[Privado] [Jin Surfer y Sawaki] [Pasado] Extraña combinación: Ojos rojos y ojos azules.

El viento parecía tener ganas de marcha y comenzó a soplar con fuerza por aquella costa por donde se acercaba un bote. Sobre este iba un hombre con una capucha puesta, en su rostro se apreciaba un mascara naranja con un único agujero para poder ver. Las olas empujaban el bote hacia tierra firme, en la espalda del tipo de la máscara había una mochila negra. Cuando por fin el bote llegó a su destino observó de forma tranquila que allí había otro bote. Había pensado en quemarlo o algo pero ahora no le apetecía. Sacó el bote del agua con algo de esfuerzo y lo puso junto al otro que ya había allí. Tras aquello echó un vistazo al lugar donde estaba. Era un sitio donde criminales y piratas se reunían sin miedo alguno pues era algo así como su territorio. Un sitio perfecto para un asesino como él. Los preparativos para la creación de su organización estaban casi listos y tras acabar lo que tenía que hacer en esta isla se iría al castillo en el Reino de Sakura. Había mandado a unos revolucionarios mandando señales de la creación de la organización y no sabía si lo estarían haciendo bien.

De repente una figura se acercó a él. Parecía un idiota pirata como muchos otros, este parecía estar borracho y de repente se le acercó pidiéndole dinero. El enmascarado ladeó la cabeza mirándole para después negar. Aquel tipo debió mosquearse por lo que sacó una espada y lanzó un tajo tratando de cortarle la cabeza, el hombre de la máscara no se movió. La espada pasó a través de su cuello como si lo atravesara dejando un pequeño rastro de llamar alrededor de este. Aquel tipo se quedó impresionado y comenzó a dar tajos a lo loco tratando de matarle. La espada le atravesaba una y otra vez sin hacerle nada dejando rastros de llamas de fuego. Aquel hombre le maldecía llamándole demonio y el encapuchado se empezaba a cansar. Lo miró con su ojo rojizo y deslizó la mano hasta el bolsillo y saltó hacia atrás. Tras eso cogió su kunai y lo lanzó estampándolo en la frente de aquel hombre y matándolo al momento. Se acercó al cadáver pisándole la cara y destrozándole la nariz y la boca para después salir de la playa caminando hasta una de las calles. Sin importarle nada entró en una taberna cruzándose antes con un chico de pelo rubio que era un Gyojin.

Una vez entró se sentó en una mesa alejada con la capucha y la máscara puesta sacando por lo bajo sus kunais esperando a que alguien le atendiera. No tardó en acercarse un camarero para pedirle nota cuando se levantó atravesándole la garganta. La gente se puso como loca a gritar del miedo, los piratas lo miraban frunciendo el ceño y sacando sus katanas. De repente sin pleno aviso el enmascarado sacó dos kunais unidos entre sí por una cadena de acero que parecía ser bastante firme. Dos piratas corrieron a por él, pero este de un movimiento esquivó sus golpes y cortó sus gargantas. Su ojo rojo observaba a todos los presentes con ira. Ya se estaban uniendo muchos para atacarle por lo que salió corriendo y saltó atravesando una ventana y cayendo al suelo fuera de la taberna. Tras eso escaló ágilmente hasta el tejado que no era muy alto.

Desde el tejado del edificio observaba todo lo que pasaba a su alrededor. Su vista ahora divisaba al Gyojin de pelo rubio que había visto antes. Al parecer unos diez tipos le habían asaltado y le atacaban con espadas. Parecía desenvolverse bien en el combate ya que prácticamente estaba pegándoles una paliza tan solo utilizando la forma física y ningún arma. En pocos momentos se había quitado de encima a tres de ellos y quedaban solo siete, parecía una película y el tipo de la máscara miraba fijamente. Su ojo rojo estaba clavado en la escena que se había montado pero no solo eso había pasado allí. Sus piernas temblaban un poco al igual que sus brazos y aquello era una buena señal para él aunque mala para el resto de la gente. Una extraña sensación le recorrió todo el cuerpo como si de un escalofrió se tratase. Un cosquilleo en la punta de sus dedos y unos nervios bastante grandes. No era la primera vez que le pasaba y estaba claro que era. Tenía unas ganas horribles de ponerse a matar gente y no podía controlarse. De repente saltó del tejado rodando después en el suelo y colocándose al lado del tiburón rubio.


- Comparte.

Dijo simplemente con un tono de voz frio y serio al igual que siniestro y sádico. Pensaba cargarse a cinco de ellos sin importarle nada mas, le dejaría los otros dos al tiburón rubio. Ahora salió corriendo a por ellos con sus kunais y su cadena. De un simple tajo rajó el cuello de uno de ellos que cayó al suelo muriendo al instante, una sensación de alivio recorrió el cuerpo del asesino de la máscara que se había quedado a gusto tras asesinarlo. Disfrutaba con la muerte de la gente y se notaba, aquellos simples peones en su tablero no el durarían nada de nada y se los cargaría sin vacilaciones. Aquellos hombres estaban algo impresionados por la fuerza del rubio y por la repentina aparición del sujeto de la máscara. Pasó por al lado de otro clavándole el Kunai en la frente y después retirándolo para dejar el cadáver allí tirado. Uno de aquellos hombres le atacó por la espalda. Como si fuese un fantasma la hoja de la espada atravesó el cuerpo del enmascarado dejando un rastro de llamas alrededor de este. Tras aquello se giró observando al hombre.

- Insecto

Se limitó a decir en el tono serio y frio de antes mientras traspasaba su garganta con el kunai de su mano izquierda. Justo otro se lanzó a por él y este se echó a un lado para después ponerle la cadena al cuello y de un tirón partirle la nuez. Aquel hombre cayó al suelo muriendo muy lentamente ahogándose con su propia sangre. Ya solo quedaban tres y a él le correspondía uno. Sin pensárselo se lanzó a por ellos y de un movimiento dos de ellos cayeron con cortes en el cuello. Solo había dejado uno con vida y ahora aquel enmascarado observaba al Gyojin tranquilamente con su ojo rojo y con su sed de sangre calmada.

El gyojin rubio había acabado con los dos que quedaban. Ahora se había sentado y le decía que era fuerte pero que ante él no podría hacer nada. Aquello le hizo gracia al tipo pues sabía de sobra que aquel rubio no podría tocarle sino poseía algún haki de armadura o algún arma hecha de kairokiseki. Además había tenido razón en lo que había dicho de ser un problema para todos en un futuro pues lo que estaba a punto de comenzar era algo que nadie podría olvidar. Llegado el momento el propio Gyojin rubio se daría cuenta del error que hizo al subestimarle. Por ese mismo motivo se quedó mirándolo fijamente con su ojo rojizo que se clavó en los suyos azules de forma seria y fría. Para él solo era otro peón en aquel tablero de ajedrez. Nadie le había dado todavía una razón para considerarlo una pieza más fuerte y de mayor intensidad. Se acercó a uno de los cadáveres que había matado anteriormente y se sentó en su espalda mirándole de forma tranquila. Después de unos segundos comenzó a hablar en un tono frio como el hielo y con una increíble seriedad además de aquel tétrico tono que demostraba ser alguien manipulador y estratega.

- Puedes creer lo que desees. Eres libre de ello, pero no se puede vencer lo que no se puede tocar chico. Recuerda este día y recuerda mi figura. Dentro de un tiempo seré muy conocido, no es algo que me haga gracia pero es una realidad y algunas realidades son así. No había visto antes a un habitante del mar como tú, eres el primero que veo y no serás el último claro está.

Un tipo salió de la taberna donde anteriormente había estado el enmascarado y le señalo mientras corría a por él gritándole. Aquel hombre ya estaba cerca y con un palo de hierro. El ojo rojizo seguía clavado en el chico rubio pues sabía que estaba a salvo totalmente. El hombre lanzó un golpe con su palo al chico y lo atravesó como si de un fantasma fuese dejando rastros de llamas por su cuerpo. Tras eso el enmascarado se giró sacando su kunai de la mano derecha y de un corte atravesándole la garganta y matándolo en el acto fácilmente. Tras aquello ignoró el cadáver que quedó allí echando sangre por el cuello y la boca. Guardó su arma de nuevo en su manga donde solía guardar sus trucos sucios de asesino. Después volvió a mirar al chico rubio con tranquilidad hablándole al darse cuenta de que su habilidad se había visto y había salido a la luz ante los ojos del Gyojin tiburón.

- Oh, vaya. Parece que esta gente no sabe que ni puede tocar a alguien como yo. Bueno un cadáver más que adorna la calle.

Dijo soltando una pequeña carcajada de forma seria mientras de su dedo surgía una pequeña llama con la que jugaba con la otra mano tocándola sin peligro de quemarse.

El enmascarado escuchaba las palabras de aquel tiburón sin expresión en su rostro. Solo le parecía un tiburón creído y tonto. Era cierto que había acabado con aquellos tipos de manera rápida pero contra él no tendría nada que hacer seguramente ya que no podría tocarle o eso creía el enmascarado. Casi se ríe al escuchar las tonterías infantiles del rubio haciéndose el duro, su habilidad de fuego era algo muy ventajoso sin duda, pero lo que debería temer aquel chico no era el fuego sino el ojo que disponía. Por ahora podía hacer ciertas habilidades con él pero lo mejoraría a un poder inimaginable e investigaría como hacerlo. Encima le dijo que le dejaba ir y que le recordara por su cara y su nombre. Un tal Sawaki creyó escuchar. Ahora no dejaría que el chico creído se fuera así como así. Bajarle los humos al fuego era algo gracioso y muy difícil, no iba a matarlo más por poder ver como en un futuro se hacía más fuerte. Pero por ahora era una mosca en su camino. Estaban ambos a una distancia corta y el plan de aquel enmascarado ya había sido pensado. El estratega era bastante listo y ya tenía una jugada para darle un susto al Gyojin. Su fría voz sonó de nuevo de forma seria mientras lo miraba.

- He matado a bocazas como tu chico, pero ahora tengo curiosidad y quiero ver lo fuerte que puedes llegar a ser algún día. Pero por ahora solo eres un mosquito en mi camino, los mosquitos me molestan un poco. Pero es curioso que digas que soy un peligro cuando has dejado secos a esos tíos como yo. Incluso juraría que por tu forma de ser has golpeado a muchos tipos y debes tener incluso precio, pero no puedo afirmarlo. Lo que sí sé es que puedo hacerte correr cuando quiera. No lo tomes a mal, solo quiero reírme de alguien y has sido seleccionado. Me divertiré un poco y después te ignorare y me iré por donde he venido.

De repente del cuerpo del tipo de la máscara se empezó a formar una enorme oleada de fuego que se esparció rápidamente a diez metros a la redonda. Aquello era algo difícil de esperar pues lo hizo así de repente sin avisar y mientras estaba sentado sobre el cadáver de forma tranquila. Pensaba que diez metros era una difícil cantidad para recorrer en el poco tiempo en que las llamas habían salido de él. Pretendía quemarle un poco o con suerte chamuscarle el pelo, de todas formas no se había empleado mucho y era un ataque muy normal y sin mucha estrategia. Eso le daría dos cosas, la primera tratar de hacer correr al chico como bien dijo y la segunda quedarse entre las llamas tranquilamente. Si el chico quería atacarle después de aquello debería pasar por ellas pues este se quedó entre ellas de forma tranquila observándole como si nada hubiese pasado y esperando picarlo de alguna forma.

Arde (AIF)

El chico rubio había esquivado aquel ataque, lo había evadido con gran agilidad y parecía algo imposible. ``Haki´´ pensó el enmascarado pues era ilógico que hubiera reaccionado tan rápido. Aquella habilidad era algo que debería entrenar y aprender, se centraría primero en el de observación pues podría evitar ataques gracias a sus habilidades de la fruta del diablo. Ni si quiera siguió la trayectoria del Gyojin con la mirada por lo que ahora le estaba dando la espalda rodeando de llamas, su mirada estaba fija en el suelo y se estaba aburriendo un poco. Pretendía armar una pelea y aquel chico no parecía tener muchas ganas de darle un buen calentamiento. El chico le dijo ahora que si tenía precio por su cabeza, pero que las diferencias eran que él no era un asesino y el enmascarado sí. Este se quedó quieto cuando de repente se quitó la máscara. Al estar dándole la espalda el chico solo vería su pelo corto moreno pero no su cara. Soltó una carcajada seria y tras aquello suspiró levantándose. Se colocó de nuevo la máscara y se giró observándole con su ojo rojizo. Tenía una expresión sádica en el rostro aunque no pudiera verse y ahora se estiraba tranquilamente.

- Bien chico no asesino. Has dicho que tu nombre era Sawaki, lo recordare y espero que llegues a ser alguien digno de temer en un futuro cercano. No me gusta que todo el mundo a mi alrededor sean solo peones. Quiero en mi tablero piezas que superen mis expectativas, quiero alfiles, caballo y torres. Quiero gente a la que considerar rivales peligrosos y por supuesto quiero aliados poderosos. Mi cabeza todavía no tiene precio pero la tendrá. Mi nombre es Vader.

Dijo de forma seria mirándolo clavando su ojo rojizo de nuevo en los ojos azules del chico. Esperaba que sus palabras fueran ciertas y se convirtiera en alguien fuerte y digno de combatirle. Claro estaba que el tipo de la máscara no se iba a rascar la barriga. Cuando aquel chico mejorara y sacara su potencial el enmascarado y habría desarrollado también sus propias habilidades que no serían moco de pavo. El fuego era solo el principio de lo que tenía en mente hacer. Lo primero ya lo había logrado que era la modificación de su ojo. Ahora debía conseguir despertar los Hakis de observación y armadura y además aprender técnicas de combate eficaces que no fueran usando el fuego.

Estiró el cuello a un lado crujiéndolo y elevando los brazos al cielo mientras el fuego seguía a su alrededor traspasándole como si nada. Los cadáveres también estaban ardiendo y estaban ya casi carbonizados. De un simple movimiento con el brazo derecho las llamas volvieron a su cuerpo y desaparecieron como si nunca hubieran estado en aquel lugar y nunca hubiesen quemado nada de nada. Solo quedaban los cuerpos carbonizados de los hombres que se habían atrevido a pelear con él. Ahora volvió a mirar al Gyojin fijamente de forma tranquila. Esperando una respuesta.

El rubio evitaba luchar a toda costa, eso solo significaba que tenía miedo o algo así. Decía que esperaría a que el enmascarado fuera alguien fuerte, era algo ridículo como excusa, pero sin embargo no quería quemarlo allí mismo. Esperaría a un futuro para que el chico mejorara. Ya no había nada que hacer allí, era mejor largarse del sitio y pasar del chico rubio. Mientras observaba al Gyojin pudo escuchar un tiro por lo que se volvió intangible por si las moscas, de repente tal y como había pensado, una bala le pegó en el cráneo pero le dejó un boquete que con unas llamas se formó de nuevo.

- Mmmm… parece ser que sigue habiendo más idiotas en este sitio, es más deprimente de lo que pensaba. En fin, la basura debe ser eliminada de este mundo y si quieres algo bien hecho hazlo tu mismo.

Su ojo rojizo empezó a brillar observando en un tejado a un tirador junto a otros dos idiotas que le observaban con espadas cortas en sus manos. Ahora la visión especial Tyrant estaba activada y podía ver aquellos inútiles más lentos. Además de sus pies empezaron a formarse unas llamas de color azul oscuro que desprendían calor. Estas estaban ardiendo pero al ser el chico usuario de aquella fruta, eso no le afectaba para nada. De repente se desplazó a una velocidad increíble hasta el tejado y de un salto usando el impulso de la enorme velocidad subió arriba. Colocó su mano sobre la boca de uno de los espadachines y de su mano salió un cañonazo de fuego volándole la cabeza. A continuación cogió la espada del cuerpo muerto y de un tajo cortó el cuello del tirador. Tras aquello le pegó una patada en el pecho al que quedaba tirándolo del tejado. El tipo escupió algo de sangre desde el suelo mirándole con algo de miedo mientras trataba de levantarse. La voz fría y sádica del enmascarado se escuchó desde lo alto del tejado.

- Ahora no puedes escapar, tu fin ha llegado y ahora no puedes hacer nada por salvar tu pésima y deprimente vida. No debiste disparar a alguien como yo, ahora muere basura, ya es suficiente.

Saltó desde el tejado hasta caer de pie sobre el estomago de aquel infeliz que pegó un grito de dolor, tras aquello Vader sacó de su manga derecha su Kunai y de un corte limpio rajó el cuello de su víctima. La sangre le salpicó en la máscara y después guardó su arma para dirigir su mirada al rubio de forma calmada.

- Es hora de irme de aquí, no quiero malgastar mas el tiempo y mi tiempo ha llegado, Vader toma el control chico.

Tras sus palabras las llamas de sus pies se apagaron y de repente comenzó a caminar tranquilamente, debía largarse de allí y ya era hora. Su mirada divisó una tienda y antes quería ver lo que allí había por lo que se dirigió a esta cambiando el rumbo.

Vader se alejaba de aquel lugar dejando atrás al cobarde Gyojin, acabar con semejante rata miedica no tenía ningún merito. Le parecía un tipo muy débil y por su forma de ser, alguien que estaría mejor muerto, por unos segundos pensó en volver y eliminarle. Pero por más que lo pensaba, se sentiría mal acabando con alguien tan débil y encima gallina. Ya tendría tiempo de quemar a ese pez, su cara le hacía algo de gracia, disfrutó mucho cuando le vio tratar de evitar el combate, una pequeña risa surgió mientras caminaba.
 
-          Vaya llorón.
 
Dijo en un tono calmado mientras sus pasos avanzaban por aquella ciudad pirata. Las llamas inundaban su cuerpo, el sonido a fuego era algo que le gustaba y sentirse ardiendo mucho más aún. Muchos de los habitantes le miraban de forma asustada y otro sonreían de lado, era una escena algo rara, un tipo enmascarado envuelto en llamas. Su ojo visible brillaba en aquel tono rojizo mientras sonreía de lado, cosa que no podía verse debido a la máscara. Ya estaba casi llegando a la playa y pronto se iría de aquella isla de mala muerte, había perdido la fe en los piratas, cobardes gallinas que no servían para nada de nada. De repente pudo notar unos pasos tras él. Se dio la vuelta observando a unos tres tipos con espadas corriendo tras él pegando gritos. Este suspiró, aquellos tipos tenían muchas ganas de suicidarse y este iba a eliminarlos tal y como aquellos tipos parecían querer.
 
-          Sois muy pesados últimamente por lo que veo. Si tantas ganas tenéis de desaparecer del planeta os concederé ese honor.
 
De repente las llamas rojas de aquel asesino se convirtieron en llamas negras como la noche que empezaron a desprender mucha más calor que antes. Se trataban de sus llamas infernales las cuales ahora quemaban mucho más que antes y eran capaces de volverse sólidas. Uno de aquellos tipos corrió a por el enmascarado lanzándole un tajo que le atravesó el pecho dejando un rastro de llamas negras, a continuación, Vader lanzó una llamarada contra su pecho derritiéndoselo al momento y haciéndole un agujero en la zona del corazón. Aquel hombre murió al instante. El siguiente corrió de nuevo a por el tipo de fuego entre gritos, este tan solo estiró su mano al atacante, de su dedo índice salió una llamarada en forma de lanza que se volvió solida y atravesó el pecho de aquel hombre de nuevo por la zona del corazón. Ya solo quedaba uno y ese uno observaba asustado aquel espectáculo. Salió corriendo a por Vader mientras gritaba también, en sus ojos se podía ver un miedo increíble, nada más llegar hasta el asesino de la máscara, este pegó una zancada hacia él, atravesando su cráneo con uno de sus kunais para después guardarlo.
 
-          Estúpidos humanos, dejad ya de molestarme.
 
Dijo por ultimo mientras ya se dirigía a la playa para largarse de aquella isla de una vez por todas, ya resultaba cansado eliminar a tipos débiles.