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Corría un nuevo día en la ajetreada Dressrosa y yo, para variar me encontraba asentada en un hotel de dos estrellas cercano al pub donde solía trabajar por las noches de vez en cuando. Hoy tocaba actuación y esta iba a ser bastante sonada (ya que había hecho otras anteriores y la gente había quedado embelesada por mi voz). Que afortunada era que no conocían mi verdadero ser...sino ahora mismo estaría clavada en una pared y expuesta como un bicho raro. Pero bueno, la noche era joven y el sol ya se estaba ocultando tras pasar yo todo el día en mi habitación mientras afinaba la voz.
Cuando dieron las 9:30 de la noche ya era hora de ir apareciendo por la taberna para efectuar dicha actuación. El local estaba bien ubicado en el centro de la ciudad, su fachada se asemejaba bastante a un gran teatro ( a pesar de que era una taberna, pero era la más rica de la zona por los espectáculos que ofrecía). Había bastante gente en la entrada así que opté por entrar por atrás, además tampoco quería que algún "fan" me agobiara o me pidiera que cantara para él fuera del escenario...podían pasar cosas malas sin quererlo.
Una vez entré por la puerta trasera del local me recibió Giuseppe, el gerente de la taberna, que esbozó una gran sonrisa al verme.
-¡Oh mi bambina! Tan bella y delicada como siempre. Espero que tengas esas cuerdas bocales a pleno rendimiento esta noche- dijo con un aspaviento de manos- Estamos completos esta noche gracias a ti. Ahora ve a cambiarte, sales en cinco minutos.
Dicho y hecho me fui al "camerino" que venía siendo un cuartucho para los empleados donde procedí a cambiarme de ropa. Mientras tanto en la Platea la gente se iba sentando, otros pedían sus rondas en la barra y el escenario estaba listo para que yo comenzara a dar mi espectáculo. No quería hacer esperar más a aquella gente, básicamente porque cuanto más tardara en aparecer más tardaría en cobrar...y el dinero me hacía falta para poder continuar mis aventuras sin tener a mi hermano encima mía ( Ivan Markov). Guiseppe no tardó ni tres minutos en entrar en el camerino y decirme que debía salir ya al escenario. Apenas pude ponerme el traje "folclórico" de Dressrosa... y los nervios me aumentaron cuando Guiseppe me presentó.
-¡Damas y caballeros esta noche y tras muchos inviernos sin venir por aquí nuestra querida Selene ha vuelto! ¡Hoy a petición de un servidor bailará para nosotros el típico baile dresrosano, y es más, cerrará la actuación con su canto "The ravens fall", un aplauso para la albina del Oeste!
El telón del pequeño escenario se abrió lentamente dejando que el público me viera con un traje "flamenco" típico de la isla. De fondo y antes de comenzar el baile unos "Olé la calidad" se escucharon (seguramente de algunos marines borrachos). Sin hacerles demasiado caso comencé a bailar a la par que un guitarrista, a mi espalda comenzaba a tocar:
Acabado el baile la Platea se levantó al completo aplaudiendo y lanzando algunas rosas a la palestra. Sin embargo muchos ya estaban esperando el número estrella y por lo que realmente estaban esperando "The ravens fall". Así que mientras volvía a cambiarme de ropa el guitarrista comenzó a tocar un "solo" mientras tanto. Cuando salí del camerino vestía como una trovadora de algún siglo pasado desconocido para nuestra historia. Tomé asiento en el taburete que habían dispuesto para mi, no sin antes volver a presentarme, y procedí a cantar:
Una vez acabada la canción se hizo el silencio absoluto. Algunas lágrimas caían de los presentes, machos y hembras por igual. En ese momento de calma y lloro comenzaron los aplausos, que poco a poco iban haciéndose cada vez más fuertes. Yo me levanté del taburete y mostré mis respetos con una leve reverencia al público. Tras eso bajé del escenario y me dirigí a mi "camerino" nuevamente rauda como el viento mientras me llevaba la mano izquierda a la garganta, pues modular mi voz para un público "normal" no era algo que me costara poco controlar..y menos cuando mi voz destroza cosas...
Cuando dieron las 9:30 de la noche ya era hora de ir apareciendo por la taberna para efectuar dicha actuación. El local estaba bien ubicado en el centro de la ciudad, su fachada se asemejaba bastante a un gran teatro ( a pesar de que era una taberna, pero era la más rica de la zona por los espectáculos que ofrecía). Había bastante gente en la entrada así que opté por entrar por atrás, además tampoco quería que algún "fan" me agobiara o me pidiera que cantara para él fuera del escenario...podían pasar cosas malas sin quererlo.
Una vez entré por la puerta trasera del local me recibió Giuseppe, el gerente de la taberna, que esbozó una gran sonrisa al verme.
-¡Oh mi bambina! Tan bella y delicada como siempre. Espero que tengas esas cuerdas bocales a pleno rendimiento esta noche- dijo con un aspaviento de manos- Estamos completos esta noche gracias a ti. Ahora ve a cambiarte, sales en cinco minutos.
Dicho y hecho me fui al "camerino" que venía siendo un cuartucho para los empleados donde procedí a cambiarme de ropa. Mientras tanto en la Platea la gente se iba sentando, otros pedían sus rondas en la barra y el escenario estaba listo para que yo comenzara a dar mi espectáculo. No quería hacer esperar más a aquella gente, básicamente porque cuanto más tardara en aparecer más tardaría en cobrar...y el dinero me hacía falta para poder continuar mis aventuras sin tener a mi hermano encima mía ( Ivan Markov). Guiseppe no tardó ni tres minutos en entrar en el camerino y decirme que debía salir ya al escenario. Apenas pude ponerme el traje "folclórico" de Dressrosa... y los nervios me aumentaron cuando Guiseppe me presentó.
-¡Damas y caballeros esta noche y tras muchos inviernos sin venir por aquí nuestra querida Selene ha vuelto! ¡Hoy a petición de un servidor bailará para nosotros el típico baile dresrosano, y es más, cerrará la actuación con su canto "The ravens fall", un aplauso para la albina del Oeste!
El telón del pequeño escenario se abrió lentamente dejando que el público me viera con un traje "flamenco" típico de la isla. De fondo y antes de comenzar el baile unos "Olé la calidad" se escucharon (seguramente de algunos marines borrachos). Sin hacerles demasiado caso comencé a bailar a la par que un guitarrista, a mi espalda comenzaba a tocar:
- Baile:
Acabado el baile la Platea se levantó al completo aplaudiendo y lanzando algunas rosas a la palestra. Sin embargo muchos ya estaban esperando el número estrella y por lo que realmente estaban esperando "The ravens fall". Así que mientras volvía a cambiarme de ropa el guitarrista comenzó a tocar un "solo" mientras tanto. Cuando salí del camerino vestía como una trovadora de algún siglo pasado desconocido para nuestra historia. Tomé asiento en el taburete que habían dispuesto para mi, no sin antes volver a presentarme, y procedí a cantar:
- The ravens fall:
Una vez acabada la canción se hizo el silencio absoluto. Algunas lágrimas caían de los presentes, machos y hembras por igual. En ese momento de calma y lloro comenzaron los aplausos, que poco a poco iban haciéndose cada vez más fuertes. Yo me levanté del taburete y mostré mis respetos con una leve reverencia al público. Tras eso bajé del escenario y me dirigí a mi "camerino" nuevamente rauda como el viento mientras me llevaba la mano izquierda a la garganta, pues modular mi voz para un público "normal" no era algo que me costara poco controlar..y menos cuando mi voz destroza cosas...
Ivan Markov
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El destino parecía tener la retorcida costumbre de juntar a su familia entre sí. Daba igual a dónde fuera, antes o después acababa topándose con un primo, un tío o una hermana. La mayor parte de las veces sin saber que lo eran. Aún así, cuando Selene apareció en el escenario se llevó tal sorpresa que se atragantó con su vaso de tequila y echó el trago por la nariz. Tosió varias veces para reponerse y luego se quedó mirando sorprendido a la pirata bailando. ¿Cómo había ido a parar allí? ¿Se había separado del resto, o la banda estaba de visita en la zona?
- Qué coño... Dark, esa de ahí es mi hermanita pequeña. ¿Qué hace aquí?
Su primo estaba con él, por supuesto. Habían parado en Dressrosa de camino a un nuevo encargo para que le enseñase "algo muy guay" que no había querido concretar. Terminó su vaso de una sentada y observó el baile. No lo hacía mal, la verdad, aunque no se la había imaginado bailando de esa manera. Siempre le había parecido una persona altiva y distante, de pocas emociones. No solía ser muy comunicativa con el resto. Y ahí estaba, poniendo toda su energía y su ser en la música.
- Otra, camarero - indicó, poniendo el vaso en la barra - Tras la actuación te presentaré a mi prima. Es también parte de nuestra tripulación - dijo a Dark.
Sin embargo tras la danza Selene se cambió y volvió a subir. Esta vez iba vestida como una trovadora o juglar de algún reino feudal, como los que podrían haberse encontrado de estar en Hallstat. Y en el momento en que empezó a cantar, se le calló el alma a los pies. Al principio solo le sorprendió su voz, pero en cuanto la letra avanzó, comenzó a desgarrarle por dentro. Era como si alguien hubiese empezado a arrancarle la piel a tiras hasta encontrar las heridas de su corazón y a continuación le hubiesen rociado sal y vinagre. En el momento en que llegó el camarero a rellenarle el vaso, le dejó un puñado de billetes y le quitó la botella de las manos. Tuvo que hacer un esfuerzo consciente para mantener la calma y el control, pero cada detalle de la canción le arrastraba y evocaba recuerdos que prefería mantener enterrados. Así que hizo lo único que sabía para lidiar con sus sentimientos: beber. Mucho y muy rápido.
- Bueno, ¿vamos? - preguntó al acabar la canción - Dudo que nos dejen pasar sin más al camerino, así que nos colaremos.
Seguía algo dolido por dentro, pero ahora que la canción había terminado, se veía capaz de ignorarla y seguir adelante. El calor del alcohol también ayudaba. Se acercó a la puerta trasera y tras asegurarse de que nadie le miraba, se deshizo en una nube dispersa de niebla, deslizándose a ras de suelo y colándose bajo las puertas. Rastreó la posición de Selene con su mantra, y en cuanto la tuvo localizada, entró en su camerino. El vampiro se recompuso a su lado y se apoyó contra la pared con una sonrisa pilla:
- Buenas, hermanita. ¿Se te ha dado por pasar de pirata a artista ambulante?
- Qué coño... Dark, esa de ahí es mi hermanita pequeña. ¿Qué hace aquí?
Su primo estaba con él, por supuesto. Habían parado en Dressrosa de camino a un nuevo encargo para que le enseñase "algo muy guay" que no había querido concretar. Terminó su vaso de una sentada y observó el baile. No lo hacía mal, la verdad, aunque no se la había imaginado bailando de esa manera. Siempre le había parecido una persona altiva y distante, de pocas emociones. No solía ser muy comunicativa con el resto. Y ahí estaba, poniendo toda su energía y su ser en la música.
- Otra, camarero - indicó, poniendo el vaso en la barra - Tras la actuación te presentaré a mi prima. Es también parte de nuestra tripulación - dijo a Dark.
Sin embargo tras la danza Selene se cambió y volvió a subir. Esta vez iba vestida como una trovadora o juglar de algún reino feudal, como los que podrían haberse encontrado de estar en Hallstat. Y en el momento en que empezó a cantar, se le calló el alma a los pies. Al principio solo le sorprendió su voz, pero en cuanto la letra avanzó, comenzó a desgarrarle por dentro. Era como si alguien hubiese empezado a arrancarle la piel a tiras hasta encontrar las heridas de su corazón y a continuación le hubiesen rociado sal y vinagre. En el momento en que llegó el camarero a rellenarle el vaso, le dejó un puñado de billetes y le quitó la botella de las manos. Tuvo que hacer un esfuerzo consciente para mantener la calma y el control, pero cada detalle de la canción le arrastraba y evocaba recuerdos que prefería mantener enterrados. Así que hizo lo único que sabía para lidiar con sus sentimientos: beber. Mucho y muy rápido.
- Bueno, ¿vamos? - preguntó al acabar la canción - Dudo que nos dejen pasar sin más al camerino, así que nos colaremos.
Seguía algo dolido por dentro, pero ahora que la canción había terminado, se veía capaz de ignorarla y seguir adelante. El calor del alcohol también ayudaba. Se acercó a la puerta trasera y tras asegurarse de que nadie le miraba, se deshizo en una nube dispersa de niebla, deslizándose a ras de suelo y colándose bajo las puertas. Rastreó la posición de Selene con su mantra, y en cuanto la tuvo localizada, entró en su camerino. El vampiro se recompuso a su lado y se apoyó contra la pared con una sonrisa pilla:
- Buenas, hermanita. ¿Se te ha dado por pasar de pirata a artista ambulante?
Dark Satou
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Bueno, antes de presentarle a Ivan que podía llegar a ser un noble de Dressrosa, acabaron en un local para tomar unas copas. El alcohol era el aliado de los primos, al fin y al cabo. Estaban esperando alguna llamada de Spolyar para seguir apoyando a la estrella oscura, así que como el destino muy seguramente estaría en el nuevo mundo no perderían mucho tiempo. Lo lógico era siempre acudir rápido a esas llamadas, ya que cobraban mil y una cosas distintas. Encima se fortalecían mucho más y llegaban a ser guerreros mucho más competentes. Lo que quizás sí que le hizo click fue una chica albina que salió, empezando a actuar de una forma increíblemente espectacular. Encima su primo le comentó que era su hermana. ¿Es que los Markov se atraían entre sí?
—Joder, Ivan... ¿Tu hermana pequeña? —Preguntó extrañado—. ¿Nos multiplicamos los Markov, o qué? —Le replicó frunciendo el ceño—. Si no fuese tu hermana hasta le entraba, joder. Está bastante buena.
Esperó brevemente a dar la orden al camarero y miró a Ivan. Él pidió con la mano otra copa, ya que no estaba pedo por ahora. Seguramente necesitaría un par para conocer a otro familiar que desconocía de su existencia hasta ahora.
—¿Encima va con los Sinners? —Exclamó mientras arqueaba una ceja—. ¿Estáis creciendo rápido, eh? Conocí a Xandra, Kaya e Inosuke en la carrera. Les salvé de ser capturados por unos Marines. Más o menos. Parecía que tenían la situación controlada, pero no fue de más mi ayuda.
La actuación fue espectacular. Se podía sentir ligeramente relacionado con todo lo que había pasado con Louise. Le echaba de menos cada día que pasaba, así que logró conmoverlo parcialmente. A parte de la excelente danza, la voz no se quedaba para nada atrás. Vamos, parecía muchísimo más maja y buena persona que Ivan de entrada. Miró brevemente al vampiro de reojo y recordó la primera vez que se encontró de él. Sufriendo bullying por su haoshoku. Suspiró y siguió mirando el espectáculo mientras se tomaba el final de la copa y la soltaba en la mesa. Había acabado y quizás, solo quizás, tuvo que secarse una lágrima usando el brazalete. Ivan le comentó de ir a conocerla y la verdad es que el moreno tenía ganas.
—¿Colarnos? You son of a bitch, I'm in —Pronunció mientras le señalaba con el dedo hacia la zona.
Tras caminar lo suficiente, se metió en las sombras del lugar para ir siguiendo de una a otra a Ivan. Seguramente la presencia que sentía, la que destacaba por encima de los demás, era la que perseguía el vampiro. Y él también. De hecho, colarse por los lares les estaba resultando ser pan comido. Tampoco tenían una seguridad extensa, pero el moreno pensó por dentro: "¿Y si quizás puedo usar mi poasición de noble para esto?" pero no sabía si todavía lo era. Ni qué había pasado con los mercenarios. Aún no se había pasado a hablar con Lucio ni tampoco le había llegado ningún aviso. Así que tendría que esperar por ahora y pasarse a conocer a su otra prima. Joder, empezaban a multiplicársele los familiares. Una vez llegaron al camerino de la damisela aprovechó para salir de las sombras y cruzarse de brazos, viendo cómo Ivan se presentaba.
—Mis mayores felicidades. Eres muy buena en esto —exclamó con una sonrisa—. Me presento, soy Dark E. Satou, hijo de Malory Markov. Vamos, vuestro primo. —Acabó diciendo llevándose la mano a la nuca.
Si le conocía o no eso ya no lo sabía. Era absurdamente famoso en general y encima, en la isla, había logrado parar una guerra contra los mercenarios. Pero quizás solo estaba pasando por la isla. Quizás sería más divertido si no le conocía.
—Joder, Ivan... ¿Tu hermana pequeña? —Preguntó extrañado—. ¿Nos multiplicamos los Markov, o qué? —Le replicó frunciendo el ceño—. Si no fuese tu hermana hasta le entraba, joder. Está bastante buena.
Esperó brevemente a dar la orden al camarero y miró a Ivan. Él pidió con la mano otra copa, ya que no estaba pedo por ahora. Seguramente necesitaría un par para conocer a otro familiar que desconocía de su existencia hasta ahora.
—¿Encima va con los Sinners? —Exclamó mientras arqueaba una ceja—. ¿Estáis creciendo rápido, eh? Conocí a Xandra, Kaya e Inosuke en la carrera. Les salvé de ser capturados por unos Marines. Más o menos. Parecía que tenían la situación controlada, pero no fue de más mi ayuda.
La actuación fue espectacular. Se podía sentir ligeramente relacionado con todo lo que había pasado con Louise. Le echaba de menos cada día que pasaba, así que logró conmoverlo parcialmente. A parte de la excelente danza, la voz no se quedaba para nada atrás. Vamos, parecía muchísimo más maja y buena persona que Ivan de entrada. Miró brevemente al vampiro de reojo y recordó la primera vez que se encontró de él. Sufriendo bullying por su haoshoku. Suspiró y siguió mirando el espectáculo mientras se tomaba el final de la copa y la soltaba en la mesa. Había acabado y quizás, solo quizás, tuvo que secarse una lágrima usando el brazalete. Ivan le comentó de ir a conocerla y la verdad es que el moreno tenía ganas.
—¿Colarnos? You son of a bitch, I'm in —Pronunció mientras le señalaba con el dedo hacia la zona.
Tras caminar lo suficiente, se metió en las sombras del lugar para ir siguiendo de una a otra a Ivan. Seguramente la presencia que sentía, la que destacaba por encima de los demás, era la que perseguía el vampiro. Y él también. De hecho, colarse por los lares les estaba resultando ser pan comido. Tampoco tenían una seguridad extensa, pero el moreno pensó por dentro: "¿Y si quizás puedo usar mi poasición de noble para esto?" pero no sabía si todavía lo era. Ni qué había pasado con los mercenarios. Aún no se había pasado a hablar con Lucio ni tampoco le había llegado ningún aviso. Así que tendría que esperar por ahora y pasarse a conocer a su otra prima. Joder, empezaban a multiplicársele los familiares. Una vez llegaron al camerino de la damisela aprovechó para salir de las sombras y cruzarse de brazos, viendo cómo Ivan se presentaba.
—Mis mayores felicidades. Eres muy buena en esto —exclamó con una sonrisa—. Me presento, soy Dark E. Satou, hijo de Malory Markov. Vamos, vuestro primo. —Acabó diciendo llevándose la mano a la nuca.
Si le conocía o no eso ya no lo sabía. Era absurdamente famoso en general y encima, en la isla, había logrado parar una guerra contra los mercenarios. Pero quizás solo estaba pasando por la isla. Quizás sería más divertido si no le conocía.
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Me encontraba sentada frente a mi tocador peinándome el cabello mientras a mi espalda aparecían mi hermano y un tipo nuevo. Sin quitar la vista del peine respondí primeramente a Ivan.
-Es de mala educación no llamar a la puerta- dije antes de dejar el peine sobre el tocador y me levantaba para quedar frente a Ivan.- Siempre me ha gustado el baile y el canto, lástima que no pudieras apreciarlo en el barco más a menudo- concluí agarrándole el mentón suavemente y moviéndolo hacia la derecha antes de posar mi vista en el chico "nuevo".
Arqueé la ceja ante el comentario del muchacho que decía que éramos familia. ¿Otro más? Bueno, no iba a pararme a buscar una explicación para ello ya que me daba igual. Venía con Ivan y eso me llegaba, y de todas maneras no había que ser maleducada.
-Se lo agradezco Dark E. Satou - dije sin moverme de mi posición y decir aquellas palabras de una forma calmada, casi inerte.
Tras decir aquello me dirigí al biombo, pues todavía vestía con el traje de juglar y ya me estaba empezando a molestar. Así que prenda por prenda me iba cambiando mientras les hablaba a mis familiares.
-¿Que os trae por Dressrosa querido hermano y...primo?- dije cogiendo uno de los vestidos negros de la parte superior del biombo- No contaba con que estuvierais por aquí esta noche, de hecho a ti Ivan te hacía con la capitana lejos de aquí.
Tras acabar de vestirme salí de detrás del biombo para mirar de arriba abajo a Dark mientras mantenía mis brazos cruzados hasta que finalmente le pregunté.
-¿Cazas?.
Si la respuesta era "si" pues podría ayudarme con una tarea, sin embargo si no cazaba quizás podríamos irnos los tres a tomar unas copas en la taberna más cercana.
-Es de mala educación no llamar a la puerta- dije antes de dejar el peine sobre el tocador y me levantaba para quedar frente a Ivan.- Siempre me ha gustado el baile y el canto, lástima que no pudieras apreciarlo en el barco más a menudo- concluí agarrándole el mentón suavemente y moviéndolo hacia la derecha antes de posar mi vista en el chico "nuevo".
Arqueé la ceja ante el comentario del muchacho que decía que éramos familia. ¿Otro más? Bueno, no iba a pararme a buscar una explicación para ello ya que me daba igual. Venía con Ivan y eso me llegaba, y de todas maneras no había que ser maleducada.
-Se lo agradezco Dark E. Satou - dije sin moverme de mi posición y decir aquellas palabras de una forma calmada, casi inerte.
Tras decir aquello me dirigí al biombo, pues todavía vestía con el traje de juglar y ya me estaba empezando a molestar. Así que prenda por prenda me iba cambiando mientras les hablaba a mis familiares.
-¿Que os trae por Dressrosa querido hermano y...primo?- dije cogiendo uno de los vestidos negros de la parte superior del biombo- No contaba con que estuvierais por aquí esta noche, de hecho a ti Ivan te hacía con la capitana lejos de aquí.
Tras acabar de vestirme salí de detrás del biombo para mirar de arriba abajo a Dark mientras mantenía mis brazos cruzados hasta que finalmente le pregunté.
-¿Cazas?.
Si la respuesta era "si" pues podría ayudarme con una tarea, sin embargo si no cazaba quizás podríamos irnos los tres a tomar unas copas en la taberna más cercana.
Ivan Markov
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Se encogió de hombros y se cruzó de brazos - Lo mismo podría decir, ¿no? - se rió suavemente - Todos teníamos algunos asuntos pendientes. Estoy trabajando para unos mercenarios del Nuevo Mundo para sacar un dinerillo extra y armas nuevas.
Aquella sí que era la Selene que conocía. Fría y no muy expresiva, ligeramente punzante y de comentarios agudos. Le costaba reconocer en ella a la persona que había visto en el escenario. Cuando se metió tras el biombo, vigiló a Dark. Es decir, en cuanto a incesto no tenía derecho a reprochar nada a nadie, pero sabía lo pillo que podía ser a veces su primo. Si lo veía intentar mirar al otro lado o mirar muy fijamente al biombo (a lo que asumiría que estaba usando algún poder de kenbunshoku), le daría una colleja suave.
- ¿Te apetece hacer algo, hermanita? - dijo al verla salir. Entonces sonrió al escucharla y se giro hacia Dark - Eso, primo. ¿Cazas?
Para él era evidente lo que su prima quería decir. Y sinceramente, no le vendría mal una caza. Llevaba un tiempo centrándose más en su lado humano que en su akuma. Antes cazaba casi todas las noches, pero ahora con suerte una vez a la semana o menos. Y empezaba a tener ganas de sacar los colmillos a pasear y estirar las piernas. ¿Por qué no? Podía ser una buena ocasión para establecer lazos con su familia.
- Esta ciudad está llena de piezas interesantes. Seguro que ya has tenido ocasión de probar alguna, ¿no, Selene?
Las preferencias alimenticias de su hermana eran algo diferentes a las suyas, pero podía entenderla en parte. Sin embargo él prefería presas fuertes. Cuanto más poderosas fueran, mejor era su sabor y más le alimentaban. Las presas débiles y desvalidas tenían un sabor más suave y falto de cuerpo.
Aquella sí que era la Selene que conocía. Fría y no muy expresiva, ligeramente punzante y de comentarios agudos. Le costaba reconocer en ella a la persona que había visto en el escenario. Cuando se metió tras el biombo, vigiló a Dark. Es decir, en cuanto a incesto no tenía derecho a reprochar nada a nadie, pero sabía lo pillo que podía ser a veces su primo. Si lo veía intentar mirar al otro lado o mirar muy fijamente al biombo (a lo que asumiría que estaba usando algún poder de kenbunshoku), le daría una colleja suave.
- ¿Te apetece hacer algo, hermanita? - dijo al verla salir. Entonces sonrió al escucharla y se giro hacia Dark - Eso, primo. ¿Cazas?
Para él era evidente lo que su prima quería decir. Y sinceramente, no le vendría mal una caza. Llevaba un tiempo centrándose más en su lado humano que en su akuma. Antes cazaba casi todas las noches, pero ahora con suerte una vez a la semana o menos. Y empezaba a tener ganas de sacar los colmillos a pasear y estirar las piernas. ¿Por qué no? Podía ser una buena ocasión para establecer lazos con su familia.
- Esta ciudad está llena de piezas interesantes. Seguro que ya has tenido ocasión de probar alguna, ¿no, Selene?
Las preferencias alimenticias de su hermana eran algo diferentes a las suyas, pero podía entenderla en parte. Sin embargo él prefería presas fuertes. Cuanto más poderosas fueran, mejor era su sabor y más le alimentaban. Las presas débiles y desvalidas tenían un sabor más suave y falto de cuerpo.
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La chica se encontraba bastante serena peinándose el pelo. Despues habló durante un rato e Ivan le contestó. El moreno sonrió ligeramente, ya que por los subtonos de la voz de los dos y cómo se respondían se dio cuenta de que tenían una buena relación. Pero como le daba realmente igual, decidió esperar de brazos cruzados mientras se cambiaba detrás del biombo. De hecho notó que el vampiro le observó disimuladamente para ver si echaba el ojo, pero al ser familia de él, Dark había perdido todo el líbido hacia ella. Se llevó las manos a la cadera y vio que salía y cambiada. Intercambiaron unas palabras más y se coló en medio de la conversación.
—Ya aprovechando para contarlo con los dos, paré una guerra en Dressrosa y quería ver qué tal iban las cosas —miró a Ivan de reojo—. Y creo que podemos montar más... Hell kitchen por aquí.
Después hablaron sobre cazar. Los dos le preguntaron lo mismo y pudo deducir fácilmente qué cazaban. Quizás lo estaban usando como algún código entre ellos o sería costumbre de los Markov, pero aquello le demostró de que Selena o tenía una filia sobre el vampirismo o tenía una zoan mitológica de la familia de su hermano. Visto lo visto, parecían contentos y unidos, cosa la cual relajaba ligeramente a Dark. Sabía que Ivan estaba jodido por lo de Brianna, así que ahora mismo estaba como ángel guardián para que se animase activamente. Sabía que perder una pareja era jodido, por lo que no podía ayudar de una mejor forma a su primo que con su compañía. Y bueno, también tenía un gran incentivo, conocer mejor a Selene.
—¿Que si cazo? No. No cazo. Antes cazaba, pero no de la forma que hacéis —exclamó con un tono serio—. Pero os puedo ayudar a cazar. Hay una cosa que quiero probar —explicó vagamente.
Dedicó una mirada de izquierda a derecha. No parecían tener escrúpulos y aquello no era algo malo en general. Los seguiría y se aseguraría de que no dañasen a gente que no lo merecía. Al fin y al cabo, tras haber parado la guerra junto a Galhard le había cogido cierto cariño a Dressrosa en general. Pero chupetear sangre era cosa de vampiros. Él iba a hacer cosas de demonios. Sonrió brevemente por lo bajo y llevó la mirada a sus manos, imaginando cómo poseer una persona.
—Ya aprovechando para contarlo con los dos, paré una guerra en Dressrosa y quería ver qué tal iban las cosas —miró a Ivan de reojo—. Y creo que podemos montar más... Hell kitchen por aquí.
Después hablaron sobre cazar. Los dos le preguntaron lo mismo y pudo deducir fácilmente qué cazaban. Quizás lo estaban usando como algún código entre ellos o sería costumbre de los Markov, pero aquello le demostró de que Selena o tenía una filia sobre el vampirismo o tenía una zoan mitológica de la familia de su hermano. Visto lo visto, parecían contentos y unidos, cosa la cual relajaba ligeramente a Dark. Sabía que Ivan estaba jodido por lo de Brianna, así que ahora mismo estaba como ángel guardián para que se animase activamente. Sabía que perder una pareja era jodido, por lo que no podía ayudar de una mejor forma a su primo que con su compañía. Y bueno, también tenía un gran incentivo, conocer mejor a Selene.
—¿Que si cazo? No. No cazo. Antes cazaba, pero no de la forma que hacéis —exclamó con un tono serio—. Pero os puedo ayudar a cazar. Hay una cosa que quiero probar —explicó vagamente.
Dedicó una mirada de izquierda a derecha. No parecían tener escrúpulos y aquello no era algo malo en general. Los seguiría y se aseguraría de que no dañasen a gente que no lo merecía. Al fin y al cabo, tras haber parado la guerra junto a Galhard le había cogido cierto cariño a Dressrosa en general. Pero chupetear sangre era cosa de vampiros. Él iba a hacer cosas de demonios. Sonrió brevemente por lo bajo y llevó la mirada a sus manos, imaginando cómo poseer una persona.
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Mire a mi primo con una cara de desaprobación/ decepción al decirme que no cazaba. Parecía que él no estaba bendecido con las habilidades de Ivan o las mías...bueno, no se puede ser perfecto. Así que miré a Ivan y le respondí:
-Yo necesito mi bebida, estoy seca. No la voy a encontrar aquí es obvio y necesito encontrar a alguien rápido. Podemos ir a la taberna de aquí al lado, invito yo por supuesto. -Volví a mirar a Dark- Y no gracias primo, pero me gusta cazar sola, simplemente era por saber .
Cogí mi chaqueta y me acerqué a la puerta para girar el pomo a la ve que volvía a responder a Ivan esta vez.
-Alguna que otra ha caído, si, pero son rancias...
Salí del camerino no sin antes de despedirme del grupo de teatro, que agradecieron mi actuación como todas las veces que podía venir a la ciudad. Acto seguido salí del teatro y señalé, justo al lado, la taberna "De chill". Daban unos estupendos vinos, zumos y solía haber gente joven con capacidades motrices nulas tras algunas copas.
-Es aquí, entremos e ir pidiendo. -dije entrando en el local y saludando tanto al tabernero como al camarero, pues estos ya me conocían. Nos ofrecieron una mesa en el centro del local para cuatro, a pesar de que éramos tres. Yo tomaría asiento y dejaría la chaqueta sobre la silla restante vacía. Tras eso me llevaría las dos manos al mentón, apoyaría mis codos sobre la mesa y empezaría a echar un vistazo a la gente del local. Había gente bastante joven, y como no borracha. El local lleno como era costumbre. La música algo alta, Más parecía una discoteca que una taberna típica...pero eso si, el alcohol brillaba por su presencia.
El tabernero nos enseño una carta de bebidas que fui pasando a Ivan y a Dark mientras yo seguía mirando uno a uno a los jóvenes presentes en el lugar, buscando uno de mi agrado y haciendo el amago (disimulado) como si estuviera olfateando el aire.
-Yo necesito mi bebida, estoy seca. No la voy a encontrar aquí es obvio y necesito encontrar a alguien rápido. Podemos ir a la taberna de aquí al lado, invito yo por supuesto. -Volví a mirar a Dark- Y no gracias primo, pero me gusta cazar sola, simplemente era por saber .
Cogí mi chaqueta y me acerqué a la puerta para girar el pomo a la ve que volvía a responder a Ivan esta vez.
-Alguna que otra ha caído, si, pero son rancias...
Salí del camerino no sin antes de despedirme del grupo de teatro, que agradecieron mi actuación como todas las veces que podía venir a la ciudad. Acto seguido salí del teatro y señalé, justo al lado, la taberna "De chill". Daban unos estupendos vinos, zumos y solía haber gente joven con capacidades motrices nulas tras algunas copas.
-Es aquí, entremos e ir pidiendo. -dije entrando en el local y saludando tanto al tabernero como al camarero, pues estos ya me conocían. Nos ofrecieron una mesa en el centro del local para cuatro, a pesar de que éramos tres. Yo tomaría asiento y dejaría la chaqueta sobre la silla restante vacía. Tras eso me llevaría las dos manos al mentón, apoyaría mis codos sobre la mesa y empezaría a echar un vistazo a la gente del local. Había gente bastante joven, y como no borracha. El local lleno como era costumbre. La música algo alta, Más parecía una discoteca que una taberna típica...pero eso si, el alcohol brillaba por su presencia.
El tabernero nos enseño una carta de bebidas que fui pasando a Ivan y a Dark mientras yo seguía mirando uno a uno a los jóvenes presentes en el lugar, buscando uno de mi agrado y haciendo el amago (disimulado) como si estuviera olfateando el aire.
Ivan Markov
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Parecía que Selene no se había sacado del todo la idea de cazar de la cabeza. No podía culparla, aquel local era un buffet libre para alguien con los gustos de su hermana. Mientras ella buscaba una presa que se adaptase a sus gustos, echó un vistazo a su propio buffet: la carta de combinados. Tras echar un vistazo a los diferentes cocktails, acabó diciendo:
- Tomaré un Old Dressrosa - dijo al camarero - A esta ronda invito yo.
Pagó las bebidas una vez Dark hubo pedido lo suyo y se puso a observar el ambiente. Igual no era un mal momento para cazar de paso que bebía... aunque estaban allí para pasar un rato juntos y hablar, no para dejar a su primo tirado mientras se iban a dejar secos a adolescentes.
- ¿Y qué es eso de que paraste una guerra? ¿Estuviste de fiesta y no me invitaste? - le dijo con una sonrisa burlona - ¿Seguro que no la empezaste tú?
En el fondo se metía con él, sabía de sobra que era fuerte y capaz de algo como eso. Tampoco le importaba realmente que lo hubiese hecho sin él. Sin embargo sí que le llamaba la atención que se hubiese puesto a llamar la atención en una isla de la Marina sin acabar arrestado o con una flota pegada a su culo. ¿No era aquella isla la base de un Almirante desde la caída de Legim?
- Hermanita, ¿tú no vas a tomar nada de mortales? - se rió animadamente.
- Tomaré un Old Dressrosa - dijo al camarero - A esta ronda invito yo.
Pagó las bebidas una vez Dark hubo pedido lo suyo y se puso a observar el ambiente. Igual no era un mal momento para cazar de paso que bebía... aunque estaban allí para pasar un rato juntos y hablar, no para dejar a su primo tirado mientras se iban a dejar secos a adolescentes.
- ¿Y qué es eso de que paraste una guerra? ¿Estuviste de fiesta y no me invitaste? - le dijo con una sonrisa burlona - ¿Seguro que no la empezaste tú?
En el fondo se metía con él, sabía de sobra que era fuerte y capaz de algo como eso. Tampoco le importaba realmente que lo hubiese hecho sin él. Sin embargo sí que le llamaba la atención que se hubiese puesto a llamar la atención en una isla de la Marina sin acabar arrestado o con una flota pegada a su culo. ¿No era aquella isla la base de un Almirante desde la caída de Legim?
- Hermanita, ¿tú no vas a tomar nada de mortales? - se rió animadamente.
Dark Satou
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—¿Lo que ha pedido el peliblanco? Triple para mí. —Exclamó con un pequeño guiño en el ojo al camarero.
No tardaron demasiado en traer las bebidas hacia ellos. Dark aprovechó para beber de un trago la copa, notando el ardor bajar por todo su esófago. Agitó la cabeza brevemente y empezó a sudar. Era fuerte, sin lugar a dudas, pero podía aguantar mucho más. Aunque no lo haría, ya que tenía que mantener unas pequeñas formas delante de sus primos. Más bien dicho, de su prima. Del otro habían incendiado media Hallstat no hace unos días, así que no tenía por qué quejarse. Lo escuché preguntarle sobre la guerra y sonrió brevemente.
—Digamos que me puedo llevar mejor que tú con el gobierno mundial, Ivan —exclamó mientras se cruzaba de brazos—. Hicimos un Marine y yo un Davy Back Fight y acabé parando una guerra provocada entre los mercenarios y los soldados de Dressrosa. Encima acabamos saliendo mencionados por la televisión y todo, en "mi mansión es tuya" de Lucio Osborne. Básicamente me gané el respeto de todo un grupo entero de esos tíos, encima guerreros del nuevo mundo. Pero no busco dirigir nada, la verdad. Solo volver a la Marine por lo que te comenté —acabó diciendo con una pequeña sonrisa macabra.
Sabía que Ivan le estaba picando y no le molestaba en absoluto. Si hubiese ido con él sabía que las cosas no habrían podido acabar tan family friendly que con Galhard. La cuestión real era: ¿cómo iría aquello de la caza? No lo había visto hasta ahora y le interesaba bastante verlo. Así que se intentaría acoplar a los dos a ver qué hacían. Por lo menos si no acababa demasiado ebrio, claro.
No tardaron demasiado en traer las bebidas hacia ellos. Dark aprovechó para beber de un trago la copa, notando el ardor bajar por todo su esófago. Agitó la cabeza brevemente y empezó a sudar. Era fuerte, sin lugar a dudas, pero podía aguantar mucho más. Aunque no lo haría, ya que tenía que mantener unas pequeñas formas delante de sus primos. Más bien dicho, de su prima. Del otro habían incendiado media Hallstat no hace unos días, así que no tenía por qué quejarse. Lo escuché preguntarle sobre la guerra y sonrió brevemente.
—Digamos que me puedo llevar mejor que tú con el gobierno mundial, Ivan —exclamó mientras se cruzaba de brazos—. Hicimos un Marine y yo un Davy Back Fight y acabé parando una guerra provocada entre los mercenarios y los soldados de Dressrosa. Encima acabamos saliendo mencionados por la televisión y todo, en "mi mansión es tuya" de Lucio Osborne. Básicamente me gané el respeto de todo un grupo entero de esos tíos, encima guerreros del nuevo mundo. Pero no busco dirigir nada, la verdad. Solo volver a la Marine por lo que te comenté —acabó diciendo con una pequeña sonrisa macabra.
Sabía que Ivan le estaba picando y no le molestaba en absoluto. Si hubiese ido con él sabía que las cosas no habrían podido acabar tan family friendly que con Galhard. La cuestión real era: ¿cómo iría aquello de la caza? No lo había visto hasta ahora y le interesaba bastante verlo. Así que se intentaría acoplar a los dos a ver qué hacían. Por lo menos si no acababa demasiado ebrio, claro.
Nayelis
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Mantenía la vista en la gente del local a pesar de que había escuchado tanto a Ivan como a Dark. Sin quitar la vista de un joven mozo de cabellos morenos respondí a Ivan.
- Un zumo de naranja- le respondí hasta que pude ver como el joven de cabellos morenos se disponía ir a los baños. Tras ver como entraba volví la vista a mis familiares, y concretamente le dije a Ivan:
-Premio- dije fríamente antes de dirigirme a ambos esta vez- Chicos id bebiendo vosotros mientras tanto vuestras copas, y no os preocupéis por los berries, pues el tabernero y yo somos conocidos y creo que si le toco un rato el piano en el retablo para entretener a sus clientes o salgan a coste cero las bebidas. Vuelvo ahora, id pidiendo...
Sin quitar vista de los baños dejé a Dark y Ivan para que charlaran entre ellos, y quizás, que se emborracharan un poquito. Por mi parte hablé con el tabernero sobre lo que tenía en mente y aceptó sin dudarlo, ya que no era la primera vez que se lo proponía ya que aquella taberna era un lugar de paso para mi tras mis actuaciones.
Dicho y hecho me dispuse al piano del fondo del local. Comencé a tocar una pieza que me gustaba particularmente, mientras de vez en cuando echaba un ojo los baños por si salía el moreno.
Mientras la música sonaba todos atendían, incluido el morenazo que salió del baño y siguió tomando su pinta. Estaba segura de que Ivan ya sabía mis intenciones, y esperaba que Dark ni las conociera...por el bien de todos. Cuando acabó la sonata recibí los aplausos correspondientes y pude ver como en las mesas había más jarras de lo normal, lo que significaba que la gente pidió más alcohol mientras me veía actuar, como siempre. En ese momento el morenazo salió por la puerta de atrás tras haber pagado sus pintas. Yo me dirigí a la mesa de Ivan y Dark y les dije sin quitar vista del moreno.
-Chicos, ahora mismo vuelvo, no tardo ni cinco minutos....bueno....quizás siete, no lo sé. Ahora vuelvo- dije saliendo precipitada por la puerta de atrás.
- Un zumo de naranja- le respondí hasta que pude ver como el joven de cabellos morenos se disponía ir a los baños. Tras ver como entraba volví la vista a mis familiares, y concretamente le dije a Ivan:
-Premio- dije fríamente antes de dirigirme a ambos esta vez- Chicos id bebiendo vosotros mientras tanto vuestras copas, y no os preocupéis por los berries, pues el tabernero y yo somos conocidos y creo que si le toco un rato el piano en el retablo para entretener a sus clientes o salgan a coste cero las bebidas. Vuelvo ahora, id pidiendo...
Sin quitar vista de los baños dejé a Dark y Ivan para que charlaran entre ellos, y quizás, que se emborracharan un poquito. Por mi parte hablé con el tabernero sobre lo que tenía en mente y aceptó sin dudarlo, ya que no era la primera vez que se lo proponía ya que aquella taberna era un lugar de paso para mi tras mis actuaciones.
Dicho y hecho me dispuse al piano del fondo del local. Comencé a tocar una pieza que me gustaba particularmente, mientras de vez en cuando echaba un ojo los baños por si salía el moreno.
- Adagio E cantábile:
Mientras la música sonaba todos atendían, incluido el morenazo que salió del baño y siguió tomando su pinta. Estaba segura de que Ivan ya sabía mis intenciones, y esperaba que Dark ni las conociera...por el bien de todos. Cuando acabó la sonata recibí los aplausos correspondientes y pude ver como en las mesas había más jarras de lo normal, lo que significaba que la gente pidió más alcohol mientras me veía actuar, como siempre. En ese momento el morenazo salió por la puerta de atrás tras haber pagado sus pintas. Yo me dirigí a la mesa de Ivan y Dark y les dije sin quitar vista del moreno.
-Chicos, ahora mismo vuelvo, no tardo ni cinco minutos....bueno....quizás siete, no lo sé. Ahora vuelvo- dije saliendo precipitada por la puerta de atrás.
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