[Priv Eyra y Roora] [Pasado] Nuevas Amistades

Estaba tumbada en mi cama mientras leía tranquilamente, faltaban menos de 15 minutos para llegar al puerto y no nos dejaban salir del camarote hasta que hubiesemos atracado. Las otras dos chicas de mi habitación murmuraban, seguramente cosas malas sobre mi, y de vez en cuando soltaban alguna risita; yo no les prestaba atención, llevaba varios días compartiendo habitación con ellas y ya me había acostumbrado.
No las conocía y no había hecho nada por conocerlas, desde que las había visto, no me habían caido muy bien.

Por fin llegó nuestro profesor para decirnos que ya podíamos salir y sin decir nada, cerré el libro, agarré mi mochila donde llevaba todas mis cosas y me fui. Estaba emocionada con ver como sería esta isla del North Blue.
Estábamos aquí por un viaje que había organizado y pagado el instituto, para los estudiantes de último curso: "para que conocieramos mundo y abriéramos nuestros horizontes" nos habían dicho.

Llegué una de las primeras a la pasarela y, sin esperar a nadie, bajé a tierra firme. No había mucha gente por el puerto, pero era normal pues eran la una de la mañana.
Al cabo de un rato, empezó a bajar el resto del curso con los profesores que nos guiaron hasta nuestro hotel; íbamos a quedarno en esa isla tres días y luego volveríamos a Derive. Era la última del viaje.

Por suerte para mi, había conseguido convencer a mi tutor para que me dejase una habitación individual. No soportaría tres días más con esas chicas tan pesadas.

Cuando entré, vi que era más pequeña con respecto a las otras pero me daba igual, era para mí. Lancé la mochila en una silla que había por ahí y me lancé a la cama. Nos habían dicho que mañana no habían actividades planeadas por lo que podríamos hacer lo que quisiéramos.
Me quedé en la cama un rato, escuchando los ruidos que hacía la gente cuando salia de sus habitaciones y, cuando estuve un rato sin escuchar nada, saqué de mi mochila mi daga, una linterna y salí sigilosamente de la habitación. Ya dormiría mañana por la mañana antes de las actividades, ahora pensaba investigar la isla.

Lo único que podía pensar cuando pisé tierra fue "Por fin, tierra." Llevaba varios días en alta mar, más de lo que había planeado. Aquella isla se caracterizaba por ser misteriosa e inexplorada para todo el mundo por las misteriosas leyendas que de ella se contaban, por tanto había pensado que sería el mejor lugar para mi primera parada.
No hacia ni tres días que había decidido emprender aquel viaje había empaquetado mis cosas cogido una barca y básicamente me había escapado de casa.
Cuando me escapé ya tenía todo planeado desde hacia tiempo, la primera isla que visitaría (Que había elegido Galuna), las provisiones que necesitaba y en cuanto llegaría hasta allí, no me había equivocado en nada excepto en las provisiones que había metido menos de las que necesitaba.

Cuando llegue a Galuna era muy entrada la noche, en realidad eso era bueno pues no habría demasiada gente que me molestara aunque también malo pues a esas horas de la noche excepto bares no había mucho abierto, no atraqué en el puerto si no en la playa un poco alejada de la ciudad para que nadie viera la barca y quisiera llevársela.
Había venido parte del viaje dormida por lo que era no tenía ningún sueño así que decidí adentrarme en la selva para investigar y conseguir algo de comida.
Recogí una mochila con un botiquín, una linterna, una navaja, mi block de notas y una cuerda y después recogí por otro lado el arco y mis flechas que también había procurado llevarlas para el viaje.

Me interné en los frondosos árboles con Ice por detrás de mi siguiéndome los tacones, con la linterna alumbraba los árboles para asustar a las fieras que pudiese haber y comprobar si tenían algo de fruta o no, cuando veía alguna fruta en los árboles trepaba hasta las ramas más cargadas cogía todo el alimento que podía y lo metía en mi mochila, después descendía al suelo y seguía otra vez con el mismo proceso.
En esto estaba cuando oí un ruido detrás de mí, yo estaba subida a un árbol y Ice abajo esperándome, a la gata se le erizo la cola y todo el pelaje era un aviso de que algo no iba bien, permanecí quieta en la rama en la que estaba intentando ocultarme y cargué mi arco, lo apunté en dirección al ruido que había oído que ya se estaba tornando en una forma femenina.

No había mucho que hacer por el pueblo, no podía entrar en los bares pues no quería llamar la atención por lo que me fui a dar un paseo por la playa. Cuando llegué me quité la chaqueta que llevaba puesta para hacerme una especie de almohada y me quedé ahí tumbada mirando las estrellas un rato. El cielo estaba precioso, ni una nuve que estropease las vistas y el sonido del mar era muy relajante.
Sin poder evitarlo empecé a pensar en lo que haría cuando volviese a casa, tenía pensado quedarme unos años más por la isla, trabajando para ganar dinero y después irme a vivir aventuras pero, no tenía claro el querer esperar mucho más tiempo. Es cierto que ya tenía bastantes ahorros pero, era mejor esperar un poco más, ¿no?. Cerré los ojos cansada, siempre acababa pensando en ese tema y nunca salía con una respuesta clara.

Al rato me empecé a aburrir por lo que me puse en pie, sacudí mi chaqueta para quitarle la arena y proseguí con mi excursión por la isla. Esta vez decidí ir a la selva, nunca había visto ninguna, al menos en persona, y quería ver que clase de animales vivía ahí.
Cuando llegué, me sorperndió la poca luz que entraba a traves de las copas de los árboles y saqueé la linterna que me había traido. Todo estaba bastante tranquilo, de vez en cuando escuchabas a algún animal pero no me llegué a cruzar con nada.
De pronto, vi una luz que se dirigía hacía las profundidades de la selva y decidí ir a ver que era. Quien llevaba la luz era una chica, mas o menos de mi edad, y tenía un gato que le seguía a todas partes. Cuando llegué donde estaban, ella se había subido a un árbol y decidí acercarme lo más sigilosamente que pude para ver que era lo que hacía ahí subida, pero debió escucharme pues en apenas unos segundos, cargó el arco que llevaba a la espalda apuntándome a mi.
Decidí salir de mi escondite con las manos en alto mientras le decía:

-No dispares no dispares, no pretendía asustarte, solo estaba siguiendo la luz para ver quien era- ella pareció calmarse un poco pero su gato, que antes no me había dado cuenta de que estaba ahí, seguía erizado y haciendome ruidos amenazadores -Tranquilo amigo, no voy a haceros nada- le dije poniéndome de cuclillas con la voz más suave que pude, acerqué la mano para acariciarlo pero lo hice muy rápido o le asusté pues me arañó en la mano y después retrocedió hasta quedarse junto al árbol donde estaba la chica.

Me miré la herida que escocía un poco pero no era nada grave; como estaba sangrando, con ayuda de mi daga, me corté un trozo de la manga de mi camiseta y lo utilice para vendarme la mano.
Miré ha la chica y le pregunte sonriendo:

-Menudo caracter tiene, ¿como se llama?-

La sombra salió de su escondite y resultó ser una chica de aproximadamente mi edad, no tenía pinta de ser pirata ni nada por el estilo tampoco parecía ser peligrosa, tal vez simplemente era una viajera como yo ya que era raro que una chica de esas caracteristicas se internara sola en la selva, aparte de que lo hiciera yo pero bueno había quedado claro que yo no era un caso muy normal.
La chica dijo que no disparara, que no quería asustarme y que solo quería ver quien era, me relaje un poco y bajé el arco por que realmente no parecia para nada el prototipo de persona peligrosa que yo tenía en mi mente.
Pero Ice no se relajaba, era algo normal no la atacaria y menos si sacaba un arma, mi gata no estaba tan loca como para hacer eso pero no se fiaba demasiado de los extraños y menos si se les encontraba en medio de la selva.
La chica intento acercarse a ella para calmarla pero fue lo peor que pudo hacer por que hice alarmada la araño y retrocedió al árbol donde yo estaba buscando protección.

No pareció importar a la chica el arañazo de la gata, sacó una daga (Cosa que puso a Ice aún más nerviosa) cortó su manga y se vendo el arañazo, no distinguia muy bien desde las alturas pero no parecia grave, a continuación pregunto por su nombre.
-Se llama Ice.-La contesté mientras bajaba del árbol con gran facilidad, ya tenia el arco guardado y me acerque a Ice quien automaticamente se subio a mis brazos en busca de protección, yo la acaricie y pareció calmarse un poco aunque aún estaba en tensión.
-Te agradeceria que guardaras la daga, se pone muy nerviosa en presencia de armas ajenas. -La informe con voz algo sería, no quería asustar a la chica así que decidí relajar un poco mi entonación para que fuese más amigable.
-Siento mucho si te ha hecho daño, no era su intención. No suele encontrarse con una chica que nos sige en medio de la selva.- Dije en tono de broma

La chica bajó del árbol con gran facilidad y me dijo el nombre del gato: Ice, "bonito nombre" pensé. Nada más poner un suelo en la tierra, el gato se le subió a los brazos, seguramente en busca de protección y no pude evitar sonreir con ternura. Siempre había querido una mascota. Mientras le acariciaba el lomo me pidio que guardase la daga pues Ice se ponía nerviosa con armas agenas por lo que la volví a enfundar. La chica no parecía tener intención de atacarme, había guardado su arco, por lo que no me haría falta, al menos no por ahora.

-Siento mucho si te ha hecho daño, no era su intención. No suele encontrarse con una chica que nos sige en medio de la selva.- me dijo bromeando a lo que yo no pude evitar sonreir, la verdad es que no había sido muy inteligente por mi parte el ir a acariciarla.

-Ya te he dicho que no te estaba siguiendo, solo seguía la luz- dije mientras me volvía a poner de pie y me recolocaba detrás de la oreja un mechón de pelo rebelde.

Examine a la chica ahora que podía verla bien, era más bajita que yo y tenía la piel pálida y el cabello corto y blanco como la nieve; sus grandes ojos azules tenían algo especial, eran muy intensos y me recordaban al azul del mar, profundo y misterioso, y no pude evitar quedarme hipnotizada por esa mirada un poco más de la cuenta por lo que, rápidamente, deshice el contacto visual para no incomodarla más de lo que creía haberla incomodado y me puse a juguetear nerviosa con mi anillo, como siempre hacía.

-Por cierto, me llamo Roora- dije extendiéndole la mano herida para saludarla -¿Cual es tu nombre?-

La chica sonrio al observarnos a mi y a mi gata, se notaba que le gustaban los gatos o al menos la relación que tenia yo con Ice.
Enfudó el arma como la había pedido y por fin Ice se relajo y dejo de clavarme sus uñas cosa que agradeci por que con lo pequeña que era parecia mentira el daño que hacia.
Respondió a mi broma diciendo que no me seguia, que seguia la luz, cosa que no la podía negar ya que al ori pasos yo había hecho lo mismo, estar atenta y mirar la procedencia del ruido, "Supongo que si yo hubiese estado en su lugar hubiese hecho lo mismo"

Se quedo mirandome y después me extendió su mano herida y se presento con el nombre de Roora.
La estreché la mano que resultó ser la mano herida (cosa que me sirvió para comprobar que no era nada grave, solo un pequeño arañazo) y acto seguido me presente.
-Encantada Roora, mi nombre es Eyra.- Retiré mi mano y me quede un ratito mirandola, no destacaba demasiado, no era como yo que todo el mundo se quedaba extrañado de mi color de pelo, piel u ojos, roora era una chica normal batsante guapa pero que fisicamente no destacaba practicamente en nada, no llamaba la atención, por un momento la tuve envidia, muchas veces yo tambien había deseado no llamar la atención.

-¿Y que te trae a en medio de la selva por la noche?- La dije con una sonrisa amable y como no me apetecia pararme ha hablar en medio de la selva la propuse antes de que me pudiese contestar a la primera pregunta.
-¿Quieres que vayamos a algún sitio ha hablar con tranquilidad?-

Me estrechó la mano y me escoció un poco pues se me había olvidado que era donde su gato me había hecho el arañazo, no lo demostré, no era para tanto.

-Encantada Roora, mi nombre es Eyra.- Dijo después de soltarnos las manos, ella también me analizó con la mirada y no le dije ni hice nada, no me importaba pues sabía que no encontraría nada extraño, yo era una del montón.

-¿Y que te trae a en medio de la selva por la noche?- Me preguntó sonriendo, yo iba a contestarle pero me interrumpió añadiendo -¿Quieres que vayamos a algún sitio ha hablar con tranquilidad?-

- Me parece una buena idea, antes de estar aquí he pasado por la playa, podríamos ir ahí - Sin esperar respuesta empecé a andar, si le parecía mal ya lo decidiríamos una vez saliésemos de la selva.
- Y a lo otro que me has preguntado la respuesta es simple, me he escapado a dar un paseo, he llegado esta tarde aquí por una excursión de mi colegio- dije mientras apartaba una rama que había en medio del camino - Yo en realidad soy del East Blue, de una isla que no conoce nadie donde pasó una catástrofe- al mencionar esto no pude evitar recordar el tsunami.
Como iba andando delante de ella, no pudo ver la expresión de tristeza que seguro tenía.
-Bueno, no te voy a contar mis problemas- dije con un tono mas animado -La cuestión es que mañana teníamos día libre y prefería salir ya a investigar la isla, pensaba dormir por la tarde cuando volviese, ahora te toca a ti decirme el porque, no pensaba encontrarme a nadie-

Ella propuso ir a la playa, no tenía otra idea mejor así que asnetí con la cabeza y la seguí caminando por la selva hacia las afueras, por lo que se veía no estaba tomando el camino por el que había llegado yo así que supuse que saldriamos por un lateral distinto a donde se encontraba mi barca, luego me tocaría recorrer la playa para la encontrarla, pero en fin.

La chica caminaba delante mio, sin mirarme y casi sin prestarme atención, me dio la sensación de que podría haber desaparecido de allí en silencio, dejandola hablando sola y ni se habria enterado pero obviamente no lo hice, me quede callada y escuché lo que decia, tal vez podría extraer algo interesante de aquella conversación.
Me explicó que ella no era del North Blue si no del East Blue, mar que todavía no había conocido pero pensaba hacerlo en breve en cuanto fuera a todos los sitios del North Blue que tenia planeados.

Me explicó que si estaba en esa isla era por una excursión del colegio. "Que guay yo no hacía esas cosas en el colegio" pensé animada, me habría gustado que hubiesen hecho algún tipo de excursión como esa.
Tambien me contó que en la isla donde vivía había sucedido una gran catástrofe, yo no sabía de que se trataba por que no leía mucho el periodico en realidad, por lo que estaba bastante desconectada de la actualidad del mundo, tenía curiosidad por saber que había ocurrido y que sila en concreto eraa, la preguntaría después. En realidad lo que me había contado más que producirme trsiteza me había levantado una enorme curiosidad por el tema y tambien me había abierto los ojos para enseñarme que a partir de ahora debería leer más a menudo los periodicos.

Después de contarme todo esto me preguntó sobre mi, era evidente de que ahora quería oir mi hsitoria y aunque no me encontarba a gusto diciendo que me había escapado ya que ella había sido tan sincera conmigo considere que era lo correcto que yo hiciese lo mismo. -Pues yo he venido aquí a explorar, en realida dhace unos días que me escapé de mi casa y de mi isla y me eché a la mar.-La expliqué algo nerviosa jugeteando con mis manos. - Quiero concoer muchso sitios y rincones, recorrer todos los mares y por supuesto ir al nuevo mundo. -Dije entusiasmada por la idea. -Supongo que se me puede considerar una pirata Novata.- Concluí, mientras saliamos por fin de la selva y la playa se abría ante nosotras.

-Pues yo he venido aquí a explorar, en realida hace unos días que me escapé de mi casa y de mi isla y me eché a la mar- me dijo en un tono bastante nervioso -Quiero concoer muchso sitios y rincones, recorrer todos los mares y por supuesto ir al nuevo mundo- Al escuchar esto no pude evitar emocionarme, yo también soñaba con poder irme de Derive en cuanto pudiese [b]-Supongo que se me puede considerar una pirata Novata- [b] Mientras decía esto, encontramos la salida de la selva que daba a la playa.

-Que envidia me das, yo también quiero zarpar para vivir aventuras y descubrir lugares increibles pero, todavía no tengo dinero suficiente para una embarcación- me sente en el suelo mientras me quitaba los zapatos para "sentir" la arena mientras andaba, era una cosa que siempre me había gustado desde pequeña - En cuanto tenga el dinero, me marcharé lejos, me da igual donde-
Me levanté de un salto y me acerqué a la orilla del mar para meter los pies en el agua, no hacía mucho frio.

-Ven Eyra, el agua no esta nada fria- le dije mientras movía la mano para que se acercase por si no me escuchaba muy bien -Tengo que preguntarte una cosa, ¿echas de menos tu antigua vida?- Nada más decir la pregunta me arrepentí de ello -Lo siento, no tienes que contestar si no quieres, es sólo por curiosidad-

La chica pareció muy emocionada por mi historia, descubrí después que la razón era que ella también quería hacer lo mismo que yo y de alguna manera u otra seguramente se había sentido identificada con mi historia, me dijo que la razón por la que todavia no había iniciado su viaje era que no tenia dinero suficiente para una embaración, en realidad en ese sentido yo había tenido mucha suerte nunca me había tenido que preocupar por el dinero ya que mis padres tenian más que suficiente.

Roora había empezado a andar descalza por la arena, sonreí yo de pequeña tambien solía hacer eso, me quité los zapatos y me dediqué a seguirla por detrás intentando pisar sus huellas, lo hacía con mis amigas cuando era una cría, me sentí tan feliz como por ese entonces.

-Ven Eyra el agua no está tan fría.- Me llamo la chica y yo pisando sus huellas llege a su lado, el agua me cubrió los tobillos, sonreí y levanté la cabeza, me quedé mirando a la luna.
-Tengo que preguntarte una cosa, ¿echas de menos tu antigua vida?- En seguida se arrepintió de haber formulado esa pregunta por miedo a que me hubiese sentado mal, sin dejar de mirar la luna la contesté.

-No te preocupes, no me molesta.- Estiré los brazos para dejar que el aire nocturno se balanceara a mi alrededor. -No, no lo hecho de menos, para nada en realidad.- Suspiré y me puse a dar una argumentación. -Antes era una chiquilla malcriada que siempre tenia que hacer lo que la decian e iba todos los días a los mismos sitios, siempre con la misma gente.- Hice una pequeña pausa.- Ahora soy una pirata que no acepta ordenes de nadie, va donde quiere y conoce a mucha gente, veo muchas caras nuevas. Para mi ha sido un gran cambio, y la mejor decisión de mi vida. -me giré y la sonreí con dulzura.

-Tenias razón, el agua no está tan fría.- Y dicho esto con una sonrisa pícara la cogí del brazo y me dejé caer al agua arrastrandola a ella conmigo, nos quedamos tumbadas en la orilla empapadas, me reí.

Pero no pareció ofenderse pues enseguida me dijo:

-No te preocupes, no me molesta.- Hizo una pequeña pausa, como si se estuviese pensando que contestar -No, no lo hecho de menos, para nada en realidad, antes era una chiquilla malcriada que siempre tenia que hacer lo que la decian e iba todos los días a los mismos sitios, siempre con la misma gente- añadió -Ahora soy una pirata que no acepta ordenes de nadie, va donde quiere y conoce a mucha gente, veo muchas caras nuevas. Para mi ha sido un gran cambio, y la mejor decisión de mi vida- concluyó mientras se giraba para dedicarme una tierna sonrisa.

Me quedé reflexionando sobre lo que me había confesado, y me di cuenta de que cuando yo fuese oficialmente una pirata seguramente pensaría lo mismo. Que ganas tenía de tener el dinero para poder escapar de mi pasado. Como estaba centrada en mis pensamientos, me pilló por sorpresa cuando Eyra me dijo:

-Tenias razón, el agua no está tan fría.- Para después, agarrarme del brazo y sumergirme en el agua con ella. Pegué un grito por instinto antes de sentir como me empapaba entera y, al volver a salir fuera, empecé a reirme como lo hacía cuando era pequeña. Era una sensación que hacía mucho tiempo que no tenía, el reirme de felicidad, y este hecho hizo que me sintiese más feliz.

-Yo te mato- murmuré entre risas mientras nos dirigíamos a la orilla para tumbarnos ahí. La arena se me pegaba por todas partes y luego quitármela del pelo iba a ser una pesadilla pero, en ese momento, me daba igual

- Eyra, llévame con...-

-¡¿Hola?! ¿Hay alguien ahí?- me cortaron unos hombres que estaban por la entrada de la playa -No te escondas chica, que te hemos esuchado gritar-

Mierda, me habían oido a mi cuando Eyra me había tirado al agua. La miré sin decir nada mientras le preguntaba con los ojos que es lo que debíamos hacer, no había podido ver cuantos hombres eran y no quería levantar la cabeza para que no viesen donde estábamos por lo que no sabía si era mejor esconderse, huir o atacar pero una cosa estaba clara, estos hombres no parecían tener buenas intenciones una vez encontrasen a la chica que habían escuchado gritar.

Roora parecía muy feliz en el agua, había pegado un chillido y ahora reía conmigo, me snetia como cuando era pequeña y juagaba con mis amigas en el agua sin ninguna sensación, era algo muy reconfortante la sensación de sentirse como en casa de nuevo. Salimos del agua y nos tumbamos en la arena, mi pelo blanco se había puesto marrón y tendría que lavarme antes de partir de la isla así como de cambiarme y coger la muda limpía, pero así tumbada viendo el anochecer aquellas cosas carecían de importancia.

En esos momentos en los que estaba relajadamente en al noche con mi nueva amiga, ella abrió la boca para formularme una pregunta, pero no pude oir lo que me decía ya que una voz masculina la interrumpió.
No me gustaba su tono de vez, se habían acercado por oír gritar a Roora, aún así no me daban buena espina y estaba falta de acción, Roora me miró y yo la sonreí, había sido un día demasiado tranquilo.
Rodé por la arena sin ser vista hasta agarrar mi arco que estaba a unos metros de mi en la playa, hice una señal a Ice y esta sigilosa se internó en el bosque.
Mire a Roora, me levante miré a los hombres.
-¡Eh tu, Muchacha! ¿Que ha...?- Disparé una flecha que no dió al hombre pero consiguió distraerle los instantes suficientes para que yo gritara. -¡Vamos!- Agarrará de la muñeca a Roora y la hciiera correr hasta adentrarnos en la espesura de nuevo y correr un poco más en su interior.
Una vez que ya estabamos bastante alejadas y me parecia que no nos seguian me sente en el suelo y estallé en carcajadas.

Eyra me miró sonriente antes de rodar hacía su arco que estaba a pocos metros de donde nos habíamos escondido, por la forma en la que había reaccionado parecía divertirle el hecho de que los hombres fuesen a por nosotras, como si hubiera estado esperando a que apareciese algo de acción.
Le hizo un movimiento de cabeza a su gata a lo que ella se fue hacía la entrada de la selva a esconderse, supongo que podían comunicarse con señas después de llevar tanto tiempo juntas.

Una vez consiguió el arco, me miró a los ojos y supe que tenía que estar atenta pues iba a hacer algo; no me había equivocado pues, a los pocos segundos, se levanto con el arco en tensión. Los hombres, nada mas verla le gritaron "¡Eh tu, muchaha!¿Que ha...?" pero ella no les dio tiempo a terminar pues disparó la flecha hacia ellos. No logró darles a ninguno, pero si que consiguió distraerles y, sin perder esta oportunidad, Eyra me cogió de la muñeca y empezó a tirar de mi de nuevo hacía las profundidades de la oscura selva.

Corrimos sin pausa esquivando ramas y arbustos, lo cual era difícil por la escasa luz de la luna que pasaba a traves de las copas de los árboles, para evitar tropezarnos y, cuando creimos que ya no nos seguían, paramos para descansar, Eyra se tiró al suelo y empezó a reirse a carcajadas y yo, sin poder evitarlo, me contagie de su risa. Cuando conseguí calmarme, me senté al lado de Eyra y le miré con admiración, me había sorprendido la forma tan natural con la que se había comportando aun estando bajo presión. Definitivamente, el haber estado viajando le había dado una experiencia que yo no podría conseguir por mucho que siguiese entrenando a lo que mis ganas de irme de la isla solo hicieron que aumentar.

-Eyra, menos mal que estabas ahí, me había quedado en blanco por la tensión y no sabía como reaccionar- Le dediqué una de mis mejores sonrisas -Lo malo es que has perdido una de tus flechas, podríamos ir a ver si sigue ahí en un rato cuando ya no esten los hombres por la playa-