¡Devuélveme mis caramelos! (priv. Hayato y Natsu Sakagami)

Era un día cualquiera, después de mucho pensarlo había llegado a Ohara, la ciudad de los arqueólogos y investigadores desde mi punto de vista, aunque me importaba un pimiento, yo solo quería ir a la biblioteca y coger prestada, ya que robar suena peor, una novela que me gustará y me diera ideas para mis historias.

Iba vestido con mi camiseta sin mangas negra de cuello alto, el collar de perro que me regalo Teil, no me lo iba a quitar por nada del mundo, unos pantalones negros, una chaqueta blanca y un rifle atado a mi espalda con una correa negra; además, llevaba mis bombas renacuajo en el bolsillo de la chaqueta por si las necesitaba.

El ambiente estaba muy tranquilo, nadie se fijaba en mí que llevaba un rifle y yo no me fijaba en demasiada gente. Las casas eran como cualquier otras, todas iguales y en el centro se podía ver un gran árbol, el cual era mi destino, pero antes iría a comprar unos caramelos y empecé a buscar alguna tienda donde los vendieran.

-Me preguntó que estará haciendo Teil... quiero verle, jo...- Pensé mientras suspiraba y seguía paseando por la ciudad, no parecía haber mucho revuelo y tampoco parecía que hubiesen buscados por alguna razón. Suspiré del aburrimiento mientras seguía caminando hasta que al final encontré una tienda.

La tienda estaba algo desgastada, las maderas algunas estaba algo rotas y parecía que ese edificio se fuera a caer en cualquier momento. Entré dentro de la tienda y pude observar que allí vendían caramelos, le pedí al viejo que estaba allí si me podía dar unos cuantos caramelos de fresa y este me los dio en una bolsa a la vez que yo le daba el dinero.

Salí de la tienda y ahora iba a ir a la biblioteca de allí, a buscar un libro. Empecé a andar de nuevo, pero alguien se choco conmigo, pude mantener el equilibrio pero me robaron la bolsa de caramelos... ese tío recibiría una paliza ya que no me gustaba que me hiciesen algo como eso porque me recordaban a cosas como "tan fácil como robarle el caramelo a un niño".

-¡Que no soy un niño, jolines!- Grité, toda la gente se quedo mirándome mientras veían como creaba una bala de espinela y la metía en el rifle, la dispare contra el chaval y la bala antes de impactar empezó a tomar forma de telaraña apresando al sujeto y sin dejarle mover por completo. Ahora iba a recuperar mis caramelos, pero el chaval paso la bolsa a otro chaval, no parecían muy jóvenes, debían tener entre veinte y treinta años. -Espera, devuel...- Antes de acabar la frase me choque con alguien y caí al suelo, hoy no hacia mas que tener inconvenientes.

Tras levantarme vi a alguien que me alegró mucho el día, era aquel pirata que conocí en la villa de Syrup, sus cambios de humor tan repentinos siempre me hacían gracia. -Pues parece que no... y como se vayan con mis caramelos, me tendrás que comprar unos..- Dije casi haciendo puchero mientras empezaba a correr esperando a que el pirata me siguiese.

-Oye... sobre eso de cambiar mi profesión... pues no se muy bien que hacer...- Le dije mientras seguía corriendo esperando a que me respondiese algo y poder ver que me aconsejaba, a veces lo consideraba como a un hermano mayor, y eso que hacia poco tiempo que lo conocía, pero bueno, era así y ya.

Supongo que no se había dado cuenta del collar que llevaba, mejor así, total, no me importaba que no lo supiese y tampoco quería que se burlase de mí por llevar el collar. -Joder... si que corre ese tío...- Dije mientras le perseguía y seguía corriendo, observando como mi presa saltaba de tejado en tejado para huir.

Ya me estaba hartando, pero no iba a usar una bomba renacuajo solo porque esos caramelos eran míos, y solo míos, de nadie mas. -Va a recibir la paliza del millón cuando lo atrape...- Dije bien cabreado mientras aumentaba mi velocidad, aunque no mucho hasta poder estar a una distancia prudencial, de unos escasos metros del objetivo.

Saque mi pistola que llevaba mientras creaba una bala de espinela la cual cargaba en mi pistola, entonces la disparé y antes de tocar a mi objetivo, la bala al ser espinela la moldeé para que se convirtiese en una especie de telaraña que atrapo al chaval. Me acerqué a él y cogí la bolsa mientras le miraba fríamente. -Voy a dejarte aquí hasta que tengas tanta hambre que te tengas que comer tu propio cuerpo.- Le dije secamente mientras me comía un caramelo y le ofrecía uno a Hayato, eran de fresa, así que le gustarían.

Primero me dijo que si no lo tenía claro que me diera un tiempo y que quizás las cosas cambiarían de aquí a un tiempo. Luego parecía que era él el que hoy estaba juguetón amenazando al chico a saber con que, supongo que podría decir mis miedos a Hayato, después de todo me inspiraba confianza y eso era razón mas que suficiente.

-En verdad... hay una persona que me gusta y es marine... y por eso pensaba hacerme marine, pero luego pensé en piratas que conozco y que me han tratado especialmente bien... entonces pensé en alistarme a alguna banda revolucionaría, pero eso me haría enemigo directo de aquella persona, además, si dejo el gremio en el que estoy, hay alguien que sería capaz de aniquilarme a mi y a toda la banda que me acogiera... después de todo, es muy fuerte...-

Ni yo mismo sabía porque decía eso, pero supongo que era por que no podía estar callado y necesitaba decir eso. Igualmente me comí el caramelo de fresa y me daba miedo decirle a aquel pirata que encima no era una mujer como sería normal, si no que era un hombre, pero además era sexi, pero ya hable de eso de prostitución con Hayato.

-No se que hacer... debo pensarlo mas... pero bueno, supongo que ya se me ocurrirá que hacer...- Dije mientras empezaba a caminar hacia un bar, tenía algo de dinero aunque fuera muy poco y quizás podría invitar a Hayato a unas copas. -Vayamos a aquel bar, te invito yo.- Dije con una sonrisa sincera, la cual fue cambiando a una mas pícara. -¿O prefieres ir a un hotel?- Le pregunté como intentando seducirle.

Me eche a reír, seguramente se debía de haber quedado con una cara de como queriendo decir "¿¡que coño le pasa a este!?" Sería muy divertido ver su cara, pero me abstuve y empecé a caminar hacia el bar; una vez llegué esperando que el pirata me siguiese, entré y me senté en una mesa que parecía estar libre. El camarero vino y le pedí un vaso de ron, se negó al ser menor de edad y decía que apenas tenía doce años.

Eso me cabreó y le apunté con mi pistola mientras mi mirada era la de alguien que mataría si se le contradecía. -A mi me importa poco cuantos años crees que tengo... he dicho que quiero un vaso de ron... o si lo prefieres, mato a todos los que están aquí y me sirvo yo mismo la bebida...- Le dije con un tono agresivo, supongo que por no ver a Teil, pues me ponía agresivo fácilmente. Para acabarlo de rematar, uno de los del bar cogieron la bolsa que llevaba y se largaron.

-Mis caramelos... mi ron... voy a reventar cabezas hoy...- Dije furioso hasta que observé que esa bolsa que se habían llevado no era la de caramelos, si no, otra que no era mía, si no del camarero. Por un momento me asusté, pero seguía queriendo un vaso de ron, y si no me lo llevaban reventaría la cabeza de mas de uno.

Tras mucho insistir, al final, logré hacer que me sirvieran el vaso de ron y me lo empecé a beber despacio mientras observaba como Hayato volvía y me preguntó que hacía yo bebiendo eso algo alarmado. -¿No puedo beber?- Le pregunté con un tono infantil mientras le miraba con unos ojitos de cachorrito.

-No, no lo es, si lo fuera, el que me lo hubiese cogido la bolsa estaría en el otro barrio quizás.- Le respondí a Hayato mientras observaba que alguien intentaba hacerse con mi bolsa de caramelos. -En esa bolsa hay una bomba que explotará si intentas coger algo... así que yo que tu no la cogería.- Le dije, al menos, esta vez avisé antes de que se la intentará llevar.

El chico tras lo que le dije, no por mi advertencia, si no por como le hable y le miré, dejo la bolsa y se fue a sentar a otra mesa. -Y no es una chica, es un chico el que me ha seducido...- Dije algo sonrojado mientras ladeaba mi cabeza para que no se notara, pero dejando a la vista el collar.

-Por cierto... hará unos días conocí a Rayder... es una rabia que toda la gente con recompensa apetitosa me caiga bien... bueno, Rayder no es que me caiga bien, pero debo respetar lo que me dice Natsu-nii.- Le dije como diciéndole ya, que sabía la recompensa que tenía y a que banda pertenecía.

-No pensé que tu y Rayder fuerais de la misma banda, me sorprendió cuando te vi en un cartel de wanted, así que decidí investigar y encontré que los dos pertenecíais a la misma banda, aunque casi todo me lo dijo un amigo... bueno, ¿que vas a pedir para beber?- Le dije todo eso ya que sabía que no me haría nada y mas aun por que lo consideraba un buen amigo.

Hayato dijo que hiciera lo que quisiera y eso hice mientras este se sentaba en frente mío y preguntaba quien era aquel chico que me había seducido. -Se llama Teil, y es muy generoso, además, le falta experiencia en eso...- Dije con una sonrisa pícara mientras estaba a punto de reírme. No me imaginé que me preguntase quien era el que robo mi corazón, pero me alegré cuando escuche salir la pregunta de sus labios.

-Un tío muy grande que solo piensa en hacerlo con las chicas, aunque lo de Torino le estuvo bien empleado, todas las tías de allí o eran feas, o viejas o unas simples niñas, jaja.- Dije burlándome un poco de Rayder, mientras iba dando pequeños sorbos al vaso de ron que tenía y me estaba bebiendo.

-Lo único que no me gusto de ese hombre, es que no me dejaba jugar con él apenas, y que no me respondía, y lo peor, tampoco podía hacerle quedar mal, bueno, al menos le quite la diversión cargándome a esos diez kobolds, jeje.- Dije riendo mientras me acababa el ron y pedía otro vaso, debía llevar ya con ese vaso, dos.

-Pero no tolera tanto como yo el alcohol, fue muy aburrido, pero a la vez divertido, verle allí en la fiesta, jaja.- Dije mientras le daba un pequeño sorbo al segundo vaso de ron y volvía cambiar de tema. -Teil no sabe mi nombre, le dije que me llamase mascota o algo similar... ¿sabes que me respondió?- Le dije mientras tomaba otro sorbo de ron.

-Me dijo que entonces me llamaría por el nombre de su perro, Lux, jajajaja.- Le dije riendo sinceramente, efectos del alcohol quizás, o quizás no, la cuestión era que me estaba divirtiendo, volví a beber otro sorbo mas de ron mientras observaba a Hayato y me acababa al final el segundo vaso de ron.

Pedí un tercero y le di un sorbo mientras miraba a Hayato. -También le pregunté acerca de que hacer, y este me respondió que hiciera lo que creyese mas conveniente, pero si me hacia pirata o revolucionario seríamos enemigos y sería su prisionero el resto de mi vida, así que dijo que me hiciera lo que quisiera.- Dije para luego dar un gran suspiro mientras bebía otro sorbo mas de ron.

-No me sirvió de nada preguntarle, pero me da igual, mientras le pueda ver y pueda ser besado y acariciado por él tengo bastante, aunque sería gracioso ser revolucionario o pirata y entonces ser su prisionero, me encantaría.- Dije mientras me acababa el tercer vaso de ron y pedía un cuarto vaso, la gente me miraba y se preguntaba como demonios tenía tanto aguante.

Hayato decía que había visto a tipos mas grandes y ya borrachos con lo que él bebía, pero bueno, tras acabarse su té me ofreció ir a buscar algún cartel de wanted para ir a cobrar la recompensa de este. Nunca me imaginé que me llegara a decir eso, pero bueno, eso era mejor que nada y así yo ganaba algo de dinero.

-Está bien.- Le dije mientras me levantaba de la mesa y miraba si en ese bar había algún tablón donde estuvieran algunos carteles de wanted. -Hayato, si me hiciera marine, aunque yo no fuera a por ti, ¿tu me intentarías matar?- Le pregunté mientras miraba fijamente hacia el tablón y me acercaba a este.

No había nadie que mereciese la pena, pero era mejor divertirse que no hacer nada, de mientras, podría aprender a usar mejor las bombas renacuajo, pero mejor que no, no quería, o mas bien, no me convenía lastimar a nadie.

Al final, después de mucho pensarlo, me decidí por uno que estaba en el lugar y que era el que tenía la recompensa mas elevada de los demás. -Cogeremos a este, ¿te parece bien?- Le pregunté mientras cogía el cartel y se lo enseñaba con una sonrisa, aunque dijera lo que dijera iba a ir a por él.

Tras un entrenamiento con alguien, empecé a usar mejor mi akuma, así que sabía lo que podía hacer y lo que no, y no iba a usarla tanto como la otra vez si entrabamos en pelea contra alguien. Estaba esperando la respuesta de Hayato hasta que una persona fue directo hacia mí, chocando conmigo, deje caer una bolita de espinela creada con mis manos en la bolsa por si acaso ya que fue como me imaginé.

El chaval, logró agarrar y quitarme la bolsa, este tenía el pelo rubio y los ojos azules, además, debía medir un poco menos que yo y solo iba con unos pantalones algo rotos. Suspiré agarrando a Hayato y de la bolita que metí antes en la bolsa, salían como raíces de espinela que ataban al chaval haciendo que soltará la bolsa, entonces la agarré y le di un caramelo al niño de diez años quizás. -Si quieres robar, antes ten un buen plan de huida.- Le dije al chaval mientras yo me comía otro caramelo.

Hayato dijo que no tenía nada en contra de la marina, simplemente de los marines que abusaban de su poder y que tenía una amiga marine, eso me sorprendió, pero no entendí bien lo que quiso decir con que me hiciese a la idea.

Salimos del bar y Hayato dijo hacia donde, le miré mientras me comía otro caramelo y le ofrecía otro. -Primero, tendríamos que tener información sobre ese hombre, que por suerte la tengo, ser el chico de un marine va bien para esto... según lo que leí es alguien que adora matar a la gente, así que debe de estar donde haya mucha gente.- Dije señalando el árbol aquel gigante que era una de las peculiaridades de Ohara.

-Decía que usaba bombas y un buen lugar para usarlas sería en un lugar como ese donde viene mucha gente... además le gustan los caramelos de fresa...- Dije mientras señalaba la bolsa llena de caramelos, lo tenía planeado por si acaso desde haría bastante rato.

-Dicen que aquel pirata está aquí, así que vayamos hacia aquel lugar.- Le dije mientras empezaba a caminar tranquilamente hacia aquel árbol donde debía de haber una biblioteca famosa por los libros que tenía. En verdad, básicamente, le dije eso aunque fuera verdad, mas para ir allí que para atrapar al pirata.

-Venga, vamos, vamos, vamos, que se nos va a escapar el pirata.- Dije emocionado aunque no fuera por el pirata y su recompensa, si no por los libros. Seguía andando hacia aquel lugar, esperando a que Hayato me siguiera, mientras escuchaba alguien decir algo aunque no le escuché muy bien, pero parecía proveniente de un tejado.

Creé un muro de espinela cuando vi un francotirador apuntándome y ña bala que disparó impactó sobre el muro el cual deshice. -Maldito... Hayato, encárgate de perseguirlo por donde ha huido, yo le intentaré hacer una emboscada.- Le dije mientras empezaba a caminar por el primer callejón que vi y empezaba a correr rápido para poder alcanzar al francotirador y ponerme justo delante suyo.

Tras mucho correr vi como el francotirador estaba en frente mío, solté la bolsa de caramelos en el suelo y le miré con una mirada algo sádica sacada de una película de terror. -Me intentaste matar, supongo que no te importará que te haga lo mismo... ¿verdad?- Le dije a aquel hombre, que parecía ser el pirata que andábamos buscando.

-Haya-tan está muy juguetón hoy... yo que tu, correría por tu vida... aunque, quizás sea mejor atraparte y torturarte un poco.- Dije riendo simplemente para infundirle algo de miedo mientras creaba pequeñas arañas de espinela, como unas tres o cuatro que empezaban a caminar por el suelo hasta rodear al pirata.

De las arañas salieron como ramas, de no mas de quince centímetros de grosor y el suficiente largo como para atar al pirata, también le puse un trapo que llevaba de casualidad en el bolsillo a la boca. -Así no va a chillar, ahora, luego se lo llevaré a Teil... ¿donde crees que lo puedo dejar? Quiero ir a la biblioteca...- Dije suspirando hasta que se me ocurrió una gran idea.

Creé un taladro de espinela y con este cave un hoyo lo suficientemente grande como para que pudiese entrar el chico, el cual deje allí para luego tapar el agujero con espinela, dejando unos pequeñitos agujeros para que pudiese respirar. Tras eso, cogí mi bolsa de caramelos y fui directo hacia la biblioteca mientras miraba a Hayato.

-Venga, vayamos allí, por favor.- Le dije con los ojos ilusionados mientras empezaba a andar hacia la biblioteca dejando al pirata allí sin poderse mover y hablar, solo podía ver y ya está. Tras un rato caminando y comiendo caramelos, llegué al final a mi destino, al lugar que quería ir.

Entré esperando a que Hayato me siguiese mientras sonreía emocionado. -Creo que buscaré algún libro que hable sobre los animales, otro de cocina, y otro que hable sobre historia, además de algún libro de romance y otro de terror... ¿tu que vas a buscar?- Le pregunte a Hayato si es que me había seguido.

Estaba muy emocionado y justo cuando me giré, vi que Hayato no se encontraba allí, suspiré con pesadez por ello y salí de la biblioteca para buscar a Hayato. Cuando le vi, vi que estaba hablando con el den den mushi y en ese momento me acordé de Ryu Sakuraba, un CP del que era amigo y me ayudaba a veces.

-¡Hayato!- Le grité bien fuerte para llamarle la atención mientras me acercaba a él un poco enfadado por que me había dejado solo en la biblioteca. -A ver, voy a decirte esto por partes... ¿conoces a un tal Ryu Sakuraba?- Le pregunté, si lo conocía y le había hecho algo... depende de lo que fuese, le soltaría la mayor hostia del siglo.

-Digamos que es un agente del gobierno que no quiere tener malos rollos con nadie y le cuesta mucho relacionarse con la gente... conmigo y otro Natsu se entiende porque a los tres nos gusta escribir historias.- Dije para luego suspirar y además mirar a ver que podía hacer.

-Otra cosa mas... tengo mas de un contacto en cierto sitio y puedo saber si Ryu está bien o mal, pero lo que mas rabia me da es que no me escribe... seguro que siendo pirata te lo debes de haber encontrado... ¿no?- Le dije con un tono mezcla de desesperación y medio enfado al no saber nada de él.

Tras esa conversación y mientras había logrado escuchar algo de su conversación por su den den mushi le dije. -¿Tienes que volver al barco? Que esperen un rato, que cojamos al menos algún libro... además, si lo que buscas es información, en la biblioteca de seguro encontrarás y mejor eso que volver con las manos vacías, ¿no?- Le dije con una sonrisa pícara, ya que gracias a mi entrenamiento como espía, había aprendido a escuchar algunos trozos de la conversación.

Volví a entrar a la biblioteca mientras volvía a mirar a Hayato antes. -Luego te acompañaré hasta el barco... quiero ver a ese pelinegro pervertido que solo piensa en su herramienta.- Dije burlándome un poco de Rayder para luego entrar a la biblioteca y coger un libro de amor entre hombres y otro libro que hablaba sobre animales.

-Listo, venga, vamos, que al menos quiero ver como es el barco.- Dije emocionado mientras esperaba a que Hayato me hiciese de guía.