Montañas con sorpresas (Privado/Uracha y Alice Turner)

Montañas y mas montañas eso podía ver ami alrededor, no parecía que esta isla estuviera habitada, y si me encontrara con alguien seria con algún que otro animal o bestia de este lugar, bueno al menos seria otra isla que habría visitado mas y quien sabe quizás me guarda alguna sorpresa esta isla la verdad, no tenia ni idea pero yo por mi parte seguía caminando por aquel sendero de la montaña y junto a mi, como siempre se encontraba Viento mi fiel lobo que seguramente no le gustaría mucho el clima de esta isla.

-Tranquilo Viento, se que hace mucha calor, pero en cuanto encontremos un sitios con sombra te aseguro que descansaremos allí un poco.-

por mala suerte no corría ni un poco de viento y no había ni una sola nube que tapara el sol, y para ser sincero, eso podría llegar a ser muy malo.

Tras caminar durante un buen rato no aguante mas, y di un grito -¡¡¡¡Venga ya tiiiiio no va a pasar nada interesante en esta isla desolada!!!!!

dije muy aburrido mientras acariciaba a Viento y le daba de agua.

Casi tuvo que amenazar a punta de katana a esos pescadores para que la acercaran a la isla. Y supuestamente volverían a por ella en unos días... esperaba que fuera verdad porque si no estaría muy perdida. O jodida. En realidad ambas. No sabía de qué tenían miedo aquellos hombres, si en realidad nadie sabía o recordaba qué había pasado en la isla. Podía deberse al miedo a los animales salvajes que la poblaban pero sonaba como algo más.

Pensaba todo aquello mientras caminaba por la arena, caliente debido al sol. Quería investigar las ruinas. Y se encontraban al sur. ¿No podían haberla dejado en otro sitio de la isla? Pues no, estaba completamente al norte. A ver, tenía dos opciones. Las secas montañas formaban un círculo dentro de la isla, dejando solo playas fuera. Tendría que cruzarlas igualmente para llegar a su destino, no le quedaba más remedio. Lo que podía hacer era evitar el frondoso bosque y rodear las montañas hasta el sur.

Descartado, moriría de deshidratación, asada a fuego lento. ¿Que había bestias en el bosque? Pues perfecto para un entrenamiento. Al menos dispondría de sombra y quizás incluso de agua. Comenzó a caminar sintiendo como sus katanas chocaban con sus piernas mientras avanzaba. Todo era de un color marrón, seco, árido. Esperaba que la selva de dentro tuviera más vida.
Miró a su alrededor. El mar estaba muy tranquilo, una ligera brisa caliente corría. En el cielo azul, que apenas se distinguía del agua unos pájaros volaban en círculos sobre su cabeza. "Carroñeros" pensó, sólo una palabra pero extrañamente cargada de desprecio.

Se sentía tan sola a veces. Por eso casi deseaba ir al encuentro de aquellos animales, caminar entre los árboles. Estar rodeada de vida, aunque fuera vida hostil. A veces incluso pensaba que le gustaría tener a alguien que la acompañara en su viaje a ninguna parte. Pero se le pasaba rápido. Ella no estaba hecha para la compañía veinticuatro horas al día.

Siguió caminando en dirección a la montaña, a su ritmo, mientras la arena se convertía en piedra y tierra bajo sus pies.

Tras terminar de darle de beber agua a Viento seguimos nuestro camino y mientras caminábamos parecía como si el camino se repitiera una y otra vez el mismo color del suelo, las mismas piedras, la misma lagartija e incluso las mismas aves arriba que para ser sincero no parecían muy amigables, aunque una cosa la tenia clara si creían que iba a morir aquí la llevaban clara esos pajaritos, ademas mas bien ellos serian la comida como no encontrara algo pronto de comer.

-Viento, estamos apunto de llegar a la cima de la montaña seguro que allí habrá algún lugar con sombra, no te preocupes-

Viento comenzó a olfatear algo y luego comenzó a acelerar un poco el paso, al parecer había captado algo y eso podría ser muy bueno sin perder ni un segundo ambos comencemos a correr mientras dejaba a Viento en primer lugar para que me guiara al poco tiempo lleguemos a la cima de la montaña y para mi sorpresa había una especie de cueva no muy profunda y dentro de esta dentro de esta en una pared me percate como viento estaba bebiendo agua y si Viento estaba bebiendo estaba claro que seria potable.

-Que haría yo sin ti, te debo muchísimo.-

Cuando termino de beber,  rellene mis dos cantimploras y luego nos quedemos en la entrada de la cueva a la sombra a continuación saque algo de carne y se la di a Viento y para mi saque mi tipico bocadillo de mortadela.

-Mis queridos bocadillos de mortadela dije muy feliz dándole un bocado-

tras terminar de comer ambos me tumbe y me quede mirando el cielo tranquilamente mientras Viento estaba ami lado y lo acariciaba.

Sus piernas ya estaban un poco quemadas y sobre todo, muy cansadas para cuando llegó a la cima. Cosas de llevar pantalones cortos. Miró a su alrededor. Ya era de noche y sólo un leve resplandor causado por la luna iluminaba la isla. Delante de ella se extendía una selva, rebosante de vegetación y de la que salían sonidos de animales.

Sacudió la cabeza. Debía intentar encontrar un sitio seguro donde descansar. Se estremeció y abrazó a sí misma. Ahora sí que ya hacía frío suficiente como para volver a ponerse aquella sudadera raída. Echó a caminar en dirección al este, suponiendo que no muy lejos podría encontrar cuevas que le sirvieran como refugio. Y allí no era probable que fueran la guarida de ninguna bestia salvaje. Todo parecía tan... desolado. "¿Sabes qué es lo peor de no tener alguien que te acompañe? No poder turnarse con nadie para hacer guardia." "Vale, ya he llegado a ese punto en que estoy fatal. ¿Qué hago hablando sola?

Vio a duras penas un oscuro agujero en la falda de la montaña y avanzó hacia él casi por inercia. Apenas le quedaba comida y de agua tampoco iba sobrada. El cansancio ya la atacaba sin pesar para cuando llegó. "A lo mejor esto no era tan buena idea" pensaba al tiempo que resoplaba. Frenó en seco a unos 5 metros. Tumbados a la entrada se hallaban un chico aparentemente joven y un precioso lobo de pelaje blanco. Se acercó un poco más y este último pareció notarlo. "¿Será peligroso? ¿O una simple mascota?" Quería acercarse a tocarlo; su fascinación por los animales y el cariño que le despertaban era curioso. Pero claro que no lo haría sin saber si la atacaría y además debería centrarse en el chico.

No era capaz de apreciar del todo cómo de alto era desde donde se encontraba pero lo que sí notaba eran los fuertes músculos que tenía y la especie de armadura que llevaba puesta. Era moreno de piel y de pelo negro y un poco largo. O quizás no, llevaba demasiado tiempo al sol como para distinguir con precisión los detalles. Lo que sí podía ver era una gran espada ancha cerca de su cabeza...
No tenía sentido jugar la carta de la transparencia ahora así que decidió acercarse simplemente.

-Hey -dijo dirigiéndose al chico para averiguar si estaba despierto o no. Inconscientemente llevó una de sus manos a una katana, pero se dio cuenta y rectificó. Puso las manos por delante, enseñándolas para demostrar que no iba con intención de atacar. -No quiero problemas, sólo saber si tienes algo de comida o agua. Te lo compensaré de alguna manera cuando me reponga, saliendo a cazar y todas esas cosas.

El tiempo pasaba y poco a poco se iba haciendo de noche, y si algo había aprendido era que en este tipo de ambientes al llegar la noche la temperatura bajaba demasiado, la mejor opción era encender una hoguera y pasar la noche en aquella cueva, y la verdad tenia agua y aun me quedaba algo de comida, no podía quejarme demasiado, ademas de que nunca estaba solo por que junto a mi siempre se encontraba viento, tras reunir algo de madera y hierba seca no tarde demasiado en hacer fuego luego cogí un poco de carne y la coloque cerca del este para que se cocinara.

Mientras tanto yo seguía hablando con Viento mientras miraba la luna y las estrellas cuando de repente note como este se dio cuenta de algo, pero no le di mucha importancia  seguidamente pude escuchar la voz de una chica la cual por su tono parecía joven, sin dudarlo la mire parecía bastante guapa, era delgada pero se veía fuerte, su tez blanca destacaba debido a su pelo de color negro y ligeramente ondulado parecía llegarle hasta la mitad de la espalda, era delgada y de estatura media y tenia un buen cuerpo, pero parecía cansada estaba casi seguro de que llevaba bastante tiempo caminando llevaba una sudadera raída pero la verdad es que era una chica realmente guapisima, parecía algo seria pero eso no me preocupaba, me levante y le sonreí.

-Acércate a la hoguera hace frio, puedes coger toda la comida que quieras, aunque yo como mucho mas vale que seas rápida, y por el agua no te preocupes, dentro de la cueva hay agua potable, puedes beber toda la que quieras... y tranquila Viento no es un lobo domado, pero no ataca ano ser que yo este en peligro, puedes acariciarlo sin problema, es muy amigable.-

Mientras hablaba este se quedo mirando a la chica y luego se acerco a ella y tras olerla durante unos segundos le lamió la mano que estaba cerca de sus katanas y luego la empujo un poco hacia la hoguera.

-Vaya parece que viento también quiere que nos acompañes esta noche.- A continuación me acerque hasta ella y la cogí de la mano y la lleve hasta el fuego para que entrara en calor, por cierto mi nombre el Uracha encantado de conocerte. Dije bastante alegre de haber encontrado a alguien mas.

-Que bien en Viento así ya no estaremos solos.-dije aun sonriendo.

Le sorprendió la familiaridad con la que la trató. La trataron, mejor dicho. ¿Había alguna intención oculta que explicara aquel buen trato? ¿Sólo la veía demasiado débil y cansada como para negarle ayuda o pensaba que su presencia no entrañaba ningún peligro? Bueno, su sonrisa no parecía para nada falsa así que no perdía nada. También el animal parecía agradable y el miedo que podía tener de que la atacara se disipó cuando empezó a lamerle la mano. Alice no puedo evitar que se le escapara una pequeña sonrisa y unas breves caricias en la cabeza del lobo.

Se sobresaltó cuando aquel chico se dirigió hacia donde estaba ella y más todavía cuando la cogió de la mano para guiarla hasta la hoguera. No es que le resultara desagradable pero el estado de alerta era continuo en ella y no lo podía ignorar. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para no soltarse y apartarse unos metros pero aguantó, porque suponía que a él le iba a parecer mal. Una vez en el improvisado campamento y para mantener las distancias se sentó enfrente de él, quedando separados por el fuego y sorprendemente el lobo la siguió. Lo miró mejor... ¿hasta hace un momento no era más blanco? Parecía ir oscureciéndose con el tiempo o quizás fueran imaginaciones suyas. Empezó a acariciarle el lomo y detrás de las orejas. No parecía nada disgustado con ello. ¿Cómo es que era tan manso para ser de su especie?  

No podía evitarlo eternamente. Se llevó la mano a la mejilla donde estaba su cicatriz, como solía hacer cuando estaba nerviosa.
-Gracias por... -intentó pensar en que decir- dejar que me quede por aquí con vosotros. Soy Alice Turner -dijo a modo de simple presentación. -¿Cómo te llamas? ¿Y qué haces por aquí?

Quizás eran demasiadas preguntas teniendo en cuenta que ella era la invitada y acababa de llegar. Pero es que todavía tenía más preguntas que no iba a formular. Extendió las manos hacia el fuego para calentarlas más; no se había imaginado que haría tanto frío en la isla por la noche y le daba la impresión de que más que dormir tiritaría hasta el amanecer. ¿El lobito se tumbaría a su lado? Sería como un peluche genial y le iba a dar mucho calor. Sonrió un poco otra vez pero ahora para sí misma. ¿Qué hacía pensando en esas cosas?

-Mañana emprenderé el camino hacia las ruinas atravesando la selva. Ya no te molestaré más pero si quieres puedo cazar algo antes de irme como pago por lo que me has dado...

Había comido y bebido suficiente y se acurrucó al lado de la hoguera, esperando que le respondiera a todo. Notaba que con el estómago lleno, el sueño se iba apoderando de ella aunque todavía temblaba un poco por el frío. De todos modos el estado de alerta seguiría. Y puede que hubiera dejado sus katanas apartadas pero todavía tenía el cuchillo y la daga escondidos debajo de su ropa.

La chica se sentó enfrente de mi pero nos separaba el fuego y Viento se sentó junto a ella la verdad  parecía algo nerviosa, en cierto modo era normal, siempre he sido una persona muy confiada y quizás me tomaba tomado demasiada confianza sin casi conocerla, pero bueno yo solo me comporto como  siempre, mientras miraba el fuego me percate como ella estaba acariciando a Viento era típico el siempre llamaba la atención de todo el mundo.

Seguidamente ella comenzó a hablar estaba agradecida por dejarla quedarse con nosotros y seguidamente dijo su nombre y me pregunto el mio...

-Encantado de conocerte Alice, mi nombre es Uracha  D. Azertxo y el es viento y estoy seguro que ambos nos alegramos de que nos acompañes hoy.- dije mirándola alegremente  -No hacemos nada en especial aquí, solo exploramos el lugar, y parecía que esta isla iba a ser muy aburrida, pero por suerte me equivoque, nos hemos encontrado contigo, siempre es bueno conocer a gente nueva, no crees.- pregunte con curiosidad

Mientras hablaba con la chica observaba como el sueño se apoderaba de ella, era normal ambos estábamos cansados y necesitábamos dormir, entonces ella volvió a hablarme dijo que emprendería camino hacia las ruinas y atravesaría la selva a continuación dijo que dejaría de molestarme y nada mas escuchar eso me metí por medio.

-Pues decidido nos vamos a ver esas ruinas, estaré contigo todo el tiempo que pueda, así nos divertiremos juntos, y nos podremos conocer mas.-

Me quede mirándola fijamente y le sonreí. -Anda pequeña, duérmete yo vigilare y luego lo hará Viento, no te preocupes.-

-Y tranquila no pasaras frió.- A continuación mire a Viento  -Por favor quédate junto a ella toda la noche y dale todo el calor que puedas.-

Viento miro a Alice y le lamió la mejilla para luego pegarse lo máximo posible a ella.

"Así que Uracha... ¿Por qué se tomaba esas confianzas con alguien que acababa de conocer? Aunque en cierto modo es agradable que se preocupen por mí, me resulta muy extraño. Me cuesta demasiado confiar en la gente y ya no tengo claro si eso es algo bueno o malo."
El lobo, Viento le había oído decir que se llamaba se acostó a su lado pegándose lo más posible a su cuerpo. Su pelaje era muy suave y parecía muy bien cuidado. Se rió un poco cuando le hizo cosquillas en el cuello y pasó la mano por su lomo. Estaba calentito y era muy agradable. En algún momento Alice cerró los ojos y su respiración se hizo más profunda.


Se despertó nada más salir el sol. Viento seguía a su lado pero vigilante. Uracha en cambio roncaba a gusto al otro lado de la hoguera después de que su turno de guardia terminara. Ally se sentía un poco culpable por no haber hecho guardia ella también pero la noche anterior sabía que no estaba en condiciones. Se levantó despacio y fue al riachuelo a beber y a quitarse algo de arena y tierra que se le había pegado a lo largo del camino. Cuando salió de la cueva soplaba un viento frío. El lobo seguía exactamente en la misma posición, expectante, mientras que el chico cada vez adoptaba posturas más extrañas para dormir y removía su manta.

-Viento, vuelvo en un rato -le susurró al animal mientras le guiñaba un ojo de forma cómplice por alguna razón que ella misma desconocía.

Exploró los alrededores. Apenas había vegetación con lo cual la probabilidad de encontrar algún vegetal comestible era casi nula. ¿Habría algún animal salvaje en el resto de cuevas? Si lo había tendría que ser en alguna en la que también tuviera agua potable como la que habían encontrado. Dos grietas más allá encontró lo que buscaba. Agua, pequeñas plantas y conejitos sin escapatoria posible.

Cuando volvió al campamento con sus presas, Uracha seguía dormido y completamente destapado. Dejó la carne cerca del fuego ya extinguido bajo la atenta mirada de Viento. ¿Intentaría comerse su caza? Supuso que no; en todo caso no sería una gran pérdida. Se acercó despacio al chico para no sobresaltarlo, cogió la manta y se dispuso a arroparlo. ¿No tenía suficiente frío como para despertarse?

La noche cada vez se hacia mas oscura y mientras vigilaba, aveces me quedaba mirando fijamente a Alice y a Viento, la verdad me extrañaba encontrarme a alguien como ella por estos lugares, no parecía una pirata ni tampoco una cazadora, aunque bueno quizás con ella me levaría mas de una sorpresa, ademas tenia un aire misterioso y esa cicatriz había llamado mi atención, realmente quería saber demasiadas cosas sobre ella.

Sin hablar demasiado fuerte y estando seguro que Viento me escucharía susurre algo

-No quiero que se vaya viento...- dije mirando las estrellas durante unos minutos, las horas fueron pasando y termine quedándome dormido.

***

Cuando amaneció yo seguía dormido y moviéndome, viento estaba observándome y el tiempo pasaba cuando de repente alguien me puso una manta encima y me incorpore rápidamente y justamente me quede a menos de 1 centímetro de la cara de Alice, podía notar perfectamente su olor, la verdad me gustaba y me quede mirándola fijamente a los ojos, eran de color marrones pero había momento que por alguna extraña razón los veía completamente negros y me quede un buen rato callado observándola muy pegado a ella.

-Vaya, esto si que es unos buenos días- dije susurrando y casi sin entenderse.

La verdad es que aquella situación me gustaba, tenia a una chica realmente guapa muy cerca de mi y siendo sincero no lo había planeado, pero mi pregunta era si eso le habría molestado a ella.

No se esperaba que se levantara de golpe ya que parecía profundamente dormido. Ally cayó hacia atrás y quedó sentada a su lado; a modo de reflejo para defenderse le puso el cuchillo de caza a Uracha en el cuello. Todavía estaba manchado de sangre de sus presas porque iba a lavarlo cuando se había fijado en que el chico estaba completamente destapado. Apenas un segundo después se dio cuenta de que no tenía intención de atacarla ni nada por el estilo. O que quizás sí tenía algunas intenciones pero no eran precisamente de ese tipo. Simplemente se quedó mirándola a los ojos fijamente mientras sus caras sólo estaban separadas por unos centímetros. Alice retiró el cuchillo confiando en que él no se hubiera enfadado por su reacción.

-Joder, ¿tenías que darme ese tremendo susto? -dijo mientras se inclinaba, quedando con la cabeza apoyada en el hombro de Uracha, se llevaba la mano a la tripa y reía. -Aish. -Volvió a su postura inicial y se enjuagó unas lágrimas que habían aflorado a causa de la risa.

Le pasó la mano por el cuello para limpiarle la sangre de conejo y se levantó para seguir con sus cosas. Notaba que él seguía mirándola mientras se iba pero lo ignoró. Fue al riachuelo a lavarse las manos y el cuchillo y a la vuelta acarició un poco la cabeza de Viento, el cual seguía en la misma posición en la que lo había dejado. Parecía una estatua. Se arrodilló a su lado y empezó a meter en su mochila las pocas pertenencias que había dejado desperdigadas. Una botella que había rellenado con agua fresca, algo de carne, alguna muda de ropa y poco más. No sabía por qué pero presentía que Uracha todavía no había dejado de mirarla. Probablemente aún tenía sueño y se había quedado embobado.
Una última caricia a Viento, que ya volvía a estar blanco como la nieve. ¿Se estaba volviendo loca o cambiaba de color? En fin, la noche anterior estaba demasiado cansada y quizás deliraba un poco. Se levantó.

-Bueno, chicos, yo me voy. Gracias por todo y pasáoslo bien -dijo mientras guiñaba un ojo y se despedía con la mano.

Ignoró deliberadamente que él se había ofrecido a acompañarla y emprendió su camino hacia la selva, bajando por la montaña. Calculaba que tardaría al menos un día entero.

Cuando me incline al parecer ella se asusto y se callo y apto seguido saco un cuchillo y me lo coloco en el cuello, yo por mi parte no me preocupe en absoluto dado que en mi opinión no había hecho nada malo, así que le sonreí y seguía mirándola y ella aparto el cuchillo para luego limpiarme la sangre de los animales que había cazado.

A continuación me hice una pregunta, -Perdona, no pretendía asustarte, solo que al presentir algo reaccione de ese modo.-

Seguidamente ella comenzó a reírse y incluso la cabeza apoyándola en mi hombro y luego se levanto para limpiarse la lagrimas de tanto reír.

Yo por mi parte me quede mirándola mientras ella seguía haciendo cosas, al parecer fue al riachuelo y luego observe como acaricio a Viento, este miro a la chica y luego bostezo, mientras Alice comenzó a preparar su mochila y yo tras mirarla un poco mas me levante y me prepare. Guarde la manta y fui al riachuelo a lavarme la cara y luego volví, nada mas llegar la chica hablo y dijo algo que no me iba a dejar que sucediera se quería ir sin nosotros y antes de irse guiño un ojo, ella acaricio a Viento de nuevo y tomo rumbo hacia la selva.

No tarde mucho en reaccionar -Viento síguela por favor- este se levanto corriendo y comenzó a seguirla yo por mi parte llene mi cantimplora y guardaba todo lo demás, después fui corriendo hasta donde estaban los dos.

-Ya te dije nos quedaríamos contigo, no puedes escapar- luego le saque la lengua y le sonreí.

No llevaba ni diez metros cuando sintió que algo peludo le rozaba la pierna. Era Viento, que la había seguido hasta allí y trotaba ligeramente a su lado.

-¿Te vienes conmigo peluchín? -preguntó de broma mientras se paraba y le acariciaba el cuello.

Pero al parecer aquel animal no era el único que quería ser su acompañante en aquel viaje. Uracha había recogido el campamento mientras ella se alejaba y los había alcanzado. Entendió que probablemente él le había dicho a Viento que la entretuviera mientras cogía sus cosas y llegaba hasta donde estábamos. Lo que no entendía era... ¿por qué?

-En serio, no es necesario que vengáis conmigo -dijo y aceleró el paso un poco pero la siguieron igualmente. "No es que no los quiera cerca, pero sigo sin entenderlo. Y además estoy acostumbrada a estar sola, no sé si echo mi soledad en falta ya." Era peligro innecesario para ellos dos, que viajaban sin rumbo fijo. Al fin y al cabo ella podía cuidarse sola.


Se ve que ir por la montaña cuesta abajo era mejor que ir cuesta arriba, quien lo iba a decir. Alice había decidido que no haría una parada para comer sino que seguiría un poco para llegar cuanto antes a la selva. Lo que fuera con tal de ocultarse de ese sol abrasador que quemaba su piel poco a poco, pero cada vez más. Aunque sus tripas sin duda rugían como su tuviera alguna bestia encerrada dentro del cuerpo. Ellos seguían a su lado, incansables. Ally seguía tan ensimismada que si Uracha le había dicho o preguntado algo no se había dado cuenta. Solo cuando empezaron a adentrarse en la zona de vegetación decidió que era necesario salir de su mundo y enfrentarse al real. Se sentó en un tronco y terminó el agua que quedaba en su botella. Dentro de la selva se oían toda clase de ruidos de ¿animales? O al menos eso parecían.

-Repito, ya me habéis acompañado hasta aquí pero sé cuidarme sola -expresó con una sonrisa. En el fondo agradecía un poco aquella compañía y no es que quisiera ser borde, pero tampoco quería que se sintieran obligados a acompañarla. Ella era así, solitaria, y se distanciaba rápido de la gente.
Pronto intentaría dejarlos atrás, con la ayuda de su akuma y seguirían caminos separados.

Cuando llegue donde estaba Alice, se me quedo mirando extrañada y me dijo que realmente no hacia falta que no la acompañáramos si no queríamos, pero realmente yo quería acompañarla me alegra mucho estar con ella y poder hablar con alguien mas y estoy seguro que a Viento también le agrada.

-Alice, a nosotros no nos molesta acompañarte de verdad, es mas por mi mejor si puedo acompañarte, así que ya esta decidido nos vamos contigo.-

Seguidamente ella acelero un poco el paso, pero no nos importo así que seguimos caminando junto a ella, mientras caminábamos yo iba observando todo a mi alrededor las plantas, el terreno  tan montañosa, las aves que volaban aun sobre nosotros e incluso había momento en que me quedaba observando a Alice un poco, realmente me parecía una chica curiosa pero estaba seguro que era una gran chica.

Al parecer ella estaba muy entusiasmada  y quería llegar rápidamente a aquella selva, siendo sincero era lo mejor así nos quitaríamos de ese sol, que tras observarme me percate que me había quemado la piel así que seguro que ella también, o quizás no realmente la acababa de conocer hace poco, mientras caminaba me quede observándola durante un buen rato no sabia bien si ella se había dado cuenta, aunque en realmente no me preocupaba.

Por otra parte ya habíamos llegado a la selva y Viento ya estaba mucho mas alegre en realidad todos estábamos mucho mejor, ya nos libremos de aquel sol a continuación Alice se sentó en una roca y se termino su botella de agua mientras podía escuchar a varios animales en aquella selva.

A continuación ella volvió a hablar y dijo que ya la habíamos acompañado suficiente ademas se cuidarme sola, Viento se quedo mirando a Alice y después me miro a mi y tras quedarme un momento callado me acerca a ella. -voy a susurrarte una cosa vale no te preocupes, no voy a hacerte nada tranquila.-

Camine hasta ella y sonreí para luego acercarme a su oído -Viento me da dicho que te muerda-
Apto seguido rápidamente le di un pequeño mordisco en el cuello y luego di varios pasos atrás.

-Lo siento, pero nos quedaremos contigo hagas lo que hagas.-
dije con intención de picarla.

Abrió mucho los ojos cuando un escalofrío recorrió todo su cuerpo y no supo explicarse a sí misma si le había gustado o debería darle miedo. Para cuando quiso reaccionar y quizás pegarle como respuesta éste ya se había alejado. Se quedó mirándolo por un momento, sin saber si debería decirle algo o irse ya. Sacudió la cabeza.

-Estoooo... me voy un rato... Ya sabes, la llamada de la naturaleza -dijo mientras se alejaba un poco de aquel claro, todavía en shock.

Dio un par de vueltas para intentar comprobar que no la seguían y cuando creía que no lo estaban haciendo se hizo transparente. Supuso que no la dejarían irse así como así de todos modos y también que acabarían encontrándola. En realidad tampoco quería que se fueran pero se aburría. ¿Y si jugaba un rato con ellos? ¿Era eso muy de mala persona?

Siguió paseando intentando no hacer ruido, observando la vegetación y el modo en que sus pasos iban confundiendo su rastro. Caminaba sumida en sus pensamientos, escuchando atentamente lo que el bosque transmitía, toda la vida. Escuchó algo o alguien a su espalda... Le daba la impresión de que la acechaban pero ¿cómo? No debería poder verla. Muchos animales podían olerla, por eso sabía que Viento, aquel peculiar lobo, terminaría encontrándola. Era hora de cambiar de plan.

Aquel árbol parecía... bonito. Comenzó a trepar por él, haciéndose algunos rasguños en las manos. Al llegar a la mitad de la altura, encontró una rama que ya era suficiente resistente como para soportar su peso. Se recostó con la espalda contra el tronco, disfrutando de la sombra y el fresco que le proporcionaba aquel árbol tan frondoso. De pronto escuchó unos chillidos por encima de ella. ¿Un nido? Decidió subir un poco más para averiguarlo.

Sí era un nido aunque a saber qué era aquel pájaro. Ella no entendía de esas cosas. De lo que sí entendía era de cómo matar bichos, exactamente lo que pensaba hacer con aquella serpiente que lo acechaba. Le parecía demasiado mono como para dejar que se lo comiera.

Nada mas morderle el cuello a Alice note como su piel se puso de gallina y intento hablarme, pero le costaba articular palabras, y mientras intentaba hablar daba algunos pasos hacia atrás y seguidamente dijo que la llamada de la naturaleza había aparecido, así que se alejo de aquel lugar y Viento comenzó a seguirla a distancia.

Mientras tanto, por mi parte me quede esperándola, por otra parte Viento seguía observándola y tras pasar varios minutos y darse cuenta de las intenciones de Alice, volvió donde yo me encontraba y se acerco a mi y me miro para luego morderme de el pantalón y tirar de mi un poco, estaba claro el quería que le siguiera al parecer quería mostrarme algo tras caminar durante varios minutos mientras captaba el olor llego hasta un árbol después me miro.

Al parecer ya habíamos llegado, en ese lugar había pasado algo pero no sabia bien que quería decirme Viento, pero como no paraba de olor decidí hacer uso de mi akuma no mi y aumente muchísimo mi olfato cuando me percate de que muy cerca debía estar Alice, debido que al darle el bocado me había quedado con su olor por haber estado muy cerca de ella.

Comencé a oler por los alredores y el olor llevaba hasta el tronco de dicho árbol así que mira hacia arriba, pero debido a las grandes ramas y hojas no podía ver nada.

-Esto es extraño, noto su olor pero no la veo por ningún lado-

A continuación escuche unos chillidos los cuales parecían de un pequeño pájaro. -Vaya, donde puede haberse metido.- me pregunte mirando hacia donde parecía escucharse aquel sonido.

Hacía equilibrios de pie sobre aquella rama para poder ver la siguiente, desprendiendo algunos cachos de corteza al mover los pies que caían al suelo lentamente. El pájaro chillaba con temor asomando la cabeza por encima del borde del nido mientras a su lado una serpiente parecía estar engullendo otro pájaro más grande. ¿Así que el pequeño que hacía ruido era una cría? Sacó la daga de debajo de su ropa con intención de atacar al reptil pero este mordió su muñeca con mucha fuerza, causando que casi se le escapara un pequeño grito de dolor. Cambió de mano la daga y seccionó la serpiente. Su cabeza escamosa cayó de la rama al pie del árbol.

-OH. Mierda -dijo cabreada en un tono más alto de lo que debería mientras se llevaba la mano a la muñeca por un momento, tratando de evaluar hasta que punto era grave la herida. ¿Sería venenosa? Recogió con mucho cuidado aquel pajarillo ayudándose de su mano buena.

-Hmmmmm, ¿qué hago yo con este animal ahora?

Lo metió provisionalmente en la capucha de su sudadera y tiró de los cordones para cerrarla lo máximo posible. Si ella no caía, él tampoco caería. Empezó el descenso, agarrándose como podía de manos y pies. Lo doloroso era clavarse corteza y astillas en la piel pero apenas lo notaba. Tampoco notaba demasiado su muñeca aunque veía como sangraba, lo cual la tenía algo preocupada. Pero lo mejor que podía hacer en aquel momento era llegar abajo.

Tal y como esperaba, al lado del árbol estaban Uracha y Viento, que la habían seguido supuso que por el olor. Viento pareció darse cuenta de que estaba allí restregó la cabeza contra su pierna por lo que decidió que era momento de hacerse visible. De todos modos, ya empezaba a perder las fuerzas.

-Uracha, hmmmm, creo que estoy en problemas -expresó enseñándole la muñeca. -Ese bicho que está en el suelo, bueno, que su cabeza está en el suelo, me ha mordido y no sé si será venenoso. -Sacó el polluelo de su capucha. -También me preguntaba si sabrías que tipo de pájaro es este -dijo mientras sonreía y acariciaba un poco la cabeza del animal.

Mientras seguía observando aquel árbol, no veía nada fuera de lo normal, excepto que algunas veces podía escuchar algunos ruidos, los cuales podría tratarse quizás de algún animal cuando me pareció escuchar el siseo de una serpiente y apto seguido alguien grito, se trataba de Alice, y apto seguido escuche un ruido y la cabeza de una serpiente callo del árbol, esta había sido seccionada con un corte limpio, sin dudarlo ni un segundo me percate que esta entre sus dientes tenia restos de su propio veneno y mi reacción fue inmediata.

-¡¿Alice, estas bien?!- Dije alzando la voz preocupado seguidamente escuche como ella volvió a hablar algo sobre un animal, pero no llegue a escuchar todo lo que dijo y al poco rato bajo del árbol yo por mi parte me encontraba cogiendo varias muestras del veneno de la serpiente y seguidamente ella se acerco a mi y me dijo que estaba en problemas, sin perder ni un segundo le cogí el brazo y comencé a examinar la muñeca, tras pasar un minuto me percate como estaba hinchándose, sin dudarlo abrí mi mochila y saque un antibiótico y una pomada, como era lógico su función era bajar dicha hinchazón así que sin pedirle permiso comencé a esparcirle la pomada seguidamente, mientras tanto ella llevo su mano adentro de su capucha y apto seguido saco un pollito el cual parecía ser un cría de halcón.

-Referente al veneno estoy completamente seguro que es solo paralizante y según parece eso parece ser una cría de halcón.-

Seguidamente me acerque a ella mucho, y sin previo aviso le di un mordisco en la mejilla -Ten mas cuidado pequeñaja- apto seguido saque de mi mochila una plantas que tenia guardadas para varios tipos de parálisis y tras unos minutos lo molí y lo puse el liquido el mordisco de la serpiente después le vende la muñeca tras guardar todo le sonreí.



-Veamos ese pollito- acaba de nacer hará unas semanas, de donde lo has sacado, le pregunte con curiosidad, seguidamente me quede pensando -Si te fuiste por la llamada de la naturaleza, que hacia en ese árbol- dije guiñándole un ojo.

Uracha fue rápido y sin ni siquiera preguntar le hizo las curas en la mano, evitando así que el veneno le afectara más de lo debido.

-Pues intentaba huir de ti pero con pocos resultados, para variar. Quería jugar un poco con vosotros pero se ve que me salió mal -sonrió poquito porque aún le dolía la muñeca. Sentía que se le empezaba a paralizar el cuerpo, como él había dicho que ocurriría pero curiosamente no tenía sueño. Menos mal, aquello no podría indicar nada bueno. Uracha le mordió con cariño la mejilla y preparó algo con lo que contrarrestar la parálisis que empezaba a extenderse.

Él le dijo que aquel pajarillo que había rescatado era una cría de halcón y que probablemente tendría pocos días.

-Lo encontré en un nido en ese árbol -decía con voz un poco pastosa. -La serpiente había atacado a la madre y parecía seguir con hambre -expresó mientras pensaba. -Oye, ¿y si me lo quedo? ¿Qué se supone que tendría que darle de comer y todo eso? -miró al animal con cierto cariño, como de forma maternal. Quizás esa podía ser la compañía que a veces echaba de menos aun sin haberla experimentado nunca.

Ya empezaba a sentirse mejor aunque notaba un dolor sordo en la muñeca debido al mordisco. También le quemaba un poco, y no sabía si se debía a la herida física o al veneno. Se puso en pie cuando vio que no ya no se tambaleaba al intentarlo.

-Ya veo que no seré capaz de deshacerme de vosotros así que, ¿qué tal si intentamos llegar cuanto antes a esas ruinas? En realidad no creo que haya nada de interés pero por intentarlo...

Echó a caminar adentrándose todavía más en aquella selva y esperando llegar pronto al poblado.

-Pero si ya te lo dije, no te vas a librar de nosotros de ninguna forma.  Dijo sacandole la lengua  con intención de picarla un poco seguidamente hablo del pajarillo y me pregunto por que tipo de comida debería comer, por un momento me quede pensativo -Bueno yo creo que te haría mucha compañía, y he de suponer que comerá pequeños trocitos de carne.-

Mientras le hablaba podía observar como ella miraba a el pequeño animal con cariño, estaba seguro que si se lo quedaba le haría muchísima compañía luego me volvió a hablar y me pregunto que si quería podíamos ir a las ruinas.

Sin dudarlo asentí -Bueno uno nunca sabe que le puede esperar, quizás podamos encontrar algo de valor, según crea esta isla lleva  deshabitada desde hace ya muchos años.-

-Ademas, yo siempre tengo la manía de explorar todas las islas donde voy.- seguidamente observe como Alice empezó a caminar seguidamente comencé a seguirla por otro lado Viento estaba un poco mas alejado oliendo algo pero pendiente de nosotros.

Tras caminar durante unos 15 minutos lleguemos a las ruinas estaban desoladas pero en algunas paredes habían algunas extrañas escrituras las cuales no podía entender.

-Vaya, no pensé que este lugar tuviera tanto tiempo, eres arqueóloga Alice?- dije mientras seguía observándolo.

Llegamos a los restos del pueblo tras caminar un rato largo. Entró en la que parecía ser una la plaza de aquel pequeño pueblo por el camino principal. Un camino principal que prácticamente se estaban inventando sobre la marcha, porque ya no existía debido a su poco uso. Ciertas construcciones de piedra, pequeñas casitas, seguían en pie mientras otras estaban medio derruidas. La vegetación trataba de apoderarse de un terreno que antaño no era el suyo, pero que ahora nadie defendía como propio.

Escuchó la pregunta de Uracha de refilón. Se giró ligeramente para contestarle unas palabras, pero sin dejar de caminar y ni siquiera mirarle.

-¿Arqueóloga? No. Es sólo curiosidad por entender ciertas cosas. Y algo que me gustaría encontrar -dijo con un hilo de voz mientras investigaba todo a su alrededor.

De repente sus acompañantes ya no existían para ella, tan sólo el pequeño pajarillo que llevaba en la mano y que ya parecía más calmado, aunque seguía piando por algo. No sabía si hambre, sed o simplemente pena. No tenía claro si esos animales sentían ese tipo de cosas pero suponía que sí. ¿Se lo quedaría? Probablemente. No sería mala compañía. Deambulaba por aquí y por allá sin prestarles atención. Entraba en las casas pidiendo permiso mentalmente a pesar de saber que nadie estaba allí para echarla. No le gustaba cometer allanamiento aunque en teoría ya nadie tuviera la propiedad.

Recogió un par de cosas con una sola mano para luego volver a dejarlas. Instrumentos de cocina, ropa de cama tirada. Miraba en todos los armarios. Trataba incluso de empujar los muebles. No importaba, porque no sabía buscar, ni sabía exactamente lo que buscaba. Intentó dejar todo como lo había encontrado en primer lugar y fue al encuentro de Viento y Uracha.

-Hmmmm creo que aquí se acaba mi viaje, chicos.

Aquel lugar parecía ser muy antiguo y como era lógico ya no había nadie vivo en aquel lugar, cuando le hice aquella pregunta a Alice ella no tardo en responderme diciéndome que quería encontrar algo, me quede observándola por un buen rato llamaba a las puertas de las casas aun sabiendo que no había nadie y luego cogía cosas del suelo para después volver a dejarlas en el mismo lugar era algo extraño pero debería tener sus motivos.

Seguidamente Viento capto un olor y me miro fijamente este comenzó a caminar un poco y y cogió un flecha tirada en el suelo durante unos segundos mire la flecha y luego sonreí.

-Vaya... esto si que no me lo esperaba.

Viento me miraba fijamente y yo seguidamente respire profundamente y luego solté un pequeño suspiro.

A continuación Alice se acerco de nuevo y dijo que aquí acabo su viaje, me quede mirándola por unos segundos y asentí.

-Me alegro mucho de haberte conocido, espero verte de nuevo pronto. dije estrechándole mi mano -Nosotros debemos ir a un lugar. dije mirando a la flecha y a Viento. -Hasta pronto Alice.