¡Drake, Dexter y Kodama contra el Dragón!

Escenario: Aldea de Sunaba

Turnos: Dragón - Drake/Dexter/Kodama - Dragón...

*Las heridas permanentes y habrá posibilidad de muerte.
*Los Pjs ganan si sobreviven.


La embestida de Dexter, junto con sus disparos de aire, hizo al dragón rugir de rabia. Varias de sus costillas se partieron, pero durante el momento del ataque se pudo ver cómo sus huesos se volvían de color negro metálico. ¿Podía usar haki? Kodama salta sobre la bestia y trata de avasallarlo con sus raíces, pero respirando fuego sobre sus patas las libera y comienza a cortar y quemar el resto. Tras eso gira bruscamente en el aire intentando hacer caer al hombre árbol mientras le escupe llamas hacia atrás y encarándose a Drake repentinamente. Con un rugido, le envía una veloz bola de fuego verde, tras lo cual dispara otra más a Dexter y comienza a ascender unos metros en el aire.

Viraje brusco+Bolas de fuego [AF]

PD: El dragón es nivel 80.

Dexter observó la situación. Un árbol gigante sobre el dragón, y una especie de coloso de carne a unos metros de él. El combate iba a perder cierto interés si los dos lo ayudaban, pero sin duda la probabilidad de muerte se reducía, como mínimo, en un 1%. Para sus compañeros, probablemente, se duplicase. Pero la gran pregunta era qué haría con aquel ser, que parecía, cuanto menos, una aberración contra la naturaleza, de dimensiones desproporcionadas, cuando acabara con el dragón. Sin duda aquel chico castaño parecía muy poderoso, aunque quién sabe...

"Bueno, parece que empieza el baile", susurró la voz de su conciencia, cuando el dragón comenzó a revolverse sobre una nube de llamas negras, tratando de desestabilizar al árbol, y el Zafiro fue unos pocos metros, tal vez 50, en algo más de un segundo, preparándose para lo que haría a continuación.

-Espero que no estés intentando lo que creo, Zafiro Negro- tronó una voz en todo el lugar, una voz que sólo él podía oír.

-Quiero acabar con esto deprisa- respondió, en voz baja, mientras dos alas surgían a su espalda, y su cuerpo comenzaba a crecer, llegando a transformarse en una gargantuesca criatura recubierta por escamas azules, coronada por una cornamenta zafírea. Sus alas se recubrían por pequeñas placas acorazadas de color aguamarina brillante, y las desplegaba mientras hacía, con ligeros movimientos, al viento girar a su alrededor, como si de una ola rompiendo se tratara, en todas direcciones sobre su cuerpo, acumulándose en especial sobre su cara, formando una cabeza de taladro, que en principio no haría nada, pero de repente, brilló azul.

El dragón se encaró al muchacho musculoso y le lanzó una... ¿Bola de fuego verde? Alguien debería hablarle de las ventajas que traía una buena higiene dental contra la halitosis, o... "Mierda, eso viene a por mí". La bola de fuego se dirigía a él, y el animal comenzaba a volar. Dexter se lanzó a la máxima velocidad que podía acumular a por el dragón. Nueve veces su máxima velocidad en forma humana, gracias a sus poderosas alas, y el viento, azul e imbuido en su resistencia dracónica, se movía a la vez que su cuerpo, al tiempo que atravesaba la barrera del sonido y, en un instante estaba detrás del dragón. Bajó al suelo y recuperó la forma humana, tratando de divisar qué había hecho al dragón. Con suerte esta vez SÍ lo habría partido a la mitad.

Momentáneamente se preguntó qué fue de la bola de fuego que debía estar destinada a acabar con él, pero seguramente el moverse a casi el doble de lo que el sonido abarcaba en el aire hubiera provocado el final de la combustión por culpa de aquella estrepitosa velocidad, el taladro de aire que lo rodeaba y la falta de oxígeno provocada en el espacio vacío que habría quedado eventualmente durante su ataque, que había durado... ¿Una décima de segundo? Se sentía bien, pero sabía que no podría repetir muchas veces aquello, tendría que confiar en sus acompañantes.

Dragon Drill [AMF]+Resistencia Dracónica lvl3

Las fauces del dragón escupieron un chorro de fuego verde, una llamarada tan intensa que de no haber podido cubrir sus ojos con su corteza habría quedado ciego durante unos segundos. La fuerza de la bestia era desmesurada. Aleteando en el aire, se libró de las ramas que le envolvían y se movió bruscamente para intentar librarse del enorme árbol que le atacaba. Kodama saltó del cuerpo del dragón, aún más grande que el suyo propio, antes de que le golpease y rodó por el suelo en su forma híbrida para evitar las bolas de fuego que volaban en dirección a los otros dos contendientes. Uno de ellos era otro dragón, el que no podía evitar resultarle familiar, y el otro era un hombre moreno y corpulento que sí que reconoció. Se trataba de un criminal al que se había enfrentado poco después de entrar en la Marina.

Si no hubiese tenido que ocuparse de al menos uno de los dragones le arrestaría, pero por el momento tenía problemas más serios y urgentes. Si aquel extraño ser verdoso escapaba, arrasaría lo que quedaban de las fuerzas de la Marina en la isla y sería una importante amenaza para cualquiera que se acercase a la isla. El hombre-árbol observó detenidamente a su rival. Parecía estar bastante herido, aunque actuaba como si no notase que podían verse incluso sus huesos. Estos parecían oscurecidos, como si estuviese usando Haki o como si se hubiesen calcinado.

Una rápida figura voladora le sacó de sus pensamientos. Parecía ser el otro dragón, aunque no llegó a verlo bien. La criatura atacó cargando con todo su cuerpo como si pretendiese atravesarlo de parte a parte. El marine ignoró a los dos tipos que se interponían y se preparó para su propio ataque. De sus dos brazos comenzaron a surgir dos gruesas ramas, aunque lo bastante flexibles como para que no se rompiesen fácilmente. De los extremos de ambas ramas, una sustancia jabonosa fue generándose en forma de burbuja y fue creciendo gradualmente.

Por suerte, durante lo sucedido en Loguetown había logrado superar su apabullante aversión al fuego, aunque no terminaba de sentirse cómodo en presencia de las llamas. Aun así, eso no le impediría enfrentarse al asesino de sus hombres, sin importar que tuviera que pasar por encima de sus otros dos atacantes. En cuestión de segundos, creó una burbuja de jabón casi tan grande como el propio dragón, la cual cargó con su Haki más poderoso antes de atacar. Esta vez no pensaba usarla para envolver a su adversario, sino que le daría un uso más ofensivo. El hombre-árbol echó a correr hacia el dragón y saltó hacia él en cuanto llegó a su altura. Mientras tanto, el marine giraba sobre su propio eje. En ese momento, extendió sus ramas contra el dragón con todas sus fuerzas, aprovechando la inercia del giro. Su objetivo era partirle el cuello usando la enorme burbuja oscurecida que se había convertido en una auténtica bola de demolición.

Forma híbrida + Mori no Heishen: Sekken: Torikowashi (soldado del bosque: jabón: demolición) + Haki armadura Nivel 2 [AMF]

[Tendréis la respuesta en el propio capítulo]