Re: El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II) {Dom 22 Feb 2015 - 0:42}

30/08/2013

El joven Eoghan ve como el golpe de su amigo rebota contra la pared del edificio haciendo una mueca miserable para la fuerza del golpe. El joven gato mueve su cola agitadamente mientras piensa en lo que puede hacer hasta que de pronto escucha unos pasos muy fuertes y nota como el suelo vibra ligeramente, algo que le extraña. El joven gato lo decide en ese momento, cruzar la puerta no tiene tanta relevancia, ahora tiene que buscar un lugar donde pueda entrar sin muchas complicaciones. Sin más dice Vamos a buscar en las casa y en los otros edificios a ver si encontramos algo que valga la pena.

Nada más salir ve algo que lo deja asombrado, un enorme ser caminando en las cercanías. Asombrado y curioso por ese ser empieza a correr cerca del mismo hasta que éste se detiene y extiende su mano de la cual salen dos humanos que se quedan en la segunda planta del edificio, pero eso no es nada para Eoghan ya que debido a su condición de felino se adentra en el edificio por una ventana y no tarda demasiado en llegar al segundo piso, justo a tiempo para ver que uno de los humanos parece herido y se parece muchísimo a un pirata con recompensa, y el felino quiere probar su fuerza por lo que mira al hombre que parece ir desarmado y dice Vaya, por tus palabras veo que quieres pelear así que ¿qué tal si peleamos ahora mismo? Si no quieres pelear, pues lamentaré matarte aquí mismo. Tras decir eso Eoghan desenvaina sus rapiers y se lanza a por el que acaba de hablar lanzando una estocada a su hombro derecho y a su cintura por el lado izquierdo.

Feline Fang[AIF]

resumen:

08/05/2014

Abrí los ojos, estaba tumbado en el suelo, no recordaba apenas nada de lo que había hecho antes, y me sentía cansado y el cuerpo entumecido, “¿Qué estaba haciendo?, ¿Dónde estoy?” pensé mientras me incorporaba quedándome sentado en el suelo y me llevaba una mano a la cabeza. Estaba demasiado confuso, que había pasado y porque me había caído al suelo, de repente imágenes iban viniendo a mi cabeza de forma aleatoria haciendo que me doliese la cabeza.

Tras unos momentos conseguí recordar lo que había pasado, había estado luchando contra unos gyogins y de repente había caído desmayado, justo cuando recordé esto saqué dos dagas y miré lo que había a mi alrededor y no vi a los peces a los que nos estábamos enfrentando, sin embargo, había un montón de gente en su lugar, no conocía a algunos, otros eran compañeros de la banda, de repente recordé algo que no había hecho, entregarle las armas a Dexter, “mierda, solo tenía una cosa que hacer y la he cagado, tengo que buscar al capitán para dárselas” pensé mientras me levantaba. Me sentía algo mareado y cuando terminé de incorporarme casi me caí, conseguí mantener el equilibrio.

-Dexter voy a ir a tu posicióna darte tus juguetes, con tanta diversión a nuestro alrededor se me olvidó, lo siento- dije por el auricular, a la vez nuestro nakama Uracha.

Sin fijarme demasiado en mis compañeros, aunque pude ver que Midorima tenía una pierna machacada, Nemo parecía estar bien por lo que me imaginé que habría acabado con nuestros contrincantes o por lo menos me había salvado de estos, el haber estado inconsciente había hecho que volviese a mi forma humana, por lo que volví a transformarme en mi forma híbrida y comencé a volar hasta alcanzar un poco de altura y así poder ver lo que había a mi alrededor, a la vez, cargué de nuevo la pistola mientras buscaba a nuestro capitán y así ir a donde estuviese para entregarle sus juguetes, y en cuanto lo viese me dirigiría volando a su posición tan rápido como pudiese, además de volver a activar mi brazo derecho.

resumen:

29/04/2013

Mi blanco era un sujeto mayor, parecía ser importante, tal vez el lider del grupo o algo similar, pero sin duda sería un tiro exitoso, no solo por mi experiencia en esta clase de disparos, si no además por las descomunales características asesinas del tiro, El silencioso y mortífero zorro viajó instantáneamente hasta el cráneo del anciano gyojin atravesándolo despiadada mente y esparciendo sus sesos sobre sus compañeros, un tiro satisfactorio, pero ahora era momento de moverse. Avancé por el interior del exoesqueleto sin vida del crustáceo, abriéndome paso gracias al poder de mi akuma, cuando de pronto, una estruendosa explosión hizo embargo la tierra, captando mi atención, hice un pequeño agujero en la coraza del cadáver para ver lo que ocurría y con dificultad logré divisar la humadera que ocupaba el lugar donde se hallaba antes la guarida del gorosei, y también una grupo de figuras que descendían suavemente, agrandé un poco más el agujero para encajar mi arma con de precisión y con la mira de esta reconocí a los miembros de la armada que bajaban en paracaídas, había llegado la caballería, y mi moral estaba al máximo. De pronto noté que algunos compañeros eran abatidos durante su descenso, algo andaba revoloteando y atacándolos con gran habilidad, así que ajusto la mira del arma y trato de enfocarlo para tratar de identificarle.

mientras tanto con mi otra mano cambio las balas del sniper, la costumbre me permite hacerlo aun sin mirar, en lugar de las anteriores balas coloco: 2 ice impacts, 1 poker bullet de pica cargado con 15 kilos de explosivos y una poker bullet de trébol vacía, finalmente pongo otra poker bullet de trébol en el carrusel del arma que estoy utilizando para mirar al exterior y continuo concentrándome en ubicar al asesino de revolucionarios y al método que utiliza para surcar los cielos de esa manera

16/11/2014

Escuché a Kaito agradecer a Ed y Sin las curas recibidas, también comentó algo sobre que si fallecía en la batalla, le diéramos sus pertenencias al siguiente líder del gremio - menuda tontería, nadie va a morir aquí - pensé algo molesto, aunque si era su voluntad, se haría sin problemas. Había cosas de Kaito que me gustaban y otras que me desagradaban, pero dentro del computó, era una persona en la que se podía confiar y en la que te podías apoyar en cualquier momento. De repente un grito llama mi atención -¡MUERTE AL GOBIERNO!¡LA REVOLUCIÓN TRIUNFARÁ- , algo que hizo que activara mi haki mantra. Detecte a un gran número de personas bajando en paracaídas, pero gran cantidad de ellos, caen bajo el ataque de una figura negra serpenteante, siendo su presencia muy fuerte en el campo de batalla.

Ya estábamos allí, los 4 integrantes del Legendary Hunter´s, observando las atrocidades de una guerra sin sentido, en la que buscábamos a una presa, para llevarnos una buena cantidad de dinero y de paso ayudábamos al gobierno. En ese momento una presencia cercana llama mi atención, siendo una presencia fuerte y en ese momento miro a Kaito y Ed, que seguramente se habían percatado de ella, algo que confirmé al ver sus caras. Kaito no tardó en comentarlo y decidir que iríamos a por aquella presencia, algo que me hizo ponerme en tensión, algo que me ocurría al entrar a la lucha.

Resumen:

09/12/2014

Allí estábamos, escondidos como comadrejas en su madriguera, era una pena que tuviera que recibir órdenes, si no ya habría salido a impartir "Justicia". Ya estaba casi totalmente recuperado de mis heridas, aunque todavía tenía cierta molestia en una de las piernas, bah, cosas de las guerras. Desde la ventana de aquel edificio contemplaba la muerte y la destrucción que se estaba llevando a cabo fuera, haciendo que sonriera, aquello era digno de ver, un paraíso para mi persona. Al momento escuche el grito de la revolución -¡MUERTE AL GOBIERNO!¡LA REVOLUCIÓN TRIUNFARÁ-, algo que me hizo arquear la ceja derecha, - que osados son estos revolucionarios - pensé mientras miraba al resto de los agentes del cp - llegan refuerzos del enemigo y parece que son muchos - dije, esperando que el superior al mando, no dijera que saliéramos a combatir.

Estaba un poco pensativo, ya que los superiores de más alto rango del cp no se habían personado en la batalla, algo que me extrañaba o a lo mejor ya estaban en ella y no lo sabíamos, bueno, era algo que tampoco me importara demasiado, pero para mí, sería una gran cobardía no aparecer en un momento así. Comprobé mis armas, mirando si tenían toda la munición y observando si se encontraban correctamente, no quería que se encasquillaran en mitad de una lucha. Me senté en el suelo a esperar las ordenes, apoyando mi cabeza contra la pared, odiaba ese tipo de esperas, bueno en realidad, odiaba cualquier tipo de espera, pero esa en especial, lo que ordenaran mis superiores, tendría que acatarlo, al menos por ahora....

Resumen:

18/01/2015

Me desperté con un pequeño dolor de cabeza - ¿qué ha ocurrido aquí? - dije mientras me sentaba, - ah es verdad, me había desmayado - dije mientras me levantaba de repente blandiendo mis espadas, mirando hacia todos lados, pero no estábamos en el campo de batalla, estábamos encima de un edificio, con Yumiko y los demás. La arquera seguía ayudando a los nuestros, algo que me gustaba en mi futura mujer, pensaba sonrojándome un poco.

Me quite los pensamientos de la cabeza rápidamente y observé la situación, al cual se había vuelto demasiado peligrosa. Bisu estaba peleando contra tres hombres, mientras Canabar les atacaba en la distancia con tres ondas cortantes, mientras hablaba con -¿Kiara?- pensé, cuando había llegado, mmmm, seguramente cuando me he quedado inconsciente o al menos no la había visto hasta ahora. La cosa se estaba poniendo fea y solo los más fuertes, podían combatir en este momento, sin acabar siendo comida para peces. - ¿Hacía donde nos dirigimos para ayudar? - les dije a los demás, teníamos que hacer algo, aun a riesgo de nuestras vidas, éramos Atesaki, los grandes piratas gyojin. En ese momento un grupo de humano descendían del cielo, al grito de la revolución - vaya ahora esto - dije murmurando, aquello eran más problemas para nosotros, pero eran humanos al fin y al cabo.

Resumen:

Re: El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II) {Dom 22 Feb 2015 - 10:44}

Tras ser trasladado por León se cobija en una casa apartada del centro de la actividad, algo poco habitual en el albino, pero requiere de atenciones médicas, y allí hay un doctor que se encarga de curar a los que fueron llevados por León dado que según él, eran los que tenían mayores heridas y más graves. El joven acepta el tratamiento encantado, pero al finalizar los mismos aquél hombre le dice que tiene que guardar reposo, que no puede salir a divertirse en la guerra. Algo así no puede ser, no está en su naturaleza quedarse resguardado en un refugio mientras sus compañeros se divierten en batalla, no, él tiene que formar parte de la batalla. El peliblanco se levanta tomando a Nozarashi en su mano, está preparado para lo que venga, La verdad es que parece ser que él es el agente de mayor rango, y si no lo fuera, poco le importa, está ansioso por entablar batalla, pero esperando que sea alguien o algo que no sea un monstruo pero tampoco un nena. |~Lo siento doctor, la batalla me llama, mi alma ruge con fuerza por entablar combate, mi espalda está bien, no te preocupes~| Dice justo antes de abandonar la casa y marchar hacia fuera, revisaría el perímetro para asegurarse de que no se adentre nadie con malas intenciones en el mismo. Al menos no por donde él se encuentre.

Resumen:

Re: El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II) {Dom 22 Feb 2015 - 11:30}

Asombroso, el constructor de aquella biblioteca es un genio, el golpe del hacha no hace más que una miserable grieta, algo insultante para la fuerza con la que fue lanzado el golpe. Rowan empieza a mosquearse con aquello, primero tardan una barbaridad en encontrar algo interesante y luego solo logran hacer una mueca en una pared, aquello es cuanto menos extraño. Eoghan, también parece impacientarse, pues de pronto decide dejar la puerta, que no tiene tanta importancia, hecho en lo que Holden se mentaliza para no frustrarse y destruirlo todo por pura ira. |~Vamos a buscar en las casa y en los otros edificios a ver si encontramos algo que valga la pena.~| Le dice a su compañero mientras se aleja hacia la puerta acompañado por el joven Rowan. El cual al salir por la puerta queda perplejo, no da crédito a lo que ve, una enorme criatura, pero de apariencia humana. Eoghan sin dudarlo sale disparado tras ese ser, la velocidad de ese gato es asombrosa. Holden se rodea de un extraño aura verdosa mientras su organismo empieza a cambiar. Ahora su velocidad es realmente asombrosa, superior a la de cualquier humano, eso es gracias al aumento de orgánulos de energía que se generan en su cuerpo.

Sigue al gigante y a su amigo Eoghan hasta que el primero deja un par de humanos en un edificio, al menos eso deduce por como su compañero sube raudo al segundo piso, un latazo subir de no ser porque tiene el atajo perfecto. Crea una masa blanca inclinada entre el muro del edificio de enfrente y el suelo, salta sobre dicha masa que al romperse lo impulsan a una velocidad pasmosa hacia la ventana del segundo piso, entrando en la estancia sin mucho problema, al llegar escucha las palabras de Eoghan, lo que significa diversión. El hombre de las gafas sonríe y calienta los hombros mientras ambos filos de su hacha se envuelven en un tono azul tenue, se trata de energía calorífica, pero en vez de tener un exceso de la misma, absorbería el calor, causando entumecimiento e incluso congelación si a alguien le golpeara dicha energía. Holden se lanza a por el que se queda sin ser atacado por su compañero, su velocidad supera la de un humano habitual, llegando en poco tiempo hacia ese hombre y lanzando un corte en forma de asterisco hacia ese hombre tratando de impactarle en un combo.

Kiryo Kiryo no: Frozing Asterisc Axe[AIF]

Resumen:

28/11/2014

|~Mierda, mierda…~| Piensa el joven espadachín divino, la verdad es que no sabe bien porqué, pero la solución al enigma no es la correcta el joven empieza a cabrearse, y el cenutrio que no hace más que darle golpes a las cosas no mejora la cosa, al parecer aparte de bruto es tonto o sordo, la verdad es que el joven quiere darles una lección, pero antes quiere abrir de una vez aquella maldita puerta, por lo que ignora por completo al sujeto y a la chica que lo acompaña y se centra en el acertijo de la puerta…Las dos respuestas anteriores fueron equívocas, pero ahora está seguro de que sabría que la acertaría, no puede ser imposible, pues un acertijo sin resolución es una burda broma y una muestra de que el que la realiza carece de todo intelecto. El joven sigue pensando, su mente trabaja a niveles asombrosos, además de que su akuma le otorga una inteligencia superior, siendo capaz de mucho más que un mero mortal, la verdad es que es hora de ponerse a pensar. |~Tiene que decir DIN obligatoriamente…~| Murmura mientras da vueltas a la pluma entre sus dedos, distrayendo así su frustración para que su mente se centre mejor en el puzle, la verdad es que ese es el tipo de puzles que el joven espadachín busca. |~Oh, ya sé la respuesta…~| Dice golpeando la palma de su mano izquierda con el lateral de la derecha cerrada en puño. Acomoda la pluma y escribe en el libro “¿Cuáles son las palabras, diferentes entre ellas, que se pronuncian en la isla?”.

Resumen:

Re: El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II) {Dom 22 Feb 2015 - 11:49}

El joven pelirrosa se encuentra un poco cansado por la pelea pero satisfecho por el resultado, en parte. Con la combinación de todos los presentes atacando, los mercenarios y un desconocido, el gyojin cae muerto pero aún reconocible, pero en el combate Ren muere debido a la explosión por lo que los ojos del mercenario muestran una ligera pena ya que eran compañeros. A continuación ve como la espada de la bestia sale volando y justo después Madara coge la espada y dice Ren se llamaba Etsu, era un infiltrado, lamentamos su muerte pero no era de fiar. Ayane ya sabía de esto, por eso me fui antes. Ya veremos qué hacemos con la espada en la base. Por el momento yo la guardaré, ahora sigamos.

En ese momento la mirada del pelirrosa cambia, pasa a ser la de siempre cuando está enfadado, carente de pena por alguien que empleaba mentiras para tratar con ellos. Al mismo tiempo su enfado crece por el hecho de que Madara hubiese compartido esa información solo con Ayane, algo que provoca que sienta un claro favoritismo por parte del hombre dragón y le provoca repugnancia. Sin más Akai coloca sus manos en los bolsillos mientras la joven suelta un discurso bonito que al joven no le importa, pero lo peor es la última parte de su discurso diciendo Ese hombre, Ren, Etsu, o como quiera que se llame, puede que fingiera ser otra persona, puede que os haya engañado por mucho tiempo, ¡Pero ha dado la vida por salvaros a todos! ¡Se ha sacrificado a pesar de todo! ¡Está muerto! Y espero que lo tengáis en cuenta, antes de hacer cualquier tontería... Ante esas palabras Akai no puede quedarse quieto, no tolera que juzguen sus actos antes de que los lleve a cabo. El joven extraño de brazos peculiares se queja por el daño de sus brazos pero antes que nada Akai necesita hablar pero lo hace mientras sigue a su líder que arrastra sin respeto alguno al gyojin. Primero que nada quiero pedir disculpas por los problemas que os he ocasionado accidentalmente con mi ataque, no era mi intención. Ahora tengo que decir unas cuantas cosas, la primera es para Madara. Me da igual que nos esté traicionando a nosotros o a los otros, eso es indiferente, no tolero a la gente que se oculta tras una máscara o identidad falsa, son gente que para mí carece de honor y orgullo propio. Y ahora esto es para la señorita, no me gusta que digan que haré tonterías como si me conocieran, eso es algo que solo tres personas pueden saber y ninguna de ellas se encuentra presente. Para futuras ocasiones agradecería que no se tomara esa confianza hacia mi persona ya que por el momento no confío en nadie más que en mí y mis hermanos perdidos, uno de los cuales parece haber llegado recientemente a la guerra. Y por último toca hablar con el cocodrilo, si no estuvieras borracho te darías cuenta que el hecho de no contarnos nada no implica que no confíe en nosotros, si bien es cierto que tampoco podemos saber si confía o no. Eso significa que no lo considera como algo importante. Sin embargo el hecho de contarlo a una sola persona puede provocar la sensación de favoritismo hacia esa persona y en una organización como la que nos ocupa eso es demasiado riesgoso. Dicho esto personalmente me desharía de la espada ya que considero ese tipo de botines como motivos de conflicto y división al no poder dividirse equitativamente.

Tras todo ese discurso el pelirrosa mira al sujeto de los brazos raros y le lanza una bolsa diciendo Tómalo como una compensación por los daños que he causado a tus brazos. Sin más el joven mercenario camina tras su líder.

resumen:

10/05/2014

Tras dejar a los dos tórtolos solos el joven asesino se pierde en las calles, la verdad es que su objetivo primero era encontrar a su capitán, pero ahora no se encuentra en condiciones de buscar a nadie, pues no sabe ni siquiera en que parte de aquella maldita isla se encuentra, al menos es así hasta que se encuentra con un enorme muro, donde un grupo de hombres aterriza, algo muy extraño, pero el joven de los ojos raros no es quien para valorar la normalidad de nadie, él mismo es un hombre que poco tiene de común. Uno de esos hombres al verlo le enfila con su rifle, lo que hace que el joven adopte la posición de combate, pero otro de esos sujetos le hace una seña y le tiende una escalera, quizás quiera ayudarle, quizás emboscarle, pero sea como sea, ese es el camino más rápido hacia la zona más allá del muro, pues de lo contrario tendría que ponerse a buscar una puerta, encontrarla abierta o hallar la forma de abrirla sin la llave…mucho lío comparado con subir por una escalera. |~Bueno, es una forma de salir de aquí…~| Dice para sí mientras se encarama en la escalera para poder subir tratando de evitar que las dagas corten la escalera, poco tarda en subir, y bajar al otro lado y seguir a los hombres que le tendieron la escalera, en silencio, así como aquellos hombres tampoco emiten palabra alguna…

Resumen:

Re: El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II) {Dom 22 Feb 2015 - 12:04}

|~Tatatata…~| Dice en un susurro mientras se rasca la cabeza al tiempo que se levanta del suelo…Aunque al levantarse se encuentra en un tejado. |~¿Qué diantres…? Ah sí, me desmayé y me habrán alejado del campo de batalla…~| Vuelve a decirte para sí mismo. La verdad es que no sabe bien porqué, pero es horrible la sensación que tiene en su cuerpo, como si recién despertara de un coma etílico, aunque no suele llegar a tal punto…Observa a su alrededor y ve destrucción, sangre, dolor, gritos de rabia y dolor se apoderan del lugar, subyugando el agradable silencio de su inconsciencia. |~¿Quién me trajo aquí?~| Pregunta en voz alta mientras comprueba que tiene todas sus armas consigo, no porque no se fiara de sus compañeros, pero de quien realmente no se fía es de todos los demás que no han demostrado ser de fiar en esa estúpida y absurda guerra. La verdad es que no sabe ni porqué están allí…

Resumen:

Re: El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II) {Dom 22 Feb 2015 - 12:25}

Krauser continuaba corriendo con el ceño fruncido mientras trataba de respirar de mejor forma, la situación era cada vez mucho más difícil. Después de unos instantes corriendo por aquel barrio pudo ver una puerta, no iba a perder el tiempo con ella, llevó la mano a la funda de su arma legendaria y sin importarle nada lanzó un tajo de arriba abajo haciéndola pedazos. Acto seguido la guardó y continuó con su machete en la otra mano mientras respiraba de forma agitada. Ahora notó las presencias de Minato y de su tropa, sonrió al saber que se encontraban bien, pero ahora no podía pensar en eso, sabía de sobra que ellos podrían con esa guerra. Los había entrenado y adiestrado para ello y ahora lo estarían demostrando, ahora empezó a seguir el aura de Minato mientras corría a una velocidad moderada para no cansarse mucho, estaba deseando saber qué diablos estaba pasando.

Re: El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II) {Dom 22 Feb 2015 - 12:35}

El dolor cada vez era peor y el chico lobo lo sentía en dónde debía estar su mano, gruñó un poco tratando de aguantar pero por el momento no le pasaría nada malo o eso pensaba al menos. De repente a él llegó una presencia de un poder increíble era muy superior a la del tiburón y eso le hizo abrir los ojos como platos ¿Dónde diablos estaba? Allí todo el mundo tenía un poder sobrehumano, eso le hizo fruncir el ceño, al lado de ellos su fuerza no era para tanto. Al sentir a los revolucionarios invadir el lugar sonrió de lado, sabía que su maestro los odiaba y quitarse unos cuantos de en medio podía ayudar al gobierno y por ende a su líder, subió volando a toda velocidad lanzando ondas de choque a los paracaídas para desestabilizarlos un poco. Acto seguido se dirigió hacia aquella presencia poderosa mientras iba lanzando ondas de choque a los revos o al menos intentándolo.

- ¡A tomar por culo la revolución!

Re: El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II) {Dom 22 Feb 2015 - 12:47}

Un grupo enorme de hombres comienza a descender de los cielos, justo ahora que los marines acaban de librarse de un grupo de molestos insectos, casi que les calza a todos el apodo…Pero no es momento de ponerse a insultar a los que quedaron eliminados, por suerte Joseph pudo sacar partido de ese hombre mecánico, consiguiendo buen armamento para sí mismo. Mientras tanto Kaishi observa todo con sus ojos violáceos, su rostro refleja su preocupación, su compañero Garland está en una situación horrible, difícilmente podría combatir nuevamente, Joseph y él son los únicos que han quedado más o menos bien, posiblemente los que tengan que proteger a sus compañeros, sobre todo al hombre que los ha salvado de una muerte horrible y segura. La verdad es que no se siente cómodo con eso, al Capitán Tora no suele agradarle que alguien le haya salvado la vida y que esté al borde de una muerte segura y no poder hacer nada por salvarle, pero conoce bien a Garland, no se rendiría tan fácilmente por ello. Por eso su sangre hierve, su voluntad se vuelve loca tratando de compensar los daños, mitigar el dolor que causa las esquirlas que hay en su cuerpo por la explosión, de ese modo la adrenalina empezaría a mermar el dolor…

Resumen:

20/08/2014

Me encontraba con el resto de gyojins en el tejado de ese edificio y pude ver que a lo lejos una de mis flechas consiguió hacer retroceder al enemigo de Byakuro, pero el joven pelimorado cambió su actitud tras eso y empezó a atacar a ese enemigo que le había controlado anteriormente. En mi cabeza susurré "Suerte Byakuro". Al tiempo los gyojins empezaban a levantarse poco a poco y algo adoloridos, probablemente por el haki del rey, tenía ciertos conocimientos de este y de su poderoso efecto, pero sabía que pocos minutos después se les pasaría, a no ser que volvieran a caer en el mismo haki otra vez. Uno de ellos de aspecto extraño preguntó que hacía ahí y seguidamente otro de los gyojins hizo la misma pregunta algo enfadado.

-Estáis encima de uno de los edificios, a pocos metros los miembros más fuertes de vuestra banda están luchando. Os traje aquí por orden de Cánabar, puesto que os habéis desmayado ante el Haki del Rey de un hombre muy poderoso, fue lo único que se me ocurrió para poneros a salvo. Si alguno de vosotros piensa seguir aquí, adelante, yo le protegeré, sin embargo si buscáis entrar de nuevo en la guerra, podríais ayudar a ese gyojin que lucha contra esos tres robots extraños.-Dije sonriendo hacia los gyojins que se encontraban conmigo encima del edificio, sabía que ninguno se quedaría conmigo, puesto que buscaban grandes logros en esa guerra, o quizás no.

Después de haberles explicado la situación miré hacia el cielo y vi algo muy extraño, se podían distinguir muchísimos puntos cayendo, no sabía exactamente lo que eran hasta que los detecté con mi haki de observación, se trataba de personas. Algo más lejos de nosotros sentí algo todavía más terrorífico, una persona mucho más poderosa que todas las que había sentido en esta guerra, ese alma infundía tanto miedo que solo de sentirlo me asusté, así que dejé de fijarme en el y me dispuse a mirar al cielo una vez más. Las personas que caían empezaban a gritar en favor de la revolución, ajá, así que eran revolucionarios, tampoco tenía nada en contra de la revolución, pero en ese momento no quería ver más guerra y lo que la revolución estaba a punto de traer, era eso mismamente. Era el momento de hacer algo.

-Esos hombres que están cayendo son solo más almas para el desarrollo de la guerra, estoy harta de ver como todos luchan por unos pensamientos que no les pertenecen, intentaré ocuparme de algunos de ellos, mientras tanto, si alguno de vosotros piensa quedarse, me gustaría que hiciera lo mismo.-Dije sonriendo mientras preparaba mi arco.

Tomé varias flechas en mis manos y apunté al cielo, tensé la cuerda y una a una fui disparando flechas hacia los paracaidistas, se podían ver algunos que cambiaban su cara a completo susto al verse cayendo a muchísima velocidad contra el suelo, donde caían, enormes manchas de sangre se formarían. El mundo tenía que terminar con esa estúpida guerra, que probablemente ya tenía decidido el ganador, el Gobierno Mundial, esa estúpida guerra solo era un evento de destrucción total de almas y sueños. No había un sentido específico para estar luchando, pues la victoria estaba decidida aún antes de empezar, no quedaba más remedio que seguir protegiendo a los más queridos, de unos enemigos vacíos que luchan por causas que ellos mismos desconocen. ¿A caso saben por qué el Gobierno Mundial ha participado en esta estúpida guerra? Es más que obvio, porque sabían que iban a ganar, aún antes de empezar. Mientras pensaba esto internamente seguía tirando flechas hacia el cielo y estas flechas probablemente no cayesen, pues todas estaban disparadas para atravesar alguna parte del cuerpo de cualquier paracaidista que ahí hubiera. Antes de disparar cada una, calculaba al menos dos veces a donde iría, no pensaba caer en el mismo error del puerto.

-Esta estúpida guerra debería acabar ya, la victoria lleva decidida aún antes de empezar, no tiene sentido seguir luchando por unas causas que ni siquiera conocemos.-Grité algo frustrada por tener que seguir luchando en esa estúpida guerra sin fin. Sabía que no todos compartirían mi opinión, pero tenía que decirlo.

Resumen:

01/09/2013

Me encuentro siguiendo a Kaito junto al resto de mis compañeros de gremio mientras Kaito nos agradece a Sin y a mí la curación, algo innecesario ya que me sentiría mal de no hacer nada para ayudarlos, más aun cuando fui yo el causante de las heridas. Conforme avanzamos varias presencias van apareciendo en los cielos visibles como pequeños puntos que alzan la voz al grito de ¡MUERTE AL GOBIERNO!¡LA REVOLUCIÓN TRIUNFARÁ Lo cual denota la llegada de los revolucionarios pero de pronto una presencia conocida aparece en los cielos, muy fuerte y familiar, es mi hermano Kirito que había hablado hace poco. Al saber que está ahí una de las personas más importantes para mí mis ojos se vuelven los de un depredador que acecha a su presa esperando el momento idóneo para atacar.

De pronto una nueva presencia también fuerte aparece pero es desconocida y Kaito parece sentirla también pues nos dice que esa presencia es nuestro objetivo. Mi boca esboza una sonrisa siniestra mientras avanzo veloz tras mi jefe preparado para pelear con cualquier enemigo que se nos cruce.

resumen:

08/04/2014

Bostezó. Se sentía bastante cansado, y el miedo que sentía por ver a todos aquellos hombres pez le impedía moverse. Podrían verlo y matarlo, y a decir verdad no le haría gracia la segunda. Se sentó en una esquina, esperando a que lo peor pasara, pero era bastante aburrido. Ver gente morir, gritar, suplicar... No soportaba que se repitiera tanto aquello, era tedioso. Cerró los ojos.

Las luces cambiaban a cada momento, y pronto pudo ver dónde estaba. Era Mariejoa, pero estaba casi vacía. Comenzó a caminar por las calles, y un humo blanco recorría las aceras y las vías. El cielo era azul pero no había sol, y todo estaba igualmente iluminado, como si no hubiera sombra. ¿Estaba muerto? No, aquello no podía ser, todo el mundo sabía que el cielo era más blanco, y con muchos más pompones entre nubes y ovejas y todas esas cosas que se suponía que habría en el cielo. Sin embargo, su cuerpo no pesaba, era ligero como una pluma y se sentía volar... ¡Estaba volando! Tan sólo pensarlo era convertirlo en realidad, podría acostumbrarse a aquello, pero no le apetecía volar.

Aterrizó sobre un ojo suelto que había por ahí, de uno de los cientos de cadáveres que poblaban el suelo. Había hecho "Crack" como si un pequeño recipiente liberase todo aquel humor, y el dueño estaba tirado en el suelo, con mueca de dolor. ¡Era él! ¿Estaba muerto? ¿Por eso estaba recorriendo la ciudad como un fantasma, viendo los restos de aquella destructiva guerra? ¿Lo habían matado, y para colmo, profanado su cadáver? Aquello era imperdonable. Aquello era... Era... ¿Era un mono tocando platillos?

-¡Mono!- gritó, acercándose a la carrera mientras escuchaba el resonar de aquellos platos metálicos, que regían el ritmo arrítmico de aquella sinfonía sin sentido, y pudo observar que no era lo único que había en el lugar. Aparentemente el mono estaba sobre una montaña de helado, pero poco tardó en romperla para demostrar que iba montado en un monociclo, y tras él un par de mujeres de bastante buen ver, luchando lanzándose aquella deliciosa sustancia envuelta en sirope de chocolate caliente. Notó cómo en su entrepierna algo florecía, y la muerte ya no parecía tan mala. Se acercó lentamente, y cuando se acercó a ellas se desvanecieron en polvo.

Parpadeó.

Estaba sentado, en el mismo lugar que se durmió, mirando hacia el mismo lugar. Palpó su cara y notó ambos ojos. Tampoco tenía cicatrices. Estaba listo para lo que fuera.

23/01/2014

Me encuentro junto a Garland que parece estar en una situación peligrosa ya que si no es tratado con rapidez su vida puede correr peligro así que de mi ropa saco un pequeño caracol llamado DDM y con él contacto a los refuerzos diciendo Rápido, necesitamos un médico urgentemente. El capitán Garland está herido de gravedad. Mandad a los médicos que yo me ocupo de la defensa. Corto por el momento, cualquier cosa contactadme por el DDM. Mis ojos rojos brillan con intensidad por mi determinación mientras escucho gritos de abajo el gobierno y miro al cielo para ver como varios puntos empiezan a bajar y a otros tantos moverse por el aire como si nada.

Los que bajan seguramente sean revolucionarios por lo que dejo las partes ciborg que cogí al pirata junto a Garland mientras le digo Los médicos están de camino, cuida de esto por mí mientras yo me ocupo de que nadie se acerque. Dejo la cruz apoyada al lado de Garland y me coloco los yo-yos preparándome para rechazar a cualquiera que se acerque.

Resumen:

06/01/2014

La cabeza del gyojin rodó por el suelo, terminando por fin con su vida y con su combate. No sabía cuantos enemigos quedaban todavía con vida pero no parecía que la guerra hubiera terminado por el momento, así que todavía quedaba trabajo por hacer. Sin embargo, varios invitados más se habían unido a la fiesta. Nada más derrotar al hombre-pez, el capitán se acercó a un soldado y le pidió un informe de la situación. De esa forma descubrió que tanto los piratas de Akai Ryu como la unidad de Pacifistas habían comenzado a moverse. No se esperaba que más piratas apareciesen en la ciudad, pero por el momento parecían ser más un problema de los gyojin que de la Marina, por suerte para ellos. Enfrentar a un Yonkou tal vez habría sido demasiado dada la situación en la que se encontraban. En ese momento, un potente grito desde las alturas llamó su atención hacia el grupo de paracaidistas que descendía lentamente hacia la ciudad. No tenía ni idea de cómo habían llegado allí arriba pero no podían ser más inoportunos. Imaginaba que los revolucionarios intentarían algo pero con el fragor de la batalla casi se le había olvidado.

Por si fuera poco, cerca de su posición podía ver claramente a la responsable de aquella guerra: la capitana de los piratas Trilobite, Kiara, la cual se encontraba peleando con el Shichibukai Dexter Black. El dragón era uno de los pocos piratas que había conocido personalmente, al menos sin intención de capturarle, y no creía que le gustase que interfiriera en su lucha. Sería mejor que se centrase en ayudar a repeler al ejército gyojin, aunque estos ya comenzaban a verse superados por los Pacifistas. Aquellas máquinas era realmente fuertes, si hubiesen aparecido antes se habrían ahorrado muchos problemas.

En cualquier caso, de momento debía centrarse en recuperar sus fuerzas. Tenía entendido que había una zona de jardines en la ciudad, por lo que la tierra debía ser fértil y contener nutrientes. Antes de que pasara totalmente el efecto de sus Rumble Ball, aunque poco quedaba para eso, Kodama extendió sus raíces por el subsuelo. Su forma "Root" aumentaba el efecto y el tamaño de sus raíces, por lo que la absorción de nutrientes era extremadamente rápida. Poco a poco, sus heridas más graves comenzaron a sanar y sus fuerzas volvieron a su cuerpo cansado. No estaba al cien por cien pero al menos podría seguir peleando.

Aprovechando la existencia de la zona ajardinada, el hombre-árbol conectó sus raíces con las de otros árboles, otorgándoles parte de su esencia y poder e insuflándoles una momentánea vida. Solo podría movilizar a cinco de sus congéneres por lo que intentó seleccionar a los más grandes y controlarlos para que se aproximasen a su posición y atacasen junto a él al ejército gyojin. Los cinco árboles adquirieron una forma humanoide, bastante parecida a la suya, aunque conservando su tamaño natural. Cuando pasasen los efectos de la pastilla amarilla, el movimiento de los árboles se detendría pero durante un breve periodo de tiempo podrían ayudar a acabar con la lucha. Junto con su pequeño séquito, Kodama avanzó en dirección al agujero desde el que habían salido los hombres-pez, arrollando a todos los que se cruzaban en su camino. Era hora de devolverlos al mar.

Acciones:

14/01/2014

No pasó nada, había quedado como un gilipollas en el aire pulsándolos. Miré hacia abajo y comencé a provocar ligeras caídas coordinadas con mis plataformas para caer de la forma más rápida posible hacia el cuartel sin hacerme daño en ninguna extremidad. Una vez estuve en el suelo, volví a entrar al cuartel con la mayor velocidad posible, llegando hacia la puerta y esquivando a varios marines que salían disparados, los cuales ya ni centraban la atención hacia mi persona. Había guardado los den den mushi dorados en un bolsillo interior amplio de mi gabardina, así que eran imposibles de ver incluso intentando fijarse en la gabardina puesto que era ancha y estaba abierta. Llegué a la dichosa sala de reuniones y llevé la mano hacia mi pecho, parándome completamente y respirando hondo. La presión en ese momento me pudo; unas escaleras que no había visto antes a pesar de dirigir toda mi atención en la sala, estaban ahí, oscuras y misteriosas. Coloqué bien mis espadas en las fundas traseras de mi espalda, siendo tapadas también por la gabardina, y comencé a caminar lentamente hacia la escalera.

-No sé si... estoy seguro de que deberíamos bajar por aquí, ¿seguro? -pregunté mirando hacia el suelo

-Sí, deberíamos. Tal vez ahí se hallen nuestras respuestas, Dark. -me contestó la persona que andaba por mi lado y se dirigía hacia las escaleras.

-Vale, Berny. Vamos allá. -dije con una pequeña sonrisa ceñida en mi cara.

Estando con él, éramos el dúo perfecto, cosa que me otorgaba gran tranquilidad hacia mi integridad. Caminé lentamente detrás de él mirando hacia atrás para ver si nos seguía alguien y vigilando su retaguardia. ¿Dónde nos llevarían esas escaleras? Esa era la cuestión en ese momento. Debía descubrir quién había asesinado a mi hija, ¿y si ahí estaban los archivos? ¿Y si escondía algún tipo de arma, o cualquier cosa especial que nos ayudaría a continuar aún más adelante? La cuestión era esperar, y bajarla lentamente y con seguridad, intentando ir lo más sigilosos posibles y mirando hacia todos lados para prevenir trampas o enemigos.

Resumen:

13/01/2013

Aunque después de curar a los compañeros heridos todos los miembros del gremio volvíamos a estar en condiciones para la batalla, la situación se estaba agravando por momentos a nuestro alrededor. Lluvias de hombres que caían del cielo con paracaídas, hombres que por el contenido de los gritos que daban eran claramente revolucionarios, gritos que pedían la muerte al gobierno y el triunfo de la revolución. Para ser sinceros, yo estaba de acuerdo con aquellos hombres, ya que si me ponía a pensar, yo le debía bien poco al gobierno y, todavía, los revolucionarios, no me habían hecho nada. Aunque no solo a nuestro alrededor se escuchaban los gritos de los revolucionarios no, también se escuchó una gran explosión, y también se veía una gran sombra que sobrevolaba la ciudad.

En cuanto a mi, después de haber curado a Kaito y a Guldrik, estos nos dieron las gracias:

- Para eso estamos chicos, asique no hace falta dar las gracias.

Después de esto, Kaito volvió a hacer uno de sus comentarios cenizos, dijo que si moría quería que cuidáramos de su esposa y que le podíamos dar sus pertenencias al siguiente líder de nuestro gremio.

- Tranquilo Kaito tus seres queridos son mis seres queridos. Te digo esto porque estaría feo decir que tu esposa es mi esposa ¿no? jajajajaj. Pero como no vas a morir pues podrás seguir cuidando y amando tu mismo a tu mujer ¿capichi, jefe?

También dijo que no nos separásemos que estábamos en una zona peligrosa y que si era necesario nos protegería con su vida:

- Mira Kaito, se que te sientes responsable de todos nosotros, pero no somos unos blandengues, nos podemos proteger unos a otros además, yo peleo a distancia por lo que si las cosas se ponen feas puedo ayudarte desde la lejanía con mis pistolas.

De repente el ambiente se enrarecio y Kaito dijo que había notado una presencia muy potente y que quizás esa presencia nos reportara algún beneficio. Ví como mis compañeros se estaban preparando para la batalla, asique yo cambié también mis cargadores de las pistolas y puse otros llenos y también puse a punto mi arrow of destruction.

resumen:

Re: El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II) {Dom 22 Feb 2015 - 20:55}

"Padre..." pensó, mordiéndose el labio. Sabía que no era una buena idea, pero no pudo evitar acercarse volando al lugar, sin descender. Lo vio entre unos callejones, con un den den mushi en la mano. Sentimientos de rabia y odio se desataron en él. Ante sus narices estaba el hombre que había matado a su mentor y padre adoptivo, a su madre y que conspiraba para tomar el control del mundo. Y por otro lado, quien le había dado la vida. "Soy el hijo de un monstruo... mi sangre está manchada. Le debo un favor la mundo: librarlo de él." Sin embargo, ahora que lo veía no podía evitar que su odio se viese apagado ligeramente. Estaba bastante cerca, más de lo que era cauto, a poco más de una decena de metros. Y podía ver su rostro. No hacía falta conocerlo demasiado para leer en su expresión que estaba desesperado. Estaba sufriendo, y mucho. No pudo evitar sentir cierta compasión por él, pero se riñó a sí mismo por ello.

- Se merece todo el sufrimiento del mundo y más... por mi propio bien, será mejor que me aleje de aquí. Daré unas vueltas a la ciudad desde el aire.

No era tonto. Había percibido el poder de su padre en su aura, y había sido espeluznante. Era un auténtico demonio... su poder sobrepasaba con creces el suyo. Sacudió la cabeza e inspeccionó desde los aires el terreno. La situación no había cambiado mucho, más allá de la incorporación de los revolucionarios a la batalla. Al este, los Akai Ryu de Kirito habían ascendido a la ciudad y se abrían paso hacia el centro de la ciudad. Podría ir a ayudarles... pero sabrían apañársela solitos. No por nada eran la tripulación de uno de los cuatro Emperadores. Aumentó el ritmo de vuelo y observó los combates desde los aires. Había muchos sitios donde podía ser de utilidad, pero la pregunta era: ¿a quién quería ayudar? No tenía un bando claro. Por un lado, los marines serían su venganza contra Karl. No le convenía que perdiesen aun... no hasta que hubiesen acabado con su padre. Por otro lado, los revolucionarios eran amigos suyos. Lo habían adiestrado, y había combatido codo con codo con ellos en el North Blue contra la Marina. Los piratas de Kirito eran sus amigos también, al fin y al cabo le habían ayudado a llegar a Mariejoa.

- Espera... ¿qué es eso?

En el suelo veía agente peleando contra un gyojin. Dos jóvenes y una chica, de menor edad que él. Y parecían estar en apuros. Entrecerró los ojos y no lo dudó. Plegó sus alas y descendió a toda velocidad, desenfundando sus pistolas. Apuntó al brazo derecho del hombre pez, con el que pretendía atacar a la chica, y disparó un doble tiro de energía divina con haki, dirigiendo el rumbo de los proyectiles a distancia con su Energy Shot Control. Empleando su mantra, se centró en las intenciones del gyojin preparándose para reaccionar redirigiendo nuevamente los tiros si el otro intentaba esquivarle. El ataque consistía en dos dardos de intensa luz amarilla. "Mi energía divina dañará a ese malvado ser. Ni el haki ni ningún medio físico puede bloquearla." No cesó en su ataque. Velozmente descendió hacia él aprovechando la velocidad de la caída, y envolviendo sus piernas en haki cambió de posición en el aire y le lanzó una poderosa doble patada aérea. Tras eso, o bien impulsándose en él o bien con sus alas, retrocedería unos tres metros y se posaría en el suelo.

- Vaya... una pescadilla abusando de tres adolescentes. ¿No te da vergüenza? Pelea contra alguien de tu tamaño.

Con cierta chulería, lanzó las dos pistolas al aire. Mientras estas ascendían dando vueltas, se ajustó la corbata y le dirigió una mirada desafiante al tiburón. Miró brevemente a los chicos y les guiñó el ojo con una media sonrisa. Con un aire de desdén, alzó las manos y las armas le cayeron en estas. Entonces su cuerpo comenzó a brillar con intensidad, y sus seis alas negras se volvieron doradas, al tiempo que una aureola le aparecía en la cabeza. Su expresión cambió y se volvió seria.

- No sois rival para él. Yo me encargaré de este tipo. Alejaos ahora que estáis a tiempo.

Celestial Shot: Purgation + Double Air Kick [AF] [Haki Armadura nvl. 2]

Para Maximillian, Roy y Mellanie:

Resumen:

08/12/2014

El gigante nos dejó en una casa, fuera del rango de la batalla. Le agradecimos el favor y se fue. Él y el capitán dijeron algo de volver a encontrarse para luchar, pero yo no estaba muy al caso. Unas manchitas en el cielo me habían llamado la atención, y no dejaba de observarlas. ¿Acaso eran paracaidistas?

- ¡MUERTE AL GOBIERNO!¡LA REVOLUCIÓN TRIUNFARÁ!

Así que eran revolucionarios. Está guerra cada vez estaba peor, sería mejor salir de ahí pitando. Pero, un momento, ¿ese no es el Yonkou Kirito? No podía ser. ¡Por fin un aliado poderoso! A mi lado, Bale parecía igual de sorprendido. Vi sus pensamientos en sus ojos. De hecho, yo también pensaba lo mismo de él. Si ayudábamos al capitán de los Akai Ryu podríamos ganarnos su favor y quizás hacernos "aliados".

- Liam, ¿qué te parecería si, tras saquear un poco este lugar, luchamos un poco a favor del Yonkou Kirito? Así podremos derrotar a algo más que a unos pequeños pececitos.

No podía estar más de acuerdo con Edward. Saqueábamos un poco la zona y luego, recuperados y en mejores condiciones, ayudábamos al Yonkou. No era mal plan. Además, ya que había perdido una espada, esperaba encontrar una katana de un nivel notable. Dado que nos encontrábamos en una casa de nobles, eso podría ser fácil.

- De acuerdo capitán. Hagamos lo que has dicho.

Ahora volveríamos a la batalla. Teniendo un aliado tan poderoso en nuestro bando, la balanza se equilibraba. La emoción de un combate próximo era cada vez más intensa. Y si le añadías que lucharía al lado de un Yonkou, era todavía mucho mayor. De repente, un destello de acero me hizo levantar mi sable. Rápidamente interpuse mi espada para protegerme. Delante de mi un tipo alto y armado con un hacha parecía querer matarme. Sus ojos llenos de tranquilidad y confianza contrastaban con su sonrisa de placer,¿quien era ese tipo y porque era yo su objetivo?

RESUMEN:

01/10/2013

*Meneror había logrado escapar de la celda pero sus manos seguían atadas y sus esperanzas en buscar la llave se desvanecían. No iba a dejarse vencer por los hecho y por tanto salió de la celda y se asomó al pasillo, pero, nada más hacer esto dos hombres entraron en la zona preguntándome quién era. No parecían marines, o si, vete tu a saber puesto que lo único que sabía es que eran peculiares por sus dos sombreros . A Meneror se le acababa el tiempo y puede que aquellos hombres le ayudaran, pero,¿Que decir? ¿Soy amigo o enemigo?.*

-Caballeros por favor no disparen, paréceme que ha habido una equivocación arto engañosa y me han metido entre todo el tumulto que hay ahí fuera en prisión ¿Pueden ayudarme?.

*El pirata no se esperaba una respuesta afirmativa ,pero por el momento solo deseaba saber si son marines o de los suyos.*

El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II)

Re: El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II) {Dom 22 Feb 2015 - 0:42}

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