Rei Arslan
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Turnos: Sr. Nat-Crimson-Sr. Nat-Crimson...
Escenario: Tochi Teikoku
Tochi Teikoku: Una pequeña isla cercana al Red Line. Sus habitantes desaparecieron hace tiempo de forma misteriosa. La isla se divide en una zona de manglares salvajes, una zona de jungla y una enorme montaña escarpada en el centro. Además, enormes túneles se extienden en todas direcciones bajo tierra, partiendo de una ciudad subterránea.
Condiciones:
1º-Reto a K.O.
2º-1500 puntos de experiencia para el ganador.
3º-800 puntos de experiencia para el perdedor.
4º-Las heridas se considerarán on-rol, salvo amputaciones y/o cicatrices en la cara.
5º-El lugar de la batalla será en la isla Tochi Teikoku.
Caminaba despacio por la isla de Tochi Teikoku. Era una agradable mañana, y hacía un día perfecto para asaltar las viejas ruinas que en el interior de la montaña se ocultaban. O aquello era lo que le dijo a Derian. Probablemente si el vampiro hubiera sabido cuáles eran los motivos reales del verdugo para adentrarse en la isla, hubiera querido participar. Red Sting, el hombre que hirió a la Quimera. Muy poca gente conseguía hacerlo, y él había sido tan estúpido como para retarlo abiertamente. O tal vez no fuera estúpido. Aquel hombre era, muchas veces, un charlatán, y otras tantas un asesino sanguinario. Si lo derrotaba hundiría uno de sus muros internos, aquella inseguridad que sentía desde que se había enfrentado al Lobo Ártico. Perder no era una opción, o tal vez sí, no lo sabía. En el fondo sólo le interesaba un buen combate.
Caminó por la jungla espesa que crecía por toda la isla, apartando ramas y pisando años de hojas caídas. Los libros que leyó en el templo hablaban de la isla, y de qué se podría encontrar allí, pero nada decían sobre las arenas movedizas que nacían del humus y la podredumbre en aquellas frondas. Podía escuchar el piar de algunos pajarillos, mientras el grito de los monos aulladores interrumpía aquel idílico sonar. Avanzó soportando algunos insectos, impidiendo que le tocaran manteniendo su cuerpo como hombre mercurial para que los posibles venenos no enturbiaran su combate. Quería estar al máximo para su combate con el fundador de Sons of Anarchy.
Salió del bosque y llegó a un camino empedrado, en bastante buen estado de conservación, que conducía a un sendero de escaleras adoquinadas con diferentes motivos decorativos. Había llegado a la entrada principal. Avanzó por las escaleras, una tras otra, y se adentró en el gran portón que llevaba a la ciudad perdida. Unas escaleras descendían por allí, y no dudó en tomarlas. "¿Qué podría salir mal?", pensaba mientras recorría el camino hacia la ciudad, teniendo muy claro su objetivo. Si luchaba en Tochi, debía hacerlo en donde su fruta lo beneficiara. Ya conocía el lugar tras lo leído en el libro, y sabía que un volcán en reposo dormía bajo la ciudad. Sólo tenía que encontrarlo. Atravesó el templo completamente, sin interesarse en absoluto por lo que pudiera haber allí. Conocimientos, armas, nada importaba en aquel momento. Si aquel hombre lo cogía por sorpresa estaba muerto.
Llegó a la parte central de la ciudad, bajando una leve inclinación de terreno, encontrando nada más que casas casi unidas y callejones laberínticos, pero empezaba a sentir el calor. Siguió sin un rumbo definido, sólo buscando la zona dónde más calor sintiera, y llegó a una puerta resquebrajada. La tumbó de un placaje, y la puerta, ya podrida con los años, cedió fácilmente. Bajó más escaleras. "es increíble lo que les gustaba hacer glúteo a esta gente", pensó mientras se adentraba en un pasillo que finalizaba en puente. Más allá de él, una sala hexagonal conectada a otros cinco puentes. La lava estaba a más o menos un metro de él, y podía sentir el calor. "Perfecto". Allí podría intoxicar a su rival y terminar deprisa. Corrió hasta la plataforma central y decidió esperar allí. No le interesaba que uno de los dos cayera sin querer a aquella roca fundida y ardiente.
Caminó por la jungla espesa que crecía por toda la isla, apartando ramas y pisando años de hojas caídas. Los libros que leyó en el templo hablaban de la isla, y de qué se podría encontrar allí, pero nada decían sobre las arenas movedizas que nacían del humus y la podredumbre en aquellas frondas. Podía escuchar el piar de algunos pajarillos, mientras el grito de los monos aulladores interrumpía aquel idílico sonar. Avanzó soportando algunos insectos, impidiendo que le tocaran manteniendo su cuerpo como hombre mercurial para que los posibles venenos no enturbiaran su combate. Quería estar al máximo para su combate con el fundador de Sons of Anarchy.
Salió del bosque y llegó a un camino empedrado, en bastante buen estado de conservación, que conducía a un sendero de escaleras adoquinadas con diferentes motivos decorativos. Había llegado a la entrada principal. Avanzó por las escaleras, una tras otra, y se adentró en el gran portón que llevaba a la ciudad perdida. Unas escaleras descendían por allí, y no dudó en tomarlas. "¿Qué podría salir mal?", pensaba mientras recorría el camino hacia la ciudad, teniendo muy claro su objetivo. Si luchaba en Tochi, debía hacerlo en donde su fruta lo beneficiara. Ya conocía el lugar tras lo leído en el libro, y sabía que un volcán en reposo dormía bajo la ciudad. Sólo tenía que encontrarlo. Atravesó el templo completamente, sin interesarse en absoluto por lo que pudiera haber allí. Conocimientos, armas, nada importaba en aquel momento. Si aquel hombre lo cogía por sorpresa estaba muerto.
Llegó a la parte central de la ciudad, bajando una leve inclinación de terreno, encontrando nada más que casas casi unidas y callejones laberínticos, pero empezaba a sentir el calor. Siguió sin un rumbo definido, sólo buscando la zona dónde más calor sintiera, y llegó a una puerta resquebrajada. La tumbó de un placaje, y la puerta, ya podrida con los años, cedió fácilmente. Bajó más escaleras. "es increíble lo que les gustaba hacer glúteo a esta gente", pensó mientras se adentraba en un pasillo que finalizaba en puente. Más allá de él, una sala hexagonal conectada a otros cinco puentes. La lava estaba a más o menos un metro de él, y podía sentir el calor. "Perfecto". Allí podría intoxicar a su rival y terminar deprisa. Corrió hasta la plataforma central y decidió esperar allí. No le interesaba que uno de los dos cayera sin querer a aquella roca fundida y ardiente.
Crimson
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Había recibido una carta extraña. Era un reto abierto. Le resultaba realmente raro que alguien quisiera retarlo, aunque le agradaba, y mucho más que alguien lograse encontrarlo. Aún así no iba a rechazar un duelo su orgullo no se lo permitía y mucho menos sus ganas por divertirse peleando. Porbablemente luchar era una de sus mayores pasiones, justo después de las mujeres o quizás iguales. Baah, poco importaba. Lo único relvante en ese momento era esa carta. Esta indicaba exactamente el punto de encuentro en una isla de la cual nunca había oído hablar. Se trataba de la isla Tochi Teikoku, situada en el Red Line, Cerca de la Reverse Mountain. Afortunadamente, desde su actual posición el Reino de Lvneel no le pillaba demasiado lejos y puesto que ya tenía intención de retomar, junto a su banda, el viaje por el Grand Line para cruzarlo entero y ser lo únicos en siglos e conseguir hacerlo.
Tras unos días de viaje lograron pasar la Reverse Mountain, no sin sus correspondientes dificultades, pero al fin y al cabo lo consiguieron. El Red Love Machine todavía estaba bastante entero. Una vez allí decidió dejarlos para acudir a su cita, explicándoles que no tardaría más de un día en volver. En caso de no hacerlo ellos mismo irían a la misma en su busca y si era necesario se quedarían con esa isla o la destruirían. Así que partió volando y sin tardar más de media hora llegó a la isla, a la parte de la jungla.. Moverse por esos sitios no le resultaba demasiado complicado, pero sí aburrido, además de algunos animales raros, tales como arañas gigantes, no tenía mucho de peculiar ese lugar. Era bastante más pequeño que Little Garden, un lugar que el conocía bastante bien. Después de la isla de los dinosaurios pocas faunas le podían llegar a impresionar.
Sin embargo su actitud cambió al llegar a la ciudad, enorme. Se metió en ella por uno de los portones del sur, cortándolo con su katana y se adentró en la misma. Se perdió y acabó saliendo por el mismo sitio sin saber muy bien como había acabado allí de nuevo. De su espalda brotaron dos enormes alas y alzó el vuelo por encima de la ciudad, para contemplarla en su totalidad aprovechando la mayor distancia. Desde su nueva posición pudo contemplar como se acercaba un hombre a la entrada principal. Debía de ser el que le envió la carta. Además de que ambos lucharían en esa isla, en el fondo de la ciudad, poco más conocía acerca de ese individuo. Y ya que no sabía como llegar decidió seguirlo, espiándolo. Vio como abrió la puerta. Se adentró justo detrás de él, descendiendo grácilmente con el suave aleteo de sus alas.
Los casi imperceptibles pasos de Crimson siguieron a los del trajeado, sus pies casi parecía flotar sobre el suelo. Así fue como terminó llegando unos segundos después al punto de encuentro. Su oponente terminó llegando al centro del lugar, cruzando el puente. Hacía bastante calor debido a la lava que caía hacia el fondo de la sala. Desenfundó de su espalda su espada y la clavó en el suelo, derruyendo uno de los puentes. El pirata, tras esto, simplemente subió a una de las torres, por donde salía lava, más lejanas del puente que acababa de derrumbar, blandiendo sus dos alas doradas y majestuosas. Mientras volaba fue destruyendo rápidamente todos los puentes con ondas cortantes. Se posó sobre esa torre, colocando la espada en vertical, apoyándose con un brazo sobre ella y se sentó, finalmente, con las piernas cruzadas en el borde. -Un sauna hubiera sido mucho más romántico para una primera cita, guaperas- exclamó irónico.- Hay que ser un poco más detallista con esta cosas. A pesar de tu cara bonita, a las chavalas les encanta ese tipo de cursiladas.- Cogió su espadón por el mango y con un rápido y seco movimiento lanzó una última onda cortante hacia la columna inferior que sostenía la estructura. -Ahora cae y muere- sentenció frío. Demostrando que no se iba por las ramas. [AF]
Tras unos días de viaje lograron pasar la Reverse Mountain, no sin sus correspondientes dificultades, pero al fin y al cabo lo consiguieron. El Red Love Machine todavía estaba bastante entero. Una vez allí decidió dejarlos para acudir a su cita, explicándoles que no tardaría más de un día en volver. En caso de no hacerlo ellos mismo irían a la misma en su busca y si era necesario se quedarían con esa isla o la destruirían. Así que partió volando y sin tardar más de media hora llegó a la isla, a la parte de la jungla.. Moverse por esos sitios no le resultaba demasiado complicado, pero sí aburrido, además de algunos animales raros, tales como arañas gigantes, no tenía mucho de peculiar ese lugar. Era bastante más pequeño que Little Garden, un lugar que el conocía bastante bien. Después de la isla de los dinosaurios pocas faunas le podían llegar a impresionar.
Sin embargo su actitud cambió al llegar a la ciudad, enorme. Se metió en ella por uno de los portones del sur, cortándolo con su katana y se adentró en la misma. Se perdió y acabó saliendo por el mismo sitio sin saber muy bien como había acabado allí de nuevo. De su espalda brotaron dos enormes alas y alzó el vuelo por encima de la ciudad, para contemplarla en su totalidad aprovechando la mayor distancia. Desde su nueva posición pudo contemplar como se acercaba un hombre a la entrada principal. Debía de ser el que le envió la carta. Además de que ambos lucharían en esa isla, en el fondo de la ciudad, poco más conocía acerca de ese individuo. Y ya que no sabía como llegar decidió seguirlo, espiándolo. Vio como abrió la puerta. Se adentró justo detrás de él, descendiendo grácilmente con el suave aleteo de sus alas.
Los casi imperceptibles pasos de Crimson siguieron a los del trajeado, sus pies casi parecía flotar sobre el suelo. Así fue como terminó llegando unos segundos después al punto de encuentro. Su oponente terminó llegando al centro del lugar, cruzando el puente. Hacía bastante calor debido a la lava que caía hacia el fondo de la sala. Desenfundó de su espalda su espada y la clavó en el suelo, derruyendo uno de los puentes. El pirata, tras esto, simplemente subió a una de las torres, por donde salía lava, más lejanas del puente que acababa de derrumbar, blandiendo sus dos alas doradas y majestuosas. Mientras volaba fue destruyendo rápidamente todos los puentes con ondas cortantes. Se posó sobre esa torre, colocando la espada en vertical, apoyándose con un brazo sobre ella y se sentó, finalmente, con las piernas cruzadas en el borde. -Un sauna hubiera sido mucho más romántico para una primera cita, guaperas- exclamó irónico.- Hay que ser un poco más detallista con esta cosas. A pesar de tu cara bonita, a las chavalas les encanta ese tipo de cursiladas.- Cogió su espadón por el mango y con un rápido y seco movimiento lanzó una última onda cortante hacia la columna inferior que sostenía la estructura. -Ahora cae y muere- sentenció frío. Demostrando que no se iba por las ramas. [AF]
Me tengo que retirar debido a mi reinicio de personaje, pues no tengo forma de aclarar que mis técnicas están aprendidas.
Buenos días.
Buenos días.
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El ganador es Crimson por retirada de Nat, por lo tanto recibe 1500 de exp.
Hoja de Crimson actualizada.
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