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El barco que me llevó a Jaya partía ya del puerto cuando alcé la cabeza para ver la ligera capa de nubes blancas que hoy cubría la isla. Saber que la isla del cielo se encontraba por encima de toda aquella masa de vapor no me resultó extraño. De hecho ya había caminado por aquella tierra suspendida.
Lo que hoy me traía a la isla no era otra cosa que arrestar a la incipiente población pirata que se reunía en Mock Town, pero en ésta ocasión no trabajaría solo. Un nuevo miembro de la organización me había sido asignado, su nombre, León Zaid.
Esperaba que fuera alguien serio con el que pudiese cumplir mi cometido, en alguna ocasión había trabajado con Pulga, otro compañero que desgraciadamente había muerto en su misión semanas atrás. Supuse que no sería muy difícil localizar a un hombre vestido de negro y con una larga melena blanca, por lo que me adentré en la isla.
Caminé por aquellas calles, viendo alá donde mirase los estrago producidos por lo piratas a su paso. Me acerqué a un bar y me senté en la mesa.
-¿Qué puedo servirle, señor? -preguntó el camarero.
-Tráigame un zumo de piña, por favor -respondí.
¿Le gustaría comer algo? -preguntó el camarero de nuevo.
-No, gracias. solo el zumo -respondí con una sonrisa.
-Como desee señor, ahora se lo traigo- dijo antes de darse la vuelta y entrar en el bar.
Miré hacia el mar, indudablemente ese era el único lugar por el que León podría llegar, solo esperaba ver algún barco con el emblema de la marina que me alertase de su llegada.
-Su zumo, señor -dijo la joven camarera que me lo había servido.
-Gracias -musité mientras ella desaparecía un poco sonrojada. Di un trago y esperé a la llegada de mi compañero.
Lo que hoy me traía a la isla no era otra cosa que arrestar a la incipiente población pirata que se reunía en Mock Town, pero en ésta ocasión no trabajaría solo. Un nuevo miembro de la organización me había sido asignado, su nombre, León Zaid.
Esperaba que fuera alguien serio con el que pudiese cumplir mi cometido, en alguna ocasión había trabajado con Pulga, otro compañero que desgraciadamente había muerto en su misión semanas atrás. Supuse que no sería muy difícil localizar a un hombre vestido de negro y con una larga melena blanca, por lo que me adentré en la isla.
Caminé por aquellas calles, viendo alá donde mirase los estrago producidos por lo piratas a su paso. Me acerqué a un bar y me senté en la mesa.
-¿Qué puedo servirle, señor? -preguntó el camarero.
-Tráigame un zumo de piña, por favor -respondí.
¿Le gustaría comer algo? -preguntó el camarero de nuevo.
-No, gracias. solo el zumo -respondí con una sonrisa.
-Como desee señor, ahora se lo traigo- dijo antes de darse la vuelta y entrar en el bar.
Miré hacia el mar, indudablemente ese era el único lugar por el que León podría llegar, solo esperaba ver algún barco con el emblema de la marina que me alertase de su llegada.
-Su zumo, señor -dijo la joven camarera que me lo había servido.
-Gracias -musité mientras ella desaparecía un poco sonrojada. Di un trago y esperé a la llegada de mi compañero.
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Había mucho ruido en aquel sitio tan aglomerado, piratas de poca reputación aún, mujerzuelas vendiendo sus cuerpos y algunos individuos que vendían sus productos con efectos estupefacientes en voz baja a sus posibles compradores como si se tratase de lo que realmente se trata. ¿Por qué tenia la gente necesidad de consumir esas cosas? ¿Acaso no había suficiente con el tabaco, el alcohol y las mujeres? Querer mas era avaricia, una avaricia que como bien dice el dicho, acabaría por romper el saco de sus vidas.
En la esquina mas oscura de aquel mal iluminado establecimiento conocido popularmente como taberna estaba sentado, la sombra ocultaba casi todo mi cuerpo, solo mis piernas y lo que había en la mesa era visible desde lejos, y esto dejaba un aire misterioso que siempre me había atraído, sobretodo cuando me dirijo hacia delante y los rayos de la luz iluminaban solo algunos rasgos de mi rostro. Entre mis labios un cigarro de alto nivel adquisitivo estaba consumido por el fuego y desechado en forma de humo por mis labios, un humo que subía ensanchándose como si de un árbol de muerte se tratase. En la mesa había un vaso medio vacío con ginebra pura, perfecto para entrar en calor y espabilar cuando la misión comenzase.
No me habían dado muchos detalles, pero con solo saber el destino pronto averigüe que se trataría de una caza, íbamos a cazar a alguien en el día de hoy, o quizás a mas de una persona, ¿Quién sabe? Evidentemente mi superior, al cual hoy acompañaría en esta isla con el único objetivo de cumplir el encargo y aprender de él como actuar y que hacer en diversas situaciones dadas. Desconocía como era el superior, solo conocía algunos pobres datos, tales como su nombre, Etsu, y que en apenas un corto periodo de tiempo había llegado hasta el CP6, una proeza digna de los mas destacados en el cuerpo de la Chiper Pol. Otro dato era su pelo, según parece dispone de un cabello largo y blanco como la nieve, al parecer sería fácil de reconocer.
Y así fue, ya que un hombre con su descripción entró en la taberna con paso seguro y decidido, su mirada era demasiado tranquila, ¿Por qué sería? ¿Tan poderoso era que podía estar apaciguado a pesar de estar rodeado de piratas por toda la isla? De ser así sería un hombre formidable y capaz de grandes hazañas, seguro que la bebida que tendría en su mano sería muy fuerte, quisiera saber cual era antes de que la bebiese, por lo cual me levanté de mi sitio y dando un trago a la ginebra me acerqué hasta su posición en el mismo momento donde miraba a la camarera sonrojada.
- Vaya, mi superior resulta que es un Don Juan. - Pensé sonriente dejando en la barra la copa y sentándome a su lado. - ¿Es usted el señor Etsu? - Pregunté inmediatamente sin esperar a que me mirase fijamente. - Mi nombre es León, seguro que usted está al tanto de que en este servicio yo seré su compañero ¿No es así?
Tras la breve presentación sonreí un poco y miré a la camarera llamándola para que se acercase un poco. Tenía intención de dar otro trago antes de irme junto al superior. - Por favor, ¿Podría ponerme lo mismo que al caballero? Sería un honor poder brindar la misma bebida junto a un hombre como él. - Dije en voz baja una vez se hubo acercado ya.
En la esquina mas oscura de aquel mal iluminado establecimiento conocido popularmente como taberna estaba sentado, la sombra ocultaba casi todo mi cuerpo, solo mis piernas y lo que había en la mesa era visible desde lejos, y esto dejaba un aire misterioso que siempre me había atraído, sobretodo cuando me dirijo hacia delante y los rayos de la luz iluminaban solo algunos rasgos de mi rostro. Entre mis labios un cigarro de alto nivel adquisitivo estaba consumido por el fuego y desechado en forma de humo por mis labios, un humo que subía ensanchándose como si de un árbol de muerte se tratase. En la mesa había un vaso medio vacío con ginebra pura, perfecto para entrar en calor y espabilar cuando la misión comenzase.
No me habían dado muchos detalles, pero con solo saber el destino pronto averigüe que se trataría de una caza, íbamos a cazar a alguien en el día de hoy, o quizás a mas de una persona, ¿Quién sabe? Evidentemente mi superior, al cual hoy acompañaría en esta isla con el único objetivo de cumplir el encargo y aprender de él como actuar y que hacer en diversas situaciones dadas. Desconocía como era el superior, solo conocía algunos pobres datos, tales como su nombre, Etsu, y que en apenas un corto periodo de tiempo había llegado hasta el CP6, una proeza digna de los mas destacados en el cuerpo de la Chiper Pol. Otro dato era su pelo, según parece dispone de un cabello largo y blanco como la nieve, al parecer sería fácil de reconocer.
Y así fue, ya que un hombre con su descripción entró en la taberna con paso seguro y decidido, su mirada era demasiado tranquila, ¿Por qué sería? ¿Tan poderoso era que podía estar apaciguado a pesar de estar rodeado de piratas por toda la isla? De ser así sería un hombre formidable y capaz de grandes hazañas, seguro que la bebida que tendría en su mano sería muy fuerte, quisiera saber cual era antes de que la bebiese, por lo cual me levanté de mi sitio y dando un trago a la ginebra me acerqué hasta su posición en el mismo momento donde miraba a la camarera sonrojada.
- Vaya, mi superior resulta que es un Don Juan. - Pensé sonriente dejando en la barra la copa y sentándome a su lado. - ¿Es usted el señor Etsu? - Pregunté inmediatamente sin esperar a que me mirase fijamente. - Mi nombre es León, seguro que usted está al tanto de que en este servicio yo seré su compañero ¿No es así?
Tras la breve presentación sonreí un poco y miré a la camarera llamándola para que se acercase un poco. Tenía intención de dar otro trago antes de irme junto al superior. - Por favor, ¿Podría ponerme lo mismo que al caballero? Sería un honor poder brindar la misma bebida junto a un hombre como él. - Dije en voz baja una vez se hubo acercado ya.
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Un hombre trajeado se acercó a mi, iba fumando y su aliento olía levemente a alcohol cuando se presentó a si mismo como León. Ese era el nombre de mi compañero para aquella misión, así que le sonreí y le tendí la mano.
Encantado León, creo que sobran las presentaciones, pero aún así, soy Etsu Shiroi -dije ofreciéndole sentarse a mi lado.
Vi como le pedía a la camarera lo mismo que yo había pedido. Por su aspecto deduje que le gustaban las bebidas más fuertes así que quizá se llevaría una sorpresa cuando descubriese que solo era zumo.
-Lamento decirte que solo es zumo -dije cuando la camarera trajo la bebida -no me gusta el alcohol, afecta a mis sentidos.
Callé un momento, mientras miraba como reaccionaría a esas palabras y luego di un sorbo de mi bebida, saqué un cartel que llevaba en el bolsillo interior de la chaqueta y lo estiré sobre la barra.
-Jilgan Halfar, el sin brazos. Éste es nuestro objetivos -dije enseñándole el cartel.
Jilgan Halfar era un pirata con 87 millones de recompensa, no era muy elevada, pero muchos piratas estaban empezando a unirse a su causa y los rumores decían que su base se encontraba en ésta isla. Se había ganado el nombre por la velocidad de sus brazos, los cuales decían que desaparecían en pleno combate. La foto mostraba a un hombre serio, con una cicatriz en un ojo, piel bronceada y el pelo castaño, corto y al parecer grasiento.
Cuando estés dispuesto, podemos empezar a movernos -dije mientras enrollaba el cartel y se lo ofrecía -quédatelo, yo tengo otro. En caso de que nos separemos nos encontramos aquí en un plazo máximo de un día. Si no apareces iré por ti, si soy yo el que desaparece, pide refuerzos y no hagas locuras. ¿Entendido?
Encantado León, creo que sobran las presentaciones, pero aún así, soy Etsu Shiroi -dije ofreciéndole sentarse a mi lado.
Vi como le pedía a la camarera lo mismo que yo había pedido. Por su aspecto deduje que le gustaban las bebidas más fuertes así que quizá se llevaría una sorpresa cuando descubriese que solo era zumo.
-Lamento decirte que solo es zumo -dije cuando la camarera trajo la bebida -no me gusta el alcohol, afecta a mis sentidos.
Callé un momento, mientras miraba como reaccionaría a esas palabras y luego di un sorbo de mi bebida, saqué un cartel que llevaba en el bolsillo interior de la chaqueta y lo estiré sobre la barra.
-Jilgan Halfar, el sin brazos. Éste es nuestro objetivos -dije enseñándole el cartel.
Jilgan Halfar era un pirata con 87 millones de recompensa, no era muy elevada, pero muchos piratas estaban empezando a unirse a su causa y los rumores decían que su base se encontraba en ésta isla. Se había ganado el nombre por la velocidad de sus brazos, los cuales decían que desaparecían en pleno combate. La foto mostraba a un hombre serio, con una cicatriz en un ojo, piel bronceada y el pelo castaño, corto y al parecer grasiento.
Cuando estés dispuesto, podemos empezar a movernos -dije mientras enrollaba el cartel y se lo ofrecía -quédatelo, yo tengo otro. En caso de que nos separemos nos encontramos aquí en un plazo máximo de un día. Si no apareces iré por ti, si soy yo el que desaparece, pide refuerzos y no hagas locuras. ¿Entendido?
León Zaid
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- Un placer conocerlo señor- Dije sonriendo orgulloso por estar con alguien de la misma categoría que el señor Deadpool.
Quería causar en él la misma buena impresión que causé en el señor Deadpool, aunque era evidente que eran de diferentes caracteres, Etsu no parecía ser un payaso descontrolado, y por supuesto no va en mallas, va siempre elegante con una melena envidiable, estaba deseando empezar mis aventuras con él cuando me lanzó una advertencia de la bebida que me había pedido yo y que estaba viniendo por fin, era un zumo. Me sentí tremendamente avergonzado por haber bebido antes en ese instante, este señor era serio y no abogaba por beber alcohol antes de la misión, algo que aunque no hiciese efecto en mi estaba mal visto, así que sonreí cogiendo el vaso y simulé un brindis dirigido a él.
- No se preocupe señor, todo es bienvenido- Dije antes de dar un trago largo hasta bebérmelo todo de una vez- Vaya, y encima de piña, mi favorito, fue una excelente decisión. - Concluí sonriente y dejando el vaso en la barra.
Acto seguido observé el wanted y asentí mientras lo escuchaba y leía al mismo tiempo, un tipo sin duda peligroso.
- Vaya... hasta ahora no había cazado a nadie con recompensa ¿Sabe? Solo capturé a un hombre, Jack Daniels, pero no tenía recompensa aún, logré atraparlo antes de que se la pusieran jajaja, pero ni de lejos llegaría a esta cifra.
Terminé de escuchar sus instrucciones y asentí poniéndome a su otro lado para estar mas cerca de la puerta, ahí mismo hice una leve reverencia sonriente como muestra de respeto y emoción por comenzar.
- Muchas gracias por su confianza señor, podemos partir cuando guste.
Me incorporé y me rasqué levemente la cabeza mirando a otro lado mientras carraspeaba un poco la garganta.
- Verá señor, tengo una pregunta... verá, cuando me pongo nervioso o muy exaltado tiendo a fumar, ¿Le molesta eso? Si es así no fumare estando de servicio con usted.
Lo cierto es que estaba nervioso al ser mi primera misión junto a un superior tras las vividas con Deadpool hace ya algo más de un año, quería darle una buena impresión y necesitaba ser correcto en hasta el más mínimo detalle, por su forma de ser era palpable que no era igual que Deadpool, aunque me apenaba era un alivio no tener a alguien dándome sustos cada dos por tres, insultando o queriendo quedar por encima mía todo el tiempo recurriendo a un humor algo sucio. Prefería esto en cuanto a las relaciones superior-alumno, aceptación, respeto y admiración al superior en todo momento, para bien o para mal esa relación junto al señor Deadpool murió al minuto de saber que iba a ser él quien se encargaría de mi.
Quería causar en él la misma buena impresión que causé en el señor Deadpool, aunque era evidente que eran de diferentes caracteres, Etsu no parecía ser un payaso descontrolado, y por supuesto no va en mallas, va siempre elegante con una melena envidiable, estaba deseando empezar mis aventuras con él cuando me lanzó una advertencia de la bebida que me había pedido yo y que estaba viniendo por fin, era un zumo. Me sentí tremendamente avergonzado por haber bebido antes en ese instante, este señor era serio y no abogaba por beber alcohol antes de la misión, algo que aunque no hiciese efecto en mi estaba mal visto, así que sonreí cogiendo el vaso y simulé un brindis dirigido a él.
- No se preocupe señor, todo es bienvenido- Dije antes de dar un trago largo hasta bebérmelo todo de una vez- Vaya, y encima de piña, mi favorito, fue una excelente decisión. - Concluí sonriente y dejando el vaso en la barra.
Acto seguido observé el wanted y asentí mientras lo escuchaba y leía al mismo tiempo, un tipo sin duda peligroso.
- Vaya... hasta ahora no había cazado a nadie con recompensa ¿Sabe? Solo capturé a un hombre, Jack Daniels, pero no tenía recompensa aún, logré atraparlo antes de que se la pusieran jajaja, pero ni de lejos llegaría a esta cifra.
Terminé de escuchar sus instrucciones y asentí poniéndome a su otro lado para estar mas cerca de la puerta, ahí mismo hice una leve reverencia sonriente como muestra de respeto y emoción por comenzar.
- Muchas gracias por su confianza señor, podemos partir cuando guste.
Me incorporé y me rasqué levemente la cabeza mirando a otro lado mientras carraspeaba un poco la garganta.
- Verá señor, tengo una pregunta... verá, cuando me pongo nervioso o muy exaltado tiendo a fumar, ¿Le molesta eso? Si es así no fumare estando de servicio con usted.
Lo cierto es que estaba nervioso al ser mi primera misión junto a un superior tras las vividas con Deadpool hace ya algo más de un año, quería darle una buena impresión y necesitaba ser correcto en hasta el más mínimo detalle, por su forma de ser era palpable que no era igual que Deadpool, aunque me apenaba era un alivio no tener a alguien dándome sustos cada dos por tres, insultando o queriendo quedar por encima mía todo el tiempo recurriendo a un humor algo sucio. Prefería esto en cuanto a las relaciones superior-alumno, aceptación, respeto y admiración al superior en todo momento, para bien o para mal esa relación junto al señor Deadpool murió al minuto de saber que iba a ser él quien se encargaría de mi.
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Me hizo gracia el ver cómo reaccionaba ante el zumo, el cual se bebió de un solo trago. Era algo normal ver como el alcohol corría por las mesas, independientemente de a qué te dedicases. En cierto modo lo comprendía, te permitía evadirte un poco de la realidad. Pero para mi era algo prohibido, me lo había impuesto a mi mismo. Pero no por ello me molestaba que otros o hiciesen, eso era problema de cada uno. León se levantó, así que hice lo mismo dispuesto a partir nuevamente en busca del pirata.
-Siempre hay una primera vez para todo ¿no? -dije respondiendo a su frase de que no había cazado a nadie con recompensa -a ver si tenemos suerte.
Era un novato, de eso no había duda alguna, pero parecía una persona seria y centrada. Solo esperaba que no se metiese en líos y supiese mantenerse al margen si no podía afrontar la situación. Era mejor huir que morir tontamente, dijesen lo que dijesen. Me preguntó si me molestaba que fumase, el tabaco tampoco me gustaba, era algo que a parte de ser nocivo impregnaba la ropa de mal olor, pero tampoco era mi cuerpo, así que podía hacer lo que quisiese.
-No tranquilo -dije sonriendo levemente -bueno, pues vayámonos.
Salí a la puerta del bar, respiré nuevamente el aire fresco y me dispuse a encontrar al hombre del cartel. No sabía exactamente dónde podría estar, pero los rumores hablaban de South Grave y de un barco pirata al otro lado de él.
Veamos, por lo que sabemos su Jolly Roger es una calavera rodeada de siete brazos esqueléticos -informé mientras me dirigía al embarcadero nuevamente -como supongo que sabrás, Jaya tiene una forma un tanto extraña, por eso para llegar al otro lado nos viene mejor coger un bote que ir por tierra. He escuchado de movimientos extraños en South Grave.
Caminé hacia el embarcadero, donde alquilé un bote de dos personas, y me monté. Mientras tanto examiné el mapa de la isla, por si se me pasaba alguna cosa por alto. En cuanto León subiese encendería el motor que lo pondría en movimiento.
-Siempre hay una primera vez para todo ¿no? -dije respondiendo a su frase de que no había cazado a nadie con recompensa -a ver si tenemos suerte.
Era un novato, de eso no había duda alguna, pero parecía una persona seria y centrada. Solo esperaba que no se metiese en líos y supiese mantenerse al margen si no podía afrontar la situación. Era mejor huir que morir tontamente, dijesen lo que dijesen. Me preguntó si me molestaba que fumase, el tabaco tampoco me gustaba, era algo que a parte de ser nocivo impregnaba la ropa de mal olor, pero tampoco era mi cuerpo, así que podía hacer lo que quisiese.
-No tranquilo -dije sonriendo levemente -bueno, pues vayámonos.
Salí a la puerta del bar, respiré nuevamente el aire fresco y me dispuse a encontrar al hombre del cartel. No sabía exactamente dónde podría estar, pero los rumores hablaban de South Grave y de un barco pirata al otro lado de él.
Veamos, por lo que sabemos su Jolly Roger es una calavera rodeada de siete brazos esqueléticos -informé mientras me dirigía al embarcadero nuevamente -como supongo que sabrás, Jaya tiene una forma un tanto extraña, por eso para llegar al otro lado nos viene mejor coger un bote que ir por tierra. He escuchado de movimientos extraños en South Grave.
Caminé hacia el embarcadero, donde alquilé un bote de dos personas, y me monté. Mientras tanto examiné el mapa de la isla, por si se me pasaba alguna cosa por alto. En cuanto León subiese encendería el motor que lo pondría en movimiento.
- Aclaraciones:
- South Grave es un bosque situado al otro lado de la isla, así que prácticamente la cruzamos de lado a lado.
Otra cosa es que tienes libertad de cambiar lo que sea, puedes iniciar un combate, encontrar alguna pista... lo que sea. Te lo digo por si quieres darle un giro inesperado.
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El señor Etsu era bastante agradable, y parecía ser la representación humana de todo lo que estaba bien y era legal, un perfecto héroe de la justicia digno de ser admirado allá por donde vaya, y no solo eso, también era atento y cuidadoso conmigo para evitar que corriese algún peligro, cosa que agradecí.
- Muchas gracias señor por la información, y no se preocupe, le seguiré para serle útil en todo lo que pueda.
Dicho esto comencé a andar tras él observando con detalle cada cosa que nos rodeaba, cada alma que se paseaba por el lugar y miraba si hablaba con algunos mirándonos, era conveniente tenerlos vigilados teniendo en cuenta que nos encontrábamos en territorio enemigo.
El señor Etsu nos consiguió un bote motorizado para cruzar, algo que dudaba de que fuese buena idea, pero evidentemente no iba a comentarlo con el comerciante al lado, sería una falta de respeto. Sin decir nada me subí y esperé a salir, para que una vez fuera suspirase y empezase a comentarle al señor Etsu mi opinión.
- No vamos precisamente camuflados señor... cualquiera puede deducir que no somos piratas, como el resto... además, esta lancha es a motor, por lo que nos van a escuchar más a medida que nos acerquemos... no quisiera faltarle al respeto, pero pienso que no estamos haciendo las cosas de la mejor manera, si el criminal tiene al menos dos dedos de frente nos va a ver venir, y una de dos, o huirá, o nos tenderá una trampa... ya lo hecho está hecho, así que tendremos peligro nada mas desembarcar señor Etsu, o al menos eso pienso.- Concluí carraspeando al tiempo que encendí un cigarro y empecé a fumármelo con tranquilidad.
- Al menos moriré fumando, sería irónico ¿No? Encontrar el cadáver mutilado y con el cigarro en la boca... de hecho podría ser una foto excelente para una campaña contra el consumo del tabaco ¿No cree?- Dije riendo un poco para aliviar las tensiones que pudieron producir mi anterior comentario.
- Muchas gracias señor por la información, y no se preocupe, le seguiré para serle útil en todo lo que pueda.
Dicho esto comencé a andar tras él observando con detalle cada cosa que nos rodeaba, cada alma que se paseaba por el lugar y miraba si hablaba con algunos mirándonos, era conveniente tenerlos vigilados teniendo en cuenta que nos encontrábamos en territorio enemigo.
El señor Etsu nos consiguió un bote motorizado para cruzar, algo que dudaba de que fuese buena idea, pero evidentemente no iba a comentarlo con el comerciante al lado, sería una falta de respeto. Sin decir nada me subí y esperé a salir, para que una vez fuera suspirase y empezase a comentarle al señor Etsu mi opinión.
- No vamos precisamente camuflados señor... cualquiera puede deducir que no somos piratas, como el resto... además, esta lancha es a motor, por lo que nos van a escuchar más a medida que nos acerquemos... no quisiera faltarle al respeto, pero pienso que no estamos haciendo las cosas de la mejor manera, si el criminal tiene al menos dos dedos de frente nos va a ver venir, y una de dos, o huirá, o nos tenderá una trampa... ya lo hecho está hecho, así que tendremos peligro nada mas desembarcar señor Etsu, o al menos eso pienso.- Concluí carraspeando al tiempo que encendí un cigarro y empecé a fumármelo con tranquilidad.
- Al menos moriré fumando, sería irónico ¿No? Encontrar el cadáver mutilado y con el cigarro en la boca... de hecho podría ser una foto excelente para una campaña contra el consumo del tabaco ¿No cree?- Dije riendo un poco para aliviar las tensiones que pudieron producir mi anterior comentario.
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Estaba ya en el bote cuando León me habló. Decía que podrían detectarnos por el ruido del motor y que por nuestras ropas sabrían que no éramos gente de a pie. ¿Cómo podía no haber caído en algo tan simple como aquello, se debería a mi exceso de confianza porque era un simple pirata, os sería un mero descuido que podría habernos costado caro?
-Tienes razón, quizá me emocione un poco -dije bajando mirándolo seriamente -¿damos media vuelta o continuamos y paramos el motor antes de llegar? La ropas no serán problema, seremos más rápidos.
Me quedé esperando un momentos, para ver qué decía, lo que escuché ahora me sacó una sonrisa, decía que si moría lo haría con un cigarr en la boca. Al menos sería buena campaña contra el tabaquismo.
Te quitaría el cigarro de la boca, para que salgas mejor en la foto -dije sonriendo además, en la medida de lo posible intentaría cubrirte la espalda mientras escapas.
Me había sorprendido su comentario, creía que era un hombre serio y que no toleraba una broma, pero de hecho me había equivocado. Me gustaba y esperaba seguir de cerca su avance dentro del CP.
¿Volvemos al pueblo o paramos el motor antes de llegar?, no te preocupes, nos haremos de un remo un tanto raro, pero un remo al fin y al cabo. -le pregunté mientras usaba mi habilidad y un pincho de un metro de alto empezaba a crecer en uno de los laterales del barco.
-Tienes razón, quizá me emocione un poco -dije bajando mirándolo seriamente -¿damos media vuelta o continuamos y paramos el motor antes de llegar? La ropas no serán problema, seremos más rápidos.
Me quedé esperando un momentos, para ver qué decía, lo que escuché ahora me sacó una sonrisa, decía que si moría lo haría con un cigarr en la boca. Al menos sería buena campaña contra el tabaquismo.
Te quitaría el cigarro de la boca, para que salgas mejor en la foto -dije sonriendo además, en la medida de lo posible intentaría cubrirte la espalda mientras escapas.
Me había sorprendido su comentario, creía que era un hombre serio y que no toleraba una broma, pero de hecho me había equivocado. Me gustaba y esperaba seguir de cerca su avance dentro del CP.
¿Volvemos al pueblo o paramos el motor antes de llegar?, no te preocupes, nos haremos de un remo un tanto raro, pero un remo al fin y al cabo. -le pregunté mientras usaba mi habilidad y un pincho de un metro de alto empezaba a crecer en uno de los laterales del barco.
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Mi superior se notó algo dudoso tras mis palabras, efectivamente no había pensado en aquello y corríamos riesgos de ser descubiertos para que huyan o ser victimas de una emboscada. Me sorprendió ver que mi teoría sobre su fallo era cierto, estaba acostumbrado a superiores que suelen ir varios pasos por delante debido a la experiencia, pero esta vez no fue así, quizás mi experiencia al fin era digna de un algo cargo tal y como me decía Deadpool que sería tarde o temprano. Era peligroso a decir verdad, pero una vez que se empieza un camino lo mejor es terminarlo, nada de huir a estas alturas del trayecto.
- Señor Etsu, ya asumí estos riesgos al montar en el bote sin decirle nada, así que sigamos, dar la vuelta y aparecer luego sería sospechoso también. Lo mejor que podemos hacer es continuar y aparentar ser piratas de una banda de gustos finos y elegantes.
Suspiré levemente colocándome en el bote nuevamente y con cierto disimulo miré hacia nuestro destino para ver si lograba notar algún movimiento irregular.
- Si sucede algo, está claro, al agua. Por suerte ninguno somos poseedores de akuma no mi ¿No? Y si llegamos bien, deberíamos de dividirnos. Es tan simple como ir uno por la puerta delantera y otro por la trasera, personalmente prefiero la puerta trasera, es mi especialidad y me dará tiempo a hacer los preparativos. - Dije riendo un poco con el cigarro ya casi acabado.
- Oh, y no se le ocurra quitarme el cigarro de la boca para la foto, ese será un detalle sublime.- Dije riendo levemente. - Así que arranque, tenemos un señor de muchos brazos y nosotros muchas esposas que llevan su nombre.
Me había envalentonado un poco al darme cuenta de que el superior no había caído en el detalle que mencioné y recién me estaba dando cuenta. Al hacerlo sonreí levemente y traté de controlarme como fuese, pero entonces una chispa encendió la bombilla de mi cabeza, quizás él lo hizo aposta a modo de prueba y yo no sabía nada, algo así como un examen. Al fin y al cabo es miembro del Chiper Pol seis, no es un cualquiera.
- Sea como sea, contrólate y sigue con la misión.- Me dije a mi mismo en mis pensamientos para calmarme un poco.
- Señor Etsu, ya asumí estos riesgos al montar en el bote sin decirle nada, así que sigamos, dar la vuelta y aparecer luego sería sospechoso también. Lo mejor que podemos hacer es continuar y aparentar ser piratas de una banda de gustos finos y elegantes.
Suspiré levemente colocándome en el bote nuevamente y con cierto disimulo miré hacia nuestro destino para ver si lograba notar algún movimiento irregular.
- Si sucede algo, está claro, al agua. Por suerte ninguno somos poseedores de akuma no mi ¿No? Y si llegamos bien, deberíamos de dividirnos. Es tan simple como ir uno por la puerta delantera y otro por la trasera, personalmente prefiero la puerta trasera, es mi especialidad y me dará tiempo a hacer los preparativos. - Dije riendo un poco con el cigarro ya casi acabado.
- Oh, y no se le ocurra quitarme el cigarro de la boca para la foto, ese será un detalle sublime.- Dije riendo levemente. - Así que arranque, tenemos un señor de muchos brazos y nosotros muchas esposas que llevan su nombre.
Me había envalentonado un poco al darme cuenta de que el superior no había caído en el detalle que mencioné y recién me estaba dando cuenta. Al hacerlo sonreí levemente y traté de controlarme como fuese, pero entonces una chispa encendió la bombilla de mi cabeza, quizás él lo hizo aposta a modo de prueba y yo no sabía nada, algo así como un examen. Al fin y al cabo es miembro del Chiper Pol seis, no es un cualquiera.
- Sea como sea, contrólate y sigue con la misión.- Me dije a mi mismo en mis pensamientos para calmarme un poco.
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Al parecer estaba comprometido con la causa, había aceptado el peligro desde el mismo momento que subió al bote. Y eso era algo que me gustaba, alguien que no tenía miedo y que estaba dispuesto a darlo todo por el bien común. Lo que se decía que era un héroe, pero lamentablemente los héroes solían morir jóvenes, esperaba que demostrase ser inteligente.
También dijo que si algo pasaba podríamos huir por el agua, ya que ninguno éramos usuarios. Pero estaba equivocado, aunque él no lo fuese yo si.
-Hombre, el agua no es una buena opción -dije mientras hacía crecer un varios ponchos por el borde de la barca -la maldición de tener una akuma. No poder nadar.
Desenvainé la espada y con un movimiento rápido corté limpiamente los pinchos que sobresalían y los arrojé al agua. La barca siguió su camino mientras que me decía que no le quitase el cigarro, lo que me hizo sonreír nuevamente.
-No te quitaré el cigarro si prometes no quitarme mi katana, no hay nada más preciado para un espadachín -comenté mientras miraba fijamente hacia delante.
El bote siguió su rumbo, sin interrupciones, hasta que comenzó a verse el la orilla. Entonces paré el motor y dejé que la pequeña embarcación se meciese tranquilamente entre las aguas. Hice lo mismo que había hecho anteriormente, hacer que creciese un pincho en cada lado de la embarcación, que luego corté con mi katana.
-No serán unos remos perfectos, pero valdrán -comenté mientras hacía crecer un montón de pinchos en el extremo del que había cortado, quedando así un palo con una bola de pinchos muy juntos al final --algo de rozamiento tendrá con el agua, ¿no crees?
La pasé uno de ellos a León mientras me ponía a remar por mi lado. Si no queríamos llamar la atención, lo mejor era no hacer ruido.
También dijo que si algo pasaba podríamos huir por el agua, ya que ninguno éramos usuarios. Pero estaba equivocado, aunque él no lo fuese yo si.
-Hombre, el agua no es una buena opción -dije mientras hacía crecer un varios ponchos por el borde de la barca -la maldición de tener una akuma. No poder nadar.
Desenvainé la espada y con un movimiento rápido corté limpiamente los pinchos que sobresalían y los arrojé al agua. La barca siguió su camino mientras que me decía que no le quitase el cigarro, lo que me hizo sonreír nuevamente.
-No te quitaré el cigarro si prometes no quitarme mi katana, no hay nada más preciado para un espadachín -comenté mientras miraba fijamente hacia delante.
El bote siguió su rumbo, sin interrupciones, hasta que comenzó a verse el la orilla. Entonces paré el motor y dejé que la pequeña embarcación se meciese tranquilamente entre las aguas. Hice lo mismo que había hecho anteriormente, hacer que creciese un pincho en cada lado de la embarcación, que luego corté con mi katana.
-No serán unos remos perfectos, pero valdrán -comenté mientras hacía crecer un montón de pinchos en el extremo del que había cortado, quedando así un palo con una bola de pinchos muy juntos al final --algo de rozamiento tendrá con el agua, ¿no crees?
La pasé uno de ellos a León mientras me ponía a remar por mi lado. Si no queríamos llamar la atención, lo mejor era no hacer ruido.
León Zaid
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Me sorprendí al escuchar que él era usuario de una akuma no mi, por lo que la curiosidad llamó a las puertas de mi cabeza, sin embargo aún no pregunté cual era su poder, prefería esperar a más adelante para ello, mostrarme interesado en el mismo instante quedaría como algo ansioso, convenía dar cierta pausa.
Tras esta, él me comentó que no le tocase la katana, a lo cual si iba a responder tras una leve risa.
- Se como sois los espadachines de verdad con la katana, así que tranquilo, no las tocare nunca a no ser que sea extremadamente necesario. De todas formas, el estilo de la espada jamás me llamó la atención, por lo que no se preocupe, no me interesa su arma.
Posteriormente Etsu me dio un remo para que remase, algo que nunca había realizado, pero tampoco parecía muy difícil. Imitando sus movimientos remé hasta alcanzar en poco tiempo la orilla, estábamos cerca de ella cuando vi adecuado preguntar sobre su poder, al fin y al cabo me iba a ser útil saberlo en la misión.
- Disculpe, pero ¿Cuál es su poder? Veo muchas bolas con pinchos, pero no termino de entenderlo- Pregunté tirando el cigarro y llevándome uno nuevo a la boca para encenderlo de inmediato.- Después de todo, me va a ser necesario para la misión si llega a usarlo.
Todo parecía tranquilo en el lugar, solo la taberna desprendía actividad, una taberna bastante grande con unas escaleras al comienzo y dos ventanas, unas a cada lado de las escaleras. Atrás debería tener una salida, por lo que con la mirada y unos simples gestos le pregunté si me dirigía hacia allí rápidamente. Cabía la posibilidad de que escapasen por allí cuando viesen al señor Etsu entrar por ahí. Si eso sucedía yo estaría atrás, listo para tenderle la trampa a brazos rápidos y tenerle envuelto para llevarlo de inmediato a una base cercana del gobierno.
Tras esta, él me comentó que no le tocase la katana, a lo cual si iba a responder tras una leve risa.
- Se como sois los espadachines de verdad con la katana, así que tranquilo, no las tocare nunca a no ser que sea extremadamente necesario. De todas formas, el estilo de la espada jamás me llamó la atención, por lo que no se preocupe, no me interesa su arma.
Posteriormente Etsu me dio un remo para que remase, algo que nunca había realizado, pero tampoco parecía muy difícil. Imitando sus movimientos remé hasta alcanzar en poco tiempo la orilla, estábamos cerca de ella cuando vi adecuado preguntar sobre su poder, al fin y al cabo me iba a ser útil saberlo en la misión.
- Disculpe, pero ¿Cuál es su poder? Veo muchas bolas con pinchos, pero no termino de entenderlo- Pregunté tirando el cigarro y llevándome uno nuevo a la boca para encenderlo de inmediato.- Después de todo, me va a ser necesario para la misión si llega a usarlo.
Todo parecía tranquilo en el lugar, solo la taberna desprendía actividad, una taberna bastante grande con unas escaleras al comienzo y dos ventanas, unas a cada lado de las escaleras. Atrás debería tener una salida, por lo que con la mirada y unos simples gestos le pregunté si me dirigía hacia allí rápidamente. Cabía la posibilidad de que escapasen por allí cuando viesen al señor Etsu entrar por ahí. Si eso sucedía yo estaría atrás, listo para tenderle la trampa a brazos rápidos y tenerle envuelto para llevarlo de inmediato a una base cercana del gobierno.
Etsu
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Seguíamos avanzando, lenta pero constantemente, León no dejaba de fumar, cosa que en realidad no me molestaba, ya que el poco aire que hacía se llevaba el humo lejos de mí, pero sí que me preocupaba en cierto modo, su salud se resentiría. Pero debía aprender a controlarme con eso, cada uno ya era mayor para saber lo que le convenía o no.
-Lástima, una espada siempre bien bien –respondí intentando parecer agradable cuando me dijo que estuviese tranquilo por mi arma, que no le gustaban las espadas -bueno, supongo que seré yo el que corte.
Seguimos así, me fijé en como miraba el remo improvisado, al parecer parecía un poco desconcertado con él, aunque su cara apenas lo notaba. La confirmación llegó cuando me preguntó en qué consistía la habilidad de mi fruta, por lo que procedía a explicarle.
-Es simple, puedo generar pinchos sobre cualquier superficie no orgánica, claro que si quiero que se mantengan deben ser superficies sólidas –comenté tranquilamente -fíjate en mi traje.
Usé de nuevo mi habilidad, en éste caso sobre mi traje, el del cual empezaron a surgir varios conos puntiagudo que luego pasaban a ser meras arrugas de la ropa. Me ajusté de nuevo el traje y apunté hacia el remo que sostenía entre sus manos, indicándole que mirase la bola de pinchos. Poco a poco fueron creciendo más pinchos en la bola, haciéndose más compacta cada vez.
-Tampoco es la mejor habilidad del mundo, pero al menos no te afecta no tener un tenedor a mano –dije sonriendo.
Llegamos a lo que parecía una taberna algo destartalada, debíamos bajar de la embarcación y entrar, pero antes de hacerlo León me hizo una serie de señas, por lo que entendí, decía que el iría por atrás, lo que era una excelente idea. Asentí levemente y esperé un tiempo prudencial para que él se preparase y se colocase por detrás.
Pasado unos minutos, me coloqué frente a la entrada, cogí aire y empujé la puerta. Tan pronto como entré las voces enmudecieron, había bastante gente con apariencia un tanto sospechosa, pero eso no era lo que buscaba, sino que intentaba encontrar una cara conocida, la del sin brazos. Pero no la encontré.
Me acerqué a la barra con tranquilidad, andando lentamente y analizando la situación, había unas 25 personas en la sala, y 13 de éstas estaban en torno a la misma mesa, hablando con un hombre gordo que supuse que era el camarero.
-Disculpe señor, ¿ha notado algo extraño últimamente? –pregunté intentando entablar una conversación con él.
-Cada vez los mandan más niños… –dijo mientras seguía hablando con los integrantes de la mesa.
Al parecer había pasado de mí, eso era algo que no me gustaba, pero debía mantenerme calmado si quería que la misión resultase exitosa.
-A lo mejor no me ha oído –comencé procurando parecer calmado -le he preguntado si ha visto algo raro por aquí últimamente.
-Oh, el niño bonito se ha vuelto insistente –comentó una voz femenina desde la mesa.
La mujer que había hablado se levantó, se trataba de una mujer alta, con melena rosada y unos enormes ojos de color miel. Sacó un cuchillo de su bota izquierda y me lo puso a la altura del cuello. Mientras tanto yo no hice nada, simplemente mantuve la calma y esperé a que hablase nuevamente.
-¿qué trae por aquí a un CP como tu? –preguntó la mujer con voz dulce pero dura.
-Jilgan Halfar –musité mientras la mujer daba un leve respingo -¿sabes dónde se esconde?
-Si, pero lamentablemente, ¡tú no lo sabrás! –dijo mientras movía rápidamente su mano hacia mí, que tenía otro cuchillo.
Moví rápidamente mi cuerpo, colocándome detrás de ella, realicé un sigan directo a cada uno de sus hombros, con la potencia necesaria solo para hacer daño, no penetraría su piel, pero aun así los hombros le dolerían lo suficiente como para no levantarlos en un rato.
Luego le di un empujón para tirarla al suelo y con un ágil movimiento de mi pierna izquierda realicé un rankyaku que partió limpiamente la mesa por la mitad, sin dañar a ninguno de los allí presentes.
-CP 6, Etsu Shiroi –me presenté -no me interesa nada de lo que pasa aquí, solo quiero a Jilgan Halfar.
Mis palabras produjeron un revuelo general en la sala, pero yo ya sabía que pasaría eso, así que me desplacé rápidamente con kamisori kempo hasta colocarme delante de la puerta, levantando la pierna derecha para realizar otro rankyaku si hacía falta.
Algunos en vez de dirigirse hacia la puerta desaparecieron tras la cocina, sin duda intentaría huir por la trasera. Pero no había venido solo, Seguro que León era capaz de hacerse cargo de ello.
-Lástima, una espada siempre bien bien –respondí intentando parecer agradable cuando me dijo que estuviese tranquilo por mi arma, que no le gustaban las espadas -bueno, supongo que seré yo el que corte.
Seguimos así, me fijé en como miraba el remo improvisado, al parecer parecía un poco desconcertado con él, aunque su cara apenas lo notaba. La confirmación llegó cuando me preguntó en qué consistía la habilidad de mi fruta, por lo que procedía a explicarle.
-Es simple, puedo generar pinchos sobre cualquier superficie no orgánica, claro que si quiero que se mantengan deben ser superficies sólidas –comenté tranquilamente -fíjate en mi traje.
Usé de nuevo mi habilidad, en éste caso sobre mi traje, el del cual empezaron a surgir varios conos puntiagudo que luego pasaban a ser meras arrugas de la ropa. Me ajusté de nuevo el traje y apunté hacia el remo que sostenía entre sus manos, indicándole que mirase la bola de pinchos. Poco a poco fueron creciendo más pinchos en la bola, haciéndose más compacta cada vez.
-Tampoco es la mejor habilidad del mundo, pero al menos no te afecta no tener un tenedor a mano –dije sonriendo.
Llegamos a lo que parecía una taberna algo destartalada, debíamos bajar de la embarcación y entrar, pero antes de hacerlo León me hizo una serie de señas, por lo que entendí, decía que el iría por atrás, lo que era una excelente idea. Asentí levemente y esperé un tiempo prudencial para que él se preparase y se colocase por detrás.
Pasado unos minutos, me coloqué frente a la entrada, cogí aire y empujé la puerta. Tan pronto como entré las voces enmudecieron, había bastante gente con apariencia un tanto sospechosa, pero eso no era lo que buscaba, sino que intentaba encontrar una cara conocida, la del sin brazos. Pero no la encontré.
Me acerqué a la barra con tranquilidad, andando lentamente y analizando la situación, había unas 25 personas en la sala, y 13 de éstas estaban en torno a la misma mesa, hablando con un hombre gordo que supuse que era el camarero.
-Disculpe señor, ¿ha notado algo extraño últimamente? –pregunté intentando entablar una conversación con él.
-Cada vez los mandan más niños… –dijo mientras seguía hablando con los integrantes de la mesa.
Al parecer había pasado de mí, eso era algo que no me gustaba, pero debía mantenerme calmado si quería que la misión resultase exitosa.
-A lo mejor no me ha oído –comencé procurando parecer calmado -le he preguntado si ha visto algo raro por aquí últimamente.
-Oh, el niño bonito se ha vuelto insistente –comentó una voz femenina desde la mesa.
La mujer que había hablado se levantó, se trataba de una mujer alta, con melena rosada y unos enormes ojos de color miel. Sacó un cuchillo de su bota izquierda y me lo puso a la altura del cuello. Mientras tanto yo no hice nada, simplemente mantuve la calma y esperé a que hablase nuevamente.
-¿qué trae por aquí a un CP como tu? –preguntó la mujer con voz dulce pero dura.
-Jilgan Halfar –musité mientras la mujer daba un leve respingo -¿sabes dónde se esconde?
-Si, pero lamentablemente, ¡tú no lo sabrás! –dijo mientras movía rápidamente su mano hacia mí, que tenía otro cuchillo.
Moví rápidamente mi cuerpo, colocándome detrás de ella, realicé un sigan directo a cada uno de sus hombros, con la potencia necesaria solo para hacer daño, no penetraría su piel, pero aun así los hombros le dolerían lo suficiente como para no levantarlos en un rato.
Luego le di un empujón para tirarla al suelo y con un ágil movimiento de mi pierna izquierda realicé un rankyaku que partió limpiamente la mesa por la mitad, sin dañar a ninguno de los allí presentes.
-CP 6, Etsu Shiroi –me presenté -no me interesa nada de lo que pasa aquí, solo quiero a Jilgan Halfar.
Mis palabras produjeron un revuelo general en la sala, pero yo ya sabía que pasaría eso, así que me desplacé rápidamente con kamisori kempo hasta colocarme delante de la puerta, levantando la pierna derecha para realizar otro rankyaku si hacía falta.
Algunos en vez de dirigirse hacia la puerta desaparecieron tras la cocina, sin duda intentaría huir por la trasera. Pero no había venido solo, Seguro que León era capaz de hacerse cargo de ello.
- ”Huida por atrás”:
- A ver, por lo general los que huyen por la puerta de atrás son los cobardes que no quieren hacer frente a los que se le presenta delante. También pueden ser los más inteligentes, que prefieren evitar problemas. Así que ya verás tú como te lo montas, León.
León Zaid
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El señor Etsu hizo referencia a que sería el quien cortase, ante lo cual reí un poco mirándole algo divertido.
- Que no maneje espadas no quiere decir que no pueda cortar señor... de hecho me gusta provocar cortes y tener al oponente débil al tiempo que sufriendo... es el momento donde están más vulnerables.
Pensándolo bien quizás había sonado demasiado sádico, lo cuál no tenía ni idea de si gustaría o no al señor Etsu y durante unos instantes me tuvo pensativo. Posteriormente me hizo una demostración de su habilidad que me pareció asombroso, es cierto que no era el mejor poder, pero utilizado con inteligencia y en el momento adecuado podría dar la vuelta a cualquier misión, con solo poner pinchos en los laterales de la ropa del rival correr normal le sería imposible, se entorpecería, más aún si era en los pies, donde la huida no sería algo real.
- Vaya señor, creo que subestima su poder, es realmente útil en multitud de ocasiones a parte de esa- Dije riendo tras su broma del tenedor.
Pero finalmente llegamos al sitio clave, en donde me dirigí raudo atrás y coloqué varios hilos en la zona baja de la salida, aunque sin tensar por si salía otra persona. En el suelo había 4 hilos más sin tensar, listos para envolver los brazos el rival cuando cayese o levantarlos si esquiva el primer hilo. Tuve tiempo de preparar más cosas, sin embargo no me parecía digno para el sospechoso, además de que su escapada, en caso de darse, no sabría cuando sería, de pillarme preparando más hilos sería ridículo y escaparía con facilidad.
Desde fuera escuchaba las conversaciones que mantenían el camarero y el señor Etsu, realmente me puso nervioso y estaba deseando entrar para matar a ese camarero, enseñarle que un niño era capaz de acabar con su vida y toda su taberna, sin embargo debía de guardar estas emociones y tomármelo con tranquilidad, no podía hacer eso a un simple ciudadano. Entonces escuché un revuelo viniendo hacia mi y sonreí soltando varios hilos hacia atrás al tiempo que encendía un cigarro.
Mientras encendía el cigarro salieron deprisa varias personas, a las cuales dejé pasar tras mirarme algo dubitativos, pero nada más hacerlo solté el humo de mi boca y apretando los puños moví los brazos hacia delante, cogiendo con todos esos hilos las piernas de aquellos que escapaban. La trampa de la puerta seguía sin tensar y lista por si aparecía el hombre del cartel, pero ahora me fijaría en los clientes espantados.
- Buenas tardes señores... - Les dije reteniéndolos cuando querían escapar. - ¿Se fueron sin pagar? ... eso es delito, lo sabéis ¿Verdad?... eso os hace criminales, y aunque no es motivo para acabar en la gran prisión, si no colaboráis conmigo quizás use algunos contactos para que entréis... nivel 1, el más suave... allí todo el suelo tiene pinchos, y no os detendría yo, podríais correr todo lo que quisierais... es más, tenéis la obligación de correr... - Me acerqué soltando más hilos para atar sus manos y reí con maldad apretando sus muñecas. - Lo lamento, pero soy un experto asesino y me han prohibido matar a ciudadanos no buscados... sin embargo nadie dijo nada de torturar jajajaja ¿Qué? ¿Me contáis dónde está Jilgan Halfar ahora o tendremos que jugar más? Por mi no hay problema, adoro la diversión, ver lágrimas, escuchar gritos, jajajajaja, no hay nada mejor que eso ¿No creen?
- Que no maneje espadas no quiere decir que no pueda cortar señor... de hecho me gusta provocar cortes y tener al oponente débil al tiempo que sufriendo... es el momento donde están más vulnerables.
Pensándolo bien quizás había sonado demasiado sádico, lo cuál no tenía ni idea de si gustaría o no al señor Etsu y durante unos instantes me tuvo pensativo. Posteriormente me hizo una demostración de su habilidad que me pareció asombroso, es cierto que no era el mejor poder, pero utilizado con inteligencia y en el momento adecuado podría dar la vuelta a cualquier misión, con solo poner pinchos en los laterales de la ropa del rival correr normal le sería imposible, se entorpecería, más aún si era en los pies, donde la huida no sería algo real.
- Vaya señor, creo que subestima su poder, es realmente útil en multitud de ocasiones a parte de esa- Dije riendo tras su broma del tenedor.
Pero finalmente llegamos al sitio clave, en donde me dirigí raudo atrás y coloqué varios hilos en la zona baja de la salida, aunque sin tensar por si salía otra persona. En el suelo había 4 hilos más sin tensar, listos para envolver los brazos el rival cuando cayese o levantarlos si esquiva el primer hilo. Tuve tiempo de preparar más cosas, sin embargo no me parecía digno para el sospechoso, además de que su escapada, en caso de darse, no sabría cuando sería, de pillarme preparando más hilos sería ridículo y escaparía con facilidad.
Desde fuera escuchaba las conversaciones que mantenían el camarero y el señor Etsu, realmente me puso nervioso y estaba deseando entrar para matar a ese camarero, enseñarle que un niño era capaz de acabar con su vida y toda su taberna, sin embargo debía de guardar estas emociones y tomármelo con tranquilidad, no podía hacer eso a un simple ciudadano. Entonces escuché un revuelo viniendo hacia mi y sonreí soltando varios hilos hacia atrás al tiempo que encendía un cigarro.
Mientras encendía el cigarro salieron deprisa varias personas, a las cuales dejé pasar tras mirarme algo dubitativos, pero nada más hacerlo solté el humo de mi boca y apretando los puños moví los brazos hacia delante, cogiendo con todos esos hilos las piernas de aquellos que escapaban. La trampa de la puerta seguía sin tensar y lista por si aparecía el hombre del cartel, pero ahora me fijaría en los clientes espantados.
- Buenas tardes señores... - Les dije reteniéndolos cuando querían escapar. - ¿Se fueron sin pagar? ... eso es delito, lo sabéis ¿Verdad?... eso os hace criminales, y aunque no es motivo para acabar en la gran prisión, si no colaboráis conmigo quizás use algunos contactos para que entréis... nivel 1, el más suave... allí todo el suelo tiene pinchos, y no os detendría yo, podríais correr todo lo que quisierais... es más, tenéis la obligación de correr... - Me acerqué soltando más hilos para atar sus manos y reí con maldad apretando sus muñecas. - Lo lamento, pero soy un experto asesino y me han prohibido matar a ciudadanos no buscados... sin embargo nadie dijo nada de torturar jajajaja ¿Qué? ¿Me contáis dónde está Jilgan Halfar ahora o tendremos que jugar más? Por mi no hay problema, adoro la diversión, ver lágrimas, escuchar gritos, jajajajaja, no hay nada mejor que eso ¿No creen?
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La mujer a la que había golpeado se había reincorporado y hacía alguna que otra mueca de dolor, parecía enojada, sin duda. La había dejado en ridículo delante de sus compañeros de mesa que eran los únicos que no se habían levantado ni provocado ningún barullo.
-¡Tú, me las pagarás! -dijo la mujer mientras corría rápidamente hacia mí.
Rankyaku -dije mientras movía la pierna que ya tenía preparada para realizar una onda cortante que seguramente esquivaría.
Tal y como había supuesto saltó para evadir el golpe, que se estrelló donde segundos antes habían estado sus pies. Pero yo también me moví, me coloqué tras ella a una velocidad sobrehumana dispuesto a darle un golpe en la nuca para noquearla. Pero en el último instante algo me detuvo.
Me fijé en que se trataba de una mano enorme, como dos de las mías, que sin ningún miramiento me lanzó contra una pared. A pesar de la sorpresa inicial conseguí recuperar el equilibrio en el aire, y golpeé la pared a la vez que flexionaba las piernas para amortiguar el impacto.
-No deberías meterte con las señoritas -dijo el hombre alto que me había detenido. Su cabello era de color azul, y sus ojos pequeños y oscuros.
Se acercó a mi, corriendo, a la vez que llevaba hacia atrás su puño izquierdo, con la intención de golpearme. Pero yo era más rápido, hice el mismo movimiento, solo que en vez de cerrar el puño, estiré mi dedo índice.
-Shigan -musité al impactar contra su cuerpo, el dedo se hundió en su carne, produciéndome una sensación un tanto desagradable.
Le había golpeado en el pecho, el cual estaba empezando a cubrirse de sangre rápidamente. Los demás que estaban sentados en torno a la mesa se levantaron como si tuviesen un resorte. Los miré detenidamente, pero no pude reconocer a nadie.
-El que me ataque será atacado -dije con firmeza -ahora, ¿alguien sabe algo de Jilgan Halfar?
-¡Tú, me las pagarás! -dijo la mujer mientras corría rápidamente hacia mí.
Rankyaku -dije mientras movía la pierna que ya tenía preparada para realizar una onda cortante que seguramente esquivaría.
Tal y como había supuesto saltó para evadir el golpe, que se estrelló donde segundos antes habían estado sus pies. Pero yo también me moví, me coloqué tras ella a una velocidad sobrehumana dispuesto a darle un golpe en la nuca para noquearla. Pero en el último instante algo me detuvo.
Me fijé en que se trataba de una mano enorme, como dos de las mías, que sin ningún miramiento me lanzó contra una pared. A pesar de la sorpresa inicial conseguí recuperar el equilibrio en el aire, y golpeé la pared a la vez que flexionaba las piernas para amortiguar el impacto.
-No deberías meterte con las señoritas -dijo el hombre alto que me había detenido. Su cabello era de color azul, y sus ojos pequeños y oscuros.
Se acercó a mi, corriendo, a la vez que llevaba hacia atrás su puño izquierdo, con la intención de golpearme. Pero yo era más rápido, hice el mismo movimiento, solo que en vez de cerrar el puño, estiré mi dedo índice.
-Shigan -musité al impactar contra su cuerpo, el dedo se hundió en su carne, produciéndome una sensación un tanto desagradable.
Le había golpeado en el pecho, el cual estaba empezando a cubrirse de sangre rápidamente. Los demás que estaban sentados en torno a la mesa se levantaron como si tuviesen un resorte. Los miré detenidamente, pero no pude reconocer a nadie.
-El que me ataque será atacado -dije con firmeza -ahora, ¿alguien sabe algo de Jilgan Halfar?
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Para mi sorpresa, uno de los que había atrapado tenía las manos libres, logró escapar a tiempo de los hilos para no ser atrapado, y por sus rasgos faciales se le veía bastante más alterado que al resto, con lo que solté los pies de todos menos de él.
- Eres tu ¿Cierto? Jilgan Halfar, no tengo orden de capturarte vivo, pero estoy seguro que no quieres que te mate, ¿Cierto? Hagamos una cosa, te capturare y te meteré dentro de la taberna, te invitare a algo y luego nos iremos pacíficamente ¿Si?.
Esperé unos segundos a su respuesta mientras movía varios hilos alrededor de su cuerpo, listos para apretar sobre sus hombros y brazos en el momento justo para dejarle atrapado de manos.
- Si no te gusta, puedes intentar huir, y no tendré mas remedio que matarte...
Guardó silencio y acto seguido y con rapidez envolví sus hombros en hilos bajando estos a la vez que le rodeaban para tenerle atado hasta la muñeca, fija a la cintura. Tras esto lo levanté y solté los hilos de sus pies para que pudiese andar al menos. Una vez en pie le indiqué que entrase en la taberna y así lo hizo, siguiéndole yo con las manos metidas en el bolsillo y fumando un cigarro.
- Hola, buenas tardes ¿Alguien podría servirme un zumo? Y dos más, uno para mi amigo y otro para mi nuevo y especial amigo, Jilgan Halfar. De piña por favor, y rápido, que se les va las vitaminas.- Dije en voz alta con una sonrisa atando al tipo en la barra con varios hilos imposibles de partir solo con fuerza humana.
Me acerqué entonces a la mesa donde todos estaban en pie enfocando mi mirada llena de odio hacia todos ellos, exhalé humo y dejé el cigarro en el suelo pisándolo. Aclarando mi voz y sacando una sonrisa misteriosa comencé a hablar nuevamente.
- ¿Sabéis esa sensación placentera que se tiene al matar a una persona? Pero no una muerte rápida, una lenta y detallada, empezando por arrancar la piel y poco a poco las extremidades... es un placer que trabajando para el gobierno puedo llevar a la práctica... por favor, lanzaos hacia nosotros y tendré la coartada perfecta para poder destrozaros y que lloreis por vuestra muerte.
El ambiente hostil del sitio pasó a ser un ambiente de miedo, y encendiendo otro cigarro reí a carcajadas dándome la vuelta para coger a Jilgan Halfar por el hombro.
- Jajaja, bebamos eso y vamos rápido a tu nuevo hogar amigo. - Miré de reojo al señor Etsu y le guiñé un ojo sonriente. - Misión cumplida jefe.
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Esperé unos segundos a su respuesta mientras movía varios hilos alrededor de su cuerpo, listos para apretar sobre sus hombros y brazos en el momento justo para dejarle atrapado de manos.
- Si no te gusta, puedes intentar huir, y no tendré mas remedio que matarte...
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Me acerqué entonces a la mesa donde todos estaban en pie enfocando mi mirada llena de odio hacia todos ellos, exhalé humo y dejé el cigarro en el suelo pisándolo. Aclarando mi voz y sacando una sonrisa misteriosa comencé a hablar nuevamente.
- ¿Sabéis esa sensación placentera que se tiene al matar a una persona? Pero no una muerte rápida, una lenta y detallada, empezando por arrancar la piel y poco a poco las extremidades... es un placer que trabajando para el gobierno puedo llevar a la práctica... por favor, lanzaos hacia nosotros y tendré la coartada perfecta para poder destrozaros y que lloreis por vuestra muerte.
El ambiente hostil del sitio pasó a ser un ambiente de miedo, y encendiendo otro cigarro reí a carcajadas dándome la vuelta para coger a Jilgan Halfar por el hombro.
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- Un nuevo conocido [Privado León Zaid & Date Musashi]
- [Privado, pasado][Nemonic, Joseph Leto, Etsu Rui, Etsu Shiroi] En busca del fugitivo
- [Presente // Privado // Bleyd, Etsu] Conociendo al nuevo
- [privado] Descubriendo aliados. Vagando por el cuartel. (Privado Nocturne y León Zaid)
- [Privado // Sir Lanxerot, Etsu Shiroi] Las habilidades del CP1
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