Empieza Ellanora
- Saludos, joven. - Dice el sujeto con un educado y tranquilo tono. - Os veo a ti y a tu acompañante bastante pálidos, sospecho que sufrís los síntomas de una terrible pestilencia. - Saca de entre sus ropajes una jeringuilla de proporciones enormes, con una aguja de medio metro, con la otra mano empuña un serrucho de huesos algo oxidado. - Dejad que os haga un análisis rápido y prometo ofreceros la cura a vuestros dolores.
Tras eso avanza con tranquilidad hacia vosotros, diríais que demasiada. Hay algo raro en su silueta, es como si su perfil cambiase momentáneamente para luego volver a la normalidad.
Tras eso avanza con tranquilidad hacia vosotros, diríais que demasiada. Hay algo raro en su silueta, es como si su perfil cambiase momentáneamente para luego volver a la normalidad.
Ellanora Volkihar
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Nora gritó la orden y Adam se detuvo en seco, para no arrollar a la persona que tenían delante. Un hombre de delgada estatura, vestido de negro y con una extraña máscara de largo pico. Por lo que decía, no se qué de unas enfermedades, estaba claro que podía verles perfectamente en la oscuridad, puede que igual de bien que ella lo veía a él. Frunció el ceño tras ver como sacaba sus herramientas de medicina, que bien parecían increiblemente atrasadas en tecnología médica, incluso para los estándares de la isla de la que venía la vampiresa. Se limitó a sonreír, mostrando sus afilados colmillos.
—No tenéis de que preocuparos, señor. Ni Adam ni yo podemos ponernos enfermos. Guardad vuestras cosas y buscad pacientes de verdad, antes de que se me acabe la paciencia y decida alimentarme de vos.
Y ordenó al gigante que continuase su camino. Si el médico podía verles y había entendido el mensaje, entonces se apartaría de en medio y Ellanora podría continuar en busca del rubio. Si el médico seguía en su cabezonería, pues... Podría ser el primer no-muerto en unirse a su grupo.
—No tenéis de que preocuparos, señor. Ni Adam ni yo podemos ponernos enfermos. Guardad vuestras cosas y buscad pacientes de verdad, antes de que se me acabe la paciencia y decida alimentarme de vos.
Y ordenó al gigante que continuase su camino. Si el médico podía verles y había entendido el mensaje, entonces se apartaría de en medio y Ellanora podría continuar en busca del rubio. Si el médico seguía en su cabezonería, pues... Podría ser el primer no-muerto en unirse a su grupo.
El doctor mueve sus manos y en cada una de ellas aparecen tres jeringuillas. Lanza dos de su mano izquierda hacia el frente, pero no con la suficiente fuerza como para golpearte, pero al caer al suelo explotan a un metro de ti. La explosión crea una nube de humo de color verdoso que te ciega durante un instante, pero un cachorrito que pasaba por allí cae inconsciente en el suelo con un aspecto un tanto insano. Entonces, notas como algo va surcando el aire, es un atisbo de algo que no ha pasado, pero presientes peligro que te ataca de frente. Te das cuenta de que tres agujas van hacia ti, apuntando a tu cuerpo.
Entre el humo que empieza a disiparse puedes ver como el enmascarado se ha clavado una aguja y su tamaño empieza a aumentar, aunque tampoco mucho. Puedes notar que está más fuerte.
Entre el humo que empieza a disiparse puedes ver como el enmascarado se ha clavado una aguja y su tamaño empieza a aumentar, aunque tampoco mucho. Puedes notar que está más fuerte.
Ellanora Volkihar
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No iba a ser tan fácil. Nunca sería tan fácil. Por suerte, desde su elevada posición a hombros del monstruo gigante, no podía llegar hasta ella aquel extraño humo que el médico había convocado. Sin embargo, aunque llegase, la vampiresa dudaba seriamente de que pudiera afectarle pues, como bien había dicho anteriormente, no podía ponerse enferma en aquella forma. Ni tampoco necesitaba respirar. En principio, los genes de Adam eran fuertes, siendo un producto de un avanzado experimento, sin embargo no podía estar segura al 100% de que aquello no le afectaría. Saltó del hombro de Adam y se agarró a su espalda, esquivando así las agujas que iban a por ella. Volvió a subirse para ver como el hombre se había pinchado algo a si mismo y estaba aumentando de tamaño.
—Pff, hombres —dijo, con decepción—. Adam, aplástalo.
Los ojos del monstruo brillaron a la par que levantaba un puño sobre la cabeza del médico y lo dejaba caer como una potente máquina de presión, dispuesto a aplastarlo. En aquel instante, no podía permitirse bajar al suelo y acercarse a combatir, pues necesitaba seguir adelante. En el caso de que el hombre insistiese en ser molesto, pues... Habría que tomárselo más en serio.
—Pff, hombres —dijo, con decepción—. Adam, aplástalo.
Los ojos del monstruo brillaron a la par que levantaba un puño sobre la cabeza del médico y lo dejaba caer como una potente máquina de presión, dispuesto a aplastarlo. En aquel instante, no podía permitirse bajar al suelo y acercarse a combatir, pues necesitaba seguir adelante. En el caso de que el hombre insistiese en ser molesto, pues... Habría que tomárselo más en serio.
Estás en lo cierto. Los genes de Adam son fuertes, pero eso no evita que caiga redondo al suelo debido a los jeringazos que le han dado en el pecho. No tarda mucho en caer al suelo, dos o tres segundos como mucho, y tu caes sobre él, pero sin hacerte nada de daño. Debido a ese extraño humo tus subordinados comienzan a caer dormidos, puedes escuchar los ronquidos de algunos de ellos; si es que a eso se le puede llamar roncar.
—No hay nada más deplorable que una persona que usa a otras en beneficio propio —te dice el hombre, apareciendo a tu espalda con un silbido y volviendo a desaparecer—. Aunque ahora entiendo por qué lo haces.
El hombre ha aparecido frente a ti, y entre los dedos de sus manos tiene unos cuchillos, cuya hoja parece empapada en algo raro. Alza la mano y te incita a atacarle, aunque segundos después te lanza dos cuchillos que avanzan a mucha velocidad. Uno apunta a tu cuerpo, mientras que el otro si lo esquivas dará sobre Adam. Sin embargo, la sustancia que gotea de ellos es sospechosa.
—No hay nada más deplorable que una persona que usa a otras en beneficio propio —te dice el hombre, apareciendo a tu espalda con un silbido y volviendo a desaparecer—. Aunque ahora entiendo por qué lo haces.
El hombre ha aparecido frente a ti, y entre los dedos de sus manos tiene unos cuchillos, cuya hoja parece empapada en algo raro. Alza la mano y te incita a atacarle, aunque segundos después te lanza dos cuchillos que avanzan a mucha velocidad. Uno apunta a tu cuerpo, mientras que el otro si lo esquivas dará sobre Adam. Sin embargo, la sustancia que gotea de ellos es sospechosa.
Ellanora Volkihar
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No solo era un médico estúpido, también era un moralista. La vampiresa puso los ojos en blanco ante sus palabras de héroe barato. Posó su mano en el mango del estoque, preparada para cualquier adversidad, dispuesta a acabar con la vida de aquel médico que había osado cortarle el paso. El hombre apareció de golpe ante ella, blandiendo extraños cuchillos. Sin embargo, sus sentidos como reina de la noche estaban agudizados y ampliados, por lo que pudo reaccionar relativamente a tiempo. El estoque hizo un arco horizontal dispuesto a golpear los cuchillos voladores y desviarlos de su trayectoria.
Después, sin perder un solo segundo, daría un rápido sprint hacia delante, dirigiendo un horizontal corte a su rostro, con el propósito de desenmascararlo para que respirase el propio gas que había intentado utilizar contra ella. Después, en una combinación de ataques, dirigiría una rápida estocada a su pecho, justo en el corazón. De darle y apuñalarle, tan solo pronunciaría unas palabras:
—Soy Ellanora Tanya Judith Silvana Lucía Volkihar, futura emperatriz del bajo mundo. No voy a caer bajo una simple enfermedad.
Después daría una patada en su estómago para sacar su espada a la par que tiraba su cuerpo al suelo, esperando vencer con aquellos ataques.
Después, sin perder un solo segundo, daría un rápido sprint hacia delante, dirigiendo un horizontal corte a su rostro, con el propósito de desenmascararlo para que respirase el propio gas que había intentado utilizar contra ella. Después, en una combinación de ataques, dirigiría una rápida estocada a su pecho, justo en el corazón. De darle y apuñalarle, tan solo pronunciaría unas palabras:
—Soy Ellanora Tanya Judith Silvana Lucía Volkihar, futura emperatriz del bajo mundo. No voy a caer bajo una simple enfermedad.
Después daría una patada en su estómago para sacar su espada a la par que tiraba su cuerpo al suelo, esperando vencer con aquellos ataques.
- Cosas:
- Reflejos y Poder de destrucción: Tier 2
Agilidad: Tier 1
Multiplicador de Vampiro:
Reflejos: x4
Agilidad: x4
Con un grácil movimiento consigues desviar los cuchillos, haciendo que uno de ellos golpeara en un hombre que estaba buscando una salida como un poseso. Si te fijas, aunque solo sea un par de segundos, la piel de ese hombre se vuelve oscura y cae al suelo casi al instante, así que habría que tener cuidado con él hombre. Tu intento de quitarle la máscara no funciona, pero el estoque en el pecho es incapaz de esquivarlo, cayendo al suelo ipso facto tras tu patadita.
Adam levanta un poco después, al igual que el resto de subordinados. Notas como la aguja tiembla un poco, no sé si es buena idea quedarse por allí.
Adam levanta un poco después, al igual que el resto de subordinados. Notas como la aguja tiembla un poco, no sé si es buena idea quedarse por allí.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.