Derian Markov
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Derian estaba tumbado en la cama-ataúd de su camarote. El lugar estaba casi totalmente a oscuras, pero él veía como si estuviese a plena luz del día. Con una mueca de satisfacción, ojeaba un pesado libro que rezaba "Sombras y ritos: los adoradores del dios Keyen". En la mesilla de noche reposaban otros tres libros más. Uno, algo más pequeño que el tenía ponía "Los misterios de Ireos. Un paraíso letal". Había otros dos más, uno era más voluminoso que todos los demás y ponía "Culturas ancestrales del North Blue". El último era un libro fino y negro llamado "Epopeya de Kazuo". Los cuatro libros tenían algo en común: hablaban de la isla hacia la que se dirigían, Ireos. Era el próximo objetivo en mente del aristócrata y historiador Derian Markov. Pretendía realizar una expedición en la isla y escribir un libro con todos sus hallazgos y desventuras para la posteridad. Sabía que llegarían en breves y la idea le excitaba. De repente escuchó con sus sentidos de vampiro los pasos de uno de sus marineros, así como su respiración y los latidos de su corazón. Le entró hambre. La inmortalidad tenía sus desventajas, al fin y al cabo no se podía tener tanto. Sin embargo se sentía contento con su nueva situación, la cual reafirmaba sus creencias y su posición de cazador. Derian habló en cuanto el marino se paró frente a su puerta.
- Hablad. ¿Hemos llegado ya? No hace falta que abráis la puerta.
Notó al hombre asustarse al escuchar cómo su respiración y latidos se aceleraban repentinamente. También le escuchó tragar saliva.
- Sí, Milord Markov. Estamos frente a la costa de Ireos. ¿Cuáles son sus órdenes?
- Avisad de que preparen un par de barcas y que los hombres elegidos para la expedición cojan sus petates. Avisad también a Drake para que me espere en cubierta. Ah, y ordenad que alguien me prepare un vaso de algo consistente. Espero que no sea sangre de pollo de nuevo, la detesto. Y no creo que el cocinero quiera provocar mi ira... o tal vez decida que él pase a ser mi próxima cena.
Esbozó una sonrisa sádica en la oscuridad, mostrando sus dientes mientras notaba como el hombre se ponía realmente nervioso. Este le contestó con un titubeante "sí, Milord" y marchó corriendo bastante rápido. Derian cerró el libro y lo dejó en la mesilla. Cogió una mochilla que tenía preparada, se ató al cinto las vainas de su mano y media y de Vanator y abrió la puerta. El pasillo no estaba demasiado iluminado, pero sí lo estaba más que la habitación, y el aumento de luz solar repentino le mareó. Notó como perdía parte de sus fuerzas y comenzó a notar su equipaje más pesado que antes. Apretó los dientes y avanzó poco a poco por el pasillo, adaptándose a la pérdida de fuerzas que le causaba el día. Una vez llegó a a cubierta, se sentía mucho más débil, pero era consciente de que sus fuerzas seguían siendo superiores a las de un humano normal. Se apoyó contra el mástil, esperando a que se reuniese el equipo de expedición, Drake y que le trajesen su comida.
- Hablad. ¿Hemos llegado ya? No hace falta que abráis la puerta.
Notó al hombre asustarse al escuchar cómo su respiración y latidos se aceleraban repentinamente. También le escuchó tragar saliva.
- Sí, Milord Markov. Estamos frente a la costa de Ireos. ¿Cuáles son sus órdenes?
- Avisad de que preparen un par de barcas y que los hombres elegidos para la expedición cojan sus petates. Avisad también a Drake para que me espere en cubierta. Ah, y ordenad que alguien me prepare un vaso de algo consistente. Espero que no sea sangre de pollo de nuevo, la detesto. Y no creo que el cocinero quiera provocar mi ira... o tal vez decida que él pase a ser mi próxima cena.
Esbozó una sonrisa sádica en la oscuridad, mostrando sus dientes mientras notaba como el hombre se ponía realmente nervioso. Este le contestó con un titubeante "sí, Milord" y marchó corriendo bastante rápido. Derian cerró el libro y lo dejó en la mesilla. Cogió una mochilla que tenía preparada, se ató al cinto las vainas de su mano y media y de Vanator y abrió la puerta. El pasillo no estaba demasiado iluminado, pero sí lo estaba más que la habitación, y el aumento de luz solar repentino le mareó. Notó como perdía parte de sus fuerzas y comenzó a notar su equipaje más pesado que antes. Apretó los dientes y avanzó poco a poco por el pasillo, adaptándose a la pérdida de fuerzas que le causaba el día. Una vez llegó a a cubierta, se sentía mucho más débil, pero era consciente de que sus fuerzas seguían siendo superiores a las de un humano normal. Se apoyó contra el mástil, esperando a que se reuniese el equipo de expedición, Drake y que le trajesen su comida.
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Drake estaba sentado en la cubierta, sus párpados estaban totalmente cerrados. Esto no era a causa de tener sueño o estar cansado, agotado ni nada parecido. La razón de estar de esa forma era algo bastante simple para el chico. De esa forma estaba absorto en sus pensamientos y podia pensar mejor el modo de llevar a cabo sus propositos. No tenia ni idea de a donde se dirigian, ¿la causa? seguramente se lo habrian dicho ya pero este no se habria enterado de nada en absoluto. Sus uñas arañaban levemente la madera de la cubierta del barco sin apenas hacerle nada de nada. Ahora solo pensaba en seguir con su entrenamiento ¿que criaturas o enemigos les esperaban ahora? ¿ seria peligroso aquel lugar a donde se dirigian? se le ocurrio en pedir opinión a uno de los que alli estaban con él, pero su pereza era algo magestuoso por lo que permanecio callado sin decir nada y en la misma pose en la que monto en el barco. No parecia querer moberse de esa postura en la que estaba tan tranquilo. Su principal objetivo ahora era permanecer al lado de al que tenia que proteger pasara lo que pasara, a su señor Derian Markov. Pronto escucho tras de si una voz algo asustada por el tono en el que le hablaba.
Era uno de los que alli estaban el cual se dirigio a el en aquel tono asustadizo que tenia
- Drake vamos ya es..
- Shh!
Este le interrumpio antes de que acabara la frase, aquel hombre le ponia nervioso por la forma de hablar que tenia de gallina en su opinión y seguramente el motivo seria el que Drake tenia en mente en ese preciso momento. Abrio los ojos por fín y se levanto de su sitio estirando las piernas y girandose para hablarle a aquel hombre en un tono tranquilo y algo pasota.
- Haber tranquilizate, el señor ya a dado la orden y tu estas asi por haber sido el que a venido de recivir dicha orden de avisarme ami y al resto ¿me equiboco?
El chico nego con la cabeza pues habia dado en el clavo, tras eso Drake sonrio de lado y dejo los dedos de su mano derecha caer hasta sus guanteletes de acero los cuales acaricio un momento con una sonrisa algo sadica. Por fín llego el momento de salir del barco seguramente por lo que se estiro ahora de los hombros y de las piernas mientras dio un gran bostezo que duro unos cinco segundos aproximadamente. Sus ojos ahora se fijaron en la figura que se estableció junto al mástil. Derian Markov. El hombre que le informo a Drake salio de alli a toda prisa para informar tambien los otros cometidos que se le habian ordenado hacer por parte de su señor. Drake suspiro observando como se iba el otro hombre y mirando despues de nuevo a Derian
- Bueno a trabajar
Dijo muy tranquilo el chico y caminando despacio a donde estaba Derian hasta colocarse a unos dos metros de él y hacer un gesto de saludo respetable hacia este. Permanecio callado unos segundos hasta que lentamente abrio la boca para dejar oir de sus labios aquellas dos unicas palabras que se escucharon en el barco. su voz era firme y de un tono normal, ni muy alto ni muy bajo.
- Listo señor
Era uno de los que alli estaban el cual se dirigio a el en aquel tono asustadizo que tenia
- Drake vamos ya es..
- Shh!
Este le interrumpio antes de que acabara la frase, aquel hombre le ponia nervioso por la forma de hablar que tenia de gallina en su opinión y seguramente el motivo seria el que Drake tenia en mente en ese preciso momento. Abrio los ojos por fín y se levanto de su sitio estirando las piernas y girandose para hablarle a aquel hombre en un tono tranquilo y algo pasota.
- Haber tranquilizate, el señor ya a dado la orden y tu estas asi por haber sido el que a venido de recivir dicha orden de avisarme ami y al resto ¿me equiboco?
El chico nego con la cabeza pues habia dado en el clavo, tras eso Drake sonrio de lado y dejo los dedos de su mano derecha caer hasta sus guanteletes de acero los cuales acaricio un momento con una sonrisa algo sadica. Por fín llego el momento de salir del barco seguramente por lo que se estiro ahora de los hombros y de las piernas mientras dio un gran bostezo que duro unos cinco segundos aproximadamente. Sus ojos ahora se fijaron en la figura que se estableció junto al mástil. Derian Markov. El hombre que le informo a Drake salio de alli a toda prisa para informar tambien los otros cometidos que se le habian ordenado hacer por parte de su señor. Drake suspiro observando como se iba el otro hombre y mirando despues de nuevo a Derian
- Bueno a trabajar
Dijo muy tranquilo el chico y caminando despacio a donde estaba Derian hasta colocarse a unos dos metros de él y hacer un gesto de saludo respetable hacia este. Permanecio callado unos segundos hasta que lentamente abrio la boca para dejar oir de sus labios aquellas dos unicas palabras que se escucharon en el barco. su voz era firme y de un tono normal, ni muy alto ni muy bajo.
- Listo señor
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Derian observó acercarse a Drake. Aun tenía sus dudas sobre su joven guardaespaldas, pero en todo caso había decidido darle una oportunidad y guardárselas para él. Le habían hablado bien de aquel joven y peculiar luchador, y tenía grandes expectativas puestas en él. Se sacó del bolsillo de la gabardina sus guantes de cuero y se los puso. Ese día iba vestido con una gabardina marrón oscuro larga, de cuero pulido, unas botas ligeras del mismo material, pantalones largos, resistentes y cómodos de un tono oscuro y una camiseta azul por debajo. Era la ropa que tenía para entornos como el que iban a atravesar: el bosque y las ruinas de Ireos. Ir con armadura en ese entorno sería muy engorroso.
- ¿Estáis preparado, Drake? ¿Seguro que no vais a llevar nada más de equipaje?
Era muy consciente de que necesitarían un equipo muy variado para sobrevivir en la isla, de ahí su pesado equipaje. Además de su enorme mochila, los hombres de la expedición cargarían en el bote un ataúd para él. Efectivamente vio cómo empezaban a llegar, subiendo con cuerdas todo el equipaje desde la bodega de carga. Sacos de frutos secos y comida duradera, barriles de agua y alcohol, tiendas de campañas, sacos de dormir... todo lo necesario para el tiempo que iban a pasar en la isla. Hizo una seña con la mano y los expedicionarios, obedientes, se pusieron firmes frente a él. Eran nueve, once con él y Drake. Iban todos con los típicos atuendos de exploradores, con ropa apropiada para no pasar calor en la isla. Al fin y al cabo eran hombres del norte, y aunque no fuese una isla tropical, para ellos era cálida.
- Bien, señores. Creo que no hace falta ni que mencione, pero lo haré a modo de recordatorio, que quiero obediencia absoluta en todo momento. El seguir mis órdenes al pie de la letra, por extrañas que parezcan, podrían salvarles la vida. Espero que lo tengan en cuenta - sacó de repente una foto de una flor - ¿Ven esta foto? Si ven algo similar durante nuestra expedición, ni se les ocurra tocarla, ni mucho menos arrancarla, cortarla o pisarla. Se trata de la Broma de Keyen, una flor que vive en "comunidad". Todas las flores Keyen de la isla están conectadas entre sí por las raíces, y cuando una es dañada, manda una serie de estímulos a todas las flores de la isla que liberan un veneno alucinógeno mortal. Ténganlo en cuenta. En Ireos hay animales peligrosos, pero nada más mortal que la Broma de Keyen, ya que supondrá la muerte de toda la expedición, y si el viento va de la isla al barco, de toda la tripulación también.
Era una flor extraña. Derian no consideró necesario dar esa información, pero el veneno de las Bromas de Keyen no afectaba a la fauna local. Sólo a los forasteros. Parecía que hubiese sido creada única y exclusivamente para mantener fuera de la isla a visitantes indeseados. ¿Una creación tal vez de la antigua civilización de la isla? En todo caso, buscaría las respuestas una vez encontrasen el templo.
- Eso es todo, señores. Desembarcaremos en la isla en cuanto carguen todo en los botes. Hoy nos quedaremos en la playa de momento, y comenzaremos a explorar el terreno. Nunca se alejen solos del campamento, y ni se les ocurra entrar en la selva sin ir en grandes números. Ahora, a trabajar.
Tras esto, se sentó apoyado contra el mástil y sacó una libreta y un lapiz de la gabardina. Comenzó a relatar, a modo de diario, el comienzo de la expedición añadiendo los detalles que había explicado a sus hombres y añadió las reacciones que había observado en estos. Toda información podría ser útil más tarde a la hora de escribir su libro sobre la expedición. Mientras escribía, se le acercó un hombre de la tripulación y le tendió un recipiente de barro cocido. Derion dejó de escribir y tomó el recipiente, tras lo cual es hombre se retiró con una reverencia. Bebió un trago. Suerte para el cocinero, esta vez no era sangre de pollo. Sabía bastante mejor, aunque era más fuerte que la sangre humana. Al cabo de unos veinte minutos, se le acercó un tripulante.
- Lord Derian, todo listo. Estamos preparados para embarcar en los botes.
El aristócrata se levantó con una ligera sonrisa y se dirigió a un bote. Subió y esperó pacientemente mientras la tripulación lo hacía bajar cautelosamente con cuerdas. Estaba determinado a desentrañar los misterios de aquella isla y arrancarle los secretos que guardaba en las ruinas. Podía hacerlo, al fin y al cabo era el Conde Derian Markov, un vampiro. ¿Quién podía oponérsele?
- ¿Estáis preparado, Drake? ¿Seguro que no vais a llevar nada más de equipaje?
Era muy consciente de que necesitarían un equipo muy variado para sobrevivir en la isla, de ahí su pesado equipaje. Además de su enorme mochila, los hombres de la expedición cargarían en el bote un ataúd para él. Efectivamente vio cómo empezaban a llegar, subiendo con cuerdas todo el equipaje desde la bodega de carga. Sacos de frutos secos y comida duradera, barriles de agua y alcohol, tiendas de campañas, sacos de dormir... todo lo necesario para el tiempo que iban a pasar en la isla. Hizo una seña con la mano y los expedicionarios, obedientes, se pusieron firmes frente a él. Eran nueve, once con él y Drake. Iban todos con los típicos atuendos de exploradores, con ropa apropiada para no pasar calor en la isla. Al fin y al cabo eran hombres del norte, y aunque no fuese una isla tropical, para ellos era cálida.
- Bien, señores. Creo que no hace falta ni que mencione, pero lo haré a modo de recordatorio, que quiero obediencia absoluta en todo momento. El seguir mis órdenes al pie de la letra, por extrañas que parezcan, podrían salvarles la vida. Espero que lo tengan en cuenta - sacó de repente una foto de una flor - ¿Ven esta foto? Si ven algo similar durante nuestra expedición, ni se les ocurra tocarla, ni mucho menos arrancarla, cortarla o pisarla. Se trata de la Broma de Keyen, una flor que vive en "comunidad". Todas las flores Keyen de la isla están conectadas entre sí por las raíces, y cuando una es dañada, manda una serie de estímulos a todas las flores de la isla que liberan un veneno alucinógeno mortal. Ténganlo en cuenta. En Ireos hay animales peligrosos, pero nada más mortal que la Broma de Keyen, ya que supondrá la muerte de toda la expedición, y si el viento va de la isla al barco, de toda la tripulación también.
Era una flor extraña. Derian no consideró necesario dar esa información, pero el veneno de las Bromas de Keyen no afectaba a la fauna local. Sólo a los forasteros. Parecía que hubiese sido creada única y exclusivamente para mantener fuera de la isla a visitantes indeseados. ¿Una creación tal vez de la antigua civilización de la isla? En todo caso, buscaría las respuestas una vez encontrasen el templo.
- Eso es todo, señores. Desembarcaremos en la isla en cuanto carguen todo en los botes. Hoy nos quedaremos en la playa de momento, y comenzaremos a explorar el terreno. Nunca se alejen solos del campamento, y ni se les ocurra entrar en la selva sin ir en grandes números. Ahora, a trabajar.
Tras esto, se sentó apoyado contra el mástil y sacó una libreta y un lapiz de la gabardina. Comenzó a relatar, a modo de diario, el comienzo de la expedición añadiendo los detalles que había explicado a sus hombres y añadió las reacciones que había observado en estos. Toda información podría ser útil más tarde a la hora de escribir su libro sobre la expedición. Mientras escribía, se le acercó un hombre de la tripulación y le tendió un recipiente de barro cocido. Derion dejó de escribir y tomó el recipiente, tras lo cual es hombre se retiró con una reverencia. Bebió un trago. Suerte para el cocinero, esta vez no era sangre de pollo. Sabía bastante mejor, aunque era más fuerte que la sangre humana. Al cabo de unos veinte minutos, se le acercó un tripulante.
- Lord Derian, todo listo. Estamos preparados para embarcar en los botes.
El aristócrata se levantó con una ligera sonrisa y se dirigió a un bote. Subió y esperó pacientemente mientras la tripulación lo hacía bajar cautelosamente con cuerdas. Estaba determinado a desentrañar los misterios de aquella isla y arrancarle los secretos que guardaba en las ruinas. Podía hacerlo, al fin y al cabo era el Conde Derian Markov, un vampiro. ¿Quién podía oponérsele?
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- Si enseguida voy a po él señor
Tras esas palabras Drake escucho perfectamente la informacion que estaba dando su señor sin decir ni una sola palabra para no interrumpirle. Cuando este acabo de hablar sonrio de lado con un brillo en su mirada de emocion, efectivamente iban a salir ya del barco por fín.Este estaba deseando llegar a la isla, escucho atento la parte de la flor la cuál le parecía muy pelígrosa pero debido a sus conocimientos de guardabosques se quedo en su mente con la perfecta silueta del dibujo que le mostró. La parte que mas le gusto fue la de los animales peligrosos, algo genial segun su punto de vista. Querría enfrentarse a ellos a toda costa y sin temor aunque le pudiera costar caro. ¿Que se le iba a hacer? en la mente de semejante bruto como él solo se encontraba ese pensamiento.Pero como en toda noticia buena siempre hay algo negativo.Suspiro cuando escucho aquella noticia que le corto la fiesta, la de quedarse por hoy en la playa.Tras escuchar las palabras ``a trabajar`` de su señor no dudo en salir de la cubierta para adentrarse rapidamente en los camarotes a paso lento
- Deberia coger algo para el pelo
Este entró en su camarote tranquilamente y fue hasta su cama, no tenia mas pertenencias salvo lo que ya llevaba por ello arranco con las manos un trozo de la sabana de su cama, sería del tamaño de un pañuelo para la cabeza.Una vez arrancado de la parte derecha por una de las esquinas del colchon se lo ató a la frente y lo anudo torpemente pues no era muy bueno en esas cosas.Tras eso se sento en su cama, sus vestimentas eran las de síempre. Su camiseta de tirantes negro bien ajustada.Su pantalon largo y negro que acababa en sus sandalias marrones dejando a la vista simple sus pies.Sus guanteletes de acero colgando de el cinturon blanco de su cintura atados entre si por aquella cuerdecita roja. Era un equípo algo corto y muy basico pero con eso le bastaba al menos en esa zona, cuando pasarón quince minutos exactos se levanto. Por desgracia el pañuelo blanco que se puso se cayó al suelo y este fruncío el ceño agachandose y recogiendolo para despues meterlo en su bolsillo derecho y empezar a caminar a cubierta murmurando
- Maldición después le diré a alguién que me lo ponga bien apretado y asi de facíl. No me complicare mas la cabeza estoy harto
Al salír por fín a cubierta para quedarse justo en el centro y observar el cielo unos momentos, cuando paso uno de los hombres por su lado y este lo paro colocando su mano en el pecho de este. Lo miro a los ojos tranquilamente sin ninguna expresion en particular para despues decirle en un tono algo alto para la distancia a la que se encontraban
- Dime, ¿que se supone que habeis llevado para comer en los barriles?
- Pues creo que frutos secos, agua,alcohol y mas cosas duraderas para el viaje
Drake suspiro quitando la mano del hombre y sin decirle nada caminar dando vueltas por la cubierta algo pensativo. Como no.., el alcohol, este penso que algunos se emborracharian de seguro y pisarian algunas de esas flores y si eso pasaba estarian en serios problemas por culpa de eso, esa noche no pensaba dormir o hacer el mas de una guardia por si algun descerebrado se le ocurria la idea de irse borracho a dar un paseo y cometer algun error ya que eso le podia suponer la vida a él y Derian y no iba a permitir eso bajo ningun concepto.Y por si fuera poco tendria que aguantar los tipicos cantos de los borrachos cuando andan abríosy eso le ponia nervioso aunque sabia que su señor no tenia mucha paciencia y puede que estos por respeto no hicieran nada. La cosa no acababa ahí, no sabía el motivo por el que estaban en ese sitio. Tras unos segundos se acerco al anterior hombre el cual estaba algo ocupado. Este le volvio a colocar la mano en el pecho parandolo
- Espera
- ¿Que quieres ahora?
- Nesesito que me ates un pañuelo a la cabeza que yo no sé
El hombre suspiro escuchandolo y espero a que se lo diera.Cuando Drake se lo dío este lo miro algo extrañado y se lo coloco cuando termino para despues decirle con un tono algo confuso
- ¿Eso es de una sabana?
- Claro que no!
Dijo Drake a punto de partirse de risa el solo en ese momento pero se contuvo y siguio a lo suyo cuando escucho a aquel hombre decir que todo estaba listo.Subio al bote junto con Derian y los demas y permanecio callado junto a su señor esperando a llegar a tierra con una sonrisa de emocion que aprecio en su rostro segundos después de montarse en aquel bote que parecian bajar con mucho cuidado. Acariciaba despacio sus guanteletes y se crujio los nudillos, exactamente los diez para despues estar atento y dirigir su mirada a la playa.
Tras esas palabras Drake escucho perfectamente la informacion que estaba dando su señor sin decir ni una sola palabra para no interrumpirle. Cuando este acabo de hablar sonrio de lado con un brillo en su mirada de emocion, efectivamente iban a salir ya del barco por fín.Este estaba deseando llegar a la isla, escucho atento la parte de la flor la cuál le parecía muy pelígrosa pero debido a sus conocimientos de guardabosques se quedo en su mente con la perfecta silueta del dibujo que le mostró. La parte que mas le gusto fue la de los animales peligrosos, algo genial segun su punto de vista. Querría enfrentarse a ellos a toda costa y sin temor aunque le pudiera costar caro. ¿Que se le iba a hacer? en la mente de semejante bruto como él solo se encontraba ese pensamiento.Pero como en toda noticia buena siempre hay algo negativo.Suspiro cuando escucho aquella noticia que le corto la fiesta, la de quedarse por hoy en la playa.Tras escuchar las palabras ``a trabajar`` de su señor no dudo en salir de la cubierta para adentrarse rapidamente en los camarotes a paso lento
- Deberia coger algo para el pelo
Este entró en su camarote tranquilamente y fue hasta su cama, no tenia mas pertenencias salvo lo que ya llevaba por ello arranco con las manos un trozo de la sabana de su cama, sería del tamaño de un pañuelo para la cabeza.Una vez arrancado de la parte derecha por una de las esquinas del colchon se lo ató a la frente y lo anudo torpemente pues no era muy bueno en esas cosas.Tras eso se sento en su cama, sus vestimentas eran las de síempre. Su camiseta de tirantes negro bien ajustada.Su pantalon largo y negro que acababa en sus sandalias marrones dejando a la vista simple sus pies.Sus guanteletes de acero colgando de el cinturon blanco de su cintura atados entre si por aquella cuerdecita roja. Era un equípo algo corto y muy basico pero con eso le bastaba al menos en esa zona, cuando pasarón quince minutos exactos se levanto. Por desgracia el pañuelo blanco que se puso se cayó al suelo y este fruncío el ceño agachandose y recogiendolo para despues meterlo en su bolsillo derecho y empezar a caminar a cubierta murmurando
- Maldición después le diré a alguién que me lo ponga bien apretado y asi de facíl. No me complicare mas la cabeza estoy harto
Al salír por fín a cubierta para quedarse justo en el centro y observar el cielo unos momentos, cuando paso uno de los hombres por su lado y este lo paro colocando su mano en el pecho de este. Lo miro a los ojos tranquilamente sin ninguna expresion en particular para despues decirle en un tono algo alto para la distancia a la que se encontraban
- Dime, ¿que se supone que habeis llevado para comer en los barriles?
- Pues creo que frutos secos, agua,alcohol y mas cosas duraderas para el viaje
Drake suspiro quitando la mano del hombre y sin decirle nada caminar dando vueltas por la cubierta algo pensativo. Como no.., el alcohol, este penso que algunos se emborracharian de seguro y pisarian algunas de esas flores y si eso pasaba estarian en serios problemas por culpa de eso, esa noche no pensaba dormir o hacer el mas de una guardia por si algun descerebrado se le ocurria la idea de irse borracho a dar un paseo y cometer algun error ya que eso le podia suponer la vida a él y Derian y no iba a permitir eso bajo ningun concepto.Y por si fuera poco tendria que aguantar los tipicos cantos de los borrachos cuando andan abríosy eso le ponia nervioso aunque sabia que su señor no tenia mucha paciencia y puede que estos por respeto no hicieran nada. La cosa no acababa ahí, no sabía el motivo por el que estaban en ese sitio. Tras unos segundos se acerco al anterior hombre el cual estaba algo ocupado. Este le volvio a colocar la mano en el pecho parandolo
- Espera
- ¿Que quieres ahora?
- Nesesito que me ates un pañuelo a la cabeza que yo no sé
El hombre suspiro escuchandolo y espero a que se lo diera.Cuando Drake se lo dío este lo miro algo extrañado y se lo coloco cuando termino para despues decirle con un tono algo confuso
- ¿Eso es de una sabana?
- Claro que no!
Dijo Drake a punto de partirse de risa el solo en ese momento pero se contuvo y siguio a lo suyo cuando escucho a aquel hombre decir que todo estaba listo.Subio al bote junto con Derian y los demas y permanecio callado junto a su señor esperando a llegar a tierra con una sonrisa de emocion que aprecio en su rostro segundos después de montarse en aquel bote que parecian bajar con mucho cuidado. Acariciaba despacio sus guanteletes y se crujio los nudillos, exactamente los diez para despues estar atento y dirigir su mirada a la playa.
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Por fin estaban en los botes de camino a la playa. Derian se permitió exhibir una media sonrisa de placer. Por dentro estaba muy emocionado, pero no se permitió mostrarlo. A su lado, su guardaespaldas sonreía también. A parte de la breve investigación en los templos de Halstat donde había encontrado la Kyû Kyû no mi, era su primera expedición arqueológica. De hecho era la primera expedición arqueológica real, lo de Halstat mejor pensado no merecía ser considerado como tal. Se había limitado a caminar entre las ruinas semiderruidas del templo en busca de reliquias o algo interesante, pero ya estaba todo saqueado. El descubrimiento de la Kyû Kyû había sido cosa de suerte, aunque a él le gustaba pensar que había sido el destino. Cuando estaba a punto de rendirse, hubo un derrumbamiento que dejó a la vista un pasadizo oculto hacia un sótano, donde encontró el cofre de la preciosa fruta. Hacía menos de dos semanas de ello, y aun se estaba acostumbrando a los poderes del vampiro y descubriéndolos. Recordaba lo confusos que habían sido los primeros días, con todos sus sentidos ultra-agudizados y con los mareos que sufría inicialmente al estar a la luz del sol. Sin embargo se forzó a acostumbrarse, y ahora aunque le debilitaba de manera importante, no sufría mareos cuando estaba a la luz del día. Mientras pensaba esto y observaba con interés la frondosa vegetación de Ireos. La isla estaba llena de montañas y elevaciones excepto en su centro, formando un anillo. Sin embargo la zona donde iban a desembarcar era un pequeño pasaje donde las montañas se convertían en pequeñas elevaciones boscosas. Los planes que había preparado consistían en atravesar aquel pasaje hasta el valle central y el bosque de Irges. Una vez allí se dirigirían al centro mismo de la isla, al monte Cronium, donde se alzaba el Gran Templo de Keyen (O lo que quedase de él). Mientras pensaba esto, de repente del bote se detuvo bruscamente. Habían tocado arena, ya estaban junto a la playa. Derian se puso de pie y saltó hacia la húmeda arena para evitar caminar por las aguas de la orilla y mojarse las botas y el bajo de los pantalones. Una ves allí se giró hacia sus hombres y comenzó a hablarles.
- Bien señores, aquí estamos. Ireos, una tierra por explorar. Una tierra hostil y llena de peligros. No se atrevan a bajar la guardia o no durarán nada aquí. Comiencen a montar el campamento y sacar todo de los botes. Sin embargo, antes de eso atiendan: voy a establecer una serie de normas. Está terminantemente prohibido acceder a la selva sin mi consentimiento. También está prohibido abandonar el campamento sin compañía, y si lo hacen no se alejen demasiado. Animales peligrosos pueblan estas tierras. Por último, el alcohol está racionado. Una jarra y media por hombre y día. Les necesito despiertos y alerta, por lo que debo evitar que se emborrachen. Les permito traer alcohol para mantener la moral alta, no lo olviden. No me hagan quitarles ese privilegio. Ahora me retiraré a dormitar hasta el anochecer. Despiértenme a esa hora. Drake, usted debería dormir también. Me va a acompañar en una expedición nocturna al bosque empleando nuestros sentidos superiores.
Tras decir esto, dio vueltas alrededor de la zona en la que estaban levantando el campamento supervisando el proceso. Una vez hubieron levantado su tienda, entró en esta y se metió en el ataúd a dormir hasta la noche. Mientras intentaba descansar, recordó unos pasajes de la "Epopeya de Kazuo" que mencionaban la existencia de una legendaria bestia reptiliana gigantesca que habitaba la isla. Debía andarse con ojo. Aquel libro era sólo un relato, pero con bases históricas reales. Podía ser que la bestia existiese realmente y aun estuviese viva, acechando en las profundidades del valle. Con este inquietante pensamiento en mente, se durmió.
- Bien señores, aquí estamos. Ireos, una tierra por explorar. Una tierra hostil y llena de peligros. No se atrevan a bajar la guardia o no durarán nada aquí. Comiencen a montar el campamento y sacar todo de los botes. Sin embargo, antes de eso atiendan: voy a establecer una serie de normas. Está terminantemente prohibido acceder a la selva sin mi consentimiento. También está prohibido abandonar el campamento sin compañía, y si lo hacen no se alejen demasiado. Animales peligrosos pueblan estas tierras. Por último, el alcohol está racionado. Una jarra y media por hombre y día. Les necesito despiertos y alerta, por lo que debo evitar que se emborrachen. Les permito traer alcohol para mantener la moral alta, no lo olviden. No me hagan quitarles ese privilegio. Ahora me retiraré a dormitar hasta el anochecer. Despiértenme a esa hora. Drake, usted debería dormir también. Me va a acompañar en una expedición nocturna al bosque empleando nuestros sentidos superiores.
Tras decir esto, dio vueltas alrededor de la zona en la que estaban levantando el campamento supervisando el proceso. Una vez hubieron levantado su tienda, entró en esta y se metió en el ataúd a dormir hasta la noche. Mientras intentaba descansar, recordó unos pasajes de la "Epopeya de Kazuo" que mencionaban la existencia de una legendaria bestia reptiliana gigantesca que habitaba la isla. Debía andarse con ojo. Aquel libro era sólo un relato, pero con bases históricas reales. Podía ser que la bestia existiese realmente y aun estuviese viva, acechando en las profundidades del valle. Con este inquietante pensamiento en mente, se durmió.
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Cuando estaba en el bote con los demas observaba como se acercaban a tierra, su mirada seguia siendo la misma que cuando montó en el bote. Suavemente deslizó sus dedos hasta tocar el agua del mar con estos, la mano empleada fué la derecha. Notaba el frescor de esta recorrer su piél despacio y dejarsela mojada totalmente. Él siempre estubo haciendo parte de sus ejercicios en el agua, incluso cuando comio la fruta intento meterse al desconocer su poder. Suerte que uno de los Tutores que tenia le aviso antes de que lo hiciera y le conto la historia sobre esas frutas.Algo que el desconocia. Las habilidades que obtuvo con estas fueron algo que le gustó mucho a él pues siempre habia tenido preferencia por esa clase de animal. El tener sus dedos en el agua le hacián recordar viejos tiempos donde sus entrenamientos se basaban en entrar al mar en fuertes tempestades y resistir la fuerza de las olás con su propio cuerpo.Aquella epoca en la que aún trabajaba en la mano de obra cuando podia y aun no tenia instructores como pasó mas adelante. A decir verdad Drake aún no habia probado aquellos ``dones`` que recivió y desconocia bien como saber usar tales habilidades en combate. ¿Tardaría mucho en encontrar a aquellos que le arrebataron a su familía?. No lo sabia bien, pero pensaba vengarse algun dia, eso claro estaba y no iba a cambiar de opinión. Pero antes le quedaba su otro cometido, lograria que su señor cumpliera su sueño y le seguiria hasta la muerte. Cerró los ojos unos instantes suspirando despacio hasta que pudó sentir como el bote se paro al tocar la arena. Cosa que hizo que metiera los dedos en este y se los llenara de esta.
- por fín
Fueron las dos simples palabra que murmullo cuando llegarón a la isla. Se fijo en la vegetacion y sus elevadas montañas, sonrío de lado levantandose del bote y estirando las piernas .Cuando Derian empezó a hablar este estubo atento a todas y cada una de sus palabras. Por lo que escucho no podria adentrarse en aquella isla y tampoco alejarse mucho, ademas pudo escuchar la parte del alcohol. Algo bastante razonable, sus preocupaciones sobre ese tema habían bajado, pero aún tenía sus dudas por si alguno hacia lo que le daba la gana. Cuando escuchó lo de dormir no le convencio mucho pues no dormia casi nada, pero eran las ordenes de su señor por lo que asintio simplemente con una media sonrisa. Una vez acabó su señor de hablar se giro dirigiendose a uno de los barriles de agua y echó un poco sobre un pequeño vaso de madera que había al lado,lo llenó hasta el borde y se lo bebió entero, tras eso guardó el vaso donde estaba y cerro aquel barril de agua para despues dirigirse a unos de los hombres que allí estaban
- Eh una cosa, cuando llegue el anochecer no me desperteis zarandeandome. Lo digo por que no me controlo dormido, echadme agua a distacia o algo asi porque no me despertare pues y eso si condigo dormir. No me duermo facilmente, mis horarios son otros pero bueno ya sabeis lo que teneis que hacer.
Uno de los hombres de los que llego de montar una tienda fué el que le contestó ya que parecia haberlo escuchado mientras motaba aquello
- Si tranquilo, yo mismo le despertare.
Drake asintio tras eso y se dirigio a una de las tiendas de campaña. No usó saco de dormir, se tumbó directamente en la arena y cerro esta observando el techo de plastico de la tienda. No ibá a dormirse facilmente eso estaba claro pero debía hacerlo o por la noche no estaria muy atento que digamos. Sus ojos se empezaron a cerrar despacio pensando en sus cosas. Aun estaba algo desconfiado por si algun liante se fuera a dar una vuelta y pisara esa flor. Sabia que no lo harian si apreciaban sus vidas. Por doble peligro, Derian y los efectos de la flor. Pero bueno, dejando de darle vueltas al tema cerro del todo los ojos costandole bastante dormir, pero tras unos veinte minutos sin pensar en nada poco a poco se fué quedando completamente dormido en su tienda y relajando los musculos.
- por fín
Fueron las dos simples palabra que murmullo cuando llegarón a la isla. Se fijo en la vegetacion y sus elevadas montañas, sonrío de lado levantandose del bote y estirando las piernas .Cuando Derian empezó a hablar este estubo atento a todas y cada una de sus palabras. Por lo que escucho no podria adentrarse en aquella isla y tampoco alejarse mucho, ademas pudo escuchar la parte del alcohol. Algo bastante razonable, sus preocupaciones sobre ese tema habían bajado, pero aún tenía sus dudas por si alguno hacia lo que le daba la gana. Cuando escuchó lo de dormir no le convencio mucho pues no dormia casi nada, pero eran las ordenes de su señor por lo que asintio simplemente con una media sonrisa. Una vez acabó su señor de hablar se giro dirigiendose a uno de los barriles de agua y echó un poco sobre un pequeño vaso de madera que había al lado,lo llenó hasta el borde y se lo bebió entero, tras eso guardó el vaso donde estaba y cerro aquel barril de agua para despues dirigirse a unos de los hombres que allí estaban
- Eh una cosa, cuando llegue el anochecer no me desperteis zarandeandome. Lo digo por que no me controlo dormido, echadme agua a distacia o algo asi porque no me despertare pues y eso si condigo dormir. No me duermo facilmente, mis horarios son otros pero bueno ya sabeis lo que teneis que hacer.
Uno de los hombres de los que llego de montar una tienda fué el que le contestó ya que parecia haberlo escuchado mientras motaba aquello
- Si tranquilo, yo mismo le despertare.
Drake asintio tras eso y se dirigio a una de las tiendas de campaña. No usó saco de dormir, se tumbó directamente en la arena y cerro esta observando el techo de plastico de la tienda. No ibá a dormirse facilmente eso estaba claro pero debía hacerlo o por la noche no estaria muy atento que digamos. Sus ojos se empezaron a cerrar despacio pensando en sus cosas. Aun estaba algo desconfiado por si algun liante se fuera a dar una vuelta y pisara esa flor. Sabia que no lo harian si apreciaban sus vidas. Por doble peligro, Derian y los efectos de la flor. Pero bueno, dejando de darle vueltas al tema cerro del todo los ojos costandole bastante dormir, pero tras unos veinte minutos sin pensar en nada poco a poco se fué quedando completamente dormido en su tienda y relajando los musculos.
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Comenzaba a hacerse de noche. Derian lo notó por sus sentidos de cazador. Algo en su interior se agitaba exigiendo sangre para alimentar sus entrañas. Se despertó de golpe, tras un sueño ligero inquieto en que destrozaba las gargantas de sus hombres y se bebía su sangre. Estaba un poco nervioso por ello, y no le hacía gracia pensar que tal vez eso podría hacerse realidad si no aprendía a controlar sus instintos. No porque le importase realmente la vida de sus hombres, era un psicópata y era incapaz de sentir alguna empatía por ellos, si no porque echaría a perder la expedición. Les necesitaba para trasladar las cosas del campamento y para que le ayudasen una vez en Cronium para inspeccionar las ruinas. A pesar de sus sentidos superiores, once pares de ojos ven más que uno, y podrían encontrar algo que a él se le hubiese pasado por alto. Le eran útiles, en todo caso. Y Drake era un usuario, no quería matarlo. En un futuro podría llegar a ser muy poderoso, y si le era leal le sería muy útil.
Apartó la tapa del ataúd y salió de este. A través de la tienda a penas le llegaba luz, y podía oír crepitar un fuego. "Han encedido una hoguera. Eso es que ya casi ha anochecido del todo." Se puso la gabardina y los guantes, y se acercó a sus espadas, indeciso sobre cual llevarse. Solía utilizar su mano y media normal en los enfrentamientos contra gente débil, y cuando el rival era poderoso o las cosas se complicaban sacaba a Vanator. "Hoy por la noche posiblemente veamos cosas realmente peligrosas ahí fuera. Mejor llevaré a Vanator." La espada era una auténtica obra de arte de la herrería. Era una mano y media de increíble calidad. La mayoría de mano y medias estaban ligeramente descompensadas de peso entre la bola de hierro del mango y la hoja, pero el equilibrio de aquel arma era casi perfecto. La desenvainó y la admiró con una sonrisa. El mango era negro, y la guarda tenía forma de dos alas de murciélago negras. La hoja parecía brillar ligeramente en la oscuridad, y tenía grabados a lo largo de la misma con motivos vegetales con aspecto de hiedra. Por ambos lados de la hoja, recorriéndola en toda su longitud y por el centro de la misma, había un nombre grabado con letras rúnicas rodeadas por los grabados vegetales: Vanator.
Se ajustó la espada al cinto, se guardó su puñal en la bota izquierda y salió de la tienda. El aire fresco de la noche le llegó, transmitiéndole diferentes olores. Por un lado, el olor de la salitre acompañado del ruido de la marea. Por otro, los exóticos olores de la espesa selva. Por último, el atrayente olor de la sangre de sus hombres. Frente a él había encendido una pequeña hoguera y los expedicionarios comían en torno a ella. No hablaban demasiado, pero parecía más por cansancio que por desánimo. Dos de ellos bebían su ración diaria de alcohol y contaban historias de viajes mientras la mayoría del resto les escuchaba, adormilados.
- Buenas noches, caballeros. Les recomendaría ir a descansar pronto, mañana nos espera un duro día de trabajo. Disfruten de la noche.
Tras estas palabras, con las que asustó a más de uno que no le había oído llegar, se dirigió a la tienda de Drake. El sol se ponía aun en el horizonte, aunque ya casi se había puesto. Su poder aumentaba gradualmente en consecuencia, haciéndole sentir más vivo que nunca. Gracias a su súper oído había escuchado la conversación de Drake con uno de sus hombres. Cogió un vaso de agua y lo llenó en el barril que había abierto. Tras eso entreabrió la tela de la tienda y le echó el agua a la cara.
- En pie, Drake. Es hora de trabajar.
Dejó el vaso encima de un barril cerrado, junto al otro, y se dirigió hacia la selva. La arena se fue convirtiendo en tierra, y pronto se vio ante una espesa barrera vegetal. Se paró en el límite entre la extensa playa y la espesura, y escuchó con atención la canción de la noche. Más criaturas de las que eran visibles se desplazaban en silencio, y otras tantas que estaban también ocultas a la vista, daban chillidos de vez en cuando. Sin embargo, no escuchó lo que quería oír (O más bien, esperaba no hacerlo). Ni las pesadas patas del Frekous y sus rugidos, ni las sigilosas pisadas y respiración pesada del Medustier. Eran las criaturas peligrosas que encontrarían más frecuentemente, y a las que realmente deberían temer. Fieras como panteras o jaguares no atacarían a un grupo tan grande, además su instinto les haría huir del olor de un vampiro, sutilmente amenazante y radicalmente diferente del de un humano. Se giró hacia el campamento, esperando a ver si Drake aparecía.
Apartó la tapa del ataúd y salió de este. A través de la tienda a penas le llegaba luz, y podía oír crepitar un fuego. "Han encedido una hoguera. Eso es que ya casi ha anochecido del todo." Se puso la gabardina y los guantes, y se acercó a sus espadas, indeciso sobre cual llevarse. Solía utilizar su mano y media normal en los enfrentamientos contra gente débil, y cuando el rival era poderoso o las cosas se complicaban sacaba a Vanator. "Hoy por la noche posiblemente veamos cosas realmente peligrosas ahí fuera. Mejor llevaré a Vanator." La espada era una auténtica obra de arte de la herrería. Era una mano y media de increíble calidad. La mayoría de mano y medias estaban ligeramente descompensadas de peso entre la bola de hierro del mango y la hoja, pero el equilibrio de aquel arma era casi perfecto. La desenvainó y la admiró con una sonrisa. El mango era negro, y la guarda tenía forma de dos alas de murciélago negras. La hoja parecía brillar ligeramente en la oscuridad, y tenía grabados a lo largo de la misma con motivos vegetales con aspecto de hiedra. Por ambos lados de la hoja, recorriéndola en toda su longitud y por el centro de la misma, había un nombre grabado con letras rúnicas rodeadas por los grabados vegetales: Vanator.
Se ajustó la espada al cinto, se guardó su puñal en la bota izquierda y salió de la tienda. El aire fresco de la noche le llegó, transmitiéndole diferentes olores. Por un lado, el olor de la salitre acompañado del ruido de la marea. Por otro, los exóticos olores de la espesa selva. Por último, el atrayente olor de la sangre de sus hombres. Frente a él había encendido una pequeña hoguera y los expedicionarios comían en torno a ella. No hablaban demasiado, pero parecía más por cansancio que por desánimo. Dos de ellos bebían su ración diaria de alcohol y contaban historias de viajes mientras la mayoría del resto les escuchaba, adormilados.
- Buenas noches, caballeros. Les recomendaría ir a descansar pronto, mañana nos espera un duro día de trabajo. Disfruten de la noche.
Tras estas palabras, con las que asustó a más de uno que no le había oído llegar, se dirigió a la tienda de Drake. El sol se ponía aun en el horizonte, aunque ya casi se había puesto. Su poder aumentaba gradualmente en consecuencia, haciéndole sentir más vivo que nunca. Gracias a su súper oído había escuchado la conversación de Drake con uno de sus hombres. Cogió un vaso de agua y lo llenó en el barril que había abierto. Tras eso entreabrió la tela de la tienda y le echó el agua a la cara.
- En pie, Drake. Es hora de trabajar.
Dejó el vaso encima de un barril cerrado, junto al otro, y se dirigió hacia la selva. La arena se fue convirtiendo en tierra, y pronto se vio ante una espesa barrera vegetal. Se paró en el límite entre la extensa playa y la espesura, y escuchó con atención la canción de la noche. Más criaturas de las que eran visibles se desplazaban en silencio, y otras tantas que estaban también ocultas a la vista, daban chillidos de vez en cuando. Sin embargo, no escuchó lo que quería oír (O más bien, esperaba no hacerlo). Ni las pesadas patas del Frekous y sus rugidos, ni las sigilosas pisadas y respiración pesada del Medustier. Eran las criaturas peligrosas que encontrarían más frecuentemente, y a las que realmente deberían temer. Fieras como panteras o jaguares no atacarían a un grupo tan grande, además su instinto les haría huir del olor de un vampiro, sutilmente amenazante y radicalmente diferente del de un humano. Se giró hacia el campamento, esperando a ver si Drake aparecía.
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Los ojos de Drake se abrieron de repente, parecían tranquilos y descansados.El agua recorría su cara cayendo por su cuello hasta sus hombros y pecho. Una sonrisa se pudo ver en su boca que mostraba sus dientes, su mirada se fijo en como Derian fué el que le desperto y tras eso se dirigió a la selva. Este se levanto de la arena dejando un enorme hueco en ella, como una silueta de haber dormido alguién ahí. sus pensamientos se centraban ahora en aquella mision nocturna a la que iba junto a su señor. Debia realizar bien su trabajo y tener la mente despejada por lo que acerco su cabeza al barril de agua y lo abrio dejando caer el agua por su pelo y por su cara refrescandose y despejandose totalmente de haber dormido. Una vez se echó un poco mas de agua cerró aquel barril y se reincorporo saliendo de aquella tienda donde habia dormido y se sacudio la espalda la cual estaba llena de arena, cuando se aseguro de que esta estaba bien limpia se dirigio caminando despacio a donde estaba Derian pasando antes por la hoguera y observando el fuego unos segundos. Mientras caminaba hacia allí pensaba en los demas hombres. ``espero que no la lien mucho``. Finalmente llegó a donde le esperaba su señor
- Perdón por la tardanza
Dijo despacio y con un tono bajo para no hacer ruido, el ya sabia que Derian le escucharia de sobra. Tras eso observo la selva frente a ellos y sonrío algo sádico observandola para dar un paso hacía delante, con su habilidad de guardabosques abria moberse mucho mejor por aquel sitio y sabria bien como evitar las flores y donde pisar para no hacer mucho ruido pues sabia moberse bien por ese tipo de terrenos debido a los entrenamientos en ellos en su isla natal. Él fué el que se puso delante para ir abriendole camino a su señor y asi estar alerta para ser el primero en actúar por si pasaba algo. Sus pasos se adentraban en la selva despacio, apenas hacia ruido al caminar,podía escuchar aquellos ruidos y chillidos pero apenas les daba importancia.Iba apartando las hojas de los arboles frente a ellos doblando estas hojas con los dedos de las manos con fuerza para que no le estorbaran a Derian. Claro que antes echaba un ojo a la hoja para asegurarse de que aquella flor no estaba por alli , vigilaba sus pasos con cuidado.Parecia todo un experto mobiendose por esos terrenos. Aún no sabia a donde ir, por ello estaba llevando a su señor al centro a aquella especie de anillo del interior. Una vez dentro ya de la selva en una zona profunda Drake quito el pañuelo blanco de su cabeza y lo coloco atravesandolo sobre una rama que sobresalia de forma suave para que les sirviera de Guía a la hora de volver. por el camino iba pensando en los peligros de los animales tambien, su oido era finisimo pero por ahora no escuchaba nada de nada salvo aquellos ruidos tipicos de una jungla.Giro un momento su rostro para mirar a su señor y casi decir de un murmuro
- Ya casi estamos
Tras eso se giro de nuevo y siguio caminando. Al ser de noche algunas bestias podian salir a cazar de alli por lo que iba con cuidado ademas de mirar a todos los flancos por si acaso, no podia descuidar ni un angulo, el unico que le preocupaba era la retaguardia pero para ello tenia a su oido captando cada sonido ademas de su señor que tambien oiria perfectamente los sonidos de aquella zona. Se fijo en un pequeño riachuelo cruzando por el camino, seria de un simple metro de grosor por lo que estiro la pierna un poco solo para cruzarlo, tras cruzarlo se frenó unos pasos mas adelante para observar lo que parecia ser una especie de pantera, parecia mas pequeña de lo habitual. Quizás una cría. Su pelaje era de un tono gris y sus ojos brillaban verdes claros en la noche, se estubo callado observandola, esta parecia no haberles visto pues estaba de perfil caminando en otra dirección distinta a ellos. Lo que le sorprendio a Drake fué ver en esta dos especie de tentaculos muy extraños que nunca habia visto. Se quedo en silencio esperando a que esta cruzara y tras eso giro la cabeza muy lentamente para ver la reaccion de su señor y esperar algun gesto de atacar o simplemente ignorarla. Sus mano derecha ya estaba agarrando el guante de acero por si acaso
- Perdón por la tardanza
Dijo despacio y con un tono bajo para no hacer ruido, el ya sabia que Derian le escucharia de sobra. Tras eso observo la selva frente a ellos y sonrío algo sádico observandola para dar un paso hacía delante, con su habilidad de guardabosques abria moberse mucho mejor por aquel sitio y sabria bien como evitar las flores y donde pisar para no hacer mucho ruido pues sabia moberse bien por ese tipo de terrenos debido a los entrenamientos en ellos en su isla natal. Él fué el que se puso delante para ir abriendole camino a su señor y asi estar alerta para ser el primero en actúar por si pasaba algo. Sus pasos se adentraban en la selva despacio, apenas hacia ruido al caminar,podía escuchar aquellos ruidos y chillidos pero apenas les daba importancia.Iba apartando las hojas de los arboles frente a ellos doblando estas hojas con los dedos de las manos con fuerza para que no le estorbaran a Derian. Claro que antes echaba un ojo a la hoja para asegurarse de que aquella flor no estaba por alli , vigilaba sus pasos con cuidado.Parecia todo un experto mobiendose por esos terrenos. Aún no sabia a donde ir, por ello estaba llevando a su señor al centro a aquella especie de anillo del interior. Una vez dentro ya de la selva en una zona profunda Drake quito el pañuelo blanco de su cabeza y lo coloco atravesandolo sobre una rama que sobresalia de forma suave para que les sirviera de Guía a la hora de volver. por el camino iba pensando en los peligros de los animales tambien, su oido era finisimo pero por ahora no escuchaba nada de nada salvo aquellos ruidos tipicos de una jungla.Giro un momento su rostro para mirar a su señor y casi decir de un murmuro
- Ya casi estamos
Tras eso se giro de nuevo y siguio caminando. Al ser de noche algunas bestias podian salir a cazar de alli por lo que iba con cuidado ademas de mirar a todos los flancos por si acaso, no podia descuidar ni un angulo, el unico que le preocupaba era la retaguardia pero para ello tenia a su oido captando cada sonido ademas de su señor que tambien oiria perfectamente los sonidos de aquella zona. Se fijo en un pequeño riachuelo cruzando por el camino, seria de un simple metro de grosor por lo que estiro la pierna un poco solo para cruzarlo, tras cruzarlo se frenó unos pasos mas adelante para observar lo que parecia ser una especie de pantera, parecia mas pequeña de lo habitual. Quizás una cría. Su pelaje era de un tono gris y sus ojos brillaban verdes claros en la noche, se estubo callado observandola, esta parecia no haberles visto pues estaba de perfil caminando en otra dirección distinta a ellos. Lo que le sorprendio a Drake fué ver en esta dos especie de tentaculos muy extraños que nunca habia visto. Se quedo en silencio esperando a que esta cruzara y tras eso giro la cabeza muy lentamente para ver la reaccion de su señor y esperar algun gesto de atacar o simplemente ignorarla. Sus mano derecha ya estaba agarrando el guante de acero por si acaso
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Derian se acercó en completo silencio hacia Drake y le agarró la mano con suavidad, indicándole que no hiciese nada. Se agachó y avanzó un par de metros, oculto entre unos arbustos. La criatura emitió una especie de llamada, algo parecido al maullido de un gato grande pero algo más grave y rasposo. De entre los árboles del otro lado del riachuelo salieron lo que debían ser sus padres. Tenían un tamaño espectacular, eran mucho más grandes que muchos de los animales que había visto, y desde luego que el tamaño de una pantera normal, por lo que había leído. Las fieras se acercaron al agua y comenzaron a beber. Una de ellas pareció olerles, y se puso tensa. Tras un momento, emitió una especie de bufido y las tres bestias marcharon a paso ligero, con el cachorro entre los padres.
- Medustiers - susurró Derian - Cazadores nocturnos. Atacan por sorpresa inmovilizando a sus víctimas con los tentáculos y clavándole los pinchos que tienen en el extremos de estos. Siempre van en grupos. Será mejor evitarlos. Ahora nuestra misión es revisar el terreno y ir buscando la ruta adecuada para mañana. Sobre todo fíjate en las plantas. Si podemos evitar pasar mañana por lugares donde haya grupos de Bromas de Keyen, mejor.
Se levantó y continuó avanzando sigilosamente, guardando en su memoria los lugares donde había plantas peligrosas o rascazos en los árboles (Seña de que un Frekous frecuentaba la zona y se afilaba los cuernos contra estos). También los lugares donde alguna fiera había marcado su territorio. En general el lugar era una zona tranquila. Seguramente los grandes cazadores prefiriesen las lomas, donde tenían más recovecos para ocultarse y atacar por sorpresa. Ademas los Frekous preferirían con toda posibilidad los picos de las montañas para anidar.
Todo parecía tranquilo, y tras un rato Derian decidió que era hora de regresar. Sin embargo, de repente vio y olió algo extraño. Unas huellas enormes de tres dedos, y un olor potente que nunca había visto antes. Era obvio que era un depredador de gran tamaño. Ese pensamiento inquietó al vampiro. ¿Y si era la razón por la cual la mayoría de bestias evitaban la zona? ¿Sería el Kryokos de la leyenda? La leyenda lo describía como una bestia capaz de tragarse islas enteras, de un tamaño monumental, pero no le extrañaría descubrir que era una exageración y que la bestia no era más que un reptil de gran tamaño, aunque temible de todos modos.
- He encontrado algo interesante, Drake. Transfórmate y ayúdame a seguir el rastro, pero con el mayor sigilo que puedas.
La huella había sido hecha sobre tierra húmeda, pero sospechaba que el animal no solía dejarlas, pues no veía otras cerca a simple vista. Dejó que sus instintos de cazador le dominasen y se transformó en vampiro. Su piel se volvió totalmente blanca, igual que su pelo, y sus ojos color rojo. Caminó medio agachado, siguiendo el aroma de la bestia y buscando pistas en el suelo. El rastro se adentraba en la espesura, en dirección a las montañas.
- Medustiers - susurró Derian - Cazadores nocturnos. Atacan por sorpresa inmovilizando a sus víctimas con los tentáculos y clavándole los pinchos que tienen en el extremos de estos. Siempre van en grupos. Será mejor evitarlos. Ahora nuestra misión es revisar el terreno y ir buscando la ruta adecuada para mañana. Sobre todo fíjate en las plantas. Si podemos evitar pasar mañana por lugares donde haya grupos de Bromas de Keyen, mejor.
Se levantó y continuó avanzando sigilosamente, guardando en su memoria los lugares donde había plantas peligrosas o rascazos en los árboles (Seña de que un Frekous frecuentaba la zona y se afilaba los cuernos contra estos). También los lugares donde alguna fiera había marcado su territorio. En general el lugar era una zona tranquila. Seguramente los grandes cazadores prefiriesen las lomas, donde tenían más recovecos para ocultarse y atacar por sorpresa. Ademas los Frekous preferirían con toda posibilidad los picos de las montañas para anidar.
Todo parecía tranquilo, y tras un rato Derian decidió que era hora de regresar. Sin embargo, de repente vio y olió algo extraño. Unas huellas enormes de tres dedos, y un olor potente que nunca había visto antes. Era obvio que era un depredador de gran tamaño. Ese pensamiento inquietó al vampiro. ¿Y si era la razón por la cual la mayoría de bestias evitaban la zona? ¿Sería el Kryokos de la leyenda? La leyenda lo describía como una bestia capaz de tragarse islas enteras, de un tamaño monumental, pero no le extrañaría descubrir que era una exageración y que la bestia no era más que un reptil de gran tamaño, aunque temible de todos modos.
- He encontrado algo interesante, Drake. Transfórmate y ayúdame a seguir el rastro, pero con el mayor sigilo que puedas.
La huella había sido hecha sobre tierra húmeda, pero sospechaba que el animal no solía dejarlas, pues no veía otras cerca a simple vista. Dejó que sus instintos de cazador le dominasen y se transformó en vampiro. Su piel se volvió totalmente blanca, igual que su pelo, y sus ojos color rojo. Caminó medio agachado, siguiendo el aroma de la bestia y buscando pistas en el suelo. El rastro se adentraba en la espesura, en dirección a las montañas.
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Se estúbo quieto observando a las bestias que aparecieron justo despúes con la cría. Al parecer esas bestias segun su señor atacaban en grupos, vaya algo que él precisamente odiaba. Atacar a una victima en número, suspiro ignorandolas despacio y prosiguío.Se iba quedando tambien con algunos lugares donde veía la flor. de ser números o letras o alguna contraseña se le olvidaria facilmente pues él era asi. Observaba como los arboles tenián esa marca en la corteza,él penso que se trataría de aguna pantera extraña de esas.Tras ver la huella sus ojos se abrieron algo más y se sorprendió bastante al verla.
- Eso parece grande
Tras escuchar la orden de su señor asintió despacio y pudó ver como Derian tomaba aquella forma. Sonrió de lado observando su apariencia de vampiro. Segúndos despues cerró los ojos despacio y empezó a suspirar. Sus ojos se abrieron dorados y empezo a cubrirle una mata de pelo al mismo tíempo que se colocaba sobre cuatro patas. Su piel se iba desvaneciendo y volviendose peluda y blanca, sus colmillos crecieron por toda su boca. Su hocico se alargo formando uno negro y sus manos y pies ahora eran patas con garras bien afiladas dejando ver a un lobo ártico blanco algo ams grande y corpulento que uno normal. Una vez en aquella forma llevó su hocico a aquella enorme huella y empezó a olisquearla tranquilamente. Seguía a su señor hacia las montañas olisqueando con gran habilidad rastreando aquel olor tan fuerte de la huella. Desplazaba sus patas cuidadoso de no hacer ningun ruido que les pudiera delatar. ¿Que podría ser aquella cosa? ¿ una dragón? ¿ un gigante?. Ni idea. Drake no sabia lo que eso pudiera ser, tan solo seguia con su cometido tambien vigilando donde habia plantas. El lobo levanto un momento la cabeza. Tras eso la bajó. habia escuchado un ruido pero eran los tipicos de la selva. En esa forma sus sentidos se afinaban y distinguia muchos mas olores que en su forma humana. Dirigiendose a las montañas observó frente a ellos una densa zona cubierta por aquella flor. El lobo tomo un poco de carrerilla y salto elegantemente sobrepasandolas y aterrizando en una zona un poco humeda que le llenó de barro de las uñas a los tobillos. No era algo de que preocuparse. Tras eso espero a que su señor las saltara o las evadiera de alguna forma. Podía olisquear a varíos de esos seres parecidos a panteras. Los olía mas adelante sobre las elevaciones del terreno alejados de ellos.Giró su cuello despacio hacía su señor esperando a que este cruzara aquella zona
- Por aqui
Dijó en una voz muy baja, no usaba mucho esas formas. De momento ya que la situación no era nesesaria y no dominaba muy bien aun su habilidad de rastreo.Notaba bastantes olores por alli pero solo se decantaba por el de la huella y las panteras extrañas. Sus oidos escuchaban bastantes sonidos nuevos para él. Mas le valía acostumbrarse rapido a su poder para ser de más utilidád a Derian.
- Eso parece grande
Tras escuchar la orden de su señor asintió despacio y pudó ver como Derian tomaba aquella forma. Sonrió de lado observando su apariencia de vampiro. Segúndos despues cerró los ojos despacio y empezó a suspirar. Sus ojos se abrieron dorados y empezo a cubrirle una mata de pelo al mismo tíempo que se colocaba sobre cuatro patas. Su piel se iba desvaneciendo y volviendose peluda y blanca, sus colmillos crecieron por toda su boca. Su hocico se alargo formando uno negro y sus manos y pies ahora eran patas con garras bien afiladas dejando ver a un lobo ártico blanco algo ams grande y corpulento que uno normal. Una vez en aquella forma llevó su hocico a aquella enorme huella y empezó a olisquearla tranquilamente. Seguía a su señor hacia las montañas olisqueando con gran habilidad rastreando aquel olor tan fuerte de la huella. Desplazaba sus patas cuidadoso de no hacer ningun ruido que les pudiera delatar. ¿Que podría ser aquella cosa? ¿ una dragón? ¿ un gigante?. Ni idea. Drake no sabia lo que eso pudiera ser, tan solo seguia con su cometido tambien vigilando donde habia plantas. El lobo levanto un momento la cabeza. Tras eso la bajó. habia escuchado un ruido pero eran los tipicos de la selva. En esa forma sus sentidos se afinaban y distinguia muchos mas olores que en su forma humana. Dirigiendose a las montañas observó frente a ellos una densa zona cubierta por aquella flor. El lobo tomo un poco de carrerilla y salto elegantemente sobrepasandolas y aterrizando en una zona un poco humeda que le llenó de barro de las uñas a los tobillos. No era algo de que preocuparse. Tras eso espero a que su señor las saltara o las evadiera de alguna forma. Podía olisquear a varíos de esos seres parecidos a panteras. Los olía mas adelante sobre las elevaciones del terreno alejados de ellos.Giró su cuello despacio hacía su señor esperando a que este cruzara aquella zona
- Por aqui
Dijó en una voz muy baja, no usaba mucho esas formas. De momento ya que la situación no era nesesaria y no dominaba muy bien aun su habilidad de rastreo.Notaba bastantes olores por alli pero solo se decantaba por el de la huella y las panteras extrañas. Sus oidos escuchaban bastantes sonidos nuevos para él. Mas le valía acostumbrarse rapido a su poder para ser de más utilidád a Derian.
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Derian siguió a su guardaespaldas. A pesar de sus finos sentidos de vampiro, aun estaba acostumbrado a guiarse por su ofato, y el gran lobo blanco lideraba la marcha. Era obvio que era mejor rastreador que él, lo cual tenía sentido. Podría haber seguido el rastro sin su ayuda, pero si la bestia hubiese cruzado un río o algo similar tal vez no hubiese reencontrado el rastro. Además al lobo le costaba menos seguirlo, con lo que avanzaban más rápido. Después de un rato, se encontraron con el primer obstáculo: un campo de Bromas de Keyen. El lobo saltó majestuosamente las flores y se quedó esperándole al otro lado. Lo cierto era que el animal era bello y proporcionado, un cazador en potencia, cosa que Derian respetaba.
El vampiro trepó a un árbol cercano y se desplazó entre las ramas. Estas crujieron un poco a su paso, pero por suerte no cedieron. Sus habilidades atléticas y acrobáticas de vampiro le permitieron mantener el equilibrio en posiciones realmente precarias y cruzar hasta el siguiente árbol a salvo. Bajó de él de un salto, cayendo junto a su guardaespaldas. Este le indicó que le siguiese. Derian percibió el olor de los medustiers de nuevo, pero no hizo ningún comentario. Se mantuvo alerta. Debían evitar hablar, y el olor era lo suficientemente fuerte como para que el lobo, con su fino olfato, lo debía haber detectado ya. Comenzaron a ascender por una loma, señal de que se aproximaban a las montañas. De repente un ligero sonido tras él lo puso alerta. Se giró a una velocidad sobrehumana desenvainando a Vanator, justo a tiempo para ver como una enorme pantera morada se abalanzaba sobre él. Lo derribó apoyándole las patas en los hombros y rodaron por el suelo. La espada se le cayó en el trayecto. Escuchó dos rugidos y por el rabillo del ojo alcanzó a ver a dos bestias más avanzando hacia su compañero. El otro medustier se levantó ágilmente gruñendo y saltó sobre él. Aprovechando que estaba tumbado boca arriba, la pantera le apoyó las patas sobre el pecho, aplastándolo con enorme peso, y intentó moderle la cara. En un acto reflejo, se las apañó para sujetarle la mandíbula con ambas manos y trató de alejarle las fauces de su cabeza. Forcejearon durante unos momentos, y de repente Derian notó un montón de pinchazos en los brazos y algo apretándoselos y tirando de estos. Los tentáculos acabados en pinchos se le habían atado a los brazos y clavado en la piel, atravesándole la gabardina. Derian gritó y le dio una patada a la bestia, con tanta fuerza que él mismo se hizo daño y la bestia salió volando. Sin embargo, al hacerlo, los tentáculos tiraron de él y salió volando con esta. Cayó encima de la pantera morada, la cual estaba patas arriba. Actuando más por instinto que por otra cosa, se abalanzó sobre un punto y mordió. Estaba cegado por la ira y el dolor. Mordió con fuerza y comenzó a succionar, y la sangre manó a borbotones. La bestia se debatió inútilmente y gorgoteó, y al cabo de un par de decenas de segundos, dejó de moverse. El corazón seguía latiendo, pero cada vez más débil. Sin embargo el animal era grande y tenía mucha sangre. ¿Qué pasaba? Recobró el sentido y observó el espectáculo. Lo que estaba mordiendo era el cuello, y le había aplastado la tráquea, impidiéndole respirar tanto tiempo que la había dejado inconsciente. Chorreando sangre por la boca, Derian se levantó, cogió su espada y se giró hacia Drake gruñendo.
El vampiro trepó a un árbol cercano y se desplazó entre las ramas. Estas crujieron un poco a su paso, pero por suerte no cedieron. Sus habilidades atléticas y acrobáticas de vampiro le permitieron mantener el equilibrio en posiciones realmente precarias y cruzar hasta el siguiente árbol a salvo. Bajó de él de un salto, cayendo junto a su guardaespaldas. Este le indicó que le siguiese. Derian percibió el olor de los medustiers de nuevo, pero no hizo ningún comentario. Se mantuvo alerta. Debían evitar hablar, y el olor era lo suficientemente fuerte como para que el lobo, con su fino olfato, lo debía haber detectado ya. Comenzaron a ascender por una loma, señal de que se aproximaban a las montañas. De repente un ligero sonido tras él lo puso alerta. Se giró a una velocidad sobrehumana desenvainando a Vanator, justo a tiempo para ver como una enorme pantera morada se abalanzaba sobre él. Lo derribó apoyándole las patas en los hombros y rodaron por el suelo. La espada se le cayó en el trayecto. Escuchó dos rugidos y por el rabillo del ojo alcanzó a ver a dos bestias más avanzando hacia su compañero. El otro medustier se levantó ágilmente gruñendo y saltó sobre él. Aprovechando que estaba tumbado boca arriba, la pantera le apoyó las patas sobre el pecho, aplastándolo con enorme peso, y intentó moderle la cara. En un acto reflejo, se las apañó para sujetarle la mandíbula con ambas manos y trató de alejarle las fauces de su cabeza. Forcejearon durante unos momentos, y de repente Derian notó un montón de pinchazos en los brazos y algo apretándoselos y tirando de estos. Los tentáculos acabados en pinchos se le habían atado a los brazos y clavado en la piel, atravesándole la gabardina. Derian gritó y le dio una patada a la bestia, con tanta fuerza que él mismo se hizo daño y la bestia salió volando. Sin embargo, al hacerlo, los tentáculos tiraron de él y salió volando con esta. Cayó encima de la pantera morada, la cual estaba patas arriba. Actuando más por instinto que por otra cosa, se abalanzó sobre un punto y mordió. Estaba cegado por la ira y el dolor. Mordió con fuerza y comenzó a succionar, y la sangre manó a borbotones. La bestia se debatió inútilmente y gorgoteó, y al cabo de un par de decenas de segundos, dejó de moverse. El corazón seguía latiendo, pero cada vez más débil. Sin embargo el animal era grande y tenía mucha sangre. ¿Qué pasaba? Recobró el sentido y observó el espectáculo. Lo que estaba mordiendo era el cuello, y le había aplastado la tráquea, impidiéndole respirar tanto tiempo que la había dejado inconsciente. Chorreando sangre por la boca, Derian se levantó, cogió su espada y se giró hacia Drake gruñendo.
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Drake observo como Derian pasaba trepando por los arboles de la zona,cuando estubo a su lado lo siguió como le dijo y subio la loma despacio. Cuando escuchó un ruido se giró y vio aquel ser sobre Derian. No dudó ni un momento en ayudarle cuando dos de esas bestias le cortaron el paso. Este las miro a ambas gruñendo por lo bajo, dos contra uno y encima poseian aquellos tentaculos enormes que le intimidaban un poco. Debia acabar rapido para ayudar a su señor cuanto antes. Uno de los animales se avalanzo contra él. Ambos empezaron a morderse, a darse fuertes bocados en el lomo y las patas hasta que el segundo animal le dio un latigazo tirandolo al suelo. El lobo gruñia observando a ambos animales con alguna que otra herida en el lomo
- Grr..
Volvió a su forma humana y metio sus manos en los guanteletes de acero rompiendo la cuerdecita roja y lanzandose a por la primera bestia. Esta se lanzó a por él tambien estampandolo contra un arbol y tras tirarlo al suelo lanzarse a por su cuello. Drake metio el puño en medio de aquello por lo que el animal se atravesó el solo el pincho de su nudillo en la garganta. Drake solo tiró del guante hacia arriba para atravesar al animal por el craneo.Suspiro tranquilo levantandose cuando el otro tenteculo del otro animal le golpeo en la rodilla dejandolo con esa rodilla apontocada en el suelo. La pantera se lanzo contra él clavando sus dientes afilados en su hombro muy cerca del cuello. Con los tentaculos se enrosco a sus brazos inmobilizandole y clavandole aquellas agujas en ellos. Drake gruño de dolor apretando los dientes sangrando por sus heridas.La bestia lo tenia acorralado y se dirigio a morder su cuello. Este reacciono dandole un cabezazo en la nariz echandola un poco hacia atras, pero aún atado. Cuando la bestia se revolvio el que parecia Drake ya habia cambiado. Sus ojos dorados relucian y sus brazos y piernas habian tomado mas grosos, su hocico se habia alargado de nuevo y su cuerpo fortalecido. Pero esta vez no era un lobo blanco.Hizo fuerza con los brazo y los tentaculos se desengancharon de su piel aunque raspandole los brazos de esta. Era un enorme lobo blanco que se puso a dos patas.Mediria los dos metros ochenta. Casi tres metros de bestia. Este espero a que el animal se lanzase de nuevo para interponer en su trayecto la pierna y atravesarle las garras de esta en el pecho. La puso contra el suelo clavandole la pierna y bajando rajandole el estomago. Para despues apretar y subir esta del tiron y rajar de nuevo su pecho y esta ves rajando por todo el camino su cuello y craneo hasta dejarla destrozada. Una vez muertas ambas bestias el semi lobo por asi llamarlo volvio a su forma humana. Se dejó los guantes puestos debido a que se habia cargado la cuerdecita roja y no tenia con que atarlos. Su cuerpo sangraba conbastantes heridas en los brazos y en la rodilla izquierda. Su mirada era de dolor. Giro su rostro para ver a Derian acercarse a él gruñendo.
- Lo siento señor.. perdoneme.. no pude ayudarle
Dijo el chico arrepentido por no haber estado a la altura. Aunque le preocupo un poco ver a su señor avanzar de esa forma hacia él. Gruñendo y mirandole despacio. Drake dió unpaso atras respirando algo agitado por el esfuerzo que hizo. De suerte al transformarse no se llevo ninguna flor por delante, algo fortuito la verdad. Dio unos pasos mas atras hasta notar la corteza de un arbol tras de si.Giro su cuello para observarla y despues mirar de nuevo a Derian.
- Grr..
Volvió a su forma humana y metio sus manos en los guanteletes de acero rompiendo la cuerdecita roja y lanzandose a por la primera bestia. Esta se lanzó a por él tambien estampandolo contra un arbol y tras tirarlo al suelo lanzarse a por su cuello. Drake metio el puño en medio de aquello por lo que el animal se atravesó el solo el pincho de su nudillo en la garganta. Drake solo tiró del guante hacia arriba para atravesar al animal por el craneo.Suspiro tranquilo levantandose cuando el otro tenteculo del otro animal le golpeo en la rodilla dejandolo con esa rodilla apontocada en el suelo. La pantera se lanzo contra él clavando sus dientes afilados en su hombro muy cerca del cuello. Con los tentaculos se enrosco a sus brazos inmobilizandole y clavandole aquellas agujas en ellos. Drake gruño de dolor apretando los dientes sangrando por sus heridas.La bestia lo tenia acorralado y se dirigio a morder su cuello. Este reacciono dandole un cabezazo en la nariz echandola un poco hacia atras, pero aún atado. Cuando la bestia se revolvio el que parecia Drake ya habia cambiado. Sus ojos dorados relucian y sus brazos y piernas habian tomado mas grosos, su hocico se habia alargado de nuevo y su cuerpo fortalecido. Pero esta vez no era un lobo blanco.Hizo fuerza con los brazo y los tentaculos se desengancharon de su piel aunque raspandole los brazos de esta. Era un enorme lobo blanco que se puso a dos patas.Mediria los dos metros ochenta. Casi tres metros de bestia. Este espero a que el animal se lanzase de nuevo para interponer en su trayecto la pierna y atravesarle las garras de esta en el pecho. La puso contra el suelo clavandole la pierna y bajando rajandole el estomago. Para despues apretar y subir esta del tiron y rajar de nuevo su pecho y esta ves rajando por todo el camino su cuello y craneo hasta dejarla destrozada. Una vez muertas ambas bestias el semi lobo por asi llamarlo volvio a su forma humana. Se dejó los guantes puestos debido a que se habia cargado la cuerdecita roja y no tenia con que atarlos. Su cuerpo sangraba conbastantes heridas en los brazos y en la rodilla izquierda. Su mirada era de dolor. Giro su rostro para ver a Derian acercarse a él gruñendo.
- Lo siento señor.. perdoneme.. no pude ayudarle
Dijo el chico arrepentido por no haber estado a la altura. Aunque le preocupo un poco ver a su señor avanzar de esa forma hacia él. Gruñendo y mirandole despacio. Drake dió unpaso atras respirando algo agitado por el esfuerzo que hizo. De suerte al transformarse no se llevo ninguna flor por delante, algo fortuito la verdad. Dio unos pasos mas atras hasta notar la corteza de un arbol tras de si.Giro su cuello para observarla y despues mirar de nuevo a Derian.
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Derian se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Se destransformó con un estremecimiento y remató a la pantera de una estocada en la cabeza. Después de eso se puso a limpiar la espada y miró a Drake, más calmado.
- Perdonadme Drake, ha sido el instinto. Me he girado para ayudaros, pero mi sed de sangre me ha jugado una mala pasada - dijo con voz grave y ronca.
Terminó de limpiar la espada con su paño y la envainó. Dobló el pañuelo y se lo guardó en la gabardina. Este estaba ya con manchas de sangre reseca, lo que indicaba que era el que solía utilizar para limpiar su arma. Tras eso se calmó lentamente y se concentró únicamente en contar hasta cuarenta, respirando lentamente y con los ojos cerrados. Cuando terminó, ya se había calmado totalmente y la sed de sangre había desaparecido. Hizo memoria, pues el instinto y el subidón de adrenalina le hicieron perder la cabeza temporalmente. Se había girado tras matar a la bestia, y le había descontrolado el olor de la sangre de las panteras y el de la de su guardaespaldas. La sangre de esa forma mestiza no olía particularmente bien, pero lo suficiente para despertar su hambre.
- No lo sintáis. Os habéis enfrentado a dos medustiers vos solo, cuando un único ejemplar de ellos, aunque tomándome por sorpresa, ha estado a punto de arrancarme la cabeza de un mordisco. Si vos no os hubierais enfrentado a los otros dos, me hubieran matado entre los tres. Sois más hábil de lo que esperaba... creo que merecéis un descanso. Seguiremos un rato más el rastro y volveremos al campamento para que os atiendan.
Se frotó las heridas de los brazos y olisqueó el ambiente. Era incapaz de localizar de nuevo el olor de la bestia. El aire estaba lleno de olor a sudor de animales y a sangre. Eso no les convenía. El hedor a sangre y muerte atraería a carroñeros y cosas peores. Tal vez incluso a la bestia que estaban siguiendo.
- No me parece buena idea que sigamos aquí, o pronto estaremos rodeado de bestias atraídas por el olor. Sin embargo no podemos seguir el rastro de la bestia a menos que lo localicéis vos. Yo soy incapaz de discernir su olor ahora mismo.
- Perdonadme Drake, ha sido el instinto. Me he girado para ayudaros, pero mi sed de sangre me ha jugado una mala pasada - dijo con voz grave y ronca.
Terminó de limpiar la espada con su paño y la envainó. Dobló el pañuelo y se lo guardó en la gabardina. Este estaba ya con manchas de sangre reseca, lo que indicaba que era el que solía utilizar para limpiar su arma. Tras eso se calmó lentamente y se concentró únicamente en contar hasta cuarenta, respirando lentamente y con los ojos cerrados. Cuando terminó, ya se había calmado totalmente y la sed de sangre había desaparecido. Hizo memoria, pues el instinto y el subidón de adrenalina le hicieron perder la cabeza temporalmente. Se había girado tras matar a la bestia, y le había descontrolado el olor de la sangre de las panteras y el de la de su guardaespaldas. La sangre de esa forma mestiza no olía particularmente bien, pero lo suficiente para despertar su hambre.
- No lo sintáis. Os habéis enfrentado a dos medustiers vos solo, cuando un único ejemplar de ellos, aunque tomándome por sorpresa, ha estado a punto de arrancarme la cabeza de un mordisco. Si vos no os hubierais enfrentado a los otros dos, me hubieran matado entre los tres. Sois más hábil de lo que esperaba... creo que merecéis un descanso. Seguiremos un rato más el rastro y volveremos al campamento para que os atiendan.
Se frotó las heridas de los brazos y olisqueó el ambiente. Era incapaz de localizar de nuevo el olor de la bestia. El aire estaba lleno de olor a sudor de animales y a sangre. Eso no les convenía. El hedor a sangre y muerte atraería a carroñeros y cosas peores. Tal vez incluso a la bestia que estaban siguiendo.
- No me parece buena idea que sigamos aquí, o pronto estaremos rodeado de bestias atraídas por el olor. Sin embargo no podemos seguir el rastro de la bestia a menos que lo localicéis vos. Yo soy incapaz de discernir su olor ahora mismo.
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Este lo observaba algo mas tranquilo una vez pareció recobrar el sentido de nuevo. Cerro sus ojos unos segun escuchandole en todo momento. Sus heridad de los brazos eran algo profundas y le dolian bastante, sin embargo aguanto el dolor y se levanto algo tocado de la rodilla. Supo fingir muy bien el dolor callandose y sonriendo de lado asi intentando camuflarlo. Pero quien sabe, tal vez Derian lo huviera notado ya o puede que en su estado no. Hizo una pequeña reverencia a Derian y lo observo hablando con los ojos cerrados y una sonrisa en su rostro. Su tono fué calmado y bastante distinto a las otras veces, como con mas confianza. Parecia estara hablandole de amigo a amigo.
- La culpa a sido mia.. soy un rastreador y no los olí llegar ni los escuche en ningun momento. Si huviera estado mas atento no habria pasado esto. No se volvera a repetir, puedo asegurarselo señor. Nada le tocara si esta en mi mano. No puedo dejar que diga que ``no pasa nada`` si a pasado. Esas heridas deberia tenerlas yo en lugar de usted, pero no se va a volver a repetir. Mi descuido fué enorme al no poder percivirles
Llevo su mano derecha despacio guiendola sobre todas y cada una de sus heridas haciendo algun que otro gesto de dolor al pasar por las de los brazos. Estas eran las mas produndas y las que mas le dolian.
- Juro por estas heridas que voy a protegerle con mi vida, sientase seguro conmigo hasta que yo muera. Derian Markov será reconocido mundialmente como el mejor de los mejores en su campo y pienso lograrlo señor. Cueste lo que cueste y si tengo que sacrificarme por ello lo hare.
Tras esas palabras empezo a olfatear de nuevo volviendo a su forma de lobo. Notaba todos los olores mezclados entre si por la sangre de sus heridas y aquellos seres.Pronto olio el olor de antes apenas entre los demas. Cerro los ojos olvidando el dolor de sus heridas y empezo a caminar cojeando un poco de la pata trasera izquierda hacia el centro de la selva despacio esperando a que se señor le siguiera. Percivia el olor de su propia sangre aún. Ya se iba acostumbrando a oler mejor a su seor y a él mismo. Paso por unas ramas despacio observando que en estas no estuviera la flor y despues termino de subir aquella loma . Olisqueo un poco mas y dio un par de pasos adelante. Estaba claro, aquella criatura debía estar en el centro de la isla o al menos algo que olia igual a la huella. Deslizo su cuerpo despacio para mirar a su señor y hablar en el tono ya de siempre , muy distinto al de antes totalmente .
- Señor hay dos opciones ahora mismo. O bien volvemos al campamento y volvemos mañana con los demas o como usted desee. O bien vamos mas adelante, pero ya estariamos introduciendonos en el centro de esta isla, y puede que cerca de lo que usted busca. Lo digo porque no se cuando amanecera y usted ante el sol se que no se siente muy bien.
Tras eso el lobo blanco se quedo observandole esperando una respuesta, cerro los ojos con fuerza aun dolorido de la pata trasera izquieda. lo que venia a ser su rodilla en su forma normal. Los brazos ya no le dolian tanto ya que fueron pequeños agujazos. Pero en la rodilla se la habian casi atravesado
- La culpa a sido mia.. soy un rastreador y no los olí llegar ni los escuche en ningun momento. Si huviera estado mas atento no habria pasado esto. No se volvera a repetir, puedo asegurarselo señor. Nada le tocara si esta en mi mano. No puedo dejar que diga que ``no pasa nada`` si a pasado. Esas heridas deberia tenerlas yo en lugar de usted, pero no se va a volver a repetir. Mi descuido fué enorme al no poder percivirles
Llevo su mano derecha despacio guiendola sobre todas y cada una de sus heridas haciendo algun que otro gesto de dolor al pasar por las de los brazos. Estas eran las mas produndas y las que mas le dolian.
- Juro por estas heridas que voy a protegerle con mi vida, sientase seguro conmigo hasta que yo muera. Derian Markov será reconocido mundialmente como el mejor de los mejores en su campo y pienso lograrlo señor. Cueste lo que cueste y si tengo que sacrificarme por ello lo hare.
Tras esas palabras empezo a olfatear de nuevo volviendo a su forma de lobo. Notaba todos los olores mezclados entre si por la sangre de sus heridas y aquellos seres.Pronto olio el olor de antes apenas entre los demas. Cerro los ojos olvidando el dolor de sus heridas y empezo a caminar cojeando un poco de la pata trasera izquierda hacia el centro de la selva despacio esperando a que se señor le siguiera. Percivia el olor de su propia sangre aún. Ya se iba acostumbrando a oler mejor a su seor y a él mismo. Paso por unas ramas despacio observando que en estas no estuviera la flor y despues termino de subir aquella loma . Olisqueo un poco mas y dio un par de pasos adelante. Estaba claro, aquella criatura debía estar en el centro de la isla o al menos algo que olia igual a la huella. Deslizo su cuerpo despacio para mirar a su señor y hablar en el tono ya de siempre , muy distinto al de antes totalmente .
- Señor hay dos opciones ahora mismo. O bien volvemos al campamento y volvemos mañana con los demas o como usted desee. O bien vamos mas adelante, pero ya estariamos introduciendonos en el centro de esta isla, y puede que cerca de lo que usted busca. Lo digo porque no se cuando amanecera y usted ante el sol se que no se siente muy bien.
Tras eso el lobo blanco se quedo observandole esperando una respuesta, cerro los ojos con fuerza aun dolorido de la pata trasera izquieda. lo que venia a ser su rodilla en su forma normal. Los brazos ya no le dolian tanto ya que fueron pequeños agujazos. Pero en la rodilla se la habian casi atravesado
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- Eh, que os he dicho que no es culpa vuestra - dijo con brusquedad - ¿osáis decir que me equivoco? Os elogio y os hablo como a un igual, no rechacéis mis palabras o me enfadaré de verdad. Esa actitud de presa no es digna de alguien de vuestro nivel.
Con gesto de enfado en el rostro, Derian le dio la espalda. Le ponía enfermo la modestia y la autocompasión. ¿Por qué iba a rechazar alguien ser halagado por sus méritos? Simplemente no lo comprendía. En su mentalidad narcisista y megalómana, eso era totalmente ilógico. Entonces su trastocado cerebro se puso a maquinar. El joven Drake tenía vocación y madera de cazador, pero estaba demasiado influenciado por la mentalidad de las presas, y había asumido actitudes como autoculparse y el exceso de humildad. Como cazador consumado, era el deber de Derian tomarlo como aprendiz y enseñarle a ser como él. Algo en la mente de psicópata del vampiro hizo "click".
- Supongo que tienes razón. Seguir el rastro cuando queda tan poco para el amanecer y estando heridos es un suicidio. Volvamos al campamento.
Dieron la vuelta y volvieron por el mismo camino, aunque dando la vuelta al campo de flores mortales. El bosque estaba en un silencio amenazador, casi sobrenatural. De hecho estaba demasiado silencioso. Derian se paró, alerta, y indicó a su compañero que se parase. Se quedaron en completo silencio. No se escuchaba nada, a parte de la respiración de su guardaespaldas. De repente una serie de sonidos rítmicos se hicieron audibles a lo lejos. Eran las pisadas de algo bastante grande y pesado. Durante un tenso minuto, las pisadas merodearon cada vez más cerca de su posición, hasta que al final se alejaron. El aristócrata se relajó un poco, pero hizo a Drake avanzar más rápido hacia el campamento.
- No sé qué narices ha sido eso, pero no me ha gustado nada. Sospecho que es el mismo ser que dejó esas pisadas. En todo caso, creo que no nos gustaría toparnos con él.
Finalmente, la tierra comenzó a hacerse más arenosa cada vez y la selva menos espesa. Llegado cierto punto, al atravesar los árboles se vieron súbitamente en mitad de la playa, con el campamento a unos cincuenta metros a su izquierda. Fueron hacia él, y una vez allí dio órdenes a Drake.
- Si estáis cansado, id a dormir. Yo permaneceré despierto. Me llega con pocas horas. Mañana levantaremos el campamento y cruzaremos el pasillo hasta el bosque de Irges. Creo que bautizaré este pasillo como la Garganta de la Huella, en honor a nuestra pequeña aventura.
Tras esto, se fue a su tienda a redactar en su libreta de notas lo acontecido en aquel primer día.
Con gesto de enfado en el rostro, Derian le dio la espalda. Le ponía enfermo la modestia y la autocompasión. ¿Por qué iba a rechazar alguien ser halagado por sus méritos? Simplemente no lo comprendía. En su mentalidad narcisista y megalómana, eso era totalmente ilógico. Entonces su trastocado cerebro se puso a maquinar. El joven Drake tenía vocación y madera de cazador, pero estaba demasiado influenciado por la mentalidad de las presas, y había asumido actitudes como autoculparse y el exceso de humildad. Como cazador consumado, era el deber de Derian tomarlo como aprendiz y enseñarle a ser como él. Algo en la mente de psicópata del vampiro hizo "click".
- Supongo que tienes razón. Seguir el rastro cuando queda tan poco para el amanecer y estando heridos es un suicidio. Volvamos al campamento.
Dieron la vuelta y volvieron por el mismo camino, aunque dando la vuelta al campo de flores mortales. El bosque estaba en un silencio amenazador, casi sobrenatural. De hecho estaba demasiado silencioso. Derian se paró, alerta, y indicó a su compañero que se parase. Se quedaron en completo silencio. No se escuchaba nada, a parte de la respiración de su guardaespaldas. De repente una serie de sonidos rítmicos se hicieron audibles a lo lejos. Eran las pisadas de algo bastante grande y pesado. Durante un tenso minuto, las pisadas merodearon cada vez más cerca de su posición, hasta que al final se alejaron. El aristócrata se relajó un poco, pero hizo a Drake avanzar más rápido hacia el campamento.
- No sé qué narices ha sido eso, pero no me ha gustado nada. Sospecho que es el mismo ser que dejó esas pisadas. En todo caso, creo que no nos gustaría toparnos con él.
Finalmente, la tierra comenzó a hacerse más arenosa cada vez y la selva menos espesa. Llegado cierto punto, al atravesar los árboles se vieron súbitamente en mitad de la playa, con el campamento a unos cincuenta metros a su izquierda. Fueron hacia él, y una vez allí dio órdenes a Drake.
- Si estáis cansado, id a dormir. Yo permaneceré despierto. Me llega con pocas horas. Mañana levantaremos el campamento y cruzaremos el pasillo hasta el bosque de Irges. Creo que bautizaré este pasillo como la Garganta de la Huella, en honor a nuestra pequeña aventura.
Tras esto, se fue a su tienda a redactar en su libreta de notas lo acontecido en aquel primer día.
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Drake asintío a las palabras de Derian y no dijó nada más.Escuchó todas y cada una de las palabras de su señor sin interrumpir para nada. Cuando escucho aquellos sonidos se quedó callado totalmente, ¿que clase de ser hacia esas pisadas?. No tenia ni idea pero lo que si sabia es que debia ser la cosa que dejó aquella huella. Su respiracion se agito solo un poco.Continuó su camino con Derian hasta la playa donde este le ordeno ir a descansar si lo nesesitaba. Lo cierto es que si lo nesesitaba y bastante, le dolia a horrores la rodilla mas que otra cosa. Sus brazos tambien los tenia heridos pero no tanto como la anterior. Suspiro unos segundos y se giró haciá su señor y le respondio
- Ire a descansar pues señor
Hizo una leve reverencia y se fue caminando hacia el campamento, por el camino iba pensando en lo ocurrido. En esos tres seres que les atacaron. En las dichosas florecitas que lo tenian nervioso aún. En esa enorme huella de lo que fuera esa cosa. Sus pensamientos seguian fijos en todos esos temas hasta que observo como uno de los hombres se acercaba a él. Parecia estar descansado como si hubiese dormido mientras Derian y él habian estado en la jungla. Este se acerco un poco mas a el y se fijo en sus heridas mientras le hablaba con un tono tranquilo.
- Oye..¿ estas bien? ¿ que te a pasado? estas llenos de heridas. ¿Y has escuchado esos ruidos?.¿Se puede saber que eran?
Drake no vio oportuno tener que decir nada, eso no era cosa de él, sino de su señor. No sabia si Derian queria que los hombres supiesen algo, por ello este sonrio de lado con calma y solo se limito a decir.
- Nada, un terremoto y estas heridas son de unas zarzas.Tropeze y cai en ellas asi que no te preocupes jajaja
El hombre se quedo extrañado y Drake siguio su camino dirigiendose al campamento. Una vez alli se dirigio a varios de los hombres y se sentó en la arena junto a ellos mientras se llevaba la mano a la pierna dolorido
- Eh.. ayudadme me he caido en unas zarzas y esto duele demasiado, creo que estaban infectadas
Los hombres lo rodearon y uno le echó agua y desinfectante, le vendaron la rodilla y los brazos. Drake se levanto tras eso y se dirigio a las tiendas.Entró en la suya y se sento sobre la arena de nuevo .Sintiendose algo mejor de sus heridas y pensando un poco mientras se tocaba los brazos. Llevó tras eso las manos a los guanteletes y se los quito colocandolos a su lado. Suspiro un momento pensando en la forma de relajarse. Haber usado sus dos formas en combate real por primera vez lo tenia algo nervioso. Casi pierden la vida en su primera mision y eso era algo que no podia permitir. Tal vez deberia empezar a entrenar esas formas, sobre todo la forma mestiza. Fué la que uso para pelear con la segunda pantera y la que as le fue utíl. Pero no significaba que esa fuera la mejor , su forma de lobo tambien le permitia rastrear mejor. Aunque tambien debia mejorarla pues los olores mezclados le resusltaban molestos. Echo su cuerpo hacia atras y mirando al techo se quedó alli despierto. De seguro no dormiria nada pues ya habia dormido antes. Y por muy herido que estuviese le costaba conciliar el sueño.
- Ire a descansar pues señor
Hizo una leve reverencia y se fue caminando hacia el campamento, por el camino iba pensando en lo ocurrido. En esos tres seres que les atacaron. En las dichosas florecitas que lo tenian nervioso aún. En esa enorme huella de lo que fuera esa cosa. Sus pensamientos seguian fijos en todos esos temas hasta que observo como uno de los hombres se acercaba a él. Parecia estar descansado como si hubiese dormido mientras Derian y él habian estado en la jungla. Este se acerco un poco mas a el y se fijo en sus heridas mientras le hablaba con un tono tranquilo.
- Oye..¿ estas bien? ¿ que te a pasado? estas llenos de heridas. ¿Y has escuchado esos ruidos?.¿Se puede saber que eran?
Drake no vio oportuno tener que decir nada, eso no era cosa de él, sino de su señor. No sabia si Derian queria que los hombres supiesen algo, por ello este sonrio de lado con calma y solo se limito a decir.
- Nada, un terremoto y estas heridas son de unas zarzas.Tropeze y cai en ellas asi que no te preocupes jajaja
El hombre se quedo extrañado y Drake siguio su camino dirigiendose al campamento. Una vez alli se dirigio a varios de los hombres y se sentó en la arena junto a ellos mientras se llevaba la mano a la pierna dolorido
- Eh.. ayudadme me he caido en unas zarzas y esto duele demasiado, creo que estaban infectadas
Los hombres lo rodearon y uno le echó agua y desinfectante, le vendaron la rodilla y los brazos. Drake se levanto tras eso y se dirigio a las tiendas.Entró en la suya y se sento sobre la arena de nuevo .Sintiendose algo mejor de sus heridas y pensando un poco mientras se tocaba los brazos. Llevó tras eso las manos a los guanteletes y se los quito colocandolos a su lado. Suspiro un momento pensando en la forma de relajarse. Haber usado sus dos formas en combate real por primera vez lo tenia algo nervioso. Casi pierden la vida en su primera mision y eso era algo que no podia permitir. Tal vez deberia empezar a entrenar esas formas, sobre todo la forma mestiza. Fué la que uso para pelear con la segunda pantera y la que as le fue utíl. Pero no significaba que esa fuera la mejor , su forma de lobo tambien le permitia rastrear mejor. Aunque tambien debia mejorarla pues los olores mezclados le resusltaban molestos. Echo su cuerpo hacia atras y mirando al techo se quedó alli despierto. De seguro no dormiria nada pues ya habia dormido antes. Y por muy herido que estuviese le costaba conciliar el sueño.
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