Rainbow vs Deivid

me paseaba a paso ligero por el nauseabundo entorno pantanoso, esta clase de lugares me incomodaban bastante, pero para que no se preste para malentendido, aclaro que no tengo miedo a ensuciarme o a sumergirme en esta clase de oscuras y fétidas aguas, siempre y cuando fuera necesario, o con un fin de peso, mi molestia radicaba en el hecho de empaparme con asquerosas sustancias solo por el hecho de moverme por este deprimente entorno. Sin duda un asco, pero bueno, ya llegaría mi oponente, y al iniciar la batalla el olor a putrefacción y la bizcocidad en mis botas pasaría a segundo plano, basado en esta verdad irrefutable me dediqué a comer ansias por la llegada de mi oponente, un tal arribor que alguna vez ocupó el puesto que hoy tenía como yonkaikyo. Por supuesto venía caracterizado como Spencer Vatch, pues su desafío fue hacia esta persona, el quería retar a cada uno de los actuales yonkaikyos sin pedir nada a cambio, quien era yo para impedirle tan inocente capricho...

Pero ya que había llegado primero al lugar, y como yo soy un incorregible estratega, era mi deber como apostador, inclinar ligeramente la balanza a mi favor, sin más preámbulos puse manos a la obra, acomodando ágilmente algunos naipes de mis cientos de barajas, entre algunos de los oscuros arboles que me rodeaban, otros tantos sumergidos bajo las oscuras aguas y ocultos tras 2 rocas grandes y 2 troncos caídos que sobresalían del pantano dejé tambien un naipe correspondiente, las cartas estaban repartidas, pero aun faltaba un jugador, ahora solo quedaba esperar.

Odiaba aquel lugar. Mirara donde mirara todo era barro, mosquitos y plantas pegajosas y húmedas que se extendían hasta donde llegaba la vista. De vez en cuando incluso le saltaba una rana a la cara y tenía que apartarla de un manotazo. Arribor atravesó una zona pantanosa, si es que en aquel maldito no se trataba de un enorme pantano repleto de insectos y charcos. En ese momento se arrepintió de no haber quedado en otro lugar para su combate con el Yonkaikyo. Desde que había perdido su puesto le había dado por retar a los cuatro miembros del Saigo Yonkaikyo para comprobar los poderes de estos, así como los suyos propios.

Aquel día tocaba enfrentarse a un tal Spencer, un tipo cuyas habilidades desconocía por completo.Sin embargo eso no le importaba demasiado, solo esperaba que fuese un combate interesante que justificase el hecho de tener que haber viajado a una isla como aquella. Mientras avanzaba entre la vegetación y los profundos charcos de lodo pensaba en como iban a tener una lucha apropiada en un entorno así. Por un momento incluso le pareció ver varias burbujas surgir de uno de ellos y se preguntó si vivía algún animal ahí abajo. No pudo evitar acelerar el paso para buscar un terreno más firme y despejado.

Por suerte no tardó en encontrarlo. Una zona que relativamente libre de agua aunque rodeada de troncos caídos, árboles y zonas pantanosas. Allí encontró a su objetivo o al menos eso esperaba. No conocía su aspecto pero no imaginaba a  nadie más que hubiese ido hasta allí por propia voluntad.

-¿Eres tú el Yonkaikyo Spencer... emm... Spencer? -preguntó Arribor mientras intentaba apartar un molesto mosquito de su cara. Lo cierto era que podía haber ido un poco más preparado, pues no conocía el rostro ni el nombre completo de su rival, pero eso no le interesaba, nunca se le habían dado bien los nombres y no iba a cambiar ahora. Lo único que importaba era su combate y para eso sí que estaba preparado.

Estaba sentado limpiando mi arma cuando Arribor alfin llegó al encuentro, conocía parcialmente a mi oponente, los archivos de la armada están muy completos, en especial de gente llamativa como lo era mi oponente, y aun que no recuerdo de memoria cada uno de los expedientes que acostumbro leer cuando me paseo por la base, tenía una idea de lo que me tocaba enfrentar.

Sin levantarme guardé en mi bolsillo el pañuelo con el que estaba abrillantando el cañón de mi querida arma de precisión le acomodé su cargador, le quité el seguro y la devolví a su funda.
-El mismo que viste y calza-
exclamé sonriente al voltearme a mirar el rostro de mi adversario
-es un placer-
dije para luego dar un salto hacia atrás mientras a su vez lanzaba un par de naipes que guardaba bajo la manga, en dirección mi oponente.
[One Pair][AF]
Los naipes que lancé iban cargados con enormes llamaradas que había recolectado durante el ultimo ataque a una base marine, uno de ellos viajaba a gran velocidad en dirección a las piernas de Arribor y liberaría su contenido al momento de impactar, la carta restante no pretendía dar al retador si no a las turbias aguas que se hallaban detrás de él.
probablemente el naipe incendiario no impactaría con el oponente, pero fuese así o no al liberarse esa gran cantidad de flamas el terreno húmedo y pantanoso reaccionaria con esta gran fuente de calor liberando, por supuesto, una densa cortina de vapor de agua, que ocultaría mi posición en el campo de batalla. Una vez que esto ocurriese comenzaría a caminar procurando mantener la distancia con mi objetivo y a su vez acomodaría frente a mis ojos las gafas de visión térmica que llevo sobre la cabeza, teniendo la ventaja de verle entre tanto vapor sin que el pueda saber donde estoy.

En mi cabeza se maquinaba un plan muy detallado, pero tendría que ver la reacción de mi oponente antes de seguir armando la mano que le daría fin a este juego...

al acomodar bien las gafas frente a mi ojos noté un a gran mancha roja que encandecía fervientemente entre el vapor, aparentemente el primer naipe había impactado contra Arribor, envolviendolo con una gran cantidad de llamaradas, e inevitablemente encendiendo su cuerpo y sus vestimentas. A pesar de mi buen tino esto me sorprendió un poco, mi suposición era que esquivaría el ataque, y aunque este cuerpo en llamas no estaba en mi plan original, era claro que este giro estaba completamente a mi favor.
Sin darle más vueltas al asunto aproveché mi oportunidad antes que mi adversario intentara apagarse con las aguas pantanosas, en tan solo un parpadeo cargué la cabina de mi arma de precisión con una de mis "poker bullets", equipada con un par de explosivos, suficientes para volar una cabaña mediana en pedazos, mi objetivo se hallaba sufriendo mientras ardía en llamas, además de estar rodeado por una espesa niebla que ocultaba mi posición, así que no fue complicado apuntarle con total certeza de mi acierto.

Tan fácil como atinarle a un ciego en medio por la tarde

pensé sonriente mientras llevaba mi "energía espiritual" al cañón de mi arma e inmediatamente jalar del gatillo.

[IMPERIAL DEALER FOX][AB]

la bala se rodeó con una densa aura de energía de un intenso color rojo que viajaría a increíble velocidad en dirección al objetivo, pero con una trayectoria irregular, esquivando cualquier obstáculo que mis gafas especiales no me hayan mostrado en el camino, e incluso pudiendo hacer una curva final para seguir al objetivo en caso de que tratara escapar, pues probablemente se arrojaría al agua para tratar de apagar las llamas que lo rodeaban, y esta información era conocida por el zorro rojizo que estaba hecho de una materialización bestial de mi propio espíritu.
Finalmente al atravesar la carne del objetivo liberaría la potente explosión que contenía volando el sitio de impacto en mil pedazos.

ahora solo quedaba mirar y esperar.

Poco después de ver a su adversario, este se lanzó al ataque sin pensárselo dos veces, arrojándole algo que no llegó a distinguir. Curiosamente le pareció que era una carta normal y corriente, aunque seguramente fuese algo más peligroso que un simple naipe. Por desgracia, aquella cosa resultó ser muy diferente a lo que se esperaba y cuando quiso darse cuenta se vio envuelto en un mar de llamas. Aquello no se lo esperaba, parecía que no podría confiarse con ese oponente, al fin y al cabo era uno de los piratas contratados por el gobierno y no podía ser débil. Por ese mismo motivo quiso luchar contra él, para probar sus fuerzas.

En un intento de librarse del fuego que le acosaba, el pirata se quitó su larga chaqueta y la lanzó al agua bruscamente. Eso no eliminó todas las llamas que le rodeaban pero no podía permitirse le lujo de perder el tiempo preocupándose de unas simples quemaduras "leves". Al menos con su Haki evitaría quedar calcinado y podría contraatacar. Rápidamente activó las púas de sus anillos y generó un par de guadañas de sangre en sus antebrazos usando sus peculiares poderes. Sin esperar a que la inexplicable niebla que acababa de formarse se disipara del todo, Arribor se lanzó hacia delante lanzando un fuerte golpe con el arma de su brazo derecho. Había empleado mayor cantidad de sangre en la cuchilla de esa brazo, de forma que ahora medía cerca de tres metros y su capacidad ofensiva era mucho mayor de lo normal.

A poca distancia de su posición podía ver una especie de luz que no llegaba a definirse debido a la niebla que reinaba en el ambiente. Sin embargo no pensaba caer en otro error, esta vez no se dejaría engañar por las apariencias y atacaría sin esperar más. Reuniendo todas sus fuerzas, impulsó su cuerpo y lanzó una potente estocada con su arma de sangre, esperando alcanzar a su enemigo debido a su largo alcance. Para asegurarse de dar en el blanco, comenzó a girar sobre sí mismo al mismo tiempo que movía la guadaña roja a distintas alturas, moviendo la niebla a su alrededor y dándole el aspecto de un pequeño remolino.

Bloody Alchemy: Death Wing  [AF]

El problema fue que el objeto brillante que se acercaba hacia él acabó impactando y estallando en su arma de sangre, afectando también a su brazo derecho y lanzándole por los aires debido a la inercia. El pirata voló varios metros hacia atrás y acabó tirado en un pequeño charco que logró apaciguar la sensación de quemazón general que sentía. Tras unos segundos de mareo y confusión, Arribor se levantó dolorido y se llevó la mano al brazo herido, el cual quedó inmovilizado debido al impacto. Aparte de eso tenía varias quemaduras y algunas otras heridas sangrantes en la parte derecha del cuerpo, además de un molesto pitido en los oídos y una sensación general de dolor. No sabía si había golpeado a su adversario antes de salir volando, pero confiaba en haberle puesto en algunos aprietos. Por suerte parte de la niebla se había dispersado debido a su ataque y a la explosión y ahora podía ver a más claramente, aunque por si acaso decidió ponerse en guardia.

OFF:

Mi adversario reaccionó más rápido de lo que imaginaba, y saltó agresivamente en mi dirección, con la clara intención de hacerme pedazos con los filos que emanaban de sus brazos, pero claramente no hizo más que encontrarse de frente con mi "imperial dealer Fox" el cual le explotó en frente y lo mandó a volar. El hecho de que sus armas hallan recibido la mayoría del impacto podría haber amortiguado el golpe, pero era claro que no la zafaría ileso, por mi parte, ya que la explosión se liberó mucho más cerca de lo que había calculado, la inercia del empuje que provocó me afectó lo suficiente para lanzarme un par de metros hacia atrás hasta que un tronco seco en el que choqué con la espalda, frenó abruptamente mi vuelo.

Había sido algo inesperado que la explosión me alcanzara pero ciertamente el empuje me alejo del peligro de ser alcanzado por el formidable ataque del Pirata. Me había confiado un poco por haber asestado el primer golpe, pero no volvería a pasar.

Raudamente me oculté tras un tronco y saqué de un naipe mi ametralladora UZI, divisé a mi objetivo procurando que no conociera mi actual posición y pude ver como se levantaba humeante y adolorido en un charco negruzco de los que abundaban en el pantano, pero mi memoria no me falla en estos casos, y mi adversario tubo la mala suerte de llegar a jugar a mi mesa de poker

¡Lo siento muchacho pero siempre apuesto a ganar!

Pensé, y en ese mismo instante mientras se ponía en guardia, liberé el contenido del naipe que previamente a su llegada había sumergido en el mismo charco que ahora aliviaba las quemaduras de Arribor...

[Bluff Trap + Ice Royal Burst][AMF]

Además de hacer que el naipe oculto bajo las oscuras aguas cerca de los pies de mi oponente liberara una potente descarga eléctrica, que no solo empeoraría el estado de sus quemaduras, si no que además  lo paralizaría el tiempo suficiente para que yo arremetiera con una precisa y repentina ráfaga de balas, específicamente, de mis "Ice Impacts", balas desarrolladas por un servidor, que congelarían toda el área de impacto una vez que dieran con su objetivo.

El plan era claro, mientras la sorpresiva descara eléctrica estuviera recorriendo el cuerpo de mi oponente atacaría con una certera ráfaga de balas congelantes que petrificarían la mayor parte posible del cuerpo del oponente y como si esto no fuera suficiente concentrando mi habilidad de rápida reacción...

[Two Hands Match(manual de prisa)]
[Fast Nice Shot][AM]

Con el arma de precisión que llevaba en mi otra mano sin importar el resultado del anterior movimiento apuntaría al pecho de mi adversario haciendo máximo uso de mis habilidades de franco tirador para maximizar las posibilidades de dar en el blanco, sumado a que para este tiro se usará una bala rápida que puede llegar a doblar la velocidad de una bala corriente.

aclaraciones:

El pirata observó el entorno a su alrededor en busca de la menor señal de su adversario. Aquel tipo era molestamente escurridizo y problemático. Lo suyo era el combate directo y no los enfrentamiento a larga distancia, pelear contra un enemigo escondido no era algo que le gustase. Arribor buscó su chaqueta medio quemada y salió con ella del agua, al fin y al cabo un usuario de Akuma no mi no debía permanecer en el agua mucho tiempo. No estaba muy seguro del motivo, pero unos segundos después, de ese misma agua comenzaron a salir múltiples descargas eléctricas.

No tuvo siquiera tiempo para preguntarse nada al respecto ya que cuando quiso darse cuenta una especie de bala impactó en su brazo derecho, provocando una especie de zona de congelación bastante molesta. El luchador oyó como varios disparos más resonaban en el bosque y decidió moverse para evitar salir dañado. Rodó por el suelo y se ocultó tras un árbol, el cual se fue congelando debido a los extraños disparos, parecía que aquel tipo no tenía límites en cuanto a municiones extrañas. Cuando la ráfaga de balas de hielo cesó, el pirata suspiró aliviado y se preparó para el contraataque. Sin embargo un nuevo disparo acertó en su cuerpo, atravesando su costado derecho a través del árbol.

Arribor contuvo un grito de dolor y cortó el tronco en dos usando sus armas de sangre, lo cogió con su brazo sano antes de caer y gracias a su gran fuerza lo arrojó contra la zona de donde había visto que venían las balas de hielo. La debilidad de un tirador sería su fortaleza física y una vez descubrió de donde provenían sus disparos no dudó en atacar sin piedad. Tras el árbol también avanzaba Arribor, preparando su ataque. El pirata comenzó a disparar varias balas de sangre mientras creaba una enorme cuchilla en su brazo izquierdo, un arma roja el triple de grande que él y con una potencia mucho mayor que la anterior. Sin dar tiempo a huir a su adversario, cargó su Haki en su enorme arma y lanzó un fuerte golpe capaz de partirlo en dos si le acertaba de lleno. Aquel era su ataque más poderoso, y debido a sus heridas tendría problemas serios si ese combate no finalizaba pronto.

Bloody Alchemy: Monster Claw [AB] + Haki armadura Nivel 2

Arribor había repelido el ataque de balas congelantes ocultándose tras un árbol cercano, pero por suerte el ultimo impacto tenía la suficiente potencia para atravesar el árbol como si se tratase de mantequilla, ese tiro dio indudablemente en el blanco, pero la furia que desencadenó en mi adversario se hizo evidente pues pude apreciar como cortaba el árbol que le sirvió de escudo y se disponía a lanzarmelo, parecía el momento perfecto para huir y sorprender, pues el alboroto del árbol y la poca niebla que aun quedaba cerca de mi servirían de camuflaje para alejarme sin llamar la atención, mientras el tronco congelado estaba por caer sobre mi y aplastarme violentamente tomé un as de corazones de mi manga y rápidamente lo arrojé varios metros a la izquierda de mi posición, procurando absorber mi propio cuerpo antes que de que naipe dejara de hacer contacto con mis dedos
[Teleport]
una vez que el naipe sobrevolaba un área lo suficientemente apartada del punto de partida, salí de su interior para tratar de ubicar a mi oponente, pero jamás imaginé que incluso a esta no despreciable distancia su siguiente movimiento podría alcanzarme, por suerte para mi, no fue la monstruosa hoja de su arma la que impacto contra mi cuerpo si no que la sola energía que esta emitió durante el corte me alcanzó provocarme una herida que aunque superficial cruzaba a lo largo de mi pecho y parte de mi brazo izquierdo, si hubiera volado un par de metros menos ese ataque sin duda me hubiese partido en dos.

El Pantano había sido arrasado y devastado, el área que había abarcado su movimiento era preocupante, no podía permitirme la posibilidad de recibir un ataque de esa magnitud, pues no viviría para contarlo así que con mis gafas reconocí a mi oponente quien estaba en el centro de este claro artificial hecho por su bestial ataque, y no se veía para nada bien, ese ataque debió haber sido doloroso considerando sus heridas, era el momento perfecto.

Saqué de ambas mangas un puñado de cartas que se bañaron con una suave aura color calipso.

[All in Braker + joker Shield][AF]

En solo un instante lancé un total 15 naipes cargados con variados contenidos:
en primer lugar ataqué con dos naipes juntos, uno de ellos cargado con una bomba de humo y el otro con una bomba de gas que se camuflaría con el humo, siguiéndole a solo unos centímetros viajarían 6 naipes cargados con bombas de clavos, seguido de 3 cargados con poderosas descargas eléctricas  que siempre estoy recolectando durante las tormentas en altamar, y al final en la fila de naipes iría uno cargado con otra de mis llamaradas la cual haría reaccionar el gas generando una devastadora explosión, los 3 naipes restantes serían jokers blancos que gracias al manual de puppet master dejé flotando frente a mi para que absorbieran cualquier clavo daño explosivo u otro elemento que viajara en mi dirección y pusiera en peligro mi integridad física.

Fue un placer Arribor

La explosión fue demoledora. A su alrededor, multitud de rocas y fragmentos de árboles salieron disparados por la fuerza del impacto y una nube de polvo envolvió el pantano semidestrozado. Sin embargo no había rastro del tirador. El Yonkaikyo había logrado escabullirse de nuevo para poder contraatacar con sus extrañas cartas y su ataque anterior no había tenido el efecto deseado. Cuando quiso darse cuenta, una docena de naipes volaban hacia él, supuestamente cargados con más municiones o armas. Empezaba a sentir curiosidad por esas cartas y decidió que en la siguiente isla buscaría una tienda donde comprarlas.

En unos segundos, la nube de polvo se volvió más densa debido a una explosión de humo que le impedía ver. Arribor se puso en guardia y se preparó para lo que sabia que venía. Al segundo siguiente, notó como varios objetos punzantes impactaban contra él, aunque estaba acostumbrado a ese tipo de heridas y no suponían demasiados problemas para alguien como él. Sin embargo la descarga eléctrica que vino a continuación sí que fue dañina. Aun así el pirata se repuso a tiempo de ver como el último naipe se aproximaba a su posición mientras una llama comenzaba a brotar de él. Arribor sonrió, probablemente fuese el último ataque.

Al instante, una violenta explosión le envolvió en llamas y de no haber utilizado su sangre y su Haki como una improvisada armadura habría salido mucho peor parado. Aun así fue un ataque lo bastante potente como para hacerle caer. Tras unos segundos en los que el ambiente se despejó de humo y polvo pudo ver que aquella zona del pantano había quedado reducido a poco más que cenizas y polvo. El pirata se incorporó con dificultad y se recostó contra uno de los escasos troncos que quedaban medio enteros, luego miró a su adversario sonriente.

-Jajajaja, ha sido un buen combate ¿no te parece? Supongo que tendré que aprender a jugar a las cartas.

sin dudas el ataque había sido un éxito, mi oponente había recibido un gran daño y pude apreciarlo mejor cuando el humo y polvo levantado al fin se disiparon, me alegré de no tener que continuar sobre exigiéndome, pues aun que me seguía mostrando firme y tranquilo, podía sentir como la herida de mi brazo se había abierto con el último ataque y ahora la sangre corría por mi brazo por debajo de mi abrigo, había sido una increíble batalla y al parecer no era el único que pensaba de esa manera.

-Jajajaja, ha sido un buen combate ¿no te parece? Supongo que tendré que aprender a jugar a las cartas.-

Aseveró Arribor, risueño aun cuando sus heridas eran muy serias y parecía que apenas se mantenía consciente, en primera instancia este actuar me pareció insólito e insensato, pero poco a poco me empezó causar gran gracia...

hmhm... je..... jeje... jaja.... jaJAJAJAJAJA

Comencé a carcajearme abundantemente mientras me sostenía el estomago para resistir mi propia euforia, finalmente limpié la pequeña lagrima que se asomaba de mi ojo derecho por la tremenda risotada que había disfrutado gracias a su alegre comentario...

Muy cierto mi estimado amigo, eres un hueso duro de roer, peleas con el corazón y yo respeto eso,espero que me consideres un aliado... Hasta pronto

Me despedí para luego alejarme lentamente del lugar hasta perderme en la oscuridad del denso pantano.

El ganador es Deivid. Te llevas 1500 puntos de experiencia, mientras que Rainbow se lleva 800. Paso a avisar a un administrador para que actualice hojas.

Hojas actualizadas.