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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Jue 19 Mar 2015 - 1:11}

"Qué día más bonito hace hoy", pensaba el espadachín mientras limpiaba sus armas. El sol estaba en lo más alto, brillando refulgente, y una brisa cálida acompañaba a cada leve suspiro de colonias y perfumes, traídos por las jóvenes hijas de comodoros y vicealmirantes. Grandes bellezas, delicadas ninfas que harían sombra a las musas, de movimiento aleve como hojas mecidas por la brisa que acompañaba a las jóvenes hijas de... "Al, has entrado en bucle", se dijo a sí mismo mientras repasaba el filo de Fuego con cuidado esmero, tratando de pulir cada mínima imperfección de la hoja, muchas veces provocadas por su mirada distraída haca las jóvenes que "Al, ¡Basta!", gritó su mente, y tal fue el susto que una mano de hielo cayó al suelo, rompiendo en mil pedazos. "Al menos la espada corta", vio con cierta positividad mientras su mano se generaba mágicamente. En cierto modo aquella Akuma no mi lo estaba salvando de sus propias distracciones.

-Pero ya no más. Por hoy se acabó el cagarla- dijo, enfundando a Fuego Helado y ajustándose la innecesariamente vistosa y aparatosa chaqueta de Capitán. Un día había intentado meter los brazos en las mangas y un Vicealmirante amenazó con degradarlo si lo volvía a ver así, por lo que llegó a deducir que había cierta discriminación hacia la mangas. Si algún día llegaba a Almirante terminaría de una vez con eso, que estaba realmente muy mal. Le desagradaba en medida mayúscula que una persona tuviera que ser obligada a llevar un objeto tan incómodo de una manera tan patética. "Para que los oficiales mantengan la espalda recta y la mirada alta", decían cuando le midieron los hombros. Ya debió haber sospechado cuando les importó un bledo la medida del brazo, pero a veces a las cosas más obvias no se les da importancia-. En fin, habrá que aguantarla. Así al menos tengo un motivo para cobrar: Haber soportado un mes más esta chaqueta.

Y con todo listo, comenzó a caminar, tratando de ignorar a cada mujer que se encontraba por el camino. No quería distracciones, era momento de comenzar a tocar su violín en solitario, y en aquella isla todos tenían más galones que él. Necesitaba escaquearse de alguna manera; La funda del maletín le pedía ser abierta, y no podía soportarlo más. Dejó la pequeña caja negra en el suelo, y sacó un pequeño cartel que siempre llevaba por si acaso, dejándolo en el suelo. Sacó su violín y comenzó a tocar un ritmo acelerado, mientras el cartel rezaba "La voluntá pal artihta".

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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Jue 19 Mar 2015 - 1:34}

Por la zona caminaba el joven Xemnas, se había unido a la marina hacía ya algunos días, tras haber comprobado el nivel de los Shichibukais en aquella guerra, supo que tenía mucho que aprender, quizás en la marina encontraba su camino para hacer el bien. Aquello mismo aquella señorita de pelos naranjas y orbes morados, recordó que se llamaba Etsu, aquella fue su primera victoria en un combate, pero ahora debía esforzarse por el bien de la marina. Por el momento era un simple recluta y pretendía subir escalones, pero tampoco deseaba llegar a lo más alto. Para nada, tan solo a ser el Almirante de la flota pero a nada más, aunque sabía que para ello podían pasar muchos años, ahora se dedicaba a mirar a su alrededor para buscar algo que hacer en aquel lugar. La verdad es que por el momento no le apetecía salir a realizar ninguna misión pues no sabía bien los fundamentos.

Llevaba puesta una chaqueta negra hecha de cuero, además en la zona del pectoral derecho portaba una pequeña placa plateada en forma de cabeza de lobo. En su hombro derecho una hombrera hecha de acero para proteger ese flanco, sus pantalones eran largos y del mismo tono oscuro que el resto de la ropa, en sus pies unas botas bien abrochadas y en su rodilla una cinta blanca. Sus cabellos eran dorados como el oro y el color de sus ojos azul claro, pero lo más curioso de esta persona era el enorme espadón que poseía en la espalda, el cual llevaba amarrado con unas cintas, mediría cerca de los dos metros, de ancho unos veinte o cosa así. Era su arma y la que le acompañaba a todos lados, no le había puesto aún un buen nombre pero por el momento la llamaba “Mi espadón”. Mientras paseaba pudo ver a dos jóvenes señoritas que se acercaba, eran gemelas. El cabello de ellas era moreno como el carbón y sus ojos verdes como una selva tropical. El chico no tardó en mirar a otro lado y quedarse callado cuando pasaron por su lado.

Desde pequeño fue tratado como basura y tan solo querido por su hermana, de modo que cuando veía chicas se ponía nervioso creyendo que se iban a meter con él. Cuando estas pasaron, el rubio suspiró aliviado y soltó una pequeña carcajada para después continuar caminando por aquel lugar. Mientras iba avanzando, un sonido empezó a llegar hasta sus oídos, se preguntó qué podía ser y no tardó mucho en salir a correr hasta el origen del ruido. Pudo ver a un hombre tocando un violín, la verdad es que no lo hacía nada mal y eso hizo sonreír alegremente al devastador. Se acercó un poco más y pudo ver un cartel dónde ponía algo que no entendía bien, en ese momento lo comprendió y sintió algo de lástima. Podía tratarse de un mendigo pidiendo, no pudo evitar meterse las manos en los bolsillos y sacar cinco berries que llevaba encima, una miseria. Pero aquella persona lo necesitaba más que él, aunque tal vez podía estar equivocándose. Con una sonrisa puso el dinero al lado del cartel y se quedó mirándole con una sonrisa amable mientras daba algunas palmadas para motivar a aquel hombre que tocaba su instrumento.

- !Bravo! !Lo haces genial!
Sasaki
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Jue 19 Mar 2015 - 2:36}

No sabía cómo había llegado a aquel lugar, quizás fuese por lo que había hecho al principio de mi instrucción (comer una akuma) o simplemente había llegado tras una larga fiesta en algún lado, pues llevaba varios días sin dormir y con botellas de ron pegas a las manos. Bajé del barco dando un gran trago a la botella de ron, la cual se acabó y dejé en el suelo, iba con mis ropas para misiones, la camisa suelta y abierta dejando mi pecho al descubierto, pantalones anchos y botas altas, muy desaliñado, salvo por la boina que siempre me ponía con los trajes, que por cierto no sabía ni cómo ni cuándo me la había puesto, pero ya había desembarcado y no iba a volver, por lo que seguí con ella. Miré mi muñeca pues algo me apretaba en ella y comprendí lo que había hecho ya que en esta tenía una pulserita de pase especial con el nombre de lo que fuese borrado “espero que mereciese la pena” pensé mientras ponía vista al frente.

El capitán del barco nos dejó marcharnos a placer por el lugar, con la condición de que no la armásemos, pues en pleno Marineford no se permitía. Sin esperar a que dijese nada más me marché sacando de entre la camisa otra botella de ron “bueno hora de explorar la plaza del lugar, que seguro que hay alguna chica mona por el lugar” pensaba para mis adentros, guardé de nuevo la botella de ron y saqué una bolsa con cacahuetes, ¿cómo algo así podía ser tan adictivo?, cogí un cacahuete y me lo llevé a la boca, y acto seguido lo escupí “¿Por qué narices está dulce?” me pregunte muy indignado, y me di cuenta de lo que había pasado la mano la tenía blanca, maldita habilidad de las narices, ¿cómo podía existir esa habilidad?, volví a dejar la mano normal para poder seguir comiendo los cacahuetes.

Llevaba un rato caminado por la plaza y la verdad era para deleite, aunque si los marines que ahí había supiesen lo que se me pasaba por la cabeza al ver a sus hijas, mujeres o lo que fuesen, posiblemente me llevasen a Impel Down. Sin embargo, no lo harían por sólo mirarlas, que figuras, que cuerpazos, pelirrojas morenas rubias y otros colores, me derretía solo de pensarlo (casi de forma literal), de pronto llegó a mis oídos música, y por curiosidad me acerqué a su lugar de origen, y pude ver a un hombre bastante alto (más que yo), con un bonito traje que quedaba muy buen con su color rubio de pelo y con capa tocando un violín y a sus pies pude ver un papel en el que ponía “La voluntá pal artihta”.

-Pobre hombre- dije en voz alta- no  tengo dinero, peeero si tengo otra cosa- le dije mientras sacaba una botella de ron y una bolsa de cacahuetes ambas sin abrir (si otras) y se las dejé en el suelo al lado de sus pies- pero prométeme que con lo que saques te pagarás una escuela para escribir bien ¿vale?.

Acto seguido me separé del “artihta” y a unos metros me tumbe en el suelo mirándole, puse la boina en el suelo y saqué la botella de ron que acababa de abrir, con la intención pura de seguir escuchando su música pues no lo hacía del todo mal.
Gareth Silverwing
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Jue 19 Mar 2015 - 12:31}

Impresionante. Es la única palabra con la que podía describir Marineford. Desde el momento en que llegué aquellas imponentes estructuras del cuartel general me robaron el aliento, combinando una fortaleza inexpugnable con un pueblo, el cual albergaba a los cargos mas altos de la marina. La verdad es que no esperaba llegar hasta aquí tan rápido, nos se porqué me habrían destinado a este lugar, si por ser un recluta prometedor o el heredero de Casval, o por mera coincidencia. Tenía tiempo libre hasta recibir órdenes y me asignaran a una tripulación así que decidí hacer un poco de turismo por aquella magnífica isla.
Vestía mis ropas habituales, una camisa blanca remangada, una chaleco fino de tono morado grisáceo, unos pantalones baqueros oscuros y botas altas. Portaba conmigo mi fiel glaive y parte de una coraza ligera, ahora no me hacía falta, supongo que me la puse por costumbre. La verdad es que me preocupaba que mi aspecto no fuera el adecuado de un recluta, y menos en un lugar como éste, pero, según pude comprobar a la gente no parecía importarle demasiado. Continué paseando por las calles de aquel pueblo fortaleza hasta que encontré una plaza de aspecto bastante agradable, por encima de los tejados se podía ver la imponente estructura del edificio principal del cuartel general. Decidí realizar una parada, saqué de mi bolsillo una pequeña libreta y un lápiz y comencé a hacer un boceto rápido del cuartel general, me serviría de referencia para mi gran proyecto. Mientras estaba absorto en mi dibujo una voz llamó mi atención a mi espalda.

- Oye, ese es un buen dibujo - Dijo un hombre a mi espalda con voz bastante amigable. Vestía el uniforme de oficial con unas cuantas condecoraciones y en su cara se podía ver una cicatriz porducto a alguna batalla.
- Gracias, me alegra que sea de su agrado - 
- Por cierto, no recuerdo haberte visto por aquí, ¿Eres hijo de algún oficial? -
- No, soy un recluta al que acaban de destinar aquí -
- No me lo creo, pareces demasiado joven para ser un recluta - Respondió con algo de escepticismo.
- Tenga, compruébelo - Dije guardando mi libreta y sacando mi identificación de marine, algo irritado, aunque procurando no faltar al respeto a un superior.
- Si, si parece estar todo en orden... Siento la confusión, continúe con su dibujo. - Dijo haciendo el típico saludo militar, al cual yo respondí, antes de marcharse.

Esta Pequeña conversación me... quitó las ganas de dibujar, en serio, llevo el uniforme y un arma y me confunden con un niño. No me había dado cuenta, pero mientras hablaba con aquel oficial una música llegó a mis oídos, una música de ritmo alegre tocada con un violín. A unos metros de mí un tipo estaba tocando esa canción mientras un rubio de extrañas pintas con un espadón a la espalda todavía mas extraño le aplaudía. A escasos metros otro hombre con aspecto, más de pirata que de marine estaba tumbado con una botella de ron en la mano. Por si las escena no fuera lo suficientemente bizarra el que estaba tocando el violín llevaba encima la distintiva chaqueta de capitán y todo ésto en pleno Marineford.

No podía dejar ésto así, aunque sólo fuera un recluta tenía que intervenir ya, en fin, o lo hacía yo o alguien con rango suficiente para degradarles. Agarré mi glaive y me acerqué caminando hasta ellos, situándome a unos 2 metros de aquel capitán "artihta". Tras eso adopté una pose firme e inflexible, lanzando una severa mirada correctora a aquel superior, sería bastante imponente de no ser que todos me sacaban una o dos cabezas.

- Es una música agradable pero... ¿No cree que debería reservarla para motivar a sus hombres en vez de montar esta escena, CAPITAN? - dije con un tono "respetuoso" y una ligera sonrisa que, estaba claro que era forzada.
Señor Nat
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Vie 20 Mar 2015 - 17:01}

Tocaba con alegría y cierto garbo, contento y sin mucho desatino, disfrutando a cada instante de la gente que se aglomeraba a su alrededor. ¿Ser el centro de atención? No era algo que le desagradase, y tocar era uno de sus gustos. Los instrumentos en ocasiones entraban dentro de esa denominación, y aunque una mujer tenía mejores cuerdas y el arco se deslizaba mejor por las curvas de la carne suave como la miel que de la madera por muy bien pulida que se encontrara, el placer de tocar música era gratamente aceptado en público, al contrario que tocar a una mujer. "Dichosa sociedad retrógrada", pensó mientras gente algo más llamativa se acercaba a cuchichear y, cómo no, a dar limosna. Aquel cartel había sido una gran idea en su momento, pero algún día le iba a traer problemas. Un par de Berries, una botella de ron y unos cacahuetes, y unas palabras bonitas de un niño disfrazado de Marine. Aunque ningún niño tendría esa cara de llevar un palo metido por el culo. Sin embargo era el único que había reconocido a su oficial superior. Aquella incómoda chaqueta servía de algo por lo menos.

-Tienes razón, recluta- Dijo, aunque no sabía su rango, cuando terminó la canción-. Pero era necesario. Ahora tengo dinero para comer, y cacahuetes- dijo aquello con una sonrisa, justo antes de recoger el violín, y mientras recogía reparó en la gente que se había acercado. Había alguna que otra chica de su edad, un niñito rubio con una espada más grande que él, el niño pelirrojo con cara de viejo rico y... ¿Un pirata?-. ¡¿Pirata?!- gritó, y se puso en guardia, con el violín por arma y el arco como cuchillo de apoyo.

Tardó unos segundos en darse cuenta de que no parecía un pirata, porque claro, ¿Qué clase de pirata sería tan idiota para entrar en medio de Marineford vestido así y ponerse a regalar cacahuetes? Obviamente debía ser un recluta rebelde que se vestía como un filibustero cualquiera para demostrar su identidad única y exclusiva... Vistiéndose como hacían catorce de cada quince piratas de media. En fin, a él le daba igual, pero a decir verdad si lo veía así un Vicealmirante podía atacar antes de preguntar.

-En fin, chico- dijo, tranquilamente, guardando su violín en la funda, junto al arco y el cartel, dejando los berries en el interior de su bolsillo-. Mi nombre es Al Naion, y tú debes de ser el capitán James Asparagus. No hay muchos piratas que se atrevan a entrar a Marineford con esa ropa, y no suelen ser muy listos. Tal vez deberías vestirte como una persona antes de que alguien te ataque con algo más que un violín- Se colocó la capa, y dio la espalda a los jóvenes.

Caminó un par de pasos, preguntándose qué le depararía el destino, y de repente se le vino una idea muy divertida a la cabeza. Aquellos tres parecían perfectos para algo que se le acababa de ocurrir. Giró, mirando a los tres.

-Por cierto, venid conmigo.
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Lun 23 Mar 2015 - 5:14}

Todo parecía ir perfectamente, incluso un hombre con pintas muy raras se pasó por allí dejándole una bolsa e cacahuetes al hombre que tocaba su instrumento con un arte increíble o al menos eso pensaba el joven recluta. Al darse cuenta de que aquello se llenaba e gente, se alejó un poco para no molestar a nadie y se quedó sonriendo de forma tranquila junto al hombre que le había dado comida al violinista. Esperaba no molestarle y por ello ni siquiera le dijo ni una sola palabra, lo peor llegó cuando se acercó una persona pelirroja. Esta llamó a aquel hombre “Capitán” cuando dijo eso el confuso joven miró la chaqueta y se dio cuenta de que era de la marina. Sus ojos se abrieron como platos y ahora soltó un grito mientras corría hacia su superior y empezaban a hacer reverencias a una velocidad impresionante mientras se disculpaba a toda prisa. La verdad es que estaba muy avergonzado por la forma en que había tratado a alguien así, de un mendigo que pedía, pero eso sí, se había quedado con los cinco berries.

- ¡Perdón! ¡Perdón! ¡Perdón! ¡Perdón! ¿! Pirata!?

Dijo de repente al escuchar al músico gritar lo mismo, dándose la vuelta a toda prisa y sacando su enorme espadón al mismo tiempo que se ponía un poco nervioso. De repente se fijó en que el acusado era el regalador de cacahuetes y por ello se quedó algo confuso, era como si hubiese estado al lado de un criminal y no hubiese hecho nada por capturarlo. Acto seguido vio como ese hombre que se hico llamar Al Naion estaba apuntando a aquel hombre con la funda de violín, lo que hizo que Xemnas pusiera una cara cómica. La cara arrugada, los ojos abiertos como platos, la boca mucho más abierta que los ojos y la nariz arrugada. Era como si estuviera flipando “ ¡Joder el capitán usa eso como arma! ¡Es mi jodido ídolo! ¡Es un Dios entre marines!” Pensó emocionado el chico mientras que guardaba su arma al ver como se calmaban las cosas. Por un momento temía que tuvieran que entrar en combate pero aquel tipo les dijo que le siguieran y el espadachín no iba a ser quién se negara a un superior y menos tras haberle confundido con un mendigo.

De modo que ahora se puso a seguirle callado, bastante avergonzado por lo de antes y pensando en lo que iba a ocurrir. Tal vez incluso le iba a degradar, no pudo evitar pegarse un poco al capitán, colocándose a su derecha y caminando sacando pecho, conteniendo la respiración y haciéndose el fuerte para tratar de “impresionarlo” lo justo para que no le castigara. Se veía un poco ridículo haciendo eso pero estaba demasiado nervioso y no tenía ni idea de lo que hacer en ese momento, solo sabía que por suerte no solo él estaba implicado, también el pelirrojo y el hombre al que habían llamado pirata. Eran un grupo peculiar, pero todo estaba por verse y nadie salvo el capitán sabía lo que iba a ocurrir en ese momento.
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Lun 23 Mar 2015 - 11:19}

Aquel hombre estuvo tocando durante un poco más, paró de tocar cuando de pronto un niño pelirrojo con la camisa remangada por detrás del codo le llamó la atención diciendo le que como capitán de la marina no podía estar haciendo eso. “un capitán de la marina, espero que no se tome a mal mi comentario” pensé mientras me sentaba pues el espectáculo se había acabado. El hombre del violín se puso a guardar el violín, cuando de repente se giró hacia mí mientras decía “!¿pirata?¡”, acto seguido me giré a la vez que me levantaba del suelo y me ponía en posición de defensa “¿Qué estúpido pirata se atrevería a entrar en la ciudad?”.

-¿Dónde?- dije en voz alta girando la cabeza hacia los lados en busca del mencionado pirata.

Tras unos segundo en los que no veía a nadie huyendo  ni haciendo cosas raras, más bien la gente me miraba a mí, comprendí que no iba vestido con traje y era la desaliñada ropa para misiones en las que casi siempre se me confundía por un pirata, como había sucedido en esta ocasión. Ciertamente no podía culpar a nadie, no eran pintas para ir por esa ciudad tan descuidado como iba.

Los hombres que tenía delante pareció que se dieron cuenta de que no era una amenaza pues por lo que me pareció el músico iba a luchar con su violín de ser necesario y otro con un gran espadón, el hombre del violín comenzó a hablar mientras guardaba el violín definitivamente, parecía que se dirigía a mi persona, eché otro trago a la botella de ron y recogí la boina, la cual sacudí un poco en el pantalón para limpiarla y me la volví a poner.

-Recluta Jack Suzume se presenta, señor- dije en voz alta haciendo el saludo típico a las personas que tenía delante, el niño pelirrojo el violinista que se había presentado como Al Naion y otro chico rubio que le había dejado unas monedas- el traje se me ha olvidado en el camarote del barco y me dio pereza entrar a cambiarme, lo siento – dije rascándome la cabeza.

Saqué mi bolsa de cacahuetes y comencé a comerlos, el violinista comenzó a marcarse y por mi parte hice lo mismo de me di la vuelta para ir al barco a cambiarme pues seguiría el consejo de Al. Al segundo paso que di escuche de nuevo la voz de Al diciendo que le siguiésemos, por lo que cambié mi rumbo y coloqué detrás de Al y del chico de la espada que se puso a su lado durante la marcha.

-Si señor- dije en tono firme mientras me llevaba otro cacahuete a la boca- pero… ¿Qué he hecho esta vez?- dije mientras, gracias a mi akuma, convertía mis ropas desaliñadas en un traje de los que tenía, ya no me podía ir a cambiar lo hacía allí y listo.
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Mar 24 Mar 2015 - 0:10}

Quizás había sido algo irrespetuoso y un poco... digamos tosco frente a un superior, pero parece ser que no se lo tomó a mal, es más, me dió la razón. No parecía mala persona, a lo mejor simplemente un capitán que quería pasar un buen rato o compartir su talento con los demás, no lo culpaba, a pesar de su posición Casval de vez en cuando se dedicaba a algún pasatiempo para distraer su mente de su duro trabajo. Me disponía a pedirle disculpas cuando de pronto nos sorprendió a todos gritando "¿¡Pirata?!" y adoptando posición de combate con... su violín. El rubio que estaba a mi lado sacó su espadón sobresaltado, como resultado del mismo acto reflejo apunté con mi glaive a la dirección en la cual se encontraba el supuesto pirata. Espera, ¿ese tio raro era un pirata?, vale que vista como tal pero, dada su reacción deduje que era solo un idiota que no se molestaba mucho en reanudar su vestuario.

Tras resolver el malentendido todos nos tranquilizamos un poco, lo mejor sería que se cambiase de ropa antes de que lo confundieran otra vez. Aquel falso pirata se presentó como Jack Suzume, al parecer se le había olvidado el traje... ¿a que clase de persona se le olvida la ropa en el camarote?.

El Capitán del violín se presentó como Al Naion, curioso nombre, lo recordaré. Tras eso dió un par de pasos antes de darse la vuelta para mirarnos a los tres para pedirnos que lo siguieramos. No tenía ni idea de que se le pasó por la mente y me daba hasta miedo preguntar, pero se trataba de la orden directa de un superior y, me gustase o no mi deber era acatarla. Justo en el momento en que Jack se puso a caminar tras el capitán Al Naion sus ropas se transformaron inmediatamente en un traje "¿Como?, espera, ¿que acabo de ver?" pensé incrédulo. Curioso por saber de que se componía aquella curiosa prenda mutante decidí pasar discretamente un dedo por su espalda. ¿Que era eso? una especie de polvo blanco, el olor me resultaba familiar así que me lo llevé a la lengua para ver si podía identificarlo.

- ¡¿AZUCAR?! - Grité sorprendido sin darme cuenta de que quizás llamé demasiado la atención de los demás. - Disculpadme si os he sobresaltado. Por cierto creo que no me he presentado, se presenta el Recluta Arthur A. Silverwing, a su servicio. - Dije realizando el saludo militar y presentándome quizás un poco tarde.

Un hombre con ropas de azucar, un rubio con una espada mas grande que yo y un misterioso capitan músico ¿Cómo acabaría esto?
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Mar 7 Abr 2015 - 12:46}

Caminando tranquilamente por la plaza de Marineford con un rubio sospechoso, un homúnculo con pica y un pirata de la Marina, el capitán Al Naion se dejó llevar momentáneamente por la exaltación, sobre todo cuando escuchó al niño pelirrojo gritar "Azúcar". ¡Sabía que era un niño disfrazado! Giró la cabeza y vio al "pirata" vestido con un traje blanco. "Increíble", pensó, y se acercó dando un par de pasos con disimulo, de esos sin doblar las rodillas. Inclinó su pecho y lamió una sección de chaqueta. Efectivamente era azúcar. Deliciosa capacidad de observación tenia el recluta... ¿Arthur Silverwing? Se había presentado mientras él lamía una chaqueta. Bueno, lo habían pillado haciendo cosas peores, así que tanto tenía.

-Encantado, Arthur Silverwing. Veo que tienes un gusto muy desarrollado. Me pregunto si más que pequeño, eres compacto- le pareció un halago en su cabeza, pero al decirlo sonó bastante mal. Lo mejor sería escabullirse del tema y seguir con el hombre azucarillo-. Jack Suzume... He visto muchas veces en mi vida ropa de caña, pero estoy seguro de que es la primera vez que veo un traje de azúcar- lo miró a los ojos, y por un momento estuvo a punto de pedirle que le llenara un cubo para preparar granizado y venderlo, pero la mejor pregunta era otra. Tenía que dar el pego de capitán ducho y admirable-. ¿Logia o Paramecia, señor Suzume?

Mientras esperaba la respuesta del hombre dulce volvió a caminar, tratando de mirar qué había en su camino. Comodoros e hijas de contra almirantes. ¿De verdad tenían que ir tan ligeras de ropa? De momento tenía un objetivo. Tenía que encontrar una taberna sórdida en Marineford, meter a aquellos tres en el local y obligarlos a beber hasta perder el sentido. Por desgracia estaba seguro de que sería más difícil meter al pelirrojo en un antro que hacerlo emborrachar. Aunque si conseguía que el niño bien posara sus impolutas nalgas en una banqueta sucia tendría su lealtad para siempre... O no, pero tampoco importaba mucho, sería divertido verlo. Allí podría tramar planes para fingir que trabajaba, sin hacerlo. Todo salía a la perfección.
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Miér 8 Abr 2015 - 7:12}

Todo parecía estar saliendo bien por el momento, al final aquellos tres marines estaban siguiendo al capitán despacio. Viendo la situación quizás no pasaba nada o a lo mejor lo peor estaba por suceder, el rubio no sabía muy bien que pensar o cómo comportarse en ese lugar, lo que si sabía era que no podía liarla mucho. La situación le quedaba demasiado grande pues por el momento nunca había recibido un castigo de un superior, ah no, que era su primer día, entonces era normal. Tal vez el chico no encajaba en el mundo de la marina o tal vez demostraba tener talento y convertirse en uno de los mejores, era algo que no podía saberse a simple vista y debía demostrarse con hechos. A veces se preguntaba dónde estaría su hermana pues había desaparecido totalmente de la faz de la tierra y eso le preocupaba bastante a decir verdad, pero ahora debía centrarse en lo que estaba. Agitó la cabeza varias veces para volver a la realidad cuando de repente observó algo que le hizo dar un paso atrás y quedarse confuso, tal vez demasiado.

El capitán y el otro hombre estaban lamiéndole la chaqueta al otro marine, no tenía entendido que tuvieran tan buena relación y fuesen tan liberales, ahora sí que estaba acojonado. Al parecer llevaba una relación de fetiches entre ellos y se mordisqueaban los unos a los otros la ropa, quizás para excitarse y demás. Encima iban diciendo que sabía a azúcar, eso era como llamarle dulce o caramelito, al parecer sí que había amor entre ellos, al parecer estaba sobrando allí, esperaba que no quisieran sodomizarlo. Tal vez habían montado un numerito así para violarle y estaba todo ensayado, una gotita de sudor cayó por su cabeza y se alejó un poco de ellos, tratando de mantener las distancias y quedándose varias metros atrás. El capitán parecía ser el dominante, el pelirrojo el intermedio y el moreno el sumiso, ahora Xemnas había descubierto por qué parecía ir de pirata. Era un juego sexual de disfraces, quizás luego se ponían correas entre ellos, ahora todo tenía sentido. O quizás simplemente nuestro querido recluto estaba como una cabra.

Lo qué vio a continuación le impactó incluso más que aquello, pudo ver a bastantes chicas que iban muy ligeras de ropa y eso le hizo ponerse algo nervioso. Caminó algo más deprisa de forma un poco descarada y se pegó al capitán, una vez hizo eso no pudo evitar agarrarle de la capa, no con fuerza pero si con suficiente agarre para tranquilizarse. Miró hacia abajo y empezó a caminar junto a Al algo avergonzado y nervioso, se estaba escondiendo de las chicas literalmente. Ya le había pasado antes pero ahora tenía algo mejor que mirar a otro lado, un escudo humano y además con rango alto, aquello podía costarle quizás un puñetazo pero en ese momento le daba lo mismo. Su situación era demasiado complicada y era como si les hubiese cogido fobia al sexo femenino por los tratos e insultos que recibió o algo así, era el caso precisamente. Una vez hubieron pasado levantó levemente la cabeza mirando alrededor para ver si todo estaba bien, pero no se dio cuenta de que sus manos seguían enganchadas al alto cargo de la marina.
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Vie 10 Abr 2015 - 1:57}

Pronto todos estuvimos siguiendo al capitán Al Naion, el último que nos siguió fue el pequeño Arthur, y no llevábamos ni un minuto andando cuan sentí que algo rompía mi traje de azúcar recién sacado, miré hacia atrás y vi al pelirrojo  comiendo algo para gritar después “azúcar”.

-¿Pero qué narices?, ¿Qué haces pequeño?- le dije a Arthur, pero nada más girame de nuevo para seguir caminando pude ver encima mío al capitán quien se inclinó hacia mí y le pegó un lametazo al traje de azúcar.

El chico rubio que había estado caminando al lado derecho de Al comenzó a dar pasos hacia atrás al ver la escena, dos personas que no conocía de nada le había probado literalmente el traje porque sabía a azúcar, sinceramente si yo estuviese en su pellejo ya habría salido corriendo desde hacía un buen rato. El capitán me dirigió unas palabras sobre el traje de azúcar, y con una certera observación formuló una sencilla pero directa pregunta “¿logia o paramecia, señor Suzume?” me puse rígido y ligeramente pálido, pero mantuve mi compostura y respondí de una forma sencilla a esa pregunta.

-¿Señor?, capitán, con todos los respetos prefiero que me llame Jack o Suzume a secas- le respondí haciendo un saludo militar, en el cual al chocar los dedos contra la frente estallaron en granitos de azúcar respondiendo de esta forma a la pregunta de mi superior.

EL capitán tras la respuesta comenzó a caminar de nuevo, un montón de chicas vestidas con cuatro hilos en las prendas casi literalmente pues iban enseñando una cantidad de carne que me hacían muy difícil el controlar la sangre que corría por mis venas, de nuevo el chico del espadón volvió a llamar mi atención quedándose medio escondido de las chicas que pasaban, ¿o le tiene miedo a las mujeres o es gay sin remedio?, pero no le di mucha importancia, mientras observaba a las damas mi cabeza pensaba en otras cosas y quizás fuese mejor, algo me parecía raro, nos estábamos cruzando con comodoros y el capitán Naion no les decía nada, por esto supuse que no nos llevaban ante un comité, pero ¿qué es lo que tenía ese hombre en mente? bueno quizás fuese mejor no saberlo.
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Dom 12 Abr 2015 - 23:01}

¿Qué había hecho para acabar en esta situación? Es posible que me encontrase rodeado de por tipos más raros de todo Marineford. Uno de ellos, Jack Suzume tenía un traje de azúcar, otro portaba una espada casi más grande que él y el capitán... en fin el capitán parecía ser el más raro de todos (Si, mas que un traje de azúcar). No había hecho como yo, directamente había lamido el traje de Jack, algo que nos dejo a todos algo impactados, acto seguido alabó mi sentido del gusto y me llamó compacto en un intento de... ser amable. "Compacto" eso era nuevo pero, ¿Se podría considerar un insulto?, en fin, hace alusión a mi tamaño pero no se trata de término negativo por lo que... supongo que es un término tolerable.

Después de ver que el maravilloso traje de azúcar se debía a los poderes Logia de Jack y que el asunto había incomodado un poco al rubio de la gran espada, mis ojos, como los de todos los presentes se fijaban en un grupo de chicas algo ligeritas de ropa. A ver una cosa es que sean las hijas de altos cargos de la marina, pero otra cosa es que exhiban la mercancía de forma tan descarada. Pero algo me llamó la atención más que aquel desfile de carne, era el rubio de la espada, había reaccionado de una forma completamente inesperada, escondiéndose de las chicas como si le diesen miedo.

- Eh, venga no me digas que le tienes miedo a- Iba a decir, pero por no mirar por donde iba me choqué con alguien.

De pronto encontré mi cabeza hundida entre dos masas, algo cálido, suave y extraño. ¿Qué era esto? me pregunté mientras alzaba la cabeza para encontrar un rostro femenino surgiendo de entre esas dos moles que resultaban ser sus pechos.

-Uy, lo siento pequeño, no miraba por dónde iba ¿Estás bien? - Preguntó algo alarmada.

-Si, tranquila, soy yo quien debe disculparse - Dije mientras me apartaba.

-Si de mayor quieres ser un buen marine tienes que ir mas atento, ¿vale?- Dijo con un agradable tono mientras se inclinaba un poco para frotarme el pelo con la mano, dándome una excelente vista de su escote. -Oh, me voy que mis amigas me esperan. Cuídate pequeño~ - Se despidió mientras volvía con sus amigas.

Por mi parte agité el brazo para despedirme de ella, algo embobado por aquella repentina escena y, aunque me había llamado repetidas veces pequeño y me había confundido con un niño... la verdad es que no me sentía para nada enfadado. Acto seguido les lancé una pícara mirada a mis acompañantes que habían presenciado una de las ventajas de este tamaño.

-A todo ésto Capitán... ¿a dónde nos dirigimos?- Pregunté, llevábamos un rato caminando pero no sabía a dónde íbamos, y creo que los otros dos tampoco.
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Dom 10 Mayo 2015 - 12:02}

-Está bien, Jack o Suzume a secas- respondió, haciéndose el tonto mientras el otro le tiraba de la manga de la chaqueta porque... ¿Había visto mujeres? Vaya, la verdad es que las tres chicas que había allí imponían bastante, aunque parece que Arthur tomó bastantes confianzas con una bastante pronto-. ¡Señorita! No me pervierta al niño- dijo, tratando de aparentar seriedad, con bastante éxito-. Si es de imperiosa necesidad chocar contra alguien yo me ofrezco voluntario.

Una bofetada y dos chicas riéndose. ¿Por la bofetada o por la broma? Quién sabe, y más importante, a quién le importa. estaban riendo, y eso era el primer paso hacia una relación exitosa. "Una mujer que te relaciona con sonreír acaba pidiendo más", pensó con gesto solemne, imaginando a las dos chicas cruzándose con él y accediendo con facilidad a sus peticiones de cita. En la vida real conseguir algo era tan fácil como eso. Una sonrisa, una rosa y encontrar a la persona adecuada. Y la persona adecuada era cualquiera que sonriera con facilidad. "Hermoso ciclo".

Comenzó a caminar de nuevo, acariciándose la mejilla con calma. Cada vez que le daban un golpe otros tres estaban por llegar. Era otra ley de vida. No siempre uno consigue las manzanas más relucientes, a veces tiene que conformarse con las del suelo. Y en ocasiones hasta éstas pueden golpearte si no les gustas. "Maravilloso...". Poco a poco se iba acercando a la calle más interesante de Marineford: La de los bares y tabernas. Allí había de todo, desde maravillosos cafés con sillas tapizadas de cachemira hasta baretos con poyos de madera llenos de vómito. Lo que buscaba él era el punto intermedio entre ambos. Tal vez un poyo limpio o cachemira manchada de vómito. Preferiblemente lo que más difícil de soportar fuera para el señorito Silverwing. "¿Por qué nada más conocerlo ya se ha ganado mi animadversión?", se preguntó mientras entraba en un local medianamente limpio, aunque con un olor bastante potente. Para empezar no estaba mal.

Si lo habían seguido les invitaría a pasar, y si no se marcharía a monear por el mundo adelante. Ambas eran buenas opciones, pero la preferible era la de tomarse algo en el local. Así podría contarles sus planes de futuro.
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Vie 12 Jun 2015 - 3:10}

No habíamos avanzado ni dos pasos desde que Xemmas se había escondido detrás de la capa del capitán cuando el pequeño Arthur tuvo un grandioso y gracioso encuentro con una señorita, chocando con ella y quedándole la cabeza entre los pechos de esta ¡¡MALDITO SUERTUDO DE LA VIDA!! qué posibilidades había de que eso pudiese suceder, debían de ser casi nulas. La señorita le pidió perdón al pequeño pensando que era un niño, al igual que hacíamos todos, no en serio como tenía tanta suerte, si eso me hubiese pasado a mi un guantazo no me lo quitaba nadie. Y hablando de guantazos de repente sonó uno cerca de donde me encontraba, rápidamente reconocí la persona que había sido agredida, estaba a mi lado y era mi capitán que le habría dicho para que la señorita que chocó con Arthur le golpease y las otras dos se riesen, sin pensarlo dos veces e intentar arreglarlo, llevé mi mano hacia atrás como si me fuese a rascar la espalda a la altura de las lumbares y rápidamente saqué una rosa de color blanco hecha de azúcar mientras me colocaba delante de la chica que abofeteó al capitán.

-Disculpe los modales de capitán, me imaginó que se emocionó al ver a tres preciosidades caminando por la zona- dicho esto y entregada la rosa de azúcar, comencé a retirarme no sin antes decir- los pétalos son comestibles y dulces como vosotras- y me retiré siguiendo a Al.

Estuvimos caminando durante un poco más de tiempo, y aunque no sabía a dónde nos llevaba el capitán de la marina, pude saber por el olor a alcohol de las calles que nos acercábamos a un lugar con bastantes bares, esperaba que no llevase a alguno, pero después de lo que habíamos hecho en la plaza era lo que menos me esperaba, además de que era un capitán de la marina no debería de llevar a simples reclutas a ese tipo de lugares para dar ejemplo.

Para mi sorpresa cuando llegamos a la calle que más olía entramos en ella hasta un bar donde se paró el rubio invitándoles a entrar, ¿de verdad podíamos ponernos a beber? era genial de poder ser así, si de verdad podíamos hacerlo el capitán tendría todo mi respeto y aunque fuese poco algo sería, sin contar que tomando unas birras y en caso de Arthur un zumo o algún refresco era la mejor manera de conocer a otras personas.
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {Jue 7 Ene 2016 - 18:33}

Finalmente las mujeres eran peligrosas tal y como el propio chico acababa de comprobar, una de ellas le había soltado un guantazo al capitán, eso hizo que el rubio frunciera el ceño y llevara la mano al mango de su enorme arma. Segundos después todo pareció calmarse, incluso el tío que parecía un pirata había sacado una rosa blanca y se la había ofrecido a las mujeres diciendo que era comestible, eso no era justo pues Xemnas también quería una deliciosa flor con saber dulce para comer. Todo estaba siendo bastante extraño pero tras unos instantes ellas se fueron y todo se había calmado mucho, ahora el joven marine pudo sonreír tranquilamente y esperar a ver cuál era el siguiente rumbo en aquella enorme isla.

Se sorprendió cuando el capitán entró e aun bar, él lo siguió tranquilamente para ver que iban a hacer allí dentro, se quedó mirando la multitud de gente y el olor le desagradaba bastante, era un aroma a alcohol y vómito horrible, no pudo evitar taparse la nariz. Después se quedó mirando a los suyos y colocó su mano derecha en el hombro de Jack mientras ahora le decía en voz alta unas palabras para explicarle a dónde iba. – Voy al cuarto de baño, enseguida vuelvo Jack-San – Una vez dijo eso empezó a caminar hacia la sala en la que ponía “W.C” Cuando entró pudo notar un olor muy desagradable y dos puertas distintas, la de la derecha estaba ocupada y el letrero era rosa, la otra estaba libre y parecía ser la de hombres. Entró tranquilamente y lo primero que hizo fue mirarse en el espejo mientras soltaba un suspiro para después sonreír y calmarse. Bebió algo de agua del grifo y cuando se iba a dar la vuelta para irse se encontró con un marine.

Era un hombre alto, parecía tener el rango de comandante y así era ya que portaba la capa dónde lo ponía y disponía de suficientes medallas en el pecho para demostrarlo, sin embargo parecía estar un poco bebido por su rostro rojizo y su mirada seria. Sus cabellos largos y azulados le llegaban casi por la cintura y el color azulado de sus orbes indicaba que ese tipo no estaba en sus facultades. De hecho lo primero que hizo fue decirle a Xemnas que se largara del baño si no quería problemas, el chico asintió pues no quería buscar pelea y trató de irse sin decir nada más, justo cuando iba a atravesar la puerta, notó como lo agarraban del cuello y lo lanzaban hacia atrás. Su cabeza pegó contra el espejo haciéndolo pedazos y haciendo que se escuchara un sonido intenso, el chico soltó un quejido y se llevó la mano a la cabeza notando la sangre en sus dedos. El borracho reía pues había sido el culpable, el rubio imbuyó su puño en haki armadura haciendo que este tomase un tono oscuro pero luego pensó que era su superior y tragó saliva agachando la cabeza.

El comandante lo agarró con una sola mano por el cuello y lo lanzó por la puerta de salida para perderlo de vista, Xemnas salió disparado contra una de las mesas del bar, arruinando las cervezas de unos marines y llevándose un buen dolor en el cuerpo. Las bebidas además le cayeron encima debido a que partió el objeto sobre el que estaban, a continuación medio mareado se levantó de la mejor manera que pudo y trató de buscar a los que habían ido con él, era muy tímido aún para poder echar cara a los demás. Había llamado la atención de medio bar y segundos después el comandante salió del baño tambaleándose y riéndose ante la escena del chico mientras decía haber sido él quien lanzó a “esa rata” a volar. Algunos reclutas en situación incómoda rieron un poco para que el comandante no lo pagará con ellos.
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Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] Empty Re: Mano dura con los reclutas (No me lo creo ni yo)[Privado: Jack-Arthur-Xemnas] {}

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