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Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Exp: 13691
Nivel: 33
Nombre: Reira Toru
Apodo: Rei, Reiko
Edad: 17
Sexo: Mujer
Raza: Humana
Ciborg: No
Implantes Ciborg: -
Rango/Empleo: Pirata desconocido
Rango social: Alto (rico) cuando estaba con mi familia, ahora que estoy sola se puede considerar bajo (pobre).
Descripción estilo de lucha:
-Nombre: Blood Seeker
-Ejecución: Mis conocimientos sobre medicina, que más tarde entenderéis a qué se deben suelen ser de utilidad a la hora de pelear. Os lo explicaré con más detalle. Conozco bien el sistema circulatorio humano y la sangre es para mí a la vez un trauma y una fascinación. Si quieres hacer caer a alguien, hazlo sangrar. Quizás no muera pero tengo la teoría de que cuanta más sangre, más rápido cunde el pánico.
¿Que cómo lo hago? Los bisturíes son buenas armas y mejores aliados. Sinceramente no es que yo tenga mucha fuerza, por lo que toca improvisar o tener maña. De hecho no suelo atacar con las manos. No siempre ataco cuerpo a cuerpo, sino que a veces lanzo los bisturíes. Por lo general prefiero ir directa y no hacer florituras a no ser que sea necesario para disimular mis intenciones, aunque rasgar la piel tiene algo que... Fascinante. Y una cosa curiosa, me gusta dejar un corte a mis contrincantes, una señal, algo que les deje cicatriz. Que no se olviden de mí. Y por eso dejo una “R” en sus cuerpos, si puedo. Al fin y al cabo los cortes rectos duelen menos...
Y si no funciona pues agua oxigenada a los ojos, que para algo sirven los objetos del botiquín.. Qué cojones, a mí nadie me toca los ovarios y sale indemne.
Hakis, Técnicas y Power Ups: -
Historia: Mi historia... Veamos qué recuerdo de todo aquello. Mi mente es una confusa amalgama de imágenes entremezcladas pero no por ello dejan de estar separadas, como si no tuvieran conexión alguna. Supongo que todo empezó el día que nací. Lo sé, suena redundante e innecesario pero no me quedaría contenta si no lo digo. Obviamente lo único que podría contar de ello sería lo que me transmitieron otras personas sobre ese día y por supuesto no serviría para nada. Mejor avancemos unos años.
Mi familia (bueno, mi padre y madre) procedían de sendas estirpes relativamente poderosas y ricas. Nunca faltó de nada pero tampoco sobró, mi madre se encargaría de no mimarme demasiado y hacer que apreciara el valor de las cosas que tenía. De todos modos, nunca he sido una persona a la que le importara lo material. Hmmmm volviendo a mis padres, su matrimonio ni siquiera fue una decisión de ellos sino arreglado de antemano. Y a pesar de todo, cuando se miraban a los ojos, podías darte cuenta del amor que tenían el uno por el otro. Sí, espera, creo que eso ha sonado demasiado cursi.
A veces me viene a la mente la imagen de mamá, aunque ya me cuesta un poco recordarla con claridad. Reiko se llamaba, y así me llaman a mí también de vez en cuando, porque según decían me parezco a ella. Tendría yo unos cinco años y estábamos las dos en el jardín, jugando. No sé si me lo invento o si en verdad me acuerdo de su pelo de color violeta como el mío, sus ojos grises, su piel pálida... y su rostro rebosaba felicidad. Quizás no es lo que veía si no lo que quería observar en realidad. Papá no salía de la casa demasiado, estaría en su despacho o en otra de las numerosas habitaciones. Quizás en aquel laboratorio o sala de operaciones en el que nunca debería haber entrado en primer lugar.
Un día mi madre no se levantó de la cama. No parecía nada raro, cualquiera podría pensar que se había cansado tras un esfuerzo, que tenía un resfriado o una gripe un poco fuerte de más, que algo le había sentado mal... cualquier tontería. Le llevamos el desayuno, la comida y la cena a la cama. Nos pasamos horas ese día haciéndole compañía sin dejarla sola, esperando que sólo sería un día de pequeños esfuerzos, de dejar otros quehaceres para luego, lo que costaría volver a la normalidad y rutina de todos los días. Es más, incluso recuerdo que casi se me cae la bandeja del desayuno, y yo con ella, mientras subía las escaleras hasta la habitación. Mi torpeza habitual.
Creo que sobra decir que no fue así. No se levantó al día siguiente ni al otro. No sabían qué le pasaba, lo único que se podía observar era que la enfermedad parecía estar chupando sus energías, de manera insaciable. Pronto la dejamos más de lado de lo que deberíamos. Mi padre, Jack se llamaba, se fue sumiendo en la desesperación pero no hacía nada. Se puede decir que en realidad la desesperación la llevaba por dentro; por fuera era como un mero zombie. Pero daba igual, porque yo, a pesar de mi temprana edad me daba cuenta perfectamente.
Empeoró con el tiempo. Papá era el que más impotente se sentía o al menos eso es lo que creí siempre. Tanto tiempo estudiando para ser médico y tanto tiempo trabajando como uno y al final no le servía para no poder salvar a quien más quería... Aquello lo destruía poco a poco, como un cáncer. Como lo que destruía a mamá pero en un sentido más mental que físico. Trasladó a mamá de su habitación original a otra cerca de una especie de laboratorio que tenía en un anexo de la casa e intentaba averiguar que era lo que la afectaba. Y yo, aunque estorbaba más que ayudaba trataba de que me enseñara todo lo que sabía sobre medicina, confiando en que de alguna manera sabría lo que hacer, descubriría una cara. Lo sé, era una ilusa. Ella mientras tanto perdía poco a poco las ganas de vivir, sin remedio...
Lo siguiente que recuerdo era ir de la mano de mi padre, paseando por las bonitas calles de la ciudad, mirando los canales. Reconozco que siempre me había gustado vivir allí. Ya tenía quince años y sí, quizás era un poco mayor para ir de su mano. Pero era lo poco que me quedaba y a lo que podía aferrarme sin temor. Pienso que queríamos buscarle un regalo a mamá porque pronto sería su cumpleaños y en realidad, aunque está borroso en mi mente se me da por pensar que probablemente en lo único que pensábamos era en si ella aguantaría un día, dos, tres... Para cuando llegamos a casa con un bonito guardapelo ya era demasiado tarde.
Los días iban pasando con una lentitud extraordinaria. Quizás se debía a que no esperábamos nada. Y sin metas, no se sobrevive... porque faltan razones. Yo me puse como objetivo cuidar de mi padre y ni siquiera aquello supe hacerlo bien. Él no trabajaba y empezaba a llamarme Reiko y no Reira. Al principio pensaba que sólo lo hacía como muchas otras personas por costumbre. Al cabo de un tiempo me di cuenta de que empezaba a delirar y me confundía con mi madre por nuestro gran parecido. Su mente no había terminado de aceptar la muerte de un ser querido y había escogido una alternativa no mejor, pero sí menos dolorosa.
Llegó el día. Ese que al principio parecía el fin y luego se convirtió en un renacer. Buscaba a mi padre llamándolo a gritos como siempre, porque ya era la hora de comer y nadie conseguía encontrarlo. Supuse que estaría en el laboratorio, donde todavía buscaba la cura de una enfermedad ya inexistente, o que al menos ahora residía en un cuerpo muerto.
-¡Papáaaa! ¿Dónde estás? ¡Es hora de comer! A saber donde esta este hombre...
-¡Es tu culpa! ¡¡¡Todo es tu culpa!!!
Salió de quien sabe donde, con un bisturí en la mano que se dirigía hacia mi cara y que aparté como pude de un manotazo.
-¡¿Pero qué haces?! ¡Eres tú quien no pudo curarla!
No quería decirlo. O no de forma consciente, pero el subconsciente me traicionó. Se lanzó hacia mí otra vez tratando de atacarme, desesperado. Logró rozarme la cara y aprisionarme contra el suelo. ¿Donde había estado esa fuerza escondida todos esos días en lo que parecía que la vida se le escapaba por momentos? No tenía sentido. No-no-no lo tenía. ¿Qué estaba pasando? Intento traer a mi mente que pasó y no puedo. Se bloqueó muy al fondo para permitirme seguir viviendo sin sufrir los remordimientos. Mi imaginación tiene que completar lo que la memoria no puede y esto es lo que creo que pasó: cogí como pude unos cuantos bisturíes de la mesa de operaciones que teníamos al lado y...
Sangre, sólo sangre por todas partes.
Salí al jardín y me dejé caer en la hierba, donde había jugado tantas veces con mamá. Las lágrimas calientes empezaron a rodar por mis mejillas. En fin... como una psicópata que había perdido casi cualquier rasgo que delatara su humanidad me duché, limpié mi ropa, todo el laboratorio e incluso recuerdo haber llevado una pala en las manos. Aunque puede que no ocurriera en ese orden concreto. No podía seguir allí.
Recogí lo que ahora son mis pertenencias rápidamente y me fui, sin olvidarme antes de poner una pequeña foto de mi madre en aquel guardapelo y colgármelo al cuello para siempre. Lo mejor sería que me fuera un tiempo de la isla. Me subí a un barco cualquiera, sabiendo que intentaban buscarme y en consecuencia tratando de pasar desapercibida. ¿Qué iba a hacer ahora? Ya puestos a ser fugitivos... me gustaría surcar los mares y vivir aventuras siendo pirata. A lo mejor estaba siendo un poco tonta pero así podía evitar pensar en lo que había hecho. Mi moral, mi sentido del bien y el mal, toda mi personalidad... No más. Me escondí en las bodegas, por desgracia para mí, llenas de animales exóticos y sobre todo muy muy ruidosos. Me senté al lado de un animal que todavía no sabía ni que era, simplemente parecía un roedor demasiado grande. Estaba en peor estado de salud que los demás y sobre todo parecía triste. Aunque quizás lo pensé así porque no podía imaginarme nada alegre después de lo que había pasado.
Al atracar en otra isla lo bajé conmigo y así se convirtió en mi única compañía. No me hace ni caso cuando le ordeno algo pero aún así sabe cuando no estoy bien y se acerca a mí ofreciendo su cariño... es más de lo que puedo pedirle a nadie. Fue más tarde cuando descubrí que aquel tipo de animal se llamaba capibara y así le puse el nombre de Capi... En fin, no hay mucho más que contar. No es algo agradable de decir ni tampoco de escuchar, pero no hay otra verdad.
Descripción física: Dicen que tengo una cara rellenita, con redondas y blanditas mejillas aunque mi mandíbula acabe en pico. Suelen destacar de mí que la expresión de mi cara es muy dulce y por lo general alegre, pero también muy triste otras veces o simplemente inexpresiva, debido a ciertos cambios de humor. Esto hace que a veces parezca de mi edad e incluso menor, mientras que otras veces aparento tener unos años más. Una boca y nariz pequeñas contrastan con mis grandes ojos azules como el mar, pero que a veces se tornan grises; una mirada fría y dura como el hielo. Mientras tanto el pelo, que suelo llevar suelto, es de color violeta y me llega más o menos hasta los hombros.
Mi piel es pálida, y a menudo me quemo con el sol, lo cual no me hace gracia porque termino pareciendo una gamba. Eso sí, hay que reconocer que es una piel suave aunque no excesivamente delicada, y sin marcas. De hecho ni siquiera tengo tatuajes aunque puede que sí planes de hacerme alguno en un futuro. Tampoco llevo ningún piercing. ¿A quién se le ocurriría agujerearse la cara? Las orejas aún bueno pero...
En cuanto al cuerpo, estoy delgada o al menos eso parece, pero no es que esté en forma ni nada por el estilo. Mido aproximadamente 1,60. Suelo llevar una falda a cuadros marrón y ocre cuya longitud tiende a la indecencia (o eso dicen) y una sudadera holgada blanca con las mangas de color negro y un cuello abierto, que deja ver las negras tiras de lo que podría ser tanto un top como un sujetador. Quien tenga curiosidad que intente averiguarlo. Mi atuendo lo completan unas medias a rayas de color violeta y lila más oscuro a juego con el pelo. Por si acaso alguien se lo preguntaba, también van a juego con las bragas. Por último, calzo unas deportivas blancas.
Hay dos elementos más que llevo y que tienen especial relevancia. En la pierna izquierda, como a modo de liga, llevo una correa de cuero que me sirve para portar los bisturíes. Llevo otra tira debajo de la sudadera, donde guardo un par de bisturíes de repuesto. Otra de las cosas que no destaca demasiado pero no por ello deja de ser importante. Es el colgante dorado que llevo al cuello. En realidad se trata de un guardapelo con la foto de mi madre. El valor es mucho, aunque sólo de tipo sentimental...
Descripción psicológica: De niña nunca destaqué por nada excepto por mi vitalidad. Y de hecho, aunque ciertos acontecimientos hayan cambiado un poco mi personalidad, sigo siendo ese tipo de persona que no para de decir tonterías y juega con cualquier objeto que caiga en sus manos. A algunos les gusta mi desenfado y a otros no. De todos modos, esos otros cambian de idea en cuanto me cabrean demasiado, incluso aunque me limite a dirigirles una mirada gélida. ¿Puedo ser más adorable?
En realidad podría, sí. Digamos que esa era la parte visible del iceberg. Lo que está bajo el agua (y que en realidad es la mayoría) es sin duda más turbio. No diré que los únicos que llegan hasta mi corazón son los animales, pero sin duda ellos lo tienen el triple de fácil como mínimo. De hecho muchas veces prefiero usar mis conocimientos sobre medicina para tratarlos a ellos antes que a algunas personas desagradecidas. Llamadme loca si queréis. En cierto modo puede que lo esté. Loca, rota... pero lo oculto bien, creo.
Sinceramente no me cuesta mucho cambiar mi opinión sobre ciertos asuntos (¿qué? la gente cambia, ¿vale?) y mi humor también tiene altibajos a tutiplén. Lo mismo estoy siendo amable contigo y de un momento a otro haces un movimiento que no me guste y... ¡bisturí a la yugular! Patentado con chicos que llegan hasta donde yo no quiero dejarles llegar. Eh, que aunque no lo creáis trato de mantener la calma pero joder... Digamos que hay veces que no lo consigo.
Respecto a si soy buena, mala o regular... digamos que bueno, el caos manda. Qué sé yo, será causa de un trauma. No sé muy bien por qué, pero aquí sigo y seguiré. Una fuerza desconocida parece mantenerme atada a la vida así que estando en peligro trataré de hacer lo que más me convenga. No os preocupéis, debajo de tanto hielo sigue habiendo calidez y no traiciono si no hay una buena razón. Tratad de no jugar demasiado con mi corazón, por favor...
Un último apuntamiento. No. No soy una niña rica mimada y ahora, aunque haya pasado malos momentos, tampoco necesito tu compasión. Mi carácter es fuerte suficiente como para hacer frente salir del hoyo las veces que haga falta. No aceptaré tu ayuda a no ser que esté muy desesperada.
Alineamiento: Caótica neutral. Tras mi descripción psicológica pienso que no hay necesidad de explicarlo más.
Gustos: Adoro los dulces pero al contrario de lo que pueda parecer, prefiero el chocolate negro y amargo. Café, por favor... Lo necesito para sobrevivir. Bueno, quizás exagere pero sí para seguir despierta. Al té con pastas tampoco le hago ascos. Al final sí que voy a ser como una niña rica mimada y todo.
Prefiero pasar un poco de frío antes de tener que soportar un calor asfixiante y no aguanto llevar ropa ajustada, sin duda es mejor que sea holgada. Los masajes en la espalda o los hombros son lo mejor sin duda. Más si estamos en una cama y acaban en final inesperado. Desde luego no son un problema mis diecisiete años.
Me gustan los animales, las mascotas, aunque hubo un tiempo en que no tuve reparo en tratarlos como meros objetos; en mi infancia diseccioné bastantes por mera curiosidad y sin escrúpulos. Lo cual choca mucho con que odie el maltrato animal... Mis locuras. Qué se le va a hacer. Sinceramente hay una cosa que me encanta y es mi mascota, que ya presentaré más tarde. No me hace ni puto caso pero es adorable. Sí, porque lo digo yo.
Oye, puede que sea una chica de ciudad, pero no por ello deja de gustarme el campo. Sólo quería dejarlo claro. De hecho allí donde haya un hueco verde, es probable que esté yo. Lo digo por si no sabéis dónde encontrarme. Y aunque me encuentres... mejor si vienes con algo que me guste, sin duda te haré más caso. Tráeme un buen libro y prácticamente te habrás ganado mi devoción, al menos hasta que se acabe el efecto de la primera impresión. Mejor si es de medicina o veterinaria, aún me queda mucho por aprender.
Desagrados: Aunque no lo parezca, no soy una gran fan de los vestidos ni de los tacones ni de la etiqueta en general. Es que jo, son muy incómodooos. ¿Y para qué voy a fingir ser otra persona si no es estrictamente necesario? Tampoco me gustan las joyas opulentas. Quiero decir, no me gusta llevarlas, si tú quieres ponértelas pues allá tú. Yo con el guardapelo de mamá tengo más que suficiente.
Odio el chocolate blanco aunque el que lleva leche meh, es tolerable... No soy de comer demasiado porque no me gusta empacharme. Y ni que decir que no me va mucho eso de comer sano y hacer ejercicio físico pero no soy un cuerpo escombro. ¡Cómo me pongas verduras delante, puede que te las tire a la cara! En fin, la fruta si es dulce suficiente, no me quejo. ¡Pero las verduras...! La cara de asco me sale espontánea.
¿He mencionado ya lo poco que me gustan los piercings en la cara? Creo que sí. Y a eso aún no le tengo odio, que conste. A quien se atreva a maltratar a un animal, sí (lo sé, irónico, las ratas que diseccioné hace años me mirarían mal). Lo siento, es superior a mí. Y como toques a Capi, mi mascota... Bueno, si no te hago nada es porque él ya te atacara antes. Depende de cómo le caigas tendrá muy buen o muy mal genio.
Curiosamente no soporto a la gente falsa, a pesar de que he engañado mucho y puede que lo haga en un futuro si es necesario. De igual manera no me suele gustar que me traten como a una niña pequeña aunque me comporte como tal. No sé si es que me quedé estancada en mi infancia o regresé a ella... Quien sabe. Tampoco me suele gustar ver que se cometen injusticias aunque reconozco que tengo un sentido del bien y el mal un tanto... peculiar.
Habilidades: ¿Que qué se me da bien? Pues... ¡Buena pregunta!
Animar a la gente no se me da mal, mi carácter alegre por lo general hace que sea fácil. No está bien que lo diga yo pero soy una persona atenta. ¿Qué pasa? Ya no me quedan abuelas y tampoco es que se mentira, no tiene nada de malo decirlo. Miento o finjo bien, excepto si estoy depre; en ese caso es más difícil.
La medicina no se me da mal aunque aún me queda un largo camino por recorrer. He de decir que mi padre me enseñó bien a pesar de las circunstancias. En sus últimos segundos puede que pensara que incluso demasiado bien. ¿Se sintió orgulloso, defraudado o una mezcla de ambas? Al menos puedo decir que tengo sangre fría. Bueno, ¿es eso una habilidad real? ¿O sólo es un falta de escrúpulos general?
Por cierto, el trato con los animales es lo que mejor se me da realmente, suelo conectar con ellos de forma fácil y por alguna razón acaban queriéndome. No lo pienso cuestionar, suele ser útil. Útil y adorable, por supuesto. Hey, una cosa más. Aunque sea la alegría de la huerta a veces sé callarme, ser silenciosa, pasar desapercibida o al menos intentarlo con suficientes ganas. Suelo aparecer donde menos te lo esperas. De repente miras hacia un rincón y ¡BU! Ahí estoy yo.
Torpezas: Siendo la niña bonita y un tanto mimada, para qué mentir, cocinar se me da de pena. Ya si soy capaz de hacerme un sandwich es mucho, como algún otro que he visto por ahi. Y comer no me gusta poco precisamente. Menos mal que odio los empachos y me controlo. Sinceramente, las labores del hogar en general... Si hay que hacerlas se hacen pero oye que no... no... No hay más que ver mi cama. Si llega el día en que esté hecha, pensaré que mi madre se ha aparecido como fantasma. Aunque si lo hiciera no haría la cama, sólo me diría que la hiciese yo...
Me tomo las cosas con calma. Quizás con demasiada calma. Vamos, que a no ser que me interese el asunto soy una vaga sin remedio. Puedo llegar a ser una lentorra para cualquier quehacer que me encomienden, y no me verás correr a no ser que sea necesario. Como no podía ser de otra manera, el relato de mis torpezas podría reducirse a “sí, soy torpe”. Me caigo a menudo y de manera estrepitosa. A lo mejor en determinado momento estoy siendo sigilosa y me caigo de culo, jodiendo el factor sorpresa.
Lo más importante. ¡No llego a chuparme el codo! Eso es lo que más me preocupa de todo. Y también que a veces no soy capaz de adelantarme a las bromas pesadas.
Profesiones:
Excelencia:
Banda: -
Armas: Seis bisturíes de acero inoxidable (cuatro en la correa de su pierna y dos en la correa bajo la sudadera). Una cerbatana y dardos envenenados.
Mar de origen: Paraíso
Isla de origen: Water Seven
Mascotas: Un capibara llamado Capi, valga la redundancia. Es gracioso llamarlo así, porque se confunde fácilmente con la palabra “Capitán” abreviada. Es de color marrón o pardo rojizo, nada demasiado llamativo y tiene el pelo relativamente largo. Para mí guarda cierto parecido con una nutria aunque peluda pero quien sabe. ¿Al fin y al cabo cuántas nutrias he visto en toda mi vida? El caso es que este ¡hermoso! animal al que adoro no me hace ningún caso, como ya dije antes. Se ve que los roedores no son tan buenas mascotas como parecía y menos éste, que es uno de los más grandes conocidos... A veces es necesario ponerle un arnés porque si no sería incapaz de llevarlo por donde quiero. Y aún así me cuesta, tiene mucha fuerza.
Pertenencias:
Seis bisturíes de acero inoxidable como ya especifiqué antes y Una cerbatana y dardos envenenados. Mi ropa y calzado (por supuesto, no iba a ir desnuda por la calle aunque creo que muchos no se quejarían), las correas de cuero para las armas, el colgante o guardapelo y una pequeña mochila para guardar mis cosas, además de un poco de dinero lógicamente, lo justo para ir tirando. También guardo en la mochila un botiquín básico (tijeras, pinza, gasas, vendas, esparadrapo, jabón, desinfectante, agua oxigenada, alcohol, termómetro, guantes esterilizados y algodón) y el arnés y correa de Capi.
Botín de partidas: -
Sueños: ¿Conquistar el One Piece? ¿Derrocar al gobierno mundial? ¿Erradicar la piratería? Please, bitch. ¿De qué me estás hablando? Sólo tengo 17 años. Sí, lo sé, hay gente que mucho antes ya lo tiene claro. Yo qué sé... Sólo quiero aprender lo que pueda de medicina. Encontrar gente con la que estar, surcar los mares y viajar por ahí. Quizás sentirme útil haciendo lo que me gusta ¿Vivir bien y sin demasiadas preocupaciones o correr aventuras? Es una difícil elección y tengo tiempo para cambiar de idea. Aunque con suerte disfrutaré un poco de ambas opciones.
Referido por: Nadie
Nivel: 33
Nombre: Reira Toru
Apodo: Rei, Reiko
Edad: 17
Sexo: Mujer
Raza: Humana
Ciborg: No
Implantes Ciborg: -
Rango/Empleo: Pirata desconocido
Rango social: Alto (rico) cuando estaba con mi familia, ahora que estoy sola se puede considerar bajo (pobre).
Descripción estilo de lucha:
-Nombre: Blood Seeker
-Ejecución: Mis conocimientos sobre medicina, que más tarde entenderéis a qué se deben suelen ser de utilidad a la hora de pelear. Os lo explicaré con más detalle. Conozco bien el sistema circulatorio humano y la sangre es para mí a la vez un trauma y una fascinación. Si quieres hacer caer a alguien, hazlo sangrar. Quizás no muera pero tengo la teoría de que cuanta más sangre, más rápido cunde el pánico.
- Principales arterias y venas:
¿Que cómo lo hago? Los bisturíes son buenas armas y mejores aliados. Sinceramente no es que yo tenga mucha fuerza, por lo que toca improvisar o tener maña. De hecho no suelo atacar con las manos. No siempre ataco cuerpo a cuerpo, sino que a veces lanzo los bisturíes. Por lo general prefiero ir directa y no hacer florituras a no ser que sea necesario para disimular mis intenciones, aunque rasgar la piel tiene algo que... Fascinante. Y una cosa curiosa, me gusta dejar un corte a mis contrincantes, una señal, algo que les deje cicatriz. Que no se olviden de mí. Y por eso dejo una “R” en sus cuerpos, si puedo. Al fin y al cabo los cortes rectos duelen menos...
Y si no funciona pues agua oxigenada a los ojos, que para algo sirven los objetos del botiquín.. Qué cojones, a mí nadie me toca los ovarios y sale indemne.
- Akuma no mi:
- -Nombre de la akuma: Doku-Doku no mi
-Tipo: Paramecia (legendaria)
-Apariencia de la fruta: Es una fruta de un tamaño y color parecido a las ciruelas moradas. Las espirales circulares que la recorren son de un color granate, entre rojo y morado. Un poco blanda al tacto, como si estuviera madura de más e incluso un poco podrida. De hecho a la vista ni siquiera parece muy apetecible y al gusto se puede decir que mucho menos. En serio, ¿quién se iba a comer eso? Pues yo, está claro.
-Poder Característico: Permite al usuario generar diferentes tipos de veneno y emplearlos según la tabla de niveles.- Resumen de venenos y niveles hasta la fecha:
-Tabla de niveles:
Nivel 1: Elige un tipo de veneno. Puedes recubrir tu cuerpo de veneno líquido, y producir pequeñas cantidades.- Veneno 1= Visión borrosa -> Ceguera:
Nivel 1: La persona afectada tendrá visión borrosa durante un post.
Nivel 20: La visión borrosa dura 2 posts.
Nivel 40: La visión borrosa dura 3 posts.
Nivel 60: Dura 3 posts y a partir del cuarto puede provocar ceguera temporal si se retoma el contacto (durante 2 post).
Nivel 80: Dura 4 posts y a partir del quinto puede provocar ceguera temporal si se retoma el contacto (durante 3 posts).
Nivel 100: Dura 4 posts y a partir del quinto puede llegar a provocar ceguera permanente en unos segundos.
Nivel 10: Elige un segundo tipo de veneno. Puedes generar mayores cantidades de veneno, aunque todavía no son demasiadas.- Veneno 2= Mareo -> Vómitos:
*Mareo: En casos leves sólo existe una ligera sensación de náuseas, pero cuando el malestar es más grave hay problemas de equilibrio, vómitos, vértigo y pérdida de la coordinación. (Sacado de la Wiki).
El vértigo lo voy a ignorar y lo de la coordinación lo tengo pensado para otra cosa (veo demasiados síntomas para un sólo veneno con todo eso) nos quedamos con mareo, náuseas y vómitos. El mareo en sí conllevaría pérdida de equilibrio y/o coordinación pero sería muy leve y se puede ignorar ya que a mí lo que me interesa es la sensación de malestar, de desorientación, de que “todo da vueltas”(?) Si alguien quiere exagerarlo a nivel escénico está en su mano xD
*Náuseas: se definen como una situación de malestar en el estómago, asociada a la sensación de tener necesidad de vomitar (aunque frecuentemente el vómito no se da).
Después de este rollazo, la tabla:
Nivel 1: La persona afectada se mareará durante un post.
Nivel 20: El mareo dura 2 posts.
Nivel 40: El mareo dura 2 posts + sensación de náusea en el 2º.
Nivel 60: Dura 3 posts + náuseas en el 2º y 3º
Nivel 80: Dura 4 posts + náuseas en el 2º y 3º + vómitos en el 4º
Nivel 100: Dura 5 posts + náuseas en el 2º y 3º + vómitos en el 4º y 5º
Nivel 20: Elige otro tipo de veneno. Puedes crear formas semifluidas (seguirán siendo líquidas, pero podrás darles forma) y hasta 20 litros de veneno.- Veneno 3= Entumecimiento -> Parálisis:
*Entumecimiento: Rigidez o falta de flexibilidad o movimiento que se produce en un miembro del cuerpo, especialmente debido al frío o a la falta de actividad, que va acompañada de una desagradable sensación de hormigueo y de torpeza de movimiento en esa parte del cuerpo.
*Parálisis: Pérdida total o parcial de la capacidad de movimiento de una o más partes del cuerpo que se debe, generalmente, a una lesión nerviosa en el cerebro o en la médula espinal.
Nivel 20: Se entumece la parte del cuerpo en contacto directo con el veneno (brazo, pierna, tronco pero nunca entero...). Dura 1 post.
Nivel 40: El entumecimiento dura 1 post y se extiende el doble al 2º post.
Nivel 60: El entumecimiento dura 2 post (siguiendo el patrón de antes) y al 3º parálisis en la zona afectada.
Nivel 80: Entumecimiento 2 posts (1º parte doble, 2º cuerpo entero) + parálisis en todo el cuerpo
Nivel 100: Cuerpo entero entumecido en el primer post + parálisis completa en el segundo
Nivel 30: Elige otro tipo de veneno. Las formas pueden ser algo complejas, y puedes generar hasta 50 litros de veneno.
Nivel 40: Elige otro tipo de veneno. Puedes endurecer tu veneno para usarlo como arma, aunque es poco más duro que una uña. Empiezas a poder combinar venenos (2 a la vez como mucho).
Nivel 50: Elige otro tipo de veneno. Puedes generar hasta 1.000 litros de veneno, y darles formas complejas.
Nivel 60: Elige otro tipo de veneno. Puedes generar hasta 2.000 litros de veneno, y usar hasta una décima parte en forma de aliento.
Nivel 70: Elige otro tipo de veneno. Puedes generar hasta 3.000 litros de veneno. Puedes combinar hasta 3 tipos de veneno.
Nivel 80: Elige otro tipo de veneno. Puedes generar hasta 5.000 litros de veneno.
Nivel 90: Elige otro tipo de veneno. Puedes generar 7.000 litros de veneno.
Nivel 100: Elige otro tipo de veneno. En lugar de ello puedes decidir combinarlos todos en este último, siendo un cóctel potencialmente mortal. Puedes generar hasta 10.000 litros de veneno.
-Historia: Fue una tontería cómo conseguí esa fruta, la verdad. Y además de tontería, una muestra del desconocimiento de la gente sobre ciertos temas. Iba caminando por el mercado tan tranquila. El dinero se me estaba acabando pero aún podía estirarlo un poco más y jo, algún capricho había que darse de vez en cuando. Al llegar a un puesto de frutas y verduras las vi. Aquellas ciruelas me estaban haciendo la boca agua sólo de verlas. Parece que en un momento de despiste el frutero intentó colarme una que parecía un poco rara y pocha. Cuando llegué a la posada donde me alojaba tenía tanta hambre que ni a esa le hice ascos. Puaj, es que lo recuerdo y me dan ganas de vomitar. Sabía a rayos.
No supe hasta más tarde que comerme una pequeña ciruela podía tener una gran repercusión. Un fatídico día descubrí por las malas que un hombre había descubierto mi identidad y me seguía; todo debido a que se había ofrecido una recompensa por parte del resto de mi familia para consiguiera encontrarme. No sabía si viva o muerta. El caso es que pasando por un callejón me atacó. Primero pensé que sería algo así como un acosador, quien sabe. Luego habló y me di cuenta de que no. Hubo un frenético forcejeo mientras yo trataba de sacar mis bisturíes y atacarlo, pero como no fui capaz traté de usar las manos, wow. Ni siquiera conseguí hacerle daño, sólo tocarlo y de mis manos salió una especie de sustancia de color morado. Al poco tiempo el hombre se llevó las manos a los ojos y empezó a gritar que no veía. Ni que decir que me fui de allí rápidamente.
Una vez en casa me miré las manos. ¿Eso lo había hecho yo? ¿A qué se debía? ¿Podía controlarlo?
Hakis, Técnicas y Power Ups: -
Historia: Mi historia... Veamos qué recuerdo de todo aquello. Mi mente es una confusa amalgama de imágenes entremezcladas pero no por ello dejan de estar separadas, como si no tuvieran conexión alguna. Supongo que todo empezó el día que nací. Lo sé, suena redundante e innecesario pero no me quedaría contenta si no lo digo. Obviamente lo único que podría contar de ello sería lo que me transmitieron otras personas sobre ese día y por supuesto no serviría para nada. Mejor avancemos unos años.
Mi familia (bueno, mi padre y madre) procedían de sendas estirpes relativamente poderosas y ricas. Nunca faltó de nada pero tampoco sobró, mi madre se encargaría de no mimarme demasiado y hacer que apreciara el valor de las cosas que tenía. De todos modos, nunca he sido una persona a la que le importara lo material. Hmmmm volviendo a mis padres, su matrimonio ni siquiera fue una decisión de ellos sino arreglado de antemano. Y a pesar de todo, cuando se miraban a los ojos, podías darte cuenta del amor que tenían el uno por el otro. Sí, espera, creo que eso ha sonado demasiado cursi.
A veces me viene a la mente la imagen de mamá, aunque ya me cuesta un poco recordarla con claridad. Reiko se llamaba, y así me llaman a mí también de vez en cuando, porque según decían me parezco a ella. Tendría yo unos cinco años y estábamos las dos en el jardín, jugando. No sé si me lo invento o si en verdad me acuerdo de su pelo de color violeta como el mío, sus ojos grises, su piel pálida... y su rostro rebosaba felicidad. Quizás no es lo que veía si no lo que quería observar en realidad. Papá no salía de la casa demasiado, estaría en su despacho o en otra de las numerosas habitaciones. Quizás en aquel laboratorio o sala de operaciones en el que nunca debería haber entrado en primer lugar.
Un día mi madre no se levantó de la cama. No parecía nada raro, cualquiera podría pensar que se había cansado tras un esfuerzo, que tenía un resfriado o una gripe un poco fuerte de más, que algo le había sentado mal... cualquier tontería. Le llevamos el desayuno, la comida y la cena a la cama. Nos pasamos horas ese día haciéndole compañía sin dejarla sola, esperando que sólo sería un día de pequeños esfuerzos, de dejar otros quehaceres para luego, lo que costaría volver a la normalidad y rutina de todos los días. Es más, incluso recuerdo que casi se me cae la bandeja del desayuno, y yo con ella, mientras subía las escaleras hasta la habitación. Mi torpeza habitual.
Creo que sobra decir que no fue así. No se levantó al día siguiente ni al otro. No sabían qué le pasaba, lo único que se podía observar era que la enfermedad parecía estar chupando sus energías, de manera insaciable. Pronto la dejamos más de lado de lo que deberíamos. Mi padre, Jack se llamaba, se fue sumiendo en la desesperación pero no hacía nada. Se puede decir que en realidad la desesperación la llevaba por dentro; por fuera era como un mero zombie. Pero daba igual, porque yo, a pesar de mi temprana edad me daba cuenta perfectamente.
Empeoró con el tiempo. Papá era el que más impotente se sentía o al menos eso es lo que creí siempre. Tanto tiempo estudiando para ser médico y tanto tiempo trabajando como uno y al final no le servía para no poder salvar a quien más quería... Aquello lo destruía poco a poco, como un cáncer. Como lo que destruía a mamá pero en un sentido más mental que físico. Trasladó a mamá de su habitación original a otra cerca de una especie de laboratorio que tenía en un anexo de la casa e intentaba averiguar que era lo que la afectaba. Y yo, aunque estorbaba más que ayudaba trataba de que me enseñara todo lo que sabía sobre medicina, confiando en que de alguna manera sabría lo que hacer, descubriría una cara. Lo sé, era una ilusa. Ella mientras tanto perdía poco a poco las ganas de vivir, sin remedio...
Lo siguiente que recuerdo era ir de la mano de mi padre, paseando por las bonitas calles de la ciudad, mirando los canales. Reconozco que siempre me había gustado vivir allí. Ya tenía quince años y sí, quizás era un poco mayor para ir de su mano. Pero era lo poco que me quedaba y a lo que podía aferrarme sin temor. Pienso que queríamos buscarle un regalo a mamá porque pronto sería su cumpleaños y en realidad, aunque está borroso en mi mente se me da por pensar que probablemente en lo único que pensábamos era en si ella aguantaría un día, dos, tres... Para cuando llegamos a casa con un bonito guardapelo ya era demasiado tarde.
Los días iban pasando con una lentitud extraordinaria. Quizás se debía a que no esperábamos nada. Y sin metas, no se sobrevive... porque faltan razones. Yo me puse como objetivo cuidar de mi padre y ni siquiera aquello supe hacerlo bien. Él no trabajaba y empezaba a llamarme Reiko y no Reira. Al principio pensaba que sólo lo hacía como muchas otras personas por costumbre. Al cabo de un tiempo me di cuenta de que empezaba a delirar y me confundía con mi madre por nuestro gran parecido. Su mente no había terminado de aceptar la muerte de un ser querido y había escogido una alternativa no mejor, pero sí menos dolorosa.
Llegó el día. Ese que al principio parecía el fin y luego se convirtió en un renacer. Buscaba a mi padre llamándolo a gritos como siempre, porque ya era la hora de comer y nadie conseguía encontrarlo. Supuse que estaría en el laboratorio, donde todavía buscaba la cura de una enfermedad ya inexistente, o que al menos ahora residía en un cuerpo muerto.
-¡Papáaaa! ¿Dónde estás? ¡Es hora de comer! A saber donde esta este hombre...
-¡Es tu culpa! ¡¡¡Todo es tu culpa!!!
Salió de quien sabe donde, con un bisturí en la mano que se dirigía hacia mi cara y que aparté como pude de un manotazo.
-¡¿Pero qué haces?! ¡Eres tú quien no pudo curarla!
No quería decirlo. O no de forma consciente, pero el subconsciente me traicionó. Se lanzó hacia mí otra vez tratando de atacarme, desesperado. Logró rozarme la cara y aprisionarme contra el suelo. ¿Donde había estado esa fuerza escondida todos esos días en lo que parecía que la vida se le escapaba por momentos? No tenía sentido. No-no-no lo tenía. ¿Qué estaba pasando? Intento traer a mi mente que pasó y no puedo. Se bloqueó muy al fondo para permitirme seguir viviendo sin sufrir los remordimientos. Mi imaginación tiene que completar lo que la memoria no puede y esto es lo que creo que pasó: cogí como pude unos cuantos bisturíes de la mesa de operaciones que teníamos al lado y...
Sangre, sólo sangre por todas partes.
Salí al jardín y me dejé caer en la hierba, donde había jugado tantas veces con mamá. Las lágrimas calientes empezaron a rodar por mis mejillas. En fin... como una psicópata que había perdido casi cualquier rasgo que delatara su humanidad me duché, limpié mi ropa, todo el laboratorio e incluso recuerdo haber llevado una pala en las manos. Aunque puede que no ocurriera en ese orden concreto. No podía seguir allí.
Recogí lo que ahora son mis pertenencias rápidamente y me fui, sin olvidarme antes de poner una pequeña foto de mi madre en aquel guardapelo y colgármelo al cuello para siempre. Lo mejor sería que me fuera un tiempo de la isla. Me subí a un barco cualquiera, sabiendo que intentaban buscarme y en consecuencia tratando de pasar desapercibida. ¿Qué iba a hacer ahora? Ya puestos a ser fugitivos... me gustaría surcar los mares y vivir aventuras siendo pirata. A lo mejor estaba siendo un poco tonta pero así podía evitar pensar en lo que había hecho. Mi moral, mi sentido del bien y el mal, toda mi personalidad... No más. Me escondí en las bodegas, por desgracia para mí, llenas de animales exóticos y sobre todo muy muy ruidosos. Me senté al lado de un animal que todavía no sabía ni que era, simplemente parecía un roedor demasiado grande. Estaba en peor estado de salud que los demás y sobre todo parecía triste. Aunque quizás lo pensé así porque no podía imaginarme nada alegre después de lo que había pasado.
Al atracar en otra isla lo bajé conmigo y así se convirtió en mi única compañía. No me hace ni caso cuando le ordeno algo pero aún así sabe cuando no estoy bien y se acerca a mí ofreciendo su cariño... es más de lo que puedo pedirle a nadie. Fue más tarde cuando descubrí que aquel tipo de animal se llamaba capibara y así le puse el nombre de Capi... En fin, no hay mucho más que contar. No es algo agradable de decir ni tampoco de escuchar, pero no hay otra verdad.
Descripción física: Dicen que tengo una cara rellenita, con redondas y blanditas mejillas aunque mi mandíbula acabe en pico. Suelen destacar de mí que la expresión de mi cara es muy dulce y por lo general alegre, pero también muy triste otras veces o simplemente inexpresiva, debido a ciertos cambios de humor. Esto hace que a veces parezca de mi edad e incluso menor, mientras que otras veces aparento tener unos años más. Una boca y nariz pequeñas contrastan con mis grandes ojos azules como el mar, pero que a veces se tornan grises; una mirada fría y dura como el hielo. Mientras tanto el pelo, que suelo llevar suelto, es de color violeta y me llega más o menos hasta los hombros.
Mi piel es pálida, y a menudo me quemo con el sol, lo cual no me hace gracia porque termino pareciendo una gamba. Eso sí, hay que reconocer que es una piel suave aunque no excesivamente delicada, y sin marcas. De hecho ni siquiera tengo tatuajes aunque puede que sí planes de hacerme alguno en un futuro. Tampoco llevo ningún piercing. ¿A quién se le ocurriría agujerearse la cara? Las orejas aún bueno pero...
En cuanto al cuerpo, estoy delgada o al menos eso parece, pero no es que esté en forma ni nada por el estilo. Mido aproximadamente 1,60. Suelo llevar una falda a cuadros marrón y ocre cuya longitud tiende a la indecencia (o eso dicen) y una sudadera holgada blanca con las mangas de color negro y un cuello abierto, que deja ver las negras tiras de lo que podría ser tanto un top como un sujetador. Quien tenga curiosidad que intente averiguarlo. Mi atuendo lo completan unas medias a rayas de color violeta y lila más oscuro a juego con el pelo. Por si acaso alguien se lo preguntaba, también van a juego con las bragas. Por último, calzo unas deportivas blancas.
Hay dos elementos más que llevo y que tienen especial relevancia. En la pierna izquierda, como a modo de liga, llevo una correa de cuero que me sirve para portar los bisturíes. Llevo otra tira debajo de la sudadera, donde guardo un par de bisturíes de repuesto. Otra de las cosas que no destaca demasiado pero no por ello deja de ser importante. Es el colgante dorado que llevo al cuello. En realidad se trata de un guardapelo con la foto de mi madre. El valor es mucho, aunque sólo de tipo sentimental...
- ¿A que salgo muy favorecida en la foto? No me digáis que no... ¡Estaréis mintiendo!:
Descripción psicológica: De niña nunca destaqué por nada excepto por mi vitalidad. Y de hecho, aunque ciertos acontecimientos hayan cambiado un poco mi personalidad, sigo siendo ese tipo de persona que no para de decir tonterías y juega con cualquier objeto que caiga en sus manos. A algunos les gusta mi desenfado y a otros no. De todos modos, esos otros cambian de idea en cuanto me cabrean demasiado, incluso aunque me limite a dirigirles una mirada gélida. ¿Puedo ser más adorable?
En realidad podría, sí. Digamos que esa era la parte visible del iceberg. Lo que está bajo el agua (y que en realidad es la mayoría) es sin duda más turbio. No diré que los únicos que llegan hasta mi corazón son los animales, pero sin duda ellos lo tienen el triple de fácil como mínimo. De hecho muchas veces prefiero usar mis conocimientos sobre medicina para tratarlos a ellos antes que a algunas personas desagradecidas. Llamadme loca si queréis. En cierto modo puede que lo esté. Loca, rota... pero lo oculto bien, creo.
Sinceramente no me cuesta mucho cambiar mi opinión sobre ciertos asuntos (¿qué? la gente cambia, ¿vale?) y mi humor también tiene altibajos a tutiplén. Lo mismo estoy siendo amable contigo y de un momento a otro haces un movimiento que no me guste y... ¡bisturí a la yugular! Patentado con chicos que llegan hasta donde yo no quiero dejarles llegar. Eh, que aunque no lo creáis trato de mantener la calma pero joder... Digamos que hay veces que no lo consigo.
Respecto a si soy buena, mala o regular... digamos que bueno, el caos manda. Qué sé yo, será causa de un trauma. No sé muy bien por qué, pero aquí sigo y seguiré. Una fuerza desconocida parece mantenerme atada a la vida así que estando en peligro trataré de hacer lo que más me convenga. No os preocupéis, debajo de tanto hielo sigue habiendo calidez y no traiciono si no hay una buena razón. Tratad de no jugar demasiado con mi corazón, por favor...
Un último apuntamiento. No. No soy una niña rica mimada y ahora, aunque haya pasado malos momentos, tampoco necesito tu compasión. Mi carácter es fuerte suficiente como para hacer frente salir del hoyo las veces que haga falta. No aceptaré tu ayuda a no ser que esté muy desesperada.
Alineamiento: Caótica neutral. Tras mi descripción psicológica pienso que no hay necesidad de explicarlo más.
Gustos: Adoro los dulces pero al contrario de lo que pueda parecer, prefiero el chocolate negro y amargo. Café, por favor... Lo necesito para sobrevivir. Bueno, quizás exagere pero sí para seguir despierta. Al té con pastas tampoco le hago ascos. Al final sí que voy a ser como una niña rica mimada y todo.
Prefiero pasar un poco de frío antes de tener que soportar un calor asfixiante y no aguanto llevar ropa ajustada, sin duda es mejor que sea holgada. Los masajes en la espalda o los hombros son lo mejor sin duda. Más si estamos en una cama y acaban en final inesperado. Desde luego no son un problema mis diecisiete años.
Me gustan los animales, las mascotas, aunque hubo un tiempo en que no tuve reparo en tratarlos como meros objetos; en mi infancia diseccioné bastantes por mera curiosidad y sin escrúpulos. Lo cual choca mucho con que odie el maltrato animal... Mis locuras. Qué se le va a hacer. Sinceramente hay una cosa que me encanta y es mi mascota, que ya presentaré más tarde. No me hace ni puto caso pero es adorable. Sí, porque lo digo yo.
Oye, puede que sea una chica de ciudad, pero no por ello deja de gustarme el campo. Sólo quería dejarlo claro. De hecho allí donde haya un hueco verde, es probable que esté yo. Lo digo por si no sabéis dónde encontrarme. Y aunque me encuentres... mejor si vienes con algo que me guste, sin duda te haré más caso. Tráeme un buen libro y prácticamente te habrás ganado mi devoción, al menos hasta que se acabe el efecto de la primera impresión. Mejor si es de medicina o veterinaria, aún me queda mucho por aprender.
Desagrados: Aunque no lo parezca, no soy una gran fan de los vestidos ni de los tacones ni de la etiqueta en general. Es que jo, son muy incómodooos. ¿Y para qué voy a fingir ser otra persona si no es estrictamente necesario? Tampoco me gustan las joyas opulentas. Quiero decir, no me gusta llevarlas, si tú quieres ponértelas pues allá tú. Yo con el guardapelo de mamá tengo más que suficiente.
Odio el chocolate blanco aunque el que lleva leche meh, es tolerable... No soy de comer demasiado porque no me gusta empacharme. Y ni que decir que no me va mucho eso de comer sano y hacer ejercicio físico pero no soy un cuerpo escombro. ¡Cómo me pongas verduras delante, puede que te las tire a la cara! En fin, la fruta si es dulce suficiente, no me quejo. ¡Pero las verduras...! La cara de asco me sale espontánea.
¿He mencionado ya lo poco que me gustan los piercings en la cara? Creo que sí. Y a eso aún no le tengo odio, que conste. A quien se atreva a maltratar a un animal, sí (lo sé, irónico, las ratas que diseccioné hace años me mirarían mal). Lo siento, es superior a mí. Y como toques a Capi, mi mascota... Bueno, si no te hago nada es porque él ya te atacara antes. Depende de cómo le caigas tendrá muy buen o muy mal genio.
Curiosamente no soporto a la gente falsa, a pesar de que he engañado mucho y puede que lo haga en un futuro si es necesario. De igual manera no me suele gustar que me traten como a una niña pequeña aunque me comporte como tal. No sé si es que me quedé estancada en mi infancia o regresé a ella... Quien sabe. Tampoco me suele gustar ver que se cometen injusticias aunque reconozco que tengo un sentido del bien y el mal un tanto... peculiar.
Habilidades: ¿Que qué se me da bien? Pues... ¡Buena pregunta!
Animar a la gente no se me da mal, mi carácter alegre por lo general hace que sea fácil. No está bien que lo diga yo pero soy una persona atenta. ¿Qué pasa? Ya no me quedan abuelas y tampoco es que se mentira, no tiene nada de malo decirlo. Miento o finjo bien, excepto si estoy depre; en ese caso es más difícil.
La medicina no se me da mal aunque aún me queda un largo camino por recorrer. He de decir que mi padre me enseñó bien a pesar de las circunstancias. En sus últimos segundos puede que pensara que incluso demasiado bien. ¿Se sintió orgulloso, defraudado o una mezcla de ambas? Al menos puedo decir que tengo sangre fría. Bueno, ¿es eso una habilidad real? ¿O sólo es un falta de escrúpulos general?
Por cierto, el trato con los animales es lo que mejor se me da realmente, suelo conectar con ellos de forma fácil y por alguna razón acaban queriéndome. No lo pienso cuestionar, suele ser útil. Útil y adorable, por supuesto. Hey, una cosa más. Aunque sea la alegría de la huerta a veces sé callarme, ser silenciosa, pasar desapercibida o al menos intentarlo con suficientes ganas. Suelo aparecer donde menos te lo esperas. De repente miras hacia un rincón y ¡BU! Ahí estoy yo.
Torpezas: Siendo la niña bonita y un tanto mimada, para qué mentir, cocinar se me da de pena. Ya si soy capaz de hacerme un sandwich es mucho, como algún otro que he visto por ahi. Y comer no me gusta poco precisamente. Menos mal que odio los empachos y me controlo. Sinceramente, las labores del hogar en general... Si hay que hacerlas se hacen pero oye que no... no... No hay más que ver mi cama. Si llega el día en que esté hecha, pensaré que mi madre se ha aparecido como fantasma. Aunque si lo hiciera no haría la cama, sólo me diría que la hiciese yo...
Me tomo las cosas con calma. Quizás con demasiada calma. Vamos, que a no ser que me interese el asunto soy una vaga sin remedio. Puedo llegar a ser una lentorra para cualquier quehacer que me encomienden, y no me verás correr a no ser que sea necesario. Como no podía ser de otra manera, el relato de mis torpezas podría reducirse a “sí, soy torpe”. Me caigo a menudo y de manera estrepitosa. A lo mejor en determinado momento estoy siendo sigilosa y me caigo de culo, jodiendo el factor sorpresa.
Lo más importante. ¡No llego a chuparme el codo! Eso es lo que más me preocupa de todo. Y también que a veces no soy capaz de adelantarme a las bromas pesadas.
Profesiones:
- Asesina (Sombra):
- Un asesino sigiloso, que utilizando gran variedad de armas prefiere los filos. Más rápidos, más silenciosos. Es un experto en matar a corta y media distancia, y se especializa en consecuencia.
Nivel 23: Es algo más ágil que un luchador del mono, aunque no tan veloz. Domina un arma cuerpo a cuerpo y un arma a distancia.
Nivel 30: Tiene gran capacidad para ocultarse en todo tipo de accidentes, aunque aún pueden descubrirlo con relativa facilidad. Tiene un gran manejo de su arma a distancia.
Nivel 40: Maneja hasta tres armas contando las iniciales, y es mejor en el manejo de sus armas iniciales. Podría matar a alguien distraído con relativa facilidad. En cuestión de fuerza y reflejos es equivalente a un matón nivel 23.
Nivel 50: No es tan bueno con armas a distancia como un tirador, pero podría acertar a un objetivo móvil a veinte metros de distancia. Es tan ágil que para un luchador buey o un devastador torre 20 niveles menor es inalcanzable.
Nivel 60: Podría ocultarse en una caja. Controla tanto su respiración que sólo podrían descubrirlo por los pies en la parte de abajo (si decide sacarlos). En cuestión de fuerza y reflejos es equivalente a un matón nivel 30.
Nivel 70: Domina un arma más, si lo desea, o mejora su dominio en una de las tres que ya controla. Podría utilizar armas ocultas en partes insólitas del cuerpo (articulaciones, esfínteres, etc…).
Nivel 80: Es tan sigiloso que podría ocultarse en cualquier terreno mínimamente abrupto. En cuestión de fuerza y reflejos es equivalente a un matón nivel 40.
Nivel 90: Si se moviera despacio, podría acertar a un objetivo con un arma a distancia (que domine) hasta a 50 metros. Es tan ágil que podría esquivar una bala sin demasiada dificultad.
Nivel 100: Maneja hasta cinco armas, o aumenta su dominio en las que ya domina. Podría pasar ligeramente desapercibido sentándose en un banco vacío. En cuestión de fuerza y reflejos es equivalente a un matón nivel 50.
Nivel 110: Es tan ágil que podría luchar sin manos, poniéndose a la pata coja manejando sus armas con el pie libre.
Nivel 120: Es muy probable que, de acertar un golpe, su oponente esté muerto sin saberlo. En cuestión de fuerza y reflejos es equivalente a un matón nivel 60.
Nivel 130: Con una daga podría poner en apuros a un duelista nivel 100. Es casi imperceptible si intenta ocultarse.
Nivel 140: Empieza a manejar de forma hábil cualquier arma por instinto, y es un maestro de las armas que ya dominaba con anterioridad. En cuestión de fuerza y reflejos es equivalente a un matón nivel 70.
Nivel 150: Una leyenda de la ocultación y el asesinato. Una persona que no pueda detectarlo muy probablemente muera sin remedio ante él. En cuestión de fuerza y reflejos es equivalente a un matón nivel 80.
- Domadora (Cuidadora):
- Nivel 23:Sigues sin dominar todos los animales existentes en la realidad, pero ya no te atacan a no ser que alguien se lo ordenen o invadas su territorio. Puedes combatir con 2 animales y tendrás 4 de “repuesto”.
Nivel 30: Ahora los animales que puedes domar puede ser todo el que existe en la vida real siempre que no tengan un tamaño mayor del normal y además te obedecerán en casi todo. En cuanto a lo que es capaz de hacer… Ahora será capaz de interponerse entre un cuchillo y tú, recibiendo un corte o puñalada por ti, aunque no se atreverá a lanzarse de cabeza a la muerte. Puedes combatir con 3 animales y tendrás 6 de “repuesto”.
Nivel 40: Vaya, tu mascota inicial parece estar dispuesta a dar la vida por ti. Podría incluso atravesar un estrecho anillo de fuego ardiente si se lo pidieras. Podrás optar por domar cualquier animal existente en la vida real, aunque estos tendrán una característica especial; ser más grandes de lo normal, tener mayores dientes o incluso piel más resistente. Puedes combatir con 4 animales y tendrás 8 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 7.
Nivel 50: Puedes combatir con 5 animales y tendrás 10 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 7.
Nivel 60: Ahora animales existentes en el mundo de One Piece podrán unirse a ti, aunque no los que tengan un grandioso poder, como la leyenda “Billy”. Puedes combatir con 6 animales y tendrás 12 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 7’5.
Nivel 70: Ahora cualquier animal existente en el mundo de One Piece se unirá a ti (no los mitológicos o reyes marinos). Puedes combatir con 7 animales y tendrás 14 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 7’5.
Nivel 80: Bien, eres una leyenda adiestradora, por lo que animales mitológicos de poder bajo se unirán a tu causa. Estos pueden ser dragones sencillos, minotauros o alguna otra bestia de gran poder. Puedes combatir con 8 animales y tendrás 16 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 8.
Nivel 90: Vaya, que gran entrenador eres. Bien, ahora animales mitológicos de poder medio te harán caso. Estos serán más destructores que los anteriores aunque no serán invencibles, claro está. Puedes combatir con 9 animales y tendrás 18 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 8.
Nivel 100: ¡Woh! Eres increíble, sin duda. Eres capaz de domar animales mitológicos de gran poder. Ahora, siguiendo la regla de los hakis, tu mascota podrá mejorar uno o aprender el que le falta en el caso de que nunca lo haya obtenido. Puedes combatir con 10 animales y tendrás 20 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 8’5.
Nivel 110: Tu mascota podrá mejorar uno de los hakis siempre que no sea hasta el nivel 4, ya que este es inalcanzable. A parte de eso, animales mitológicos con aspecto humanoide (Nada de Dioses o cosas hiper poderosas) podrán unirse a ti. Ahora no solo tu mente y la suya serán una, sino que aparte de eso, sentirás lo que tú querido compañero sienta. Esta conexión siempre puede ser cerrada si alguno quiere. Puedes combatir con 11 animales y tendrás 22 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 8’5.
Nivel 120: Podrás amaestrar a un rey marino si te lo propones, aunque este será de poder débil. Puedes combatir con 12 animales y tendrás 24 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 9.
Nivel 130: Podrás amaestrar reyes marinos, aunque con un poder medio. Gracias a esto podrás viajar de isla a isla sin ningún problema. Puedes combatir con 13 animales y tendrás 26 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 9.
Nivel 140: Puedes combatir con 14 animales y tendrás 28 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 9’5.
Nivel 150: Vale, ahora cualquier Rey marino podrá ser amaestrado por tu grandeza, por muy enorme y poderoso que él sea. Puedes combatir con 15 animales y tendrás 30 de “repuesto”. Podrás aprender junto a tus mascotas una técnica combinada de nota 9’5.
Nota: Las técnicas solo pueden ser usadas una vez por rol.
- Médico (Cirujana):
- Nivel 23: Empiezas a reconocer heridas leves y a cerrarlas con aguja e hilo, aunque no podrías hacerlo bajo presión en ningún momento. Tienes mejores conocimientos del cuerpo humano y sabes dónde está cada nervio. Podrías colocar articulaciones de un movimiento aunque eso las dejaría adormecidas por un turno, por lo que no se podrían usar con normalidad.
Nivel 30: Tienes mejor conocimiento de cirugía por lo que puedes coser heridas en un turno, aunque no podrías hacer nada más. Empiezas a conocer mejor el cuerpo y sabes donde se encuentra cada vena y arteria exactamente, por lo que podrías utilizar eso a tu favor para saber dónde cortar y que se desangren.
Nivel 40: Tu habilidad es buena y eres capaz de coser incluso dedos o partes pequeñas del cuerpo, como por ejemplo orejas. Tienes una buena precisión usando objetos punzantes. Podrías coser heridas leves en un turno y atacar en el mismo, ya que empiezas a tener unas manos más veloces.
Nivel 50: Ahora tienes una mejor habilidad y conocimiento, pudiendo implantar manos o pies, es decir partes un poco más grandes y complicadas. Puedes reconocer donde tu rival siente malestar, pudiendo aprovechar esto para saber dónde atacar para causar más dolor.
Nivel 60: Podrías coser partes pequeñas, como dedos u orejas, en un turno y te daría tiempo a atacar. A parte tu habilidad con objetos filosos aumenta bastante, pudiendo enfrentarte a un asesino veinte niveles menos que tú y tener la oportunidad de ganar usando tan solo una aguja. Eres capaz de implantar brazos y piernas (es decir, extremidades no mortales) siempre que no sea bajo presión.
Nivel 70: Eres capaz de implantar órganos no vital (es decir, corazón, pulmones… Estas no) siempre que no estés bajo presión. Podrías usar tus ajugas para adormecer partes del cuerpo de tu rival durante un turno, ya que conoces los puntos débiles y tienes la suficiente precisión (solo una vez por combate). Podrías saber si tu rival tiene algún hueso roto con tan solo mirarlo.
Nivel 80: Eres capaz de coser una extremidad no mortal en mitad de un combate. Podrías implantarte a ti mismo una parte pequeña en mitad de un combate (oreja, dedo…), siempre que aguantes el dolor. Tienes unas manos veloces y precisas, pudiendo con tus agujas, adormecer partes del cuerpo de tu rival durante un máximo de dos turnos (solo una vez por combate).
Nivel 90: Serías capaz de ganar a un asesino quince niveles debajo de ti con tan solo una aguja o bisturí (arma punzante). Podrías implantarte a ti mismo una mano o un pie en mitad de un combate siempre que resistas el dolor, pudiendo atacar en el mismo turno.
Nivel 100: Eres capaz de trasplantar órganos no vitales en mitad de un combate a un herido, pudiendo responder en el mismo turno. Tu habilidad con agujas y la precisión que tienes hace que puedas adormecer partes del cuerpo de tu rival durante tres turnos (solo una vez por combate).
Nivel 110: Eres capaz de trasplantar órganos vitales siempre que no estés bajo presión. Podrías implantarte a ti mismo, en mitad de un combate, una extremidad no mortal siempre que puedas aguantar el dolor. Con tu habilidad con los utensilios de cirujano podrías vencer a un asesino diez niveles por debajo de ti, aunque tendría sus dificultades.
Nivel 120: Cualquier malestar que tenga tu rival, por muy leve que sea, serás capaz de captarlo. Tienes una gran habilidad con la aguja y una gran precisión, pudiendo adormecer partes del cuerpo del rival durante un máximo de cuatro turnos (solo una vez por combate).
Nivel 130: Te acostumbras a los movimientos de las personas ya que los estudias a la perfección. Podrías descubrir hacia donde se va a mover tan solo mirando sus pies. Podrías vencer a un asesino cinco niveles por debajo de ti con dificultades.
Nivel 140: Podrías implantarte a ti mismo, en mitad de un combate, un órgano no vital siempre que puedas aguantar el dolor. Tienes una gran habilidad con la aguja y una gran precisión, pudiendo adormecer partes del cuerpo del rival durante un máximo de cinco turnos (solo una vez por combate).
Nivel 150: Podrías implantarte a ti mismo, en mitad de un combate, un órgano vital siempre que puedas aguantar el dolor. Podrías descubrir que movimiento hará tu enemigo tan solo fijándote en los pequeños detalles de su cuerpo, como por ejemplo, un simple movimiento de hombro que te haría saber hacia dónde pegará un puñetazo.
- Bufón (Arlequín):
- Nivel 23: Puedes hacer malabares sencillos y tu puntería de armas arrojadizas de pequeño tamaño mejoran(0-10m), eres capaz de hacer juegos sencillos con cartas estando concentrado, pero a veces te equivocas y te pillan el truco. Y la presión del público ejerce sobre ti es muy grande.
Nivel 30: Mejoras tu repertorio de trucos y tu habilidad de manos en todos los aspectos, también aprendes que el escenario es importante por lo que eres capaz de prepararlo en un 15 minutos para realizar tus trucos con mayor facilidad y ganar más dinero.
Nivel 40: Eres capaz de maquillarte de una manera poco ortodoxa, aún así eso suele llamar la atención de la gente, comprendes que el hacer trucos interactuando con el público es mucho más espectacular por lo que aprendes algunos trucos de ese estilo. Eres capaz de hacer aparecer pequeños objetos del tamaño de una moneda, siempre que ejecutes el truco bien.
Nivel 50: Tu destreza con armas arrojadizas aumenta siendo incapaz de errar en un blanco fijo.
Eres capaz de realizar ciertos trucos ilusorios sencillos siempre que tengas el material y medios necesarios, también aprendes cosas como el maquillaje pudiendo disfrazarte ligeramente.
El publico te da más coba y no es tan cruel como antaño.
Nivel 60: Eres capaz de ganarte la vida ejerciendo de arlequín, sabes una gran cantidad de trucos de dificultad moderada. Tu equilibrio y concentración aumentan considerablemente. También puedes provocar que la gente se distraiga inevitablemente en un punto de tu cuerpo mientras realizas el truco con el otro(salvo que te saquen nivel o sean poseedores de mantra de nivel 2).
Nivel 70: Podrías ejercer de carterista si tuvieras la suficiente sangre fría como para robar ya que a veces no hay trabajo en el mundo del espectáculo. Ahora tan solo tardas cinco minutos en preparar el escenario pudiendo improvisarlo con basura urbana. Sería imposible que fallaras un truco, aunque a veces la presión del publico te puede.
Nivel 80: Tu concentración mejora siendo prácticamente imposible que falles un truco, además esto te permite hablar mientras ejecutas un truco permitiendo llamar la atención en un punto de tu cuerpo.
Nivel 90: Eres capaz de hacer y desaparecer cosas prácticamente dentro de tu alcance aunque te conlleva algo de tiempo prepararlo y ciertas condiciones externas previas. Tu destreza y velocidad de manos aumentan considerablemente y eres capaz de detectar los trucos de los arlequines de menor nivel y chafarlos si así lo deseas.
Además tu cuerpo es capaz de aguantar kilos y kilos de cachivaches estrafalarios con los que realizar tu espectáculos.
Nivel 100: Eres capaz de cruzar por la cuerda floja con gran soltura, aunque requieres de cierta concentración. Tus juegos de manos son rápidos y sutiles habiendo adaptado los trucos clásicos a tu manera. Descubres los trucos de hipnosis, aunque son ciertamente difíciles y podrían afectarte a ti mismo.(Solo surten efecto a pj de 70 o inferior y los de superior si así lo desean)
Nivel 110: Podrías llamar la atención en un punto hasta el punto de domar a tus espectadores, aunque esto aumenta el tiempo que tardas en hacer tus trucos, y podrías verte desbordado con un público perspicaz o varios frentes abiertos(Los pj de 20 niveles o menos no se verán forzados salvo que sean estúpidos)
Nivel 120: Te conviertes en un arlequín de renombre, conoces la gran mayoría de trucos e incluso algunos han copiado tus trucos. Tu velocidad y destreza de manos aumenta permitiéndote hacer malabares con cualquier objeto siempre que tengas la fuerza necesaria siendo incapaz de errar cualquier blanco a una distancia menor de 100 metros.
Nivel 130: Serías capaz de dejar en ridículo a cualquier arlequín de menor nivel, copiando y mejorando su truco con tan solo verlo una vez. Tus disfraces son tan creíbles que podrías tener un alter-ego(No disimulable para usuarios de haki lv 2 o mayor).
Nivel 140: Eres todo un maestro de la ilusión y la hipnosis, siendo capaz de hipnotizar o realizar ilusiones que duren 3 posts, inevitablemente.
Nivel 150: ¿Houdini te llamaban? Eres un puto genio del espectáculo una estrella de entre uno y un millón. Tus espectáculos originarían millones de berries. Consigues crear un truco final indescifrable para el resto de arlequines si así tu lo decides serás conocido como el único personaje que fue capaz de realizar ese truco. ¿Errar? Eso existe. Es imposible que erres un truco en un rango de 100 metros.
Excelencia:
- Gran doctora:
- Nivel 30: Con un vistazo puede detectar cualquier enfermedad común, y enfrentarse a ella.
Nivel 60: Es más preciso con el bisturí que los demás médicos de su especialidad, y puede realizar cualquier tipo de cirugía sencilla sin dificultad.
Nivel 90: Conoce la mayoría de enfermedades, tanto físicas como mentales, así como tratarlas. Según su especialidad algunas no podrá, pero tiene gran conocimiento de procedimientos y demás.
Nivel 120: Conoce todas las afecciones posibles, y las más comunes a simple vista las detecta. Puede, con dificultad, tratar cualquiera.
Nivel 150: Es una enciclopedia médica viviente. Sus conocimientos sobre biología humana casi llegan al nivel de un bioingeniero, y reconoce cualquier enfermedad a simple vista.
Banda: -
Armas: Seis bisturíes de acero inoxidable (cuatro en la correa de su pierna y dos en la correa bajo la sudadera). Una cerbatana y dardos envenenados.
Mar de origen: Paraíso
Isla de origen: Water Seven
Mascotas: Un capibara llamado Capi, valga la redundancia. Es gracioso llamarlo así, porque se confunde fácilmente con la palabra “Capitán” abreviada. Es de color marrón o pardo rojizo, nada demasiado llamativo y tiene el pelo relativamente largo. Para mí guarda cierto parecido con una nutria aunque peluda pero quien sabe. ¿Al fin y al cabo cuántas nutrias he visto en toda mi vida? El caso es que este ¡hermoso! animal al que adoro no me hace ningún caso, como ya dije antes. Se ve que los roedores no son tan buenas mascotas como parecía y menos éste, que es uno de los más grandes conocidos... A veces es necesario ponerle un arnés porque si no sería incapaz de llevarlo por donde quiero. Y aún así me cuesta, tiene mucha fuerza.
- Míralo, si es todo un seductor:
Pertenencias:
Seis bisturíes de acero inoxidable como ya especifiqué antes y Una cerbatana y dardos envenenados. Mi ropa y calzado (por supuesto, no iba a ir desnuda por la calle aunque creo que muchos no se quejarían), las correas de cuero para las armas, el colgante o guardapelo y una pequeña mochila para guardar mis cosas, además de un poco de dinero lógicamente, lo justo para ir tirando. También guardo en la mochila un botiquín básico (tijeras, pinza, gasas, vendas, esparadrapo, jabón, desinfectante, agua oxigenada, alcohol, termómetro, guantes esterilizados y algodón) y el arnés y correa de Capi.
Botín de partidas: -
Sueños: ¿Conquistar el One Piece? ¿Derrocar al gobierno mundial? ¿Erradicar la piratería? Please, bitch. ¿De qué me estás hablando? Sólo tengo 17 años. Sí, lo sé, hay gente que mucho antes ya lo tiene claro. Yo qué sé... Sólo quiero aprender lo que pueda de medicina. Encontrar gente con la que estar, surcar los mares y viajar por ahí. Quizás sentirme útil haciendo lo que me gusta ¿Vivir bien y sin demasiadas preocupaciones o correr aventuras? Es una difícil elección y tengo tiempo para cambiar de idea. Aunque con suerte disfrutaré un poco de ambas opciones.
Referido por: Nadie
Steve
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Akuma no mi
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Buenas tardes, hoy seré tu moderador, puedes odiarme a partir de ahora:
Dado que mi tiempo es escaso y he de hacer varias cosas, te pondré la nota final, la cual podrás aceptar o no, existen las segundas moderaciones o pedir edición de la ficha para conseguir mas nota, a la que por mi parte podrás proceder.
Ahora no me enrollo más, tienes un 9'6, si quieres saber el porque de esta nota envíame un mp y procederé a explicarte los fallos y aciertos de tu ficha que me han hecho decantarme por esa nota.
Puntuaciones para optar a diferentes cosas:
Akumas:
- Paramecia- 7´5
- Zoan normal - 8
- Zoan prehistórica - 8'5
- Logia etérea - 9
- Zoan mitológica - 9'5
- Akuma legendaria - 10*
*Se deberá sacar un 10 de nota para poder acceder a una de las akumas más poderosas de la serie, como la Pika Pika no mi. También se incluyen en este tipo Akumas potencialmente OP (Overpowered), como la logia de sonido.
*Los nombres de las Akumas deben de ser bisílabos. En ciertos casos el Staff se reserva el derecho a cambiar el nombre a una Akuma (Tiger Tiger por Neko Neko modelo tigre, por ejemplo)
Cyborg:
- Comenzar como humano con una parte cyborg - 7,5
- Comenzar como cyborg - 8,5
Byónicos:
- Comenzar como humano con parte biónica - 7,5
- Comenzar como biónico - 8,5
Razas:
- Humanos y Skypianos- cualquier nota
- Brazos largos y piernas largas- 6
- Enanos- 7
- Animales parlantes- 7
- Gyojin grado 1* - 7´5
- Gigante - 8
- Gyojin grado 2* (peces venenosos y tiburones) - 8´5
Dado que mi tiempo es escaso y he de hacer varias cosas, te pondré la nota final, la cual podrás aceptar o no, existen las segundas moderaciones o pedir edición de la ficha para conseguir mas nota, a la que por mi parte podrás proceder.
Ahora no me enrollo más, tienes un 9'6, si quieres saber el porque de esta nota envíame un mp y procederé a explicarte los fallos y aciertos de tu ficha que me han hecho decantarme por esa nota.
Puntuaciones para optar a diferentes cosas:
Akumas:
- Paramecia- 7´5
- Zoan normal - 8
- Zoan prehistórica - 8'5
- Logia etérea - 9
- Zoan mitológica - 9'5
- Akuma legendaria - 10*
*Se deberá sacar un 10 de nota para poder acceder a una de las akumas más poderosas de la serie, como la Pika Pika no mi. También se incluyen en este tipo Akumas potencialmente OP (Overpowered), como la logia de sonido.
*Los nombres de las Akumas deben de ser bisílabos. En ciertos casos el Staff se reserva el derecho a cambiar el nombre a una Akuma (Tiger Tiger por Neko Neko modelo tigre, por ejemplo)
Cyborg:
- Comenzar como humano con una parte cyborg - 7,5
- Comenzar como cyborg - 8,5
Byónicos:
- Comenzar como humano con parte biónica - 7,5
- Comenzar como biónico - 8,5
Razas:
- Humanos y Skypianos- cualquier nota
- Brazos largos y piernas largas- 6
- Enanos- 7
- Animales parlantes- 7
- Gyojin grado 1* - 7´5
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- Gyojin grado 2* (peces venenosos y tiburones) - 8´5
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He editado pero sólo cambié el estilo de lucha por algo que me parecía ligeramente mejor.
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Por mi parte tienes el 10, el cual debe ser aprobado por dos administradores, o varios miembros del Staff. ¡Enhorabuena! En cuanto te sea aprobado (o no, quién sabe) postearás con lo que quieras (técnica, akuma, you know)
Saludos, y buenos días/tardes/noches.
Saludos, y buenos días/tardes/noches.
En fin, por lo que a mí respecta tendrías una nota superior al 9,25 (seguramente te pidiera más si fuera yo el corrector). Asumiendo que lo que yo opino es debido a una ligera diferencia de criterio entre mis compañeros y yo, voy a decir que acepto este 10.
Buenos días.
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Etsu
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Veamos, la ficha no está nada mal, me ha encantado le detalle del roedor, juraría que es el primero que he visto como mascota, quitando que has estropeado la "imagen", supongo que te valido el 10. Pero solo por ser Mizore-chan.
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Acepto la nota claro *-* Y me gustaría pedir esta akuma:
·Nombre de la akuma: Doku-Doku no mi
-Tipo: Paramecia (legendaria)
-Apariencia de la fruta: Es una fruta de un tamaño y color parecido a las ciruelas moradas. Las espirales circulares que la recorren son de un color granate, entre rojo y morado. Un poco blanda al tacto, como si estuviera madura de más e incluso un poco podrida. De hecho a la vista ni siquiera parece muy apetecible y al gusto se puede decir que mucho menos. En serio, ¿quién se iba a comer eso? Pues yo, está claro.
-Poder Característico: Creo que os toca definirlo a vosotros
-Tabla de niveles: Esto también os toca a vosotros xD
-Historia: Fue una tontería cómo conseguí esa fruta, la verdad. Y además de tontería, una muestra del desconocimiento de la gente sobre ciertos temas. Iba caminando por el mercado tan tranquila. El dinero se me estaba acabando pero aún podía estirarlo un poco más y jo, algún capricho había que darse de vez en cuando. Al llegar a un puesto de frutas y verduras las vi. Aquellas ciruelas me estaban haciendo la boca agua sólo de verlas. Parece que en un momento de despiste el frutero intentó colarme una que parecía un poco rara y pocha. Cuando llegué a la posada donde me alojaba temporalmente tenía tanta hambre que ni a esa le hice ascos. Puaj, es que lo recuerdo y me dan ganas de vomitar. Sabía a rayos.
(Seguiré la historia un poco cuando quede definido el poder.)
·Nombre de la akuma: Doku-Doku no mi
-Tipo: Paramecia (legendaria)
-Apariencia de la fruta: Es una fruta de un tamaño y color parecido a las ciruelas moradas. Las espirales circulares que la recorren son de un color granate, entre rojo y morado. Un poco blanda al tacto, como si estuviera madura de más e incluso un poco podrida. De hecho a la vista ni siquiera parece muy apetecible y al gusto se puede decir que mucho menos. En serio, ¿quién se iba a comer eso? Pues yo, está claro.
-Poder Característico: Creo que os toca definirlo a vosotros
-Tabla de niveles: Esto también os toca a vosotros xD
-Historia: Fue una tontería cómo conseguí esa fruta, la verdad. Y además de tontería, una muestra del desconocimiento de la gente sobre ciertos temas. Iba caminando por el mercado tan tranquila. El dinero se me estaba acabando pero aún podía estirarlo un poco más y jo, algún capricho había que darse de vez en cuando. Al llegar a un puesto de frutas y verduras las vi. Aquellas ciruelas me estaban haciendo la boca agua sólo de verlas. Parece que en un momento de despiste el frutero intentó colarme una que parecía un poco rara y pocha. Cuando llegué a la posada donde me alojaba temporalmente tenía tanta hambre que ni a esa le hice ascos. Puaj, es que lo recuerdo y me dan ganas de vomitar. Sabía a rayos.
(Seguiré la historia un poco cuando quede definido el poder.)
- Tabla:
- Nivel 1: Elige un tipo de veneno. Puedes recubrir tu cuerpo de veneno líquido, y producir pequeñas cantidades.
Nivel 10: Elige un segundo tipo de veneno. Puedes generar mayores cantidades de veneno, aunque todavía no son demasiadas.
Nivel 20: Elige otro tipo de veneno. Puedes crear formas semifluidas (seguirán siendo líquidas, pero podrás darles forma) y hasta 20 litros de veneno.
Nivel 30: Elige otro tipo de veneno. Las formas pueden ser algo complejas, y puedes generar hasta 50 litros de veneno.
Nivel 40: Elige otro tipo de veneno. Puedes endurecer tu veneno para usarlo como arma, aunque es poco más duro que una uña. Empiezas a poder combinar venenos (2 a la vez como mucho).
Nivel 50: Elige otro tipo de veneno. Puedes generar hasta 1.000 litros de veneno, y darles formas complejas.
Nivel 60: Elige otro tipo de veneno. Puedes generar hasta 2.000 litros de veneno, y usar hasta una décima parte en forma de aliento.
Nivel 70: Elige otro tipo de veneno. Puedes generar hasta 3.000 litros de veneno. Puedes combinar hasta 3 tipos de veneno.
Nivel 80: Elige otro tipo de veneno. Puedes generar hasta 5.000 litros de veneno.
Nivel 90: Elige otro tipo de veneno. Puedes generar 7.000 litros de veneno.
Nivel 100: Elige otro tipo de veneno. En lugar de ello puedes decidir combinarlos todos en este último, siendo un cóctel potencialmente mortal. Puedes generar hasta 10.000 litros de veneno.
Nota: Todos los venenos deben ser aprobados por el staff. A pesar de definirse como "veneno" esta Akuma hace referencia a la mayor parte de sustancias tóxicas (gas lacrimógeno, por ejemplo).
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Acepto la tablita y posto el primer veneno, a ver si lo veis aceptable.
Hm... Aceptable.
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Editada con la exp y los niveles de aquí -> https://www.onepiece-definitiverol.com/t11227p270-peticion-de-experiencia-en-rol-de-islas#142186
Y el segundo veneno de la fruta, por llegar a nivel 10, intentando que no quede ningún cabo suelto xD
Y el segundo veneno de la fruta, por llegar a nivel 10, intentando que no quede ningún cabo suelto xD
- Veneno 2: Mareo → vómitos:
*Mareo: En casos leves sólo existe una ligera sensación de náuseas, pero cuando el malestar es más grave hay problemas de equilibrio, vómitos, vértigo y pérdida de la coordinación. (Sacado de la Wiki).
El vértigo lo voy a ignorar y lo de la coordinación lo tengo pensado para otra cosa (veo demasiados síntomas para un sólo veneno con todo eso) nos quedamos con mareo, náuseas y vómitos. El mareo en sí conllevaría pérdida de equilibrio y/o coordinación pero sería muy leve y se puede ignorar ya que a mí lo que me interesa es la sensación de malestar, de desorientación, de que “todo da vueltas”(?) Si alguien quiere exagerarlo a nivel escénico está en su mano xD
*Náuseas: se definen como una situación de malestar en el estómago, asociada a la sensación de tener necesidad de vomitar (aunque frecuentemente el vómito no se da).
Después de este rollazo, la tabla:
Nivel 1: La persona afectada se mareará durante un post.
Nivel 20: El mareo dura 2 posts.
Nivel 40: El mareo dura 2 posts + sensación de náusea en el 2º.
Nivel 60: Dura 3 posts + náuseas en el 2º y 3º
Nivel 80: Dura 4 posts + náuseas en el 2º y 3º + vómitos en el 4º
Nivel 100: Dura 5 posts + náuseas en el 2º y 3º + vómitos en el 4º y 5º
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Añadidos niveles y exp de aquí -> https://www.onepiece-definitiverol.com/t11227p330-peticion-de-experiencia-en-rol-de-islas#146111
Objeto de poder moderado del sorteo -> https://www.onepiece-definitiverol.com/t14716-cerbatana-chachi-con-dardos-especiales-objeto-poder-moderado-del-sorteo
Tabla del tercer veneno, a ver si es aceptable
Y sí, haré una tabla con tooodos los venenos para enterarnos mejor de qué puedo hacer a cada nivel xD
Objeto de poder moderado del sorteo -> https://www.onepiece-definitiverol.com/t14716-cerbatana-chachi-con-dardos-especiales-objeto-poder-moderado-del-sorteo
Tabla del tercer veneno, a ver si es aceptable
- Veneno 3= Entumecimiento -> Parálisis:
*Entumecimiento: Rigidez o falta de flexibilidad o movimiento que se produce en un miembro del cuerpo, especialmente debido al frío o a la falta de actividad, que va acompañada de una desagradable sensación de hormigueo y de torpeza de movimiento en esa parte del cuerpo.
*Parálisis: Pérdida total o parcial de la capacidad de movimiento de una o más partes del cuerpo que se debe, generalmente, a una lesión nerviosa en el cerebro o en la médula espinal.
Nivel 20: Se entumece la parte del cuerpo en contacto directo con el veneno (brazo, pierna, tronco pero nunca entero...). Dura 1 post.
Nivel 40: El entumecimiento dura 1 post y se extiende el doble al 2º post.
Nivel 60: El entumecimiento dura 2 post (siguiendo el patrón de antes) y al 3º parálisis en la zona afectada.
Nivel 80: Entumecimiento 2 posts (1º parte doble, 2º cuerpo entero) + parálisis en todo el cuerpo
Nivel 100: Cuerpo entero entumecido en el primer post + parálisis completa en el segundo
Y sí, haré una tabla con tooodos los venenos para enterarnos mejor de qué puedo hacer a cada nivel xD
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Elegidas las subprofesiones (estaba esperando a que salieran las nuevas). Añadida la excelencia "gran doctora".
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- I want my Butt Stallion! • Privado — Reira Toru
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