[Moderado - nivel 3][Bleyd] Insectos monstruosos.

¡Que cojones....! ¡¡Fluffle, evacua, volvemos a la playa!!

Fluffle se da la vuelta y trota en dirección a la playa. (según se, lo que parece ser el miedo de la mujer vino del bosque no de espaldas a mi por lo cual no tendría que encontrarse con el frió agazapado)
Aquello desafiaba mi lógica todo ser vivo despide calor y allí mismo tenia algo u alguien que era una masa fría. La verdad es que no estaba del mejor humor y el terror y pánico de la mujer me exasperaba, solo podían ser dos cosas miedo extremo a alguien conocido o a alguien desconocido que le haría daño... la tercera opción es que jugaran con su mente lo cual no creía posible.

Sin pensarlo dos veces saque mi dial de fuego y lo descargue sobre la masa de frió mientras me retiraba de ella, alejándome despacio asegurando los pasos y sobre todo atento a cualquier sonido proveniente de los alrededores. No podía arrastrar a la mujer todo el camino, por fortuna era un peso ligero, por ello la levante y me la puse a horcajadas sobre mi hombro izquierdo. Su vientre quedaba sobre mi hombro y su cabeza caía en mi espalda, posición incomoda para ella pero estaba sin conocimiento seguro que no le importaría demasiado.

No creía que el fuego fuera a prender media selva, pero si creaba un muro de llamas delante de mi seria perfecto. Haciendo un poco de malabares uso mi dial de viento para apartar el humo y avivar las llamas, por ultimo desactivo mi visión térmica para no quedar medio ciego por el calor de las llamas.

Mi plan de acción se ha desarrollado de una manera bastante satisfactoria las llamas avanzan y por fortuna la selva esta lo bastante húmeda como para no convertir esto en un infierno, ademas el humo se ha disipado dejando al descubierto a mi enemigo, ante mi se alza un arácnido, una repulsiva araña con sus múltiples ojos y patas. Pero aquí pasa algo raro, los bichos emiten calor...a no ser que...

"Araña gorda y asquerosa, veamos de que estas hecha". Con precisión de arlequín le arrojo uno de mis cuchillos para tal fin, con muy mala baba intento acertar a uno de sus ojos. Uso mi entrenamiento de prisa para sacar el dial de rayos y lo disparo contra la criatura apuntando al cuchillo si este se ha quedado clavado en su ojo con la intención de que el metal incrustado viaje directo a sus nodos cerebrales y los fría pues tengo el presentimiento que es un robot. Por supuesto en todo momento estoy al tanto de que la mujer no se caiga y se abra la cabeza contra el suelo.

Fluffle por su parte corretea a una distancia prudente de las llamas y el enemigo.

No se si estaba en lo cierto pero por lo que veo no tendré que volver a preocuparme por esa.... cosa. A simple vista parece muerta, desactivada o que diablos se yo. Mientras las llamas se propagan por su cuerpo considero que seria bueno dejar algo para la investigación, Saco mi dial de agua y comienzo a rociar el área circundante que aun se encuentra en llamas, cuando el fuego este sofocado y no pueda extenderse apagare la criatura, dejare mi inconsciente amiga en tierra y investigare con cuidado el churrasco en que se ha convertido mi amenaza de ocho patas. Siempre atento a cualquier movimiento sospechoso.

Joder, aparte viejo y no moleste soy medico.

Comienzo una rápida inspección de la mujer, enfermedades a simple vista, ya que reconozco las normales y las raras he estudiado sobre ellas. Se que no ha sido herida así que supongo rápidamente un colapso nervioso a causa del miedo extremo, le busco el pulso el cual supongo totalmente inexistente por la actitud del maldito viejo, por ello preparo el dial de rayos, al tiempo que me pongo ha hacer una respiración cardiopulmonar con cuidado de que no se trague la lengua.

¡Va maldita sea no te me mueras coño! ¡Reacciona, joder!

Sigo dándole masaje durante los próximos treinta segundos si no reacciona usare mis brazales para darle pequeñas descargas eléctricas en el pecho, a modo de desfibrilador, si al tercer intento sigue sin pulso me descargare un rayo encima para cargar la armadura con potencia eléctrica y después darle a ella una descargar reducida pero mas amplia que mis brazales, seguiré con el sistema hasta que tenga pulso o solo me quede una carga en el dial el cual le descargare directamente en el pecho a ver si así reacciona, si no tan solo quedara notificar el fallecimiento. Si reacciona la dejare tumbada sobre el pelaje blandito de Fluffle a modo de camilla.

Una vez acabado para bien o para mal activare mi regeneración naciente para curarme los calambrazos, y me encarare con el abuelo.

- Mire usted señor, se lo que me dijo, pero que cojones pasa aquí se van usted y toda su tribu, esta mujer me hace señas para que la siga e instantes después aparece esa cosa horrible con intenciones poco amigables, y de eso no hace ni cinco malditos minutos.
Así que no venga echándome a mí las malditas culpas. No he tenido tiempo ni de preparar la partida, pero ahora creo que usted me adeuda una maldita explicación, ¡que cojones es esa cosa! , digo señalando al cadáver de la criatura.
Dentro de mis conocimientos médicos eso es un maldito muerto viviente, y me importa un rábano que lo haya traído de vuelta a la vida la ciencia, lo sobrenatural, o una maldita fruta del demonio.
Ustedes están siendo acosados por esos bichos, les han robado a su ultima generación de niños para tenerlos controlados, y encima ustedes se callan y huyen.
El mal no se combate haciendo lo que le piden, si usted no puede luchar yo si. Déjeme ayudarle, dígame la dirección en la que he de ir para encontrar al causante de esto, no permita que se repita esta tragedia, no permita que esos niños estén solos en la oscuridad, déjeme salvarlos…
Espero la respuesta del viejo mientras observo la selva atento a cualquier ruido, llama o visitante inesperado.

Me hago un faceplam a mi mismo. Maldita sea…. sigilo…. Yo sigilo… empezó a blasfemar en mi cabeza,  Un rato después pienso en alguna manera de entrar en la selva sin ser descubierto por lo que podría ser un maldito ejercito de criaturas hostiles.  Teniendo en todo momento presente que soy un maldito elefante en una cristalería, lo mío es entrar por la puerta principal embistiendo no ir sigiloso como un gato…

Luego esta el problema de Fluffle… una bola gigante de algodón rosa paseándose por una isla de colores verdes marrones y negros…

Esta, bien si es lo que hay que hacerse…. Fluffle te quedas con esta gente,  guardaras la armadura, esto es algo que he de hacer solo.
Me quito toda la armadura conservando tan solo los guanteletes y el casco, llevo conmigo los diales, cuchillos para lanzar, y Carnifex, junto con mi mochila.

Necesito que me indique hacia donde queda el centro de la isla, y si puede darme una brújula un mapa o algo para orientarme me seria de gran ayuda.
Me acerco al cadáver del insecto asqueroso y le incrusto a Carnifex atravesándolo de lado a lado.  Instantes después me embadurno con los restos de la criatura para ocultar y disipar mi olor. Espero a que el viejo me conceda mis peticiones antes de internarme a la selva en dirección al centro, despacio examinando la selva usando las visiones del casco, infrarrojos, nocturna en la oscuridad y la normal para un examen mas completo.
Camino manteniéndome oculto, intentando no hacer ruidos, no dejar huellas ni un rastro en las plantas que atravieso, acechando en la espesura, parando al escuchar un sonido cercano e intentando encontrar su fuente.

Mis pensamientos son básicamente en Fluffle y en como he acabado metiéndome en semejante berenjenal.

-De acuerdo vendrás conmigo pero tan solo hasta el lugar donde ese indeseable se esconde. Después te darás la vuelta, Haras lo que te diga cuando te diga, te mantendrás a cinco metros de distancia de mi. Pisaras donde yo pise y soy habrá un paso el mío.
Si estas de acuerdo con esto en marcha, sobre todo tenemos que ser sigilosos.

Anciano cuide de Fluffle por favor, y tu Fluffle pórtate bien y se bueno.-

Abro la caminata despacio sin prisa, intentando no hacer ruido atento a los sonidos de la jungla, cada cierto rato intercambio mis visiones para observar que no se me pase nada escondido entre la maleza. Sobre todo estoy atento a las indicaciones de la mujer ya que es ella la que me ha de guiar por la isla. Aunque lo peor es el hedor, quien pensaría que eso fuera tan horrible, estaba deseando darme un baño y en cuanto viera agua me limpiaría un poco.