[Privado][Sakana y Elizabeth] Algún día te atraparé

Por fin nos habían dado en el CP un tiempo de descanso. Roger me propuso seguir quedando con él para entrenar, pero hoy me apetecía ir por mi cuenta. Me gustaba nadar por el mar para relajarme, así que había estado nadando un buen tiempo, puede que horas, hasta llegar a esta isla en la que me encontraba. Parecía que era Ohara, aunque no estaba segura puesto que tan solo había oído hablar de ella.

Salí del mar y comencé a adentrarme en aquel lugar. Sabía que en esos momentos no estaba de servicio, pero no podía evitar seguir alerta, esperando encontrar a alguien, tal vez un pirata o simplemente un alborotador para poder enfrentarme a él y detenerle.

Mientras caminaba seguía fantaseando con la idea, imaginando que atrapaba a algún malhechor, y que lo llevaba a mis superiores. Mi padre y Roger estarían orgullosos de mí si lograra hacer algo así.

Hacía bastante tiempo que no me centraba en la arqueología. Entre tanta fechoría y las constantes órdenes del capitán apenas había tenido tiempo para realizar lo que me gustaba realmente. Tenía bastante tiempo libre en el barco, así que me solía dedicar a jugar y experimentar con mis plantas, pero a la hora de investigar algo sobre arqueología me faltaban libros e información, así que esta idea siempre caía en saco roto.

Hoy, harta ya de esta situación y aprovechando nuestra localización, hice a la banda parar en esta isla, Ohara. Sabía que no encontraría nada de valor, las sucias ratas del gobierno se habían encargado hace tiempo de deshacerse de todo, pero por lo menos me impregnaría con los recuerdos del pasado. Tan solo me podía hacer una nimia idea de lo que antaño fue la isla, pero era suficiente para satisfacerme.

Bajé yo sola del barco, ya que a los demás no parecía entusiasmarles demasiado la idea de estar allí, pero tanto mejor, no tendría que cargar con ninguno de ellos y podría moverme libremente por la isla y a mis anchas. Así que nada más bajar, comencé a caminar para adentrarme en el paraje boscoso que llevaría al centro de la isla.

Aquel lugar parecía desierto, dudaba que pudiera encontrar a alguien en aquel lugar. Pero la idea de atrapar a algún mercenario o peligroso pirata seguía entusiasmándome, así que seguí caminando un poco más. Si no encontraba a nadie en la isla me tocaría seguir nadando hasta llegar a la siguiente, y tal vez allí sí tuviera más suerte.

A medida que caminaba me parecía mejor idea lo de largarme de allí, estaba convencida de que no encontraría a nadie ¿En qué estaría pensando? Nadie en su sano juicio querría ir a esa isla aparentemente desierta, y mucho menos para montar algún esacándalo. No tenía sentido.

Cuando me cansé ya de deambular por allí comencé a deshacer mi camino para regresar de vuelta al mar y salir de la isla.

Paseaba tranquilamente por aquel bosque que me llevaría al centro de la isla. Por una vez podía estar tranquila mientras sentía los suaves rayos del sol de la mañana que se filtraba por las ramas acariciando mi rostro con delicadeza. No tenía ninguna prisa en alcanzar mi destino, así que me tomaba mi tiempo para caminar entre los árboles mientras sorteaba las ramas bajas de estos y pisaba las raíces que sobresalían del húmedo suelo.

No esperaba encontrar a nadie por allí, pero el crujido de una rapa partiéndose al ser pisada hizo que me alertara y me escondiera tras un árbol. Nada más ocultarme pensé en lo tonta que estaba siendo, era poco probable que hubiera alguien por allí, seguramente debía tratarse de algún animalillo.

Salí de mi escondite esperando continuar mi camino, aunque ahora con algo más de precaución, cuando pude observar a un ser azulado caminando hacia mi posición. Nunca había visto un ser parecido, así que llamó bastante mi atención. No quería combatir, pero sí me interesaba entablar una conversación.

Comencé a acercarme a ella lentamente y sin intenciones de atacar para que no se asustara.

-Hola -le dije cuando se encontraba lo suficientemente cerca. -¿Se puede saber qué eres?

Nunca se me había dado demasiado bien ser sutil, solo esperaba no ofenderla con mi pregunta.

Cuando daba por perdido aquel lugar pude ver una figura a lo lejos que se acercaba lentamente hacia mí. Me quedé quieta esperando ver sus intenciones y dispuesta a pelear si era necesario.

Cuando se acercó u poco más, pude ver su cara claramente. Esa chica me sonaba de algo, pero no podía recordar de qué. Si esto era así no sería buena señal, aunque prefería no empezar yo atacando por si no tenía malas intenciones.

Me saludó tranquilamente y me preguntó que qué era. Tendría curiosidad, no era común ver todos los días a un gyojin. No parecía una amenaza por el mometo, así que le contesté desde mi posición a unos metros de ella.

-Soy un gyojin ¿Es que no has visto nunca uno? ¿Qué haces tú aquí? -le pregunté extrañada. No se me podía ocurrir qué hacia aquella chica en un lugar que parecía deshabitado.

Por suerte la ¿chica? no tenía intención de combatir ni escapar, aunque pareció extrañarse de mi presencia en aquel lugar.

Por lo visto se trataba de un gyojin. Nunca había visto a ninguno, pero sabía por libros de su existencia. Me preguntó qué hacía yo allí, aunque tendría que ser yo la que se lo preguntara ¿Un gyojin en Ohara? ¿Qué le traería hasta este lugar?

-Yo solo quería visitar esta isla, siempre he tenido curiosidad por venir aquí, se podría decir que vengo de vacaciones ¿Y tú? ¿Acaso un grupo de gyojins habéis venido a vivir a Ohara?

Esa era el único motivo que se me ocurría por el que una gyojin se encontrara deambulando por aquel bosque. Aunque podría ser que al igual que yo se sintiera fascinada por la riqueza cultural e histórica de ese lugar que antaño había sido una joya cultural en el campo de la arqueología.

Me respondió que siempre había querido viajar hasta aquí. No comprendía por qué querría visitar este lugar, pero tendría sus motivos. Lo único que seguía mosqueándome era que seguía sin recordar de qué me sonaba su cara.

Mientras intentaba recordar me preguntó qué era lo que hacía yo allí. No era de su incumbencia, pero ya que ella me había respondido lo mínimo que podía hacer era corresponderla.

-Es una buena pregunta, no lo sé ni yo. Simplemente estaba nadando y llegué a parar aquí. Ahora mismo iba a marcharme, aquí no hay nada que me interese.

Pensé en decirle que me sonaba de algo, pero podría ser peligroso. Podía ser que me sonase de algún wanted, pero no parecía una persona hostil. Me ponía de los nervios no saber si podía llegar a resultar una amenaza, necesitaba mirar los wanteds, pero tampoco quería que me viera haciéndolo. Tal vez lo mejor fuer apreguntar directamente.

-Tu cara me suena -le dije intentando no mostrar demasiada desconfianza.

Todo parecía ir bien, pero por lo visto aquella gyojin había visto algún wanted mío, o eso o se encontraba cerca de la escena de algún delito que habría cometido. No sabía de qué más podría conocerme, tal vez nos conocimos algún día de borrachera, aunque sería capaz de recordarlo.

-No lo sé, me gusta viajar por las islas y visitarlas -le mentí para poder siguiendo hablar tranquilamente con ella. -Puede que nos cruzásemos en algún lugar.

No sabía qué más añadir cuando extraño sonido hizo que ambas nos alertáramos. Parecían ser voces de hombres que se aproximaban entre risas hacia donde nos encontrábamos.

Por lo que había dicho la chica no venían con ella, así que podían resultar una amenaza.

-Escóndete -le dije mientras me ocultaba tras un árbol.

Su explicación parecía tener sentido, puede que fuera una viajera, aunque segía sin saber por qué me sonaba tanto, no solía quedarme con las caras de todos los que me cruzaba. Iba a preguntar su nombre cuando escuché unas risas masculinas.

Pensaba que aquel lugar estaba desierto ¿Qué hacían esos tipos por aquí? Seguramente nada bueno, tal vez ahora tuviera la oportunidad que deseaba de araapr a algún criminal, aunque dudaba de que ellos lo fueran. aquí no había nada que robar ni que hacer.

La chica dijo que me escondiera, y no me faltó tiempo para ocultarme al igual que ella tras uno de los árboles más cercanos atenta a las voces de los hombres.

Tras ocultarme no supe lo que hizo la gyojin, pero supuse que hizo caso a mis palabras, porque los hombres siguieron aproximándose como si nada hasta que pude escuchar sus voces claramente.

-Al final nos podremos sacar una buena tajada con lo que hemos encontrado ¿Quién iba a decir que estas vasijas viejas valdrían tanta pasta?

Por sus palabras pude deducir que se trataba de saqueadores. Esos seres repugnantes que se lucraban con la cultura y las civilizaciones antiguas merecían la muerte. No pude evitar salir repentinamente para acabar con ellos. Eran más de los que parecían, pero no me costaría acabar con aquellos ocho hombres fornidos y cargados con sacos, seguramente repletos de objetos que habían encontrado en la isla.

Cuando salí de mi escondite me dirigí hacia ellos para llamarles la atención.

-Vosotros -les dije interponiéndome en su camino. -Dejad lo que habéis robado y no moriréis hoy.

Sabía que no cumpliría mi palabra, pero seguramente ellos tampoco harían caso a mis palabras.

Parecía que era mi día de suerte, no tenái claro quéera lo que habían robado ni qué pretendían, pero no tenía pinta de ser nada bueno. Iba a salir y hacerles frente, pero la otra chica se me adelantó.

Me asomé y pude ver cómo los hombres no tenían mucha intención de hacerle caso. Tampoco es que yo fuera a imponer mucho, pero al menos intentaría ayudarla a detenerles, auqneu me parecía excesivo lo de acabar con su vida así sin más.

Salí de detrás del árbol y me quedé justo en frente de ellos.

-Estáis todos detenidos, dejad las cosas en el suelo y entregaros por las buenas.

Pensé que la gyojin no saldría de su escondite, pero me equivoqué. No tardó en salir y mencionar algo de que estaban detenidos ¿Quién era esa chica?

Los hombres, como era de suponer, no nos escucharon y supusieron que sería fácil acabar con nosotras. Con la gyojin no lo sabía, pero y no pensaba dejar a ninguno en pie.

-¿Vosotras acabar con nosotros? -dijo uno de ellos acompañado por la risa de sus compañeros. -Para empezar nos llevamos a la gyojin, seguro que también sacamos algo por ella.

No esperé a que realizaran ningún movimiento, cuando terminó de pronunciar estas palabras hice que unas ramas emergieran del suelo y se cernieran sobre sus muñecas y tobillos.

Me hubiera gustado poder hacer algo más con ellos, pero temía que algo pudiera pasarless los objetos de los sacos.

-¿Detenidos? ¿Quién eres? -le pregunté a la gyojin ahora que tenía algo de tiempo.

Parecían tomarselo a broma, cosa que nos podía beneficiar para cogerlos por sorpresa, pero antes de poder atacar unas ramas les dejaron inmovilizados al sujetarles por los pies y manos.

Supuse que sería cosa de la chica, ya que no parecía alarmarse ni asombrarse. Me preguntó también quién era, cosa que no me importó responder. Tal vez hubiera tenido que presentarme antes.

-Soy Sakana, miembro del CP1. Y estos hombres están detenidos por saqueadores e intento de venta de personas. Quítales las bolsas le dije mientras me acercaba a ellos y comenzaba a arrebatárselas de las manos.

¿Aquella chica pertenecía al CP1? Sería un problema si descubriese quién soy en realidad, así que mejor sería seguir sin presentarme por el momento para evitar más problemas de los que ya teníamos. Después de acabar con ellos ya vería lo que hacía, pero de momento hice caso a lo que me dijo y fui quitándoles las bolsas repletas de objetos antiguos sin aparente valor.

Íbamos dejándo las bolsas a un lado para que se encontraran seguras y lejos de su alcance mientras los hombres proferían quejas constantemente, por lo que tuve que hacer que otras plantas los amordazaran para que dejaran de resultar tan molestos.

Cuando todas las bolsas estuvieron apartadas y seguras me giré parar mirar a la gyojin y preguntarle por aquellos hombres, ya que supuse que no le agradaría la idea de que acabara con ellos. Ahora eran su problema.

-¿Y ahora qué vas a hacer con ellos?

La chica me ayudó a apartar las bolsas, así que me facilitó bastante el trabajo. También les amordazó para que se callaran de una vez, ya que no paraban de molestar e interrumpir nuestra tarea.

Cuadno teminamos le di las gracias a la chica, que me preguntó que qué haría con ellos.

-Muy sencillo -le contesté mientras me acercaba a ellos y les propinaba uno a uno un colpe seco en la nuca y los dehaba tumbados en el suelo. -Llamaré a mis superiores para que se encarguen de ellos.

Después de decir esto, saqué mi Den Den Mushi e hice una llamada rápida para informar de la situación.

Cuando terminé de hablar colgué y me giré de nuevo hacia la chica.

-Gracias otra vez por tu ayuda, aún no me sé tu nombre -dije esperando que me lo dijera.

Estaba claro lo que pensaba hacer, llamó a sus jefes y supuse que no tardarían demasiado en llegar a la isla, así que debería irme pronto antes de que llegaran los demás del CP. Y para colmo, quería saber mi nombre. Ya era hora de que me marchara de allí, así que no me importaba decirle quién era.

Era una pena no haber podido disfrutar tanto como deseaba, pero ya regresaría en otra ocasión.

-Solo lo he hecho porque no me hubiera gustado que estas cosas se perdieran -dije señalando las bolas que habíamos confiscado. -No creas que me hace especial ilusión ayudar a alguien de los tuyos, por cierto, mi nombre es Elizabeth Jane. Un placer ayudar -le dije con una sonrisa socarrona mientras desaparecía con Soru y Geppou de camino al barco. Solo esperaba que no pudiera darme alcance.

No esperaba la reacción de la chica. Finalmente logré que me dijera su nombre, pero nada más decirlo desapareció, cosa que me hizo sospechar más todavía. Y encima conocía las técnicas del Rokushiki, pero no parcíatener pinta de pertenecer a los nuestros.

Saqué un puñado de wanteds que llevaba en el coldillo y comencé a hojearlos rápidamente hasta que elcontré el que buscaba. Había tenido a una pirata que valía más que aquellos mindundis y no había hecho nada, la había dejado escapar, y no solo eso, sino que le había dado las gracias por colaborar conmigo.

Desde este momento tendría que encontrarla fura como fuera y acabar por ella por este error. No se volvería a repetir.

Parecía que la chica no podía o no quería darme alcance, puesto que ya me encontraba en la cubierta del barco y había dado órdenes de zarpar cuanto antes para que nos encontraran los demás miembros del CP.

La banda me preguntaba extrañada los motivos de la prisa, y me bastó con decir lo que estaba a punto de venírsenos encima para que levaran anclas y deplegaran las velas a toda velocidad. A excepción de Dromp, que parecía dispuesto a querer enfrentarse a esos tipos.

Por suerte, pudimos alejarnos de la zona antes de la llegada de los del CP y salimos sanos y a salvo de la situación. Había estado entretenido atrapar a esos tipos, aunque había faltado algo más de emoción. La próxima vez esperaba poder volver a encontrarme con la gyojin y pelear, a ver si ella era más digna rival.