Cubiertos, Cubitos y Pollos... No, no es una cena en el KFC, aunque casi (Crimson, Altair y Sting)

Había oído que los Sons of Anarchy se encontraban en la isla del Kárate. Conociéndolos seguro que más de uno se estaba midiendo a los supuestos maestros de este arte marcial. Crimson ya había estado ahí antes y, por supuesto, ya se había enfrentado a ellos. De hecho aún conservaba un kimono blanco con un cinturón rosa (los muy cabrones sólo tenían de ese color) igual al que se usaba en el Kárate. Así que decidió ponérselo y aparentar ser un aprendiz más, aunque cierto era que el cinturón era como poco llamativo. Estridente sería una palabra más exacta. Aunque aún con él portaba sus dos espadas, sus dos pistolas yvarios cuchillos encima. Daba bastante el cante. Y se hacía llamar espía...

Así que con esa el kimono puesto decidió vagabundear por la ciudad y buscar a todos los miembros de la banda y saludarles de paso. Bueno, en realidad con ver Rose le valía, aunque ver al resto tampoco le disgustaba y así comprobaría que tan bien estaban tratando a su capitana. Como la hayan tocado se enterarían y él personalmente se encargaría de que la tratasen como se merece su pelirroja. Quizás era demasiado sobreprotector con ella, pero es que las pelirrojas tenían ese efecto en él, no podía evitarlo. Sabía que si alguna vez una pelirroja intentase matarlo, él apenas pondría resistencia.

No tardó en encontrarse con dos de ellos. Si no recordaba mal se llamaban, o hacían llamar, Sting y Abyss. -¡Eh, vosotros dos!- gritó para llamar su atención. -Tenéis suerte de Rose se haya convertido en Yonkaikyo. No sois precisamente buenos disimulando vuestra presencia. No sé todavía como los marines pueden ser tan inútiles- inquirió el capitán en la sombras. -Sobre todo vosotros, supernovas- continuó buscando, en parte, picarles. -Mirad, se me ha ocurrido una idea en ves de medir vuestra fuerza contra estos intentos de artistas marciales.... ¿Por qué no probáis suerte contra mí? Un pequeño entrenamiento entre los tres. Así me aseguro que de podéis proteger a vuestra capitana en caso de necesidad y de que tenéis lo mínimo necesario- advirtió Crimson sonriente. -Venga, los dos a la vez. Prometo no haceros daño.-

Ninguno de los dos rechazó el combate. El rubito fue el que primero aceptó el combate y sin más tardar se lanzó directamente a por Crimson. Era bastante más rápido de lo que pensaba. Él, gracias a sus grandes reflejos como asesino desenfundó sus dos pistolas, Viento y Sombra, para iniciar el contrataque justo después del primer primer golpe de Sting. Este había lanzado un puñetazo contra su pecho, usando además hielo, que parecía creado por sí mismo, lleno de picos seguido de una fuerte brisa de escarcha detrás. -"Tiene que ser paramecia o Logia"- pensó mientras veía como se acercaba peligrosamente.


Tenía que activar su haki de armadura si no quería salir mal parado y si quería conservar sus armas para que estas no sean congeladas. Lo usaría durante el resto del combate o quizás se le pondría muy cuesta arriba. Se cubrió con sus dos pistolas, formando una cruz con ellas. El golpe lo desplazó un par de metros hacia atrás, dejando el rastro de sus pies en el suelo. -"Nada mal."- Su rival saltó hacia atrás tras su primer golpe. Se formó una niebla por culpa de la escarcha. Abyss, se lanzó inmediatamente después a por Crimson con un tajo hacia su gargante. El capitán desvió el ataque con sus pistolas, llevándose un pequeño corte en el hombro izquierdo pues al haber salido de la niebla, ni siquiera sus increíbles reflejos y agilidad le permitieron tener el tiempo suficiente como para salir indemne. Abyss quedó detrás de él. Por lo que ahora tenía uno a delante y otro detrás. -"Como siempre se pongan en la misma posición, una sola mujer disfrutará con estos dos como una perra."-

Al igual que ellos, él no tardó en responder al puñetazo y al corte. Abrió sus brazos, formando una T, y les disparó a los dos con sus pistolas semiautomáticas, que más parecían pequeñas ametralladoras, soltando la friolera cantidad de veinte balas en un segundo a cada uno [AF]. Pegó un salto y quedó encima del tejado de una de las casas aledañas de la calle en la que se encontraban. -Es que el cinturón me hacía juego con las uñas, no querrás que vaya sin conjuntar- respondió al comentario de Abyss, poniendo una voz lo más melosa y entonada que podía, imitando a un okama mientras cambiaba sus cargadores. -No está nada mal. No me esperaba menos de dos supernovas- alabó Crimson. -Aunque todavía no es suficiente.¿Por qué no seguís intentándolo? Recién estoy calentando- concluyó.

El rubio, que parecía sacado de una Boy Band para adolescentes lloronas, dijo que se centrasen únicamente en el combate. Crimson, a pesar de enfrentarse a dos supernovas, lo cierto es que todavía no estaba dando todo de sí. Quería empezar progresivamente con ataques cada vez más poderosos para no matar a esos dos de una sola ostia. Claramente los estaba subestimando, quizás demasiado, y eso al final le podría acabar constando el combate. Miró a Abyss tras su respuesta y respondió al otro casi sin mirarlo. -Como quieras, Rubito. Apartir de ahora me centraré más en el... ¿A dónde coño se ha movido?- dijo al ver como ya no estaba delante de sí, ahora que se fijaba. Cerró los ojos para concentrarse más en lo que pasaba a su alrededor.

Y entonces notó su presencia justo encima de él. Había dado un prominente salto y ahora le atacaría desde lo alto con un puñetazo lo suficientemente destructivo como para destrozar la casa. Crimson sabía sus intenciones, pero en su actual posición, sentado, no podía hacer mucho más para evitar dicho golpe que volver a cubrirse con Viento y Sombra. Esta vez fue insuficiente y los picos de hielo que se formaron salieron en muchas direcciones, algunos de clavaron en el cuerpo de Crimson, dejando tras de sí, una estela de sangre. Como ya vio la caza se derrumbó por el impacto. Sus pistolas quedaron congeladas y él con varias heridas en el cuerpo sepultado bajo los escombros. El otro tampoco tardó en volver a atacar, esta vez con un bloque hexagonal de alguna especie de metal que todavía desconocía. Con este golpeó en varias ocasiones seguidas a los muros, derribando lo poco que quedaba de ellos, y acto seguido golpear a Crimson con ello. Él se convirtió en su forma híbrida, saliendo de entre las rocas, haciéndolas volar en muchas direcciones, y atrapó el hexágono con sus poderosas e inmesas garras. Fue arrastrado unos metros hacia atrás hasta que finalmente se detuvo.


Lo destruyó con sus brazos y los apartó hacia los lados. Aunque sospechaba que todavía podría redirigirlos hacia él. Así que, sin más tardar, echó a volar. En el aire era en dónde se encontraba mucho más cómodo y dónde era más rápido y fuerte en su forma actual. Se aprovecharía de ello pues, al menos el rubio, los ataques no eran tan débiles, después de todo. Empezó a volar en círculos, guardando sus dos congeladas pistolas, pues apenas eran útiles ahora. -"Por como manejan sus respectivos elementos parece bastante obvio que son dos logias. Ahora entiendo como es que han logrado ganar esa fama en tan poco tiempo"- pensó justo antes de lanzarse en picado hacia unos pocos metros detrás de Abyss. Entonces abrió las alas y se puso a volar en paralelo al suelo, prácticamente sin perder velocidad por la aceleración ganada. Ahora iba un poco más deprisa que el vuelo en crucero de un águila normal (unos 140km/h), justo antes de alcanzar a Abyss se envolvió en sus alas y erizó sus plumas, formando una bola enorme de pinchos, pues el haki de la armadura las endurecía. Si todo salía como esperaba se llevaría a los dos de por medio, pues en línea recta, a no mucha distancia también estaba Sting. Sin embargo si Abyss lo intentaba desviar hacia el aire, protegiendo a su compañero, este simplemente abriría las alas y volvería a volar, quedando preparado para cualquier clase de ataque.

Meteoro [AMF]

Nota mental para Crimson:

Su ataque surtió efecto. La velocidad fue suficiente como para que no pudieran esquivar el ataque. Estarían perdidos si les daba de lleno. Pero Sting y Abyss no dejaban de sorprenderle. Ambos eran bastante más fuertes de lo que él se había imaginado y parecía que a cada momento se hacían más y más fuertes. Hasta la fecha nadie había podido parar su meteoro y ellos dos lo habían conseguido, uno por uno, eso sí. Aunque no dejaba de asombrarle lo talentosos que eran aquellos dos para el poco tiempo que llevaban navegando. Se sentía feliz por ver como Rose había reclutado grandes miembros para Sons of Anarchy y también por el combate tan emocionate que estaba empezando a tener.

Sintió como iba desgarrando allá por dónde pasaba. Se manchó de su sangre, por lo que sus alas terminaron tornándose de un color vino tinto, dejando atrás el característico brillo dorado habitual. Dejó heridas en ambos combatientes pues sus plumas, ayudadas por la velocidad y el giro parecían verdaderas cuchillas en ese momento. Aquellos dos no se iban a a rendir tan fácilmente y con sus movimientos lo que consiguieron era dejarle en una posición molesta en la que difícilmente podría esquivar el ataque combinado que le lanzaban los dos. Pero al menos uno si que podría pararlo del todo. Desenfundó su katana, una O Wazamono, y desvió el ataque del espadachín con lanzando un corte con su espada, aunque acabó recibiendo una herida más en el cuerpo. Empezaban ya a acumularse las heridas. Debía de comenzar a ponerse en serio.

Su espada lanzaba descargas eléctricas proporcionales a la fuerza con la que lanzaba los cortes, por lo que con esa defensa debía de haber lanzado una descarga leve por el brazo de Abyss, pues la tela del mango de una katana apenas y podía proteger de la corriente eléctrica. A la vez que desviaba el corte del espadachín, clavó las zarpas de sus patas inferiores para clavarlas en el suelo y evitar moverse del sitio. Además cubrió con su brazo izquierdo, usando palma de la garra, la patada, parándolo a la altura de la tibia, de hielo del blondo imbuyéndolo en haki de armadura para aguantar mejor el impacto. Cerró fuertemente la garra buscando herirle esa pierna y tirar de él para acercarlo aún más, aunque incluso sin hacerlo llegaría perfectamente, hacia él y que sea más difícil su huida. su brazo quedó cubierto por el hielo, pero este se partió sin hacerle ningún daño debido a su haki-"Voy a centrarme primero en uno" -pensó mientras se giraba violentamente, despegándose del suelo y atacaba con todas sus fuerzas al rubio con corte ascendente oblicuo que iría desde sus costillas izquierdas al hombro derecho contrario. Su cuerpo de hielo sería electrocutado totalmente por ese brutal corte mucho más fuerte de lo normal debido a su zoan. Activó el haki de la observación para prevenir un posible ataque por la espalda de Abyys.

Art Assassin: White Buffalo (Arte Asesino: búfalo blanco) [AF] Haki de Armadura nivel 1

Aclaración:

-Demuéstrame lo que vales - fueron las palabras que salieron de la boca del capitán al escuchar las palabras de Sting y al ver como éste quería seguir luchando a pesar de todo. -Red Aura- susurró y sus músculos empezaron a trabajar mucho más deprisa desprendiendo un aura roja de todo su cuerpo. Sus plumas se tornaron de color carmesí brillante, así como sus ojos. De esa técnica provenía precisamente su cambio a nombre a Crimson. Su velocidad se multiplicaba enormemente al usar dicha técnica en la que sus músculos de sobrecargaban, esforzándose y dando lo máximo de sí mismos rindiendo al límite de lo humano. Era su única baza para combatir contra el ataque combinado que estaba preparando sus dos tripulantes.

Lo que le estaban preparando era enormemente elaborado de hecho, a pesar de su extensa rapidez era virtualmente imposible salir de ese ataque ya que uno le atacaba con todo desde arriba, con una enorme estaca de hielo, más grande que varios de los edificios de la zona y el otro con cuatro cubos del potente y pesado metal que controlaba a la vez que del suelo salían otra tanda púas. Ni siquiera por ahí podría escapar. Se elevó con sus alas, que soltaron un potente resplandor escarlata, para hacer frente al inminente ataque. No iba a poder esquivarlo, pero no se lo pondría tan fácil. Nunca se daba por vencido aunque la situación parezca desesperada y sin salida. Crimson era de los que pensaba que si no hay una salida, habría que abrirla a base de golpes. Eso era exactamente lo que pensaba hacer.

Agarró su a Sairentoorenji con la cola, su extremidad más débil para dotarla también de un arma, y empezó a girar violentamente en el aire, tanto que sólo parecía ser una bola roja de la cual salían cortes por todos lados. Sus brazos y sus piernas terminaban en garras, que eran cada una de ellas tan filosas como el mejor de los cuchillos; su cabeza iba a arma de un potente pico; así que usaría cada una de esas armas que le daba la naturaleza para luchar y combatir, centrando su haki en esas zonas únicamente. Al girar sobre si mismo empezaron a salir una cuantiosa cantidad de ondas cortantes de sus seis extremidades armadas en todas direcciones contra los respectivos ataques de Sting y Abyss. Iba a detenerlos golpeando el primero. Lo primero que hizo fue destruir el suelo lleno de pinchos de cobalto para poder caer, pues con el giro no podía volar, al suelo y no ensartarse esas peligrosas púas en los pies. Los siguientes iban dispuestos a detener los ataques, pero no sólo eso, sino que también iban dirigidos contra esos dos, aunque en menor cantidad pues la mayoría de las ráfagas cortantes impactarían contra los hielo y el cobalto que se lanzaba contra él.

Art Assassin, Rokutoryu: Party Blade (Arte Asesino, Estilo de seis espadas: Fiesta de espadas) [AB] Haki de Armadura Nivel 1

Su ataque destruía y cortaba con cada impacto de las ondas pero no era suficiente, pues el colosal tamaño del carámbano y el desorbitado peso de los bloques eran demasiado incluso para la incontable cantidad de cortes que lanzó Crimson. Por lo que el hielo, se hizo mucho más pequeño y el cubos de cobalto se reducieron también considerablemente antes de impactar contra el cuerpo de Crimson recibió todo el impacto mientras seguía girando y girando, lanzando más y más ondas. Su torso, a diferencia del resto de sus extremidades no estaba protegido por la armadura invisible, por lo que daño fue terrible. Quedó sepultado bajo toda esa masa, que destruyó el suelo dejando un cráter de , hundiéndolo y dejándolo muy malherido. Le habían roto varios huesos y tenía multitud de heridas, cortes y magulladuras por todo el cuerpo.

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