(Rojo y negro. apuestas en casino island)(privado Nikaido Yoruka y Marcus south)

Era una noche preciosa la luna llena reinaba en el cielo y millones de estrellas la acompañaban con su tenue brillo, además una suave brisa muy agradable que removía mi pelirroja melena. Me encontraba en una pequeña cala de arena blanca y aguas cristalinas, en la cual a pesar de estar en calma, a lo lejos brillaban luces de casinos y demás establecimientos de ocio y hasta este rincón llegaba el eco del sonido de aquella parte de la isla. Mis pies descalzos jugaban con la suave y fina arena de aquella playa. Por mi mente estaba pasando una idea, que aun estando yo solo en aquel lugar me parecía indecoroso llevarla a cabo, pero algo dentro de mi me animó a hacerlo así que me desnudé por completo y me metí en la playa a nadar, había dejado mis ropas en la arena y la mochila, una auténtica locura ya que si alguien encontraba el lugar me las podría sustraer, así que tras un rato nadando fui andando hacia la arena y me quede un rato desnudo para, si era posible secarme algo la humedad del cuerpo, aunque tomé la precaución de quedarme cerca de mis ropas para que no se diera la situación de que alguien ne encontrara sin ropa, cosa que sería realmente violenta para mi.

Me había despistado y una silueta me vio, aunque pasó de largo yo me vestí rápidamente y me dirigí hacia ella disculpándome:

- Siento de verdad esta situación pensé que estaba solo y lo hice espero que la visión que ha tenido no le haya molestado.


Para ser sinceros no sabía muy bien porque me estaba disculpando ante aquella silueta, pero por otro lado sentía que debía hacerlo, a pesar de que podía haber ignorado su presencia y haber seguido con lo que estaba haciendo pero, si una cosa había aprendido en aquel mundo nuevo que se abría ante mis ojos era que la mejor cosa que podía ocurrirte para acabar con el aburrimiento era encontrarte con un desconocido. Seguí caminando hacia aquella silueta a una cierta distancia para que no se sintiera acosada y la seguí entre la oscuridad, como espía que era. Sabía que si le preguntaba que que hacía en esta isla quizás me dijera que no era de mi incumbencia o que ni siquiera me lo dijera, así que aun sabiendo que seguirla no era la mejor opción lo hice.

Estaba en un problema, la chica empezaba a acelerar el paso y si la perdía, quizás el resto de la noche fuera un muermo total. ¿Estaba acelerando por qué pensaba que era una especie de pervertido nocturno o había algo más? Esta pregunta me hizo intentar igualar la velocidad de aquella joven y no perderla. Lo hice con sigilo aunque sabía que el querer alcanzarla podría hacerme cometer un error y ser delatado, aunque siempre podía poner alguna excusa de por qué la seguía.

La seguí y llegué a un lugar totalmente distinto a la playa donde estaba antes, color, luces de neón, ruido, millones de edificios, diversa gente en diversos estados...

La gente un elemento de doble filo en mi misión de seguir a la joven, ya que si bien era verdad que la oscuridad ya no era mi aliada, aquella aglomeración de gente si que lo era, pero tanto podía beneficiarme y ayudarme a seguirla o entorpecerme, perderla y hacerme difícil volver a estar con ella, pues quizás ella tendría un plan mejor para aquella noche.

Había conseguido mi objetivo, bueno no del todo pero, al menos, sabía cual era posiblemente el lugar que le interesaba a esa dama. Ese lugar se llamaba casino de Babel. Pero aun me quedaban muchos detalles que averiguar para saber que hacía aquí aquella chica ya que, preguntárselo directamente después de la indecorosa situación que me había visto sería algo violento. Dichas lagunas se relacionaban con aspectos temporales y razones por las que estaba en aquel lugar, aunque si estaba en este lugar por simple ocio podría quedar como un acosador y esa no era mi intención, así que me dediqué a observar sus movimientos a ver si me daban alguna pista.

El edificio estaba muy protegido, como si ocultara algo o alguien en su interior, aunque es algo irónico pues si ocultas algo con esa cantidad de guardias solo puede significar dos cosas. Una, que aquello que ocultan sea valioso o  dos, que sea peligroso.Pero, este detalle no importa, pues si mis sospechas eran correctas, era el mejor escondite del mundo pues aquel edificio estaba abierto de par en par y no paraba de entrar gente a su interior. Bueno lo que estaba claro es que la chica querría entrar al edificio tarde o temprano, así que me adelanté a ella y entré

Desde fuera tenía una apariencia imponente. además de su recargada luminosidad, tenía una altura bastante considerable, comparado con los casinos que había alrededor. En el interior del casino, pasó algo extraño ya que no me cachearon por si llevaba algún objeto peligroso o arma, esto me hizo deducir o que los guardas eran unos ineptos o que, por alguna razón,no necesitaban hacerlo, aunque bueno yo tampoco tenía motivos para usar mis armas, de momento.

Había sido extremadamente fácil entrar por lo que me extrañó que la chica que estaba fuera no lo hubiese hecho si ese era su deseo aunque, quizás ella quería entrar con otros fines quién sabe, yo por lo pronto había entrado para comprobar si era tan difícil entrar como lo hacia parecer la joven que estaba en el exterior del edificio y ya que estaba en el interior de aquel edificio probaría suerte en alguno de sus múltiples juegos ya que, llevaba algunos berrys encima y me encaminé hacía las salas de juego.