La gratitud del peliblanco. [Privado]

Estaba en el suelo tirado, estaba cansado pero no era el momento para dormir, todavía teníamos una cosa que hacer y hacerlo con el loco de Saito por ahí… No quería acabar violado y menos comiendo aros de cebolla de su… eso, y aunque se los ofrecía a Rose, no me fiaba mucho de ese hombre, así que me levante del suelo y me aleje de la escena, lamentándome por el hombre al haber invitado a la capitana a hacer eso, en esas situaciones daba miedo  cómo se ponía.

Y entonces me adelante un poco, viendo como Sting empezaba a enfriar el kairoseki, pues al parecer el anterior golpe de Legim había sido inútil contra el kairoseki, pues solo acabo cortando la madera, pero con eso lo volvería a intentar, el hombre salto espada en mano y puede que otros no lo viesen como yo, pero ese era un movimiento perfecto, hecho y calculado al milímetro, puede que fuera pura suerte o que fuera así de habilidoso, pero el movimiento era una transición maravillosa para dar un corte, digna de los mejores espadachines del mundo, esto claramente me dejo impresionado pero mi expresión no cambio, aun teniendo ese movimiento perfecto no estaba seguro que el hombre cortaría el metal… no, estaba seguro de que con esos movimientos, incluso con la habilidad de un novato sería fácil cortar el metal y por suerte, ese hombre tenía mucha más habilidad que un novato, lo cual acabo demostrado al cortar el metal con dos tajos, que cayeron a su espalda, realmente ese hombre se había ganado mi respeto como espadachín, puede que algún día lo retase a una pelea.

Cuando vi que el hombre iba a caer al suelo lance una pequeña barra de cobalto que se puso a su espalda, para sostenerlo y que no cayese al suelo, había hecho un enorme esfuerzo para cortar el metal, así que me acerque a el hombre e iba creando una plataforma de cobalto a modo de camilla para que pudiese descansar un poco.

-Al parecer el trabajo ya está hecho, ¿dónde os dejo al peliblanco?-Pregunte mientras hacía levitar esa plataforma a poca distancia del suelo, no quería que se diera un golpe y se partiese la boca tras haberlo evitado segundos antes.

Los aritos fritos de cebollas comenzaban a quemar el “pilón” de Dead, nadie se acercaba a comer la comida que estaba por el cuerpo de nuestro antiheroe, una de dos, no tenían hambre o eran personas muy cortadas. Deadpool esperaba la respuesta al ofrecimiento de los aritos que hizo a la peliroja, pero él no podía ver nada, estaba tumbado y no solo eso, también tenía la cara llena de polvo “mágico”.

-Que...amable... de tu parte, es mejor que te tapes o te cogerá el frío y...ah si, en el barco rosa hay una habitación con todo tipo de muñecas hinchables, si te aburres mucho ya sabes donde cogerlas, no te cortes.


Deadpool se desiluciono, era una chica cortada y no quería comer al parecer, pero la información que le dio de las muñecas llamó su atención, pero viendo como estaba la peliroja no se iba a conformar con trozos de plástico

-No te preocupes, si frio no va a coger... ¡ya que me esta achicharrando esta mierda! -Se levantó de sopetón cayéndose toda la comida- ¡Sois todos unos desgraciados insensibles con muy poco respeto por el trabajo de los demás, exepto la peliroja buenora! -Señaló a todo el grupo- ¡Ella se a preocupado por si se me enfriaba Alfred!, ¡eso era imposible, entre el calor de la comida y lo burro que me tenía la peliroja no podía pillar frio ni metiéndosela a un pingüino!

Dead se bajó de la mesa y recogio un arito, este se lo empezó a comer mientras iba desnudo hacia los demas. Su cara seguia blanca por los polvos, en todo el tiempo que estuvo esperando una respuesta nuestro querido amigo se lo había esnifado todo, ¿le causaría efecto la “magia” o ya era inmune?

- Tu padre debía tener el rabo como el cincel de Miguel Ángel pa´hacer semejante escultura. - Dijo cuando se quedó al lado de la muchacha mientras se comía el arito-

Después de eso saqué mi espada para tocar el filo de ella con el kairo ya que con las manos no podía porque era debilitador. Así que me puse a pensar alguna forma de poder subirlo pero Sting se nos había adelantado.

Tras eso agarré una de las cadenas y decidí amarrarla a un trozo de kairoseki, al igual que con otro trozo. Luego de que estuvieran bien atados tiré de la cadena de por sí para asegurarme. Fui hasta varios pedazos y luego quedaban unos poco, ya se encargarían los otros de atarlos.

-¡Estes ya están! ¡Ya puedes tirar de ellos!-Me crucé de brazos y comencé a decir-creo que alguno puede encargarse de atar los pedazos que quedan, y es mejor que suban dos personas fuertes ahí arriba con Sting para ayudarle, Crimson y Abyss creo que sois los más indicados.

El chico de hielo empezó a hablar a Deadpool, pero no le prestó atención, ni siquiera se paró a mirarlo, pasaba de todo lo que decía ya que estaba mirando otras dos cosas... El tenía sus dos buenas razones (;D), Deadpool escucho una cosa "miembro viril" por lo que había dos opciones, o le alababa por su miembro o pensaba atacarlo, no era la primera vez que un envidioso intentaba cortárselo o devorarlo mas de la cuenta (;D).

Dead usó todo su haki armadura en su miembro y este se volvió totalmente negro, acto seguido miro a su miembro y este empezó a congelarse, pero estaba demasiado caliente por la quemadura de los aritos y la erección que este de iba descongelando, su haki no le hacia sentir prácticamente el frió (Donflamingo rompió el hielo que le congelaba, el de Aokiji, y estaba cojonudamente bien xD)
Al caer la escarcha del hielo este se dio la vuelta y comenzó andar hacia su bata.

--Mejor me pongo algo de ropa que hay mucho envidioso, se empieza por atacar... luego querrá saborearla, me los conozco ya - Dijo con un tono de desilusión- Son así de raros los envidiosos que le vamos hacer.

Deadpool se puso la bata y volvió de nuevo al lado de la chica peliroja, se quitó la mascara y agarró la mano de la chica.

-- Mi señora.. -Dijo mientras elevaba su mano hasta su boca- Qué culpa tiene la flor de haber nacido en el campo, qué culpa tengo yo de haberme enamorado tanto. - Besó su mano- Mírame a los ojos y verás la verdad, mi amor no será de un día sino de una eternidad. -Soltó su mano delicadamente-

Saito volvió a ponerse la mascara de Deadpool y se fue en busca del capitán Legim, una vez a su lado sacó una bolsita pequeña en la que había polvito "mágico".

--Tu... he tu.. -Dijo en silencio mientra se colocaba a su lado- Me queda mi bolsita de reserva ya todo lo demás me lo he tomado yo... ¿te apuntas a liarla?, estos mariquitas son unos soso - Dijo en susurros, mientras le mostraba la bolsita-

El anterior movimiento me había dejado en un mal estado, tal que me caí desmayado... necesitaba un descanso de varios días para poder recuperarme al 100%, pero sabía que no podía dejar que eso sucediese en estos momentos. Andaba debilitado, cierto, pero la misión del día aún no había terminado, tenía que volver al mundo real y terminar el reparto, para dar fin a todo esto y marcharnos rápido de aquí con el Kairouseki.

Gracias a que solo había usado ese movimiento una vez y que Simurgh comenzó rápido a aplicar la cura, pude recuperarme algo, de manera que volvía a abrir los ojos con ciertas fuerzas renovadas en mi interior.
- Hola chicos... ¿Qué me perdí?- Pregunté algo confuso al ver a Deadpool desnudo a lo lejos y a la pelirroja al fondo.

Aún veía algo borroso, y el cuerpo estaba entumecido, seguramente nadie me habría escuchado, así que me limité a tratar de reposar unos minutos antes de moverme, sin embargo, Deadpool se acercó a mi con una bolsa blanca en su mano, me había dicho algo, pero a penas le había escuchado.
- Qué... es eso? - Pregunté dificultoso por mi estado.
- Aspira su aroma rápido, son polvos medicinales.- Escuché decir a lo lejos a Deadpool a pesar de estar cerca.

Estaba hecho mierda, y ese hombre me había trasmitido confianza, por lo que me acerqué para hacerlo, cuando este acercó demasiado el polvo y acabé por esnifarlo sin querer, esnifando una gran cantidad por el movimiento de Deadpool y mi lentitud.
- Ahrg!! ¿Qué carajo? ¡Como pica! - Grité en voz alta al tiempo que Deadpool se alejaba un poco con cierta risa.

Al poco, el corazón empezó a latir más y más fuerte, parecía que se me iba a salir del pecho, sin embargo, recobraba fuerzas, muchas, quizás demasiadas. Salté y me puse de pie en poco tiempo, mirando rápido a un lado y a otro.
- Oe! El Kairo, hay que poner el puto Kairo en su sitio joder! Venga, vamos, vamos, vamos - Decía a gran velocidad al tiempo que de mis espaldas salían 4 brazos de Kairoseki que agarraban la última placa de Kairo que se tenía que llevar los sons, dejando 2 en el suelo.

Sin ninguna pausa subí al barco cargando esta última placa encima y la dejé caer en la cubierta riendo.
- HAHAHAHAHA, ¿VEIS? ¿VEIS? ES SUPER FÁCIL ¿ALGO MÁS?

Salté a la orilla nuevamente al tiempo que guardaba los brazos y reía a carcajadas muy nervioso.
- Vamos, vamos, vamos, seguro que algo habrá que hacer... ¿Habrá dinosaurios aquí? Hace tiempo que no cazo uno, ¡¡SON DIVERTIDISIMOS!! HAHAHAHAHAHAHA

En ese momento un zorro pasó frente a mi corriendo y me quedé inmovil, mirándolo fijamente. Unos segundos pasaron, largos segundos para mi, y caí de rodillas mirando la zona donde el zorro se había escondido.
- Los perros... hacen Guau...guau... los gatos hacen miau... los puñeteros pajaros dicen pio pio... y los ratones hacen un ruido muy raro... - Dije agarrandome con fuerza la cabeza, realmente lo estaba pasando mal en mi ardua reflexión- Las vacas... hacen muuuu, las ranas, hacen croack, crooooack.... y los elefantes hacen Guuuuuum... - Agaché la cabeza aún sujeta por mis brazos, expresando así toda la impotencia que sentía dentro de mi por la duda existencial que me estaba matando desde que vi a ese zorro. - Los patos... dicen cuack, cuack... los peces hacen blup...blup... y las focas hacen Oun, Oun, Oun... parecen retrasadas... Pero... hay un sonido que ni yo, ni ninguno de vosotros- Dije mirando a todos de al rededor- ¡NINGUNO! ¡NINGUNO LO SABE! ¿QUÉ DICE EL ZORRO? ¿¡EH!? ¿¡¡ QUE SONIDO HACE EL CONDENADO ZORRO !!? ¡NADIE LO SABE! - Pasaron unos segundos y salté en una posición un tanto extraña. - Hará... - Dije alargando el tiempo de espera y empezando a moverme de una manera muy rara para de repente empezar a gritar, cantar y bailar al mismo tiempo.


- Ring-ding-ding-ding-dingeringeding! ... Gering-ding-ding-ding-dingeringeding! ... Gering-ding-ding-ding-dingeringeding! ¿¡O ACASO DIRÁ OTRA COSA!?

- Wa-pa-pa-pa-pa-pa-pow! ... Wa-pa-pa-pa-pa-pa-pow! ... Wa-pa-pa-pa-pa-pa-pow! ¿¡Qué diablos dice el zorro!?

- Hatee-hatee-hatee-ho! ... Hatee-hatee-hatee-ho! ... Hatee-hatee-hatee-ho! ¿Qué cojones dice el maldito zorro?

- Joff-tchoff-tchoffo-tchoffo-tchoff! ... Tchoff-tchoff-tchoffo-tchoffo-tchoff! ... Joff-tchoff-tchoffo-tchoffo-tchoff! ¿¡¡¡QUÉEE!!?? ¿¡¡QUÉ PUTA MIERDA DICE EL PUÑETERO ZORRO!!?

Legim aspiró la "medicina" que dije que era para que se la tomase, este consiguió unas energías típica de esta "magia" haciendo que se levantara del suelo de un salto. Cogió el Kairoseki y lo dejó en el barco, este estaba super hiperactivio gracias a la "magia" de Deadpool . Legim vio un zorro y se empezó a enparanollar con el sonido que debería emitir, empezó a imitar los sonidos de varios animales incluso empezó a gritar, cantar y a bailar mientras hacia sonidos extraños que se suponían que eran los del zorro.
Deadpool se quitó la bata de nuevo, y se unió con Legim a hacer movimientos extraños mientras hacia sonidos.

--¡Faraka -kaka-kaka-kaka- kow! ¡Faraka -kaka-kaka-kaka- kow!... ¡A hee-ahee ha hee! ¡A hee-ahee ha hee!...

Dead sujetó a Legim mientras lo zangarreaba y le comentaba sobre el zorro.

-- ¡El secreto del puto zorro es un misterio antiguo, en algún lugar de este puñetero bosque debe de estar, ese zorro lo estará escondiendo!

Deadpool se tiró de rodillas a suelo y alzó sus manos al cielo mientras lo miraba.

--¿Alguna vez lo sabremos maldito zorro o siempre será un misterio?, ¡que dices!

¿Qué coño?... ¿En serio se había metido algo? ¿En este preciso instante? Dios, qué poco sentido común y al parecer el efecto había sido instantáneo pues después de colocar el Kairoseki en el barco se había vuelto majareta por ver a un zorro, había tenido esa sensación muchas veces, pero ahora sabía cómo me veía la gente cuando pasaba eso. Así que simplemente me acerque a ellos con la espada al hombro, viendo como el hombre que había parecido un espadachín increíble daba vueltas como un loco.

-Los zorros no hacen ruido, hablan. Ahora entrad al barco, que hay muchos zorros.-Dije para que se metieran dentro del barco de color rosa.

Seguramente no me hicieran ni puto caso, o se volvieran locos mientras entraban a este, puede que simplemente corrieran al barco y los pudiéramos encerrar en un cuarto mientras se les pasaba la “felicidad” creada por la droga, pero como no estaba seguro de nada solo tenía que intentarlo, aunque tenía una cosa clara. Tener que cargar con uno de estos seria molesto, con dos seria un autentico infierno.

El rubito picha floja se acercó a Deadpool, nuestro “heroe” a un se preguntaba sobre el sonido que emitía el zorro, pero el rubito solo quería fanfarronear como un buen cani de barrio o quedar como el mas guay. Este proyecto de cani comenzó a hablar, pero Dead pasó de lo que decía, este se levantó del suelo y estiró sus brazos por encima de su cabeza, quería relajarlos ya que se encontraban algo engarrotados.

-Legim, dejemos al zorro zorrear por el bosque, va siendo hora que nos marchemos – Comenzó a caminar hacia su bata-

Deadpool ya estaba muy acostumbrado a ese polvo mágico, por lo que ya no recibía un “subidón” tan grande como el de Legim. Caminó hasta su bata que estaba tirada en el suelo, esta estaba llena de arena, ya que el baile que tubo Dead con Legim levantó mucha.

Cogió la bata del suelo y la sacudió para quitar la arena, acto seguido se la puso y se la ató con el cinturón de la bata, también cogió los aritos que estaban en su pene y los revoleó.

-Bueno... pues al barco rosa – Dijo mientras se quitaba la mascara y comenzaba andar-.

Al llegar al barco se subió y se acercó a Crimson. - Ese rubio es un cani, se nota que a un es joven... - Comenzó a decir mientras ayudaba a Crimson con la tarea de atar las cuerdas al kairoseki-.

Estaba hasta arriba de cocaína, lo cual era algo extraño para mi, una sensación que nunca antes había sentido, y empezaba a darme cuenta de que esos polvos curativos, no eran tan curativos, lo cual me asustó al principio ya que era la primera vez que la consumía y no estaba al tanto de los efectos. No sabía si me iba a subir de nuevo, por lo que debía de actuar con la mente fría por el tiempo que pudiese.
- Chicos... no quiero asustaros, pero llevo un ciego brutal... iros sin mi, yo me quedaré aquí con Uracha y Deadpool si finalmente se une a mi banda...

Cogí con los brazos de Kairo la cantidad correspondiente a mi, Uracha, y Sting empezando a bajarla deprisa a la costa.
- Sting, lo lamento... coge tu parte de todo el kairo restante que hay en el barco y vete con ellos...

Suspiré y una risilla tonta me invadió por complejo, la cocaína había vuelto a hacer efecto mi durante unos segundos. - Jejeje... tienen un barco rosa, son maricas jejejejejejeje- Dije entre risas atontadas al tiempo que todo el kairo caía en la tierra.

No tenía nada en contra de los homosexuales, pero siempre era divertido ver la reacción de la gente que no lo era al ser llamados así. La droga subía de nuevo, pero volvería a bajar muy rápido, y con ello volvería a caer inconsciente, así que estaba disfrutando de los que posiblemente eran mis últimos minutos con cierta cordura y energías.

Miré al barco con una sonrisa e hice una reverencia doblandome a la mitad.
- ¡¡GRACIAS AMIGOS!! ¡¡Perdónenme el triste espectáculo que acabo de ofrecer, no se volverá a repetir, de verdad!!

Una vez dicho esto me di la vuelta y comencé a andar hasta el interior, no quería que me viesen caer de nuevo, sin embargo algo surgió en mi cabeza haciendo que me detuviese en seco sin girarme aún al tiempo que comenzaba a hablarles por última vez.




- En estos tiempos, donde la piratería puede estar disfrutando de las últimas décadas de libertad, debemos de fortalecernos entre nosotros... el gobierno a recibido un duro golpe, pero no fue derrotado ni de broma, a penas hemos arañado la punta de un iceberg inmenso... Dentro de unos años se dará el auténtico golpe, la auténtica batalla... y es nuestra obligación como amantes de la libertad estar ahí, dispuestos a sacrificar nuestras vidas para que los hombres puedan navegar por el mar libremente... para aquél entonces, quizás consiga mi objetivo... ser el rey de los piratas... ¿Un sueño imposible? No tanto... tengo una ligera teoría de donde puedo lograr la libertad absoluta... pienso convertirme en el rey de los piratas para imponer una única regla en los mares, la libertad absoluta de todo el mundo...  quizás muera antes de conseguirlo... si es así, os pido disculpas ya... y os animo a luchar por nuestros sueños... los sueños son la fuente de vida que tenemos, nos impulsa a no caer nunca... sin ellos, no seriamos nada más que unos ciudadanos indefensos ante la maldad de este mundo, incapaz de proteger a nuestros seres queridos... no lo olvidéis... el One Piece... existe...- Tras estas últimas palabras caí de lleno contra el suelo, boca abajo. Quizás alguno hubiese intentado evitarlo, pero mis palabras dejaron pensativos a muchos, de forma que no pudieron siquiera reaccionar.

A mi vera se acercó Uracha, el que iba a ser médico auxiliar de la banda, aunque quizás fuese yo el auxiliar, ya que no se me daba bien tener la paciencia de curar y tratar a alguien fuera de la batalla si no era realmente grave... La lealtad personificada vino a ayudarme, cogiéndome en brazos con una sonrisa de oreja a oreja dirigida a todos los del lugar y diciendo una frase que llegaría al corazón de todos.

- Él es mi capitán, el capitán Legan Legim.

Saito acabó de atar las cuerdas al kairoseki que se llevaría Crimson en el barco rosa, se levantó de suelo y se remangó las mangas de la bata ya que eran muy anchas y le eran incomodas, mientras se remangaba las mangas Legim comenzó a disculparse por su comportamiento bajo los efectos de los polvos de Deadpool << Novatos, como se ponen con la primera dosis>> pensó mientras seguía con las mangas.

El joven comenzó a caminar alejándose del barco de Crimson, esto indicaba que se tenía que ir despidiendo de ellos, ya que se marcharía con el peliblanco para aclarar los detalles de Wano.

-Bue... -Fue interrumpido-.

Legim comenzó a soltar un discurso, hablaba sobre el duro golpe que había recibido el gobierno en la batalla anterior, sobre la verdadera libertad y en su sueño de ser rey pirata. Ese discurso hizo sonreír a Saito, cada vez mostraba mejor el peliblanco su habilidad con las palabras << Las palabras pueden llegar mas profundo que cualquier espada>>  pensaba mientras lo observaba y apreciaba esa habilidad, que traía con si el dón de hacer vibrar hasta el corazón mas frio <<Un dón muy útil para su sueño>>

Tras acabar su discurso cayó de lleno al suelo, al parecer los efectos de la adrenalina de los polvos ya habían acabado y con ello la fuerza del peliblanco. El joven necesitaría ayuda medica y por suerte para él, Saito y Uracha eran médicos, al poco tiempo de que el peliblanco se estampase contra el suelo, Uracha se acercó y lo cogió en brazos mostrando a todos los presentes una sonrisa amplia.

-Bueno chicos - Miró a todos los jóvenes de  Sons- Yo me marcho con ellos, tengo cosas que hablar a un con ese albino de lengua puntiaguda – Se  rió mientras lo miraba de lado- Espero volveros a ver chicos, la ultima vez que me llamó vuestro capitán, fue para hacer una fiesta y contarle algunos chismes del gobierno, pero en ese entonces había otras caras. - Miró a Crimson y le guiñó el ojo- Cuidadme a ese “pollopera”, y recordad, ¡VIVA SONS OF ANARCHY! - Gritó con todas sus fuerzas al mismo tiempo que alzaba su puño-.

Saito saltó del barco rosa y tocó la arena de la playa nuevamente, comenzó a caminar con un ritmo tranquilo hacia Uracha.

-¡Suerte chicos! - se despidió sin darse la vuelta-

Estaba en la cubierta del barco y veía a todos por ahí haciendo el tonto, gastándose bromas y siguiendo con la tontería tras haberse puesto “alegres”. Eso era lo más parecido a una familia que tenía, un montón de gente que, con mayor o menor medida, se habían ganado un lugar en mi corazón. Como dije antes a Legim, era mi deber defenderlos, puede que cada uno se fuese por un lado diferente pero aun así, si alguna vez me necesitaban iría a ayudares.

El escuchar como subían las placas del metal me hizo despertar levemente de estas ensoñaciones entre las que divagaba, y para librarme del trabajo decidí entrar dentro del barco, además de para ver las habitaciones de este e ir eligiendo una, iba abriendo una a una, hasta que vi algo acurrucado en una esquina en uno de los camarotes. Entre en este y pude ver que era un humanoide enorme, de color gris y vestido con un traje de sirvienta. Sabía que lo único que podía ser así era nuestra almorrana, una de nuestras multiples mascotas que habíamos “adoptado” en una noche de borrachera entre el pollo y yo, aquella noche nos habíamos emborrachado con una maldita jarra, aquella mierda era muy muy fuerte. Coconoseque se llamaba, y nos hizo flipar mucho, no me acordaba de la mayoria pero era bastante increible.

Pero me acerque a nuestra Almorrana, que no sabía si tenía o no nombre pues había salido de la banda poco después, y lo agarre por la correa que lo amarraba con un collar que llevaba, el bicho se resistía a salir, tirando cada vez más fuerte en la otra dirección al pasillo, cuando salí vi a todo el mundo con mensajes emotivos y gritando “¡Viva Sons of Anarchy!” ¿Más drogas? Pues al menos les daría algo con lo que jugar un rato.

-Chicooooos, mirad lo que encontré metido dentro del barco.-Decía mientras les mostraba a la mascota de la banda-¿Quién quiere jugar un poco con la almorrana?