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Sigues en el navio. Los hombres de los líderes al que matastes te están persiguiendo desde otro navio aunque los tienes alejados demomento haciendo que todavía no seas objetivo de sus cañones aunque cuando empezastes la huída de un cañonazo te destruyeron el mástil del barco haciendo que la próxima isla fuese el único lugar al que puedes acceder. Ellos se comunican por el Den Den mushi a unos cuantos hombres suyos que tienen en las montañas corvo. Tu lo escuchas por que en tu navio robado por estos bandidos tenían un Den Den Mushi y has podido escuchar toda la conversación.
Tú decides si acercarte a la montaña con el navio haciendo que seas presa de una emboscada de estos o anclar en alta mar y ir nadando hasta las montañas e intentar buscar alguna entrada a las montañas por la cual no seas visto.
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Llevaba horas de persecución con la suerte de mi lado, pero el mástil roto comenzaba a decantar la balanza a su favor. El infinito mar azul se extendía hasta donde alcanzaba la vista y lamía con suaves olas la quilla de mi barco. Era pequeño y ligero, lo que me permitía una mayor movilidad y velocidad, aunque mis perseguidores me estaban dando alcance y estaba demasiado cansado y herido como para combatir. No podía seguir así.
En pocos minutos divisé una isla con montañas de tonos verdosos cubiertas de vegetación. Era el lugar perfecto para desembarcar, aunque la nave estaba empezando a ser más un lastre que un transporte. Y el alcance de mi "amo" llegaba demasiado lejos incluso después de haber muerto. Con total seguridad tendría hombres apostados en todas las ciudades de la isla y un barco es un objetivo bastante suculento.
Giré a estribor y solté el ancla. Salté al agua antes de que mis cazadores pudieran verme. Con suerte perseguirían la nave hasta alcanzarla sin saber que ya no permanecía en ella y perderían el tiempo buscándome. Así podría huir hasta la isla a nado. Buceé varios metros hacia abajo para evitar que me divisaran y moví mis extremidades tan rápido como mis doloridos músculos lo permitieron. No podía mirar atrás, tenía que seguir adelante. Aunque me mataba la incertidumbre y quería saber si seguían detrás de mí o mi treta había funcionado.
Cuando llegué a la playa trepé por unas rocas. No era de arena fina y blanca como las de islas de climas y ambientes perfectos. Era rocosa y puntiaguda, de difícil acceso para barcos, aunque perfecta para huir de ellos. Solo eran varios metros y, cuando los trepé, oteé el bosque y las montañas que tenía frente a mí. Divisé lo que parecía una entrada entre los árboles y me dirigí a ella esperando que, por fin, pudiera esconderme y descansar hasta reponerme. Mi libertad estaba saliendo demasiado cara. Si mi sino no cambiaba iba a pagarla con la vida.
En pocos minutos divisé una isla con montañas de tonos verdosos cubiertas de vegetación. Era el lugar perfecto para desembarcar, aunque la nave estaba empezando a ser más un lastre que un transporte. Y el alcance de mi "amo" llegaba demasiado lejos incluso después de haber muerto. Con total seguridad tendría hombres apostados en todas las ciudades de la isla y un barco es un objetivo bastante suculento.
Giré a estribor y solté el ancla. Salté al agua antes de que mis cazadores pudieran verme. Con suerte perseguirían la nave hasta alcanzarla sin saber que ya no permanecía en ella y perderían el tiempo buscándome. Así podría huir hasta la isla a nado. Buceé varios metros hacia abajo para evitar que me divisaran y moví mis extremidades tan rápido como mis doloridos músculos lo permitieron. No podía mirar atrás, tenía que seguir adelante. Aunque me mataba la incertidumbre y quería saber si seguían detrás de mí o mi treta había funcionado.
Cuando llegué a la playa trepé por unas rocas. No era de arena fina y blanca como las de islas de climas y ambientes perfectos. Era rocosa y puntiaguda, de difícil acceso para barcos, aunque perfecta para huir de ellos. Solo eran varios metros y, cuando los trepé, oteé el bosque y las montañas que tenía frente a mí. Divisé lo que parecía una entrada entre los árboles y me dirigí a ella esperando que, por fin, pudiera esconderme y descansar hasta reponerme. Mi libertad estaba saliendo demasiado cara. Si mi sino no cambiaba iba a pagarla con la vida.
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Suena el Den Den Mushi advirtiendo de que algo a saltado al mar, posiblemente seas tú. Te están buscando por la costa y tu estás cansado. Tienes las montañas en frente o puedes seguir por la costa o bien intentar buscarte un propio refugio.
Desde la costa puedes divisar que dentro del bosque hay una caseta que solo se ve el tejado. Pero parece que está bastante adentro. Recuerda que el bosque es territorio de los cazadores antes de tomar una decisión y que por haya donde vayas irás dejando hueyas ya que la costa es de arena y los bandidos son expertos en reconocer cada tipo de hueya. Ya que están acostumbrados a cazar para sobrevivir. Atente a las consecuencias antes de tomar una decisión...
Desde la costa puedes divisar que dentro del bosque hay una caseta que solo se ve el tejado. Pero parece que está bastante adentro. Recuerda que el bosque es territorio de los cazadores antes de tomar una decisión y que por haya donde vayas irás dejando hueyas ya que la costa es de arena y los bandidos son expertos en reconocer cada tipo de hueya. Ya que están acostumbrados a cazar para sobrevivir. Atente a las consecuencias antes de tomar una decisión...
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No tenía mucha posibilidad, si seguía andando por la costa me divisarían y acabarían dando conmigo. Lo más lógico era adentrarse en el bosque. Para confirmar mi teoría a lo lejos se veía una especie de casucha de madera. Sería un buen sitio para esconderme o defenderme en caso de ataque. Si sellaba las entradas dejando una sola podría lucharles de uno a uno. Me lo pensé mucho, después de todo, era mejor que ellos en el agua. Pero estaría al alcance de sus cañones y eso sería ponerme en su punto de mira a propósito.
Finalmente decidí adentrarme en el bosque en dirección a la cabaña. Podría haber ocultado mis huellas, pero no habría servido de nada, sabían que estaba aquí y tarde o temprano me encontrarían. Solo tenía que ganar tiempo para reponerme y poder huir de nuevo. Pero tenía que darme prisa o me encontrarían antes de que estuviera bien. Inicié una carrera. Tardarían un rato en desembarcar y así tendría más ventaja.
Al llegar entré en la casucha y comprobé que estaba vacía. Una vez cercioré que estaba solo cerré la puerta y atranqué las ventanas con los muebles que había en el interior. Si querían ir a por mí tendrían que venir por la única entrada que dejé libre. Así no tendrían ventaja contra mí pro su número. De uno en uno podría acabar con todos ellos. O al menos moriría luchando. Cada vez se me antojaba más atractiva la idea de morir y dejar de correr.
Finalmente decidí adentrarme en el bosque en dirección a la cabaña. Podría haber ocultado mis huellas, pero no habría servido de nada, sabían que estaba aquí y tarde o temprano me encontrarían. Solo tenía que ganar tiempo para reponerme y poder huir de nuevo. Pero tenía que darme prisa o me encontrarían antes de que estuviera bien. Inicié una carrera. Tardarían un rato en desembarcar y así tendría más ventaja.
Al llegar entré en la casucha y comprobé que estaba vacía. Una vez cercioré que estaba solo cerré la puerta y atranqué las ventanas con los muebles que había en el interior. Si querían ir a por mí tendrían que venir por la única entrada que dejé libre. Así no tendrían ventaja contra mí pro su número. De uno en uno podría acabar con todos ellos. O al menos moriría luchando. Cada vez se me antojaba más atractiva la idea de morir y dejar de correr.
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Escuchas sonar un Den Den muchi que había en la caseta y escuchas toda la conversación, el que habla era uno de los jefes que creías que estaban muertos. Al parecer el es el único sobreviviente y por el Den Den comunica que al que consiguiera cazarte vivo o muerto sele recompensaría de una forma muy suculenta.
Tu Te pones nervioso al escuchar la conversación, la ira empieza a consumirte y tiras uno de los muebles que había junto a la ventana. Este mueble era un escritorio que al caer y destrozarse ves una hoja. Cuando ves que la hoja era en realidad un mapa de la isla y tiene una cruz puesta en uno de los lugares de esa montaña.
El ruido del escritorio romperse lo escucho uno de los cazadores y esté empezó a tocar una cornamenta avisando al resto de bandidos. Estos ya saben donde te ubicas ahora es tú decisión saber el que vas a hacer a continuación.
Tu Te pones nervioso al escuchar la conversación, la ira empieza a consumirte y tiras uno de los muebles que había junto a la ventana. Este mueble era un escritorio que al caer y destrozarse ves una hoja. Cuando ves que la hoja era en realidad un mapa de la isla y tiene una cruz puesta en uno de los lugares de esa montaña.
El ruido del escritorio romperse lo escucho uno de los cazadores y esté empezó a tocar una cornamenta avisando al resto de bandidos. Estos ya saben donde te ubicas ahora es tú decisión saber el que vas a hacer a continuación.
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¿Cómo no podía estar muerto? Recordaba haber esparcido sus tripas por toda la sala y ver como la vida se escapaba de su cuerpo. Aún soñaba con sus ojos perdiendo el brillo hasta apagarse y disfrutaba cada noche con ese sueño. Pero ahora... esto no era posible. Como si no fuera suficiente, ahora sabían dónde estaba y tenía un mapa en la mano. Si me quedaba aquí moriría, era imposible luchar contra un contingente y esa cornamenta indicaba que serían un gran grupo.
Salté por la ventana que había roto con el escritorio y comencé a correr en dirección al punto indicado en el mapa. Quizás me esperaba la muerte o un lugar donde esconderme. Aunque, con mucha suerte, me encontraría con ese cabrón y podría esparcir sus tripas de nuevo. Esta vez me aseguraría de cortar su lujosa cabeza y llevármela como recuerdo. Ahora me lamentaba de no haberlo matado. Si lo habían atendido rápido era posible que se salvara. Y eso me molestaba mucho.
Antes de que me diera cuenta un montón de árboles me rodeaban. El marrón se extendía a mi alrededor en forma de gruesos troncos que serpenteaban hacia un cielo verde de hojas. La brisa pasaba entre las rama elevando al aire un cántico inerte que me animaba. Quizás el bosque estaba conmigo. Ese pensamiento me daba ánimos para seguir corriendo. Tenía que llegar.
Me paré de golpe. No podía arriesgarme. El suelo estaba húmedo y enfangado, mis huellas eran claras y dificultaba mi movimiento. Seguro que era una trampa, no podría si quiera llegar. Y si lo hiciera me estarían esperando... pero no podía ir hacia atrás. Desde aquí escuchaba los gritos de mis perseguidores. Volví a correr, era la única posibilidad que tenía.
Salté por la ventana que había roto con el escritorio y comencé a correr en dirección al punto indicado en el mapa. Quizás me esperaba la muerte o un lugar donde esconderme. Aunque, con mucha suerte, me encontraría con ese cabrón y podría esparcir sus tripas de nuevo. Esta vez me aseguraría de cortar su lujosa cabeza y llevármela como recuerdo. Ahora me lamentaba de no haberlo matado. Si lo habían atendido rápido era posible que se salvara. Y eso me molestaba mucho.
Antes de que me diera cuenta un montón de árboles me rodeaban. El marrón se extendía a mi alrededor en forma de gruesos troncos que serpenteaban hacia un cielo verde de hojas. La brisa pasaba entre las rama elevando al aire un cántico inerte que me animaba. Quizás el bosque estaba conmigo. Ese pensamiento me daba ánimos para seguir corriendo. Tenía que llegar.
Me paré de golpe. No podía arriesgarme. El suelo estaba húmedo y enfangado, mis huellas eran claras y dificultaba mi movimiento. Seguro que era una trampa, no podría si quiera llegar. Y si lo hiciera me estarían esperando... pero no podía ir hacia atrás. Desde aquí escuchaba los gritos de mis perseguidores. Volví a correr, era la única posibilidad que tenía.
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Corristes durante cinco minutos más hasta que te encontrastes a tres hombres enfrente tuya, tu distes por echo de que eran bandidos. Aunque estos iban desarmados. Tu decides si quieres pelear contra ellos o intentar pasar inadvertido. Recuerda que los bandidos te están pisando los talones.
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Corrí durante poco tiempo. Demasiado poco como para escapar, pero algo se interponía en mi camino. Tres hombres. Seguramente serían más hombres de los que intentaban cazarme. Los observé rápidamente. Parecían extrañados de que estuviera ahí, eso me daba una ventaja. Por suerte para mí estaban desarmados, otro punto más a mi favor. Les apunté con mi espada para demostrarles quien estaba en superioridad.
-No sé quienes sois ni lo que queréis. No tenéis nada contra mí ni yo contra vosotros. Podéis gritar para delatarme y vuestra sangre enfangará aún más el suelo o podéis callaros y dejarme marchar. Cuando vengan vuestros compañeros le decís que he corrido hacia otra dirección. Me quedaré con vuestras caras. Si me siguen volveré para mataros cueste lo que me cueste. Si no, seguiréis vivos- Les dije.
Realmente no esperaba que el discurso funcionara. Esta gente no tenía escrúpulos y no les importaba nada. Se creerían invencibles junto al resto de sus compañeros y me delatarían igual, pero tenía que confiar en ellos, lo necesitaba. Si funcionaba podría huir, si no... volvería a estar como antes o peor. Aprovechando que estaban desarmados salí corriendo de nuevo. No podía permanecer ahí o me entregaría yo mismo.
Miré de nuevo el mapa. Mi objetivo estaba claro, aunque aún quedaba un buen trecho para llegar. Si la fortuna me sonreía ahora estaría corriendo sin nadie detrás. Aunque parecía que últimamente era el diablo quien sonreía mientras jugaba conmigo y no el azar. Seguía sin saber lo que me esperaba al final del trayecto, pero me aferraba a la idea de que era mi salvación. Aunque me arrepentía de haber dejado vivos a esos tres me alegraba de no haber luchado. Podría haber perdido demasiado tiempo.
-No sé quienes sois ni lo que queréis. No tenéis nada contra mí ni yo contra vosotros. Podéis gritar para delatarme y vuestra sangre enfangará aún más el suelo o podéis callaros y dejarme marchar. Cuando vengan vuestros compañeros le decís que he corrido hacia otra dirección. Me quedaré con vuestras caras. Si me siguen volveré para mataros cueste lo que me cueste. Si no, seguiréis vivos- Les dije.
Realmente no esperaba que el discurso funcionara. Esta gente no tenía escrúpulos y no les importaba nada. Se creerían invencibles junto al resto de sus compañeros y me delatarían igual, pero tenía que confiar en ellos, lo necesitaba. Si funcionaba podría huir, si no... volvería a estar como antes o peor. Aprovechando que estaban desarmados salí corriendo de nuevo. No podía permanecer ahí o me entregaría yo mismo.
Miré de nuevo el mapa. Mi objetivo estaba claro, aunque aún quedaba un buen trecho para llegar. Si la fortuna me sonreía ahora estaría corriendo sin nadie detrás. Aunque parecía que últimamente era el diablo quien sonreía mientras jugaba conmigo y no el azar. Seguía sin saber lo que me esperaba al final del trayecto, pero me aferraba a la idea de que era mi salvación. Aunque me arrepentía de haber dejado vivos a esos tres me alegraba de no haber luchado. Podría haber perdido demasiado tiempo.
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Cuando cánnabar dio la espalda a los tres bandidos que se había encontrado. Uno de estos saco una daga de sus botas y la lanzo contra cánnabar clavándosela en la pierna izquierda en el gemelo.
¿Te crees que te vas a librar tan fácilmente? Dijo uno de los bandidos que era el que se la había lanzado. Por delante tuya aparecía un gyojin. Al parecer este era esclavo también pero a el le gustaba matar, lo disfrutaba y no le disgustaba que fuese un esclavo ya que servía al señor feudal por que este le dejaba matar.
¿Te crees que te vas a librar tan fácilmente? Dijo uno de los bandidos que era el que se la había lanzado. Por delante tuya aparecía un gyojin. Al parecer este era esclavo también pero a el le gustaba matar, lo disfrutaba y no le disgustaba que fuese un esclavo ya que servía al señor feudal por que este le dejaba matar.
- Khajnaz:
El gyojin se llama Khajnaz y es del lvl 10. Tu decides si pelear contra el con tu estado actual o simplemente seguir huyendo con una daga clavada en el gemelo.
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Mi confianza había salido cara. Algo se clavó en mi pierna haciéndome flexionar la rodilla. Al sacármelo descubrí que era una daga. Ya estaba unos pocos metros alejado de los bandidos, pero algo salió frente a mí impidiendo mi paso. Era un gyojin como yo, pero no venía en son de paz ni para ayudarme. me miraba sonriendo con un brillo en sus ojos. Lo sentía, olía su ira. Quería matarme. Lancé mi daga contra uno de los tres bandidos y volví a mirar al gyojin.
-¿Lo hueles? Su sangre... es mucho más dulce que la nuestra. Sé que puedes olerlo. Míralos, tu sola presencia les infunde pavor. No son rival para ti. Imagínate acabar con todos ellos. Sin recibir órdenes, sin castigos. Podrías acabar con ellos y con todos los que los acompañan. Después podrías matar a tu amo y viajar por todo el mundo haciendo tantas matanzas como plazcas. ¿O te vas a quedar limitado a la sombra de tu amo? Puedes ser libre y matar a tu antojo- Le expliqué.
Acto seguido me giré y me dispuse a luchar contra aquellos hombres. Darle la espalda podría ser el peor error de mi ida. De lo que quedara de ella. Pero si lo había convencido sería una herramienta estupenda para poder huir. Me había topado con cientos de gyojin como yo y como él en mi época de gladiador y sabía como tratarlos. Solo tenía que descubrir cuan aferrado estaba a sus cadenas y herir su orgullo.
-Aunque, claro, entiendo que te de miedo luchar contra tres hombres. Quizás son demasiados para ti. Eso sin contar el resto de hombres que están viniendo hacia aquí. Con sus frágiles huesos crujiendo bajo mis manos y sus cabezas rodando por los suelos... lo voy a pasar muy bien. Si tu cobardía no te impide participar me lo pasaría mejor con algo de ayuda. Venga, anímate- Le dije.
Si funcionaba estaría a salvo. Parecía fuerte y con su ayuda podría librarme sin dificultad de los tres hombres y de los que nos perseguían. Quizás podría acompañarme. Tener una aliado como él sería genial para seguir con vida. Además, quizás le dejaba acabar con el "Amo" a ver si él lo hacía mejor de lo que lo hice yo.
-¿Lo hueles? Su sangre... es mucho más dulce que la nuestra. Sé que puedes olerlo. Míralos, tu sola presencia les infunde pavor. No son rival para ti. Imagínate acabar con todos ellos. Sin recibir órdenes, sin castigos. Podrías acabar con ellos y con todos los que los acompañan. Después podrías matar a tu amo y viajar por todo el mundo haciendo tantas matanzas como plazcas. ¿O te vas a quedar limitado a la sombra de tu amo? Puedes ser libre y matar a tu antojo- Le expliqué.
Acto seguido me giré y me dispuse a luchar contra aquellos hombres. Darle la espalda podría ser el peor error de mi ida. De lo que quedara de ella. Pero si lo había convencido sería una herramienta estupenda para poder huir. Me había topado con cientos de gyojin como yo y como él en mi época de gladiador y sabía como tratarlos. Solo tenía que descubrir cuan aferrado estaba a sus cadenas y herir su orgullo.
-Aunque, claro, entiendo que te de miedo luchar contra tres hombres. Quizás son demasiados para ti. Eso sin contar el resto de hombres que están viniendo hacia aquí. Con sus frágiles huesos crujiendo bajo mis manos y sus cabezas rodando por los suelos... lo voy a pasar muy bien. Si tu cobardía no te impide participar me lo pasaría mejor con algo de ayuda. Venga, anímate- Le dije.
Si funcionaba estaría a salvo. Parecía fuerte y con su ayuda podría librarme sin dificultad de los tres hombres y de los que nos perseguían. Quizás podría acompañarme. Tener una aliado como él sería genial para seguir con vida. Además, quizás le dejaba acabar con el "Amo" a ver si él lo hacía mejor de lo que lo hice yo.
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Al gyojin acepto tu propuesta. Este derroto a uno de los bandidos y acto seguido empezó a comerse su piel y carne dejando únicamente sus huesos.
Mientras tanto los otros dos bandidos se abalanzaron contra ti aprovechando que el otro gyojin estaba ocupado comiendose a su rival.
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Mi truco funcionó. Pero... no como me esperaba. El desgraciado había matado a uno de los bandidos y se lo estaba comiendo. Me había aliado con un maldito loco. Contuve mis ganas de vomitar y me preparé para recibir a los otros dos. Uno de ellos sacó una daga y el otro se abalanzó sin nada, ya que su arma me la había lanzado anteriormente. Elevé mi espada en el aire y la dejé caer con fuerza.
Una mano que sujetaba una daga cayó al suelo entre gritos y maldiciones. La sangre brotaba sin cesar mientras el bandido se agitaba desesperado. Esto confundió al otro que, por un segundo, dudó si atacarme o huir. Pero esa duda fue lo que terminó con él. Otro movimiento rápido separó su cabeza del cuerpo. Antes de acabar con el manco, el gyojin se echó encima de él y le arrancó la yugular de un bocado.
-Bueno... veo que tienes hambre. Mira este mapa. No sé lo que hay aquí, pero seguro que hay mucha gente a la que matar y comerse. Vamos a masacrar a unos cuantos humanos- Le dije para convencerlo.
No me agradaba mucho viajar con un tipo así, pero era un seguro de vida. Podría haberle recordado que me perseguían, pero prefería no enzarzarme en más luchas por ahora, así que inicié la marcha de nuevo. Tarde o temprano descubriría lo que había en el punto marcado del mapa, y prefería que fuera temprano. Además, si las cosas se ponían feas podía utilizar al gyojin.
Una mano que sujetaba una daga cayó al suelo entre gritos y maldiciones. La sangre brotaba sin cesar mientras el bandido se agitaba desesperado. Esto confundió al otro que, por un segundo, dudó si atacarme o huir. Pero esa duda fue lo que terminó con él. Otro movimiento rápido separó su cabeza del cuerpo. Antes de acabar con el manco, el gyojin se echó encima de él y le arrancó la yugular de un bocado.
-Bueno... veo que tienes hambre. Mira este mapa. No sé lo que hay aquí, pero seguro que hay mucha gente a la que matar y comerse. Vamos a masacrar a unos cuantos humanos- Le dije para convencerlo.
No me agradaba mucho viajar con un tipo así, pero era un seguro de vida. Podría haberle recordado que me perseguían, pero prefería no enzarzarme en más luchas por ahora, así que inicié la marcha de nuevo. Tarde o temprano descubriría lo que había en el punto marcado del mapa, y prefería que fuera temprano. Además, si las cosas se ponían feas podía utilizar al gyojin.
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Al gyojin no parece haberle gustado tu idea y te está mirando con cara de hambriento.
Amo, ser bueno conmigo. Amo dice comer tu.
Dijo el gyojin con una expresión seria. Te estaba mirando con unos ojos como que estaba deseoso de matarte y lo único que le retenía era que eras de su misma raza. Aunque quien sabe cuanto más puede durar aguantando, es una verdadera amenza hacia ti.
Amo, ser bueno conmigo. Amo dice comer tu.
Dijo el gyojin con una expresión seria. Te estaba mirando con unos ojos como que estaba deseoso de matarte y lo único que le retenía era que eras de su misma raza. Aunque quien sabe cuanto más puede durar aguantando, es una verdadera amenza hacia ti.
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-Claro que el amo es bueno contigo, también es bueno conmigo. Pero te estás confundiendo, no es a mí a quien te tienes que comer. Es otro gyojin que está escondido en el bosque. Yo también lo buscaba para comérmelo cuando me has encontrado tú a mí. Se lo come el primero que lo encuentra- Le dije.
Parece que me había precipitado. El gyojin estaba verdaderamente loco y no sería un buen aliado. Tarde o temprano se volvería contra mí, así que tenía que hacer algo para deshacerme de él. Lo mejor era recurrir a su "hambre". No sabía si comería otros gyojin pero, por ahora, si que comía humanos. Eso sería el motor de mi plan. Me separaría de él con esa excusa y, en otro momento, lo mataría si nos volviéramos a cruzar. Ahora esperaba que funcionara lo del "otro gyojin" pero, pro si acaso, tenía otro plan.
-Por allí vienen unos cuantos humanos más. Y creo que su piel está más sabrosa que la de estos. Puedes comértelos a todos si quieres, yo ya he comido antes de venir. Mientras tanto voy a ir a buscar al amo para que vea a cuantos has matado y te premie. Un guerrero tan bueno como tú merece una recompensa. Quizás una exquisita selección de carne... o lo que tú elijas. No me esperes, tu ve comiéndotelos que ahora vengo- Le dije.
Dicho esto me giré y me dispuse a marcharme. Esperaba que funcionara y que los bandidos lo mataran. Con suerte se llevaría a la mitad con él y me facilitaría las cosas. Pasara lo que pasara me haría ganar tiempo. Pero si decidía luchar... estaría en serios problemas. Intenté desechar esos pensamientos de mi cabeza. No era buena idea imaginar como los bandidos se me echaban encima o como tenía que pelear con esa masa de músculos. Aunque había tenido peores enfrentamientos como gladiador y nunca perdí.
Parece que me había precipitado. El gyojin estaba verdaderamente loco y no sería un buen aliado. Tarde o temprano se volvería contra mí, así que tenía que hacer algo para deshacerme de él. Lo mejor era recurrir a su "hambre". No sabía si comería otros gyojin pero, por ahora, si que comía humanos. Eso sería el motor de mi plan. Me separaría de él con esa excusa y, en otro momento, lo mataría si nos volviéramos a cruzar. Ahora esperaba que funcionara lo del "otro gyojin" pero, pro si acaso, tenía otro plan.
-Por allí vienen unos cuantos humanos más. Y creo que su piel está más sabrosa que la de estos. Puedes comértelos a todos si quieres, yo ya he comido antes de venir. Mientras tanto voy a ir a buscar al amo para que vea a cuantos has matado y te premie. Un guerrero tan bueno como tú merece una recompensa. Quizás una exquisita selección de carne... o lo que tú elijas. No me esperes, tu ve comiéndotelos que ahora vengo- Le dije.
Dicho esto me giré y me dispuse a marcharme. Esperaba que funcionara y que los bandidos lo mataran. Con suerte se llevaría a la mitad con él y me facilitaría las cosas. Pasara lo que pasara me haría ganar tiempo. Pero si decidía luchar... estaría en serios problemas. Intenté desechar esos pensamientos de mi cabeza. No era buena idea imaginar como los bandidos se me echaban encima o como tenía que pelear con esa masa de músculos. Aunque había tenido peores enfrentamientos como gladiador y nunca perdí.
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El gyojin se largo de ahí en busca de los otros cazadores. Tu sigues adelante en rumbo a tu camino pero de golpe te encuentras que caes en una trampa de los cazadores. Esta trampa era una red que había en el suelo que nada más la pisaras te ata la pierna y te cuelga en una rama de un gran arbol. Los cazadores que habían puesto esa trampa se enteran de que la trampa a saltado y van hacía ahí, en cosa de dos minutos estarían ahí. Tu decides si cortarte la pierna para escapar, si quedarte colgado o buscar alguna otra alternativa.
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Cuando perdí de vista al otro gyojin me alegré. Era una buena noticia en medio de toda esta incertidumbre y caos. pero la alegría se fue demasiado pronto. Mi descuido fue terrible. Escuché un crujido al dar un paso y en pocos segundos estaba suspendido del aire. Me dispuse a cortar la cuerda con la espada, pero ya no la tenía. por culpa del tirón la había soltado y se había quedado tendida en el suelo. Desde donde estaba no podía alcanzarla por mucho que me estirase.
Tenía que hacer algo y rápido. Hice una flexión y empecé a escalar por la cuerda. Cuando estuve en una posición poco molesta mordí con todas mis fuerzas. Era bastante gruesa y tenía un sabor salado y similar al olor del alquitrán. Mordí un par de veces más y terminó cediendo. Caí al suelo y me resentí de la pierna. Por suerte caí sobre la que no estaba herida, pero mi peso me hizo sentir el dolor allí donde se clavó la daga del cazador.
Entonces escuche un ruido. Agarré mi espada y me preparé para lo que se avecinaba. Intenté dar un paso, pero la pierna volvió a dolerme. Después de la caída tendría que esperar unos minutos antes de andar. Pero no sabía si sería posible. Aquellos que habían puesto la trampa sabían que algo había caído en ella y vendrían pronto a saber qué era.
Tenía que hacer algo y rápido. Hice una flexión y empecé a escalar por la cuerda. Cuando estuve en una posición poco molesta mordí con todas mis fuerzas. Era bastante gruesa y tenía un sabor salado y similar al olor del alquitrán. Mordí un par de veces más y terminó cediendo. Caí al suelo y me resentí de la pierna. Por suerte caí sobre la que no estaba herida, pero mi peso me hizo sentir el dolor allí donde se clavó la daga del cazador.
Entonces escuche un ruido. Agarré mi espada y me preparé para lo que se avecinaba. Intenté dar un paso, pero la pierna volvió a dolerme. Después de la caída tendría que esperar unos minutos antes de andar. Pero no sabía si sería posible. Aquellos que habían puesto la trampa sabían que algo había caído en ella y vendrían pronto a saber qué era.
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Los dos cazadores han llegado y cada uno lleva una bayesta. Además de esto recuerda que el bosque esta lleno de trampas, ten cuidado donde pisas que posiblemente caigas en alguna otra trampa y podría ser tu fin.
Los cazadores te están apuntando y están dispuestos a matarte. Es tu elección pelear con ellos con las trampas que pueda haber o huir y rezar por no caer en ninguna otra trampa.
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Llega un momento en el que te cansas de huir y sientes que no te quedan fuerzas para seguir corriendo. Todo el peso del mundo se carga sobre tus hombros y el cielo oscurece recordándote tu fatídico destino. Peor nunca creí en esas tonterías. Aunque es cierto que me había cansado de huir. No quería esconderme más, era el momento de mostrar los dientes y hacerles pagar por todo lo que me habían hecho.
Observé el suelo para comprobar que no había trampas. Estaban a una distancia corta de mí y no parecía haber nada por el camino. Usando mi espada como escudo por su tamaño, comencé a correr hacia los cazadores. Escuché el sonido del metal contra el metal al chocar uno de los virotes contra la hoja de mi arma, pero el otro se introdujo en mi brazo izquierdo por debajo del músculo. No era la primera vez que tenía una herida así, por lo que no le di mucha importancia.
Corrí con más velocidad y elevé la espada para dejarla caer. El golpe seco partió a uno de los cazadores casi por la mitad, pero el otro logró clavarme un virote más. Esta vez en las costillas. Se introdujo poco y desde el exterior gracias a mi rápido movimiento a la hora de atacar. Pero fue suficiente para hacerme gritar de dolor y que soltara la espada. Desarmado contemplé como mi rival recargaba la ballesta.
Antes de que me matara, agarre su cuello con ambas manso y apreté con fuerza. Sentí como su nuez se rompía entre mis dedos y no dejé de apretar hasta que la sangre emanó de su boca y manchó mis manos. Lo lancé al aire unos metros lejos de mí y escuché un nuevo chasquido. El cadáver había activado otra trampa. Me saqué el virote del brazo, recogí mi espada y me dispuse a marchar de nuevo hacia el punto del mapa.
Observé el suelo para comprobar que no había trampas. Estaban a una distancia corta de mí y no parecía haber nada por el camino. Usando mi espada como escudo por su tamaño, comencé a correr hacia los cazadores. Escuché el sonido del metal contra el metal al chocar uno de los virotes contra la hoja de mi arma, pero el otro se introdujo en mi brazo izquierdo por debajo del músculo. No era la primera vez que tenía una herida así, por lo que no le di mucha importancia.
Corrí con más velocidad y elevé la espada para dejarla caer. El golpe seco partió a uno de los cazadores casi por la mitad, pero el otro logró clavarme un virote más. Esta vez en las costillas. Se introdujo poco y desde el exterior gracias a mi rápido movimiento a la hora de atacar. Pero fue suficiente para hacerme gritar de dolor y que soltara la espada. Desarmado contemplé como mi rival recargaba la ballesta.
Antes de que me matara, agarre su cuello con ambas manso y apreté con fuerza. Sentí como su nuez se rompía entre mis dedos y no dejé de apretar hasta que la sangre emanó de su boca y manchó mis manos. Lo lancé al aire unos metros lejos de mí y escuché un nuevo chasquido. El cadáver había activado otra trampa. Me saqué el virote del brazo, recogí mi espada y me dispuse a marchar de nuevo hacia el punto del mapa.
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Ten cuidado las trampas de esos cazadores pueden seguir en el bosque. Al final donde se encontraba la X marcada en el mapa, era el lugar de una cueva. Los cazadores te siguen pisando los talones, ya que los tienes casi encima.
Escuchas un grito que dicía: jefe creo que he encontrado a esa alimaña. Esta junto a la cueva secreta a un minuto de aquí no llega.
¿Sabiendo que van a ir a la cueva que vas a hacer?
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Una cueva... ¿tanto camino por una cueva? Sería irónico que mi salvación, mi huida, fuera algo cerrado como una cueva. Pero era lo que había y me aferraría a ello. Dentro podría luchar contra mis rivales sin mucha desventaja por el número ya que, al ser un lugar estrecho tendrían que atacar de uno en uno o de dos en dos. Una "oferta" de lo más alentadora. Me introduje en el lugar. Mis ojos tardaron en acostumbrarse a la oscuridad, pero pude divisar una masa rocosa bastante grande.
Me escondí tras la inmensa roca a esperar que mis enemigos entraran. Si tardaban mucho sería señal de que no me habían encontrado y trataría de adentrarme más. Con suerte aparecería el gyojin y los mataríamos a todos haciendo una tenaza. Ahora lamentaba la posibilidad de que estuviera muerto. Aunque también era una alegría. Era alguien demasiado peligroso como para tenerlo cerca o depender de él. Ahora solo tenía que esperar.
Me escondí tras la inmensa roca a esperar que mis enemigos entraran. Si tardaban mucho sería señal de que no me habían encontrado y trataría de adentrarme más. Con suerte aparecería el gyojin y los mataríamos a todos haciendo una tenaza. Ahora lamentaba la posibilidad de que estuviera muerto. Aunque también era una alegría. Era alguien demasiado peligroso como para tenerlo cerca o depender de él. Ahora solo tenía que esperar.
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El Gyojin ha entrado a la cueva, acompañado de su amo y 9 cazadores más. Al parecer el amo ha vuelto a convenceral gyojin para que este en su bando y te están buscando para matarte.
Uno de esos cazadores te descubre y da la alarma de que estabas ahí. Y el gyojin esta preparado para matarte.
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Las antorchas que portaban iluminaron toda la estancia. No había lugar donde esconderse. Aunque una parte de mí se alegraba de ello. No eran muchos, me había visto en combates peores, pero traían con ellos al gyojin. Ese sería el rival duro, el resto no serían problema. Fue entonces cuando lo vi, el "Amo Steve". Tenía una cara de victoria con una sonrisa que cubría todo su rostro. Vestía con sus lujosos ropajes de siempre, parecía intacto. Aunque se podía ver los estragos de las heridas aún por cicatrizar que le había dejado.
-¿Sabes? No se te va a curar nunca del todo. Lo que te hice fue una obra maestra. Por algo me convertisteis en una máquina de guerra y me apodasteis segador. Aunque esta vez no fallare. Lo único que lamento es que no podré matarte más veces. Has hecho muy mal en venir tú mismo- Le dije con una sonrisa cínica.
Entonces miré hacia los bandidos y al gyojin. Estaba adelantado al lado de su amo. Para matarlo tendría que luchar primero con él. Aunque si era muy complicado tendría que luchar contra el resto sin estar en óptimas condiciones. Pero yo era un guerrero, nada era demasiado difícil para mí cuando se trataba de luchar. O eso quería creer. Avancé unos pasos y me puse en posició nde batalla siempre con la espada frente a mí. Si tenía que luchar contra él estaría en ventaja, pues el gyojin estaba desarmado.
-Puedes liberarte de tus cadenas y hacer lo que quieras. Puedes matar a tu amo y ser libre, tú decidirás qué hacer. O también puedes seguir siendo el perrito faldero de una mierda como él. Tú decides, matar o morir. Lucha junto a mí o muere- Le dije esperando a su reacción.
Todo estaba decidido, solo restaba esperar.
-¿Sabes? No se te va a curar nunca del todo. Lo que te hice fue una obra maestra. Por algo me convertisteis en una máquina de guerra y me apodasteis segador. Aunque esta vez no fallare. Lo único que lamento es que no podré matarte más veces. Has hecho muy mal en venir tú mismo- Le dije con una sonrisa cínica.
Entonces miré hacia los bandidos y al gyojin. Estaba adelantado al lado de su amo. Para matarlo tendría que luchar primero con él. Aunque si era muy complicado tendría que luchar contra el resto sin estar en óptimas condiciones. Pero yo era un guerrero, nada era demasiado difícil para mí cuando se trataba de luchar. O eso quería creer. Avancé unos pasos y me puse en posició nde batalla siempre con la espada frente a mí. Si tenía que luchar contra él estaría en ventaja, pues el gyojin estaba desarmado.
-Puedes liberarte de tus cadenas y hacer lo que quieras. Puedes matar a tu amo y ser libre, tú decidirás qué hacer. O también puedes seguir siendo el perrito faldero de una mierda como él. Tú decides, matar o morir. Lucha junto a mí o muere- Le dije esperando a su reacción.
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Toda la cueva se encontraba a oscuras. El moho estaba consumiendo todas las rocas de aquella cueva. El gyojin se estaba escondiendo detrás de aquella piedra tan grande, pero uno de los cazadores lo descubrió, revelando su paradero. Aquel gyojin herido, ya no tenía escapatoria ninguna y de un último intento de desesperación me dijo:
Puedes liberarte de tus cadenas y hacer lo que quieras. Puedes matar a tu amo y ser libre, tú decidirás qué hacer. O también puedes seguir siendo el perrito faldero de una mierda como él. Tú decides, matar o morir. Lucha junto a mí o muere
Aquel gyojin de verdad me conocía bien poquito. Intentaba convencerme de algo que no lo iba a logar. Me estaba poniendo furioso, cada palabra suya hacía que me entraran más ganas de comerme su lengua tan afilada que tiene y luego ir a por sus extremidades.
Yo solo pelear, solo estoy seguro ganar. Tu ser comida deliciosa. Amo ser amable.
Le dije mientras extendía mi brazo. De la palma de mi mano empezó a salir una gota de agua, con la que se la lancé con la intención de perforarle el hombro. Misil 1 [AF]
Puedes liberarte de tus cadenas y hacer lo que quieras. Puedes matar a tu amo y ser libre, tú decidirás qué hacer. O también puedes seguir siendo el perrito faldero de una mierda como él. Tú decides, matar o morir. Lucha junto a mí o muere
Aquel gyojin de verdad me conocía bien poquito. Intentaba convencerme de algo que no lo iba a logar. Me estaba poniendo furioso, cada palabra suya hacía que me entraran más ganas de comerme su lengua tan afilada que tiene y luego ir a por sus extremidades.
Yo solo pelear, solo estoy seguro ganar. Tu ser comida deliciosa. Amo ser amable.
Le dije mientras extendía mi brazo. De la palma de mi mano empezó a salir una gota de agua, con la que se la lancé con la intención de perforarle el hombro. Misil 1 [AF]
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El gyojin no solo decidió luchar contra mí, si no que dio su primer movimiento. Me apuntó con la mano. Si no estaba equivocado era kárate gyojin. No era la primera vez que me enfrentaba a algo así, por lo que intenté esquivarlo lanzándome al suelo. Sin embargo el tiro de agua me dio en el hombro perforándomelo. Por suerte para mí no era un punto vital ni me había dado en la clavícula. Por desgracia para él no había nada que me enfureciera más que los cobardes que luchan a distancia. Elevé mi espada y cargué hacia él.
-Es una lástima que tenga que matarte, no me habías caído del todo mal. ¡Después de matarte me encargaré de matar a tu amo!- Le grité.
La cueva era pequeña y no nos daba mucho margen de movimiento, pero eso jugaba también a mi favor. Lo enemigos no podrían enfrentarse a mí mientras estuviera ese gyojin por le medio y el techo era lo suficientemente alto como para maniobrar con mi espada. Aunque no había agua cerca, lo que significaba que el gyojin tenía un buen dominio del estilo de lucha. Una vez estuve lo suficientemente cerca dejé caer mi espada con fuerza.
Corte vertical [AF]
-Es una lástima que tenga que matarte, no me habías caído del todo mal. ¡Después de matarte me encargaré de matar a tu amo!- Le grité.
La cueva era pequeña y no nos daba mucho margen de movimiento, pero eso jugaba también a mi favor. Lo enemigos no podrían enfrentarse a mí mientras estuviera ese gyojin por le medio y el techo era lo suficientemente alto como para maniobrar con mi espada. Aunque no había agua cerca, lo que significaba que el gyojin tenía un buen dominio del estilo de lucha. Una vez estuve lo suficientemente cerca dejé caer mi espada con fuerza.
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el gyojin había sido herido. Pero eso no le impedía pelear, al parecer el corte le había motivado más y estaba sonriendo mientras peleaba. Se nota por sus acciones que lo disfrutaba. El gyojin fue corriendo hacía ti mientras pega un potente salto con la intención de usarlo de inercia para darte un puñetazo devastador.
Mientras tanto el jefe ordena a todos sus solados que vayan a por leña y una antorcha. La cueva se encuentra en un bosque así que en un par de minutos llegaran. es tu oportunidad de huir o de intentar matar al gyojin y al jefe.
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