Los experimentos del doctor Moreau [Pasado]

- ¿Qué reputación?

Cuando te percataste de lo que habías preguntado te diste cuenta de que era demasiado tarde. Te tapaste la boca como si eso fuese a hacer que las palabras no lo alcanzasen, pero más pronto que tarde recordaste que no funcionaba así. Bajaste la mano tratando de contener una sonrisa incómoda, aunque esta afloró a pesar de tus esfuerzos. No querías hacerle daño, claro, pero en realidad todo lo que sabías de él era que jugaba a ser pirata, tenía una higiene cuestionable y a pesar de ser un completo ignorante en absolutamente todo lo relacionado con el día a día, casi cualquier cosa de la que intentases hablar con él y casi hasta el mecanismo de un chupete, pero luego tenía conocimientos tan extraños como ese cuando tú, de hecho, no tenías ni idea de la mayor parte de las familias nobles que había más allá de English Garden.

- En fin... Disculpa -dijiste tras unos segundos-. Pero contéstame a una cosa: ¿Conoces el nombre de los al menos cien nobles de English Garden? ¿Lvneel? ¿Hallstat? Hay decenas de reinos en cada mar, dudo que te suenen todos. Y justo conoces el de una chica de tu edad a un mar de distancia. Oportuno es decir poco, ¿no crees?

Lo miraste de arriba a abajo con suspicacia. Si no fuera porque tenías un don para ver a través de la gente -y que Krein era un poco evidente, para qué engañarnos- habrías empezado a sospechar de su comportamiento en los últimos días. Siempre jovial, más diligente que el resto de marineros y cumpliendo las tareas con mayor eficacia. Curioso, en realidad, para un marinero novato. Te encogiste de hombros con un suspiro; todo ese tema te estaba empezando a agotar. Él no era un pretendiente infiltrado, le faltaban al menos seis hervores para eso, y si estaban siguiendo su pista a través de una vivre card... ¿Por qué harían eso en vez de dejar que la naturaleza siguiese su curso? Obviamente, porque lo estaban forzando.

- Darte cuenta no cambia la química -objetaste-. La idea en sí no es mala, porque de hecho es lo que hace cualquier persona para ligar en un pub o en una discoteca: Sacar a alguien a bailar la hace generar endorfinas, sin que sepa realmente si son por el baile o por la otra persona. A partir de ahí esto podría desembocar en un reflejo psicosomático, como cuando tomas un placebo. -"O algo así", pensaste-. Por eso las primeras citas son para hacer algo divertido y la pasión se reaviva con experiencias emocionantes. Afortunadamente, no eres mi tipo. -Te callaste de nuevo, pensativa-. En cualquier caso, vamos a tener un problema bastante grave. Como sea cierto que se nos vienen un par de barcos de frente podemos estar en problemas. El barco necesita mantenimiento; y acabamos de tener una batalla. Si es que se le puede llamar así, al menos.

Le diste una palmada en el hombro a Krein y subiste hasta cubierta. No sabías cómo iba a suceder ni tampoco cuándo, pero ya veías en el horizonte el halo de oscuridad que rodeaba Dark Dome. Si había algo que se os fuese a aparecer de golpe no iba a tardar mucho. Y seguramente en ese momento no se anduviese con medias tintas como en el ataque anterior.

Me giré rápidamente a mirarla cuando me contestó aquello sin dudar ni un segundo. A ver, que era cierto, pero podría haber mentido o pretendido que no me había oído. Solté una pequeña risa por lo sincera que había sido sin querer.

-Es cierto, pero estoy trabajando en ello, tú dame algo de tiempo y verás cómo se oye de mí por todos los mares.- Me quedé callado unos segundos antes de volver a hablar-. Con algo de suerte, será bien, ¡pero el caso es que se hará!

Me quedé pensando en sus palabras, podría decir unos cuantos nombres más de otros linajes nobles, pero era cierto que si tenía mucho más presente su nombre y mira que era ridículamente largo. Pero ahora que todo esto había salido a la luz, quizá ese fuera el plan de mis padres, si no hubiera huido de casa habría acabado conociendo a Alice de todos modos y seguramente no habría habido mucha cabida para la decisión de cómo sería nuestra relación. Bueno, seguramente yo tampoco sería la persona que soy ahora, para bien o para mal. Era una pena que le hubiera hecho todo esto a Alice, seguro que igual que yo lo último que quería era saber de su familia de nuevo y yo había sido tan estúpido que había caido en esas maquinaciones y la había envuelto en este drama barato congeniado por nuestras familias.

-No sé de qué hablas, osea, sí lo sé, pero no los ejemplos, nunca he ido a una discoteca, tampoco he tenido una cita jamás… Hasta hoy, claro. Aun así, entiendo lo que quieres decir, me da rabia, ¿me caes bien porque me habrías caído bien de todos modos o porque estoy reaccionando a todo ese entorno artificial? No me gusta este tipo de ciencia…- Sacudí la cabeza en cuanto me recordó que íbamos a ser víctima de otro ataque-. Tienes razón, si quieres puedo volar y acercarme a los lados del barco por si necesitan algún refuerzo en alguna madera o algo así.

No tenía mucha idea de carpintería, pero en este caso no tenía que saber, solo tenía que hacer exactamente lo que me decían para arreglarlo. Por eso en parte se me había dado bien integrarme a los quehaceres del barco, solo tenía que hacer lo que me pedían y ya. Todo esto claramente solo por cortesía, me estaba dejando quedarme en su barco a parte de la comida y demás, así que como mínimo portarme bien y obedecer mientras la travesía durara era algo a lo que me podía comprometer.

- Si solo te caigo bien -comenzaste- a pesar de mi infinidad de virtudes, sobre todo mi humildad, significa que de haber planeado eso les ha salido mal, ¿no te parece?

Era un chiste bastante malo, pero no dejaba de ser una situación bastante preocupante. Krein no estaba en tu barco de casualidad; no habíais encontrado el laboratorio de casualidad, tampoco. La batalla naval, lo que supuestamente se os venía encima... Era una situación demasiado peliaguda ante la que no sabías cómo reaccionar, porque si bien no sentías nada especial por él -nada que no hubieses sentido por Surya, más bien- saber que tenían acceso tan directo a tu barco te hacía sentir extremadamente insegura. Ibas a tener que asegurarte de que los chicos hiciesen guardias rotativas. Y enseñarles a vigilar. Qué pereza...

Seguiste un rato mirando al infinito cada vez más oscuro delante de ti. Cada vez menos infinito, también. Quedaba poco para llegar hasta Dark Dome, muy poco. Pronto veríais tierra, sin rastro del segundo equipo. Podía ser una mentira del mercenario, claro; también podía ser una mentira que él creía verdad. O sea, que no le habrían contado todo. Tú seguías dándole vueltas a cada detalle, buscando dónde podía fallar aunque fuese mínimamente. Por dónde se rompía la teoría. Sin embargo, que Krein te conociese era una casualidad demasiado grande.

- ¿Cuál es tu nombre? -preguntaste-. El de verdad. Ni siquiera sé si Krein es tu nombre o tu apellido, ni si la D. significa algo. ¿Darcy? ¿Quizá Duchamp? ¿Djisk? ¿Por qué tú sabes de mí pero para mí tu resultas tan ajeno? -Si bien no habías mostrado nunca interés en los pretendientes con los que Lewis trataba de juntarte tendías a recordar sus nombres. También de la mayoría de familias importantes de English Garden y sus lazos con otras islas, aun si eran remotos. Por ejemplo tu prima tercera, la infanta Charlotte, iba a casarse con Nefertari Yakken, segundo hijo de la primera heredera de Arabasta-. ¿Cuánto sabes de mí, a todo esto? ¿Te han contado todo o solo pinceladas acerca de mi personalidad y fotos para que vieras lo guapa que soy?

En realidad las fotos de unos años atrás no te hacían justicia. Menos pecho, menos músculo, algo más fofa -bastante más, en realidad- y con más cara de niña, si cabe. Te había resultado extraña la metamorfosis tras empezar a hacer ejercicio, mucho más tras haberte emancipado. Te encogiste de hombros, todavía sin mirarlo a la cara. En realidad, estabas tan preocupada por el experimento como él, pero de una forma muy distinta.

- No nos queda madera para una reparación ambiciosa; tenemos que esperar a llegar -dijiste-. Empiezo a dudar que nadie vaya a venir, pero voy a hundir cualquier barco a menos de cuarto de milla. Despliega las banderas "noviembre" y "lima". Este día está empezando a hacerse largo, solo quiero que termine.

Y aún tenías que decidir si liberabas al mercenario encerrado o lo ejecutabas. Suspiraste. Demasiado largo.

La miré con una sonrisa divertida cuando me hizo aquella broma. Había pasado de prácticamente matarme con la mirada cada vez que decía algo estúpido cuando llegué a hacer este tipo de comentarios de vez en cuando. Era un cambio agradable así que me reí tanto como para reciprocar el gesto como porque realmente me había hecho un poco de gracia.

Eso sí, no pude evitar tensarme cuando intentó indagar un poco en por qué no había oído palabra de mí. No era muy difícil imaginarme por qué sería, pero no estaba muy seguro de si quería contarlo. Podría ser cualquier otro motivo, también, quizá, y lo más seguro, era que mi familia tampoco fuera tan importante. Aunque, esa teoría se podía descartar rápidamente con tan solo ver toda la operación que habían organizado. Incluso si en realidad solo había sido creación del familiar de Alice, si este era tan poderoso e influyente, algo tenía que tener mi familia para que decidiese aliarse con ella y no con otra. Acabé suspirando, lo mejor sería soltarlo directamente y quitármelo de encima cuanto antes.

-Ah, bueno, no, mi nombre es Yor, Krein es el apellido y la verdad es que nadie de mi familia me ha podido decir jamás de dónde viene la D. La verdad es que es muy raro, pero realmente no te puedo decir mucho más de mi nombre, en cuanto a lo de por qué no me conoces, podría tener una explicación…- Me rasqué la nuca un tanto nervioso-. Me tenían encerrado en una de las celdas de los pisos inferiores de la mansión, mis padres hacían apuestas de combates a muerte conmigo, así que supongo que por eso no querrían que se supiese de mi existencia. Igual ahora al ver que sigo vivo y en alta mar, están intentando aprovechar las migajas que queden.

Cada vez se me hacía más fácil resumirlo, como si fuese más bien un pie de página que un evento que me marcó para toda la vida. No sabía si era buena o mala señal, era simplemente cómo había evolucionado la cosa.

-Si me hubiesen enseñado fotos tuyas, te habría recordado ahora al verte. Se trataba más bien de… Suena cruel, pero supongo que un catálogo. Volaban nombres, alguna que otra explicación… Rara vez había detalles, mucho menos relevantes. Si sirve de algo, tu nombre me gustó cuando lo oí por primera vez.

Le ofrecí después de eso una sonrisa, como si ayudase en algo. Hice caso a las palabras de la capitana del barco, desplegando las banderas que pidió con rapidez. Mientras no hubiese gente realmente peligrosa en este ataque cada vez más improbable, no había mucha diferencia con nuestro anterior acercamiento a la pelea. Bueno, igual sí, esta vez estaría bien no incendiar el barco que está tocando al de Alice, por eso de conservar la cabeza una vez hubiéramos terminado de pelear.