[Pasado][Grupal][Teobaldo Voglio-Drake Ray-Maximiliam D. Friz y Roy Sasaki] En defensa de Baretilla

Con forme me fui acercando al puerto me encontré con un tormentosa escena cuerpos mutilados por docenas teñían las calles de color rojo, entre los escombros se apreciaban algunos carretas de enfermería que seguramente fueron en asistencia de los marines, quienes ahora mismo habían puesto al rededor de la plaza de Portgas D. Ace una  cantidad inmensa de costales con arena improvisando de esa forma una pequeña barrera contra los mosquetes, los novatos apuntaban con los ojos cerrados ante los estruendos de las armas. Alce la mirada y pude notar que donde una vez estuvieran las bodegas ahora solo habían ruinas, un grupo de hombres había llegado ya hasta el puerto y habían tomado posiciones de las primeras dos calles que separaban la distancia entre mi posición y la de ellos.

Estaba distraído mirando la escalofriante situación, cuando una mano fuerte y rugosa me saco de mi estupor era el teniente de la marina Enrico XIX del Santo Santo, me había toado del cuello de mi camisa y hablaba en un tono recio y marcial.

-He tu mocoso sal de aquí que solo estas estorbado, este no es lugar para un aprendiz de herrero.

Dicho esto me arrojo así atrás de su posición caí sobre uno de los costales de arena inmediatamente giro sobre si mismo y exclamo.

-¡Levántate y vete!

-Señor permita me ayudar estoy seguro que algo podre hacer por este pueblo, que me ha acogido también  

Ignoro mi petición y siguió gritando las ordenes a los ordenes a los marines que para este entonteces se la veían negras, al luchar contra 5 sujetos muy altos y extremadamente robustos totalmente recubiertos en una aleación de metal altamente resiente y flexible, por lo que para ellos el atravesar la lluvia de balas les era una tarea sencilla.

-Teniente escúcheme a esos sujetos solo se les podrá frenar con el cañón ordene que disparen directamente en el hombro derecho, ahí están las uniones mas débiles de la forja.  

- Cabos escolte a este civil fuera de esta área y vea que no regrese.

Fui toma por dos cabos uno de ellos alto y delgado como un fideo y el otro un poco mas chaparro pero igualmente flaco, quienes sin inmutarse me llevaron a rastras a través del terreno, dispuestos a cumplir las ordenes de su teniente mientras era llevado fuera de la zona portuaria pude ver como aquellos individuos se habrían paso entre los costales, los cuales apartaban con sus mazos.

No habíamos avanzado 200 metros cuando una bala de cañón impacto contra el gran campanario de la plaza, era desde esta estructura que horas atrás se habían producido las señales de alerta contra la amenaza pirata. los restos de la torre cayeron sobre nosotros, afortunadamente estábamos cerca de la calle por lo que pude usar mi técnica hilos de Seda para frenar la lluvia de escombros, afortunadamente pude salvarme y junto conmigo al cabo alto, quien estaba a mi izquierda, desafortunada mente no pude hacer nada por el otro recluta que ahora se encobraba aplastado por una tonelada de piedra.

Mientras yo y el otro marine recobrábamos el sentido dos explosiones mas se oyeron detrás de nosotros- escucha amigo, debemos salir de aquí rápido- el pobre tipo asintió con la cabeza mientras se movía así arriba de la ruinas, emergió lentamente y detrás de el salí yo, para cuando estuve afuera me percate que a unos paso de mi aquel marine estaba tendido boca arriba una bala perdida le había perforado la frente, si bien yo era un usuario de la fruta Secha- secha no mi no deseaba estar en un lugar tan expuesto, mientras corría en dirección a la otra entrada a la plaza me percate que los 5 hombres de armadura habían arrastrado con la pequeña resistencia del Teniente quien ahora corría en dirección mía ya que la entrada principal se encontraba principal se encontraba ahora obstruida por los restos de la torre del campanario, él junto a un pequeño regimiento se apresuraban a tomar distancia entre sus perseguidores y su oportunidad de vivir.

Desde algunas de las empalizadas del lugar un grupo de tiradores abría fuego, algunos otros desde los techos cercanos para retrasar a los perseguidores, tras una explosión mas nuestra ruta de escape se vio frenada ahora aparte de los 5 perseguidores, entraban por la segunda puerta del sur un grupo de piratas armados hasta los dientes algunos blandían espadas, mazos, hachuelas, fusiles, e incluso dos cañones pequeños desde los cuales habían surgido los disparos que ahora bloqueaban la salida.

Entre la confusión del momento me percate el Teniente había muerto, los novatos estaba atusados y replegándose contra la paredes en ruinas en un intento por salvar sus vidas, gire en un angulo de 180° y me dispuse a tomar un papel que no me concernía pero que vi necesario para salvar a estos pobres infelices.

-escuchen todos los marines, yo soy el joven sub teniente Mirto su Teniente Enrico XIX me ha dejado al mando de este batallón, si quieren vivir sigan me.

Pude ver en sus rostros la confusión y la duda por unos minutos, pero esta se disipo tras unos instantes.

-Señor ¿que debemos hacer?        

-Cabo aun tiene  un denden mushi, si es así informen que necesitamos dos cañones, ubicados en los techos cercanos a la plaza de Portgas, lo mas rápido que puedan que apunten al hombro izquierdo de los hombres en armadura.

-Si señor, tu informa ahora de la solicitud del sub teniente.

- Los demás cubran me tratare de ganar tiempo.

produje 10 litros de adhesivo que era lo máximo que podía controlar y con todas mis fuerzas los aventé al suelo que estaba en dirección de las grandes moles que avanzaban así nosotros, el pegamento tardaría unos 45 minutos en secar solo esperaba que este retraso no nos costara la vida, así que salí en dirección a los atacantes, con las manos temblando tome las agujas, y me dispuse a retrasar a los demás intrusos sobre mi caía  una luvia de plomo, gracias a mi poder las balas solo me atravesaban, logre derribar a un par de de sujetos, hasta que de pronto me vi frente a uno de los hombres en armadura el cual parecía que controlaba el nivel uno de haki pues me propuso un tremendo golpe con su martillo, en este punto vi perdida la batalla y con la vida de todos esos marines también la mía, fue un error el confiarme de mi habilidad de usuario de una fruta tipo logia.

Otras tres explosiones y el tipo levantaba sobre mi cabeza su imponente martillo, seré los ojos y me dispuse a recibir el ultimo golpe.        

De pronto el hombre con la espada salio corriendo en dirección al sujeto que había partido en dos los proyectiles del cañón, pude ver de reojo como interceptaba al atacante con la espada- No hay que perder tiempo- paso por mi mente- Ordenen que recarguen los cañones, todos al campanario esto remolino no ara que perezcamos en este lugar.

Los marines se movilizaron lo mas rápido que pudieron el remolino aumentaba de tamaño mientras, se daba la orden para recargar cañones. A la voz de FUEGO! el estrépito de los cañones resonó, pero esta vez no solo eran los nuestros. Durante el tiempo que llevo el movilizar a los marines a campanario un grupo armado liderados por un ansiando había librado de escombros las otras dos entradas a la plaza.

Arrastraban cuatro inmensos cañones los cuales abrieron el aire con un ponente silbido, sus proyectiles, junto a los nuestros estaves dieron en el blanco. Los hombre con armadura junto con el resto de combatientes fueron esparcidos por los aires, por un leve instante el tronar de los cañones enemigos se dejo de escuchar y una extraña calma nos acobijo.

La sensación aunque confortable era como cuando sabes que tan solo estas a dentro del ojo del huracán, los vientos que vienen a continuación serán mas potentes y mortales. Por lo pronto la única amenaza latente era el remolino de piedra que a cada segundo aumentaba en diámetro y fuerza, pero con las salidas ahora desbloqueadas al menos podríamos dejar la zona.

Mientras apoyaba a los marines el ansiando se acerco a mi - He muchacho te las has arreglador aquí bastante bien, jejeje pero de no haber sido por ese espadachín no la cuentas.

- Si por el y por ustedes, a propósito quienes son nunca lo había visto en el pueblo.

- Ya los jóvenes no tiene mucha cortesía con sus mayores, dejenmoslo en  que soy un amigo, el cual trajo a otros amigos- de pronto alzo la vista y saludo a un joven que estaba en la parte alta de edificio. Junto a ese hombre se encontraba al parecer el tipo de las cartas.

- Pues le doy las gracias a usted y sus amigos.

- Bueno dejémonos de tantos saludos debemos movernos  y reforzar aquí la seguridad.

-A que se refiere hemos frenado su ataque.

- Hijo esto solo fue una distracción, moviliza a tus hombres.

Fue tal como lo dijo el ansiando de pronto me percate el remolino había cesado, aparentemente la intención de este era limpiar el área de escombros y cadáveres. Para una mejor movilización de las tropas en tierra, pues antes de poder hacer algo mas unos proyectiles diferentes a los usados hasta ahora cayeron por todo el lugar. Una nube de humo surgió de estos proyectiles segundos la vista era nula, un rugido un estruendo y solo se pudo ver una sombra uniforme moverse hasta nosotros.

El tronar de cañones que bañaron toda la zona de combate, el grito del viejo - Vamos hombres pelen si no quieren morir este día- El grupo de nuevos aleados se movilizo en dirección a los nuevos atacantes.

Al ver la bravura de este hombre sentí resurgir las fuerzas - Marines!, desenvainen, vamos contra ellos- Ahora encabezaba la fila de marines que arremetían contra los nuevos invasores, las dos fuerzas colacionaron en el centro de la plaza. Un movimiento, luego otro y puede neutralizar a dos enemigos, que estuvieron a punto de decapitar a un recluta.

Dese el nivel del suelo donde me encontraba y aun con el humo la cosa se veía bastante pareja y las posibilidad de ganar estaban bien divididas.

El conflicto era demasiado parejo por todos lados se escuchaban los choques de las espadas y el tronar de las pistolas, a pesar de estar rodeados de humo esto no parecía representar mayor problema. Ahora corría por mi mente un pensamiento de triunfo nada podía pararnos, los marines restantes, junto con los bravos peleadores que había llegado ponían freno a la intrusión de piratas enemigos - Si estas fuerzas no bastan aun  tenemos de nuestro lado a ese espadachín que me ayudo y aquel hombre de las cartas explosivas, con ese poder de pelea no hay enemigo que nos pueda ganar- este pensamiento reforzaba mi confianza.

En los escasos segundos en los que mi mente había estado divagando, un sujeto con una espada curva ya había llegado hasta mi. Tuve suerte de regresar a este mundo justo a tiempo para ver el filo de la espada dirigirse a mi pecho, el hombre un tipo de unos 40 años y de larga barba arremetía contra mi persona. Basto el dar un salto hacia atrás para esquivar el ataque, ahora hacia un barrido de pies, con el cual logre derribar al hombre. Levante la mano y clave una de mis agujas en su pecho descubierto, el hombre había dejado de moverse  cuando despertara se daría cuenta de que ya no podría mover ni manos, ni pies.

Aun en cuclillas en el suelo divise a dos jóvenes reclutas que iban a ser emboscados por detrás con toda la fuerza de mis pulmones llame su atención -Ustedes dos al suelo ahora...- Acto seguido la aguja que antes había paralizado al hombre tirado frente a mi salió volando ,en dirección a uno de los que intentaban matar a los reclutas, el cual se desplomo al suelo después de que la aguja perforar a sus carnes. Llego por detrás del segundo contendiente uno de los hombres que habían llegado con el viejo, ágilmente clavo una daga en el vientre del segundo sujeto, este ultimo lanzo un fuerte grito de dolor y se desplomo sin vida.  

Con prontitud me acerque a los dos reclutas para saber en que estado se encontraban - ¿Están bien chicos?- les costo un poco regresar en si pues la llamada de alerta los había tomado por sorpresa - Si señor... estamos bien...- dijo uno de ellos - Pónganse de pie y tengan mas cuidado...- en ese momento paso junto a mi el sujeto de la daga diciéndome- ¿Están bien los chicos?-  acto seguido respondí a la interrogante asintiendo con la cabeza, el hombre no pregunto nada mas tomo su daga del cuerpo sin vida y paso de largo.

En ese preciso momento a unos 200 metros de la posición en la que me encontraba escuche que algo caía del cielo con una fuerza tremenda, inmediatamente llame a los reclutas que había salvado y los invite a venir con migo. Antes de dar siquiera dos pasos, se sintió una ráfaga de viento pasar junto a nosotros. Uno de los jóvenes fue alcanzado por la ráfaga la cual había desaparecido toda su parte superior, junto con dos edificios que estaba detrás de nosotros.

Aquel vendaval había arrasado con todo a su paso, incluso el humo se había despejado momentáneamente, pude ver a lo lejos tres figuras una de ellas sujetaba algo muy parecido a un gran compresor de aire -Tu chico da la llamada por refuerzos... esto debe ser algo grande- el joven saco un pequeño silbato el cual soplo, a este llamado acudieron 6 marines que estaba cerca con fusiles en mano dispuesto a prestar apoyo.

En el momento que iniciábamos la marcha el humo había de nuevo cubierto la zona, pero el tiempo despejado había sido el suficiente para indicarnos el camino a seguir. Al llegar a la posición de donde había surgido el viento pude divisar al hombre de las cartas, enfrentándose el solo a dos oponentes. Uno  de los dos el mas grande y robusto tenia en las manos la pistola de aire, el segundo tenia dos cuchillos en las manos aun con el denso humo pude percibir que eran armas de muy buena calidad, duras y flexibles lo cual las convertía en manos hábiles en verdaderas armas de destrucción masiva.  

¡Hoye creo que necesitas ayuda!- grite a quien antes había acabado con dos sujetos con una sola carta- Marines rodeen a los oponentes y habrán fuego a discreción- ordene, los reclutas obedecieron a mis ordenes sin dudar. Con suma destreza había rodeado a los enemigos  y abrieron fuego, apoye a la causa tirando con la mayor velocidad que pude dos de mis agujas, desafortunadamente el esfuerzo no sirvió de mucho. El hombre con las dagas había cubierto a su compañero bloqueado todos las balas y mis agujas rebotándolas hacia los marines en menos de dos segundos los 7 marines estaba en el suelo. Yo había sobrevivo gracias a mi habilidad, pues al percatarme tenia incrustado en mi pecho las dos agujas las cuales tome gire entre mis dedos y le dije a mi nuevo compañero de baile -Creo que solo quedamos nosotros...¿Dime a cual quieres?- concluí con una pregunta y una sonrisa algo forzada.

Quise ser gracioso para romper la tención del momento al formular una pregunta irónica pero como era evidente a mi no me quedaba hacer de payaso cuando las cosas eran serias, eso ya era mas que evidente -cuando es fiesta es fiesta. cuando es pelea es pelea- fu lo ultimo que pensé antes de ponerme en guardia sea cual sea el oponente a elegir los dos eran igualmente formidables seria una dura batalla.

Fue mas el tiempo que tarde en formular la pregunta, que el usado por el sujeto de las cartas para reaccionar ante las circunstancias. Aquel hombre corpulento que usaba la compresora de aire intento golpearlo con ella, peor este logro esquivar el ataque. Sus movimientos eran impresionantes pues no solo esquivo ese ataque sino también el del segundo tipo quien arrojaba cuchillos a diestra y siniestra.

Pero nadie es perfecto el pues en un error que le vi cometer, el hombre de los cuchillos le pateo mandándolo a volar contra una de las paredes.No bastando con eso el sujeto del cañón de aire logro ponerse frente a el para impactarlo de forma directa nuevamente salio disparado contra el edificio el cual colapsaba por el fuerte daño en la estructura. Por la cantidad de escombros no pude percatarme si aquel hombre había logrado salir de ahí con vida.

Pero lo que si pude ver fue como aquellos sujetos comenzaban a sonreír, mientras se aproximaban a mi por miente pasaba la idea de que si aquel hombre mucho mas habilidoso no había podido contra ellos el solo. Yo menos podría tener una oportunidad -Si hubiéramos sido dos contra dos, seguramente hubiéramos tenido una oportunidad- pensé. De pronto el sujeto de las espadas Exploto en mil pedazos, no supe como, ni porque pero ese hombre ya no existía mas en este mundo.

La fuerte honda expansiva producto de la explosión me arrojo a mi así el centro de la plaza y al sujeto de la besuca lo envió al lado opuesto chocando su cuerpo contra una pared. El golpe aunque no me mato logro aturdirme, cuando recobre un poco la percepción del lugar en el que me encontraba. No te que mi mano derecha ya no estaba en su lugar había quedado, una muñón similar a una masa el cual comenzaba a reformarse. En mi pecho se habían clavado algunas esquirlas, provenientes quizás de las dagas ocultas bajo el ropaje de aquel sujeto.

Al se la vita estaba a unos 200 metros del donde antes me encontraba parado, en el suelo aun humeantes se encontraban los restos del que antes había sido un hombre. Del otro lado de entre los escombros surgía a duras penas la figura del imponente mastodonte de la compresora de aire, su macizo cuerpo había resistido los daños provocados por la explosión. Por lo que solo había residido golpes superficiales, supuse que debía sentir un agudo dolor en la mano izquierda ya que apenas la movía. El daño mas severo se lo había llevado el arma, la cual presentaba múltiples abolladuras por todo armazón.

Me levante con prontitud pues no creí que se presentara mejor ocasión que esta para derrotarlo, pero asumo que aquella mole tenia los mismos pensamientos pues una vez que estuvo incorporado alzo su arma contra mi al notar mi presencia. Un zumbido surgió de aquel aparato el hombre dedujo que algo andaba mal, dado que al instante llevo su brazo derecho con el cual sujetaba ahora el arma. llevo en un solo movimiento así atrás y luego así adelante el arma para soltarla con el impulso obtenido.

Esta me golpeo, de volviéndome al suelo el arma en verdad era pesada pues ahora teniéndola sobre mi pecho apenas podía mover la. Usando todas mis fuerzas la lance hasta uno de mis costados y gire alejándome de aparato segundos después el sonido seso para dar luego lugar a una detonación no muy potente. Me volvía a incorporar, cuando al levantar la cabeza me encontré con el puño de aquel hombre fornido. Nuevamente rodé, gire, me impulse con las manos y en solo movimiento estaba de pie, guardo inmediatamente después la posición defensiva.

Esta no duro mucho pues aquella mole volvía a arremeter contra mi persona, esta vez me valí de una pequeña acrobacia para dar una y luego otra maro meta así atrás. Dejando distancia entre los dos el sujeto sonrió, respiro profundo y se concentro para pelear con todas sus fuerzas, ya antes había leído sobre estos sujetos eran peleadores encaminados a la diciplinar del buey. Pasaban toda una vida fortaleciendo sus cuerpos para hacerlos verdaderas armas, para mi en ese momento fue evidente el arma solo era un aditamento su verdadero potencial estaba en esos puños.

-Bien muchacho, me sorprendes pocos logran esquivar mis ataques, sabes si desdieras unirte nos creo que serias de gran utilidad, como veras hemos perdidos a muchos hombres buenos, ¿tu que dices?- terminado sus frase sonrió amablemente como si esta conversación se llevara en un café o en alguna taberna y no en un campo de guerra.

-Me alga la oferta, pero veras estas invadiendo mi hogar y bueno digamos que eso no me agrada mucho- le ofrecí la misma cordialidad, que el me había demostrado.

- Bien es una pena pero si después de este enfrentamiento cambias de idea, abordo tenemos un excelente medico, ponte en guardia chaval a propósito soy Navarrete un gusto.

- Hola Navarrete soy Teobaldo, el placer es todo mio- dicho esto ultimo los dos corrimos de frente, aquel hombre lanzo una terrífica patada. Justo en el momento en que esta me daría, junte ambas piernas y salte dejando pasar por debajo de mi su gruesa pierna. Gire en el aire y respondí con una patada dirigida a su rostro. Aquel hombre ni se inmuto debía estar usando una de esas técnicas llamadas hakis, pues logro tomarme con su mano y arrojarme contra el suelo.

El golpe fue brutal -Animo colega mejores peleadores han caído ante mis manos- camino hacia mi y estando en el suelo sujeto mis brazos y piernas para hacerme una llave. El dolor fue agudo me retorcí como pez fuera del agua pero no logre librarme del agarre. Rompió la llave me levanto en el aire en un solo movimiento me vi girando por todo su cuerpo hasta llegar arriba y para de nuevo volverme a encontrar contra el suelo.

Como pude me levante buscando un segundo aire, el sujeto no me dio oportunidad, me tomo de la cabeza alzo con una sola mano y me arrojo contra uno el muro de una casa frente a nosotros -Eres resiente colega, en verdad que nos serviría tener un chaval como tu, solo te falta algo de entrenamiento.

-No...no gracias ...es... estoy bien...- dije entre cortada mente, bueno haya tu, me caes muy bien. Me levante a duras penas, la fuerza en las piernas estaba por abandonarme -Te...terminemos esto como caballeros ...- dije finalmente. El hombre me miro con una cara tan amable y sincera que era difícil creer que fuera uno de los muchos bárbaros que venia a saquear esta isla.

De nuevo nos pusimos en guardia el uso una pose de estilo karate, mientras que yo decuria a la posición ofensiva de la serpiente, en cada mano ostentaba una de mis agujas me sentía orgullos, reconfortado como si estuviera luchado contra un maestro en una de esa tantas tardes de entrenamiento. Fui el primero en efectuar mi movimiento lleve la mano derecha en dirección a su abdomen, con un ágil movimiento de su mano desvió el ataque y propino su golpe en mi pecho.

Me desequilibre un poco pero recupere fuerzas para no caer, de nuevo arremetí contra el mano izquierda luego derecha, era evidente que aun con el dolor de su brazo paraba con una suavidad y elegancia mis ataques. Un golpe con la pierna al estomago y vi como mi visión se nublaba, un giro y patada me llevo a trastabillar a la derecha. En ese momento fue como si algo se apodera de mi tome su pierna, para empujar su cuerpo así atrás pero sin provocar el efecto deseado. Nuevamente un intercambio de manos y finalmente en algún punto logre ver una apertura, producto de su brazo herido dirigí la aguja al hombro logre darle en un punto muerto y su brazo dejo de moverse.

Navarrete sintió como su la sensación de su brazo desaparecía giro con brusquedad y me dio el golpe definitivo. Dejándome en el suelo noqueado- Vaya en verdad que eres bueno, lastima que tardaras tanto tiempo en ver mi punto siego.... mmmm ... pero a valido la pena perder un brazo por ver tu potencial... ya sera la próxima chaval- Dijo mientras se retiraba.

Al cabo de unos minutos recobre la conciencia aquel hombre ya no estaba, a mi mente llego la imagen del chico de las cartas. Corrí hasta el edificio donde estaba y comencé a escarbar entre los escombros, no sabia porque aquel hombre me había dejado vivir y reflexionaba sobre ello mientras seguía escarbando entre los escombros. De pronto la tierra tembló y en dirección al mar aparecieron los dos navíos ahora en tierra ambos era una especie de barcos anfibios.

Del mas grande con el mascaron tallado en forma de avispa, bajo una rampa de ella salio un hombre que tenia una capa similar a las que usan los marines, en su manos tenia un den denn mushi -Bueno... Bueno ya esta conectado, bueno señores yo soy el capitán de estos perros, les aplaudo por soportar el embate también hasta el momento, pero pueden considerarse derrotados, rindan se y perdonare la vida de aquellos que decidan entregarme sus vidas, como pago por la muerte de todos mis nakamas... eso es todo gracias- Con la misma el hombre bajo lentamente a tierra con el den den mushi todavía en sus manos.

Me apresure a remover los escombros, quitando tablones, piedras y vidrios, de pronto observe una mano era la del joven de las cartas. Con mayor prontitud fui quitando todos los materiales que estaban sobre de el preocupado por su bienestar, tras unos minutos por fin vi su rostro y parte de su cuerpo. Tras unos movimientos u poco mas veloces ya había desenterrado de la cintura para arriba, de pronto aquel hombre comenzó a recobrar el sentido pues veía como sus ojos temblaban en señal de querer abrirse. Cuando por fin finalice termine la extenuante la tarea, el joven ya había recobrado el sentido y con toda la calma del mundo se empezó a incorporar.  

Sus primeras palabras fueron -Vaya, eso estuvo cerca – estaba atónito ante la resistencia de aquel sujeto y deseoso de preguntarle si era un usuario porque solo alguien que comiera una akuma no mi tendría tal resistencia. Pero sin embargo lo que mas de aquel tipo no era la resistencia sino que a pesar de todo mantenía una franca y honesta sonrisa de satisfacción. Tras sus primeras palabras continuo presentándose me dijo que se llamaba Ryuto y que aquel sujeto que me salvo la vida se llamaba Maximilian quien era su compañero. Era bueno el poder saber el nombre del la persona a quien le debía la vida.

Correspondió su cortesía presentándome- Mi nombre es Teobaldo, Teobaldo Voglio un placer- le dije mientras levantaba mi manos para estrecharla con la suya, después continué diciendo- Si ha estado muy cerca para ambos, afortunadamente mataste a uno y el otro me dejo vivir, por cierto cuando termine todo esto a ti y a tu amigo les debo un trago- dije sonriendo mientras lo ayudaba a ponerse de pie. era un sujeto delgado pero aun así algo pesado seguramente por su musculatura, de pronto paso por mi mente algo que había mencionado así que no pude evitar comentar- Así que son piratas, jamas imagine que hubiera piratas capaces de ayudar a extraños, no si no hubiera recompensa de por medio, bueno yo soy aprendiz de herrero e historiador en este pueblo.

Mientras decía esto un grupo de marines llegaron hasta nosotros eran una pequeña tropa conformada por unos  15 hombres. uno de los cabos un sujeto de unos 35 o 40 años se presento frente a notros con un saludo marcial. Para luego decirme que mucha propiedad- Señor Sub teniente, ha escuchado lo que ha dicho el capitán al parecer el sujeto esta dispuesto a volar Baretilla.- al parecer los dos navíos se habían separado el segundo barco se había dirigido al este, mientras el primero se quedaba en la plaza. Amas naves comenzaron a cargar de energía los cañones de proa y pretendían disparar contra la ciudad una especie de rayo. El pobre cabo continuo -Señor al parecer un viealmirante viene en camino  y eso sucede estaremos a salvo, han mandado un joven de pelo azul a buscarlo pero hemos venido por usted consideramos es el mas apto para la tarea por su rango señor.  

Mientras decía esto aquel hombre se escucharon en los altavoces la voz de un viejo que anunciaba efectivamente la llegada del vicealmirante a la isla, de pronto se escucho un estruendo proveniente de las masas, que recobraban animo y fuerza para abatir al enemigo y después hubo un cese de ese fervor la nave del capitán había disparado, así el cielo una especie de bengalas las cuales se desplegaron en el cielo y lo iluminaron con un brillante rojo, de pronto cayo sobre media isla un baño ardiente. Las llamas devoraban y consumía todo a su alrededor, pero por algunos sujetos que vi a la distancia lo peor no eran las llamas, sino el vapor que desprendía aroma toxico que afectaba a los que estaban a la distancia paralizando los. Para que luego fueran devorados por fuego que carcomía la carne en cuestión de segundos como si las llamas fueran ácidas.

Todos los edificios todo a su alrededor se desintegro ante nuestros ojos. La voz del viejo fue interrumpida por la del capitán quien decía - Les ofrecí una alternativa y así me pagan, bueno si quieres morir, este es su fin este es un ejemplo de nuestro poder armamentístico, el cual ni su vicealmirante podrá frenar, mis cañones de energía estaban a la mitad de su potencia de fuego, cuando los dos rayos carguen por completo su pueblo dejara de existir y pagara por ofenderme ...eso es todo.

Se cortaron las comunicaciones,  tan pronto vi los estragos de aquel fuego que parecía no extinguirse con nada y que en cambio seguía creciendo y consumiendo todo a su paso. Ordene al cabo ante mi  que cortara algunos trapos, se los pusieron al rededor de la boca y la nariz para que evitaran respirar los vapores  venenosos de esta forma no seriamos paralizados. Para que no se les cayeran y a falta de agua los recubrí con mis adhesivos de esta forma teníamos unos perfecto cubre bocas, reforzados. Ahora todo lo que restaba era alejarnos lo mas pronto posible de las llamas  -Hay algún punto donde podamos llevar a mi amigo, creo que necesita tratamiento medico urgente- dije, el cabo me informo que un viejo y algunos otros había armado una enfermería un poco mas aya de donde se llevaba la pelea, esta se ubicaba fuera de la zona donde habían caído las llamas y parecía según me dijo el cabo, quien era navegante estar contra viento por tal motivo el fuego no llegaría a esa zona . Mi intención era ir a la enfermería dejar a Ryuto y después alcanzar al chico que había partido en busca del vicealmirante, pues ahora en la zona en llamas no era mas un espacio apto para combate, aun así muchos tuvieron la misma idea de usar cubre bocas y siguieron dando batalla animados con la esperanza de que pronto vendrían los refuerzos .

El humo rojo minaba todo el campo de batalla se escuchaban algunos gritos y disparos por el lugar pero la intensidad ya era menor seguramente porque muchos había caído presas del infernal gas. De pronto me percate Ryuto había desaparecido mientras hablaba con el cabo, era sorprendente la movilidad que tenia ese hombre aun después del estado que tenia, el pobre marine que estaba a su lado y quien debía ayudarlo a trasladarse a la enfermería se mostró muy consternado para con migo- Disculpe señor no fue mi intención perder lo de vista, se que estaba bajo mi cuidado, yo responderé ante cualquier castigo que dese proporcionarme.

-Descuida no hay problema, si ese hombre puede moverse de esa forma seguro estará bien. Ahora nos toca salir de este humo- apenas termine la frase se escucho un zumbido a lo lejos y luego un potente rayo de luz se pudo ver entre el humo rojo, luego un estruendo y luego nada. Al parecer los piratas estaban atacando con todo, era firme su determinación de destruir la isla. De pronto vino hasta mi uno de los cabos diciendo - Señor han dicho por el den den mushi que el Vice almirante a tocado puerto, se encuentra en medio de la pelea y requiere refuerzos.

Inmediatamente cambiaron mis objetivos, di la orden para acudir a dar auxilio al vice almirante -Tomen lo que puedan y manténganse agachados, debemos abrirnos camino hasta el vice almirante- nos movimos a paso veloz entre las llamas, cuerpos inertes de marinos, piratas, entre muchos otros que acudieron como yo a prestar ayuda. En el camino nos topamos con algunos grupos pequeños de piratas que aun prestaban servicio a su capitán, los cuales arremetían contra nosotros, peor eran liquidados en cuestión de segundos. El grupo mas numeroso fue de 25 piratas que se habían atrincherado detrás de unos barriles y sacos de alimentos.

A pesar de la resistencia que opusieron y que nos tomaron por sorpresa fueron rápidamente abatidos. Yo iba al frente encabezando la escaramuza ya que al ser un usuario me era mas fácil esquivar las balas una vez estuve a distancia clave en brazos y piernas mis agujas para inmovilizar sus cuerpos. Al replegar sus fuerzas los hombres que estaban junto a mi se lanzaron contra ellos y pronto fueron abatidos, era sorprendente el paso con el que nos movíamos y hasta este momento no habíamos sufrido bajas.

Unos paso mas haya llegamos hasta nuestro objetivo pero la escena con la que nos encontramos era perturbadora, cientos de individuos estaban habitados por el gas en medio de la plaza. Justo frente a nosotros se encontraba tambaleante una la figura de un hombre mayor, que al juzgar por su uniforme debía tratarse del vice almirante. Era extraordinario verlo ahí de pie, resistiéndose a los efectos del nocivo gas, de pronto otra figura emergió de entre el humo. El capitán del barco pirata había emergido desde las alturas y con gran maestría saltaba hacia el vice almirante, quien detuvo la patada de manera sorprendente aun en el estado en el que estaba.

No obstante por la situación era evidente que no le quedaban mas de unos instantes de lucidez - ¡Vamos señores apoyemos al vice almirante!- Grite con enjundia, reiterando el grito para embravecer a quienes me seguían. Embestimos con todas nuestras fuerzas contra el enemigo no obstante nuestras acciones fueron imprudentes ya que de la boca del vice almirante salieron las siguientes palabras - Alto es una tram...- del rededor salieron cientos de ráfagas todos aquellos que me acompañaron hasta este punto cayeron al suelo, unos ya sin vida y otros mal heridos. Aun sorprendido por el repetido asalto, levante la vista solo para ver al vice almirante resistir una conmociona de patadas y golpes, propinada por el oponente.

No pude ver la escena un segundo mas, me desplace con el hombro por delante, mi cuerpo atravesó la segunda lluvia de plomo que descendía sobre de mi. Usando todo mi peso me abalance sobre el capitán pirata el cual estaba entretenido, con sus ataques hacia el vice almirante. Gracias a este movimiento aquel hombre salio volando levemente hacia un costado, aproveche el tiempo que le tomo el recobrar el sentido, para romper una tira de mi ropa y acudir a la ayuda del hombre que ahora estaba con las rodillas sobre el suelo. Tan pronto como pude recubrí el pedazo de tela con mis adhesivos para improvisar una mascara y minimizar el daño del humo.

-Debe reposar un segundo yo me encargo de este sujeto no se preocupe, apenas recupere las fuerzas los dos podremos contra él- estaba hablando cuando de me percate que que tipo estaba parado frente a mi. -¿Asi que quieres jugar no?- llevo sus dedos hacia sus labios y dio un fuerte silbido, como en un principio escuche un zumbido esta vez a unos metros de mi, un fuerte destello de luz y una explosión que izo temblar el suelo junto a mi. El sujeto volvió a silbar ahora con una melodía justo detrás de mi apareció su navío hasta ahora escondido por el humo, se abrieron unas escotillas y salieron unas fieras llamaradas iguales a las que desprendían el humo rojo. Como pude tome al capitán y me desplace fuera de rango de las potentes llamas.

El sujeto frente a mi solo rió bien - Este solo es un pequeña muestra de mi poder vamos enfrentarme si te atreves- Pude notar como el capitán intentaba incorporarse usándome como muleta- Vamos chico no podrás contra el tu solo y no por algo soy un vice almirante no dejare que un ridículo me derrote- El hombre tomo un segundo aire y se incorporo de todo con una ademan de la mano me animo a seguirlo, juntos nos preparamos para la nueva ofensiva.