Persiguiendo Papeles[Pasado][Privado Yumiko-Bleyd]

Ahorraremos a nuestros queridos lectores una grotesca escena de sangre y desmembramientos para en su lugar exponer un idílico paisaje con sus ovejitas y sus maripositas libando las florecillas.




Despues de mucho rato,

Spoiler:

-Yumiko donde narices te has metido chiquilla, yo aquí ya he terminado.

Yumiko bajo de las ramas de un árbol cercano, por suerte para ella ya había limpiado el destrozo aun quedaban manchas de color rojo esparcidas por los arboles.

- Hey, Yumiko al final el tipo o no sabia nada o no quiso hablar. Ya me he ocupado de los restos, no es agradable dejar un cuerpo en esas condiciones por aquí, alguien podría darse un buen susto desagradable.

¿Por cierto donde esta nuestro joven amigo?, el chico que rescataste de la casa. No lo veo contigo, ¿no sera que ya se ha ido?. En fin de todas formas parece que de ese tipo no he podido sacar nada, que opinas, ¿podríamos ir al bar donde lo encontraste para sacar respuestas o tienes algún otro plan en la mente?.

Aguarde la respuesta de Yumiko mientras le miraba con cuidado, la niña tenia un buen cuerpo pero eso de que se hiciera de metal seria un engorro en muchos momentos íntimos. No quería ni imaginar como seria que se transformara en metal estando en la cama. Un escalofrió recorrió mi cuerpo y retire esos pensamientos para centrarme en lo que importaba resolver ese maldito caso que cada vez estaba mas enrevesado y peliagudo.

Maldita sea esa mujer y sus prisas, yo estaba quedándome siempre atascado en las ramas y los arbustos del condenado bosque, finalmente llegue al final del bosque donde se veía la casa. Allí me esperaba Yumiko con el pelirrojo, ni siquiera me dejo tomar aliento y se puso a dar instrucciones apenas le entendí. Pero se fue antes de darme tiempo a replicar. El pelirrojo se fue tras de ella sin perderla de vista.

-Pe.. perooo. Darme un segundo cabrones. Estoy.... sin aliento.

Me senté entre los arbustos mientras recuperaba el aliento, apenas habían pasado 4 minutos cuando dentro del edificio comenzaron a oírse gritos y ruidos.

- Joder ya la ha vuelto a liar esta chica, no espera ni a San Kukufato.

Me levante del suelo y me acerque despacio sin prisa hacia la casa.

Traedme a ese insolente crió, registrar a esa guarra y apagad el fuego, quiero el libro y lo quiero ahora.

La voz del líder malvado fluyo como agua entre las rocas cuatro matones apresaron al chico, otro mantuvo a Yumiko apresada mientras un segundo la registraba de arriba a abajo buscando el libro (no nada de +18 mentes sucias). Finalmente el fuego fue sofocado y el subalterno le entrego el libro a su jefe. El cual lo cogió con ambas manos y se regocijo en su crapulencia mientras les daba la espalda a todos, levantaba el libro por encima de su cabeza y reía como un poseso.

- Si siii. Por fin después de tanto tiempo el libro de los dragones es mio.

!!CRACK¡¡

IS SHOW TIME MOTHER FUKERS

Con lo ocupados que habían estado todos nadie se dio cuenta de que me acerque a la casa como pedro en las puertas del cielo, y como quería hacer una entrada de impacto me dije que demonios hagamos las cosas a lo grande. Asi que ahy estaba yo corriendo como un elefante a través del cristal de una cacharreria. lamentablemente lo primero que me encontré fue al pelirrojo siendo sujetado por 4 tipos, por suerte para el pequeño lo tenían de rodillas. Usando mi impulso adelante mi pierna izquierda y frene en seco a medio metro de ellos. la espada trazo un arco horizontal que peino al pequeño. Por desgracia para los cuatro sorprendidos tipos no tuvieron esa suerte, sus cuerpos tomaron todo el impacto siento literalmente descuartiados, el peso del arma unido a la velocidad paso a través de sus cuerpos provocando que el torso se desprendiera de la cintura. Una lluvia de sangre regó el suelo mientras los intestinos caían sobre el pelirrojo.

¿Que demonios?, ¿quien es ese abatirle matadlo?

De la planta superior comenzaron a llover disparos. Los proyectiles revotaban en el suelo mientras corría a ponerme a cubierto. Me escondí tras un pilar que aguantaba la planta de arriba. Entonces me di cuenta eso estaba lleno de malditos libros. Supuse que serian importantes para el cretino ese. Asi que saque mi dial de fuego y les prendí fuego. Las llamas comenzaron a crecer alimentadas por los antiguos libros que eran pasto de las llamas.

No, los libros rápido apagad el fuego salvad todo lo que podáis, deprisa

El tipejo parecía que le gustaban mucho sus libros así que decidí darle un acceso rápido a sus hombres a la planta baja. con Carnifex atravesé el pilar que sostenía la planta de arriba, el peso de toda la planta paso a estar sostenido por solo dos pilares que comenzaron a crujir. El techo se derribo sobre mi con un montón de hombre que estaban en la estancia superior. el fuego creció exponencialmente con la madera y el papel que le callo encima. Toda esa parte estaba inundada de llamas y fuego.

Maldición mis libros mis hombres, al menos esa escoria ha muerto, daos prisa y ponen todo a salvo

De entre los escombros una figura ennegrecida por el humo se levanta. las llamas lo cubren sin atreverse a tocarlo entre sus dientes sostiene las tripas de un hombre que yace muerto en sus hombros. Atravesado sin remedio por Carnifex. La escena es dantesca y terrorífica, pues la figura sale de entre los escombros cargando como un animal salvaje cubierto de sangre y vísceras.

¿Que eres tu? atrás.

El hombre levanta la mano y espinas crecen delante de el formando un muro protector, pero su sensación de seguridad dura poco. El filo de Carnifex atraviesa el muro para incrustarse en su estomago. El hombre mira horrorizado como su pared se cae solo para mostrar a una bestia sin compasión que porta una ballesta de repetición pesada. Cincuenta virotes salen disparados a menos de dos metros de distancia contra su cuerpo, las saetas disparadas sin precision se ensartan por todo su cuerpo brazos estomago pecho, una le atraviesa el ojo y le hace caer de espaldas.

No piedad déjame en paz

La figura no escucha suplicas ni plegarias, arranca sin delicadeza la espada del cuerpo y comienza a trocearlo entre los gritos de dolor del desafortunado. Las piernas y un brazo vuelan por la estancia. Los pocos hombres que no han huido de las llamas o por el pánico disparan contra el. Las balas impactan en la figura que se vuelve como una centella y lanza unos cuchillos que se clavan en la garganta de los agresores.

Finalmente levanta al moribundo hombre y al tiempo que le arrebata el libro lo lanza a las llamas que lo consumen entre gritos de dolor.

Por fortuna nuestro pelirrojo amigo aprovecho la confusión y saco a Yumiko del desastre de humo y fuego. Así era mejor no tenia que preocuparme por otra cosa que no fuera salir de allí.
Finalmente el día termina con otro edificio ardiendo hasta los cimientos. Tal vez cuando mi compañera Yumiko se despierte quiera registrar los restos humeantes, quien sabe tal vez encontremos algo de valor en el edificio.

-¿Como que me encargue de la puerta? ¿tu estas chalada?, que esta en llamas, pero donde vas so locaaaaa.
Nada la loca de Yumiko se metió dentro del edificio en llamas, y encima quería que mantuviera la puerta abierta que se caía a pedazos. El humo no permitía ver nada así que grite para ver si mi compañera encontraba el camino de vuelta.
-Yumikooooo, por aquí la puerta no va a aguantar mucho tiempo, date prisa.- Lamentablemente la puerta se hundió bajo el peso y se desplomo, las llamas crecían y se alimentaban de los restos de la casa. Me di la vuelta ante el calor sofocante. - oh, mierda, esto es malo que hago yo ahora.- Por un momento la opción de dejar a Yumiko pasto de las llamas cruzo mi mente, al tiempo que un fogonazo me saltaba a la cara, el mundo a mi alrededor desapareció y la oscuridad devoro mi consciencia. Ante mi se encontraba una figura vagamente humanoide, sus ojos rojos brillaban en la oscuridad dejando un halo de luz tras de si, el ente flotaba en el aire y era de aspecto brumoso, su mandíbula era doble como un insecto ademas de una boca repleta de afilados dientes, la criatura comenzó a hacerse mas y mas grande, su aspecto se torno mas insectoide y surgieron dos brazos acabados en una letales pinzas que chasqueaban sin cesar, la criatura desarrollo dos brazos que me agarraron y me llevaron a su boca sin ninguna delicadeza, acabe engullido entre sus fauces.

Me levante del suelo, no podía ver nada la oscuridad era total. Poco a poco se desvelo ante mi un campo de cuerpos, el suelo estaba plagado de cadáveres, diseminados por todas partes hasta donde alcanzaba la vista, intente retroceder asqueado pero solo conseguí resbalar y caer en un rió de sangre, poco a poco sombrías figuras comenzaron a cercarme, cada una parecía un ser humano con sutiles cambios de animales, todos me miraban ansiosos podía ver en sus miradas el ansia de sangre. - Sacrifico, es un sacrificio, nos comeremos su carne, beberemos su sangre sacrificio.
Las personas mutaron ante mis ojos horribles monstruos de aspecto horrible y territorialmente antinaturales, todas ellas se lanzaron contra mi, no fui rival para su aplastante numero y caí a tierra mientras se tiraban contra mi como las bestias salvajes que eran dispuestos a devorarme. Cerre los ojos ante tal imagen.
Me sentí morir mientras mi carne y mis huesos eran arrancados y devorados, un dolor indescriptible me recorrió todo el cuerpo, abrí los ojos y observe como mi cuerpo estaba mutando en uno de esos monstruos, mi mente fue desvaneciendose mientras me deleitaba con la masacre y la carnicería de mis enemigos hasta que solo quedo el hambre.

-¡Oh! mi cabeza que demonios ha pasado... - Las llamas me devolvieron mas rapido a la realidad, ¡mierda! Yumiko. Intente mover la puerta haciendo palanca pero no podía pesaba demasiado, el asunto corría prisa así que no se me ocurrió otra solución que derribar la pared contigua a la puerta. Use mi espada Carnifex en la pared y esta empezó a derrumbarse hasta que finalmente abrió un buen agujero por donde podría pasar una persona sin muchos problemas. Grite a través del agujero libre de llamas para que mi compañera encontrara el camino de regreso a la seguridad entre el humo.
- Por aquí vamos corre, vas a acabar convertida en cecina caliente si no sales, mueve ese culito respingon de una vez Yumiko.

Salimos todos de la casa en llamas momentos antes de que se derrumbara en una lluvia de cascotes y cenizas, tenia alguna quemaduras por el cuerpo, no eran nada grave pero llamaron la atención de Yumiko que con amabilidad se ofreció a curarme con un remedio natural, me coloco unas hojas en las heridas que poco a poco comenzaron a calmarme la quemazón, dijo que las heridas sanarían mas rápido no estaba muy seguro pero deje que me las colocara y no pensaba quitarlas en un tiempo. - Gracias Yumiko pero no tenias por que molestarte después de todo esto es parte del trabajo quiera o no. Cuando termino Yumiko se fue a abrazar y consolar a nuestro joven amigo pelirrojo, el muchacho acababa de perder a un pariente tal vez no muy querido pero un pariente es algo duro. Yumiko contó algo de su pasado en donde también perdió a gente importante para ella, podía comprenderla todos hemos perdido seres queridos, pero mi caso podría decirse que es un pelin especial no fue su ambición, ni tampoco una mala fortuna o la enfermedad, mis compañeros murieron traicionados por nuestro líder. Pero esa era una historia que no deseaba recordar y mucho menos en esos momentos de tristeza.

Nuestro joven amigo saco fuerzas de las palabras de Yumiko y cargo los restos mortales de su tío a hombros, torci el gesto al verlo realmente seria un problema el cadáver se encontraba en muy mal estado a causa del fuego tal vez no llegara a su destino y el entierro no se podría realizar en condiciones, de todas formas si ese era el deseo del joven muchacho no seria yo el que se lo arrebatara de sus hombros, Yumiko se acerco a mi con una sonrisa en su hombro y me ofreció ayuda, una ayuda que yo rechace elegantemente pues tendría que estar sin pierna para aceptar que me cargara, podía caminar sin ayuda y así lo demostré, al menos durante los primeros cinco pasos. Momento en el que las nubes comenzaron a cubrir el cielo y a descargar su lluvia sobre nosotros, Mi compañera se puso sentimental y pensó que el cielo lloraba la perdida de aquel hombre, no respondí y me quede mirando caer el agua durante unos instantes, la lluvia no era mas que otra molestia en el camino de regreso a la casa desde la cual comenzó nuestra aventura, muchas cosas habían ocurrido desde ese momento puede que incluso en algunos momentos me hubiese sentido atraído por la chica en algunas ocasiones pero ese sentimiento había quedado atrás el ansia de matar la locura destructiva que se apoderaba de mi en el campo de batalla era algo que no podía controlar , algo que dañaría a todo el que estuviera cerca mio fuera amigo o enemigo, por ellos tendría que seguir mi viaje solo y olvidarme de amigos y compañeros, la oscuridad y la soledad eran mis amigos leales que siempre estarían a mi lado unos amigos callados y silenciosos pero que jamas te dejaran de lado siempre que los necesites allí estarán, puede que no sean amables o cariñosos pero su compañía es una certeza. Finalmente deje de mirar el cielo y me repuse un poco del dolor de mis extremidades y comencé a caminar detrás del pelirrojo que portaba el cadáver yaciente de su ti en hombros. - Parece que esto finalmente ha acabado Yumiko, ¿ que piensas hacer después de esto?, yo seguramente tome rumbo hacia el sur, con un poco de suerte en alguna sección de trabajos de un periódico local encuentre algo útil que hacer. sonreí forzosamente mientras esperaba su respuesta.

Estábamos caminando en dirección a la casa de nuestro cliente, una jugosa recompensa nos aguardaba, después de buscar y rastrear combatir contra personas y elementos finalmente conseguimos descubrir toda la trama que se escondía detrás de nuestra misión, lamentablemente no todo era felicidad nuestro joven acompañante sufría una herida, una de carácter psicológico que jamás sanaría, por pura cabezonería o fuerza de voluntad avanzaba paso a paso hacia su casa portando el cadáver de su familiar, desmembrado y quemado por las llamas del incendio que se desato en la biblioteca, yo aun guardaba el libro robado que desato esta investigación y la muerte de ya demasiada gente.
Mi compañera me respondió a la pregunta que le formule sobre que pensaba hacer, casi me eche a reír cuando menciono que el dinero era el último fin, si ella era más agarrada que un avaro, no supe si quería engañarme o lo había conseguido ya cuando nos conocimos, de todas formas ya poca importancia tenia y continúe caminando mientras ella continuaba su perorata alabando al mozalbete que portaba el cadáver de su tío.
-          Yumiko solo ha perdido un familiar, no es algo insuperable, y puedo imaginar muchas más cosas de las que el ha perdido hoy, por no hablar de que será el tiempo quien dicte si realmente supero este bache sin dificultades, yo creo que lo mejor que puede hacer es buscar una esposa casarse y ser feliz, liarse con la marina o el ejercito solo le traerá problemas.



No pretendía ser borde ni mucho menos, pero el largo día mello mis nervios y no tenía ganas de aguantar historietas, tan solo quería cobrar por mi trabajo e irme a casa, finalmente acabamos de cruzar el cementerio, delante nuestro se alzaba la casa de nuestro cliente seguía con su aspecto de la primera vez como si el tiempo no hubiese pasado en ningún instante desde que nos fuimos. Pase por al lado del chico y llame a la puerta.

Finalmente la misión había terminado, el malo había resultado no ser tan malo y su ajusticiamiento, parecía ser un acto cruel y vandálico. La familia lamentaba la perdida del miembro descarriado, tal vez sus métodos fueron brutales y sanguinarios pero el hombre perseguía sus sueños sin importar las consecuencias, no sabia que decir así que por miedo a cagarla no dije nada, recogí el maletín y entregue a cambio el libro robado, ese libro que comenzó estos acontecimientos, me gire sin siquiera despedirme y camine lejos de la casa, esperaba que mi compañera Yumiko me siguiera, aun teníamos que repartir las ganancias, 17,600.000 para mi y 22,400.000 para Yumiko si mis cuentas no me fallaban.
Me pare en un banco cercano al cementerio pero lo bastante alejado de la casa para contar y repartir el dinero, poco a poco ate los fajos y los cambie al maletín que era para yumiko.
-Bueno yumiko aquí esta tu parte ha sido un placer y un honor trabajar contigo, finalmente toda esta historia a terminado y podemos volver a casa un poco mas ricos y sabios, ¿tienes idea en que gastarte el dinero?, Yo creo que lo guardare para alguna emergencia que nunca esta de mas.-
El día se acababa y los últimos rayos del sol caían por el horizonte dejando los colores rojos y dorados en las retinas, era un bonito anochecer que daría paso a una calida noche, la verdad es que en esta misión había conocido a una buena chica, tenia unas tetas de primera y un culamen impresionante, posiblemente me lamentaría por no haberle metido mano cuando estaba inconsciente en la casa en llamas, pero tal vez en otra ocasión pudiera, la verdad es que era muy mona lamentablemente estaba totalmente fuera de mi alcance así que me la quite de la cabeza, su paso por mi vida seria encerrado en las profundidades de mi mente al igual que muchas otras cosas. La vida continuaba y para mi era un buen momento, pues en ese anochecer podía considerar que había hecho una amiga.