Sarah Foxxx
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Es una mañana calurosa, me he levantado en Orange Town, en medio del campo, como si hubiese dormido allí toda la noche, he debido quedarse dormida anoche mientras estiraba, el cansancio me tiene muerta perdida. -¿Que hago aquí aun?, -pensaba para mi misma al ver donde estaba.
Me quedo sentada en el campo, mientras me froto los ojos y me desperezo, estirando todo mi cuerpo a lo largo del pasto, me fui levantando despacio mirando hacía donde ir, estaba en un campo precioso, lleno de árboles y flores, muchas plantas a mi alrededor. Vi a mi derecha que estaba el pueblo, me dirigí para allí despacio, no sin antes agacharme al lado de un riachuelo para limpiarme la cara un poco. En el ambiente hay una mezcla de olores, a mar, a las flores y plantas, y a la panadería cercana a donde me situaba.
Me voy acercando poco a poco al pueblo, está todo iluminado por la luz del día, las gentes ya están en la calle, comprando, paseando, o simplemente sentados en una silla al lado de la puerta de sus casas para disfrutar de la brisa marina, me dirijo hacia mi barco, entro y voy a la bodega a ver si necesito comprar algo. Hecho esto hago una pequeña lista con lo que necesito, y voy a una tienda.
-Buenos días, quería comprar las cosas de esta lista por favor, -le doy la lista a la chica para que me atienda, rápidamente empieza a coger las cosas, me las entrega con un papel donde pone el precio, y con otra hoja que indica algo de un combate, ni lo he mirado, simplemente me dedico a pagar, y volver al barco.
Según empiezo a guardar las cosas encuentro nuevamente ese papel de la pelea, comienzo a leer, un combate en medio de la plaza, para mostrar y enseñar nuevas artes marciales, creo que estas pancartas las he visto por el pueblo colgadas, -sería buena idea pasar por ahí, afinaría mis habilidades y mis artes marciales, y aprendería algunas nuevas, -pensé para mi mientras salía del barco, ahora me disponía a pasear, pues no tenía nada que hacer hasta la hora del combate.
Me quedo sentada en el campo, mientras me froto los ojos y me desperezo, estirando todo mi cuerpo a lo largo del pasto, me fui levantando despacio mirando hacía donde ir, estaba en un campo precioso, lleno de árboles y flores, muchas plantas a mi alrededor. Vi a mi derecha que estaba el pueblo, me dirigí para allí despacio, no sin antes agacharme al lado de un riachuelo para limpiarme la cara un poco. En el ambiente hay una mezcla de olores, a mar, a las flores y plantas, y a la panadería cercana a donde me situaba.
Me voy acercando poco a poco al pueblo, está todo iluminado por la luz del día, las gentes ya están en la calle, comprando, paseando, o simplemente sentados en una silla al lado de la puerta de sus casas para disfrutar de la brisa marina, me dirijo hacia mi barco, entro y voy a la bodega a ver si necesito comprar algo. Hecho esto hago una pequeña lista con lo que necesito, y voy a una tienda.
-Buenos días, quería comprar las cosas de esta lista por favor, -le doy la lista a la chica para que me atienda, rápidamente empieza a coger las cosas, me las entrega con un papel donde pone el precio, y con otra hoja que indica algo de un combate, ni lo he mirado, simplemente me dedico a pagar, y volver al barco.
Según empiezo a guardar las cosas encuentro nuevamente ese papel de la pelea, comienzo a leer, un combate en medio de la plaza, para mostrar y enseñar nuevas artes marciales, creo que estas pancartas las he visto por el pueblo colgadas, -sería buena idea pasar por ahí, afinaría mis habilidades y mis artes marciales, y aprendería algunas nuevas, -pensé para mi mientras salía del barco, ahora me disponía a pasear, pues no tenía nada que hacer hasta la hora del combate.
Maze
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El recuerdo de aquellos días aún se encontraba en la memoria de la felina de cabellos ardientes. Recuerdos de cuando era inocente y podía estrechar amistades con la primera persona con la que se tropezaba, cosa que solía suceder muy a menudo en aquellos tiempos. Quizás suene algo irónico que la persona que más destacaba en el lugar del que provenía, en cuanto a agilidad se trataba, y que además poseía las habilidades de un puma, fuese así. Pero al no saber nada del mundo, su intento de captar todo de lo que la rodeaba, era lo mismo que hacía que se perdiese y desorientara, para tropezarse de bruces con la realidad. Y aquella ocasión no había sido muy distinta. Con la excepción de que en aquella ocasión, la joven Akane, no se tropezó con alguien hecho de carne y hueso, sino con un gran poste de madera, mucho más ancho que ella. Al hacerlo, cayó de espaldas, sin entender muy bien que acababa de pasar. Solo recordaba haber escuchado un golpe y sentir mucho dolor en la cara. Con lo tranquila que ella estaba observando las distintas tiendas y viviendas de aquel pueblo, y a sus gentes. Parecían todos tan animados y tan felices, que no pudo evitar distraerse, imaginando distintos motivos por los que pudieran estar festejando.
La chica se quedó unos momentos tirada en el suelo, con los ojos cerrados y las manos sobre la cara, quejándose por el dolor. Aún a día de hoy, ella recuerda la vergüenza que pasó en aquella ocasión, cuando varias personas se acercaron y la rodearon con curiosidad. Algunos se mofaron de ella, con motivo, pero por suerte no todos los aldeanos eran así. Otros se preocuparon por su estado físico, por si se había lastimado mucho o sí su despiste había sido por no haber comido lo suficiente. Ante lo que ella asintió. Una mentira amistosa no dañaba a nadie, y una media verdad tampoco, ya que llevaba un par de días sin ir al campo para cazar y llevarse algo a la boca. O a buscar fruta, ya que estaba cansada de comer carne carbonizada. La cocina no era su fuerte (y sigue sin serlo).
Como fuese, fue gracias a aquello y a que la atendieron que la chica acabó conociendo a la persona de este recuerdo, pues esto ya quedó en el pasado hacía mucho tiempo. ¿Qué como fue? Digamos que la persona que ayudó a la joven resultó ser la hija mayor de uno de los organizadores del festival en el que estaba teniendo lugar en aquella aldea. El cual tenía como atractivo principal un torneo en el que varias personas se pondrían a prueba para ver quién tenía las mejores técnicas. -¿Por qué quieren mostrar que son los mejores?- Preguntó ella en su momento, ante lo que la joven rió y contestó: Algunos lo hacen por "amor al arte", otros simplemente por fama, o por el premio que se ofrece. -¿Un Premio?- Volvió a preguntar ella.
Su benefactora le pasó un panfleto, de una pila que había sobre una mesa. -Cosas de que tú padre sea el organizador.- Añadió al dárselo, sonriendo con amabilidad, seguramente al notar la cara de sorpresa de la niña. Mura hechó una ojeada al papel, fijando la vista en el premio. La boca se le hizo agua al pensar en todo lo que podría comer si lo ganaba. Tras terminar de comer y agradecerle la ayuda a la mujer, cuyo nombre ha quedado difuso, salió corriendo, buscando la plaza y el lugar donde poder apuntarse.
La chica se quedó unos momentos tirada en el suelo, con los ojos cerrados y las manos sobre la cara, quejándose por el dolor. Aún a día de hoy, ella recuerda la vergüenza que pasó en aquella ocasión, cuando varias personas se acercaron y la rodearon con curiosidad. Algunos se mofaron de ella, con motivo, pero por suerte no todos los aldeanos eran así. Otros se preocuparon por su estado físico, por si se había lastimado mucho o sí su despiste había sido por no haber comido lo suficiente. Ante lo que ella asintió. Una mentira amistosa no dañaba a nadie, y una media verdad tampoco, ya que llevaba un par de días sin ir al campo para cazar y llevarse algo a la boca. O a buscar fruta, ya que estaba cansada de comer carne carbonizada. La cocina no era su fuerte (y sigue sin serlo).
Como fuese, fue gracias a aquello y a que la atendieron que la chica acabó conociendo a la persona de este recuerdo, pues esto ya quedó en el pasado hacía mucho tiempo. ¿Qué como fue? Digamos que la persona que ayudó a la joven resultó ser la hija mayor de uno de los organizadores del festival en el que estaba teniendo lugar en aquella aldea. El cual tenía como atractivo principal un torneo en el que varias personas se pondrían a prueba para ver quién tenía las mejores técnicas. -¿Por qué quieren mostrar que son los mejores?- Preguntó ella en su momento, ante lo que la joven rió y contestó: Algunos lo hacen por "amor al arte", otros simplemente por fama, o por el premio que se ofrece. -¿Un Premio?- Volvió a preguntar ella.
Su benefactora le pasó un panfleto, de una pila que había sobre una mesa. -Cosas de que tú padre sea el organizador.- Añadió al dárselo, sonriendo con amabilidad, seguramente al notar la cara de sorpresa de la niña. Mura hechó una ojeada al papel, fijando la vista en el premio. La boca se le hizo agua al pensar en todo lo que podría comer si lo ganaba. Tras terminar de comer y agradecerle la ayuda a la mujer, cuyo nombre ha quedado difuso, salió corriendo, buscando la plaza y el lugar donde poder apuntarse.
Sarah Foxxx
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Cuando dio la hora me acerqué a la plaza, estaba llena de gente, creo que nunca tanta junta vi, busqué alguna mesa donde nos pudiéramos apuntar, escribieron mi nombre, mi altura, mi edad y que artes marciales sabía, si las sabía. Me dispuse a ponerme entre la gente, muchos se dieron la vuelta y me miraron, se quedaron sorprendidos por la altura que tenía, pensarían que sería un suicido luchar contra alguien como yo, pero lo que no se daban cuenta, es que se trataba de aprender y mejorar artes marciales, no una pelea de a ver quien gana.
Allí estaba yo, destacando entre muchos, de pronto me fijé en una chica que iba corriendo hacía la mesa, iba a inscribirse, -¿Como una chica tan pequeñita podría combatir?, sobretodo si le toca contra mi, espero no hacerle mucho daño si nos toca a ambas, -pensé mientras me acercaba a ella con decisión, pero sobretodo con amabilidad, solo pretendo presentarme.
-Hola, me llamo Sarah, he visto que te has inscrito, espero que tengas mucha suerte, te toque con quien te toque, -le dije ofreciéndole mi mano para poder estrecharla, y sobretodo sonriendo, siempre fui muy educada, así lo hicieron mis padres, no querían que fuese una doña nadie.
Allí estaba yo, destacando entre muchos, de pronto me fijé en una chica que iba corriendo hacía la mesa, iba a inscribirse, -¿Como una chica tan pequeñita podría combatir?, sobretodo si le toca contra mi, espero no hacerle mucho daño si nos toca a ambas, -pensé mientras me acercaba a ella con decisión, pero sobretodo con amabilidad, solo pretendo presentarme.
-Hola, me llamo Sarah, he visto que te has inscrito, espero que tengas mucha suerte, te toque con quien te toque, -le dije ofreciéndole mi mano para poder estrecharla, y sobretodo sonriendo, siempre fui muy educada, así lo hicieron mis padres, no querían que fuese una doña nadie.
Maze
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La chica cerró los ojos por un segundo, mientras corría, buscando así afinar los oídos. Nunca había sido buena para ubicarse, de hecho, ni recordaba como había acabado en aquella isla. Pero en esa época, tampoco era como si tuviera que preocuparle. Es por eso que había decidido que intentar seguir un mapa no sería la mejor idea, sin embargo, podía seguir el ruido. Una competición de lucha podía atraer los ojos de varios y ya que, por lo visto, aquello era una forma de divertirse en aquel lugar, (o a esa conclusión, posiblemente errónea, había llegado ella) no debería ser muy complicado encontrar la arena, menos aún con un oído tan fino. "Alguna ventaja tenía que tener este poder." Se repitió, como cada vez que lo utilizaba. En aquel entonces repudiaba sus habilidades de usuaria, precisamente porque ella nunca quiso aquello, como nunca quiso ser un conejillo de indias. Pero el tiempo no volvería atrás por no utilizarlos, no iba a poder vivir una vida normal y tranquila. Así que de vez en cuando, no estaba mal aprovecharlos.
Akane no tardó mucho en llegar a la plaza mayor del pueblo. Había menos gente de la que esperaba, cosa que decepcionó a la joven, aunque por otro lado, el tener menos competencia, significaba ganar antes. Sin demora, la joven ocultó sus orejas y su cola, para después adentrarse entre la multitud, buscando donde inscribirse. Apenas encontró un lugar, una mujer algo más alta que ella y con una delantera excesiva, en su opinión, se le acercó diciendo que la había visto "inscribirse". bueno, era cierto que iba a hacerlo, pero apenas acababa de coger el papel de la inscripción. Por si eso fuera poco, antes de acercarse a hablarle, había escuchado como la joven hablaba en voz alta consigo misma. Mura hizo una mueca. Acababan de infravalorarla...Y por si fuera poco el motivo le había parecido estúpido. Ni que la altura o los... "atributos" importasen en aquel tipo de cosas. Mura suspiro, recordando lo que solía decir Keima, antes de voltear a hablar con la joven, mostrando una amplía sonrisa.
-Encantada, soy Murasaki. Justo ahora iba a inscribirme sí, estoy muy nerviosa. Espero pasarlo bien compitiendo.- Contestó, con el tono más dulce que pudo, antes de estrecharle la mano, mientras por dentro pensaba en como le demostraría lo equivocada que estaba sobre ella. No era débil y a veces, ser un poco más bajita te daba una ventaja. "Estoy deseando enfrentarte".
Akane no tardó mucho en llegar a la plaza mayor del pueblo. Había menos gente de la que esperaba, cosa que decepcionó a la joven, aunque por otro lado, el tener menos competencia, significaba ganar antes. Sin demora, la joven ocultó sus orejas y su cola, para después adentrarse entre la multitud, buscando donde inscribirse. Apenas encontró un lugar, una mujer algo más alta que ella y con una delantera excesiva, en su opinión, se le acercó diciendo que la había visto "inscribirse". bueno, era cierto que iba a hacerlo, pero apenas acababa de coger el papel de la inscripción. Por si eso fuera poco, antes de acercarse a hablarle, había escuchado como la joven hablaba en voz alta consigo misma. Mura hizo una mueca. Acababan de infravalorarla...Y por si fuera poco el motivo le había parecido estúpido. Ni que la altura o los... "atributos" importasen en aquel tipo de cosas. Mura suspiro, recordando lo que solía decir Keima, antes de voltear a hablar con la joven, mostrando una amplía sonrisa.
-Encantada, soy Murasaki. Justo ahora iba a inscribirme sí, estoy muy nerviosa. Espero pasarlo bien compitiendo.- Contestó, con el tono más dulce que pudo, antes de estrecharle la mano, mientras por dentro pensaba en como le demostraría lo equivocada que estaba sobre ella. No era débil y a veces, ser un poco más bajita te daba una ventaja. "Estoy deseando enfrentarte".
Sarah Foxxx
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Miro a aquella chica de reojo, me parece que oculta algo, de todos modos vuelvo a mirar a mi alrededor, me voy hacía otro lado en busca de una tienda, debo comprar algunas cosas antes de la pelea, para recoger después de la misma, y poder llevarlas al barco, las dejaría guardadas en la tienda.
Una vez terminé de comprar lo que necesitaba, volví a donde la pelea, no tardé mucho, puesto que aún había gente inscribiéndose, normalmente cuando ya van a empezar ya no dejan que la gente se inscriba.
Busqué a aquella chica, pero no la encontré, o bien estaba en mis narices y no la veía, o bien estaba detrás de mi y no me di cuenta de ello. Percibía que algo me iba a pasar si no estaba atenta, por suerte tengo mis mejunjes y mis cosas para curarme yo misma, y aun mas suerte tengo de ser alta y fuerte.
Aquel hombre que presentaba a los contrincantes se estaba tomando un descanso, por ahora estaba llamando a otra gente que no tenía que ver con nosotras, por suerte, por que no sabría como actuar ante ello.
-Damas y caballeros, bienvenidos un año más a esta competición de lucha, por un lado tenemos a los que van a enseñar distintas formas de lucha, y por el otro a los que van a luchar, tenemos una larga lista de inscritos, pero tranquilos habrá tiempo para todos, -comenzó a decir aquel hombre, se veía bastante alto, y no era muy mayor, rondaría los 40 años como mucho, incluso menos, llevaba ropa como si el fuese a luchar, aunque no me extrañaría.
-Dicho esto, esto durará varios días, lo que no de tiempo hoy, se cambiará para mañana y etcétera, en primer lugar vamos a enseñaros un tipo de lucha..., -escuchaba alejarse aquella voz, mientras yo me daba la vuelta para ir hacía otro lado, me iba a apoyar en una pared, de pie, con el pie derecho apoyado en la pared de la casa, y las manos en los bolsillos. Miraba fijamente a aquellos hombres, que empezaban a enseñar un estilo de lucha que nunca había visto.
Una vez terminé de comprar lo que necesitaba, volví a donde la pelea, no tardé mucho, puesto que aún había gente inscribiéndose, normalmente cuando ya van a empezar ya no dejan que la gente se inscriba.
Busqué a aquella chica, pero no la encontré, o bien estaba en mis narices y no la veía, o bien estaba detrás de mi y no me di cuenta de ello. Percibía que algo me iba a pasar si no estaba atenta, por suerte tengo mis mejunjes y mis cosas para curarme yo misma, y aun mas suerte tengo de ser alta y fuerte.
Aquel hombre que presentaba a los contrincantes se estaba tomando un descanso, por ahora estaba llamando a otra gente que no tenía que ver con nosotras, por suerte, por que no sabría como actuar ante ello.
-Damas y caballeros, bienvenidos un año más a esta competición de lucha, por un lado tenemos a los que van a enseñar distintas formas de lucha, y por el otro a los que van a luchar, tenemos una larga lista de inscritos, pero tranquilos habrá tiempo para todos, -comenzó a decir aquel hombre, se veía bastante alto, y no era muy mayor, rondaría los 40 años como mucho, incluso menos, llevaba ropa como si el fuese a luchar, aunque no me extrañaría.
-Dicho esto, esto durará varios días, lo que no de tiempo hoy, se cambiará para mañana y etcétera, en primer lugar vamos a enseñaros un tipo de lucha..., -escuchaba alejarse aquella voz, mientras yo me daba la vuelta para ir hacía otro lado, me iba a apoyar en una pared, de pie, con el pie derecho apoyado en la pared de la casa, y las manos en los bolsillos. Miraba fijamente a aquellos hombres, que empezaban a enseñar un estilo de lucha que nunca había visto.
Maze
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Sin parecer interesarle lo más mínimo, la mujer, bastante más alta de lo normal, se puso a mirar a un lado y a otro, como si buscara algo. Pasando por completo de la chica, que acababa de presentarse, por motivos de cortesía más que nada. "¿Qué clase de educación le han dado? Seguro que ni los niños como yo, que no hemos...Agh. No quiero pensar en ello." Pensó, mientras en su rostro se dibujaba una mueca de enfado. La mujer se fue sin decir palabra, y la chica se dió la vuelta, molesta, antes de terminar de rellenar el papelito de las narices, y dejarlo sobre la mesa, estampando la man o encima, de este, dejando escapar en un grito todo su cabreo. Tras aquello, observó alzó la mirada y pudo notar los ojos del encargado, quién se había echado hacia atrás. Parecía aterrado, y no era el único. Las personas a su alrededor la miraban espantados.
De repente, su enfado se había convertido en vergüenza. Su cara se puso roja como un tomate y ella quedó rígida. -E...Esto...- La chica intento decir algo, mientras escuchaba los murmros de las personas que pasaban por ahí. -¡L..Lo siento mucho!- Exclamó, agachando la cabeza de forma exagerada, antes de salir corriendo a esconderse. Aquello había sido humillantes. ¿qué se suponía que haría ahora, cuando todos la vieran combatir? Aquel pensamiento causó que la chica quisiera huir aún más, escapar de aquella isla. Pero no podría hacerlo, al menos hasta que la feria pasase y no podía mantenerse invisible hasta que eso sucediera. No le quedaba otra más que volver y seguir con lo que había decidido.
"Espero que se hayan olvidado para cuando comiencen las peleas..." Pensó, observando todo desde la distancia, subida a un árbol desde el que alcanzaba a observar la plaza sin tener que estar en ella. Así no tendría que preocuparse por el bochorno de antes y podría llegar a tiempo, saltando de rama en rama y de estas a los tejados. -Todavía puedo desapuntarse y ocultarme...- Se dijo a sí misma, negando con la cabeza ante sus propias palabras. -No...Si huyo de cosas como estas...¿Cómo podré cumplir con los que murieron en mi lugar...Tengo que seguir de frente con todo...Así podré cumplir con mi promesa...- La chica se levantó decidida. -¡Sí, eso haré!- Dijo decidida, antes de que el sonido de unos megáfonos causaran que se sobresaltara, desequilibrándose y quedando colgada. -¡ESO HA ESTADO MUY CERCA!- Se quejó, pataleando, mientras colgaba de la rama, antes de columpiarse, con intención de caer en la de un árbol que había al lado, transformándose en el proceso. Tras aquello, se dirigió a la plaza lo más rápido que pudo, quedando de cuclillas sobre una farola.
Hay que decir que al llegar al lugar se llevó una decepción, pues solo harían un par de representaciones. Ella esperaba empezar a combatir de una condenada vez.
De repente, su enfado se había convertido en vergüenza. Su cara se puso roja como un tomate y ella quedó rígida. -E...Esto...- La chica intento decir algo, mientras escuchaba los murmros de las personas que pasaban por ahí. -¡L..Lo siento mucho!- Exclamó, agachando la cabeza de forma exagerada, antes de salir corriendo a esconderse. Aquello había sido humillantes. ¿qué se suponía que haría ahora, cuando todos la vieran combatir? Aquel pensamiento causó que la chica quisiera huir aún más, escapar de aquella isla. Pero no podría hacerlo, al menos hasta que la feria pasase y no podía mantenerse invisible hasta que eso sucediera. No le quedaba otra más que volver y seguir con lo que había decidido.
"Espero que se hayan olvidado para cuando comiencen las peleas..." Pensó, observando todo desde la distancia, subida a un árbol desde el que alcanzaba a observar la plaza sin tener que estar en ella. Así no tendría que preocuparse por el bochorno de antes y podría llegar a tiempo, saltando de rama en rama y de estas a los tejados. -Todavía puedo desapuntarse y ocultarme...- Se dijo a sí misma, negando con la cabeza ante sus propias palabras. -No...Si huyo de cosas como estas...¿Cómo podré cumplir con los que murieron en mi lugar...Tengo que seguir de frente con todo...Así podré cumplir con mi promesa...- La chica se levantó decidida. -¡Sí, eso haré!- Dijo decidida, antes de que el sonido de unos megáfonos causaran que se sobresaltara, desequilibrándose y quedando colgada. -¡ESO HA ESTADO MUY CERCA!- Se quejó, pataleando, mientras colgaba de la rama, antes de columpiarse, con intención de caer en la de un árbol que había al lado, transformándose en el proceso. Tras aquello, se dirigió a la plaza lo más rápido que pudo, quedando de cuclillas sobre una farola.
Hay que decir que al llegar al lugar se llevó una decepción, pues solo harían un par de representaciones. Ella esperaba empezar a combatir de una condenada vez.
Sarah Foxxx
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Miré hacía los árboles, me pareció que se movían algunas hojas, no podría decir con exactitud el que, pero algo se movía entre los árboles, no le presté mucha atención, pudiera ser alguna brisa, aunque no hacía mucho viento. Volví la mirada hacia el hombre que presentaba todo lo que ocurriría. Tenía una buena vista, pues al medir casi dos metros mas que el resto, podría apoyarme en una pared y verlo perfectamente, sin molestar a los demás.
En algún momento algunos padres me pedían que subiese a sus hijos a mis hombros, para que pudiesen verlo todo. Yo encantada accedí, pues no me molestaban para nada, y tampoco pesaban mucho. Poco a poco iban terminando las artes marciales que enseñaban, en realidad ninguna me llamó mucho la atención.
-¡Señoras y señores!, por fin comenzaran las peleas entre vosotros, la verdad es que para el día de hoy son pocos los combates que hay, que poco valiente, -dice sonriendo mirando alrededor, alzando ambas cejas, -Bien, el día de hoy serán 4 personas a luchar, serán dos parejas, y los ganadores de esas parejas, lucharán entre si, -comentaba viendo la lista que tenía delante, -Los primeros en luchar serán..., -trago saliva para lo que estaba a punto de decir, -Murasaki y Lane Bordrok, así que, subir aquí arriba, y luchad, el que quede en pie que no se vaya muy lejos, -dijo, mientras Lane ya estaba subiendo.
-¿En serio esa chica va a poder contra el?, -pienso mientras le veo sacarse la parte de arriba al chico. Debe medir sobre 1.90, pelo largo por los hombros, muy desaliñado, color castaño con algún mechón rubio, ojos verdes aguamarina, tez morena, de unos 25 a 28 años, hombros muy anchos, sin apenas vello, pectorales bastante bien hechos, y abdominales prominentes, manos y brazos fuertes, y parece que las piernas igual, tiene dos cicatrices, casualmente una en cada pectoral, coincidiendo en el esternón.
En algún momento algunos padres me pedían que subiese a sus hijos a mis hombros, para que pudiesen verlo todo. Yo encantada accedí, pues no me molestaban para nada, y tampoco pesaban mucho. Poco a poco iban terminando las artes marciales que enseñaban, en realidad ninguna me llamó mucho la atención.
-¡Señoras y señores!, por fin comenzaran las peleas entre vosotros, la verdad es que para el día de hoy son pocos los combates que hay, que poco valiente, -dice sonriendo mirando alrededor, alzando ambas cejas, -Bien, el día de hoy serán 4 personas a luchar, serán dos parejas, y los ganadores de esas parejas, lucharán entre si, -comentaba viendo la lista que tenía delante, -Los primeros en luchar serán..., -trago saliva para lo que estaba a punto de decir, -Murasaki y Lane Bordrok, así que, subir aquí arriba, y luchad, el que quede en pie que no se vaya muy lejos, -dijo, mientras Lane ya estaba subiendo.
-¿En serio esa chica va a poder contra el?, -pienso mientras le veo sacarse la parte de arriba al chico. Debe medir sobre 1.90, pelo largo por los hombros, muy desaliñado, color castaño con algún mechón rubio, ojos verdes aguamarina, tez morena, de unos 25 a 28 años, hombros muy anchos, sin apenas vello, pectorales bastante bien hechos, y abdominales prominentes, manos y brazos fuertes, y parece que las piernas igual, tiene dos cicatrices, casualmente una en cada pectoral, coincidiendo en el esternón.
- A MAYORES:
- Te diré que el muchacho es especialista en Kung Fu, Kick Boxing, y profesional del Bö. SUERTE!
- Un crimen desorganizado. ¿O tal vez no? [Privado: NGC 1672 | Sarah Foxxx]
- Nuevas amistades [Priv Aki-Yoko]
- ¿Madera? Yo fumo de éso. [Privado] [Kaworu L. Nagisa/Sarah Foxxx]
- ¿Quieres bailar conmigo? [privado Gera Hino y Sarah Foxxx]
- ¿ una comida entre familia ? (Privado) (pasado) (Sarah Foxxx - Ikaruga D. Kraken)
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.