de apocalípsis. Cuando por fín llegaron al edificio en cuestión, ciertamente era el dojo, o al menos así lo marcaba el cartel. Un edificio inequívoco, cuyo tejado negruzco bajaba hasta casi el suelo en forma de triángulo. Las cristaleras estaban cubiertas de cartones, probablemente para que no se helaran, pero impedían ver a través de ellas, así que Ellie tocó el timbre sin que este produjese ningún sonido. Tras ello golpeó en varias ocasiones la puerta, sin que nadie saliese.

- Pues vaya, igual aquí no hay nadie. ¿Miramos atrás?

Tras su pregunta que no buscaba respuesta alguna, la mink se dirigió hacia la parte trasera del dojo, en la cual había alguna que otra mancha de lo que parecía sangre y unas pisadas recientes que se perdían entre la niebla.

- Pues no sé si esto tendrá que ver o no con lo que nos ocupa…. Pero algo me dice que sí. ¿Las seguimos?
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Dom 7 Jun 2020 - 3:23}

¿Sangre en la parte trasera de un dojo? Mal asunto. Hasta donde yo sabía en aquellos lugares se entrenaba con espadas de madera y en el interior. Tal vez pudiese salpicar la sangre tras algún golpe mal dado, pero aquello iba más allá. Ellie también se había dado cuenta y apuntaba a que el rastro conducía hacia algún lugar.

Asentí, acompañándola en su cauteloso recorrido en pos de las máculas que manchaban el césped. Terminaron por conducirnos hasta una suerte de trastero, una pequeña construcción oculta tras dos grandes árboles cuya puerta se encontraba entreabierta. Me detuve, asegurándome de que mi compañera también se había dado cuenta, antes de dar dos firmes pasos en dirección a la entrada.

Me situé de manera que mi silueta no fuese apreciable desde el interior y, a la cuenta de tres, abrí de un potente tirón. Un sable emergió del interior inmediatamente, apenas dándome tiempo a reaccionar para no acabar ensartado por la espada. La blandía un hombre bastante entrado en años, aunque debía admitir que su forma y las facciones de su cara indicaban que se conservaba a las mil maravillas. Aquél debía ser el hombre que había solicitado ayuda.

El corte alcanzó la zona superior de mi hombro, obligándome a gemir de dolor y contener mis ganas de responderle con su misma moneda. Me alejé algunos pasos, interponiendo distancia entre ambos y dejando que el sujeto saliese al exterior. Su kimono se encontraba salpicado por el rojo mirase donde mirase y, a decir verdad, respiraba entrecortadamente como quien ha estado sometido a un tremendo esfuerzo físico.

―¡Quieto! ―exclamé, pero el veterano espadachín reaccionó con un nuevo tajo que evadí como buenamente pude―. ¡Venimos por la carta! ―acerté a añadir para, al fin, obligarle a detenerse.

―¿Por la carta? ¿Quiénes sois? ¿Dónde está la carta?

Se la enseñé tras extraerla de un bolsillo de mi gabardina. Había tenido la oportuna idea de llevarla conmigo como prueba del motivo de nuestra presencia allí. Se la tendí al hombre, que me la arrebató de las manos con rudeza antes de leerla con detalle para comprobar si era una falsificación. No terminaba de entenderlo, pues dudaba profundamente que le hubiese dicho a mucha gente que la había escrito en un intento desesperado por revertir la situación de la isla.

―¿Quiénes sois vosotros?

―Somos del Gobierno Mundial ―dije sin revelarle que pertenecíamos a la rama oculta y más oscura del mismo. No necesitaba saberlo, sólo que estábamos allí para echarle un cable.

―Así que del Gobierno Mundial. Bueno, menos es nada, aunque me gustaría que hubiesen mandado un par de barcos de esos grandotes que van de un lado para otro. Perdona por el tajo, pero pensaba que veníais de parte de ellos. ―Señaló hacia el cobertizo, donde se apilaba media docena de cadáveres―.La cosa no está como para preguntar quién va. Pasad dentro y os explicaré la situación. De paso te curaré eso y luego me ayudaréis a enterrar a estos. No quiero que mi dojo huele a cadáver los próximos meses.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Lun 8 Jun 2020 - 11:03}

Tras ir en busca del origen de la sangre encontrada en la parte trasera del dojo, los dos agentes parecieron llegar a una conclusión bastante evidente, lo que fuera que hubiera causado aquella sangre estaba tras una especia de trastero. Así lo hacían ver los rastros de líquido rojizo y las pisadas, así que Ruffo se posicionó de una manera que impidiese que lo vieran desde dentro, y abrió la puerta, viéndose sorprendido por un sable que se dirigía hacia él.

La mink saltó hacia un lateral por pura inercia al verse también sorprendida, algo que le permitió ver que quien blandía la espada no era ni más ni menos que un hombre mayor. Aunque quizá demasiado ágil para tener tantos años. Pese a los avisos de su compañero, el hombre intentó algún golpe más, creando un corte en la zona superior del hombro de Ruffo. Afortunadamente, tras decir la palabra mágica, el hombre paró y les invitó a entrar, no sin antes pedir la carta como prueba.

- Vaya recibimiento -susurró la mink, mientras ojeaba la herida de su compañero-. No se preocupe -diría dirigiéndose al hombre mayor-, con nosotros dos bastará para derrotar a esa banda de la que habla en la carta. Preferimos dejar los barcos gigantes y los grandes efectivos para cosas más gordas.

Una vez dentro, el lugar olía bastante mal, casi con total seguridad por la pila de cadáveres que el hombre estaba amontonando. El tipo se dirigió hacia un armario, cogió un par de botellas y volvió. Tras dar unas indicaciones a Ruffo, empezó a curarle la herida mientras hablaba, ampliando los detalles de la carta.

- Como podéis deducir, soy Takeda Mushashi, y yo escribí la carta. Como bien expresé en ella, el objetivo son los rodadores del cuervo. Campan a sus anchas por aquí y por allá, y toman lo que creen que es suyo, que llegados a este punto es absolutamente toda la isla. Además… No es que guarden demasiado respeto por los ciudadanos que estaban aquí antes de que ellos llegasen.

- Entiendo -interrumpió Ellie, a la par que se lamía la pata derecha y observaba cómo Ruffo contenía las ganas de gritar ante el chorretón de alcohol que el viejo le acababa de echar-. Así que lo único que tenemos que hacer, es acabar con ellos, ¿no? Pues vayamos a lo que realmente nos importa. ¿Cuántos son? ¿Dónde habitan?

- No tan rápido, jovencita. Los rondadores del cuervo llevan un brazalete en el brazo derecho. Es negro, con una calabera y su Jolly Roger. Tienes algún ejemplo en esa pila de cadáveres. Pero para acceder a ellos… Se ha de tener cautela. Han establecido un sistema de escuchadores, o así lo llaman ellos. Es gente normal y corriente que antes vivía aquí, y a cambio de un pequeño sueldo, notifica a los piratas sobre lo que ocurre en la isla. Desde gente que desconfía de ellos, otros que intentan ir más allá, o incluso de las posibles rebeliones que se puedan llegar a formar. Hay que ir con pies de plomo, cualquiera puede ser el enemigo. Respecto a dónde suelen estar… La mayoría pasan el tiempo cerca del puerto, controlando lo que entra y sale de la isla. Los rangos más altos, han tomado algunas de las casas más grandes de la plaza central. Aunque si queréis que os dé un consejo… Para acabar con ellos será mejor empezar desde abajo, y eso quiere decir ir al puerto primero.

- Interesante. De momento cogeremos un par de brazaletes, quizá nos sean de utildad -comentó la loba a la par que ojeaba los cadáveres, fijando dos ejemplares con poca sangre-. Me quedo estos dos.

- He de pediros un favor antes de que os aventuréis. Quiero… Necesito. Necesito enfrentarme al capitán de esta banda. Es algo personal, y me gustaría que no interviniérais hasta el final. Tanto si mi destino acaba aquí como sino. Si llegamos a ese punto, os diré cómo encontrar el pago antes del combate.

La mink alzó los hombros y miró a su compañero. Personalmente, ella no tenía nada en contra, así que empezó a sacar los cuerpos hasta el jardín.

- Ruffo, creo que va a ser mejor que los quememos. Si creas un pequeño hoyo para apilar cuatro o cinco cuerpos, los quemamos y volvemos a apilar. No creo que sea buena idea quemarlos sin tierra de por medio, tanto la madera como el césped ardería rápido.

Si el humano aceptaba su propuesta, usaría el poder de su akuma para quemar los cuerpos y, con suerte, llamaría la atención de algún pirata.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Miér 10 Jun 2020 - 6:29}

Ahogué más de un grito y contuve las ganas de darle más de un sopapo. El muy condenado me había vaciado media botella de alcohol encima de la herida, ¡y sin avisar! Parecía que todo mi hombro estuviese a punto de arder, pero el sujeto hizo caso omiso al ansia asesina que se había materializado en mi rostro y continuó hablando al tiempo que me vendaba la herida.

Ellie se encargó de responder a la situación, elaborando la base de lo que pretendía ser un plan mientras yo continuaba reprimiendo mis ganas de estampar la cara de aquel hombre contra el suelo. No obstante, el hecho de que el veterano espadachín pidiese enfrentarse al líder de los piratas me hizo olvidar por un instante la situación que estaba viviendo. ¿Era orgullo, honor o estupidez? La línea que separaba unos de otros no dejaba de ser la fuerza de quien exhibía esa actitud, lo que me llevó a preguntarme cuáles serían las habilidades de nuestro anfitrión.

Por otro lado, quemar los cuerpos tampoco sonaba mal. Ahorraba trabajo y tiempo y, a decir verdad, era mucho más limpio que el soterramiento. De hecho, según tenía entendido aquel acto era considerado como purificador por algunas culturas. Una soberana estupidez a mis ojos, pero ¿quién era yo para cuestionar las tradiciones de los demás en voz alta?

Obedecí a la mink, de modo que me introduje en el cobertizo y fui sacando los cuerpos para apilarlos junto al lugar donde serían incinerados. Después llegó lo peor: cavar. Únicamente debía ser una fosa y de menos profundidad que si fuesen a ser enterrados, pero no dejaba de resultar un incordio. Hundí la pala una y otra vez ayudado por mi compañera, arrojando después los cadáveres y dejando que la loba les prendiese fuego. El hombro clamaba de dolor, pero no era la primera herida de esa índole que sufría y sabía que no sería la última. Si dejaba que algo como aquello me limitase, ¿qué sería de mí?

El humo negro no tardó en elevarse desde el socavón, acompañado de un mal olor que me obligó a arrugar la nariz y cubrirla con la manga de mi gabardina. Pasaron varios minutos en los que los cuerpos fueron siendo devorados por las llamas. Los tres asistimos en silencio al espectáculo de las lenguas de fuego, pero un sonido no tardó en llamar nuestra atención. Probablemente la mink se hubiese dado cuentas antes que yo, así que ni siquiera me molesté en avisarla.

Desde el primer momento me había cuestionado si generar semejante columna de humo en un lugar como aquél no sería sospechoso, pero había dado por hecho que mi superior se habría percatado de ello mucho antes que yo. Vamos, que en teoría debía figurar en los planes, así como las rápidas pisadas en un tejado cercano y la aparición de otros tres sujetos. Vestían de negro y cubrían sus rostros con algo similar a grandes bufandas. ¿Por qué, si al fin y al cabo se suponía que habían hecho de aquél su territorio?

Fuera como fuese, no había lugar para preguntas. Mirando el lado positivo, podría descargar sobre ellos la furia que me había tenido que guardar con el espadachín. Chain of Destiny abandonó mi torso a toda velocidad, aferrando el cuello del tipo que se había lanzado contra mí y permitiéndome estrellar su anatomía contra el suelo. Continué a por el siguiente, lanzando los eslabones como si de una sólida barra de acero se tratasen. Éste, sin embargo, evadió el ataque con un ágil movimiento y se abalanzó sobre la agente junto a su compañero. Quedaba claro que querían hacer valer la superioridad numérica en todo momento.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Miér 10 Jun 2020 - 16:58}

Quizá la mink no se había percatado del estado de su compañero antes de pedirle que cavase un hoyo para apilar cadáveres, pero lo cierto era que Ruffo había obedecido sin cuestionarla. El humano empezó a clavar la pala poco a poco hasta que consiguió crear un socavón lo suficientemente grande como para añadir cuatro o cinco cuerpos.

Una vez el agente dió su visto bueno, la loba le ayudó a cargar los inertes cuerpos. Intentó taparse la nariz con el abrigo, procurando que aquel desagradable olor no entrase en sus fosas. Una vez depositaron cinco cuerpos, Ellie empezó a generar magma y a esparcirla por cada rincón del hoyo, lo que al entrar en contacto con los cuerpos empezó a prender una llama cada vez más intensa, que a su vez, generó un olor más desagradable aún. Poco a poco el poder del fuego se apoderó de los cuerpos, que fueron mutando a unos simples polvos que servirían de abono para las plantas.

Pero durante el proceso, la enorme nube negra de humo provocó el cebo que Ellie había querido. Y al entrar de nuevo en el cobertizo escuchó un ruido en el tejado, lo cual provocó que las orejas de la mink se levantasen. Su mirada quedó en el olvido, dada la importancia que estaba dando al oído en ese momento.

La agente señaló con la pata derecha la ubicación del primero de ellos en el techo, y cuando se mostraron ya no era un problema para la dupla. Con un rápido movimiento, Ruffo estampó contra el suelo a su rival, mientras que iba a por el segundo.

Con un ágil movimiento Ellie se desplazó hasta un lateral del tercer hombre, frenando en seco su embestida. Usando su electro, golpeó con fuerza su estómago a la par que daba una potente patada en su cadera, haciendo que chocase contra la pared y cayese al suelo. Pero cuando la mink se quiso dar cuenta, tenía encima al segundo individuo. ¿Qué había pasado?

Se revolvió como buenamente pudo, llevándose un par de golpes en la cara, pero finalmente consiguió zafarse de la presa de su rival. Cuando se dispuso a golpear a su rival, el espadachín hizo gala de un conveniente factor sorpresa para, de un simple tajo, crear una abundante herida en el pecho del humano, que cayó al momento al suelo mientras se desangraba.

- Creo que si tenemos que ir quemando de cinco en cinco y cada vez que lo hacemos vienen tres… -comentó en tono jocoso mientras se reía- Gracias a los dos, buen trabajo.

No podía negar que le había sorprendido el espadachín, pero quizá se ofendiese si lo decía, así que se limitó a hacerle una seña a Ruffo para quitar las bufandas a los tipos mientras esperaban unos segundos más de cautela, en los cuales no escucharon ningún ruido. Juntos llevaron unos cuantos cadáveres más, y cuando los prendieron como antes, continuaron llevando más, ayudándose del poder de destrucción de la lava.

En unos tres o cuatro minutos habían conseguido llevar todos los cuerpos que disponían, y al volver al cobertizo, el anciano se encontraba limpiando los restos de sangre del suelo, algo que la mink agradeció, porque no tardarían en empezar a oler mal. Es entonces cuando Ellie guionizó su siguiente parte del plan.

- Bueno, no ganaremos nada si los abatimos de tres en tres -dijo a la par que tanteaba las bufandas y los brazaletes-. Cambian las tornas, Ruffo. Ponte un brazalete, yo me pondré otro, y haré de tu mascota. Nos dirigimos al puerto, tanteamos el terreno y establecemos otro plan. Usted, señor -comentó mientras giraba el cuello en dirección al anciano-, debería ponerse a cubierto. Le dejaré mi Den Den Mushi y, en cuanto tengamos al líder delante, le llamamos.

El viejo no hizo ninguna seña, pero la loba se quedó tranquila al saber que había dicho lo que debía. Tras ello se maquilló durante unos minutos, tomando unos colores más apagados en su piel y adoptando lo que a ojo de cualquier inexperto sería un perro de una raza relativamente peligrosa. Tras ello se puso uno de los brazaletes en la pata y se agachó, adoptando una postura más normal para cualquier tipo de cánido. Observó a Ruffo y le señaló la puerta. A partir de ese momento la joven agente sólo podría hablar con él cuando nadie les viese, y debía ponerlo en práctica en ese momento.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Jue 11 Jun 2020 - 5:16}

¿Mi mascota? Jamás hubiese imaginado que tendría que llevar a mi superior con una correa, y mucho menos en una misión. Tuve que contener una sonrisa cuando Ellie volvió a aparecer, completamente maquillada y caminando a cuatro patas como si verdaderamente no fuese más que un animal domesticado. Ella era quien pensaba los pasos que debíamos dar en cada momento, pero con su nueva condición no podría hablar cuando se le antojase. Tal vez nos metiésemos en un gran problema si me tocaba tomar alguna decisión en público y, por tanto, en solitario.

Pero no tenía sentido detenerme a pensar en los incontables posibles futuros que podrían plantearse ante nosotros, por lo que simplemente me dediqué a colocarme la gran bufanda tal y como la llevaban los asaltantes. Me ajusté el brazalete en el brazo y, una vez tuve la confirmación por parte de los presentes de que daba el pego, me dispuse a encaminarme hacia el puerto. Aunque... Me detuve.

―Señor Mushashi, ¿tiene adónde ir? No creo que estos tres ni los otros cinco viniesen sin informar a alguien de hacía dónde se dirigían. No me extrañaría que volviesen a aparecer cuando vean que estos no regresan.

―No te preocupes. Llevo toda la vida cuidándome solo y he sobrevivido bastante tiempo antes de que llegaseis. Creo que me las podré apañar a la perfección mientras no estéis. ―Se podía ver cierto matiz de ofensa en su voz, pero en esa ocasión no nos reprendió ni nada por el estilo. Se había tomado demasiado bien la indicación de que aguardase por nuestras noticias, lo que no dejaba de extrañarme dada la iniciativa y el temperamento que había demostrado anteriormente.

Cuando abandonamos el dojo el veterano espadachín continuaba observándonos. ¿Qué estaría tramando? No me gustaba en absoluto el último gesto, casi imperceptible, que nos había dedicado. De cualquier modo tardamos un buen rato en llegar a la zona portuaria. Aproveché el camino para comentarle a la cuadrúpeda agente mis dudas acerca de la disposición del maestro de la espada a quedarse aguardando, pero no pudimos profundizar demasiado en el asunto.

No llegamos a la zona donde desembarcaban las personas, porque allí habíamos tomado tierra y habíamos podido comprobar que la presencia de los Rodadores del Cuervo no era tan marcada. Sin embargo, en el lugar dedicado íntegramente al cargamento de bienes y objetos no eran pocos los que portaban unos brazaletes como los nuestros. Si además de aquella zona se empleaba la usada por los pasajeros... ¿cuánto alcohol podrían exportar en aquella isla? Daba vértigo sólo de pensarlo.

―¡Ya era hora! ―exclamó un tipo al tiempo que se aproximaba a nosotros. El emblema de su brazalete era de color rojo, lo que supuse le otorgaba un rango diferente al resto de personas que se encontraban allí; yo incluido―. Tenemos a seis diablos cargando doscientos kilos de vodka en un galeón en el otro extremo del sector dos. Llevan todo el día ahí, pero no les queda mucho... Aunque no sé si terminarán antes de irse al otro barrio. Id a supervisarlos, anda ―rió, haciendo descender sus ojos hasta detenerlos en Ellie―. ¡Pero mira qué tenemos aquí! ¿Quién es la perrita más bonita, eh? ¿Quién es la perrita más guapa de toda la banda? ―Se agachó, extendiendo la mano para acariciar su cabeza.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Jue 11 Jun 2020 - 10:04}

La mink caminó adoptando las conductas propias de lo que se había convertido; un perro. Su compañero intentó hacerla entender su preocupación con respecto a que el espadachín hiciese algún movimiento, lo cual era casi evidente. Pero no podían luchar contra ello, ya que eran únicamente dos agentes en la misión y, si uno se quedaba allí, reducirían al cincuenta por ciento su efectividad, y si lo traían con ellos, seguro que alguien le reconocía. En cualquier caso, la loba esperaba que el anciano no entorpeciese la misión.

Cuando estaban llegando a una zona cercana al cargamento de bienes, un tipo se les acercó, dejando ver un brazalete de un color rojizo, distinto al que Ruffo llevaba. Cuando estaba a un metro de nosotros nos contó que teníamos que supervisar a seis tipos que cargaban doscientos kilos de vodka en un galeón cercano al sector dos. Y entonces torció los ojos ante la agente.

Ellie empezó a moverse, mostrándose bastante excitada ante las palabras de aquél tipo. Subió sus patas delanteras al muslo del hombre, y dejó que éste le acariciase la cabeza, notando una relajación que provocó que cerrase los ojos. Segundos más tarde bajó y se puso al lado de su compañero, que se dirigió hacia parte del sector dos.

La mascota de Ruffo miró en todas direcciones hasta darse cuenta que no había nadie cerca, y entonces susurró.

- Para y haz como que me fijas el collar -dijo hasta que su compañero le hiciera caso. Si estaban más cerca podría susurrar más aún y levantar menos sospechas-. Tenemos dos opciones, o bien tantear a los trabajadores y ver si hay alguno leal a esta gente, o seguir nuestro plan y obtener información. No puedo tomar una decisión ahora mismo, y te cedo la responsabilidad de hacerlo a ti, ya que habrá que tomarla en el momento. Si creo que te equivocas, te ladraré. Ah, importante, cuando lleguemos al lugar suéltame, inspeccionaré la zona.

Y tras ello, la agente volvió a su posición normal y acompañó a Ruffo, esperando que este dijese algo si lo consideraba necesario.

Una vez llegaron al sector dos, pudieron ver a cinco tipos cargando cajas de un almacén en un barco. Sin embargo el tipo había dicho seis, ¿qué pasaba? Ellie ladró cinco veces a un tono bajo, y a cada ladrido le acompañaba una señalización con el hocico a los humanos que portaban las cajas.

Si Ruffo consideraba apropiado soltarla, correría por la zona buscando algún rastro. Empezó a oler todas las zonas y corrió cerca de los humanos, que lucían bastante cansados y apenas repararon en ella. Finalmente accedió al almacén y olisqueó las cajas, donde encontró algo que llamó su atención. Había unas cuantas enumeradas de manera distinta y que no seguían el mismo patrón que las demás, y su olor era diferente. Parecía… Pólvora. Aquello quizá mostraba una pista a los agentes sobre dónde venía parte del dinero de aquella gente.

Ellie saldría fuera del almacén y buscaría a Ruffo, para que cuando quedase libre, abriese las cajas en cuestión y salieran de dudas. Para hacerle entender lo que tenía que hacer, daría algunas vueltas sobre él y caminaría hasta el almacén, donde señalaría con su pata superior derecha una de las cajas en cuestión. Puede que aquella misión fuese más divertida que cualquier otra llevada a cabo con el humano. ¿Quién le iba a decir a Ellie que actuaría de esa manera siendo además la superiora?
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Vie 12 Jun 2020 - 4:44}

Me agaché para ajustar el collar de mi mascota y así poder escuchar las palabras de Ellie. Planteaba varias posibilidades, pero por el momento no disponíamos de ninguna información y me parecía que lo más acertado era no separarnos demasiado del guión que el tipo del brazalete rojo nos había marcado. Me dirigí hacia el sector dos, comprobando que únicamente cinco hombres se encargaban de hacer el trabajo que en teoría debían estar haciendo seis. ¿Dónde estaba el sexto? La mink también se había dado cuenta y lo dio a saber ladrando en voz baja, si es que esas palabras podían ir juntas.

De cualquier modo, la solté tal y como me había pedido y comenzó a corretear y olfatear la zona. A decir verdad, pese a lo trabajado de su maquillaje resultaba un ejemplar increíblemente grande. Claro que cualquiera que hubiese visitado el número suficiente de islas se habría topado con seres de mayor tamaño y aún mayor extrañeza. Un perro de semejantes proporciones no desentonaba tanto, a fin de cuentas.

―¿Qué? ―dije al tiempo que me acercaba a las últimas cajas que quedaban por transportar aquel día―. Contentos de que los Rodadores del Cuervo al fin os den trabajo de verdad, espero.

―Claro que sí, señor ―dijeron cuatro de los peones, mientras que el quinto se limitó a sonreírme y dedicarme una simple pregunta―: ¿Y Matt, señor? Se fue hace un rato a beber agua y no ha vuelto.

―Ahora preguntaré. Tú sigue con lo tuyo ―respondí en un tono bastante rudo. Era importante dar el pego como miembro del grupo criminal en cuyo seno acabábamos de entrar.

Permanecí observando cómo actuaban durante unos minutos, pero Ellie no tardó en aparecer para avisarme de que había encontrado algo. La seguí sin dudar, descubriendo unas cajas que se diferenciaban de las demás en su numeración. Abrí la primera sin dudar, encontrando varios recipientes repletos de pólvora. La segunda contenía un número considerable de armas, lo que revelaba que aquella banda pretendía más que aprovecharse del dinero que en el lugar se obtenía de la exportación de alcohol.

―Nos hemos enterado de esto por una carta, por lo que el Gobierno no estaba al tanto de lo que sucede aquí hasta hace poco. A saber cuántas armas han escondido entre los cargamentos que han podido salir durante las últimas semanas. Habrá que avisar de ello para revisar los envíos cuando acabemos aquí ―dije, cerrando de nuevo las cajas y dejándolas como estaban―. No creo que ninguno de esos hombres apoye a esta gente. Los están explotando. Cuatro de ellos están muertos de miedo, pero uno ha actuado un poco diferente. Ha sido mínimo, pero seguiré tanteándolo para ver si averiguo algo más antes de hacer nada. Por cierto, me ha preguntado por el sexto miembro del grupo. Al parecer se fue a beber hace un rato y no ha vuelto. Tal vez podría ser interesante buscarlo ―sugerí, abandonando el almacén y volviendo a mi posición junto a las cajas.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Vie 12 Jun 2020 - 13:58}

Cuando la loba llevó hasta el lugar de los hechos a su compañero, éste se vió sorprendido y le comentó su preocupación, ya que el gobierno no había estado al tanto de todo lo que había pasado. Y, además, había tanteado al resto de hombres, algo que le había llevado a tomar una conclusión; Cuatro de los hombres estaban muertos de miedo, y un quinto había actuado algo distinto, aunque por lo que Ruffo decía, había sido un pequeño matiz. Otra preocupación más ahondaba en el quinto miembro del grupo, que por lo visto había ido a beber y había desaparecido. La mink asintió y se puso manos a la obra.

Había visto al humano salir, y justo después salió ella a toda pastilla, rodeando los edificios cercanos y buscando cualquier pista que ayudara a identificar al trabajador desaparecido. Por el camino se encontró a algún hombre con brazalete, pero no repararon demasiado en ella, pese a que un ejemplar de su tamaño no fuese demasiado habitual. Quizá fuese por el brazalete, o puede que la hubieran visto antes. En cualquier caso, tras una ronda rápida no pudo ver nada sospechoso, por lo que se volvió hasta la zona donde todo había empezado.

Los trabajadores continuaban cargando cajas y cajas, y cada vez se notaba que el cansancio hacía más mella en ellos. Llegado el punto, alguno paraba unos segundos a descansar, pero lo cierto era que lucían bastante desgastados.

La loba caminó a través de la rampa y subió al galeón donde estaban cargando todo. Ojeó las zonas, bajó a la bodega, y pudo observar que la capacidad estaba casi al cien por cien. Probablemente en ese barco solo fueran dos o tres personas nevagándolo, o de lo contrario, quizá superase el peso recomendado. Cuando reconoció todo el terreno, volvió a un lateral de Ruffo, que al verla sola y sin actuar como antes, debería entender que no había sido capaz de encontrar el último trabajador. ¿Dónde diablos se habría metido?

En ese preciso momento la agente tuvo un flash, y salió corriendo hacia la cubierta de nuevo, tras ello bajó de nuevo a la bodega y se limitó a oler todas las cajas, metiéndose por los pequeños rincones habilitados para pasar, hasta que llegó a una caja en cuestión, donde el olfato no le engañó. Allí había algo vivo. Golpeó un par de veces la caja con a pata, esperando que lo que hubiese se moviera, y tras ello tuvo que levantarse y bajar la caja. Tras abrirla, encontró a un humano en su interior, enrollado sobre sí mismo y haciendo gala de una elasticidad increíble. La mink acercó su hocico hasta que el humano empezó a ponerse nervioso.

- Soy bueno, soy bueno. Quieta chica, quieta -comentó a la par que se levantaba, denotando bastante poca habilidad-. Voy a salir, y no te vas a mover.

El humano empezó a dar pasos lentos, y la loba lo siguió. Pero tras el tercero, empezó a echar a correr, y Ellie tuvo que saltar hasta placarlo. Le puso la pata en la boca, intentando que no hiciera ruido, y ladró en tres ocasiones, esperando que Ruffo la oyese y bajase. Empujando levemente con el hocico, la agente fue arrinconando al tipo, hasta que se encontró en una zona casi invisible. Desde allí custodió que no bajara quien no debiera. Ese tipo seguro que tenía información que les venía bien, aunque, ¿cómo se la sacarían sin revelar su identidad.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Sáb 13 Jun 2020 - 5:28}

La lástima que me inspiraban aquellos hombres difícilmente era comparable con ninguna otra que hubiese experimentado previamente. Arrastraban sus pies y realizaban una y otra vez el mismo recorrido, guardando las escasas fuerzas que les quedaban para volver a coger una nueva caja y llevarla hasta el barco. Los observé en silencio, pero unos ladridos de Ellie no tardaron en avisarme de que había encontrado algo relevante. No podía salir corriendo, así que caminé lentamente hacia la embarcación.

―Voy a asegurarme de que todo esté bien cargado. Más os vale seguir aquí cuando vuelva u os veréis en serios problemas. Estáis avisados.

Crucé la pasarela que conducía hasta la cubierta y, al comprobar que no había rastro de mi cánida amiga allí, me dirigí hacia las bodegas. Las recorrí hasta dar con ella, pues no podía arriesgarme a llamarla por su nombre y que hubiese oídos indiscretos escuchando. Lo que debían haber sido unos segundos me tomó algunos minutos, pero finalmente la hallé.

Arrinconaba a un tipo contra una pila de cajas de mercancías, las cuales formaban un recoveco difícil de encontrar si no se buscaba premeditadamente un lugar como aquél. El aspecto del sujeto era igual de lamentable que el de los peones encargados de cargar el barco, por lo que pude deducir que se trataba del sexto individuo del grupo.

―Se supone que no deberías estar aquí ―dije con voz calmada sin retirar la gran bufanda de mi cara―. Entonces dime... ¿qué haces aquí? ―Observé los alrededores, descubriendo una caja abierta y libre de cualquier mercancía. Ni armas, ni pólvora ni alcohol. ¿Acaso había salido de allí?―. ¿En una caja? Ya puedes ir hablando si no quieres que dé la voz de alarma. No creo que te guste lo que te hará el jefe si se entera de esto.

―Sólo quería escapar... ―confesó con evidente temor―. No sé hacia dónde se dirige este barco, pero si es a algún lugar que no esté controlado por vosotros...

―Por nosotros... ―El tipo callaba―. Espero que no tengas familia ―amenacé. Aunque no hubiese verdad en mis palabras, él lo desconocía. Debía hacer lo posible por averiguar las intenciones de aquel sujeto y descubrir si podía servirnos para expulsar a aquel grupo del reino.

―Tal vez podría buscar ayuda para que viniese la Marina o algo así. Siempre hemos tenido buenas relaciones con el Gobierno Mundial y en teoría deberían venir a defendernos.

―¿Estás solo en esto o hay más personas implicadas?

―Somos un grupo pequeño. Los demás están demasiado asustados como para mover un dedo. ―Terminó por responder, seguramente al recordar la poco amigable advertencia que le había hecho anteriormente.

―Creo que podemos fiarnos de él, ¿no crees? ―comenté a mi compañera sin mirarla, lo que arrebató una mueca de sorpresa a mi interlocutor. Quizás pensase que no estaba en mis cabales, pues a sus ojos acababa de hablarle a la nada.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Sáb 13 Jun 2020 - 18:18}

Ruffo interrogó al tipo mientras Ellie analizaba lo que decían, sacando la lengua como el perro al que estaba imitando. Nunca entendió la postura de aquella gente que había sido pillada, y probablemente condenada, y aún así contaban todo el plan. Pero quizá era porque nunca se había visto en una situación lo más remotamente parecida a esa.

El caso es que el tipo accedió a contar todo lo que sabía. Primero comentó que tan solo quería huir, y que solo esperaba llegar a una isla que no estuviese controlada por los piratas. Y tras ello dijo que iba en busca de la ayuda de la marina o el gobierno mundial, haciendo mención a la buena relación que había entre ellos y las instituciones mencionadas. Y, finalmente, ante la pregunta de su compañero, el hombre comentó que había un grupo pequeño que ejercía de resistencia, aunque por lo que terminó diciendo, no parecían tener demasiadas agallas. Todo aquello hizo ver a la mink que el tipo no mentía, había sinceridad en sus palabras, y Ruffo terminó por preguntar si podían fiarse de él, aunque casi que él lo daba por sentado. Tras reflexionar unos segundos más, la joven asintió.

- Creo que sí -comentó ante el asombro del humano, que se echó hacia atrás, golpeando la pared de madera-. Perdona si te he asustado antes. Somos dos infiltrados en los rodadores del cuervo, y nuestro fin es básicamente vuestro fin. Así que… ¿Qué os parece si unimos fuerzas?

El hombre, bastante sorprendido, se tomó un tiempo en hablar. Quizá porque no le salía la voz, o puede que no saliese de su asombro.

- Está… Está bien. ¿Pero quién os manda?
- Digamos que vuestro salvador es Takeda Mushashi, el dueño del dojo. Nosotros trabajamos para él.
- Takeda eh… Ese viejo tiene más agallas que todos los que estamos aquí. Algunos dicen que está loco, pero parece que es el más cuerdo de todos.

Ellie escuchó un sonido cerca, y salió a toda velocidad hacia la puerta. Allí había un tipo con un brazalete igual que los suyos, así que se le ocurrió que ladrando y saltando podría entretenerlo un momento.

- ¿De quién es este chucho? ¡No me gustan los perros! ¡Quita hostias!

Pero la agente prosiguió saltando e incordiando al humano, que terminó por salir corriendo, y una vez dejó el barco, la cánida dejó de seguirle para volver a entrar a la bodega.

- Tenemos un nuevo enemigo -dijo a la par que sonreía-. Bueno, ¿cómo te llamas?
- Mi nombre es Yoren.
- Vale Yoren, pues necesito que hables con tus amigos de la resistencia y recojas toda la información que puedas de esta gente. Desde quién está de guardia a qué hora, quiénes son los mandos más altos, dónde viven… Vamos a derrocar a esta gente poco a poco, y lo haremos entre mi compañero y yo. Vosotros solo tendréis que darnos información y nosotros solo hablaremos contigo. Todos los días te buscaremos y encontraremos la forma de quedarnos a solas.
- Está bien. Gracias… Y dadle las gracias a Takeda.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Lun 15 Jun 2020 - 2:23}

Una visita inesperada había estado a punto de sorprendernos, pero Ellie se había encargado de espantarlo. Suponía que no habríamos tenido demasiado problemas para justificar nuestra presencia allí, como argumentar que estábamos cerciorándonos de que todas las mercancías habían sido cargadas y organizadas adecuadamente, pero con la intervención de la mink todo se había solucionado antes de llegar a ese punto.

Con el trato hecho con Yoren, finalmente pudimos abandonar las bodegas y volver a nuestra falsa actividad. No quedaban demasiadas cajas, por lo que en media hora el trabajo fue finalizado y los Rodadores del Cuervo se retiraron a descansar, y nosotros con ellos. Numerosas patrullas recorrían las zonas que resultaban relevantes para la banda, pero aquel día no efectuaríamos ningún movimiento.

La pequeña y pusilánime resistencia era cobarde, pero sus integrantes tenían ojos y observar con disimulo no entrañaba demasiado peligro. Descubrimos que los que portaban el brazalete rojo resultaban ser una suerte de oficiales de alta graduación dentro de la tripulación. Sus viviendas estaban repartidas por toda la isla, aunque se aseguraban de no vivir demasiado lejos unos de otros. Con el paso de los días fuimos siendo capaces de identificar sus moradas, pero no tomamos la iniciativa. Aún quedaba mucha información por recavar antes de ponernos en marcha.

Hicimos alguna visita furtiva al señor Mushashi, informándole sobre las novedades con discreción en encuentros que nunca pasaron de los quince minutos. El veterano espadachín contemplaba con repulsión nuestros uniformes, pero callaba a sabiendas de que no constituían más que una tapadera para expulsar de allí a los corsarios.

***

Había transcurrido una semana al completo desde nuestra llegada. Poco a poco habíamos ido conociendo al resto de rebeldes ―si es que podían llamarse así― entre los habitantes del lugar. Cada día se nos había destinado a una zona en concreto, lo que había facilitado esa labor. Fuera como fuese, únicamente quedaba por identificar al líder al que nuestro anfitrión tanto ansiaba enfrentarse.

Yoren se encontraba aquel día guardando las mercancías en cajas y embalándolas, y nosotros con él. El lugareño daba rápidos vistazos a los alrededores en busca del momento perfecto para dirigirse a nosotros. Yo, por mi parte, desempeñaba mi papel de tiránico integrante de la tripulación, insultando y amenazando a cualquiera que flaqueaba mínimamente. La base para una buena coartada era que aquellos a quienes pretendía socorrer tampoco supiesen mi identidad, que no albergasen duda alguna acerca de que era un miembro de los Rodadores del Cuervo.

―Ditter se ha enterado de algo esta mañana ―susurró Yoren cuando consideró que la situación era segura, y no se equivocaba―. Al parecer el líder vendrá al puerto en unos días, el viernes según ha podido escuchar, para supervisar los preparativos del próximo envío. Se ve que es bastante importante y por eso hemos estado echando incluso más horas. Además, por lo que ha escuchado de dos de esos que van con los brazaletes rojos, de vez en cuando se pasea entre los suyos para reafirmar en silencio su autoridad. Tal vez planee matar dos pájaros de un tiro con esa supuesta supervisión.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Lun 15 Jun 2020 - 18:58}

Los siguientes días sirvieron para obtener información muy valiosa. Desde las zonas más importantes para la banda, ya que eran las que más protegían, hasta las diferencias de equipación de los integrantes de los Rodadores del Cuervo, que terminaban definiendo su posición jerárquica.

Tanto Ellie como Ruffo habían visitado en varias ocasiones al señor Mushashi, el cual cambiaba el rostro cada vez que se fijaba en algún detalle de la vestimenta de los agentes. Aunque eran reuniones lo suficientemente cortas para no ser pillados, tenían una importancia vital en todo aquello. O eso creían.

Y finalmente, tras una semana inmersos en los entresijos de la banda, llegó algo de información realmente útil. Yoren se hizo el remolón, pero acabó soltando aquello por lo que habían ido hasta allí.

El líder llegaría al puerto en unos días, lo cual les daba algo de tiempo para trazar un plan. Vendría, teóricamente, a supervisar un pedido importante, algo que por lo visto solía hacer. Parecía ser la viva imagen de un jefe autoritario, y aquello no estaba claro si jugaba en su contra o no. Tras agradecer las palabras de Yoren, Ellie se acercó a Ruffo y, observando que no había nadie cerca, comenzó a hablarle.

- Pues ha llegado el momento de actuar. Tenemos que tenerlo todo muy bien pensado. Hay que minimizar las fuerzas de esta gente en estos dos días, pero para eso hay que saber quién acompañará al líder. Si alguno de ellos falta, puede que se empiece a oler algo -la mink dejó unos segundos en los que le dió vueltas a una cosa-. Ya está. Ve por tu parte a intentar averiguar quién irá con el líder, así como su hora de llegada, yo empezaré a trazar un plan con el mapa de la isla. El mismo día que el líder venga, unas horas antes, nos encargaremos de todos los Rodadores que podamos. Cuento contigo, Ruffo.

La loba esperaría unos segundos por si su compañero tenía algo que decir, pero si no había ninguna contra, la agente saldría del lugar, yendo en dirección al lugar donde los trabajadores solían descansar. Allí estaba Ditter, en uno de sus breves descansos. Ellie se acercó a él e hizo un amago de querer jugar, gesto que el humano entendió a la perfección y la siguió, haciendo ver que ese maldito perro le había robado algo.

Cuando estaban a solas, Ellie le pidió un favor.

- Ditter, necesito un mapa de la isla y que me señales todas y cada una de las casas donde viven Rodadores. Y también si viven solos o no.
- Supongo… Supongo que podemos -comentó visiblemente fatigado tras la carrera-. Lo hablaré con la resistencia, aunque no podemos saber si viven solos o no. Pero bueno, indagaremos. Tendrás el mapa mañana, lo meteremos en alguna caja.

Quizá fuese porque Ellie se había metido mucho en el papel, pero le costaba pensar más que antes. Realmente lo único que le apetecía era correr, jugar y… Bueno, cosas de mayores.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Mar 16 Jun 2020 - 3:15}

Asentí sin más, pues no se me ocurría nada que añadir a la vía de acción que proponía la cuadrúpeda agente. La mink se marchó del lugar donde nos encontrábamos, dejándome solo en medio de la marabunta de Rodadores del Cuervo en la zona portuaria. Me erguí, contemplando cómo se marchaba y deteniéndome unos segundos a respirar profundamente. Hasta ese momento siempre había estado cerca de mí, pero debería apañármelas solo. Me había encontrado en situaciones como ésa antes, pero eran operaciones de menor calibre en las que no había tanto en juego.

Tenía mi zona de vigilancia asignada, como siempre, así que me dirigí a ella y realicé mis funciones sin abandonar en ningún momento el papel que yo mismo me había atribuido. Los oficiales realizaban rondas periódicamente, y no sólo uno de ellos, sino que se iban relevando para poder descansar y dejar a sus subordinados el peso de sus oscuros negocios. Lo cierto era que el resultado era bastante favorable para ellos. ¿Cuánto tiempo podrían trabajar diariamente?¿Dos horas? ¿Tres? A saber.

Pasó un buen rato hasta que el primer pirata de brazal rojo apareció por la zona, deteniéndose a ver cómo trabajan los operarios que yo vigilaba. No llevábamos retraso y aún estaban frescos, así que se dispuso a seguir con su recorrido. No obstante, aproveché la ocasión para abordarle e intentar conseguir algo de información:

―Disculpe, señor. Me han comentado algunos compañeros que les han cambiado los turnos el día que llega el jefe. ¿Sabe si hay algún problema conmigo? No me gustaría estar en un lugar inapropiado cuando venga, ya sabe, por dar buena imagen.

El ceño del corsario se frunció al otro lado de su bufanda, probablemente confuso por lo servicial que se mostraba quien en teoría pertenecía a la peor calaña que surcaba los mares. Carraspeó, valorando qué hacer conmigo para finalmente responderme:

―No sé de dónde has salido tú. Supongo que serás nuevo. En principio vosotros os quedaréis aquí. Los que estáis destinados a este sector tenéis que ateneros a lo que ya se os comentó. El jefe sólo pasará por aquí a echar una ojeada para hacer ver que se asegura de que todo va bien, como siempre. Nunca viene mal dar la imagen de que estamos unidos; nunca se sabe cuándo la chusma puede decidir alzarse en armas. De todos modos, hasta donde yo sé no se ha cambiado el turno de nadie. Pregúntale a Pamela, que será la próxima en venir y está más al tanto de esas cosas.

Le agradecí sus respuestas con el mayor entusiasmo que pude y volví a mis labores, aguardando a que la siguiente oficial hiciese acto de presencia para repetir la estrategia. Elegí cuidadosamente mis palabras para no decirle exactamente lo mismo que al anterior y que aun así ambos percibiesen que preguntaba por algo similar. No sabía si al final del día se ponían al día, lo que no sería extraño, y debía evitar salir a la luz si eso sucedía. Pamela se mostró bastante más dispuesta a revelarme información, preguntándome quién me había mentido de semejante modo para darle su merecido castigo. Se suponía que era nuevo, así que un "no sé quién era" resultó bastante convincente y la del brazal rojo se fue visiblemente enfadada con la situación. No podía permitir que los subalternos creasen esa clase de bulos por el riesgo a que la solidez y unidad de la banda se viese comprometida.

De cualquier modo, mi labor estaba hecha y sólo me quedaba aguardar al final del día para comentarle a Ellie lo que había averiguado. La identidad de quienes escoltarían al líder no podía ser revelada, aunque la actitud de Pamela me había hecho pensar que todos los oficiales estaban al tanto de quiénes eran. ¿Debería constar en algún sitio, no? Aunque el hecho de que fuesen piratas hacía bastante probable que aquel tipo de decisiones se tomasen simplemente hablando y no se pusiesen por escrito.

Aun así, se le había escapado que comentaría la situación con los demás por la noche, lo que me invitó a pensar que esas reuniones verdaderamente sucedían con el fin de mantener organizada la fructífera actividad de la que se habían adueñado en la isla. Esperaba que Ellie me alabase cuando finalmente volviésemos a Enies Lobby.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Mar 16 Jun 2020 - 13:42}

Tras solicitar todo lo que la mink necesitaba, salió por la puerta a paso lento. Fué paseando por las calles hasta que se encontró a un oficial. Éste le paró, empezó a acariciarla y le dió de beber de una botella. La lengua de la agente empezó a estar pegajosa, y cuando se quiso dar cuenta, entendió que aquello que le estaba dando no era agua precisamente. Cuando torció el rostro y observó al oficial, éste la golpeó y salió corriendo, dejando parte de su cuerpo y patas empapado de aquella sustancia. Escuchó un ya no darás más porculo, pero no fue capaz a saber si había ocurrido de verdad o era su imginación. Empezó a encontrarse cada vez más cansada, y aunque le estaba gustando su tarea de fingir ser un perro, quería terminar pronto para dejar de lado aquella isla que tantos problemas le estaba dando.

Prosiguió su camino casi sin poder abrir los ojos del todo, chocándose en ocasiones contra las paredes y dando la sensación de que estaba borracha. Cuando llegó al lugar donde Ruffo y ella descansaban, éste parecía contento, por lo que la joven loba entendió que había tenido éxito en sus investigaciones. No le hizo falta preguntar para que su compañero diese la información que necesitaba. Por lo visto la identidad de los que fueran a acompañar al líder no sería revelada, pero según las sospechas del humano, todos los oficiales debían saberlo. También profundizó sobre la posibilidad de que tuviesen algún acta, o un escrito donde todo eso estuviese reflejado. Aunque a decir verdad, no era muy propio de los piratas, y pronto pareció darse cuenta de ello.

En cualquier caso, lo único que sabían era que iban a hablarlo. Si supieran el lugar podrían ir a escuchar, sin embargo, algo decía a la agente que ya era tarde. La mink se acercó y golpeó en la espalda del humano un par de veces, y lo hizo a una velocidad tan lenta que parecía ser parte de alguna obra de comedia. Tras ello, se sentó en la cama, sin siquiera cambiarse de ropa.

- He pedido a Ditter que nos hagan un mapa -hizo una pausa intentando abrir algo más los ojos-, señalando las casas donde viven algunos de los oficiales. Lo mostrará a la resistencia y mañana tendremos algo -realizó una segunda pausa mientras se pasaba la lengua por los dientes, notando su boca excesivamente seca-. Mi idea sigue siendo la misma que antes, sorprenderles instantes antes de que el líder venga. Pero… Algo me dice que no es una buena idea. No sé por qué, pero empiezo a pensar que mis ideas no son buenas -bostezó sonoramente-. Es como si… Como si mi intelecto se hubiese visto reducido a un nivel muy básico.

La agente negaría con la cabeza mientras buscaba las palabras. Aquella sensación era tan extraña que la hacía sentir peor aún. Inspiró algo de aire y después lo expulsó con un bufido.

- De ahora en adelante, necesito tu sinceridad. Actúa como si tú fueras el superior. Artículo veintisiete, epígrafe cuatro. Te asigno mi mismo rango en esta misión, y la responsabilidad de lo que hagas recaerá sobre mí -comentó casi susurrando, a la par que lamía su pata derecha, cuyo sabor era ciertamente desagradable, aunque no le pareció importar-. Necesito… Necesito descansar. Nos vemos mañana temprano, tendremos que buscar a Ditter para que nos de el mapa. Mientras tanto… Puedes… Puedes buscar una solución a estos problemas.

La agente se encontraba tan cansada que apenas unos segundos bastaron para quedar completamente dormida. Tuvo alguna que otra pesadilla aquella noche, sin embargo no le privó del sueño. Cuando despertó notó su boca muy seca, como si no hubiera bebido en años, y cuando quiso pronunciar alguna palabra fue incapaz. Pero lo peor fue cuando abrió los ojos. No había nada. Solo podía ver una luz blanca, sin más.

Se levantó con rapidez, dió un par de pasos y chocó contra la pared. Se volvió a levantar y el resultado fue el mismo. Se llevó la mano a la garganta mientras notaba como se había hecho sangre en la nariz. ¿Qué diablos había bebido?
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Vie 19 Jun 2020 - 2:19}

¿Qué le ocurría a Ellie? La mink se mostraba muy rara, demasiado incluso, aunque entendí que probablemente estuviese cansada y necesitase descansar. Se había valido de su falsa identidad como mi mascota para ir de un lado a otro con libertad casi absoluta durante todo el tiempo que llevábamos allí. Lo mejor parecía ser permitir que durmiese cuanto fuera necesario. Necesitábamos que estuviese en pleno uso de sus facultades cuando llegase el momento, así que me senté junto a la ventana y dejé que las horas pasasen bajo el manto de la noche.

No sabía cuánto tiempo llevaba observando la calle desde la vivienda que los Rodadores del Cuervo nos habían asignado para pasar las noches ―pues pasábamos la mayor parte del día fuera, comidas incluidas―. El silencio y la quietud me permitieron sumergirme de forma casi involuntaria en un mundo de pensamientos y reflexiones, pero el nervioso sonido de unos nudillos al golpear la puerta atrajo mi atención.

Me puse el brazalete y el gran pañuelo que cubría mi rostro, cerré la puerta del dormitorio y me dispuse a abrir a quien fuese. ¿Quién sabía si la banda me necesitaría por algún motivo? Cuál fue mi sorpresa al comprobar que en el umbral de la puerta no se encontraba otro que Ditter. Miraba a ambos lados con nerviosismo, como si, justificadamente, temiese que algún miembro de la banda criminal apareciese.

―Rápido, déjame pasar ―comentó, introduciéndose en el interior sin darme tiempo a permitirle el paso―. Iba a venir mañana tal y como acordamos. Hemos localizado las casas de los oficiales ―Dejó un gran pergamino enrollado sobre la mesa―, pero ha surgido algo aún más importante. Maite dice que ha visto cómo tres oficiales entraban en una vivienda situada en lo alto de la calle. ―Señaló el límite superior de la pendiente que había fuera a través de la pared―. He pensado que podría ser útil.

―Sí ―respondí, levantándome en el acto y disponiéndome a investigar aquella revelación. Tal vez se dispusiesen a tratar el asunto que tanto nos importaba―. Apaga las luces y no salgas hasta dentro de un rato. Asegúrate de que no haya nadie cerca antes de irte. Lo habéis estado haciendo muy bien y sería un problema y una lástima que os descubriesen en el último momento por un error tan tonto.

Sin decir nada más, me dispuse a abandonar mi residencia temporal y seguir las indicaciones de Ditter. No tardé en identificar la construcción que refería. Varios oficiales de los Rodadores del Cuervo parecían encontrarse en su interior, pues una luz en la segunda planta revelaba su ubicación y los murmullos que apenas escapaban a través del cristal indicaban que había más de una persona allí. No podía entrar sin llamar la atención, así que tendría que ingeniármelas para escuchar lo que hablasen desde fuera.

Me valí de unas cañerías para subir hasta el tejado, aproximándome con sumo cuidado a la zona más cercana a la habitación que acogía el encuentro. Tenía que ingeniármelas para que abriesen la ventana, así que observé con detenimiento los alrededores hasta identificar un panal de abejas alojado a la sombra de una chimenea.

―Esto va a doler ―maldije en un susurro, estirando hacia atrás el guante como si de ese modo pudiese protegerme más. Cuanto más lo pensase más reticente me mostraría a hacerlo, así que lo cogí y corrí hacia la zona adyacente situada sobre la ventana. Coloqué el panal con cuidado junto a ella. Sus ocupantes, enfadas por que alguien hubiese perturbado su sueño, salieron y golpearon el cristal con furia. Lo hicieron hasta que uno de los oficiales abrió la ventana y empleó un palo de escoba para arrojar la colmena al vacío. Y la dejó abierta.

Cerré el puño en señal de victoria, pero no tardé en volver a abrirlo. Me ardía y dolía a partes iguales, pues los aguijones de muchas abejas habían conseguido traspasar la piel de mi guante para hallar su muerte en mi carne. El cuerpo me pedía que abandonase aquel lugar y buscase algún modo de calmar el dolor, pero no podía marcharme, no en un momento tan crucial. Me coloqué lo más cerca posible, captando con total nitidez las palabras de los de los brazaletes rojos.

Allí estaba todo lo que necesitábamos saber. El líder llegaría en dos días y seis serían los oficiales encargados de su escolta. Me aseguré de retener los nombres y el itinerario, así como las zonas que tendrían que coordinar el día siguiente para poder averiguar y confirmar con exactitud cuáles eran sus viviendas. El plan de Ellie resultaba coherente y abordable por dos únicos efectivos, por lo que todo aquello que lo facilitase era bien recibido.

Aguardé hasta estar seguro de que los asuntos a tratar habían terminado y abandoné la zona, volviendo a mi morada y tumbándome a descansar. Caí presa de un profundo sueño. La agente se había dormido mucho antes que yo, por lo que supuse que también se despertaría primero. Aprovecharía el momento para comentarle toda la información que había obtenido.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Vie 19 Jun 2020 - 14:12}

La mink volvió a despertar y, a juzgar por lo que tocaba, se había quedado inconsciente en el suelo tras su golpe contra la pared. Seguía sin poder ver, y algo le decía que no iba a cambiar pronto. Intentó ubicarse en la habitación, sin mucho éxito, y acabó tumbándose en la cama de Ruffo sin querer. Cuando le despertó, se puso bastante nerviosa y no sabía muy bien qué hacer.

- Ruffo, no puedo ver. Un criminal de estos me obligó a beber algo, y como estaba tan metida en el papel… Lo hice. Y ahora no veo, no veo nada. Percibo luces, pero nada más.

La agente intentó tranquilizarse poco a poco, aunque era algo que requería demasiado temperamento en ese momento.

Por lo que Ruffo contaba, había venido uno de los integrantes de la resistencia para dar un chivatazo, y el humano había ido en busca de algo de información. En el proceso de la obtención recibió algunos picotazos, y Ellie, al tocar su mano se dió cuenta. Parecía estar tocando granos de arena, era bastante desagradable en verdad.

Lo más importante era que el líder llegaría en dos días, y tendría a seis oficiales como escolta. Datos más que relevantes. Pero lo eran aún más los nombres y el itinerario que seguirían. Ellie sonrió, pese a que seguía sin poder ver la más que probable sonrisa de su compañero, y entonces percibió la presencia de un conocido. ¿Ditter? Parecía él, desde luego. Si realmente lo era, aprovecharía para que, sobre el mapa que les habían entregado, realizasen un círculo sobre las casas de los oficiales a los que no tenían que reducir.

Intentó recordar los nombres y los dijo en el orden que Ruffo los había transmitido. Ruper, Nianda, Doremy, Blas, Poquen, Zandy. Aunque esperaría a que su compañero le diese el visto bueno o le corrigiera.

Si tanto su compañero como ella estaban seguros del plan, y Ditter era capaz de rodear todas las casas, tocaría elevar un poco más el plan, definiendo cada proceso. Aunque claro, quizá la ausencia de visión fuese un impedimento. ¿Cómo podía la mink volver a apreciar las bellezas del mundo?

- Si todo va bien, necesitaré ver para seguir con el plan, de lo contrario… Seguramente salga mal.

Lo cierto era que Ellie tampoco podía delegar todo el trabajo en Ruffo, aunque mientras recuperaba la visión parecía la única opción posible. A no ser que el humano supiese de algún truco que la ayudase.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Lun 22 Jun 2020 - 2:53}

Ayudé a Ellie a ir hasta el lugar donde habíamos desplegado el mapa. Ditter había optado por quedarse allí finalmente, y lo cierto es que no podía culparle. Salir de casa por la noche era algo lo suficientemente arriesgado como para decidir hacerlo una única vez. Probablemente hubiese estimado que era más seguro aguardar a que el sol saliese de nuevo y volviese a haber personas en la calle ―aunque no fuesen demasiadas―. De ese modo podría inventarse una excusa convincente si alguien le preguntaba qué hacía en la zona.

―El problema es que siempre van tapados ―se lamentó el rebelde―. Sabemos los nombres de quienes le escoltarán y dónde viven los oficiales, pero desconocemos cuál es la casa concreta de cada uno de ellos. Y no tenemos tiempo ―se lamentó, llevándose las manos a la cabeza y tirando del pelo como si de ese modo se pudiese desprender de su preocupación.

―Vamos a tranquilizarnos ―comenté, haciendo gala de una seguridad de la que carecía completamente. ¿Quién sabía? Quizás de ese modo pudiese serenarme yo también―. Veamos, tenemos dos días. Ditter, intentad distribuiros de forma que siempre haya alguien cerca de los oficiales. Hacen bastantes relevos, así que tal vez podáis averiguar quiénes son esos seis y dónde viven. Ellie... Señora, creo que en ese estado sólo llamaríamos la atención de todo el mundo si fuésemos juntos. Creo que puedo hacerme cargo de la situación solo durante veinticuatro horas, las cuales puedes aprovechar para descansar e intentar recuperarte. Aunque ahora que lo pienso... Si ese tipo ha intentado acabar contigo de algún modo no se extrañarán de verme sin mascota. Tal vez podrías vagar por ahí como un perro ciego y viejo y ayudar a la resistencia a localizar los objetivos con mayor precisión, ¿no?

Estaba ciega, sí, pero la agente ya había demostrado en numerosas ocasiones que era capaz de vencer cualquier escollo y salir airosa de las situaciones más adversas. Era en casos como aquél que las personas ―y los minks― crecían de verdad en todos los ámbitos.Yo no podía faltar en la zona portuaria, cumpliendo mis funciones de tiránico supervisor y estando al tanto con disimulo de Ditter y los demás. Eso haría, pero algo me decía que, después de mi accidentada actuación nocturna ―la mano aún me ardía, aunque los guantes podrían disimular su aspecto a la perfección― la labor de la lisiada cánida sería crucial.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Lun 22 Jun 2020 - 10:55}

Ruffo fue bastante amable con la mink y entendió su problema de visión. No era sencillo, la verdad, pero la personalidad del agente parecía ir más allá de lo que la loba ya habia visto. Sonrió, sin saber siquiera si le estaba mirando, y dejó ayudarse en todo lo que Ruffo le comentó.

Ditter estaba allí, y parecía tener alguna preocupación bien fundada. Se lamentó sobre la información que nos había brindado, ya que no parecía ser tan buena como en un principio sonó. Los piratas solían ir tapados, y pese a saber quiénes iban a ser los escoltas, no conocían sus casas, pese a que sí sabían la zona donde vivían. Ellie empezó a pensar cómo proceder, aunque pronto su compañero intentó tranquilizarles.

Ruffo quizá estaba adoptando un semblante dubitativo, algo que la agente no podía comprobar, pero lo cierto era que sus palabras eran firmes. Abogó porque aún quedaban dos días, y daba tiempo a pensar algo y sacar más información para estar totalmente seguros de cómo proceder. Después, comentó que se veía preparado para afrontar el mando de la operación durante veinticuatro horas, las cuales la agente podía emplear para descansar y, con suerte, la vista volvería. Pero también comentó algo bastante interesante, y era que la propia mink se podría hacer pasar por un perro callejero y así ayudar a la resistencia a obtener más información. Ellie asintió, aunque veía una pega.

- Creo que es una idea fantástica. Necesito el maquillaje de mi mochila, que si no recuerdo mal dejé a los pies de mi cama. Creo que el color gris perla será perfecto. Necesitaré también brochas pequeñas y algún que otro algodón. De los redondos, que son más útiles. Y… Claro. Esto va a ser embarazoso -dijo, más pensando en alto que para sí misma-. Voy a necesitar que alguno de vosotros dos… Me de el aprobado. Y para ello me tendréis que ver desnuda -dijo aquello último con bastante vergüenza-. No quiero que el plan se vaya al garete por esta tontería, ¿no?

Si alguno de los dos le daba el material, se iría hasta el baño palpando las paredes y se encerraría allí. Probablemente le costara más del doble de tiempo maquillarse sin ver, pero la agente hizo gala de una gran paciencia y fue dándose maquillaje en todas las zonas del cuerpo que así lo requerían. Finalmente se decantó por un gris perla en todo el cuerpo. Probablemente hubiera quedado mejor una tonalidad más oscura y luego una clara en determinados lugares, pero sin poder ver lo más seguro era que no saliese bien.

- Ya podéis pasar -dijo, totalmente nerviosa y sin saber muy bien a qué se exponía-. ¡Estoy lista!

Si le recomendaban darse maquillaje por alguna zona, haría caso, y si por el contrario le daban el aprobado, marcharía hacia donde Ditter dijese, intentando olfatear algún rastro sospechoso o simplemente vagabundeando por las zonas cercanas en busca de las casas de los afortunados. Se tendría que ayudar de su mantra durante todo el proceso para no golpearse en más ocasiones de la cuenta.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Lun 22 Jun 2020 - 17:49}

La mink se encontraba en problemas, de modo que cualquier ayuda que pudiésemos prestarle sería de extremada utilidad. Me dirigí hacia su mochila, extrayendo todo lo que había dicho necesitar tras hurgar un poco en su interior. Esperé hasta que creyó estar lista y nos pidió que entrásemos en el baño. Lo cierto era que pese a que se había demorado más de lo habitual el resultado era más que convincente.

―Yo creo que das el pego bastante bien. No dejarás de ser un perro callejero, así que no creo que se fijen demasiado en ti. Ten cuidado para que nadie la emprenda contigo a pedradas, pero, más allá de eso, creo que no debería haber ningún problema. Yo creo que debería irme ya ―añadí, terminando de colocarme mi uniforme y poniendo rumbo a la puerta―. Ditter, espera unos minutos antes de salir con tranquilidad y disimulo. Nos veremos en el puerto.

La mayor parte de la jornada transcurrió sin novedades. Con dar algún grito de vez en cuanto y soltar más improperios de la cuenta mi seguridad estaba garantizada, así que me dediqué a moverme distraídamente y permanecer lo más cerca posible de los oficiales cuando paseaban por la zona que me había sido asignada aquel día.

No fue hasta el ocaso que finalmente tuve algo de suerte, y es que el relevo se presentó en mi área un rato antes de que el oficial apareciese. Me presté a hacer mis labores con mayor dedicación que nunca, resultando incluso cruel en más de una ocasión; todo fuera por no levantar sospechas.

―¿Cómo ha ido todo, Zandy? ―preguntó quien efectuaría la última ronda.

―Tranquilo, como siempre. Empiezo a estar un poco cansada de esto, pero supongo que es lo que toca. Te dejo a cargo ―añadió, levantándose de la caja en la que se había sentado a conversar y dirigiéndose al pueblo.

Por mi parte, di un rápido vistazo a los alrededores para identificar a Malena, una de las rebeldes que nos había estado intentando ayudar en la consecución de información. Le hice un gesto apenas perceptible con la cabeza, tan fugaz que sólo ella podría darse cuenta de que era más que un simple cabeceo. Aquello era la señal para que supiese que podía marcharse, que debía escabullirse para seguir los pasos de Zandy. Yo la cubriría y justificaría su ausencia en caso de que fuese necesario. De cualquier modo, lo cierto era que los oficiales no prestaban demasiada atención a si había cinco personas donde debería haber seis, por lo que podía asumir que era una jugada bastante segura. Esperaba que los demás hubiesen tenido una suerte similar a la mía y que, del mismo modo, Ellie se las hubiese ingeniado para identificar la viviendas de más escoltas. Tan sólo nos quedaban veinticuatro horas antes de efectuar nuestro movimiento, y mentiría si dijese que no sentía cierto nerviosismo.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Mar 23 Jun 2020 - 10:54}

Ellie caminó por las calles de la ciudad empleando su mantra para no chocarse con las paredes. Su olfato parecía ser más agudo aún, aunque quizá simplemente lo percibía distinto al no poder observar nada.

Cuando estaba a punto de renunciar debido a su constante fracaso en la búsqueda de oficiales, consiguió escuchar algo que hizo que continuase en su encargo. Dos tipos cuchicheaban, y lo hacían sobre los cargamentos del puerto. La mink caminó por las cercanías y, cuando estaba lo suficientemente cerca, olisqueó un palo y empezó a mear ahí.

- Como no lo acabemos antes de que llegue nos va a echar una bronca de la hostia.
- Ya, ¿pero qué quieres que haga? Hoy he dejado inconsciente a un tío porque no podía trabajar, pero le hemos perdido por lo menos durante tres días.
- Deberíamos de centralizar a todos los grupos, y que curren en un mismo fin hasta que venga el jefe.
- Díselo a Peter, que está que no caga como lo han elegido… Ya sabes, para hacer los honores.
- Qué asco le tengo. Y te digo yo que es peor tenerlo de vecino, su perro no me deja dormir ninguna noche.
- Esa zona es la peor… ¡Tienes a mucho tonto junto!

Ellie no pudo evitar sonreír. Tenía un hilo del que tirar, y cuando los dos oficiales se despidieron, caminó a una distancia de seguridad del que dijo ser vecino del tal Peter, que presumiblemente sería uno de los escoltas del jefe, o eso había entendido ella. Durante unos minutos que se hicieron eternos la única misión de la agente era seguir a un hombre sin levantar sospechas, algo que le pareció tan aburrido como emocionante a ratos.

Una vez escuchó como el humano entraba a su casa, la loba marcó el poste más cercano con su orina, algo que sin duda le resultaría útil. Por si alguien lo limpiaba, empezó a olisquear buscando algún aroma característico para identificar la zona, y le llegó uno muy dulce, parecía algodón de azucar y caminando un par de minutos llegó hasta lo que parecía ser el puesto. Contento por lo que había logrado, la mink se puso de camino a casa de nuevo, donde contaría todo lo que había descubierto.

Si estaba allí Ruffo, le diría que había encontrado la casa de uno de los oficiales que teóricamente escoltarían al jefe, y que además, por lo que había dicho el otro oficial, en aquella zona había muchos oficiales más, algo que sin duda podría ser de ayuda si se guiaban con el mapa. Aunque claro, con veinticuatro horas de margen, tenían que empezar a moverse ya o sería demasiado tarde.
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[Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo Empty Re: [Misión mítica - Paraíso] Ataque preventivo {Jue 25 Jun 2020 - 18:55}

La jornada concluyó sin que obtuviese más revelaciones. Una vez la noche hubo caído se dio la orden de que todos los peones se retirasen a descansar. Yo me aseguré de pasar junto a Malena, que con un gesto de lo más sutil depositó en mi mano un pliego de papel. Continué caminando como si la rebelde no existiese, dirigiéndome hacia la vivienda que nos habían proporcionado forzándome a extinguir la premura que me incitaba a salir corriendo.

Ellie ya se encontraba allí cuando llegué, aunque aún daba la imagen de ser un perro alimentado a base de restos de los demás.Uno muy grande, eso sí. Me aseguré de cerrar la puerta con fuerza para que pudiera escucharme, aunque lo más probable era que me hubiese olido enseguida.

―¿Cómo estás? ―pregunté, sentándome frente a ella y sacando el trozo de papel de un bolsillo. No obstante, la mink tenía algo que decirme antes de que yo pusiese en su conocimiento la información que había conseguido―. Pues ya tenemos dos, intuyo. ―Desplegué la hoja―. Sí, escuché algo que podría resultar útil en el puerto y Malena se encargó de seguir a Zandy. Pues ya tenemos dos, y están bastante cerca, por cierto.

Pasamos un rato discutiendo cómo podríamos obtener la información sobre las residencias de los demás y cuál debía ser nuestro primer movimiento una vez la consiguiésemos. Habíamos alcanzado por quinta vez en un rato el mismo punto muerto cuando, al igual que la noche anterior, la puerta volvió a sonar.

En aquella ocasión Ditter no esperó a que le abriese, sino que entró atropelladamente y cerró con cuidado tras de sí. Sin siquiera mediar palabra, se dirigió hacia nosotros y posó sus ansiosos ojos sobre el mapa, arrebatándome el rotulador de las manos para rodear cuatro puntos más. No dije nada. Simplemente me limité a mirarle inquisitivamente y esperar a que recuperase el aliento.

―Al parecer anoche hubo seis viviendas cuyas luces permanecieron encendidas hasta altas horas de la noche. Dos son las que ya habíais marcado, y ésas son las otras cuatro. Venía convencido de que serían ellos, porque ¿quién si no podría ser? Que fuesen exactamente seis sería mucha casualidad, pero si encima dos de vuestras direcciones coinciden creo que no hay margen de error. ¿Y bien?¿Qué haréis? No queda demasiado tiempo para que llegue el líder. Sólo tenemos veinticuatro horas...

Guardé silencio, clavando mis ojos en Ellie para ver si a ella se le ocurría con precisión cómo deberíamos proceder. Esperaba de todo corazón que su vista hubiese regresado para cuando llegase el momento de movernos.
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