Se buscan jugadores para un moderado.

El posadero le explicó la situación, había una taberna la cual le estaba robando los clientes haciendo combates en una arena privada. Lo que el posadero le pedía al Joker eres derrotar a su campeón para humillarle y recuperar la clientela. Aparentemente un trabajo fácil, pero había que tener en cuenta que El Joker no era un luchador sino un asesino así que a lo mejor no salía muy bien parado. Pero aunque se lo pensó un poco finalmente acepto. Entonces el camarero lo llevó a una habitación para que allí comiese la comida que le había preparado y descansase para que por la mañana fuese a derrotar al hombre que según el posadero era el campeón de la arena que allí tenía.

Cuando El Joker llegó a la habitación lo primero que hizo fue ponerse a comer como un loco, después  de todo hacía bastante tiempo que no comía ni bebía nada. Mientras comía se olvido de todo lo demás, de hecho lo estaba disfrutando tanto que se le había olvidado el trato, que estaba haciendo allí e incluso donde se encontraba. Cuando termino de comer todo lo que estaba pasando volvió a su cabeza. Entonces se tumbó en la cama para dormir, después de un día tan ajetreado estaba bastando agotado y le faltaban fuerzas. Cuando estaba tumbado en aquella cama justo antes de dormirse pensó en lo divertido de aquella situación y en todas las cosas divertidas que estaban por llegar.

Una vez dormido esa noche El Joker tuvo un sueño, en el sueño aparecía él y toda la población de la ciudad, él en el sueño les estaba contando chistes a todo el pueblo, todo era muy colorido y rodeado de fuego. Entonces llegaban un grupo de personas vestidas de gris y muy serios, al Joker le ataban y todo lo que estaba colorido se volvía gris y el fuego se apagaba. La verdad es que ni el mismo sabe el significado de este extraño sueño.

Nota:

"La noche" era algo que especialmente a mi me encantaba, el sol se iba junto con el calor que tanto me molestaba, el frió llegaba con su mejor resplandor junto con su maravilloso viento que sacudía mi cabello por la noche y me ayudaba bastante para dormir. Todas las noches me parecen encantadoras, pero esa noche en especial no la describiría como "encantadora", si no mas bien como "escalofriante", sentía mi estomago revolverse y como se me erizaba la piel, era extraño. Había llegado al puerto de una ciudad que literalmente no sabia nada, aunque con solo ver el puerto no recordaría que lugar es ese si lo supiera. "Seria una buena idea buscar información de este lugar y también pasear por ahí haber si de esa forma me acuerdo de donde estoy" era muy molesto no saber por donde ir, la orientación era un lujo que no debía perder.

-Sera mejor moverme mientras aun puedo. (Dije mientras amarraba el bar quito al puerto)

Lo primero que hice fue ver el lugar, aunque con la oscuridad de la noche era algo obvio no poder ver demasiado, pero si habían bastantes luces como para poder ver al menos los edificios mas cercanos a mi. Una especie de templo se encontraba delante de mi junto con unas no amigables señoritas. "Creo que seria bueno el no acercarme" con ese pensamiento me dirigía hacia mas aya donde lograba visualizar una buena cantidad de casas, una de ellas con un cartel "Liga de los mercaderes" era lo que tenia escrito. En las demás casas posiblemente se podría pedir alojamiento, pero dormir no era mi intención, yo buscaba información por lo tanto un bar seria lo mas apropiado y con esa meta me adentre a la ciudad.

-Seria muy cómico que me perdiera...Espero que eso no pase. (Dije en voz baja en forma de broma para hacerme reír)

Caminando entendí que en esa ciudad por la noche no había mucho movimiento que digamos, como si le tuvieran miedo a la oscuridad. "Sera que a la noche aparece un monstruo carnívoro" esa también era una opción aunque no estuviera de acuerdo con ella. Caminar me gustaba, mas aun si era por la noche, aunque era despreocupado no era estúpido y sabia a la perfección el peligro que conlleva el estar a la plena luz de la noche y completamente solo. En ese momento buscar un bar era mi mayor prioridad, pero mi mayor preocupación era que podrían haber cerrado por ser de noche. "Ojala encuentre uno abierto" fue lo que pensé cuando de repente me detuve en la oscuridad con los ojos muy abiertos.

-Este lugar no sera...No...no puede ser...tal ves solo sea mi imaginación. (Tratando de calmarme con esas palabras volví a mi caminata para encontrar lo que buscaba, un bar o taberna aunque creo que son lo mismo)

Pensar en otra podría ayudarme a relajarme y fue lo que hice. Pensé en cuanta suerte tenia al haber despertado minutos antes de llegar al puerto de esta ciudad pues a la velocidad a la que iba posiblemente me hubiera hundido con el choque y no quisiera tomar una ducha en plena noche con los peces. Aunque a los peces les hubiera gustado bañarse conmigo. "Lamentablemente soy demasiado sexy para ellos" era lo que pensaba mientras me reirá de lo que acababa de pensar.

-Si lo se...soy estúpido. (Con una carcajada intentando insultarme a mi mismo por estar hablando completamente solo, tal ves sea por estar tanto tiempo solo)

Max:

Todos: vuestros sueños se ven perturbados, os encontráis solos en la oscuridad delante vuestro yace un pequeño muchacho arrodillado y una voz os susurra que acabéis con su vida, ante vosotros se materializa una daga. vuestras es la decisión.(atencion leer los espoiles al tomar la decisión)

si no lo matais:

si lo matais:

Independientemente del suceso todos estáis descansados y listos para afrontar el día y la noche, podéis hacer un turno de 24 a 36 horas antes de descansar. a partir de las 24 horas estaréis cansados y a las 36 debereis dormir con un margen de 24 antes de caer exaustos en el sitiio

El Joker se encontraba solo en plena oscuridad sin saber que pasa o porque se encontraba en aquella situación. Entonces vio delante suyo un muchacho arrodillado y una voz le susurra que acaba con su vida, entonces se materializa una daga y El Joker la coge sin pensárselo dos veces. Se acerca al muchacho le levanta la cara y le dice:

-Lo siento, no es nada personal solo que no me he divertido mucho en este viaje y esto cubrirá un poco mis deseos.-dijo con una gran sonrisa.

Entonces le clavó la daga en el cuello y mientras el muchacho se desangraba la voz que le había susurrado que lo matara se ríe a carcajadas mientras que un bola de fuego rodea al Joker, pero no le quema, es más le llena de energía. Entonces despertó en su cama, la de la taberna y recordó lo que había pasado el día anterior. El Joker pesé al ajetreado día anterior se sentía descansado y en buena forma, sin embargo puede que debido a la elección del sueño El Joker hubiera podido perder parte de humanidad, pero no es el caso ya que el carece por completo de humanidad. Entonces se levantó y salió de la habitación decidido a ir a cumplir su parte del trato. Salió de la taberna en dirección al esturión derrochón. La verdad es que aquella ciudad cambiaba bastante por el día que por la noche. Vio que como le había dicho el tabernero había tiendas de hacer y cosas así y se le ocurrió que después de eso podría pasarse por allí para divertirse un rato, pero ya vería, al Joker no le gusta tener nada planeado, le gusta más improrvisar. Por el camino se preguntó si el sueño que había tenido era solo un sueño o había sido algo más. Entonces llego a la localización y sin dudarlo entró. Alli vio a un tipo en la barra, dedujo que era el dueño y se propuso a preguntarle por la arena.

-Perdone, me gustaría pelear en la arena que me han dicho que tiene usted aquí.-hizo una breve pausa y sin dar tiempo a que el tabernero le contestase le dijo-Me gustaría enfrentarme al campeón de la arena, he oído que es imbatible y quería comprobarlo por mi mismo.

Se había dormido con la preocupación de que alguien lo estuviese espiando y ademas un poco pasado de copas. Pero ahora, sin entender mucho lo que sucedía, se encontraba inmerso en la oscuridad y con un silencio abismal. Mientras intentaba divisar algo en alguna dirección, un muchacho se le apareció enfrente, arrodillado y cabizbajo, aun rodeado de oscuridad, sin embargo eso ya no era importante, pues el muchacho había llamado su atención. Parecía lamentarse de algo, o tal vez estar rogando, el mensaje no estaba claro, pero quería averiguarlo, por lo que se acerco un par de pasos lentamente al tiempo que intentaba formular una pregunta. -Hey, tranqui...- algo interrumpió su frase, una voz se escuchaba en la mente de Tackero, era un susurro, mas resonaba más fuerte que cualquier grito. Surgían mas dudas en su mente, no entendía de donde venia aquel susurro, ¿seria acaso su conciencia, sus mas profundos deseos?, aquella voz le pedía sangre, muerte, asesinato, quería ver al muchacho agonizar. Noto que tenia ahora una daga en la mano, junto a un fuerte impulso que le llamaba a aniquilar al muchacho. Pero se resistió, incluso en aquella siniestra situación una imagen momentánea ataco la cabeza de Tackero, pudo ver el hermoso rostro de Nazume y su resplandeciente sonrisa, esto trajo consigo sentimientos y recuerdos de promesas que por alguna extraña razón estaba evitando en ese oscuro momento. Lanzo la daga con todas sus fuerzas y la vio desaparecer entre las sombras, se paro firme y decidido, y tendió su mano para ayudar al muchacho arrodillado. Pero ahora escuchaba como la voz gritaba furiosa, mientras veía desaparecer al muchacho entre las llamas que cubrían el rostro de Tackero. Se llevo las manos a la cara para intentar apagar el fuego, mas no consiguió nada, excepto desesperación. Grito desesperado intentado a acabar con la tortura, pero el fuego no se iría y los gritos tampoco callarían.

Despertó muy alterado, tenia la respiración entre cortada y podía sentir las sabanas pegadas a su piel sudorosa. Fue nuevamente una pesadilla, ya estaba acostumbrado a tener malas noches cubiertas en pesadillas por lo que sucedió aquel día con Nazume, por lo que no demoro mucho en tranquilizarse. Pero nunca antes había tenido una pesadilla de este tipo, parecía muy real, muy tangible, y Tackero no estaba seguro de su significado, pero por alguna razón creía que efectivamente alguien lo había descubierto la noche anterior, y podía ser esa persona quien tuviera el poder de jugar con su mente de esa manera, esperaba que no fuese cierto, pero era lo mas probable en ese momento. miro a través de la ventana y observo que recién despertaba el alba y pensó que lo mejor seria aprovechar la mañana.

No quería seguir dando vueltas en el sueño todo el día, ademas se había percatado de un sobre que estaba apoyado en la mesilla junto a su cama. Tenia el sello del duque, parece ser que lo tenia bien vigilado, y probablemente lo tenia localizado desde su llegada. En el pequeño sobre se encontraba un pase que le permitiría llegar sin problemas hasta el palacio del duque, junto a una lista en la que indicaba clara y específicamente como debía ir vestido a su reunión con los duques. al ver esa petición de formalidad, solto un leve suspiro quejumbroso -al parecer tendré que conseguir algo de ropa, que molestia- pensó algo desanimado. Se dirigió al baño y dejo salir toda la cerveza que había tomado el día anterior, luego bebió un poco de agua y prosiguió con una buena ducha, pues aun que no consiguiera la ropa adecuada por lo menos no olería mal frente a los duques.

Cuando ya había acabado con su limpieza corporal y luego de vestirse con sus ropajes normales, se dirigió hacia la primera planta de la taberna, pues la tripa le rugía de una manera feroz. Al bajar las escalera, noto que no había mucha gente en el lugar, probablemente era muy temprano y comenzaría  llegar gente en un par de horas. Se sentó algo cansado en una de las mesas, aun reflexionando sobre el sueño, y se dirigió con voz amigable al tabernero -Buenos días, espero que haya tenido buena noche. Si no fuera mucho pedir, ¿me podrías dar algo de comer?- dijo mientras se tomaba el estomago hambriento. Una vez le trajeron la comida, aprovecho de preguntar mientras buscaba algo de dinero en el bolsillo de su pantalón para pagar el alimento - ¿Sabes donde puedo conseguir algo de ropa formal?, tengo una reu... - se detuvo al darse cuenta de que no tenia mas que un par de monedas, suficiente para pagar la comida, pero de ninguna manera podría costearse unas ropas. - Mierda- maldijo para si - Olvida lo que te estaba diciendo, parece ser que no me queda mas dinero- explico al tabernero mientras le entregaba las monedas.

Una vez termino su bien merecido desayuno, salio a la ciudad en dirección al palacio. Se mantenía bien atento y despierto, pues luego del extraño sueño había incrementado la paranoia que sentía de que alguien le seguía. Sin embargo, también iba pensado en que le diría los duques respecto a su demora y ahora mas encima tendría que explicar el por que de sus ropajes. -Por suerte me di una ducha, seguro no me aguantaban con el olor que traia ayer- Era lo unico que podia pensar algo desanimado mientras se dirigia hacia su reunion con los duques

Había llegado a un lugar llamado "cuartel del puño llameante", en ese preciso momento estaba agotado por la gran distancia que había caminado. Los guardias de la ciudad se habían ofrecido para guiarme hacia "la posada del viejo mesón" donde al final logre pedir alojamiento para la noche. Personalmente la habitación no era algo genial, pero tampoco era basura así que simplemente agradecí sus hospitalidad y me fui directo al baño para darme una buena ducha. Después de una ducha energizan te y tomar algo caliente, me dirigí hacia la cama sacándome mi chaqueta dejándola a un lado y tirándome de palomita a la cama durmiéndome casi en el acto.

No sabría decir cuanto tiempo paso hasta que pude notar que me encontraba de pie, solo junto con la oscuridad que no dejaba ver nada en ninguna dirección. Mi primera reacción fue intentar ponerme tranquilo y pensar. "¿Una Akuma? no lo creo, aunque para ser un sueño es muy extraño" intentaba difícilmente pensar alguna clase de explicación si es que llegara a no ser un sueño. De repente algo perturba mi concentración, una voz, con un tono macabro y espeluznante me pedía matar a aquel muchacho arrodillado que no había notado que estaba ahí. "Desde cuando estaba ahí esa persona y porque hay una voz que me pide matarlo" en ese momento estaba muy confundido pero no tarde en contestar a aquella petición de la voz misteriosa.

-No se quien seas, pero no are lo que me pedís así como así. (Dije con un tono serio ya algo molesto por la situación)

No sabia si realmente era un sueño, pero después de haber dicho lo anterior la voz que provenía de todas las direcciones dentro de la oscuridad empezó a gritar furiosa. Después de aquel grito pude notar que mi rostro ardía, como si estuviera prendida en llamas comiéndome toda la piel lentamente. Era un dolor inexplicable, un dolor que sinceramente no quería sentir esa noche. Al despertar estaba lleno de sudor con la respiración agitada. "¿Acaso después de bañarme no me seque?" dije en tono de broma pues el nivel de sudoración era increíble. Me levante de la cama en dirección a la ventana quitándome la remera dejándome el pecho al descubierto.

-Ya es de mañana a la mañana. (Dije con un tono agotado como si hubiera preferido que la noche siguiera)

Tome mi chaqueta y me la puse sin la camiseta pues estaba llena de sudor y no loco llevaría eso puesto. "Suerte que me había sacado antes la chaqueta" era lo que pensaba mientras salia de la habitación dejando ordenada la cama. Salude al posadero que me había dejado pasar la noche y me dirigí a la calle. Esta vez con ayuda del sol encontraría un bar para buscar información sobre esta isla y sus alrededores.

No paso mucho tiempo cuando me di cuenta que en la misma posada que había salido tenia su propio bar. "Me siento como un idiota" era lo que pensaba mientras volvía al lugar. Al entrar pude notar que era un bar promedio, me dirigí hacía la barra, me senté para preguntar al tabernero y escuchar las cosas que decían las personas sentadas cerca de mi, de esa forma escucharía información posiblemente valiosa y así fue.

-Interesante. (Dije en voz baja mientras le pedía algo de beber al tabernero)

Al parecer muchas cosas extrañas pasaban en ese lugar, el hombre que sepultaba a los muertos en el cementerio desapareció y en el mismo se escuchan gemidos. El único hijo del sacerdote había sido capturado por la "reina de las aguas" sin saber si esta vivo o muerto este a puesto una recompensa por su rescate. "Posiblemente este conectado con ese templo que vi cuando llegue, en ese lugar estaban venerando a una especie de diosa del mar" era lógico pensar que el chico posiblemente este oculto allí en ese templo.

-Maestro, ¿que tan alta es la recompensa que tiene el rescate por el niño del sacerdote?. (Pregunte al tabernero mientras veía los alrededores)

Si les fuera sincero, me interesaba la recompensa, pero también una parte de ese interés era por los extraños sucesos que pasaban en la ciudad. "Ahora que lo pienso, ¿también tendrá alguna clase de conexión la reina del mar o el cementerio con el sueño de anoche?" era historiador, tal ves todo lo que esta pasando tenga una clase de historia oculta y si era así yo la encontraría.

Cuando El Joker le dijo que iba a luchar con su campeón este le llamo y salió un tipo grande musculoso y lleno de tatuajes. Antes de que pudiese hacer nada la gente lo empujo para meterlo en la "arena", con el supuesto campeón. Entonces el dueño de la taberna le presentó como un tipo que iba a recibir una paliza y que no había reglas. Entonces El Joker empezó a reirse para cabrear al campeón, ya que parecía que no era muy inteligente, entonces en la parte del cuadrilátero en la que es pared sentó apoyandose y aun riendo. Entonces cogió disimuladamente un puñado de arena y dijo:

-Oye fortachón vas a quedarte ahí o vas a hacer algo.

El plan era que si el tipo se cabrease confiaba que iba a salir corriendo hacía él cabreado. Entonces si esto pasaba le tiraría el puñado de arena a la cara y con el tipo cegado El Joker se impulsaría con los brazos en la pared hacia adelante y le pegaría una patada a aquel tipo en sus partes nobles, al fin y al cabo no había reglas, este era el plan y El Joker separaba que saliese bien, entonces para bien o para mal después tendría que improvisar como hasta hora.

No había podido hablar con los duques, pero eso no evito que le dieran un encargo. El jefe de la guardia, Scar, le había dado información de un lugar llamado Siete Soles, se trata de un edificio de mercaderes, pero al parecer la guardia no podía entrar sin una orden y la evidencia de los supuestos crímenes que se producían ahí adentro no eran suficientes para conseguirla.

No había quedado satisfecho, al no poder hablar con los duques hubo muchas preguntas que quedaron sin respuestas, pues Tackero aun no estaba seguro de que la gran reputación que traían los duques fuera cierta. Lo dejaba un poco molesto, pero lo mejor seria aprovechar la información que le dio la guardia, así que iría a revisar el lugar, probablemente descubriría parte de lo que realmente estaba sucediendo en esta ciudad, tal vez averiguaría si todo lo sucedido era por culpa de alguna maligna organización o tan solo sucesos debido a la mala administración de unos duques injustos, prefería la primera opción.

Así Tackero, luego de asegurarse a donde tenia que ir mirando un mapa, salio de el palacio y emprendió camino al edificio de mercaderes. Ya se le había pasado esa sensación de que alguien lo seguía,pero aun estaba algo inseguro sobre si mostrarse con las mismas ropas o intentar conseguir unas nuevas, el problema es que eso le quitaría mas tiempo y ya había perdido el día anterior intentando conseguir algo de información, cosa que había resultado casi en vano, exceptuando que ya sabia que en algún otro momento debía vigilar aquella sospechosa esquina donde habían desaparecido los 3 personajes que estuvo siguiendo  la noche anterior. Sabia que en algún momento tendría que conseguir dinero, este tipo de misiones siempre requerían algunos recursos, pensó en pedir algunas cosas a la guardia, pero Scar se veía algo apresurado, debía de estar ocupado, y lo que quería pedir no era nada estrictamente necesario.

Paso del circulo interno de la ciudad a el sector del puerto pasando por la plaza central, se podía notar un ligero cambio entre un lugar y otro, pero no era un lugar que tuviese rangos social tan extremos, no había visto a nadie tan rico ni a nadie tan pobre, ademas que gran parte de la población parecían ser mercaderes o aventureros que llegaban por el puerto. La plaza parecía interesante para realizar algún espectáculo, estaba bastante llena en se momento, pero tenia trabajo que hacer, por lo que siguió de largo por el lado del gran edificio del Trono de Hierro para llegar frente a la puerta de Siete Soles. No estaba seguro de lo que se encontraría dentro, pero no podía dudar al respecto justo en frente del lugar, por lo que simplemente entro, sentía que se estaba dirigiendo directo a la boca del lobo, pero habría que afrontarlo si así era.

Veía a toda clase de gente entrar y salir del lugar. Muchos de ellos eran familias jóvenes, disfrutando de un lindo día "normal" en esta isla realmente extraña. Intente escuchar tanto al tabernero como a las personas sentadas en las mesas del bar pero era demasiado difícil. Así que solo me centre en escuchar al tabernero pues lo que estaba diciendo era importante para aunque un poco decepcionante.

-Así que...medicamentos y elixires ¿eh?. (En cierto modo era decepcionante pero el tesoro no era lo único que me interesaba)

Si no había escuchado mal, las mujeres que protegían aquel templo eran adoradores del demonio y que poseían poderes sobrenaturales. Al principio lo dude mucho pero e visto tantas cosas extrañas que no me sorprender el ver que fuera cierto aquella hipótesis sobre los poderes de esas mujeres. Pensé durante varios minutos que podria hacer y la respuesta vino a mi mente casi enseguida.

-Gracias por la información. (Dije mientras me levantaba y me dirigía hacia la puerta de salida)

Quería vérmelas con la reina del agua, no me daba miedo pero si intriga. ¿Sera cierto su existencia? preguntas similares se apoderaron de mi cabeza ademas de que podría ser una pista para averiguar que fue lo que ocurrió anoche en aquella pesadilla también tendría la oportunidad de ganar algo de valor pues si es un templo posiblemente aya cosas valiosas en su interior.

-Sera mejor que camine lento, de todas formas no tengo prisa. (Dije mientra estaba fuera del bar en dirección al puerto donde se encontraba el dicho templo)

Mientras caminaba pensaba en las palabras del tabernero una y otra vez. "¿Ganar su confianza?" se que dijo algo sobre eso y que involucra grandes tesoros. Era atrayente pero no era estúpido, al fin y al cabo no arriesgara mi vida por nada que valiese la pena. Solo faltaba llegar hasta aquel templo y verificarlo mejor mientras aun era de día.