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Era un día normal, Sawaki logro llegar a la isla de Loguetown sin dificultades, la isla más grande del East Blue y en donde la marine se instalaba con frecuencia para frenar a los valerosos piratas que se atrevían en ir al Grand Line. Había llegado luego de naufragar y perder sus cosas en una tormenta de hace unos días. Estaba sin nada, solo logro rescatar un par de cosas, entre ellas el Log Pose que tenía que usar en el Grand Line para llegar de isla en isla sin perderse aparte de un pequeño mapa que logro evitar que se mojara.
Al llegar a la isla, se tuvo que esconder de forma rápida, estableció un pequeño campamento a las afueras de la ciudad principal, prácticamente llegando a un barrio abandonado, se instalo en un edificio abandonado y en donde se aseguro que ningún humano llegara ni siquiera por casualidad, y gracias a su buena memoria memorizo todas las formas de llegar y también todas las formas de escapar de ese edificio sin problemas en caso de que alguien lo molestara. Era en la noche en la que tenía mayor movilidad y en donde lograba robar comida y agua para seguir sobreviviendo.
Pero un día, se aburrió de la misma rutina y al final decidió salir de la seguridad de aquel edificio completamente abandonado, aunque claro antes de irse a explorar la isla dejo el lugar como estaba, borro cualquier tipo de evidencia de que alguien estaba viviendo en aquel lugar. Una vez se aseguro que no quedaba nada se fue y empezó a caminar tratando de evitar cualquier tipo de contacto con los humanos. No se demoro más de quince minutos, se hubiera demorado menos de no ser por esquivar a los seres que habitaban en aquella isla, en llegar a una taberna que estaba bastante escondida y en donde lograba ver que no había mucha gente, el lugar ideal para estar y pensar su siguiente movimiento.
Entro por la única puerta, las bisagras estaban oxidadas y en cuanto las manos del peli rubio abrieron la puerta, el sonido de estas delató que ya había entrado, con sus ojos azules vio el lugar y logro ver que no había casi nadie, excepto un par de borrachos que estaban en una mesa a lo lejos. Estaban en toda una esquina y en donde la luz intermitente de una lámpara que estaba a punto de apagarse era lo único que los alumbraba, el sitio era claramente uno de mala muerte pero aun así era el tipo ideal para el joven navegante. En cuanto la puerta se cerró y la luz del día se fue, el lugar quedo a oscuras, claramente la única luz era la de aquella lámpara, que seguramente pronto dejaría de alumbrar este lugar.
Sawaki: Una botella de Sake, tranquilo humano, no te haré nada y te pagaré por todo lo que tome.-dijo rompiendo el silencio fúnebre que estaba en la taberna, se sentó en la barra mientras que el encargado de la taberna le llevaba el licor con un vaso que contenía tres hielos. Sawaki se sirvió de manera lenta y empezó a beber de manera lenta. Quería disfrutar de aquel licor sin problemas. Se quedo en silencio mientras que de reojo veía a los que estaban borrachos que estaban no tan lejos de su posición, pero en esa condición no harían nada. Así que se tranquilizo y pensó en algo que hacer en esta isla para no aburrirse tanto. Aunque seguramente como ya era costumbre en el peli rubio, se metería en problemas…tarde o temprano pasaría algo que lo haría meterse en problemas.
Al llegar a la isla, se tuvo que esconder de forma rápida, estableció un pequeño campamento a las afueras de la ciudad principal, prácticamente llegando a un barrio abandonado, se instalo en un edificio abandonado y en donde se aseguro que ningún humano llegara ni siquiera por casualidad, y gracias a su buena memoria memorizo todas las formas de llegar y también todas las formas de escapar de ese edificio sin problemas en caso de que alguien lo molestara. Era en la noche en la que tenía mayor movilidad y en donde lograba robar comida y agua para seguir sobreviviendo.
Pero un día, se aburrió de la misma rutina y al final decidió salir de la seguridad de aquel edificio completamente abandonado, aunque claro antes de irse a explorar la isla dejo el lugar como estaba, borro cualquier tipo de evidencia de que alguien estaba viviendo en aquel lugar. Una vez se aseguro que no quedaba nada se fue y empezó a caminar tratando de evitar cualquier tipo de contacto con los humanos. No se demoro más de quince minutos, se hubiera demorado menos de no ser por esquivar a los seres que habitaban en aquella isla, en llegar a una taberna que estaba bastante escondida y en donde lograba ver que no había mucha gente, el lugar ideal para estar y pensar su siguiente movimiento.
Entro por la única puerta, las bisagras estaban oxidadas y en cuanto las manos del peli rubio abrieron la puerta, el sonido de estas delató que ya había entrado, con sus ojos azules vio el lugar y logro ver que no había casi nadie, excepto un par de borrachos que estaban en una mesa a lo lejos. Estaban en toda una esquina y en donde la luz intermitente de una lámpara que estaba a punto de apagarse era lo único que los alumbraba, el sitio era claramente uno de mala muerte pero aun así era el tipo ideal para el joven navegante. En cuanto la puerta se cerró y la luz del día se fue, el lugar quedo a oscuras, claramente la única luz era la de aquella lámpara, que seguramente pronto dejaría de alumbrar este lugar.
Sawaki: Una botella de Sake, tranquilo humano, no te haré nada y te pagaré por todo lo que tome.-dijo rompiendo el silencio fúnebre que estaba en la taberna, se sentó en la barra mientras que el encargado de la taberna le llevaba el licor con un vaso que contenía tres hielos. Sawaki se sirvió de manera lenta y empezó a beber de manera lenta. Quería disfrutar de aquel licor sin problemas. Se quedo en silencio mientras que de reojo veía a los que estaban borrachos que estaban no tan lejos de su posición, pero en esa condición no harían nada. Así que se tranquilizo y pensó en algo que hacer en esta isla para no aburrirse tanto. Aunque seguramente como ya era costumbre en el peli rubio, se metería en problemas…tarde o temprano pasaría algo que lo haría meterse en problemas.
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Un pequeño bote se acercaba al puerto de aquella isla llamada Loguetown. La ciudad del alfa y el omega. Un sitio que todo pirata debía visitar si se denominaba como tal. Sin embargo ese no era el motivo que había traído a aquella isla al tiburón toro. Este sabia que llegaba la hora de hacerse conocer y empezaría montando un verdadero escándalo en la isla. Se cargaría varios marines para que le pusieran un bonito cartel con precio por su cabeza. Ya de paso pensaba divertirse matando a varios humanos de forma sádica como solía hacer siempre. Tenía ya todo planeado como si de un estratega se tratase y su salida estaba clara y lista para cualquier momento de huida. El ancho mar azul era su mejor opción para ello, dentro del agua estaría a salvo por lo que solo debía huir si la cosa se ponía fea. Aunque debería estar realmente fea para que el sádico de Shark huyera de allí rápidamente.
Este estaba tumbado sobre el bote que se acercaba al puerto, la gente observaba como una figura venia tumbada en el bote. Cuando el pequeño vehículo llegó al puerto de este salió el tiburón toro mirando a la gente que horrorizada gritaba con fuerza, lo que hizo que varios marines acudieran. Este con una pequeña sonrisa observó a los marines y se tiró al agua entre risas, ya había alertado a la supuesta justicia y habría algo mas de movimiento. Nadó hasta estar alejado del sitio y entro a la isla por otro lado. Una vez había salido se dirigió al centro.
Iba ocultándose por callejones y paredes buscando un buen sitio por dónde empezar a exterminar humanos. Un bar sería un buen sitio para empezar a cargarse a aquellos seres que Shark consideraba inferiores a él. Pero para ello debía llegar con vida a uno donde nadie le pillara entrando. Su mirada estaba atenta desde un callejón cuando observó a una persona pasar. Esta portaba una capucha por lo que le venía de perlas. Estiro su brazo tapándole la boca y metiendo al hombre en el callejón sin que nadie se enterase. Con una tétrica sonrisa le tapó la boca y sacó una de sus pequeñas espadas gemelas para atravesar su corazón. Acto seguido cuando observó que estaba realmente muerto se colocó su capucha en la cabeza y caminó corriendo por la calle hasta localizar un bar.
Había tenido suerte pues la capucha no le tapaba del todo debido a su tamaño y el cuerpo quedaba libre. Una vez entró en el bar observó que era un sitio pésimo de condiciones y lamentable. Había varios tipos borrachos por su forma de mover las manos, el camarero y por ultimo y para su sorpresa un Gyojin. Este se sintió algo raro cuando observó al chico rubio de su raza pues no se esperaba que hubiera allí uno. Tragó saliva algo confuso pero tras unos segundos el enorme tiburón toro tiró la capucha al suelo y sin decir nada agarró al camarero del cuello y lo estampó contra el suelo. Tras eso lo volvió a levantar y le golpeo la cabeza con la estantería de botellas rompiendo varias de estas y dejándolo inconsciente en el acto.
Este estaba tumbado sobre el bote que se acercaba al puerto, la gente observaba como una figura venia tumbada en el bote. Cuando el pequeño vehículo llegó al puerto de este salió el tiburón toro mirando a la gente que horrorizada gritaba con fuerza, lo que hizo que varios marines acudieran. Este con una pequeña sonrisa observó a los marines y se tiró al agua entre risas, ya había alertado a la supuesta justicia y habría algo mas de movimiento. Nadó hasta estar alejado del sitio y entro a la isla por otro lado. Una vez había salido se dirigió al centro.
Iba ocultándose por callejones y paredes buscando un buen sitio por dónde empezar a exterminar humanos. Un bar sería un buen sitio para empezar a cargarse a aquellos seres que Shark consideraba inferiores a él. Pero para ello debía llegar con vida a uno donde nadie le pillara entrando. Su mirada estaba atenta desde un callejón cuando observó a una persona pasar. Esta portaba una capucha por lo que le venía de perlas. Estiro su brazo tapándole la boca y metiendo al hombre en el callejón sin que nadie se enterase. Con una tétrica sonrisa le tapó la boca y sacó una de sus pequeñas espadas gemelas para atravesar su corazón. Acto seguido cuando observó que estaba realmente muerto se colocó su capucha en la cabeza y caminó corriendo por la calle hasta localizar un bar.
Había tenido suerte pues la capucha no le tapaba del todo debido a su tamaño y el cuerpo quedaba libre. Una vez entró en el bar observó que era un sitio pésimo de condiciones y lamentable. Había varios tipos borrachos por su forma de mover las manos, el camarero y por ultimo y para su sorpresa un Gyojin. Este se sintió algo raro cuando observó al chico rubio de su raza pues no se esperaba que hubiera allí uno. Tragó saliva algo confuso pero tras unos segundos el enorme tiburón toro tiró la capucha al suelo y sin decir nada agarró al camarero del cuello y lo estampó contra el suelo. Tras eso lo volvió a levantar y le golpeo la cabeza con la estantería de botellas rompiendo varias de estas y dejándolo inconsciente en el acto.
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Se notaba que el joven navegante estaba sumido en sus pensamientos, nada lo estaba molestando y eso le gustaba en cierto modo. Pero aun así sabía que tarde o temprano los problemas empezarían a llegar de uno en uno, así que se quedo callado mientras bebía el último sorbo de su vaso, se estaba por servir otro vaso ya que la botella de aquel licor que había pedido aun tenía un poco más de la mitad, pero entonces un extraño ruido lo alerto, alguien estaba entrando. No le dio importancia ya que al estar de espaldas era fácil confundirlo con un simple humano, y aparte la oscuridad y la precaria luz que había en ese lugar de mala muerte lo ayudaban.
Sin más miro de reojo y logro ver algo que lo dejo helado, y en donde toda la sangre que recorría cada rincón de su cuerpo se congelo por un par de segundos, pero entonces en un intento de ver si lo que estaba viendo era una especie de sueño, se apretó la parte derecha de su mejilla tratando de despertar pero al ver que sentía el dolor de aquel hecho. Así que lo que estaba viendo era verdad, era un Gyojin al igual que el peli rubio, se quedo callado y observo en un silencio fúnebre lo que estaba haciendo, dejo inconsciente al tabernero de un solo golpe y lo termino estrellando contra varias botellas.
Cuando todo ese espectáculo término miro de reojo a los humanos que estaban borrachos, pero ni con tono ese ruido se levantaron de su asiento, al parecer no podían ni con su alma, así que entonces Sawaki sonrió pero claro, evitando todo tipo de contacto directo con ese enorme tiburón que acababa de entrar.
Sawaki: Vaya…esto sí que es raro….pero ¿Era necesario hacerle eso al tabernero?-le cuestiono ya que no veía algo de interesante en aquellas acciones del extraño Gyojin que acababa de entrar en la taberna. Se volvió a servir un poco de licor, y empezó a beber lentamente, guardo silencio mientras esperaba oír la excusa de aquel tiburón, puesto que algo en su interior le decía que este sujeto era como esos Gyojin que atacaban a los humanos por mera diversión. Pero aun así, había aprendido a no juzgar de primeras a las personas y simplemente espero alguna respuesta, o en su defecto, excusa del porque había atacado a ese pobre humano de esa forma y aparte de esa manera solo lograría llamar la atención. Pero eso no le preocupaba sabía que podría con todos o con la gran mayoría de ellos. Y si era necesario también podría con ese Gyojin tiburón como él, pero mucho más grande y de un aspecto más escalofriante que el joven navegante, al parecer era de una clase de tiburón más grande….pero eso solo lo iba a saber con el tiempo, por el momento simplemente guardo silencio.
Sin más miro de reojo y logro ver algo que lo dejo helado, y en donde toda la sangre que recorría cada rincón de su cuerpo se congelo por un par de segundos, pero entonces en un intento de ver si lo que estaba viendo era una especie de sueño, se apretó la parte derecha de su mejilla tratando de despertar pero al ver que sentía el dolor de aquel hecho. Así que lo que estaba viendo era verdad, era un Gyojin al igual que el peli rubio, se quedo callado y observo en un silencio fúnebre lo que estaba haciendo, dejo inconsciente al tabernero de un solo golpe y lo termino estrellando contra varias botellas.
Cuando todo ese espectáculo término miro de reojo a los humanos que estaban borrachos, pero ni con tono ese ruido se levantaron de su asiento, al parecer no podían ni con su alma, así que entonces Sawaki sonrió pero claro, evitando todo tipo de contacto directo con ese enorme tiburón que acababa de entrar.
Sawaki: Vaya…esto sí que es raro….pero ¿Era necesario hacerle eso al tabernero?-le cuestiono ya que no veía algo de interesante en aquellas acciones del extraño Gyojin que acababa de entrar en la taberna. Se volvió a servir un poco de licor, y empezó a beber lentamente, guardo silencio mientras esperaba oír la excusa de aquel tiburón, puesto que algo en su interior le decía que este sujeto era como esos Gyojin que atacaban a los humanos por mera diversión. Pero aun así, había aprendido a no juzgar de primeras a las personas y simplemente espero alguna respuesta, o en su defecto, excusa del porque había atacado a ese pobre humano de esa forma y aparte de esa manera solo lograría llamar la atención. Pero eso no le preocupaba sabía que podría con todos o con la gran mayoría de ellos. Y si era necesario también podría con ese Gyojin tiburón como él, pero mucho más grande y de un aspecto más escalofriante que el joven navegante, al parecer era de una clase de tiburón más grande….pero eso solo lo iba a saber con el tiempo, por el momento simplemente guardo silencio.
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Una vez había dejado inconsciente al camarero agarró de nuevo su cuerpo con una mano y lo puso tumbado en la barra. Tras eso sonrió de lado y sacó una de sus espadas gemelas apuñalando con fuerza el corazón de aquel cuerpo y tras aquello sacando la espada y tirando el cuerpo al suelo. Lamió la espada con una expresión algo sádica en su mirada para después guardarla y llevar su mirada al Gyojin que le había hablado. Sus dorados ojos estaba ahora fijos en los azules de él y no dijo nada durante unos segundos. No acostumbraba a ver a seres de su raza y por ello no sabía cómo reaccionar. Finalmente la habló en un tono amable y tranquilo pero con cierto toque bromista en su voz como de costumbre.
- Era más que necesario. Los humanos débiles deben de ser aplastados como ese. Solo son basura que merece la muerte, además debo conseguir buen precio por mi cabeza y matare a todos los posibles. Espera un segundo ahora estoy contigo.
Se dirigió a los dos borrachos que no se habían inmutado de la muerte de aquel hombre de la semejante cogorza que llevaban encima. Shark se puso delante de ellos sonriendo algo sádico y soltando una pequeña risa mientras los dos hombres se reían también presa del alcohol.
- Los humanos borrachos son la monda jajajajaja.
De un movimiento sacó su espadón de su espalda y solo la movió de derecha a izquierda con fuerza para partirlos en dos al mismo tiempo y matarlos. Tras aquella pequeña carnicería volvió junto al rubio y se sentó en la barra tranquilamente observándolo como si fuera incluso de su familia ya que consideraba así a los de su propia raza.
- Ya me he cargado tres, solo me faltan unas docenas más para quedarme agusto. Mi nombre es Same D. Shark. Puedes llamarme Shark simplemente. Los marines me están buscando por la isla ya que saben que estoy aquí. Eliminare también a unos cuantos de ellos. Tu deberías hacer lo mismo compañero, los seres inferiores son solo insectos al fin y al cabo.
Terminó diciéndole con total tranquilidad. Pretendía salir de allí llevándose la vida de al menos treinta personas y no pararía hasta conseguirlo. Observó el bar tranquilamente y como la sangre de los tres cadáveres inundaba el suelo llenándolo e impregnándolo de aquel rojizo liquido. La mirada del tiburón toro ahora se centraba en unas botellas que no habían sido destruidas tras el golpe del camarero contra la estantería anteriormente. Se acercó a ella y comprobó que eran de lo que buscaba. Botellas de agua. Cogió dos de ellas y abrió una echándose a chorro toda la cantidad posible en la boca y tragándola fácilmente. Tras eso tiró la botella de cristal contra una pared rompiéndola y abrió la segunda bebiéndosela en pocos segundos también y tirando el recipiente al suelo rompiéndolo también. Apenas había comenzado su pequeño plan de masacre y ya contaba con un posible aliado que tal vez se apuntara al plan.
- Era más que necesario. Los humanos débiles deben de ser aplastados como ese. Solo son basura que merece la muerte, además debo conseguir buen precio por mi cabeza y matare a todos los posibles. Espera un segundo ahora estoy contigo.
Se dirigió a los dos borrachos que no se habían inmutado de la muerte de aquel hombre de la semejante cogorza que llevaban encima. Shark se puso delante de ellos sonriendo algo sádico y soltando una pequeña risa mientras los dos hombres se reían también presa del alcohol.
- Los humanos borrachos son la monda jajajajaja.
De un movimiento sacó su espadón de su espalda y solo la movió de derecha a izquierda con fuerza para partirlos en dos al mismo tiempo y matarlos. Tras aquella pequeña carnicería volvió junto al rubio y se sentó en la barra tranquilamente observándolo como si fuera incluso de su familia ya que consideraba así a los de su propia raza.
- Ya me he cargado tres, solo me faltan unas docenas más para quedarme agusto. Mi nombre es Same D. Shark. Puedes llamarme Shark simplemente. Los marines me están buscando por la isla ya que saben que estoy aquí. Eliminare también a unos cuantos de ellos. Tu deberías hacer lo mismo compañero, los seres inferiores son solo insectos al fin y al cabo.
Terminó diciéndole con total tranquilidad. Pretendía salir de allí llevándose la vida de al menos treinta personas y no pararía hasta conseguirlo. Observó el bar tranquilamente y como la sangre de los tres cadáveres inundaba el suelo llenándolo e impregnándolo de aquel rojizo liquido. La mirada del tiburón toro ahora se centraba en unas botellas que no habían sido destruidas tras el golpe del camarero contra la estantería anteriormente. Se acercó a ella y comprobó que eran de lo que buscaba. Botellas de agua. Cogió dos de ellas y abrió una echándose a chorro toda la cantidad posible en la boca y tragándola fácilmente. Tras eso tiró la botella de cristal contra una pared rompiéndola y abrió la segunda bebiéndosela en pocos segundos también y tirando el recipiente al suelo rompiéndolo también. Apenas había comenzado su pequeño plan de masacre y ya contaba con un posible aliado que tal vez se apuntara al plan.
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Sawaki instintivamente cerró los ojos en cuanto vio que aquel Gyojin de un tamaño gigantesco agarraba el cuerpo del tabernero. Sabía lo que le iba a pasar y que esto era el comienzo, una corazonada le decía que esto no era un buen inicio de una “amistad” con aquel sujeto aparecido de la nada y que hizo que en el cuerpo del peli rubio algo lo mojara, por miedo a arrepentirse no abrió los ojos ya que sabía lo que era, ese algo que lo había manchado y no le iba a gustar cuando los ojos azules empezaran a ver lo que el otro Gyojin acababa de hacer. Aunque trato de no pensar mucho en eso, cuando la voz de ese idiota había sonado contestando a sus preguntas, aquellas palabras le terminaron por confirmar sus sospechas. Entonces lentamente empezó a abrir sus ojos, y entonces lo que en su mente había figurado como una teoría ahora era verdad, tanto el tabernero como los dos borrachos estaban muertos, la taberna ya no era aquel lugar tranquilo y ahora la sangre teñía el suelo, esta también cubría las paredes y lamentablemente un poco del cuerpo del peli rubio.
Sawaki: Puede que sean inferiores pero tienen el mismo derecho a vivir que nosotros…pero eso de tener un precio por mi cabeza…suena divertido.-sus palabras salieron prácticamente solas. Agarro una servilleta y se limpio aquel líquido carmesí que había sido derramado en vano o por lo menos para él. Se tomo lo que quedaba del vaso, hizo un ademan de levantarse pero se arrepintió ya que no sabía cuál era el “plan” de aquel tiburón gigantesco. Aunque no era el primero que veía de ese tamaño puesto que había conocido a Cánabar un tiempo atrás y este era un poco más grande que el sujeto que estaba sentado a su lado.
Sawaki: Yo soy Sawaki. Bien te ayudare, pero a mi manera, yo no mato a humanos…los dejo inconscientes, con eso basta y sobra…o por lo menos hasta que ellos no me hagan enfadar y eso también va para ti.-su tono en las últimas frases fue serio y casi invocando a la muerte, miro de reojo al Gyojin, su mirada representaba la muerte misma, fría, sin vida…no le importaba la raza si lo hacían enfadar podría acabar con todos los que quisiera, se quedo callado mientras vaciaba lo último que le quedaba en la botella de sake. Aparte que aun tenía que escuchar aquel plan que tenía en mente Shark, así que empezó a jugar ladeando de un lado a otro el vaso evitando que el licor se fuera de los límites del recipiente de cristal. Al parecer esta iba a ser su última bebida, o por lo menos eso aparentaba. Sonrió de forma sínica ya que al final y al cabo, los problemas terminaron llegando de igual forma, al parecer el peli rubio era una especie de imán que atraía cualquier clase de peligro.
Sawaki: Puede que sean inferiores pero tienen el mismo derecho a vivir que nosotros…pero eso de tener un precio por mi cabeza…suena divertido.-sus palabras salieron prácticamente solas. Agarro una servilleta y se limpio aquel líquido carmesí que había sido derramado en vano o por lo menos para él. Se tomo lo que quedaba del vaso, hizo un ademan de levantarse pero se arrepintió ya que no sabía cuál era el “plan” de aquel tiburón gigantesco. Aunque no era el primero que veía de ese tamaño puesto que había conocido a Cánabar un tiempo atrás y este era un poco más grande que el sujeto que estaba sentado a su lado.
Sawaki: Yo soy Sawaki. Bien te ayudare, pero a mi manera, yo no mato a humanos…los dejo inconscientes, con eso basta y sobra…o por lo menos hasta que ellos no me hagan enfadar y eso también va para ti.-su tono en las últimas frases fue serio y casi invocando a la muerte, miro de reojo al Gyojin, su mirada representaba la muerte misma, fría, sin vida…no le importaba la raza si lo hacían enfadar podría acabar con todos los que quisiera, se quedo callado mientras vaciaba lo último que le quedaba en la botella de sake. Aparte que aun tenía que escuchar aquel plan que tenía en mente Shark, así que empezó a jugar ladeando de un lado a otro el vaso evitando que el licor se fuera de los límites del recipiente de cristal. Al parecer esta iba a ser su última bebida, o por lo menos eso aparentaba. Sonrió de forma sínica ya que al final y al cabo, los problemas terminaron llegando de igual forma, al parecer el peli rubio era una especie de imán que atraía cualquier clase de peligro.
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Shark escuchaba al chico con una tétrica e inquietante sonrisa sádica. Dejo escapar una pequeña risa cuando el chico acabó su última frase dándole un aviso también a él. Eso le hizo gracia pero le gustaba aquella actitud de valor frente a alguien más grande que él. Le hacía ser admirable y demás. Ese Gyojin no quería matar humanos, solo dejarlos inconscientes, una pena pero el tiburón toro se ocuparía de acabar la faena. Además dijo que los humanos también tenían todo el derecho a vivir. Tonterías en opinión del gran tiburón que pensaba que la ley que mandaba en los siete mares era la ley del más fuerte. Después de todo al chico finalmente le había gustado la idea de tener precio por su cabeza y ahora jugaba con su vaso de licor esperando a que el tiburón toro le dijese el plan, pero no antes sin haberse limpiado la sangre que aquellos hombres habían derramado sobre él cuando Shark los abatió. De todas formas iba a convenir no hacer enfadar al otro chico pues pese a que no sabía como peleaba no le gustaba pelear con los de su raza ya que los consideraba como una familia. Finalmente sonrió ampliamente observándole a los ojos y empezó a contarle el plan que más o menos había improvisado.
- Saldremos de aquí a lo loco atacando a los ciudadanos. Cuando aparezcan los marines cada uno vamos por un lado, así tendrán que dispersarse. Nos reuniremos en el puerto donde nos aseguraremos de tener sitio por donde huir si la cosa se pone fea. Una vez estemos allí eliminaremos a todos los posibles y nos cargaremos en primer lugar a los que veamos mas armados. Con suerte podremos eliminar algún cabo o un sargento. Pero pase lo que pase, si te ves en problemas no dudes en acercarte a mi chico, no voy a permitir que nadie de los míos muera. Aunque soy de los que piensan que es mejor cumplir tus metas pensando en ti mismo ya que nadie se preocupara por ti. Pero bueno aún así con los de mi raza si me preocupo y se que suena un poco contradictorio. Bueno es hora de empezar, que comience la caza Sawaki.
Sin decir nada más, el tiburón toro agarró con fuerza las espadas gemelas cada una en una mano y salió corriendo hacia la salida sabiendo que el chico le seguiría. Salió por la puerta a la calle donde había varias personas caminando que al verlo se alteraron gritando y corriendo formando una verdadera oleada de gente dispersándose alrededor del tiburón toro. Por suerte un marine estaba de espaldas a Shark. Este con su sádica sonrisa de siempre solo tuvo que dar un tajo recto y atravesar su cráneo haciendo que la sangre brotara de la cabeza de aquel hombre. Tras aquello sacó su arma y salió corriendo por un callejón acordándose del plan y con varios marines tras él.
- Ya llevo cuatro idiotas, solo me faltan veintiséis más y seré feliz.
Dijo mientras corría a toda velocidad con sus dos espadas en las manos dirigiéndose al puerto de loguetown como podía para comenzar aquella masacre que tenía planeada hacer con la ayuda de Sawaki.
- Saldremos de aquí a lo loco atacando a los ciudadanos. Cuando aparezcan los marines cada uno vamos por un lado, así tendrán que dispersarse. Nos reuniremos en el puerto donde nos aseguraremos de tener sitio por donde huir si la cosa se pone fea. Una vez estemos allí eliminaremos a todos los posibles y nos cargaremos en primer lugar a los que veamos mas armados. Con suerte podremos eliminar algún cabo o un sargento. Pero pase lo que pase, si te ves en problemas no dudes en acercarte a mi chico, no voy a permitir que nadie de los míos muera. Aunque soy de los que piensan que es mejor cumplir tus metas pensando en ti mismo ya que nadie se preocupara por ti. Pero bueno aún así con los de mi raza si me preocupo y se que suena un poco contradictorio. Bueno es hora de empezar, que comience la caza Sawaki.
Sin decir nada más, el tiburón toro agarró con fuerza las espadas gemelas cada una en una mano y salió corriendo hacia la salida sabiendo que el chico le seguiría. Salió por la puerta a la calle donde había varias personas caminando que al verlo se alteraron gritando y corriendo formando una verdadera oleada de gente dispersándose alrededor del tiburón toro. Por suerte un marine estaba de espaldas a Shark. Este con su sádica sonrisa de siempre solo tuvo que dar un tajo recto y atravesar su cráneo haciendo que la sangre brotara de la cabeza de aquel hombre. Tras aquello sacó su arma y salió corriendo por un callejón acordándose del plan y con varios marines tras él.
- Ya llevo cuatro idiotas, solo me faltan veintiséis más y seré feliz.
Dijo mientras corría a toda velocidad con sus dos espadas en las manos dirigiéndose al puerto de loguetown como podía para comenzar aquella masacre que tenía planeada hacer con la ayuda de Sawaki.
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Sawaki presto atención a las palabras de Shark, tomo un poco del vaso con algo de nerviosismo pero que supo disimular ya que el pelear contra los marines era algo poco común en la vida del peli rubio. Aunque siempre encontraba la manera de poder meterse en problemas, nunca había tenido la oportunidad de poder pelear contra los tipos que iban vestidos de un uniforme blanco y tenían su propia justicia. Una vez el tiburón gigantesco salió de la taberna, el joven navegante se quedo pensando por unos minutos y al finalizar termino de darse la confianza suficiente como para seguir adelante y hacerse con una fama. Contaba con la fuerza de voluntad suficiente como para no caer en una batalla y la fortaleza física para poder pelear de igual a igual con muchos marines.
Se termino su último vaso de sake para luego salir con las manos en los bolsillos, a decir verdad lo que estaba a punto de hacer podría llegar a hacer un gran cambio en la vida de Sawaki, así que camino con decisión mientras lograba escuchar como es que los ruidos de gente gritando empezaban, al parecer Shark ya estaba disfrutando de su “cacería”. El punto de encuentro no estaba tan lejos y el lugar de huida era nada más que el mar, lugar donde el peli azul y el joven navegante tendrían la ventaja absoluta sobre los humanos. Así que empezó a correr corriendo en dirección contraria donde se escuchaban, él ya tenía un propio plan de acción para llevar a muchos marines al puerto y así junto a Shark acabar con todos en aquel lugar.
Logro llegar sin muchas dificultades a una plaza, lugar que analizo rápidamente con la mirada y logro ver no tan lejos a un grupo de cinco marines, así que empezó a buscar un lugar elevado para empezar con la primera parte de su plan, logro ver una especie de fuente que sobresalía en el centro de la plaza, así que sonrió y empezó a correr hacía ella, una vez llego subió hasta el final de la fuente donde se gano la mirada de todos, y entonces lo que debía suceder empezó sin problemas. La gente aterrada empezó a correr al ver a un monstruo, gritos y mucha multitud se estaban dividiendo por las salidas de la plaza.
Sawaki: ¡MARINES! ¡VENGAN POR MÍ! ¡LOS DERROTARE USANDO MI DEDO MEÑIQUE!-grito a viva voz y entre risas, los marines se notaron que se enfurecieron y empezaron a avanzar rodeando por completo al peli rubio, bloqueando todas sus salidas posibles así que este bajo de la fuente de agua con las manos en los bolsillos. Estaba con una sonrisa de oreja a oreja, esto se ponía cada vez más divertido aun cuando la situación era grave Sawaki estaba confiado, así que golpeo al que estaba en frente de él antes de que cualquier se diera cuenta. Lo hizo con su puño en su rostro lo que lo mando a volar varios metros, y entonces aprovechando la abertura de la defensa de los marines empezó a correr.
Los cuatro marines que quedaban de pie, empezaron sin dudar a seguirlo, Sawaki ahora tenía a sus primeros cuatro perseguidores, con ellos debía llegar al puerto ya que estaba seguro de que la naturaleza humana de ellos, que pronto iban a pedir refuerzos, esperaba llegar con mínimo diez personas al puerto y en ese lugar encargarse de ellos, así que siguió corriendo con todas sus fuerzas rumbo al puerto, por suerte logro memorizar cada camino hacia este.
Sawaki: Llevo uno. Bien, creo que con diez marines que lleve al puerto estará bien. En ese lugar derrotare a veintinueve más y luego escapare, dudo que mi cuerpo logre resistir tanto.-susurro con una pequeña sonrisa, ya lo tenía todo planeado y era hora de empezar a ganarse su primera recompensa. La cual lo haría sentir orgulloso y en donde los guerreros más fuertes quizás se fijaran en él. Los marines corrían disparando sus fusiles haciendo que Sawaki estuviera atento a los proyectiles y los esquivaba sin muchos problemas.
Se termino su último vaso de sake para luego salir con las manos en los bolsillos, a decir verdad lo que estaba a punto de hacer podría llegar a hacer un gran cambio en la vida de Sawaki, así que camino con decisión mientras lograba escuchar como es que los ruidos de gente gritando empezaban, al parecer Shark ya estaba disfrutando de su “cacería”. El punto de encuentro no estaba tan lejos y el lugar de huida era nada más que el mar, lugar donde el peli azul y el joven navegante tendrían la ventaja absoluta sobre los humanos. Así que empezó a correr corriendo en dirección contraria donde se escuchaban, él ya tenía un propio plan de acción para llevar a muchos marines al puerto y así junto a Shark acabar con todos en aquel lugar.
Logro llegar sin muchas dificultades a una plaza, lugar que analizo rápidamente con la mirada y logro ver no tan lejos a un grupo de cinco marines, así que empezó a buscar un lugar elevado para empezar con la primera parte de su plan, logro ver una especie de fuente que sobresalía en el centro de la plaza, así que sonrió y empezó a correr hacía ella, una vez llego subió hasta el final de la fuente donde se gano la mirada de todos, y entonces lo que debía suceder empezó sin problemas. La gente aterrada empezó a correr al ver a un monstruo, gritos y mucha multitud se estaban dividiendo por las salidas de la plaza.
Sawaki: ¡MARINES! ¡VENGAN POR MÍ! ¡LOS DERROTARE USANDO MI DEDO MEÑIQUE!-grito a viva voz y entre risas, los marines se notaron que se enfurecieron y empezaron a avanzar rodeando por completo al peli rubio, bloqueando todas sus salidas posibles así que este bajo de la fuente de agua con las manos en los bolsillos. Estaba con una sonrisa de oreja a oreja, esto se ponía cada vez más divertido aun cuando la situación era grave Sawaki estaba confiado, así que golpeo al que estaba en frente de él antes de que cualquier se diera cuenta. Lo hizo con su puño en su rostro lo que lo mando a volar varios metros, y entonces aprovechando la abertura de la defensa de los marines empezó a correr.
Los cuatro marines que quedaban de pie, empezaron sin dudar a seguirlo, Sawaki ahora tenía a sus primeros cuatro perseguidores, con ellos debía llegar al puerto ya que estaba seguro de que la naturaleza humana de ellos, que pronto iban a pedir refuerzos, esperaba llegar con mínimo diez personas al puerto y en ese lugar encargarse de ellos, así que siguió corriendo con todas sus fuerzas rumbo al puerto, por suerte logro memorizar cada camino hacia este.
Sawaki: Llevo uno. Bien, creo que con diez marines que lleve al puerto estará bien. En ese lugar derrotare a veintinueve más y luego escapare, dudo que mi cuerpo logre resistir tanto.-susurro con una pequeña sonrisa, ya lo tenía todo planeado y era hora de empezar a ganarse su primera recompensa. La cual lo haría sentir orgulloso y en donde los guerreros más fuertes quizás se fijaran en él. Los marines corrían disparando sus fusiles haciendo que Sawaki estuviera atento a los proyectiles y los esquivaba sin muchos problemas.
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Ya casi llegaba al puerto, Shark estaba a punto hasta un marine salió de una calle taponándole el paso y no dejándole escapatoria. Detrás de él había tres más. Cinco estúpidos reclutas armados con espadas menos el que tenía en frente que usaba un fusil. Su mirada sádica no había cambiado para nada y aquellos marines le decían que tirase las armas al suelo y se rindiera. Tras unos segundos aprovechando un despiste del hombre armado se movió a un lado y metió la mano en su vaina más pequeña sacando una daga negra con el filo rojo con la cual atravesó el cuello de aquel marine armado. Tras eso la guardó y se giró observando a los otros tres mientras sacaba su enorme espadón grisáceo oscuro. El primero corrió a por el tiburón toro lanzándole un tajo recto al pecho, este solo tuvo que hacer un movimiento con su arma para repeler su golpe bloqueándole la katana con su pedazo de arma para después de un tajo partirlo en dos. La sangre invadió la pared del callejón y los rostros de los otros dos marines se asustaron muchísimo.
Tras aquello Shark sonrió de lado y corrió a por ellos. Estos trataron de defenderse ante los tajos de la enorme arma del tiburón pero por desgracia para ellos Shark era una bestia y de algunos tajos chocando con las katanas de ellos partió en dos a otro de ellos. El ultimo aterrorizado y casi llorando por el miedo que sentía tiró el arma y se puso de rodillas ante el temible asesino. Este al verlo así guardó su enorme arma pero sacó una de sus espadas gemelas y de un tajo le cortó la cabeza al joven recluta que suplicaba por su vida. Con una tétrica sonrisa limpió la sangre lamiéndola de la hoja como de costumbre y tras unos segundos se giró dándole la espalda a los cuatro cadáveres que allí había dejado.
- Inútiles. Nunca podréis vencer al terror marino que se alza contra vosotros, sois como insectos ante la suela que los aplasta, bueno debería decir aleta.
Dijo entre algunas carcajadas para después salir de aquel callejón manchado de sangre y con su expresión sádica de siempre. Unos hombres lo señalaron y tras eso varios marines salieron de varias calles corriendo a por él. Este volvió a correr y pasó frente a la plaza, el patíbulo se alzaba ante él. El lugar donde el rey de los piratas había muerto, este guiñó el ojo hacia el lugar donde había sido ejecutado el rey de los piratas y tras eso siguió corriendo. No tenía nada de respeto por nadie que no se lo demostrara en persona. No tardó mucho en llegar al puerto donde se puso de espaldas al mar y sonrió mas ampliamente sacando sus dos espadas gemelas esperando al joven Gyojin rubio. Mientras tanto los marines acudían y comenzaba la cuenta. Solo le quedaban veintidós para quedarse satisfecho y era una suma que pensaba alcanzar le costase la vida o no.
Tras aquello Shark sonrió de lado y corrió a por ellos. Estos trataron de defenderse ante los tajos de la enorme arma del tiburón pero por desgracia para ellos Shark era una bestia y de algunos tajos chocando con las katanas de ellos partió en dos a otro de ellos. El ultimo aterrorizado y casi llorando por el miedo que sentía tiró el arma y se puso de rodillas ante el temible asesino. Este al verlo así guardó su enorme arma pero sacó una de sus espadas gemelas y de un tajo le cortó la cabeza al joven recluta que suplicaba por su vida. Con una tétrica sonrisa limpió la sangre lamiéndola de la hoja como de costumbre y tras unos segundos se giró dándole la espalda a los cuatro cadáveres que allí había dejado.
- Inútiles. Nunca podréis vencer al terror marino que se alza contra vosotros, sois como insectos ante la suela que los aplasta, bueno debería decir aleta.
Dijo entre algunas carcajadas para después salir de aquel callejón manchado de sangre y con su expresión sádica de siempre. Unos hombres lo señalaron y tras eso varios marines salieron de varias calles corriendo a por él. Este volvió a correr y pasó frente a la plaza, el patíbulo se alzaba ante él. El lugar donde el rey de los piratas había muerto, este guiñó el ojo hacia el lugar donde había sido ejecutado el rey de los piratas y tras eso siguió corriendo. No tenía nada de respeto por nadie que no se lo demostrara en persona. No tardó mucho en llegar al puerto donde se puso de espaldas al mar y sonrió mas ampliamente sacando sus dos espadas gemelas esperando al joven Gyojin rubio. Mientras tanto los marines acudían y comenzaba la cuenta. Solo le quedaban veintidós para quedarse satisfecho y era una suma que pensaba alcanzar le costase la vida o no.
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Siguió corriendo mientras que a ratos veía hacía hacia atrás para ver como es que los marines aumentaban en número, y claro las balas que tenía que esquivar también aumentaban, así que ahora era cuando la cosa se ponía divertida, o por lo menos para él. Logro ver como es que el camino se empezaba a angostar un poco pero luego de otros diez minutos corriendo a lo loco por su vida llego al puerto, ahí con un gran salto se alejo lo suficiente para alejarse de los marines quienes hacían gala de su gran estado físico demostrando que a pesar de poder seguir la velocidad de Sawaki sin problemas no estaban muy cansados, así que el peli rubio los empezó a contar con el dedo índice de la mano derecha y logro contar a 20 marines, diez más de los que tenía planeado, suspiro de forma pesada y luego sonrió.
Sawaki: Les daré la oportunidad de salir ilesos, conmigo viene un tiburón sediento de sangre y él los matara a todos.-sus palabras hacían referencia al tiburón de tamaño colosal que se encontró en la taberna y con el cual estaba metido en este plan. Vio a lo largo del puerto para encontrarse con la sorpresa de que Shark ya había llegado y también tenía su buen número de marines con él, cosa que le hizo sonreír más ampliamente, empezó a caminar no sin antes hacerle una seña a los marines para que lo siguieran. Logro llegar con Shark y logro ver como es que todos los marines se ponían en forma de círculo para quitarles toda posible ruta de escape, la única que aun quedaba libre era el mar y con eso les bastaría a los dos para escapar.
Sawaki: Traje conmigo a veinte marines. Entonces…que empiece la fiesta.-alzo los brazos cuando finalizo en señal de una victoria, pues esta pelea estaba clara que ellos iban a ganar, los marines al parecer se molestaron con ese comentario y empezaron a acercarse de manera claramente insegura pero luego con un grito de guerra que inundo el puerto todos empezaron su ataque, Sawaki esquivaba sin muchas dificultades los ataques y cuando esquivaba usaba su velocidad para acabar con todos de un solo puñetazo. Estos caían con los ojos en blanco. Todos eran fácilmente dejados inconscientes de un solo golpe por parte del peli rubio. Pero aun así aún eran demasiados como para escapar y aparte aún tenía que vencer a muchos más para que su recompensa fuera elevada.
Sawaki: Les daré la oportunidad de salir ilesos, conmigo viene un tiburón sediento de sangre y él los matara a todos.-sus palabras hacían referencia al tiburón de tamaño colosal que se encontró en la taberna y con el cual estaba metido en este plan. Vio a lo largo del puerto para encontrarse con la sorpresa de que Shark ya había llegado y también tenía su buen número de marines con él, cosa que le hizo sonreír más ampliamente, empezó a caminar no sin antes hacerle una seña a los marines para que lo siguieran. Logro llegar con Shark y logro ver como es que todos los marines se ponían en forma de círculo para quitarles toda posible ruta de escape, la única que aun quedaba libre era el mar y con eso les bastaría a los dos para escapar.
Sawaki: Traje conmigo a veinte marines. Entonces…que empiece la fiesta.-alzo los brazos cuando finalizo en señal de una victoria, pues esta pelea estaba clara que ellos iban a ganar, los marines al parecer se molestaron con ese comentario y empezaron a acercarse de manera claramente insegura pero luego con un grito de guerra que inundo el puerto todos empezaron su ataque, Sawaki esquivaba sin muchas dificultades los ataques y cuando esquivaba usaba su velocidad para acabar con todos de un solo puñetazo. Estos caían con los ojos en blanco. Todos eran fácilmente dejados inconscientes de un solo golpe por parte del peli rubio. Pero aun así aún eran demasiados como para escapar y aparte aún tenía que vencer a muchos más para que su recompensa fuera elevada.
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Sawaki había llegado también al puerto y traía caballería consigo. La batalla había comenzado y Sawaki se abría paso a golpes. Muchos espadachines se acercaban corriendo a por el tiburón toro. Este solo movía su enorme arma moviéndolos de un lado a otro, los trozos de carne volaban alrededor del asesino. E un momento guardó su espadón y sacó sus espadas gemelas matando a todo aquel que se ponía frente a él. Varios marines sacaron armas de fuego apuntándole. En ese momento saltó al agua sumergiéndose pero en pocos segundos salió atravesando la madera del muelle tras aquellos hombres armados y matándolos de varios tajos de cuello para arriba. Sawaki peleaba con fiereza también y de una forma increíble que admiraba el tiburón toro. De repente una oleada de tres hombres corría a por Shark armados con hachas.
Este sacó su pequeña daga y corrió hacia ellos. De un elegante movimiento esquivó los ataques y atravesó el cuello de uno de ellos con su daga. Después guardó su arma y saco su enorme espadón de nuevo. Ambos atacaban al tiburón con tajos pero este se cubría con su enorme arma entre risas sádicas.
- Solo sois escoria. Los humanos como vosotros debéis morir sin hacer preguntas. Recordareis el nombre de aquel que os destripara, soy el tiburón toro. Soy el terror marino, me llamo Same D. Shark.
Tras unos cuantos bloqueos más lanzo un enorme tajo partiendo en dos a los dos marines fácilmente. Con una sádica sonrisa se agacho observando los cuerpos y escupiéndoles como si fueran simple basura. Después observó que al rubio le iba bien por su lado, con sus dorados ojos se fijó en un recluta que corría al interior de la isla seguramente a pedir refuerzos. Shark quería guerra pero tampoco sobrepasarse pues podrían perder la batalla si venían más. Rápidamente salió corriendo guardando su arma y en pocos segundos lo alcanzó corriendo cogiéndolo del cuello y tirándose al agua con él. Una vez en el agua lo puso contra el suelo riendo hasta que aquel hombre se ahogó. Para asegurarse lo mantuvo un poco más y después le aplastó la cara contra una roca. Segundos después salió del agua y se colocó en el muelle, sus ojos observaban los cadáveres de los marines muertos por todos lados.
- Parece que solo me quedan seis y tendré los necesarios para sentirme mejor. Estúpidos humanos basura. Solo saben usar armas de fuego y atacar en grupo, que exagerados si solo soy un tiburón toro manso y amable, no deberían estar así por mi. Me odian.
Dijo poniendo cara de pena para después empezar a reír como un loco observando sus víctimas y pisando sus cadáveres como si nada. Después observó a un grupo mas que se acercaba, con esos podría satisfacer los que le quedaban en su pequeña cuenta personal. Debían acabar rápido antes de que llegaran demasiados y un mal tiro les arrebatara la vida tontamente.
Este sacó su pequeña daga y corrió hacia ellos. De un elegante movimiento esquivó los ataques y atravesó el cuello de uno de ellos con su daga. Después guardó su arma y saco su enorme espadón de nuevo. Ambos atacaban al tiburón con tajos pero este se cubría con su enorme arma entre risas sádicas.
- Solo sois escoria. Los humanos como vosotros debéis morir sin hacer preguntas. Recordareis el nombre de aquel que os destripara, soy el tiburón toro. Soy el terror marino, me llamo Same D. Shark.
Tras unos cuantos bloqueos más lanzo un enorme tajo partiendo en dos a los dos marines fácilmente. Con una sádica sonrisa se agacho observando los cuerpos y escupiéndoles como si fueran simple basura. Después observó que al rubio le iba bien por su lado, con sus dorados ojos se fijó en un recluta que corría al interior de la isla seguramente a pedir refuerzos. Shark quería guerra pero tampoco sobrepasarse pues podrían perder la batalla si venían más. Rápidamente salió corriendo guardando su arma y en pocos segundos lo alcanzó corriendo cogiéndolo del cuello y tirándose al agua con él. Una vez en el agua lo puso contra el suelo riendo hasta que aquel hombre se ahogó. Para asegurarse lo mantuvo un poco más y después le aplastó la cara contra una roca. Segundos después salió del agua y se colocó en el muelle, sus ojos observaban los cadáveres de los marines muertos por todos lados.
- Parece que solo me quedan seis y tendré los necesarios para sentirme mejor. Estúpidos humanos basura. Solo saben usar armas de fuego y atacar en grupo, que exagerados si solo soy un tiburón toro manso y amable, no deberían estar así por mi. Me odian.
Dijo poniendo cara de pena para después empezar a reír como un loco observando sus víctimas y pisando sus cadáveres como si nada. Después observó a un grupo mas que se acercaba, con esos podría satisfacer los que le quedaban en su pequeña cuenta personal. Debían acabar rápido antes de que llegaran demasiados y un mal tiro les arrebatara la vida tontamente.
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Sawaki ya se estaba cansando, como había supuesto anteriormente su cuerpo no iba a resistir mucho tiempo más, pero ahora que tenía un gran aliado como Shark no tendría problemas en resistir un poco más, se paro en medio de la batalla para ver como es que peleaba el tiburón colosal, era fuerte pero asesinaba cuanto marine se ponía por delante. En un instante tres marines se acercaron para atacarlo, el peli rubio estaba a punto de esquivar sus ataques pero fue en segundos cuando los tres cayeron muertos, Shark los había matado y de paso ayudado a Sawaki, este sonrió y se dio la vuelta para seguir viendo a sus enemigos, de reojo logro ver como es que uno de ellos se escapaba y seguramente para pedir refuerzos, pero como la vez pasada el gigantesco tiburón lo freno antes de que este se fuera del rango de ellos.
El joven navegante siguió derrotando a los marines y en un momento se lanzo al agua para tratar de tomar algo de aire y descansar, los marines no perdieron el tiempo y acto seguido empezaron a disparar aunque para el Gyojin no fue difícil esquivar las balas ya que se hundió lo suficiente como para que las balas simplemente pasaran a sus lados, así que usando su velocidad, que aumentaba considerablemente bajo el agua logro dar un salto enorme justo detrás de los marines, corrió hacía ellos y los hizo retroceder, pero solamente se encontraba el liquido cristalino a sus espaldas habían caído completamente en la trampa del Gyojin, así que este salto con ellos y en el agua los derroto sin problemas. Nuevamente salió a la superficie donde otro grupo grande de marines ya estaban listos para hacerle frente.
Sawaki: Vengan todos los que quieran. No me podrán derrotar. Recuerden mi nombre…soy Sawaki.-dijo con una gran sonrisa y con un gesto de provocación hacía los marines, quienes no tardaron en atacarlo, esta vez se limito a esquivar sus ataques y con una voltereta llego donde estaba Shark, apoyo su espalda en la espalda del tiburón gigantesco. Tenía una idea y para ello tenía que pedirle un pequeño favor a este, así que sin más dio un gran salto y puso las plantas de los pies en la espalda de Shark y entonces se impulso en este para darle más velocidad a su ataque, y entonces los marines que estaban cerca salieron volando. Sawaki freno con una pequeña voltereta y luego miro al de los ojos dorados y sonrió, al parecer otro grupo más se acercaba así que aprovechando estos pequeños momentos de paz se acerco a Shark.
Sawaki: Lo siento, tenía que hacerlo. Bien…acabemos con ellos y larguémonos…dudo que podamos con más si vienen refuerzos, tenemos el mar a nuestras espaldas así que es nuestra victoria.-dijo nuevamente dándole la espalda a Shark para ver como lentamente se acercaba aquel grupo de marines. Era hora de ponerle punto final a esta batalla en donde los gyojins estaban siendo claros ganadores y en donde los marines se estaban quedando sin muchas ideas para acabarlos. Era hora del último asalto.
El joven navegante siguió derrotando a los marines y en un momento se lanzo al agua para tratar de tomar algo de aire y descansar, los marines no perdieron el tiempo y acto seguido empezaron a disparar aunque para el Gyojin no fue difícil esquivar las balas ya que se hundió lo suficiente como para que las balas simplemente pasaran a sus lados, así que usando su velocidad, que aumentaba considerablemente bajo el agua logro dar un salto enorme justo detrás de los marines, corrió hacía ellos y los hizo retroceder, pero solamente se encontraba el liquido cristalino a sus espaldas habían caído completamente en la trampa del Gyojin, así que este salto con ellos y en el agua los derroto sin problemas. Nuevamente salió a la superficie donde otro grupo grande de marines ya estaban listos para hacerle frente.
Sawaki: Vengan todos los que quieran. No me podrán derrotar. Recuerden mi nombre…soy Sawaki.-dijo con una gran sonrisa y con un gesto de provocación hacía los marines, quienes no tardaron en atacarlo, esta vez se limito a esquivar sus ataques y con una voltereta llego donde estaba Shark, apoyo su espalda en la espalda del tiburón gigantesco. Tenía una idea y para ello tenía que pedirle un pequeño favor a este, así que sin más dio un gran salto y puso las plantas de los pies en la espalda de Shark y entonces se impulso en este para darle más velocidad a su ataque, y entonces los marines que estaban cerca salieron volando. Sawaki freno con una pequeña voltereta y luego miro al de los ojos dorados y sonrió, al parecer otro grupo más se acercaba así que aprovechando estos pequeños momentos de paz se acerco a Shark.
Sawaki: Lo siento, tenía que hacerlo. Bien…acabemos con ellos y larguémonos…dudo que podamos con más si vienen refuerzos, tenemos el mar a nuestras espaldas así que es nuestra victoria.-dijo nuevamente dándole la espalda a Shark para ver como lentamente se acercaba aquel grupo de marines. Era hora de ponerle punto final a esta batalla en donde los gyojins estaban siendo claros ganadores y en donde los marines se estaban quedando sin muchas ideas para acabarlos. Era hora del último asalto.
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La batalla estaba siendo muy divertida para ambos tiburones. Los marines caían como moscas y no les daba tiempo a defenderse. Tras unos segundos notó la espalda de Sawaki contra la suya y este se montó en la espalda de Shark para coger impulso y realizar otro ataque algo más impresionante. Una buena técnica pensó el tiburón toro, tras unos segundos el rubio le dijo que acabaran con unos pocos mas y se largasen o no podrían con ellos. La razón la tenía ya que si aparecía un sargento o un oficial de mayor rango estarían perdidos y lo tendrían muy difícil para sobrevivir. Por este motivo el tiburón toro asintió y continuó con su tarea. Tras unos instantes sus ojos pudieron ver algo que le alegró el día. Unos seis marines corrían a por él con sus espadas, justo los que le faltaban para acabar con su cuenta particular.
- Bien Sawaki, yo me ocupare de esos seis y habré finalizado por hoy. Quiero treinta muertes y llevo veinticuatro. Enseguida nos vemos.
Dijo con una sádica risa para después llevar las manos a sus dos espadas gemelas habiendo guardado ya el espadón. Tras estar cerca de ellos, Shark pegó un salto y se metió entre ellos para después empezar a girar sobre si mismo con las dos espadas extendidas para hacer un ataque múltiple.
- ¡Torbellino cortante!
Pronunció tranquilamente para tras varios giros decapitar a dos de ellos y cortarle el cuello a otros dos. Los que se salvaron retrocedieron y uno de ellos sacó una pistola y disparó contra el tiburón toro. Al estar algo mareado no pudo esquivarlo bien y la bala le impactó en el hombro. Este gruñó por lo bajo y tras estar mejor saltó a por el hombre atravesándole el cuello con sus dos espadas gemelas. Ya solo le quedaba un idiota por el que ocuparse y habría acabado por ese día, sin pensárselo guardó sus dos espadas y corrió a por el que faltaba dándole un puñetazo en la cara y tirándolo al suelo partiéndole la nariz. Tras eso lo cogió del cuello con una mano elevándolo para después dejarlo caer, cuando el marine caía, el tiburón levantó su rodilla con fuerza reventándole la boca. Una vez aquel hombre estaba a punto de perder el conocimiento sacó su daga negra y roja y le cortó la yugular para después guardar su arma y alejarse.
Se dirigió al muelle que estaba pegado al agua donde había un cadáver asesinado por el rubio, le cogió el uniforme de marine y lo rompió usándolo para apretarse el hombro. Tras aquello observó a su compañero esperando a que acabara pues por su parte ya había finalizado y solo quedaba el rubio que parecía estar pasándolo bastante bien cargándose marines. De un suspiró pero siempre manteniendo la sonrisa sádica e inquietante le lanzó un grito a su compañero para que se diera prisa pues algunos marines ya se habían ido a avisar al resto.
- Sawaki acaba rápido que estos idiotas han ido a llamar a la caballería.
- Bien Sawaki, yo me ocupare de esos seis y habré finalizado por hoy. Quiero treinta muertes y llevo veinticuatro. Enseguida nos vemos.
Dijo con una sádica risa para después llevar las manos a sus dos espadas gemelas habiendo guardado ya el espadón. Tras estar cerca de ellos, Shark pegó un salto y se metió entre ellos para después empezar a girar sobre si mismo con las dos espadas extendidas para hacer un ataque múltiple.
- ¡Torbellino cortante!
Pronunció tranquilamente para tras varios giros decapitar a dos de ellos y cortarle el cuello a otros dos. Los que se salvaron retrocedieron y uno de ellos sacó una pistola y disparó contra el tiburón toro. Al estar algo mareado no pudo esquivarlo bien y la bala le impactó en el hombro. Este gruñó por lo bajo y tras estar mejor saltó a por el hombre atravesándole el cuello con sus dos espadas gemelas. Ya solo le quedaba un idiota por el que ocuparse y habría acabado por ese día, sin pensárselo guardó sus dos espadas y corrió a por el que faltaba dándole un puñetazo en la cara y tirándolo al suelo partiéndole la nariz. Tras eso lo cogió del cuello con una mano elevándolo para después dejarlo caer, cuando el marine caía, el tiburón levantó su rodilla con fuerza reventándole la boca. Una vez aquel hombre estaba a punto de perder el conocimiento sacó su daga negra y roja y le cortó la yugular para después guardar su arma y alejarse.
Se dirigió al muelle que estaba pegado al agua donde había un cadáver asesinado por el rubio, le cogió el uniforme de marine y lo rompió usándolo para apretarse el hombro. Tras aquello observó a su compañero esperando a que acabara pues por su parte ya había finalizado y solo quedaba el rubio que parecía estar pasándolo bastante bien cargándose marines. De un suspiró pero siempre manteniendo la sonrisa sádica e inquietante le lanzó un grito a su compañero para que se diera prisa pues algunos marines ya se habían ido a avisar al resto.
- Sawaki acaba rápido que estos idiotas han ido a llamar a la caballería.
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La batalla estaba ya en la parte final. Los tiburones la tenían demasiado fácil tanto que los marines de a poco se iban quedando atrás para así dejarles el camino libre. Sawaki asintió ante las palabras de Shark y empezó a sacar cuentas, el también había derrotado cerca de veinticuatro marines y quizás con seis más estaría satisfecho después de todo esta era la buena pelea que quería desde que había llegado a la isla. Así que se apresuro en acabar con los últimos seis marines que estaban de pie. Se puso intencionalmente entre ellos para que ellos retrocedieran, acto seguido se giro rápidamente y con una patada mando a volar a uno, al otro que estaba al lado le propino un puñetazo en su rostro, al tercero que lo estaba atacando desde la espalda lo derroto con un codazo en su abdomen. Se dio media vuelta justo cuando notaba que los tres que quedaban empezaban a huir, así que rápidamente se puso delante, puso sus manos en el suelo ye elevo sus dos piernas, acto seguido empezó a girar rápidamente y los tres marines quedaron en el suelo derrotados por el joven navegante.
Acto seguido se quedo viendo como es que más marines llegaban a la zona, su cuerpo ya estaba cansado y ya estaba satisfecho de tanto pelear, así que miro a Shark y entonces sin pensarlo dos veces se lanzó al agua, se quedo bajo el agua esperando al tiburón de tamaño colosal que entrara en su territorio, ya era hora de la retirada, así que se quedo bajo el agua mientras lograba escuchar como es que los marines se acercaban…al ser tantos sus pisadas retumbaban incluso en el fondo del océano, así que asomo su cabeza y entonces con una gran sonrisa le dijo a Shark:
Sawaki: ¡¡Vámonos de este lugar!!-dijo entre risas mientras miraba con cierto asombro la que habían montado, cuerpos de muchos marines tirados en el suelo, una gran destrucción y también con mucha, demasiada sangre para él, al parecer ambos se fueron en el exceso. Pero eso ya le daba igual, por lo menos se había divertido a lo grande y ahora tocaba huir. Así que espero con media cabeza hundida en el agua a su compañero y el primero con el cual trabajaba en equipo y fue algo perfecto, la sincronía de sus movimientos y la coordinación de estos, era algo que no se veía todos los días o no por lo menos el peli rubio.
Acto seguido se quedo viendo como es que más marines llegaban a la zona, su cuerpo ya estaba cansado y ya estaba satisfecho de tanto pelear, así que miro a Shark y entonces sin pensarlo dos veces se lanzó al agua, se quedo bajo el agua esperando al tiburón de tamaño colosal que entrara en su territorio, ya era hora de la retirada, así que se quedo bajo el agua mientras lograba escuchar como es que los marines se acercaban…al ser tantos sus pisadas retumbaban incluso en el fondo del océano, así que asomo su cabeza y entonces con una gran sonrisa le dijo a Shark:
Sawaki: ¡¡Vámonos de este lugar!!-dijo entre risas mientras miraba con cierto asombro la que habían montado, cuerpos de muchos marines tirados en el suelo, una gran destrucción y también con mucha, demasiada sangre para él, al parecer ambos se fueron en el exceso. Pero eso ya le daba igual, por lo menos se había divertido a lo grande y ahora tocaba huir. Así que espero con media cabeza hundida en el agua a su compañero y el primero con el cual trabajaba en equipo y fue algo perfecto, la sincronía de sus movimientos y la coordinación de estos, era algo que no se veía todos los días o no por lo menos el peli rubio.
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Como el tiburón toro esperaba su compañero había acabado con otros seis y ya tenían ambos el numero requerido para estar satisfechos. Shark quería acabar con unos pocos más pero no quería hacerle el feo a su compañero por lo que se preparó para la huida, el rubio ya se había tirado al agua y esperaba. Justo cuando el tiburón iba a tirarse llegó un hombre con una túnica blanca y algo mayor de edad mirándole con furia desde unos siete metros.
- Vosotros malditos asesinos no os vais a escapar de mí. No podréis escapar de un sargento mayor, tú el tiburón grande ni te muevas.
Los dorados ojos del Gyojin se clavaron en aquel hombre mientras su sádica sonrisa seguía a la luz como de costumbre. Este tío estaba loco si pretendía que el pirata se quedara quieto como le había dicho. Ardía en deseos de pelear contra ese hombre pero había llegado la hora de largarse de aquel lugar de mala muerte. Por ese mismo motivo estaba a punto de saltar cuando decidió reírse un poco de aquel tipo por lo que empezó a hablar en un tono de broma riéndose prácticamente aquel sargento mayor.
- Vaya parece que los pececitos han llamado a su padre. No voy a quedarme quieto, yo y mi compañero nos largamos de aquí y tú no puedes hacer nada para evitarlo idiota. Ahora si escúchame bien, quiero dos hermosos carteles con mi precioso rostro y con el de mi compañero por todos lados. Me llamo Same D. Shark. Escríbelo bien y sin faltas de ortografía ¿eh? Y mi compañero se llama Sawaki. Ahora si no le importa caballero creo que debo irme a seguir matando a marines por otras islas. Tú te vas a librar por ahora pero ya nos veremos, ahora me largo, adiós idiota.
Dijo entre risas para después dar un enorme salto hacia atrás. El hombre corrió a por el disparando con un rifle pero ya era tarde, el cuerpo del tiburón toro se hundió en el agua y se sumergió con bastante profundidad para después llegar en poco tiempo a donde estaba su compañero de equipo. Tras aquello le hizo un gesto con la mano para que le siguiera y que ambos se largaran de aquel lugar. La cara del marine era todo un poema, se podía ver el enfado y la humillación que este tenía en el rostro al saber que Shark se había reído de él de una manera impresionante. Incluso le había dado los nombres para que escribieran cuanto antes carteles con su cabeza, aquel hombre se retiró mosqueado al no poder hacer nada. Shark y Sawaki sin embargo se alejaban de allí, en el rostro del tiburón toro se apreciaba maldad y una pequeña sonrisa algo mas sádica que de costumbre al saber que había cumplido su objetivo de llevarse treinta vidas con él fácilmente. Se había llevado un buen tiro en el hombro pero nada que no se pudiera curar con el tiempo.
- Vosotros malditos asesinos no os vais a escapar de mí. No podréis escapar de un sargento mayor, tú el tiburón grande ni te muevas.
Los dorados ojos del Gyojin se clavaron en aquel hombre mientras su sádica sonrisa seguía a la luz como de costumbre. Este tío estaba loco si pretendía que el pirata se quedara quieto como le había dicho. Ardía en deseos de pelear contra ese hombre pero había llegado la hora de largarse de aquel lugar de mala muerte. Por ese mismo motivo estaba a punto de saltar cuando decidió reírse un poco de aquel tipo por lo que empezó a hablar en un tono de broma riéndose prácticamente aquel sargento mayor.
- Vaya parece que los pececitos han llamado a su padre. No voy a quedarme quieto, yo y mi compañero nos largamos de aquí y tú no puedes hacer nada para evitarlo idiota. Ahora si escúchame bien, quiero dos hermosos carteles con mi precioso rostro y con el de mi compañero por todos lados. Me llamo Same D. Shark. Escríbelo bien y sin faltas de ortografía ¿eh? Y mi compañero se llama Sawaki. Ahora si no le importa caballero creo que debo irme a seguir matando a marines por otras islas. Tú te vas a librar por ahora pero ya nos veremos, ahora me largo, adiós idiota.
Dijo entre risas para después dar un enorme salto hacia atrás. El hombre corrió a por el disparando con un rifle pero ya era tarde, el cuerpo del tiburón toro se hundió en el agua y se sumergió con bastante profundidad para después llegar en poco tiempo a donde estaba su compañero de equipo. Tras aquello le hizo un gesto con la mano para que le siguiera y que ambos se largaran de aquel lugar. La cara del marine era todo un poema, se podía ver el enfado y la humillación que este tenía en el rostro al saber que Shark se había reído de él de una manera impresionante. Incluso le había dado los nombres para que escribieran cuanto antes carteles con su cabeza, aquel hombre se retiró mosqueado al no poder hacer nada. Shark y Sawaki sin embargo se alejaban de allí, en el rostro del tiburón toro se apreciaba maldad y una pequeña sonrisa algo mas sádica que de costumbre al saber que había cumplido su objetivo de llevarse treinta vidas con él fácilmente. Se había llevado un buen tiro en el hombro pero nada que no se pudiera curar con el tiempo.
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