¿Hay un medico abordo? (pasado- privado- Barba Azul-Zamira Ivanov )

Me encontraba abordo del S.S Santa Elena un hermoso crucero de lujo de 5 estrellas, pero a diferencia de los pasajeros que estaban vacacional y pasando momentos de dicha y relajación, yo por mi parte estaba comisionada en este barco como medico de abordo. Me sentía insultada por mis superiores al plantearme una misión tan sosa como esta, me había unido al equipo de científicos del gobierno para combatir a brunas, epidemias morales y no para curar mareos de un montón de niños mimados que se zarandeaban por todo el barco asciendo gala de sus musculaturas o de sus micro trajes de baño, pero en general de sus enormes fortunas. Lo que mas asqueada me tenia era que muchos de los jóvenes venían a la enfermería solo para coquetear conmigo, si tan solo no fuera en contra de las reglas ya les hubiera metido dos buenos golpes a mas de la mitad de los presentes en este navío.

En fin ya solo faltaban dos días mas para que mi martirio terminara y con esto la penúltima etapa de mi novatada, esa era la única parta que me llenaba de satisfacción pronto eraria en los lujosos laboratorios de gobierno o el campo combatiendo la malaria frente a frente. Pero para ello debía resistir dos días mas de esta mirada. De pronto note en el reloj de la enfermería que ya mero daban las 3 hora de mi descanso, por lo que me levanta de mi silla y sin pensarlo nada le dije a mi compañera Verónica que dejaba todo a su cargo, pues yo saldría a tomar aire fresco, debo decir que si bien me estaba retirando 15 minutos antes a mi compañera esto no le importaba, ella era una de las pocas novatas que se sentía a gusto con cualquier misión que le dieran, aun cuando se estuvieran sub-utilizando sus habilidades, por tal motivo me permitía salirme antes sin reclamarme nada.

La verdad es que había corrido suerte de haber hecho equipo con ella pues tenia otros colegas novatos que era del mismo caracter que yo y por lo tanto estaba muy segura que no hubiéramos podido con esta misión. Al salir me tope con un joven que venia tambaleándose en mi dirección, con una voz enfermiza me dijo -Enfermera espere ... me siento mal...- al ver al moribundo lo primero que sentí fue rabia como osaba llamarme enfermera a mi - Escúchame bien, yo soy una medico especializada en enfermedades raras, yo no soy...- en ese momento aparecióVero quien con su dulce personalidad envolvió el ambiente, tomo al paciente y con dulces palabras le dijo que ella se encargaría de el. Luego giro así mi y con la mano me hizo una señal para que me fuera, le sonreí amablemente y me retire a cubierta, algo tenia claro esa mujer era única y empezaba admirarla como compañera de equipo.

Estando en cubierta silbe con todas mis fuerzas para llamar a Hator, el cual llego volando desde lo mas alto del los cables del navío, para luego posarse en mi brazo izquierdo, una vez estuvo en su lugar comencé a acariciarle la cabeza- Vamos amigo es hora de comer- le dije mientras me dirigía a área de restaurantes de la cubierta. Al llegar a este buque me dejaron en claro dos cosas una que no podia subir a Hator y que si pensaba hacerlo debía tenerlo enjaulado, la segunda cosa era que no podía comer en los restaurantes del crucero, pues para eso estaba el comedor de servicio. Pues bien he me aquí sentada en las suaves y cómodas sillas de primera clase con mi fiel compañero. Llame al mesero para que se acercara pedí lo de siempre media dos filetes crudos cortados en cubitos, un tarro grande de cerveza y un jamón cosido a termino medio, la verdad era que al subir a bordo no vendían nada de lo que había pedido, pero bueno una chica con puños fuertes puede ser bastante convincente.

Al poco tiempo llego el mesero con mi orden, la dejo en la mesa y se retiro inmediatamente sin decir nada mas, ya con los platillos me dedique a comer mientras, respiraba el aire salado del mar y claro disfrutaba del calidez de los rayos del sol. La verdad es que no podía quejarme si tan solo no tuviera que soportar la vomitada de los pasajeros este viaje no seria tan malo y es que tenia compañeros a los que les había tocado servir en barcos de la marina o de pesca.

Si bien lo dicen los animales tiene un sexto sentido para los malos presagios, como cuando va a haber un temblor o una tormenta son los primeros en sentirlo y esta no fue la excepción, pues justo aquel hombre estuvo parado frente a mi Hator comenzó a graznar y aletear para posteriormente alzar el vuelo. Estuve a punto de dejar que Hator le sacara los ojos al extraño cuando mire sus vestimentas, llevaba el uniforme de segundo navegante, así que detuve a mi compañero antes de meterme en problemas. Mi fiel mascota hizo un giro en el aire y regreso a posarse a mi izquierda justo entre, aquel hombre y mi persona, ah como amo mi cuervo el pare ser el único que me entiende.

Una vez calmado Hator procedí a acariciarle la cabeza mientras contestaba la pregunta, solo esperaba que el desplante de mi amigo y mi tono seco e indiferente me sacaran a este tipo de enésima para poder seguir comiendo tranquila - Pues bien señor... señor...da igual, ¿sabe cual es la maldición para una mujer?  ser bella.. mire estoy harta de que usted y la mitad de su tripulación estén girando entorno mio, son peores que cuervos, sin ofender amigo mio- Le rasque la cabeza a Hator- Así que por favor deje me disfrutar de mi almuerzo, por favor que ya estoy bien acompañada... por cierto dígale a sus hombres que dejen de ir a la enfermería a coquetear o de lo contrario no respondo, no soy una de esas chiquillas que caen ante la mirada de los marineritos de agua dulce.
   
Al concluir baje la mirada y seguí comiendo con la esperanza de que aquello ahuyentara a segundo navegante, pues si de algo estaba segura es que a estos marineros de crucero, podían intimidar seles fácilmente con una actitud firme y autoritaria, pues poco o nada estaban acostumbrados a que una mujer les dirigiera la palabra en ese tono. Como bien en dicho la mayoría de las doctoras en estos navíos son tan suaves como mi compañera Vero. Al final para que la escena se viera mas surrealista tome un pedazo de carne cruda y me lo lleve a la boca.

Había sido una día muy largo, pues desde el incidente con los tripulantes muertos, tuve que tomar muestras de cada uno de los pasajeros y parte de la tripulación que estaba en descanso, des afortunadamente los exámenes dieron positivo para 8 pasajeros y 12 tripulantes, que presentaban el mismo síntoma inicial "mareos" pero al no tener el equipo adecuado no podíamos descartar quien estaba presentando solo mareos o quien estaba enfermo de muerte. Por si fuera poco la enfermedad se comportaba como un virus 24 hrs con la única diferencia que al acabar el tiempo el huésped moría irremediablemente, al no saber como se trasmitía la enfermedad se decidió poner en cuarentena a los infectados para tenerlos en observación y ver como evolucionaba la enfermedad, a estas alturas se les había administrado tantos antibióticos como teníamos en el barco, pero al parecer ninguno estaba combatido la enfermedad.

En mi carrera contra el tiempo busque ayuda en los manuales de abordo pero para desgracia estos solo contenían información de las enfermedades, comunes de estos mares, lo que me desarmaba por completo ante esta epidemia marítima. Ahora solo restaba esperar a que el laboratorio móvil de la marina llegara hasta nosotros, el cual había sido llamado en la noche por el capitán, después de que viniera a la enfermería a informarme que no tocaríamos tierra ya que el suponía que alguien estaba propagando un agente químico en la comida y el agua, le aclare que eso no era probable, no obstante el buen capitán no quería correr riesgos. Por tal motivo y antes de que se fuera a su camarote le pedí que llamara al cuartel de la mariana para que enviaran el laboratorio móvil.

Después de hablar con el capitán me dedique a revisar, nuestras fuentes de alimento y bebida para asegurarme de que estuvieran limpias, mis resultados fueron favorables descartan dolos como la fuente de contaminación, por lo pronto esto era algo bueno pues no tendríamos que preocuparnos por los alimentos, pero si no encontraba rápido como detener esto quizás seria tarde para cuando el equipo epidemiológico llegara. Ahorra me encontraba en pequeño escritorio revisando mis libros personales para tratar de encontrar alguna nota que me diera una pista pero hasta ahora no lograba dar con nada útil, mientras tanto Vero dormía en un camastro a mi lado la pobre que en otras ocasiones había sido demasiado eficiente, se encontraba tumbada descansado y recobrándose del shock de haber perdido a un paciente por primera vez en su vida.

Al tenerla o.k durante todo el día de ayer, yo había tenido que hacer todos los procedimientos sola, por lo cual en casi 24 hrs no había dormido casi nada, ahora cansada y fatigada seguía en la lucha pues en un par de horas debía regresar al área de cuarentena para ver los los progresos. Mientras seguía leyendo mis apuntes para encontrar algo una pista, de pronto la puerta de la enfermería se abrió, supuse era el capitán que llegaba a preguntar sobre la situación, pero para mi sorpresa era el segundo navegante quien cruzaba la puerta, el cual no venia solo sino estaba escoltado por un joven de la guarnicionan de seguridad o algo así la llamaban, supuse era otra de las medidas del capitán para mantener a sus hombre a salvo del supuesto asesino químico.

Con la mirada y el alama a morir por el cansancio solo atine a decir- ¿Estas Bien ? ¿Que necesitas?,  Si no es urgente o una orden directa del capitán por favor retírate  inmediatamente y no me hagas perder mi tiempo... vale vale disculpa, solo es que ando demasiado agotada y frustrada por esta situación, sabes si tan solo tuviera las armas adecuadas podría hacerle frente a todo esto, pero eme aquí mi amiga compañera, noqueada y mas de los tuyos muriendo- me deje caer en el respaldo de la silla y finalice diciendo - Sabes  yo en el fondo quería esto, un reto algo que me quitara el aburrimiento de estos días... pues bien se cumplió el deseo y yo aquí sin armas para luchar... en fin- ahora en un tono mas tranquilo- ¿En que puedo ayudarte segundo navegante?.

Suspire mientras volvía alzar la cabeza de los libros que estaba leyendo, para luego arrimar la silla levemente así atrás y ponerme de pie, camine hasta los archiveros, para luego sacar una carpeta que estaba algo sobre saturada de documentos -Veras...- Le dije mientras abría la capte sobre el archivero - Me temo que no tengo idea de lo que es esta enfermedad, mi teoría es que es alguna enfermedad común en la gran linea, pero sin otros síntomas o un manual eficiente no puedo comprobar mi teoría, por lo que desconozco como se propaga, de lo unico que puedo estar segura es que los alimentos del barco son seguros anoche realice pruebas y al parecer están bien ademas todos los pacientes comieron cosas diferentes.

Luego tome la captarte y la deje sobre el escritorio para que la tomara -Pues mirar si gustas ahí están la linea de tiempo de los fallecidos, así como de los que recientemente están enfermos aparente nada inusual y solo algunos tuvieron contacto con uno o dos de los civiles enfermos, incluso entre civiles ahí tres que hasta ayer no habían interactuado nunca. Como puedes ver es un callejón sin salidas y con muchas aristas.

Tras esto ultimo me deje caer sobre mi silla para recriminarme, el gusto no me duro mucho pues llego en esos momentos hasta mi puerta uno de los custodios que estaba vigilando el cuarto de cuarentena, el cual se sentía afligido pues su compañero había caído presa de a enfermedad aun cuando se habían tomado todas las medidas posibles para evitarlo. Le pregunte si habían tenido contacto con los pacientes al momento de proporcionarles su raciones de comida, pero el hombre solo me afirmaba que habían seguido el procedimiento al pie de la letra, no obstante su compañero ahora presentaba mareos y bomitos como los otros.

-Que me dices segundo navegante quieres venir a ver de primera manos la enfermad, quizás como bioingenro puedas ver algo que se me esta escapando, ademas me vendría bien la ayuda pues como puedes ver mi compañera esta shock desde que perdió a un paciente ayer y somos el único personal medico del barco.

Dicho lo anterior me puse de pie, me dirigí al armario de la enfermería y saca que uno de los dos trajes químicos que teníamos en caso de emergencias y por supuesto que esta era una. No tarde mucho en colocármelo y estar lista para salir ya que el taje se ponía por en sima de la ropa, solo esperaba la respuesta del segundo de abordo.

Al terminar de ponerme el traje cedí el espacio al segundo navegante, quien previamente había cuestionado al guardia si alguna de las personas eran o habían estado en la Graan Line, a lo que el guardia respondió negativamente –No señor, yo llevo aquí apenas una semana trabajando no los conozco a todos y... yo soy originario de estos mares, además no conozco, ni tengo planeado ir a las aguas infernales de la Gran Line- dijo el hombre, luego simplemente se sentó en uno de los camastros de la enfermería, con la vista perdida, pues supongo estaba bastante impactado por lo que había sucedido y por las preguntas de segundo navegante.

-Joven si gusta puede dormir en la enfermería, entiendo que lo que ha vivido fuera demasiado agobiante, quédese aquí y descansé.

-¿Cree que este contaminado? No quiero morir en verdad... no quiero- el hombre se puso a llorar repentinamente.

-Cálmese amigo no podemos estar seguros aun de que este enfermo, los casos son muy aislados, lo que quiere decir que no por estar en contacto con su colega usted se enfermara y si existe la remota posibilidad de que lo este haremos todo los posible porque se cure.

Dicho lo anterior el hombre se encogió de hombros y se recostó en el camastro, mientras seguía llorando, por su vida, de pronto escuché que el segundo se dirigiera a su escolta, pidió que le trajera un informe de los pasajeros y el personal del barco, antes de que se fuera aquel hombre le detuve y le pedí que me trajera también una lista de los productos y cargamentos que el barco trasportaba en sus bodegas, pues recordé que algunos de los marinos del personal habían hecho una o dos rondas por el lugar.

Luego me dirigí a mi quien ahora era mi compañero, para decirle – Concuerdo contigo debe ser una enfermedad endémica de una región y si he considerado la posibilidad de que pudiera haber un paciente cero abordo que fuera inmune a la enfermedad, si los identificamos solo deberemos hacer pruebas de sangre para identificarlo. Una vez confirmado solo hay que ponerlo en cuarentena, pero no podemos esperar a las listas debemos acudir ahora al encuentro del paciente y ver si descubrimos algo útil ya que esta en los primeros minutos de la infección.

Dicho lo anterior salí rumbo a la zona de cuarentena, esperando a que mi compañero me siguiera, mi paso era rápido, pues no deseaba perder nada del tiempo, afortunadamente ya tenía parte de mi equipo en la sala de cuarentena y podía hacer un chequeo general para descubrir los síntomas iniciales. Debo admitir que estaba muy excitada por la idea de poder encontrar un nuevo síntoma, había llegado después de unos segundos a la Sala de fiestas “La rosa de plata” área que había sido destinada como zona de cuarentena, al entrar note que el resto de los pacientes estaban estables, no todos estaba en sus camas pues las náuseas les impedían estar mucho tiempo acostados. Como efecto colateral, la mayoría solo había podido dormir un par de horas, algunos habían presentado dolor de cabeza y fiebre por estas razones, pero solo eran síntomas secundarios producto de la mala noche.

El tiempo apremiaba y e dirigí inmediatamente al guardia quien hasta hace poco había estado bien una vez frente a él le pregunte que cuanto hacia que se sentía mal, me contesto que apenas hacia una media hora y que antes no había sentido ningún malestar, mientras tomaba nota esperaba a que mi compañero estuviera pendiente de lo que nuestro paciente decía.

A pocos segundos de a ver iniciado el cuestionario medico mi compañero me dijo que iría a buscar unas cosas y que luego le informara sobre lo que pudiera a ver encontrado. Asentí con la cabeza y acto seguido se retiró, me quede entonces interrogando al enfermo, pero sus respuestas no dieron ninguna novedad aparentemente había iniciado su turno tan solo hacia media hora, antes de eso estuvo de descansó y mucho antes había estado encargado del cuidado de las bodegas inferiores. Incluso para él era una novedad lo de la enfermedad pues al estar en las bodegas toda la noche no se había enterado de nada hasta la mañana en que le toco relevar a uno de sus compañeros que hacía de custodio.

Estaba consciente de que esos datos, no decían gran cosa eran historias muy similares a los de los otros pacientes ninguno había estado en contacto con directo entre ellos. En cuanto a sus síntomas lo único que me había comentado era que recientemente, había tenido comezón pero que se le había calmado poco después de iniciar los mareos y las náuseas, lo anote aunque no me había parecido algo relevante. A los pocos segundos de que hubiera terminado la entrevista llego el oficial con los documentos, que antes del segundo y yo habíamos solicitado, al verlo ocupado recolectando unas muestras disidí no interrumpirlo al menos que fuera necesario. Me senté en una de las pocas mesas que quedaban y empecé a ojear los informes, comencé por los de la tripulación al parecer ninguno había estado recientemente en la gran línea, pero dos de ellos eran originarios del paraíso, no obstante desde los 16 años según su papeles no habían regresado.

Tras la revisión exhaustiva disidí que la lista de pasajeros era mejor examinarla entre dos personas pues era extremadamente larga, por lo tanto cambie a la lista de mercancía, al parecer en las bodegas inferiores estaban trasportando dos animales endémicos del paraíso, que estaban siendo trasportados como animales exóticos. Al parecer se trataban de un conejo-rana y un lobo ártico gigante, además había un ingreso extra pero este estaba tachado y con una marca que decía denegado. Al ver esto comencé a considerar a las bodegas inferiores como la zona cero, pero ¿cómo se estaría propagando la infección desde este punto? Si tan solo tres de los marinos habían estado de guardia en esa área.

Hecho el descubrimiento me acerque al segundo navegante y le pregunte- ¿Has recuperado algo de las muestras? ¿Algo que pueda ser sintetizado como cura?... yo creo que tengo dos pistas, han llegado los informes que pedimos los he leído y resulta ser que unos marines son originarios del paraíso y en la bodega inferior hay unas bestias que están siendo trasladadas como mercancía exótica, esto ya fue colaborado por el marine que estuvo de guardia anoche y que ahora padece la enfermedad, además creo tener un nuevo síntoma comezón pero no esto segura- dicho lo anterior le entregue el breve reporte para que lo leyera y me diera su opinión sobre la rutina del nuevo enfermo, mientras esperaba que respondiera a mis preguntas.

El segundo navegante me contesto que obtendría resultados en más tardar un día, eso me pareció que era mucho tiempo en especial cuando la enfermedad mataba al termino de 24 hs y muchos de los pacientes ya tenían de 12 a 16 horas con los síntomas. Pese a mi desagrado por la respuesta estaba conciencie que no se podía hacer nada, lamentablemente muchas veces no depende de nosotros, solo del tiempo y de lo que podamos hacer en las escasa horas que nos quedaban.

Luego ordenó que solo los marines endémicos del paraíso cuidaran al nuevo enfermo, siendo ellos los encardados también de acompañarnos a las bodegas para revisar a los animales, la sugerencia de limpiar las prendas me pareció muy acertada, por lo que tomada la decisión solo me resto decir- Pues bien en ese caso vamos a las bodegas, díganle a los marinos que tomen las precauciones necesarias para la misión que pasen a la enfermería y que pidan un par de cubre bocas además de guantes esterilizados, que se pongan unas de las batas y que se entinten bien los guantes a las muñecas, cuando terminen que nos alcancen. Ya que pese a que pueden ser inmunes es mejor no correr riesgos. – Dicho lo anterior me di media vuelta y comencé a caminar en dirección a la pequeña bodega de suministros, que está en el cuarto de cocina de aquel gran salón, donde estaba el equipo de emergencia básico.

Minutos después regrese con dos lámparas le entregue una a mi compañero, tras esto continúe mi camino rumbo a las bodegas. Descendí por las escaleras pues no deseaba usar el asesor de carga pues pudiera ser una movimiento que solo empeoraría la situación, tras unos minutos por fin estábamos frente a las puertas de las bodega, los guardias que estaban ahí parecían sanos y no presentaban ningún síntoma, les cuestione sobre si habían sentido alguna picazón o molestia cutánea pero ambos me dijeron que no. Decidí no perder tiempo en cuestionamientos, por lo que pase al interior de la bodega, dirigiéndome a la zona de carga D-55 donde estaban los animales, al llegar lo que vi me asombro los animales estaban muertos echados e inmóviles el ver esto no me dio una buena corazonada.

-¿Qué opina de esto?- dije en voz alta a mi compañero quien esperaba ya estuviera detrás de mí, antes de recibir respuesta me acerque a las jaulas, al abrirlas note que los animales no se movieron, puse mi mano sobre ellos y ninguna señal de vida, ninguno respiraba- ¡Están muertos! Pobrecillos llevaban aquí casi 3 días y nadie se había dado cuenta, si me lo permite me encargaré de ellos- saque unos pequeños botes para tomar muestras de pelo y saliva mientras esperaba a que mi compañero me diera su opinión general.

Me tome mi tiempo con la inspección, primero revise los encías estas estaban blancas y presentaban protuberancias varias, luego con más calma revise cada uno de los cadáveres ambos presentaron un leve caso de pérdida de cabello en algunas partes, fue cuando de pronto observe en el suelo lo que quizás podría estar detrás de todo esto. Al interior de las jaulas descubrí los cuerpos inertes de varias pulgas, pero no de cualquier tipo de pulga sino la “Royal Little Golden” (RLG) una pulga pequeña y alada de patas doradas que es letal para los animales, por pasar desperdiciada durante varios días, una sola picadura basta para introducir en torrente sanguíneo una sustancia que dilata la sangre hasta volverla agua, permitiendo que un grupo de pulgas adultas se alimenten durante días de un animal hasta casi momificar lo.

Lo que había observado en los animales coincidía con las marcas que dejaban como prueba de su paso por un cuerpo infectado, protuberancias en las encías, pérdida de cabello y un estado aparentemente momificado, seguramente también prestaron una leve comezón antes de que el químico anestésico corriera por su sistema, posteriormente presentaron mareo producto de la anemia, para finalmente quedar a la merced de las pulgas rendidos por la fatiga.

Pero esto no tenían sentido se necesitaba de una colonia muy grande de pulgas para dejar a estas dos bestias en este estado en tan poco tiempo o bien un periodo largo de alimentación, dada las circunstancias opte porque fuera la segunda, pero aun así no encajaba a ninguno de los pacientes se les detecto alguno de los otros síntomas salvo la comezón repentina antes de los mareos, además de que no presentaban rasgos de hemofilia o anemia, sin embargo existía la posibilidad de que fueran el medio de propagación de algo todavía más letal.

Termine de tomar las muestras de fruidos de los cuales casi no quedaban, además de tomar a las pulgas me ti todo en contenedores estériles, para finalizar mi tarea regrese a donde mi compañero y le comunique mis hallazgos- Mira he encontrado pulgas (RLG) son originarias de la gran línea, son letales para los animales pues se alimentan durante días de ellos sin que estos se enteren hasta llegar a matarlos y aunque con cuerdo contigo sobre el tiempo, estos animales en grandes cantidades pueden llegar casi a momificar a un ser vivo y he hallado varios especímenes muertos entorno a los animales. Aunque es inaudita una cantidad tan masiva en un barco...al menos que alguien los haya criado intencionalmente al interior de aquellos pobres, sin embargo la cadena de acontecimientos no esta completa... ya que ninguno de los pacientes presento los síntomas de la enfermedad que provocan estas pequeñas bestias, he tomado unas muestras y me gustaría que los analizaras, pues lo que he hallado no cuadra con el estilo de vida de estos animales, en mi opinión son el medio de difusión de la enfermedad pero no estoy segura como causan la muerte, ni como llegaron tantos abordo.

Dicho lo anterior tome una pausa y saque las muestras para entregárselas – No sé si concuerdes conmigo pero yo ordenaría incinerar todo esto y consideró necesario que ninguno de los dos se quiten estos trajes hasta tener los resultados de las muestras que has obtenido, creo que es todo lo que podemos hacer por ahora, aunque siento lástima porque mucho de los pacientes no legaran a ver otro día más.

-Bien señores ya escucharon al hombre, preparen la zona inmediatamente, aquellos que tomen los cuerpos que se cubran, usando sus ropas para incendios, usen cinta para aislar para tapar cualquiera fisura en las ropas, no pierdan tiempo. Bien debemos salir de aquí el capitán no tardará en llegar, además debemos preparar todo para la revisión a los tripulantes y pasajeros.

Al llegar el capitán se le dio un informe completo y detallado de todo lo encontrado el viejo capitán quedo bastante asombrado por lo narrado ya que en sus veinte años como capitán nunca antes había pasado por algo similar y por lo tanto jamás había imaginado que algo así fuera posible. Luego autorizo nuestras peticiones y los marinos se pusieron a trabajar sin contratiempos, el capitán debía ser uno de los primeros en ser revisado, hecho que entendió y se puso a nuestra disposición para efectuar el examen minucioso, me retire luego de eso dejando esa tarea a mi compañero

Los marinos no tardaron prácticamente nada en llevar acabo las instrucciones, pese a que eran una tripulación de un crucero de lujo estaban muy bien preparados, además de que eran muy disciplinados. Para la revisión se usaron dos camarotes de la zona vip ya que eran los más amplios y limpios de todos los camarotes, mucho más limpios incluso que mi pequeño consultorios en la parte de abajo. Frente a la puerta del cuarto 101 se había formado una larga cola de mujeres, siendo las primeras en pasar las que pertenecían a la tripulación, aquellas que estaban sanas se les había brindado un traje contra incendios.

Una de las primeras mujeres que revise fue mi compañera Vero, luego de darle un traje anti incendios dado que el suyo lo estaba usando el segundo navegante, me ayudo a espulgar al resto de las mujeres, para ese momento ya se encontraba un poco más estable y la tarea que se le había dado no era nada difícil. Terminado de espulgar a las mujeres de la tripulació, se encontraron garrapatas en tres miembros de la tripulación y tuvieron que ser escoltadas a la zona de cuarentena, usualmente hubiera tirado a estas criaturas en alcohol pero ahora eran tomadas como muestras para detectar una posible cura. En las siguientes horas me informaron que alguno de los pacientes previamente infectados ya había muerto, por lo que ahora restaba el ayudar aquellos que apenas estaban siendo identificados y cuyos síntomas aún se estaba presentando.

La noche había llegado y aun me quedaban algunas mujeres por revisar a estas alturas ya no contábamos con trajes de incendios, aquellas que estaban sanas, tuvieron que improvisar trajes usando ropa gruesa y cinta de aislar. Finalmente decidí tomar un descanso mientras dejaba a vero con la tarea use el tiempo para ir a la habitación continua a ver como estaba el segundo y si había encontrado algo nuevo y sobretodo me interesaba saber la situación del capitan y que había dicho después de retirarme. Al llegar frente a su puerta note que también había una larga fila de hombres, toque a la puerta y espere respuesta.

Entre en el recito en el momento en que el segundo navegante se encontraba revisando a uno de los pacientes, cosa que no me molestaba independientemente de la cara de felicidad que había puesto aquel hombre, no di mayor importancia pue siempre hay de esos sujetos a donde quiera que uno vaya, pero al final una se termina acostumbrando. El hombre fue despachado rápidamente y su tiempo de gozo duro muy poco, acto seguido el segundo navegante me preguntaba sobre si requería algo o si por gloria divina había llegado ayudarle, debo admitir que me sorprendía, si para una que habitualmente realiza estos procedimientos le es cansado, en comparación con alguien que se la ha pasado en un barco de lujo como este, pues debo admitir que había mostrado mucho aguante y profesionalismo.

En ese momento había entrado uno de los siguientes en la fila, este hombre a diferencia del otro se sintió avergonzado por mi presencia, acto seguido fue calmado cuando le dijeron que era médico, sin embargó era evidente que esto no le tranquilizo por completo ya que de desvistió lentamente y con la cabeza así abajo en todo momento evitando míranos a ambos a los ojos. Mientras el sujeto se aproximada a mi compañero para que este lo revisara comencé a hablar, cuidando de no decir nada que inquietara a hombre que estaba frente a mí.

-En realidad no he venido para ayudarte, yo aún tengo a un grupo de señoras que entender, solo espero que tu recambio no tarde mucho en llegar, creo que todos necesitamos un descanso de esto. En fin el motivo por el que vine era para saber si el capitán estaba bien, por otro lado he venido a decirte que todos los cuerpos y contenidos de la bodega han pasado por el registro- No quise decir sobre la incineración pues se suponía era un secreto para los civiles, solo esperaba que el segundo entendiera a lo que me refería, proseguí diciendo- Además deseo saber si ha habido alguna novedad con respecto a esos parásitos- Titubee antes de continuar- Por otro lado he notado que pocos miembros de la tripulación cuentan con estos parásitos, pero por el contrario los civiles bueno ahora son bastantes, al inicio del brote los números estaban a favor de la tripulación, esto me inquieta pues no sé cómo ha podido suceder que ahora tengamos más civiles con garrapatas.

El hombrecillo pareció estremecerse no sé si por lo último que había escuchado o por alguna movimiento efectuado por mi compañero, dicho lo anterior me dispuse a escuchar su opinión mientras tomaba asiento en una de las sillas y es que en algo tenía razón ya requeríamos un descansó, por lo que usaría estos breves minutos para despejar la mente

Tras indicarme que todo andaba bien y sobre su idea del porque ahora los pasajeros tenían más parásitos que la tripulación, procedió a decirme que iría al puente para ver que todo estuviera en orden, acto seguido me pidió que indicara a su suplente sobre cómo debía hacer su trabajo. Lo cual hice, la verdad es que aquel sujeto aprendió rápido por lo que no me había costado mucho, instruirlo, luego decidí retirarme ya que no tenía pensado quedarme mucho tiempo pues yo tenía mis propios asuntos y habiendo zaceado mi curiosidad no me quedaba más por hacer. Me despedí del suplente, no sin antes repasar todo el procedimiento con él y luego deje el lugar para dirigirme a mi consultorio improvisado.

Al llegar note que la fila había disminuido al parecer nos habían enviado algo de apoyo, pues ahora una joven del personal ayudaba a Vero con la inspección de los pacientes, viendo que todo estaba viento en popa como dicen los marinos me dispuse a ir a mi propio camarote para descansar un rato ya que llevaba cansancio acumulado. Deje todo en manos de mi compañera y de su asistente, dejando dicho que regresaría en unas 3 o 4 horas para seguir con todo el proceso, llegando a mi habitación me dispuse en la cama he inmediatamente partí al mundo de los sueños. No sé qué fuera pero no desperté hasta el día siguiente, note que vero no estaba en su cama por lo que me dispuse a salir para averiguar cómo seguía todo, lo primero que hice fu ir al puente para buscar a segundo navegante, ya que deseaba saber si ya tenía algún resultado o por lo menos saber si ya estaba cerca el laboratorio móvil de la marina que se había pedido cuando todo esto comenzó.

Llegue al puente pero al entrar el capitán me había informado que el segundo navegante no estaba presente, sin embargó lo había visto dirigirse al improvisado laboratorio por lo que seguramente un debía estar en aquel lugar. Di las gracias por la información y procedí a retirarme pero cuando estaba a punto de bajar las escaleras recordé que debía pedir información sobre el barco laboratorio de la marina, por tal motivo regrese a puente donde me informaron que el buque estaba retrasado y que nos daría alcancé en unas 12 horas o menos si no se les presentaba ningún tipo de contratiempo.

La noticia no me agrado mucho pues era evidente que requeríamos de su presencia inmediatamente y pues era poco lo que podíamos llegar hacer sin los materiales necesarios, de nuevo agradecí por la información y me retire. Mientras caminaba rumbo al laboratorio me percate que eran pocos los pasajeros que caminaban por el barco, a los que me encontré vestían sus trajes improvisados y en sus rostros se dejaba ver el desvelo por no haber logrado conciliar el sueño. Los oficiales por su parte intentaban llevar sus actividades cotidianas con la mejor de las calmas pues era evidente que estaban bastante nerviosos ante la posible pandemia. Por el ritmo con el que aminaba no tarde mucho en llegar frente a las puertas del improvisado cuarto de aislamiento si bien suponíamos que la enfermedad se trasmitía por las pulgas y no estaba de más prevenir por lo que los infectados seguían estando en cuarentena.

Al entrar me dio la sensación de que la población de enfermos seguía en los mismos números aunque estaba consiente que habíamos perdido a muchos pacientes por la noche, el número de esos parecía no haber descendido o aumentado alarmante mente, esto me pareció curioso pues era raro ver este equilibrio natural ante una enfermedad. Deje de divagar con respecto a esto último y me dirigí al lugar donde el segundo había dejado sus muestras el día anterior, al pasar entre las lonas de plástico y entrar en aquel improvisado lugar note que efectivamente estaba ahí el navegante del barco, el hombre parecía estudiar detenidamente sus muestras –¿Hay alguna novedad?- irrumpí sin basilamientos, mientras me acercaba a las muestras y al segundo navegante.